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cionarlo, tal cual lo entclldia la. As..'lDllJlen de 89, y
'tal cual lo entienuen desde entonces toaos los 1'6'\0­
lllcional'ios, es lIn¡~ creacioll form:llmO-llte opuesta i
l:\I'\"oluntad de Dios, y que puede ec]u-u'l1os ti todos
fuera del camiuo de la sl.l ly:wion .
. XlV.
.
1••\ SOBEILUilA DI-:L ]>Ú}:BLO
•
6
L.\ D]·:)tOORACIA ,
El principio de la sobcrflllia del JHleblo, tAn es­
plotado hace un siglo pOI' los enemigos de la. Iglesia.,
puede, sin em hSJ'g-o, ~ntenderse en un sentido cntó­
lico r muy vel'dadero.
Notemos ante todo qne el pueOlo no es esa turba
ele individuos brutales y pen'ersos que fOlja 1M re­
voluciones, y que, de 10 alto de las bal'l'icadn.s, des·
truye los gobiernos, y cuyos jefes esplotall su~ mas
g l'OSel'as ])35ione8. El puehlo es la 113Cioll elltem, (lue
comprende todns las clases de ciudadllllos: el labra­
001' y el artes..'\liO, él corncr<:lante y el illdustril1], el
gran propietario y el I'ico sefior, el mil itar, el magís.
trallo, el sacerdote, el Obispoj eso, junto, es ln 11:1.'
clon con todtlS ellS fllcn;ns \" i V !l~) pudiendo, constitui.
do con unll 1'cprc.-:cntacioll Aél'i:I, eSpreSlll' sne deseos,
y ejercer l ibremente sus dercchos,
Una \'CZ cOllocil1a csta descl'ipcion lllltil'cvolucio­
naria del pueblo) dil'úmos que la escuela catól ict\ ha
enseiiado siempre, aunque en un sentido eutel'nmcnte
opuesto, lo que los constituyentes de 89 tomaron
p OI' un descuhrimiento cstraol'dinllrio, La Jgl~i1l por
l:>ocn. de S¡lIltO Tomás y de sus Doctores mns famo­
sos, enseña que Nuestro Señor J esucl'l sto, !ln(h,c de
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano” del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
-úQ­
los puehJos y R ey de los reyes, pone en la nacioll
entera. el })1'iu<'i]1io d e la. sobcraniaj que el sol)eJ'nno
(hereditario.) electivo) ¡i quien la nueion confia el
Cft.¡'go do! gobiel'llo, solo recibe este poder de Dios
pOI' el illtl!l'mcdio de la naeioll misma; en fin, que
el Soberano, puesto que ree:ihc el podel' pal'a el hien
púhlico, y no en favol' de sí ínismo, si es que llega ti.
fi\lt:ll" gr;\NCmente y con c\'idcnciaá este su debel', puc­
(h ser depuesto legítilll:Lm:.:nte pC'l" aquellos mismos
que le confiaron la sober:l.nia. A ñn. de pl'evenlt: to­
da lntorpl'ctacioll r(woluciollurin, me ap l'esW'o á aUn­
di l' <..1,ue Si~lldo J:d glesia el único juez competente 6
imparcia1 en estos casos de colltiencia tan gl'lWeí-iJ
eUil. fiolo. puede lcgitimal', pOI' u na (locision solem ne,
un hecho de t.n.ntn gra",cdad, y. esto despucs de ha1)or8e convencido de In. gr~l\'eclad del crimen, (1)
E l1)Odel' civil difiero del poder paterno y del cele­
siástico en que estos dos últimos son illfilllisihles, poJ;­
que son de institucion dh-ina en su forma detcl.'mina_
du, y s in ninguna d e;:lcgnciou daela. {~los inferiores, y
en que, 31 contrario, (1 1)odo1' ci\"il nf~ ha recibido de
Dio!:! forma alguna detcl1n inada, y ]>01' esto puede P3­
Ra l' ele una fo rma de gobierno :1otrn¡ es decir, (le la
l\l On i'lrqu,ia hm'editaria á la el ectiva, de ésta á la a·
l'istocl'ácia, y recíproc:l.lllente, Estos cambios, (:uando
se efectlJan con reg ulal'i~lnd y legítimamente, en ua·
da tOCiln all)liucipio de la mona¡;quia n.i á la sobe­
( 1) Bllo. ('11108 8011 mu)' flIn)II;, ESI)or ~j~mplo ~I ell.o ell '1u", ~r eulva
del ]!rinei¡H:', elpllcbl() 80 '1'1('110 o.puedo f¡ pHdn III 'l'Nul~,l" rll fé; el eM'"
en qllO IU IollbilulIl t¡rnu¡" tfll~toru~"l todo ul '\r<len público r '''n~~uhe 1"
nBcion co" <1"" S" errn illminclI!e,y "Ir/ll C"'''~ de e~t" Iténero, So 1'lIc,h ver
el del,'\rroll~ de ~.IK doetriul\ en el magnifico 0l)(,~eultl de S~ nto Tomar, De
rtgi,,,illt. l"iNcipICH.,
muía.
/liCuAn
ciones Jeg
Gran d
el sobera)
intel'esu{l
)uopia. ca
Sede, ese
~idil' tan
tú I'c\'esti
lo es imh
quiera. o~
ce garmtt.
cia ncccsl
Por otJ
Dios, no
}Jara el II
bcr!1110S )
cuc~ione
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ble ue
J
"Todo 10
el cielo', ..
satado ce
lólics so'
camhios
H!\y u
uel pueb
entendic.l
pueblo ~
•
do separ:
•
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u.d.m
-G l~
muía.
"aCuánc1o serán cstos casos regulares, y 1:1$ resolu'
oiones Jegítimas~l!
GI'IlIl d ifi cultau }>l'fLcti¡::a, qu~ no pueden resolver ni
el soberano n i el pu eblo; porque 51el1<10 ambliji partes
jueces en, ~l~
representlld:l por In. San.ta
interesadas en el dehatc, no pueden
fiOl '
propil't caus{l.. La Igl(>si~~
Sedo, es el 4nico tl'ibunal co}npetentc I}uc puede d,e·
\iid"il' tan g l'.!we cuestion; ¡::,olamenw es~o trihunaJ es·
tA. revest ido ele un poder sl1pel'ior al tempQrat 61 so·
lo es illdcpendien,te y desi llteresad,O, runs q,ue cua~·
quiera. otro, pOI' su cnrácter religioso, y $010 él oñ'e'
ce gal'allti as de ll).oralid,ad, justicl:l, snbidul'ia y cien'
cia necesari as para fllllcion tlln augusta y uclicada.
P or otra ml,rtc, este es el órden cstaL)ccido por
Dios, no vam, el iutm:es pcrsonal ue In. Jglt'sia, sino
para el iutct:es general de llls sociedades, ue los So­
be.ranos y de las uaciones. E l juicio cn estas 31tat¡l
cuestiones de j'u!:iticin socjaJ, estriha, C<)I,110 en los cil¡'
flOS pru1.iculnJ'es de conciencia, en la ra1ahnl. it;!.mutn;·
I
•
ble (1c J CSllCl'lsto, ClHtI\do dicG al J etc de su Iglesi a:
Ul'odo lo que ligarcs sohre la tielTfi, sel'á, ligndo en:
el cieloj y todo Jo que desatares on la tierra, será. dp.
satado cn el cielo." E sta. cs ]a teoría \'cl'dad em y ca·
tólica sohre la sob cJ;'8nia dd pueblo, y sobre los
camhios de gohierno.
l;:II'Y un abi:lllJ.o cut~·c csta. dod~'ina y la sobet'ani\t
de~ puehlo, tal cual In enticnde In R C\'olucioQ y lq.
entendieron los constituyentcs ele 89. Segun éstos) el
pue1)10 ¡;inca la sobcmnfn de sí mismo, y no
reci·.
de de Diosj nada C}\1iC I'C sahel' de Dios, }lreteildien .
~o ,Separarse ele Él. A dcm:v:, y como consecuencia. do
la
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'%
-:C2­
este })I'im el' el'IOI', desecha la Iglesia, priván dose de
este modo de] único poder moder:ldo,;: que D ios fns­
tituyó para. j)J'otejel'le contra el despotismo y la a·
}lnrquin. D esde que Jos Reyes y los pueblos hon re·
chazado esb\. dil'cccioll materna] de la Iglesia, los \'e­
ruo~ efectivamente obligados á decidir á caüonazos
SlIS CI\80S de cOllciencin, por el s.'l.ngl'iento derecho del
mlts fuerte; y h a sociedades políticas, á pesar de sus
pl'etellsiones ti prog¡'eso, marchan rápidamente hAcill.
lA dMadeucin. pagana. En vez del órden, fruto de la
obediencia, ya no hay en elrnundo mas qne despo­
tismo ó tlnnrquín, frutos de In. rebelionj la. nocion de
l a vcr4ndel'& soherll.nla, por decirlo así, ya no exis­
te so bre ] ~ tierra.
