Jurado de los Santos, P

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TEMA 10: EL EMPLEO: CENTROS OCUPACIONALES,
CENTROS ESPECIFICOS DE EMPLEO, EMPLEO
SEMIPROTEGIDO Y EMPLEO ORDINARIO (TERCERO TEXTO)
Jurado de los Santos, P. (1993): Integración socio-laboral y educación especial.
PPU. Barcelona. Pág. 160-175
INSTITUCIONES LABORALES PARA JÓVENES
Y ADULTOS CON RETRASO MENTAL LIGERO
En este apartado se reflejan las alternativas institucionales existentes para los RML e IL jóvenes
y adultos. Por un lado hay que tener en cuenta las más asiduas de los modos de vivir de los
RML e IL, y por otro las directamente relacionadas con la inserción en el mundo del trabajo.
El fenómeno de la desinstitucionalización, con gran auge en las últimas dos décadas, ha influído
notablemente en la política que afecta a toda la población de minusválidos, y no sólo desde el
punto de vista de su integración escolar, sino también laboral; ello se ve plasmado en las
distintas legislaciones.
Evidentemente, fomentar la intervención (educativa, rehabilitadora, terapéutica .. ) dentro de la
comunidad y con la máxima integración posible obliga a disponer de estructuras y servicios que
permitan al máximo la normalización del estilo de vida de cada Individuo (Ingall, 1982).
Las alternativas que se incluyen en la organización de los modos de vivir para los RM, se
pueden concretar en las siguientes (Ingalls, 1982):
1. Vivir independientemente como cualquier otro miembro de la comunidad.
2. Vivir con las propias familias.
3. Vivir en hogares adoptivos.
4. Vivir en instituciones-asilo que prestan asistencia médica permanente.
S. Vivir en hogares de grupo o pisos protegidos.
El tipo de modo de vivir da idea de la situación y de las posibles dificultades que el sujeto puede
tener de cara a al adaptación al entorno, así como el refuerzo que puede obtener del mismo; es
indicativo de las posibilidades que la interacción individuo-ambiente puede ofrecer.
ALTERNATIVAS LABORALES
Difícilmente en la situación actual se puede dar una integración socio-laboral y, por
tanto, la integración en el sistema productivo para todos los individuos discapacitados,
ello puede ser explicado por el poco contacto entre este sistema productivo y el mundo
en que el deficiente se halla inmerso.
El sujeto con retraso mental ligero tiene pocas alternativas en la actualidad: esta
abocado a una formación especial y al trabajo en talleres protegidos u ocupacionales
para deficientes; el caso de los sujetos con capacidad intelectual límite difiere
sustancialmente de los anteriores debido a "su mejor capacidad para la integración". Sin
embargo, como ha sido explicado en apartados precedentes, se constata la dificultad de
diferenciación respecto a otras categorías al camuflarse a menudo entre las mismas
(RML, dificultades de aprendizaje, inadaptados escolares y sociales ... ).
A pesar de disponer de pocas posibilidades reales para la integración de estos sujetos,
no hay que caer en un estado pesimista que impida ver posibilidades de solución, si no a
corto plazo, si a largo plazo; ya que, al analizar la situación desde un punto de vista
retrospectivo, se observa que los cambios ocurridos han sido cualitativamente y
cuantitativamente muy significativos si tenemos en cuenta que en otros tiempos ( ... )
eran las instituciones psiquiátricas las que generalmente acogían a estos sujetos.
De la misma forma que la propuesta de integración escolar tiende a colocar a los niños
en los ambientes menos restrictivos a partir de un continuum educativo (cfr. figura 1,
pg. 27); la propuesta hacia la integración socio-laboral también lleva a insertar a los
retrasados mentales adultos y a cualquier individuo con déficits o discapacidades en los
ambientes más normalizados (ver figura 13),
Figura 13. Alternativas institucionales laboral-ocupacionales
para los discapacitados
insertar imagen
Son poco conocidas por la población general las alternativas de empleo disponibles para
deficientes, una vez terminado el período de escolarización. Estas posibilidades pasan
por.