"T odo esto puede ser muy 'verdad en teoría, pero
lY en p!'á c tica~1) N o es cu lpa de la teoría, si ésta es
clificil de practicar; In. culpa e.<it-á en la debilidad y la
cOl'nlpcion h umanas. Con este principio sucede como
con todos ]08 principios de conducta: la teoría, la re·
gla, es c1ál'il, verdadera, perfecta. Su apEcaclon pero
f ecta es imposible, porque la pelfeccion no es de es­
te mundo; pero cuanto mas se acerca la. práctica
á In teoría, tanto JUas cerca se está de la. verdad,
del órd en y del bien.
lInco yn 'n111chísilllo tiempo que los E stados t emo
porales desdeñlln la teoría, y se conducen segun sus
caplichos; oJvidall y rechazan rntls y mas la d irce­
cion cijvina de la Iglesia; y COlUO el hijo pród igo, se
alejan cad!l dia. mas de la ca&1, patel'lla. P or esto
-tam bien el mundo, estraviado, lej os de Di os, se en­
cuentra en l'cvohwioll permanente, á peetu' de l os
esfuerzos prodigiosos que se hacen para lJegal' al 61"
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den, y COl
recel', ha
cipio cato
soberanía
t estnnw, .
cieclades
yde laI¡
b lecel' en
las d ifere
cel' al P:
~xiste en
desconoz(
este med
Bonilld, ' t
reempbz:
D eseen
oos y com
ca ti la te.
tooro de;
··Pt.'TO ,
incon~e n
tCR
nooe5S
En c.<t.S
cion, ¿qw
'\;ctoris!
•
veroad! .::
de su Jad
est..'\ fa\-o
la guerr:
•
rozo en la
na y spu
do todo
-f,3­
•
den, y contener el mal. ¡)¡ hl sociedlld quiere no pe·
r ece!', habrá de "oh'e!", tarde, 6 templ':l.llo, al prin·
cipio cl.. t61 ico, fÜ único verdadero pl'in<:ipio de la
soberanía. Leibn itz, hombJ'c de genio, aunque pro­
testnnw, deseaba de todns ,-eras la. vuelta de lns so­
ciedades á la alta dil'eccion moral da la Santa Sede
y de la Iglesia: "Seria de. opinion, escribia, de esta·
blecer en 11. misma Roma un tribunal para juzgar
las diferencias ó altercados entre los príncipes, y ha­
cer al Papa su Presidente." Este tribunal existe,
existe en derecho divino é inmutable, au nque se le
desconozca. Lo repitoj no hay sah-aoion masque por
este medio. La R e.olucion no C6!'illrá, decia M. de
BOllllld,' sino cuando los derechos de Dios habrán
.
reemplazado á los deruchos del hombre."
Deseemo8¡ pues, con la mayor ansia, como católi.
cos y como ciudadftuoe, la conformidad de la prácti.
en á la teoría y hasb. nueva brdco, a.pliquemos 11~
teorb del ru odo menO! imperfecto que podamos.
"Pero tDO abre el!te sist ema. la puerta. á mil y mil
inconvenientes?" Es muy posible; pero entre dos ma­
les necest'Lrios, deben'l.os escojer el menor.
En caso de un confficto entré el Soberano y la na­
clon, iqué sucede en el dia? tPor quien quedal'á la
victol'il\1 ~Se l'á ncftso ])01' el derecho, la justicia, la.
v el'J lld~ Sí, sicmpl'c que la fuerza. bruta se encuentre
d o su latIo: no, si, segun ] 0 que sucede pOI' lo COlll un,
esta favo rece nI pm-tido del mal. En ambos casos es
la guerra. civi l erigida en principio, sangrienta y fe­
roz, en la que el bito todo lo j ustifica, y que arrui·
na y il.pUra todas las fUCI'7.¡1~ "iyas del Estado. Nada
de todo esto se veria cn el sistema catolico, en el
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.~G4-
cual todo se fil'l'eglal'ia. pacíficamente. Los dos parti­
dos ventilnrian su causa :.Illte el tribunal augusto de
la Santn Sede, y se sometcrian á su dceisioD. No ha.­
oria ~nngrc derramada, ui guerra eh-il, ni Etnl'io ar­
)'uinado, etc. ¿No es esto muy hermoso y muy de
d escnrl
•
Concedo de buena gana que, vista la cOl'rupciou
hUlUnna, Imbrifi. quizá nlgunas il1tl'ig3S, algunas mi·
sorias alrededor de este tribunal sagrado; pero los
iuconvcll'icntesque trat:ria este sisteuUl.) serian IU\ly
poca cosn en compUl'nCiOll de sus 'benefi cios; y la alta
influ~ n cia
de la Religion, seria, ella sola, .una giu:au·
tin POdcl'osn contm los a1usos. "eN o r eune la Iglesia,
dice J3ossuet, no reu.ne todos los títulos, \por uonde se
pue'd e cspel'llI' el tóunfo d.e la J ustieia?" Pbr otm.
])~'l.t·tc, este trib unal solo decidiría segun principios
ciertos, fund ados sobl'e ln. f0, conocidos y a'cs1JtlttH.los
por todos. La. Revólucion, al contrtÜ'io, ning una ga·
rantia ofrece; no conoce sino el ' derecho del mll$
fu el'tej no l'(~suelvc el problema social, y solo hace'r e­
tardar su solucion,
liMas, pal'l\ aplicar este sistema, seria necesarIO q ne
todo el 1ll1mdo fuera católico." Seguramente; y t·anto
es de desear q ne todo el mundo sea ü<'\t61ico, como al
que se Aplique á l11S sociedades ci\'iles el sistema pa­
d-f1co y religioso de que acabamos de habbr. Todo
el mundo elebe sel' católico, porque todo .el mundo
debe creer y prncticm' b. verdadera R eligioll. Esta
'e'S }a -base de la fe1 icid ad pública é indi Yidual, p Ol'_
q'ne J esucl'isto es el ,p rincipio de toda ....­idil. par;l,. los
Estados, fnmilins é individuos.
(;oüozeo, como C'!lwimel'o, que el sistema ~oci:tl ca·
•
•
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t ólico casi :
y de ellos
estrav iada
d ebemos, s
u sn r de tod
cer de nue'
cial.
"P ero es
quiera en
mente, por,
g uUo en },
chas guerr;
ello fueron
ni trono d(
F.mpcnlclo
ja., etc. En
individual
bueno; y 1:
In domésti
á pe.s3f de
lA roca fin
la justicia.
"tY no 1
que nó; e!
nia ~-U d(
eotros, los
cambisr d ,
t iempoj Jo
cia. de lo 11
yensu)l1
fcctuoso,
así es vol
,. -6:-""­
•
tólico casi ya no pu(!de tlplical'se á nuestra sociedad,
y de ellos dedu1.co: 1-" que nuest¡'t\, socif'dnd 8nclil.
cstra.viada y en peligl'o J.~ muerto; y 2°" que todog
debemos, si amamos á. la Iglesia y ñ. nuesLra pntl'ia,
u sar de toda nuestra. inflllencia para hacer resplande·
cer de nue\'O y vigorizar el verdaJero llrill cipio so­
cial.
l'Pero esta teoría. nunc..'l- pudo ser aplicada ni !l-i·
quiera en Jos siglos de fJ.1l Nunca lo fuá completa
<mente, porq\le siempre hubo pasiones populares y oi"
gullo en los prúlcipes. Sin embargo, J)l'cv ino muo
cima guerras y CQntU\TO muchos esceso~. Testigos de
ello fueron la subida pacífica de los Carlovingios
al trono de ~"'I'ancin; la I'cprcsion de la tirilnia de ] 05
:E mperadores de A lemania; Enrique IV y Bm'balTO'
ja, etc. En los siglos de fé, babia, como hoy, pasiones
individuales p enrcrsns; pero el régimen social em
hueno; y las tres soci¡,dades, la religiosa, la civil y
la doméstica) reconocian su mutua subol'd inacion, y
á pesar de desól'denf'-s pa.rciales, se apoyaban sobre
la roca firme de la verdad, la. Religion, el derecho y
la justicia.
utY no será esto volver ti la edad media?" SflgUI'O
que nó; esto ser ia tomar de la edad media lo que te·
nia esta de bueno vara }]Rcel'lo de nuestra época. No.
sotros, los católicos, no querernos de modo alguno
cambiar de siglo, ni privarnos de las conqulshls del
tiempo; lo que queremos es aprovechar]a, esperien.
cía de lo pasado como de lo presente, corregir el mal,
y en su lugar p oner el ~ien; dejar á UIl Jado lo de·
fectuoso, para conservar lo que es mejor. Si el ohrar
así es volver á la edad med ia) entonces volvamos ú
O
•
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-6(:­
•
dln.
Creo que esto yit bast.ará para ilustral' la concien·
eia de touo lector imparcial, y para d el,llo&tl'ar el p:l'
peI magnífico de la Iglesia en las cuestiones soc iill e~
y polít.icas.
Concluyamos: hay democracia y democracia; la l.\"
1m \"el'dil.d era y legítima, p rofesada,pol' hl. Iglesia e~l
todo tiempo, la, cual respeta su soberan ía, que estri·
1m sobre ella y sobre Dios; la otra, falsa. y l'evol ucio­
naria" de illvencion reciente, que desprecia el poder,
insubordinada, y que nada produce, sino clesónlel).
y l'llilH1S. E .stt\ es la. demoQ1'dcia de 89, la democl"tl.·
ci ;.~ /ll·ÜMILI., que c1e3couoce á la Iglesia, y que en el
tondo no es mas q uc la Uevoluóoll social y la. más'
cara d e la tlJlfll'q uía.