1. Empleo independiente, considerado como el normal para cualquier tipo de sujetos y
que sigue a la salida de la escuela.
2. Empleo protegido, establecido por la legislación laboral, que considera una proporción
por número mínimo de trabajadores para las empresas (sistemas de cuotas).
3. Empleo protegido subvencionado, para individuos que tienen capacidad de realizar y
completar tareas de trabajo, pero que necesitan supervisión y apoyo. Los talleres
ocupacionales serían un ejemplo; realizan producción gracias al subcontrato con otras
empresas.
4. Empleo en el marco de talleres estructurados. Talleres protegidos. Son centros de
actividades.
El empleo protegido (subvencionado) en el mercado de trabajo competitivo representa
una atractiva alternativa a los programas de trabajo protegido donde los deficientes son
aislados de sus iguales no deficientes y de los recursos de la comunidad, y donde las
oportunidades de remuneración son de forma clara significativamente menores.
Proporciona, además, una oportunidad para mejorar en su totalidad la calidad de vida
(Berkell, 1987). Este planteamiento implica el ofrecimiento, por parte de la
Administración Pública, de incentivos a la industria privada para acoger a trabajadores
deficientes en aras de conseguir la integración social.
En la gran mayoría de países de nuestra órbita, se considera el empleo protegido en
empresas competitivas, y fundamentalmente el sistema de cuotas que establece un
porcentaje de deficientes o minusválidos por número de trabajadores. En España se
considera un 2% del total para empresas de más de 50 trabajadores. (Ver cuadro
adjunto).
Tabla 10. Sistemas de cuotas en los países de la CE
país
Mercado Laboral
General
Bélgica
FRI)
Dinamarea
2%
3-7 %
Semícios
públicos
1200 plazas
6%
Preferible
40:60
2%
10 %
5%
15 %
3%
5 por año
3-7 %
3%
3%
6%
Espafia
Francia
Grecia
Italia
Irlanda
Luxemburgo
Holanda
Portugal
Gran Bretaña
2%
10 %
7%
15 %
(Seyfried, 1989)
Wehman, Kregel y Barcas (1985). exponen algunas alternativas de empleo para sujetos
discapacitados y con problemas de aprendizaje, planteando las necesidades implícitas a
cada tipo de alternativa (fig. 14). Las alternativas de empleo aluden al mundo del trabajo
llamado “competitivo” es decir, plantean la asunción por parte del discapacitado del rol
de adulto trabajador, de igual manera que cualquier individuo normal".
Figura 14. Alternativas de empleo "normalizado"
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Cada alternativa de las planteadas anteriormente conlleva una serie de necesidades.
1. Empleo competitivo con personal de soporte:
a. Mantenimiento intensivo de personal de soporte en el puesto de trabajo así como
entrenamiento en el lugar de trabajo.
b. Poner el énfasis en el mantenimiento del trabajo.
2. Entrenamiento en industria especializada:
a. Mantener pequeños programas orientados a las empresas.
b. Entrenamiento intensivo en habilidades de conducta.
3. Empleo competitivo en empresas:
a. Entrenamiento en habilidades sociales interpersonales.
b. Aumentar los conocimientos en las nueva áreas tecnológicas y de adaptación
continua (a los cambios tecnológicos).
4. Empleo protegido en industria:
a. Disponer de una plantilla de personal para supervisar pequeños grupos de
trabajadores.
b. Poner el énfasis en la integración en cualquier lugar siempre que sea posible.
Us talleres protegidos -talleres ocupacionales (centros especiales de empleo o trabajo y
centros ocupacionales) para sujetos con déficits (deficiencias físicas, psíquicas,
mentales ... ) en nuestro país tiene una corta, efímera y ciertamente rocambolesca
historia.
En los prolegómenos legislativos actuales podemos encontrar la Ley de 21 de julio de
1960, por la que se crean los Fondos Nacionales para la Aplicación Social del Impuesto
y del Ahorro, y que establece una serie de fondos a través de los cuales se instrumenta la
ayuda de la Administración a la educación, asistencia, formación laboral y colocación
profesional de los retrasados mentales. Posteriormente, a través del decreto 242111968
de 20 de septiembre, el Ministerio de trabajo establece normas complementarias así
como el Servicio Social de la Seguridad Social para asistencia a subnormales, con uria
serie de prestaciones mensuales para los individuos con RM y la posibUidad de
creación de centros para ellos. Huelga decir que este decreto no tuvo apenas ningún tipo
de connotaciones.
Es a partir de 1970 (decreto del 22-8) que se regula. específicamente el trabajo de los
deficientes mentales; y a partir de 1973 (orden del 26-4) que también se regulan los
centros de empleo protegido.
Sin embargo, los centros para adultos, en un primer momento se fundaron al amparo de
las asociaciones de deficientes-disminuidos que operaban en las distintas localidades de
nuestra geografía, centros de educación especial para niños con deficiencias;
posteriormente estas mismas asociaciones de padres fomentaron el surgimiento de
centros ocupacionales que pudieran acoger a sus hijos, ya jóvenes y adultos. El objetivo
consistía en mantener ocupados a los R.M. mediante un sistema “guarderial” sin tener
en cuenta la continuación de su instrucción-educación y la integración social y laboral e
incluso prescindiendo de la función rehabilitadora.
Se daba una ruptura de facto entre las instituciones-escuelas de educación especial y los
nuevos centros a los que “algunos” accedían. Poco a poco, estos centros-talleres se han
ido convirtiendo en pequeñas empresas soportadas por las instituciones sociales, en sus
niveles mínimos, por ayudas locales y subvenciones individuales al amparo de la Ley
(Ley de Integración Social de los Minusválidos de 1982), en las que se realizan tareas
productivas, es decir, elaboran productos y los manufacturan para otras empresas.
Desde el punto de vista de la rehabilitación laboral-ocupacional, estos talleres
protegidos tienen una finalidad principal que consiste en preparar a los sujetos que
acuden a los mismos para un probable empleo competitivo, conformándose en principio
como una alternativa a la integración laboral.
Uno de los problemas principales que presentan estos sujetos, no radica tanto en la
incapacidad para desempeñar los trabajos, sino en los trastornos de comportamiento y
su manifestación en problemas afectivos, actitudes disociales y a las manifestaciones de
actitudes sociales que dificultan la adaptación al entorno. En general, las funciones de
los centros de trabajo protegidos se Puede concretar en las siguientes:
- Proporcionar un empleo permanente en un puesto de trabajo competitivo.
- Ofrecer un trabajo productivo y rentable para los minusválidos.
Evaluar, en un intento de predecir las posibilidades laborales de los Minusválidos.
LOS CENTROS PROTEGIDOS
1;
A pesar de las alternativas existentes para los jóvenes con discapacidades
(fundamentalmente para los RML/IL) de inserción laboral (Wehtnan, Kregel Y Barcus,
1985) (cfr. figuras 13 y 14), las experiencias de inserción, en nuestro país, en centros
ordinarios de trabajo (empresas competitivas) se enmarcan dentro de las actuaciones
que la LISMI (1982) considera respecto a los niveles de integración (normalizada, en
trabajo especial y en centros ocupacionales). Siendo prácticamente desconocidas,
aluden en gran medida a la integración de sujetos con deficiencias sensoriales
(deficiencias visuales, hipoacusias y deficiencias físicas). Sin embargo, estudios como
los de Neubert, Tilson e lanacone (1989), demuestran la diversidad de tareas y de
puestos de trabajo que pueden desempeñar los RM y que a través de programas de
entrenamiento y servicios de soporte son capaces de mantener (cfr. cuadro 1 l).
El hecho de que las experiencias de inserción laboral de RM no están generalizadas
hace pensar sobre la importancia que la sociedad adjudica al desarrollo mental,
considerándolo mucho más importante que otros tipos de desarrollo, como el físico, a la
hora de la realización de actividades de tipo laboral. Ante la opción de deficiencia
mental, sensorial y física, la primera a desechar será la mental.