Pl'cgunto ahol':t: iPuede un cristiano ser clem6crn'
ta en I.!st,e sentido1
xv.
LA
REPUJ3LIC •.o\. .
L3. R evol ucioll tiene
atractivo irresistible pa¡'a
esa form/l. oe gobierno, que lIamun R epüUiva, al p ro·
lÚO tiempo (lll ~ una. antipatia. im-encible para las o·
un
tras dos forma s ele gobierno: aristoc.racia, mOlUll"q'uJa.
Sin emhargo, un:1. 1'epübl-ica pueJe muy bien no
ser revolucionariít, y una mOlHl.l'qllb y UII I1, al'ist ocl.'á.·
cif~ pueden serlo completamen te. No es h forma po·
lítica de un gobierno lo que le jlace pasmoal campo
de la. R evohlcion; son los principios que adopta: y
segun los cual es se dirige.
Tod o gobierno q tle dejn, de respetar, en tcorÍ!L y (lH
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¡'ll'lictica, (
ehos jmr
gobierno
electi\'n ,
Pal'lamen
pl'e será
d en clix'in
Sentad
que la fOl
('s In úuie
clndes
cO
hiJo de
tcm plad:\
u"nrquÍn {
mo sobe:
q ue repl'l
tOl'idild e
cuanto á
en 13 f:l
M.ando.
1.0 mn
mn.luia (
Pllpa es .
h\lUlbn";
tsbleddt
J. Igl..i
los Jiel..
Illas auto
¡~ose
neto cl¡,rj
que la r·
nue:stros
-G7­
}'H'lictica, en su legi,.;b.cion y en 8US ncto~, los dere­
chos impl'cSC'riptiblcs de Dios y de su Iglcsin, es un
gob ierno revolucion:ll'io. S¡:ít 11\Oll arq Hin hored itarill,
electivo. 6 c:onstitucio llnl, SCIl \HUI 'll'istocrácin, un
Parlamento: sen repúhl ica, cont'edel'lléioll , etc.) siem­
pl'e será re\'olu cional'io, si se sublev;l. contl'll. el 61'­
den divino; pOl'O no lo será, si rc~petfl, todo c·)o.
Sentado esto, no chÜa. de ser curioso el ohservar
que la. formllo ¿le gobierno democrático ó re publicano
es la ún ica que DO tiene sancion di,-in9o. Las d os socie­
<beles constituidns di ,'('.cttllll6;ute por Di o~ hnn recio
1>ido de su pn.tBrnal snhiu\ll1.f'. 13 fOl'mn. monál'quicfI,
•
t em plada VOl' la Ill'istoc·l'ficill. L:l fflmilin es una mo·
l.i nrquía eH la q lIe el padre 1111luda y gohi(>rna co·
mo soberano, pel'o con la ftSistencia de 1ft madrf',
q ue representa el el em~n to aristocrático, y cuya au·
toridad es real y verdadera. aunqtle sccllTldarill. En
cuanto á los h ijos, elemento democrático, no tienen.
en la. famil ia autoridad nlguu a, pro})iamente ha·
hbndo.
L o mismo sucede con "la. Iglesia. E sta es una IDO­
-n arq uía espiritual, templ ada por la nristocracin. El
Pap:"l. es verdaclCl'amente el monllrca. reli gioso de los
110lll bl'e¡:¡; pero al 1:1(10 de su poder euprcmo, ha es­
tablooido Dios el poder de obispado, q ue fOl'ma en
la. Iglesia el poder nristocrát,ico. L.'l. multitud de
108 fieles que es el elemento d emocr:\tico, no tiene
ruas :mtoridad que los hijos en l a famili a.
iNo seria actlso razona.l1le el ded ucir de este doble
acto divino, que In democrácia no es )újn del cielo, y
que la repúb1 ica, al menos tal cuI\1 se la entiend e en
lluc5tros dias, t ieue rebciones Seél'et:lS con el prin.
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1
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típío fi.ltal de 1¡1 He"olucion~ La democmcia, dice
ProudllOD, esta envid'ia, y este definidor nada tiene
de sospechoso. Y la envidia, segun Bossuet, no es
mus q ue ,cel efecto negro y secreto de un ol'gulJo dI:.
bi1." UIl g racioso algo caústico dijo en otro tiempo:
Dq1nocl'acia'J lJemonoc,.lUJt:a. l:>uede que la compara­
cíon sen un poco vivn; pero algo de verdad pudicm
CIWCITl1l'. Lo cierto es q tiC siendo ollsi siempre las Re­
públicas un as \'ercla.deras behetl'ílls y casns de confu­
8iol1, todo.:: los embrollones, todos los abogados sin
pl cito5l, todos los mód icos sil) clientela, todos los ha·
blad ores y todos los ilmbici osos de baja. csfera, en·
Cllcntmn facil mente en ellas lo que buscan; y el di!,-­
hIo no enCllentra cosa mejol' que pescar en ag ua. tUl'.
Lia. La 1-epí,úZ'u';(J¡ tmé in \'nriahlem ente tl'aS de sí 6
la nnarquín 6 el dcspotismo, y hé aquí por qué es
tan querida de la R evolucion.
Sin l'cchnzal' absolutamente las ideas republicanAS,
aconsejo á losj6venes que de-ílConfi6nlllucho de ellas.
Se espollddllll tí perder con el1as los instintos bue.
1l0S y vCl'dnderos de la.fé Y de la obf!diencia, sin con.
tal' el peligro, muy serio, de p p.rdel' con ellas la ca.
beza, como yí~ ha sucedido á muchos otros. Al est rc.
mo opuesto de esto se encuentra el absol utismo mo.
nárquico, es de,..il', el poel er sin freno ni intel'VellCioll
nlguna, y yo creo vcrdaderamente q lIe este es toda.
vio. mas fnt.aI que Jo. peor de las repúblicas. La na.
d on ellt~ra está sujeta, como bajo Jos Emperadores
paganos, á un solo hombre, y el ceslll·ismo es anti.
Cl'ist,illno y re\'olllcionario en })rimel'R línea.
La Re'
ella no es:
rol' á tod,
riendas ¿
que llnm:
brc de la
y religio
ley dccre
1793, sie~
de FraIlC
bIes aten
es que, (
al poder,
todo inú
cion de )
l..:L ley
lt"!iti mo
concienci
te una le
condiciol
" (Jr¡ y 2'
la Y pe"
dije sot
¡Cuolt
•
•
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do son
práctica!
: 10:
perior¡ !
-GV­
XVI.
r.A LEY.
•
r .Al Rcvoluclon sabe muy bien que en el fondo
ella no es sino la anarquía, y que ésta infunde ter­
1'01' á todos. Pnra disimular su principio y darse npa­
riendas de 6l'dtm, so adorna enfáticamente con lo
que l1amalegnlidnd, diciendo que solo obra. en nom­
])1'0 de la ley. En 1789 minó el ól'den social, político
y religioso en nombro de la ley; en nombre de la
ley decretó en 1791 el cisma y la. persecucion, y en
1793, siempre en nombre de la ley, nsf'sin6 al R ey
de Fl'ancifl, estableció el Terror y cometió los horri.
bIes atentados que todos saben. En nomhl'c de la ley
es que, desde med io siglo hace la guerra la Iglesia
al }>odel', á la verdadera libertad. No será pues del
todo inútil el recordar brevemente la verdadera no­
cion de la ley.
La ley es la espresion de la voluntad legitima del
legítimo superior. Para que una ley nos obligue en
conciencia ti obedecerla, para que sea vel'daderamen.
te una ley, son precisas é indispensables estas dos
condiciones: 1", que venga de nuestro legítimo ~uve·
rioJ:j y 2·, que no sea un capricho, una voluntad lllll­
la ).- perversa ele este mismo supei·ior. Por 10 mismo
dij e antes, una voluntad legítima
iCuales son nuestros legítimos superiores1 tC uan­
do son legítimas RU S voluntades1 Dos preguntas
]>rác~icas, fáciles de resolver·
&>10 Dios, propiamente hablando, es nuestro su·
p erior; y si estamos obligados, sobre la t ierra, ti abe­
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-70­
d ecel' á. otros h ombre;:, e'S
Dios les ha confin­
do el poder de rnnndnmos. Ellos son ll uc¡::tr o8 supe­
pOl'qllC
riO!'es, ~como depositarios ele b . autoridad de Dios.
Todo superior sobro la tierra no es lllas que un de!e­
gado de Dios, un representnll te suyo, que no dcheja·
má.s imponer IÍ sus subordinad os una. yoluntad que
sen opuesta Ala vohl'lltnd d e' Dios. Este principio es
el fllud:;t1nento de todo. ley.
Nosotros tenemos en el mundo tres c1n-scs de su­
p eriores: el P apa y el Obispo, en el órdeu religioso;
bt soberano, c'n el ()J'den civ il y ])olíticoj el padre, en
el óJ'dcn de la- tllmilin. Cada uilo d e estos es p;upc'·
l(ior legítimo, y ti éne dCl'cchb dI" mandarn os en nOlll­
'b ro de Dios; "]>01'0 obser vando VOl" su parte, y nllte
todo, el ól'dcn establ p.cido pOl' D i?$.. Hemos yilo dicho
flntes cual es este 61'den: es 'ln: súbordinacioll I'CgU I :l l'
d e la nUl1'ilia al E stndo, y del uno y d e l a otm It l!~
Iglesia.
A sí, }1\1e8, pnl'l\. que u na disposieion de mi padre
JIte obligue en conciencia, es d e nece¡,"¡dad abSóluta.lo
'q u e he afil'lnllc1oj }Jero tambien basta para. ello que
TtO esté en oposicion ev id ente con !n.. ley dd E stndó
~6 l~l. ley de la I glesia. P ara q lIe un manda to del po·
'tl~f' ci,~ i1 me obligue IÚ su \>e7., es 1,)1'eci5'0 y hasta q\lO
'/lo sea. CO,ntVi\.rio 'á l'!'na ley, '6 á la 8il'cbcibll de la 1­
~les"ia, Siú esta. (condiciol1 indi spensable 110 estamos
obl igados ti. obedeccr, 1\ lo. mentis tth co'tlciencin, y le,
jos de ser \lna ley, este mnndato no es mas que un
abuso c1e1l)(){lel', un capl'icllO t i.rfmioo, una v ioladon
flngran te y culpable dc16rden d iv ino.
] gn cuanto :\ la Jg les in, su gnrautia con respecto ¡\
llosotros descansa !)ol)l'c b });l] ahra del mismo Dios,
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q nien 'la.
J:;lhl. tien .
infaJi bil i.
tauto las
g:tl's.c con
l 'CCClOll , )
es siellll)J
tlespreci ll
quien os
No exi
yel'c1uder
Humar l e
\'01 u n tm]
~io ll
de 1:
es nada, '
oposicioll
lihlemem
úuestion
Obser\
111. habili
ri:l: no at
si este 11
puehlos
Dios, de
.un la ?'el
pue-<to ti
lOa.:;
que
mI) ~f)cifl
l~nranl(!D
1
,,1 l'ucU
cual
J
no
tu.'\S
-';1­
quien In. nsiste !';iempre en el ejercicio de su lloc1er.
ElhL tiene el lll'i\'ilcgio di\'ino, incomunicable, de la
infnlihiliuad en tou:~ su doctrina, de tal suerte, que
tnuto las unciones como los indi\'idllOS pueden entre,
garse (;on toda conJiamm y sin nillguu riesgo á, su di,
recciOll, y rccibir sus 1113ullátos, Escuchar la 191csia,
es sie mpre escuchar á Dios; despl'eciarlll) cs si~rnpre
d p.spl'ccinr t\ Dios: (l¡t1'eu. ()''5 escucha, 'm6 esclU.:lta;
fjwi6n 08 desprecia, me de!;preáa.
N o cxistp., lmes, l'ellleion alguna cJltl'e la ley, la
vel'c1ac1~l'a ley, y lo q ne la. U evolucioll se at,I'C\le á
•
llnnwl' ley. Ella dice¡ {(Ja.ley es la espresion de la
voluu t:\tl general." No p01' cierto; la leyes Il,l. cSlm~'
aio n d e la voluntad ele Dios; y la volJUllttod generat
C8 1I :1d:l, 6 mas bien es criminal, desd e que estA en
oposicion r.Oll esta voJun tad divina pl'OIlIulgadn, infa­
lihlemente por la Iglesia católica_ ~Est..'l cuestion, es
cuestioll de fü y de sentido comun.
Ohservad en aquella definicion err6nea.de }¡L ley
la hllbilidad }>(:I'fida de la incredulidad l'e\'oluciolltl­
ria: no atnen de frente el dógm..'l c.'l.t61ico; hace como
si este no existiera, y de este m.odQ acostumhrA los
pueblos y á los mismos soberllnos ti. separal':se de
Dios, de h\ Ig1e~ia y del Cl'istianismo entero. Es co­
mo la ~'eti[Jiondel !tomóre Ilonntdo, que US~Il'J)[L. el
puesto de In l'cligion cl'istiana, y"q ue HO es otra <'OS/l­
mM que la 1lI1Sllncia total de toda l·eligion. Elllteis­
mo social y l egrll \-jeue del 80¡ es muy real, {lunql\O
pmamento negati\:o. No mas Dios, no lilas C~·i$tq,
no mas Iglesia, 110 mas fé; yen lugar de todo cstq,
el Pueblo 1/ la Ley. Yo miro la ley, la l cgnlidad, t.al
cual }:\ Hc\'olucion nos la bace pl'actic¡l~', cOIllQ \lll¡~
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-72-,
fleduccion sntánica, mas peligrosa que todas las ViO­
lencias.
Esc\lsac1o es decir que todllS las leyes civ iles y po·
1itiCllS que no son contrtlrins á las leycs y derechos
de b Iglesin-, obligan en conciencia á Sacerdotes y
Obispos, lo mismo que á los otros ciudadanos. En
cnso de duda, solamente la Iglesia, por medio de los
Obispos y del Soberano P ontifice, tiene f.1.cuHad pa·
ra decidir si es Pl'eciso Ó nó ol,edecel'. Si al contl'i!.·
rio, la ley ci"n <>.5 evidentemente contraria al derecho
cntó}jco, entonces viene el caso de contestar, como los
pl'imeros discipulos de JesuCl'i sto: Mas1)ale obedecer
á ])i08 (PUl d l08 ¡wmores.
ceuente d(
de los hon
En relie<
practic.'u· ;
Religion (
los Obispo
de enseña
poder obe
La verdm
En el (
que gobie
mos derc,
facultad (
dcheres el
t¿ldes, ei"
definicion
fin, en el
J'u, el pad
llamen te
6US ser,,)!
r espectiv
en la lib
completa
XVII.
LA Lt.DEUTAD.
Ésta es otra máscara. q ne debemos arrancm' á In
lWvolucion; esta eS otra palabra grande y santa de
] a lengua cristiann, dp. la que abusa á cada paao el
genio del mal.
La libertad en su sentido mas elevado, es la facul·
tad de hacer el bien, es decir, de cumplir ellter:unen·
te In voluntad de Dios, La libE'l'tad absoluta y ])e1'·
feeta no es de <,ste mundo; esta sola. la teudremos en
el cielo. En eate mundo aiempre es imperfecta In li·
bertad, la facultad de hacer el bien. Con eata facul
tad de hacer el bien tenemos tam bien la p08ibilidad
de obrar el mal¡ esta posibilidad, el1tiéndase bien, no
es uno. facultad, un poder; es una. debilidad, una fhlta.
de poder. Nuestl'alibel'tacl en la tier ra es, ])\lCS, im.
perf~cta) por estar limitada con algun obstáculo pro.
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misma. s(
Sentac
"cal' la Ji
los indi\:
l' Lib ,
mentos 1
•
2" Li·b
eilidad e
3' Lil
cedente de lil. debil idad hu mana, 6 de In pCJ'yel'sid!ul
de Jos hombres, ó de 101 ntaques del demon io.
En l'cligioll b libertad cl)nsiste en p')der conocer y
practicar p lcnalllCllte b H'l'dad religiosa, C8 d(:<:il', In
Uel ig ion católica, apostólica, l'omnna. Plll'a el Pllpa y
los Obispos, la libertad de la facuHad pleua. y entcrll.
de enseñnr y -gobern ar los fieles; y l)anl éstos, la de
poder obedecer ti aquellos sin imped imento alguno,
L 'l vCI'lladcl':l Jibel'tnd l'(~l i giosa. no es mflS (Jlle esto·
En el ól'den civil y político, la libertflcll'f.!, pam los
que gobierna n, el poder de eje¡'Cer todos sus legíti.
mos dcrech o~; y pur:l gobenl:l.ntes y gohel'lllldos, la
fncuHad de cumplir $in estorb6 todos los verdad eros
deberes de ci udada nos, Tod as las vcnbderns liber·
t.ades, cidl c8 y poHticn."!, cstnll comprend idas ell e8ta
dcfinicion, á lo m.cn08 Cl1 lo q ue t ien en d e eS<:J1Ci l\ l. 1!: n
fi n, en el ónlen de In f;lm ilia. consiste In libf'ltad , pn·
J'!\ el padre y la mllClrc, en b facultad de ('j ercer pIe·
namente sus derechos verdaderos sobre los bijos y
h U !; servidores; y p ll.l'ft todos ellos, la de cumplir sus
respectivos deberes. Todo es, pues, bucllo y santo
cn In libertad, en la vel'dadera libertad; cuanto mas
eompletn sca, tanto mas órden habrá; la. autoriducl
m ism a. solo e,r;tá institu icl:t p al'a. p rotej er la lihel'tatl.
Sentado f'sto, hny tres lll:lIl crns de cntender y de·
sefil' la libertad, ' tanto para las socicebdc8 como p!l m
los individuo8:
r Li bertad de haccr el bien con los lIlellOS imped i.
mentos posibles,
2- Libertad de llacel' el bien y cl mal con igual fa·
cilidacl en lo uno y 10 otro.