Cuadro 11. Tareas y puestos de trabajo desempeñados y mantenidos por RM (n=66)
INSERTAR IMAGEN
La cualidad del “coeficiente de inteligencia” es la que parece tener mayor aceptación
social como justificante jerárquico, tal como apunta Bowles y Gentis (1976). Tanto es
así que el ideal de "hombre o mujer con éxito en la vida" implica el éxito económico.
dándose por descontado que aquellos que lo consiguen son inteligentes. Podemos
pensar al respecto, y parece ser un tópico excesivamente generalizado en algunas
sociedades y en algunos' tiempos, de que los hijos de las clases más bajas accederán a
Puestos con baja retribución económica 0 con una baja importancia social. Este tipo de
análisis no sólo es simplista, sino carente de lógica y en la actualidad está superado.
La noción de que la población con RM o con graves problemas de aprendizaje tiene
habilidades que les permiten ser capaces de participar y contribuir productivamente en
los dominios integrados y ordinarios está en la base de nuestras concepciones.
No se plantea aquí la discusión de si el trabajo es un elemento importante en el proceso
de integración social del deficiente. Se parte de que es necesario en el momento actual,
y sobre todo en la base de que la sociedad prima esta valoración, no sólo para el
deficiente, sino para la población en general
Al tratar la problemática de la formación profesional y la inserción laboral en relación a
la educación especial, vemos que la gran mayoría de sujetos se podrían clasificar en tres
categorías según Edgar (1988):
- Dificultades de aprendizaje.
- Retraso mental ligero.
- Trastornos emocionales y del comportamiento.
Otras categorías (como retraso mental profundo, severo y ciertas perturbaciones
psíquicas por ejemplo) se incluirían en centros asistenciales y en otros dedicados a
terapias ocupacionales, que no se debe confundir con la formación profesional, pero en
el caso del RM está estrechamente relacionado.
Al respecto, no Puede olvidarse que el contexto de la formación profesional de sujetos
con retraso mental puede ir íntimamente ligado al concepto de terapia ocupacional y
rehabilitación laboral, teniéndola presente como una estrategia de intervención
rehabilitadora entendida dentro del ámbito de la integración laboral y social del RM
(Livneh, 1989).
Por otro lado, las alternativas ocupacionales actuales para los RM pasan por los
siguientes tipos de centros:
1. Centro ocupacionales (CO).
2. Centros Especiales de Empleo (CEE).
3. Empleos protegidos en empresas.
4. Trabajo autónomo.
Cuadro 12. Alternativas en función de la valoración
Lugar de
Trabajo
Empresa
Valoración
Disminución
-33%
ordinaria
Centro
+33%
espec¡al
empleo
centro
+65%, no supe-
ocupaciona
l
rar baremo
Centro de
trabajo de la
LISMI cumplir baremo
+85%, y ser
profundos
calificado como profundo
Acción
Protectora
Alta y
cotización
a la Seg. Social
Sueldo
oridinario
Alta y
cotización
a la Seg. Social
Salario min. int.
Subsidio
garantía
de ingresos
m1nimos. Asistencia
sanitaria S. S.
Tipo de trabajo
Subsidio
garantía
de ingresos
míni
mos. Aástencia
Sanitaria S.S.
Centro asistencial
Trabajo ordinario
Trabajo
protegido
Trabajo
protegido
+
Centro asistencial
Fuente: ICASS, 1990
El emplazamiento de los sujetos en cualquiera de estas alternativas, depende en la
actualidad de la valoración de los discapacitados en función del grado de discapacidad y
de sus posibilidades laborales o productivas.
A continuación se analiza la situación actual de las alternativas centro ocupacional y
centro especial de empleo apuntadas.
1- CENTROS OCUPACIONALES
Tenemos que acudir necesariamente a la LISMI (1982), donde se contemplan los
centros ocupacionales. El Artículo 53,1 establece que:
"tienen corno finalidad asegurar los servicios de terapia ocupacional de ajuste Personal
a los minusválidos cuya acusada minusvalía temporal o permanente les impida su
integración en una empresa o en un Centro Especial de Empleo".