S' L ibertad de hacer el Illal p oniendo trabas al
i iJ
•
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-j-I -
IJion.
l ' I ..:l pl'jllle!'n. lle c$,tas formas constituye la n~r­
l\i\:12r.... y buena libertad) la menos imperfecta eu es·
to mund o, la ljIJel'tn.d t:.d cual la. qui c¡'c Dio$ y tal
c,lal la Igl<:sia In. pido, la ensena. y la. j)l'Ilcticn. E sta
lih el' ~t\d ¡'ch\t i mmente per fecta, no es u na utop ia; es
10 mismo que la justicia. r las demas virtudes mora­
] 03 propuest.l.$ pOI' Dio>; y s u Iglesia á los h o mlJl"(~s y
socicd ades; estuSo yirtudcs son pl'3ctiC!Hbs c..'lsi siom '
}WO con imperrcccion, pero siempre son pmcticlr
bles, y debemos })mctlc..'l rlas con la mayor PCl'{cccion
posible.
Así sucede eoula lipertad: cuantos mec1io8 nos c1un
}>n1'1\ obm!' bien, 1nns libres somos; y cuanto lil AS Ji·
bres somos, mas nos acercamos al órc1en y á III ver­
dad. Cunnt!L mas faci lidad t ilOS dan los podCJ:es dI!
esLc mundo para obm !' hien, tanto mas apal'tlll'ltrl
]os ohsMculos que molesten la l ibertad, y t..'lnto mM
ohml'án segun los desig nios de D ios. q ue <¡u iere ~l'
bien en todo y.en todo rech aza el Illlll.
J
Y si se preguntn. cómo podrán los ]Joderes hu ma­
nos conocer con cCI'teza cuales sean los obstáculos
clue deben alejar panl. Vl'otejer y d e~l1 ITOllnl' )¡... li·
h ertad. es muy fikilln l'eSpllest¡l.: la Iglesia Ins diri·
g ir,\ con toda. segu ridad en lo q.ue toque al ónlen re·
lig ioso y moral, como hemos (h('ho ya; y en las cu(>s­
tiolles puramcnte temporalcs y l)olít icns, una vez
pue~to á salvo ~l intel'es superiO!' de las allllftS, estos
])odcI'CS tomarán tod as las med idas que l~s d ictnl'en
la cflopericncia y la J'í\ZOIl, para aReglll'1U la libel'tnc1
d el hien y comlwim ir el mal.
2~ Lihertad de hacer el bitm y elma], igUtl1 p ro
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teccioll
dad y a
da fonn
Así la
..Noh
libcrt!ld
de vcr í.
h onrad(
testan (
lucha, 1
siemprET emi
los indí
priD~ip
perOlClt
tal cual
glos bft.A
palabro
Me. d ej
pródi¡,~
Yoc
que la
de lil",
Lit
t'OR,
I - dan
abando
bert.d:
la pro v
queaee
•
ci611 ¡ni
Inundo:
menudt
-75­
•
•
tcccion :lcordadlL á 105 hu(mos y á los nwlo!':, tÍ la ver·
dad y al e1"I'01', :í In. fé Y tÍ la bel'E'Jíu¡ esta es ln segun.
da form:l bnjo la que puede eOllcebil'se la libertad.
Así In. collci ben los Uflerales.
No h:lblo aquí de aqlU~llos impios que pid en ig ual
libertad p:ll't\. el bien y para cIma], COII 1<1 ~spel'lln%a
d e ver é::;te triunfal' de aqud; btblo de los liberales
homuelos y cristianos que aman la Iglesill, que de·
testan el d cs6l'dcn y la Rcyoluciull, r que uceptan la
lucha, porque Cl'c~n de buena fé que el bien acabará
siempre ]lOI' t riu ufal'.
T emiendo csto~, sin duda, chocul' dClOusi:tc1o con
los indiferentes 6 illlpios, baceJl cOllce~iones sobre los
l)l'iucipios, y l'echaz,lIl, t:lchándola d e iJuJJ1'udcnte y
p ernicios;l, la nocioll pura y vcrdadera de la libertad ,
tnl cllal la profesó la Ig lesia ct1t6Eca diez y ocho si·
glos hacc, y tal como :1cubo de pl'cscnt<ldll. en cuatro
palabras. Ello:':! dejan el telTf'IlO de la yerdud intlexi.
llle, d ejan la casa paterna para correr treHI del hijo
pródigo, pam procurar volverlo á ella.
Y6 creo q:lC estos lihemles yun muy engaiiados , .y
que la vel'dad entera, solamente la venbd, es capaz
de libral'llos del :Izote l'eyolucional'io: Velt"tos libera.·
bit vos, dice el E'~:\Ugclio. Me parece que los libera.
les dan muestl'llS de poca fé y de poco "alor cunndo
abundouun tle este modo el partido de la Mu ta. Ji.
bCl'tlld: de poca
})orque dudan prácticamente el e
la IJl'ovidcucin de J esucristo sobre su 'Ig le$iu, y ])01"
quc aceptan como un hecho con$ ull1ado la. domina·
cióu l!licuo. do los principios l'e\'oluC'!onarios cm el
muntlo¡ de poco valor) pOl'q uc adoptan domasiado tÍ
monuelo lns ideas liberales) para no ser tacllados p or
t'é,
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-76­
el 111lllHlo moderno dc cspíritus retr6gllclos y ahSth"
dos, de utopistas y dc homhl'e.Q dc la edad med ia.
E stos mismos Jihcmles ponen como principio lo
(lue no es mM que ~tlla nece.'Sidad de lranúcion,)' no
ven que este pretendido principio de ig ualdad entre
el bien y el I1Iftl es tan contl'aJ"io á la fé 'como al sen'
tido COI11Ul1.
¿No tenemos la esperiencia de cada dh vara haccr·
nos vel' quc, á cans:~ de la corl"1tpcion y decadencia.
de nuestJ'[\. pobrc nat uraleza, lilas nos inclinamos al
mal qne no al hiel11 ~No es esto uu hecho incolltesta '
1)1c y ilun de f6? F~n- 01"ecel' ig ualmente al uno que al
oko, sería espol1cl'nos á Ulla pe1'clicion cns) 8egUl'fI.
Poner In vel'ch"d en la, misma línea q ne el error, al hi
en en la misma que el mal) y la justici:1 en frente de
llllcstl'M pasiones desOl'denadas, seria putregar In.
vel'(laJ al e1'1"ol', el bien 0,1 mal, la justicia á las pa.
"iones, ]~sto es ]0 q ne hacia decir á San Agustin:
QIlm pejol' 111.01'.s anima qIla-m libe/'ta.s erl'01'is1 "La
p eor muerte pi\l'a el nlma es h libel-tad del 61'1'01'11.
Lo que es yel'do.d de cada uno de nosotros, 10 es
mucho mfts tnlMnclose d e las sociedades. N inguna
sociedad puede sen- ir á d o~ sefiol'es, y el justo-medio
es imposible en cuestfon de principios.
"Pero entonces nos dice ellibero.lismo, sean Uds.
lógicos consigo mismos, y no pidan, como lo hace·
mos nosotros, qu e se les ponga bajo un mismo pié
que á nuestros contrarios." D e ningun modo pedimos
esta ig uald a.cl como un principio; lo que hacemos es
.\ln argu mento ad 7wmúwm á los poderes opresores,
y nada mllS. Nos dirigimos razonablemente á su e­
q uiduJ natural) sin enLrar en 10 lllas mínimo en la
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cuestion dI
menos lo ,
to es dere
des católic
:t.on p:ll'a 1
l1acion hác
u eralismo
pero no (h
como un r
"La. I gI.
todas sus
lliz o~ La J
del bien y
Los
0.1'010;
l'cpetirlo,
ndver5uri(
derecho, ]
las almas
del bien, (
la yel'dad
de en~efia
no COllfun
gamos cor
y pasagCJ
"Asi PI
seamos 10
d ~b iles.ll
hace In I~
con la mi
"La. \'erd:
tro tunar;
rei; al 1))·
-77­
cuestio n de pt'incip ios. ]~es decimos: "Otol'gadnos al
menos lo que otol'gais á los demás ciudadanos; es·
to es dCl'ceho natural)), H ablando así, estamos acor­
des cat6l icos y liberules. Pero esto no es una ril·
"-OH Jlnl'a, no desenr cosa mejor, para no tener incli·
n/leion Jlácia un estndo normal. La libertad delli­
oel'lllismo vale m:tS que la opresion, lo confesamos;
pero 110 d ~hc minuse como un fi n. y mucho menos
como un principio,
uLtl Iglesin, se d irá, h a reclamado esta igualdad en
todas S llS p ruebas." Cierto; pero i en (lué sentido lo
]Iizo? La Iglesi:l. j ;l!n a~ reclamó la libertad bastarda
del hien y del mal, aun en medio de las pel'secuciones.
Los apologistl.\.S del cristianismo, no me causaró de
l'epd irlo, solo hacian fl'I.'gumcntos ad }wlnine1n tí sus
ad \rCl'irot'iosj jamas aprobaron, como se aprueba un
de1'echo, la li bertad del error y del mal, q uc perdia
Jas almas al rededor suyo. La Iglesia es la sociedad
d el bien, de la verdad; no q uiere ni puede querer sino
h vcrd adera libe1'tad) la libertad del bien, el poder
de eniefial' y prncticaJ' la verdad, ¡Por amOlO de Dios,
no confundamos lo posible con ]0 deseable,)' no pon­
gamos COlllO princip ios unas necesidades ha.r to tristes
y pasngernsl
"1\si pues, solo hablaremos de autoridad cuando
seamos los mas fucrtes, y de libertad cuando seamos
débiles." E sto seria muy poco noble, y por esto no lo
hnce In Iglesia. Débil ó fuerte, oprimida ó triunfante,
con la misma voz d ice n. los hombres, bUCllOS y mal os:
I:L.'\ verdad y el b ien son ún icamente dign os de vnes·
tro m n Ol'j el malos p ierde. Cuanto mas libertad die·
reis al b ien, tan to mas os hentliciriÍ Dios en este lllUll
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-78­
do y en el otroj cuanto mas l1iereis al mal , blll to mas
desdichados sereis. D ios solo d á la auturidad tI. los
hombres !'nl'a que jwotejan el li bre ejercicio de 10
que es bucllo y justOj todo p ríllcip e, U1 agist,r:ldo 6 ]>11·
<he de fa milia que se sirve de S il autol'idnd para pro·
t ej er otms cosns que lajusticia, la. "erdnel y el 111(>11,
abusan de los dones de Dios y pierden su illma."
Nunca dij o la Ig lesia otmcoaa. Su d ~redlO i Su de·
b er consisten en l'ccbmlll' siempre de los podCl'es de l
.'m und o lal ibel'tacl del bien y proteccion 1'1\ra esta Ji­
b' l'tnd.
IIHnbl'á, pues, d os pesos r d os med ida s: libertad
para 1l0SOti'OS, y op n~s i on para. los dema s." La. Ig le­
s:n, como su Di,-in o .M aestro, solo tiene un peso y u·
un. mcd idh j no qui er(!, uo fa\'orcce sino al d'c l'echo, la.
verd ad, el bienj recha7.a y detesta todo lo que es el'­
)'01', todo lo que es ma lo 6 injusto. iCual es el cris­
tinn o que se atrc'-a Ó. decir que Satanás tiene en este
mundo los m ismos d<mu'hos q ue J esucristo? Esto cs,
sin embal'go, lo que encierra en hl l¡t !} ret~ ns i on del
liberalismo, La Iglesia y todos nosotros con ella, re­
clamam os los d erechos de la YCl'd,ld, porque eJIa 80·
la los ti ene¡ negamos lo que se at reven á J1nmul' los
d erechos del errO l', llc la herejía, delmul, p or que e l
error, b crejín y el mal no poseen derecho nlgullo,
Ya sé quc hay necesidades de hecho que alg ull us ve·
ces obligan :1. }I\ fiutol'idad á cerrar los ojos sobre muo
l es que no puede impedirj pero 8U deber es SUIJl'jlllir
l os abusos 10 m ejor y mas pronto posible,
E s una cosa muy particular, 1;) iudignacion que
m\testm un g ran n úmero de cristi::!.uos cuand o se tra­
ta de l a 0lJ1'es/:ou, del mal, Eu el interior d e sus f:Ulli·
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lias, y con
lilOS
opril1;
uS.'l.Ildo au
cioll. ¡Y (
sia, que el
Mí las COS'
sus famili:
mero de SI
cumplien¿
~\Stig-ar :i
i.umbres d
el Estado
COd :í S\1.."; (
v medid~
E~co'
nmci3 do<
cia. pel'sou
mente de
En el ti
modOCOD
ta lt· mue:
\" del mal
.·olnciolla
dos en del
e:)D un!"olU
m~nl(>
el j
tamhien (
"¡Pero
mAnos de
el uso ql1l
La Igle
a}brullo á 1
lillS, y con I"cspecto á sus ]1 ¡jos, y f:unilial'es, ellos mis­
1I1..0S oprimen y I'lJprimen el mal, tauto .como puedeu,
usando aun de l:t fUCl·Za. cuando 110 ba;;;ta la. persua·
cioll. ¡Y cstos mismos encuentran malo que la I gle­
sia, que el Estado obren del lUismo modo! Salvanelo
Mí Ins eostum brcs, ]a fé, el honor y el bienest:n ele
s us familias, ellos cumplen un deber sagrado, el pri­
lllero de sus deberes; y cuando]a. Tglesi~l, el Estado,
cump li end o esto mismo deber, lcyantan el brazo pura
c:lst.ig:1l' {L los corruptores públicos de la 1~, Je las cos­
tum bres de la osciedad eHtera, entonces la I glesia y
el Estndo son tir:1Il05, crueles, lntolemutes y fanát i·
cos 1'1. su~ ojos.. )'le parece que quien. tiene dos p""sos,
y Jlledida~, es mas bien el liberalismo que nosotr08.
]~ste confllndc el model'autismo, es decir, la tole·
rancia doctrinal, con b moLlemcioll, que (:5]a toleran­
cin. pel'sona], la. cm'idad; y en esto se aparta.. gl'ilve·
mente de ln regla. cat6Iic..'l .
En el fouclo, eUibernlisJ1lo no es mas que un aco­
modo COIl la Re\,o)ucion, y pOI: esto es pOI.' lo que e~
la le muestra tn.nta simpatia. La libertad del bicll¡
y del ronl es un atl'ftcti,'o, con. el cual la serpiente re·
"olncional'i a se(lucc gran número de espíri.tus confia­
dos en tlcmSl.')ía, COlla hizo cuando present6 á. Evn,
con un sin n(unero de promcsas fascinador:lS, n.o soJa­
mente el fruto del :"\1'\.)01 de 1.:1. ciencia del ·maf., si no
tambi en el de In ('icllt:in. det bien i det mal,
u¡Pero entonces, se d ice entreg:lmo~ la lihertad en
man o!:! de los poJeres de este JUundo, y harto sabemos
el uso q uo hneen de ellt\!"
L t1. Tglcsil\ no sc abandona ni se entrega de modq
alguno á IO:i l)odcrcs de 1:1 tiena . Cuando ] 05 ~?.b CJ..,.
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-
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- 80­
nos tcmpol'!llea escuchan su voz, cuando 8011 cristia­
nos, ella les pide que la faciliten la salvacion de to­
dos, protegiendo la libertad de su ministerio, desar­
mand o A los enemigos de la fé, Y contf:uiemlo pOI'
medio del temor, fa aquellos hombl'eg perversos para
quienes no basta 11\ pel'suacioll. ¿Es esto fiClli:lQ po.
ner50 á la meréod del poded
Cuando un pl'Íllcipe no es católico, la Ig lesi:\ no Jo
pide Misteucin nJguna, y se contenta con el Ill'g.umcll­
to wllwJnhUlIn que ya ho citado. E :;to es, pooo IlIas
Ó mf>!los, lo que hn.comos nosotros segun ]ns circuns­
tancias, en nuestras sociedades modernas, que ya no
d cscansnu sob l'c la base entolien. Pe{lil' IlHH::! sería u·
na g l'an impl'uclcncill, y, 1'01' otro. lado, pUl'ZUll(Hltc
perder el tiempo.
(liNo creemos, pues, cn el poJer de la verdad,
cuando le buscamos apoyos humanos?
Creemos, i mui dcveras, en el poder de la verdad,
y creemos tambien oon ardor y muy prácticamente
en el pecado orijina1. Todo lo que es bueno, necesi.
ta proteccion en este mundo, pOl'qu ~ el mundo está
p ervertido y hay en él muchos malos. La sociedad,
así J'elijiosa como polític..'1. solamente fué estnblecida
por Dios pam o l'gnnizal' la defensa de los huoll os con.
tra los malos. El Estado protege el comcrcio, las al"
tes, las ciencias, b propiedad; y siendo cristiano, ¿no
hfl.bia d e proteger el don mas preic()'30 del ciclo, b
verdad, esta libertad, este derecho de lluestms a] nlllsl
Observad r¡ue lH'otegel' no es dominar, y si demasia­
das veces los príncipes han entendido as! la pl'Otec·
cion, se han equivocado grandemente, y Di os los ha
~asti gj'l,do pOI' ello, pero este ahuso no ha d es tl'uido~
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\:1 }Jrin.cij)
razon de (
debeis ayl
"N.o es
temporal,
glesia,
qU(
A sí babIa:
to aun, d,
pl'incipes:
el mundQ,
b Iglesia
te t:stn se
tnesb en
que debcl'i
son vercla
«P ero
e
rnles1" Es
lUO y lib(
cuestion d
no rinde 1
d. I . lib
dente es q'
modo que ;
f36., sin e
por l3 l)A$l
t':S
ap:u
a,
mis partid
ren; creen
miento:t¡ el
-81­
el pri neilJio y la Iglesia IUl. tcnid9 y teI)uní Si ClllJ;ll'C
rnzon de decir á 1:18 socied:\des humanas: "Vosotras
debeis ayudarme."
"N.o es t.'m solo pa~a. el gohierno de la sociedad
temporal, sino 8ob1'(] todo P{U'p, la pl'oteccion de ht].
glesia, que se <lió el 1Jo!le1' á los l H'Íncipcs ( 1):"
.Así hablaba Gregorio XVI i y Pío I1C, mus espliej.
to aUD, declara (PlC fin o . se ha dado solamente á los
príncipes la au toridwl suprema p~ra que gobiernen
el DlundQ, sino princiP,al;me'fte,pal'8. que defiendan
la Iglesia (2)", E l mismo Pio L"{ tonlfi. tCjitualmcn.
te {¡sta sentencia. del Papa San Lc~n el Gnmde. E iS'
ta es la enseñanz!\ formal de la San ta Sede, ell In
¡'(
,
'.'