En Catalunya, el decreto 27911987 del Departament de Sanitat i Seguretat Social de la
Generalitat de Catalunya, al definir los Centros Ocupacionales, en su parte introductoria
aclara que los Centros Ocupacionales son la alternativa desde el ámbito de los servicios
sociales a la integración laboral de aquellas personas que según la LISNU no pueden
incorporarse al sistema ordinario de trabajo ni a un Centro Especial de Empleo, por no
llegar a un determinado nivel de capacidad productiva i consecuentemente no pueden
establecer una relación laboral.
Este decreto define como Centro Ocupacional:
“Todos los servicios y establecimientos de Servicios Sociales destinados a las personas
nombradas en el artículo siguiente, que tienen por objeto facilitar a sus destinatarios,
mediante una atención diurna de tipo rehabilitador integral, los servicios de terapia
ocupacional que se especifican con el fin de que puedan adquirir dentro de las
posibilidades de cada uno a través de un programa individual de rehabilitación, su
máxima integración social” (Decret 27911987).
Como se observa, la labor de rehabilitación se lleva a cabo principalmente en estos
centros a través de terapias ocupacionales. Los CO tienen un carácter asistencial y
dependen de los Servicios Sociales.
a) Funciones y objetivos. Fundamentalmente las funciones del Centro Ocupacional hacen
referencia a:
- Ajuste personal y social.
- Ocupación terapéutica-terapia ocupacional
- Preparación para la integración laboral.
Podemos observar que los CO tienen predoninantemente funciones de carácter
asistencial y rehabilitador.
b) Características de los deficientes. Tal como se expuso en la "X jornades de tallers per a
disminuits psfquics de Catalunya" (1989). estos centros están destinados a las personas
disminuídas que están en edad laboral y que han acabado el correspondiente período de
formación.
Los usuarios del CO serán aquellas personas que dadas sus graves afectaciones no
llegan al porcentaje establecido para realizar una actividad laboral y que necesitan una
atención asistencial debido a su discapacidad.
c) Soporte técnico y profesional. Para poder llevar a cabo las funciones encomendadas se
hace necesario disponer del siguiente personal:
- De atención directa al disminuido:
a. Un monitor especializado, un terapeuta ocupacional o un educador especializado...
b. Un psicólogo o un pedagogo.
c. Un asistente social o diplomado en trabajo social...
d. Otros profesionales especialistas...
173
- De soporte:
a. Personal administrativo.
h. Personal de mantenimiento.
Es necesario asegurar la coordinación de los CO con los Centros Especiales de Empleo,
más próximos al sistema productivo, para que en la medida de lo posible y de acuerdo a
las valoraciones que se realicen de los RM, éstos puedan tener la posibilidad de
Integrarse en los CEE, como una medida posibilitadora de su integración laboral y
social en el futuro.
2. CENTROS ESPECIALES DE EMPLEO
Se rigen según las leyes laborales vigentes y el Estatuto de los Trabajadores Dependen
del Mo. de Trabajo y Seguridad Social. Estos centros aseguran una ocupación
remunerada y servicios de asistencia a sus trabajadores. Los usuarios son personas
disminuidas Con capacidad laboral que tienen dificultades para su integración en el
ámbito ordinario.
El trabajo del RM será productivo, remunerado y adecuado a sus características, con el
objeto de favorecer su adaptación personal y social así como facilitar la posible
inserción al mundo laboral ordinario.
Los Centros Especiales de Empleo vienen definidos por el artículo 42.1 de la LISMI
(1982) como:
"Aquellos cuyo objeto principal sea el de reaizar un trabjo productivo, participando
regularmente en las operaciones del mercado, Y teniendo como finalidad el asegurar un
empleo remunerado y la prestación de servicios de ajuste personal y social que
requieran sus trabajadores minusválidos; a la vez que sea un medio de integración del
mayor número de minusválidos al régimen de trabajo normal" (art. 42. l).
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La característica principal de estos centros es que están constituidos exclusivamente por
trabajadores minusválidos, exceptuando el personal necesario para que se puedan
desarrollar las actividades (USIU, 1982, art. 42.2). En realidad, se conforman como
empresas'~>aralelas competitivas" que pueden funcionar a través de subcontrataciones o
de forma independiente.
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