,
que deberian pensar un ' jJOCO lllas los li!;Wl'{tles que
¡ I ()
)
l.r't'J¡tu-.
I ... J
son \'el'(bderalll~!!~~1 ca~6J\r~t¡'.
J
,
"Pero
se
nos
l~?gndd
qu~
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\?~l'Plc&
y
libe;
11
rales1
E sto es IIJ cierto¡"¡
])61'0 ¿bayo D.(;¡uso Ji1IeI;ulis.
•
(lll
,l"
1'" JI
•
. •
mo y libel'l1.lisn~q?! Todo )es.~i\l~l !!,sro, 1 pOl)<1U~ es
cucstion ae p ri éi.r ios, . Y' 1\Q ' _de i)e~'so~1fs, ¿QUj Cll J
no rinde homcnaie
nI' c;lráctcl'
y rectas
intcncion~s
11
"
" ,
de los li~erale~ cnt6Ji~o~L :f..o que me pnl'e~ evi,
d ente es q He estos de~endell la. buepa CollUsa c}e un
modo que la c0JJ?prometen, 69)1 'u na pl'udencia. muy
f¡lIsa, Sifi espíritu de fé, con arglllU.cntos que faltan
por la uase; y esto es así, porque! el libeJ'UJismo no
,
es capaz de sostener ull .exúmen sel'~o. En el fond o,
mis l)arti?nl'iQ~ nI) es~a!l· l)el'suadiuo.s de lo que qu~e(
ren t cl'ele~ , teu,9f' u~a uogtt;!!la,j y i solo t~en(}~l senti.
mientos~ crcen ~e\rl}¡4e¡; pripcip~OS, ...1)9Fqu~ .l)fesql~.
-
(I)Enclcli c" de 1&.1'2.
(2) I::lIciclictl ,J" l boll>,
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Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano” del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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.lo j,¡ H,
tan algunos de ellos; mas esf:os principios, ¡:;epa1'll·
dos del principal, son ramas separadas del tronco,
-y, 1'01' consigl1ienw, faltns de &1Nia y de vida,
L n lihertad del bien y (tel mal: chó :\qui en dos
pnll\bl'lls ell'esúmen de la, tésia liberal Adóptese
con iatt:llciollt:S cristianas ó perversas, siempre q"ue·
(la 10 que es: 'I/n' grave error, y un erl'ór prácti co lUuy
])cligroso, porque es seductorj un error muy útil a
la l{,cvolucioll, porque la prepara. ~l camino, P OI' é8­
::. toinó que,e1.Papn. Pio I X, sin hacer di 8t in c~OIi al,
: gu'na, cOudenó: ¡\O las in,tenciones ~e los liberales; p e·
.;1"0 'si.' clEÍ,e"t:alismpi pOI:" ~o~ su autecf'SoI', GregoJ'io
t.
,.:;
.1
;:
3"
de Ja fal
mrseá (
pCljuicio
no es m
mnguífie,
minal I"
bertad.
Se ha.
XVI, yp. ,aliia~co~d~padb; é?ll} u~a~ el!~l'gifL' ,-erel 'l­
del'aim;iit'(j" n.lioMó1ici¡ el rñisIÍlo" fálsO"priuclpio de' Ii".
hertad en sus dos principa.lt:S aplic..'\ciones: U¿ol'ta(l
de roncúmcia y l"ibel'tad de impl'enta ( 1),
l'>cl'dooe el' lector si he hnb13.uo tan largamente
60bre ellibel'alisn1 oj es una cuestion del dia, sobre la
quc se !lecesitn estar bien afirmado. Sin embargo,
condene sab er qlleá p esar de estas divergencias, que
son en renJ idad mus bien cuestiones de conducta. q no
cuestiones de doctrina, todos los cristianos de llOn·
rndez, todos los catól icos ilustrados estan acordes
eontm la R cvoJucionj y las disenciones que ex isten
entre ellos no son mas que malas inteligencias, eues­
tion de palahras y de fórmulas,
Vuelvoá!tómnr el curso de mi objeto; y, 1mbieu­
noh echo ver In. libertad tal cual la ~-e n ti e ú (l e lIt l ·
glesia, y In libertad tal cual la' entiend~ el libcralis- '
mo, voy ti. tratar de la libeJ'tad tal cual llL cnticu'
( 1) 1::uclcllclI Mi rari, 13 de ilgol lo de J83'l,
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L,
hacer el
, do á'ti :
, reclros 1
de 1793:
estn la li
te á la
los · hel..h
primirse
nanas D
T.le.
la lihert.
al órde[
C!l.dacm
te loque
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reügios...'\.
en gene::
L, 1iI
poder p
•
la Religi
soherano
sible, el
-83­
de
HC\'olucion.
La lihel'tnd revolucionaria es la libertnd de
hncer el m!\l, ilUp'i~ienuo se hag:l. bien, oprimíen­
. do K In: Iglesia 'y ~ sus·~~t6i-eS; r.iso~e~""!!d9 }08. du­
rechos legítimos del · poder, ~ yi<?lando los- derechos de la. familia. Inútil e~:' c,ñtée gentes hOI~ra~lns; Va­
rnrSEl tí discutir sobre este punto. ' H~el' el -rnal
})cl'juicio del bi~n, y(¡. no es ~ibertad, - es licene.iaj ya no es uso, sillo el abuso, e~ abuso' sacrílego del mas magnifico don de Dios. Solo un penerso y un cl:i. minal puede entender y querer de este modo la li· bel'tad. Se ha pretendido que esta era ~la libertad' del afio
de 1703: y yo por mi parte afil'mo que t.ambicn era
esta la 1ib(>1'tl\(1 de 1789, al menos en lo concernien·
te á la. Iglesia y á la fé. BMtante lo han probado
los ' 1el.. 11os, y sin verter 'sangre, puede-fiuy bien o·
}>rimil'se al bien. ¿No son acaso las leyes reyolucio·
,
narias mas l)eligro~sas aun que el cadals01.
Tolca sou, segun creo, las verdaderas nociones de
In. lihel'tnd. Se aplicafl tnn'to "al61'den religioso como
nI 6rdell p()litico y al " 6ruen íntimo de In. familia.
Cadn cual puede con estos prineipios juzgar facilmcn·
te loque hay de bueno y de malo en esto que 11ues·
trns institucion es modernas dan en llamar libertn<i
l"eligiosn, libertscl de cultos, libertad de imprenta. y
en genernl libertades polític..'"Is.
La libertau rflligiosD. bien entendida consisto en
poder pmcticnr, con los menOl'CS estorbos p osibles,
la R el igiou hL verdaJera R eligioll¡ ella impone al
sobcrnllo tempol'alla ohligncion de l)1"ot(jer en lo po·
~iúl(J, el ojercido pleno y entero de la ltcligioll Cll·
]1\
a'
o
en
•
•
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"
' j.
-84­
tólica, que es la sola verdadera R eligion, y aymInr
de este modo á la Iglesia en su santa misiono El
principe, dice San Pablo, no lle\'a en vano su espa­
eh; pues es el ruillistr~) de Dios para el bien: Non
en·im. últe (.-a1¿S(t gl(uliu/m portat, lJei enirn minuter
est in lmnum, 'V'index in il'am ei, 'lui m,alum agit (nd
RO;\I., XIU)." }>I'eljullto: ¿Qué mayor bien para. un
pueblo, como para un }l.:lrticular) que el de pode(co­
1l0Cel' y sel'\' ir ti. Dios cou toUa libertnd y CU1Ul)l ir con
el jlrimero y lUns grnlllle ae tnd~s lo$. debere,81 ... f
H e dicho antes en lo posible, porque sucede que
nsí el so11erauo, como el padre de familin se vé obli­
gado á tolerar muchna cosas que no J?uede . illl~edil',
aunque sean tlañoMs pnra los intereses espirituales
ele su pueblo. Su Ilebel' no es el atropellarlo todo
p or medielna imprud entes; sino eJ preparar por to­
llo!; los meilios legítimos un mejor pol'venir. E stá o­
bligado en conciencia á estirp'ur el mal que pueda, y
sin esperar Vindex in il'am ci) qui malum agÍt­
¡¡y los judios y los protc's tantes, ¿q.u~ se hace de
ellos1" Una de dos: ó <,Uos han introducido el error
en uil pllis cat61 ic:o, ó 111m no se han establecido y
l1 lIieren entrar,en él. Én ~ll)l:iÓler caSo, el deber de
un soberano católico ~s tolerarlos, y nsegurnrles, c<:?­
mo ú l os católic6s, todos los del'ec1lOS civiles; pero
impedir al mismo tiempo que propaguen sus erro.
res deletél'eos Si puede, debe procurar que se cón­
viel'tnu, faciliMndoles el ministerio de la Iglesia..
En unn })olnbm, es el pa.pel de un ,?uen padre pam
con sus hijos. P ero en el segundo caso, el deber del
príncipe es del todo difcl'en~e, .a'unque sC!a en el
tondo el cumplimiento dH mismo deber. Si qui~re
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}>crllwne
impedi r ,
sus súbd
injustos,
recho alg
"Y en
el sohel';
plicar u:
gion fa l ~
desgracia
mente lt
se aplicaJ
tuel'cc en
1eutes. J e
cehar á
inj usto, .
oontrn.riol
porque J.
• uto. L
á la here:
Lo que
plica ¡gua
en.!l(>fUlDz3
litiC3& "S
berol si (
comprend
sia. Solan
sobre 1. t
ro y la sal
- $5­
pel'lunllooel' fiel á su nlt.... mision en este caso, dehe
impedir á todo trance que la herejía manche la fó de
sus súbditos, y tmtnr á los propagandistas como á
injustos agresores. L n herejía no t iene entonces de·
recho alguno.
"Yen los paises protest.'Lntes, ¿q ué deberá hacer
el sobernno1" Mal puede un soberano protestante a·
plicar un lJl-incipio verdadero protejiendo una. rcli­
g ion falsa. No e9bmi la culpa en el principio; y la
desgl'ncia del soberano y del pueblo será.- única·
mente la de ser protestante. Sucede á .m(inudo que
se aplican pdncipios verdaderos en falso; el demonio
tuerce en provecho suyq las in stituciones mas :esce_
lentes. J csuci'ist.o, por otl'a.. pal'te, tiene ,el derecho de
cehar á Satanás, porq ne Satanás es un rebeld e, un
injusto, un usurpador y un sacrílego. Satanál;, al
contrario, llingun derecho tiene contra J esucristo,
porque Jt;lsucristo es legítimo Señor, bueno, justo y
Snnto. Lo fnismo sucede con respecto á la Iglesia
á la. herejía.
- Lo que acabamos de decir en este capítulo se a·
plica igualmente á la libertad de imprenta, á la de
ensE'fianza y educ..'Lcion, y á todas las libertades po­
_ líticas. Nunca podría ser un hombre bastante l~
bel'al si comprondiera bien la libert~, -y ,nunca se
comprenderá ósta aino yendo á la escuela de la Igle.
sia. Solamente la Iglesia. es la madre de la libel'taa
sobre la tierr~ nI mi smo tiempo que es la prot.ecto·
rn y la salvaguardia de In autol'iand.
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-SG­ XVIII.
:.
J. A IG UALDAD.
"L"nll palabra sobmen te dir6 sobre esta cucstion
par1\. distinguir lo verdadero de ]0 fa lso. Como pa­
ra ' la libertad, disting uimos }Jara la ' igunldtld .tres
clases: la buenil , la OÍJ'a que parece buena, y no lo
C!:!, la. tCJ'CCl'll, que ni lo es, ni lo p arece.
1? La ig uald1111 cristi¡mfl, que es la sóln absoluta.
J mente verdadera y ¿lbsolutamente posible, y fjUe pOl"
", esta l'1)zon ' es In sola admitida y practi cada por la
Igl ~sia, q ne 1m ensenado siempre q ne todos los 110m·
, bres son ]lCl'manOs, que no hR)' nU18 que una mi sma
moral, tilla rui sinit religion, un mismo juicio, un nli8'
mo Dios para pobres y para ricos, piU'U 80b 01'l\n05
y nitra vasallos, para pequeflos y para grandes: N nes­
tras ,Iglesias son los únicos verdadcl'os templos de
. la ig unldnd entre ,los hombl'és. y llue.strOíJ Sacramen.
tos, sobre todo el de la 'Santa EUCfil'ist,Ía los símbo·
los instituidos divinamen te pam· l'ecoi'damos á too
dos estn igualdad fratel'lwl y e~rua. '
2~ La igualdad liberal de 1789, que domina en
nuestras leyes modernas, que es una mezcla de ideas
..verdaCleras; y falsas como los principios }Jroclamu·
dos entonces; esta'¡igualdad, admisible en muchos e
puntos, por ejemplo, en la. reparticion de impuestos,
en el gl'ce ele los del'echos ciúles ect., esta igualdad
es contraria á la ley de Dios en otros puntos, PO)'
'ejemplp en 10 que toca á inmunidades ec1csi¡tsticas.
P or otra parte, es muchas veces imposible en la prác·
tica, aun cuaildo exista teóricamente en lns leye~
iCual ~ es el pais donde los gmudes dignatnl'ios, los
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:tltos fu nci
non llluch
j'l'ualdad
(
o
j:lmás abo
· ydeb.gú
eS decir, '(
<1ielone.5, e
E ~tas d j
hnstall pa
todos· losJ
do, y SO~) l
dis puta p<
ALGU:\'A S- ..
¡Quiere
"" J. p"
pn:tende I
¿\ qui teo'
eh . 'lue
l.s. ¡ndi:
tu '-:.. oes «
f'OCitdad
Me imJ.e:
uo periodo
pre,-:
qu~
I.,~lern a
rol)a el n
ttJridadC5
.'
"
- 87­
altos funcionftl'io~, lof;, personajes inAllycn te.::z, no t ic,
nen muchos }>¡'i\' ilegios d e lteclw, que d est l:uyen In
ig ualdad ci,' il y políti ca. y que ningu ll a le)' pod rá
jllmás a.bo li l'?
.
'
3 ~ I~a, ig ualdad rC"olucional'ia; l a igunldf\tl de D3
. Y de la gu illotint), la ig ualdad salvaj e d e Pl'oud lwn,
es d ecir, 'el nivellllniellto absoJuto <' d e t odil.s las con·
dicione;;, el social ismo, el com unismo, la anal'(jui".
E ~tas d istinciones puramon te d e SC'u tido OOIllUII,
haª tan para. re~b'e r muchas discusiones \!Il llls 'que
todoS' los ftomb res hourados cstnn úC()I'des ell el i'vu·
(10, y sO~)l'e las (1 u(', como ~Il '.las nn tei-iol'es; ao]o' se
di sp uta POI'. f¡llt:L de e~lte fl. de l'sc, ,<;.
B .:;,
-.
X IX.
..
•
11,
ALGUXAS Al' LIOACIOXl-"$ PRACTICAS DE LOS l'TlINCIPIOS
Dl'; r.
"
L
89.
iQuiere saberse ele q uó modo, de ,nedio siglo (l. ÍI
eA, la pren&l ro\'oJucionnr ia de todos 108 mAtices
p retende aplicar prll..cti camente los principios de 891
A quí t eneis unas cuantns muest ras de ello;' son hé· ¡¡
ch f)~
()u e liD se pu eden negnl',
J...u indiferencia I'eligiosu, fa.vol'ecida
pO I' lns insti· t uciones civiles, q ue V il invadiendo mas y mM las 8ocie4a.des.- L a t~l que p ierde cada dia su snl udu­
lIle imperio, batida continuamente en h recha l}or un p~riod i smo imprudente.- La ci \' ilizacion mnteri al q ue prevalece en todns partes sobre la ci\'Dizacioll moderna y cl'ilStit\llil., y qu e d esarrblla en todi~"'E \l. ropa el materi alismo y el luj o.-]~ l resp eto ti lás au­
t ori dades mT~Ul cado casi dcl todo d e los corazo ncs, nI Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano” del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
..,
-88­
par que el espíritu de independencia se ha. l1eStlITO­
lIndo mucho mas de 10 tI ne debiera; y esto en ]a f.'l.
miJin, (~11 el Est.'l.do, en la Iglesia.-La edUCRCi(l1l y
In enseOnnza de In juventud confiada Ina mas veces
ti seglares sin religioll, que no tienen ni In mision lli
la \'oluntad de hacer conocel' á "liUS ecfucandos In. ve'r.
dl\c1 católica, y mucho menos la de hacérsela pmcti.
car.-Las instituciones catól icas mas sagl'adas como
p.I matrimonio, 1M congregaciones relig iosas, las reu.
niones sinod:lI~s de los Pastores de la Iglesia, etc.,
todas ellas atacadas, y algunas veces suprimidns del
todo, por autoridndes seglares del todo incompeten .
tes. Todo euanto viene de Roma, sospechosoj toao
cuanto resiste ti Roma, alentado y premindo.-La o.
pinioo pública pervertida por las falsas libertades,
y amotinada en toda Europa contra las ideas católi.
cas, contra el Papac1o.- La Iglesia d~pojada..del de.
reeh'o de 'propiedad, y entregada de ese modo nI
eapri,.bo del Estado.-En ti11, todos los principios
falseados, los p?'deres envilecidos, fé caéla dia inil.ir
deb'jJita<la, resuci~"do el protestantismo; pueblo,s en. '
teros vivle,ndo' sin Dios y Rín religíon alguna, la
indjf~Tencia perdiendo almas en una pl'OpOl'CiOll C.
llorme, ete., todo. todo csto se ve hecllO en nOlllbl'e
de la Leven "pm bl'e de los p1"incipi08 nwM1'nds.
Este es para la Iglesia, elresultlldo práctico; estos
los l l'Utos de l~, Revolucion moderada, de la Ueyo.
lucion del 89.
l~o'r 'otro lado, si echais la. vista sobre la. Europa
moder.na, hija del 89, ~qu6 espectáculo se ofrece á
vllest'1's ojos1;~,M:ts revoluciones, .y revoluciones so.
cialc~, en 111l afio q ue autes en un sigloj pueblos (IU?
la
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jucg:m con
con juguet
'Y n,ueV8 tl'O
terradas, q'
c1nco Curt'.
y rotas; 1m
diéndose cc
olas de un
volean, y f
Reyes, En
sus t
su navio d,
Por los f
conseCUellC!
tanto, sobl'(
SObl'flc
D}o; J.AS .
Siendo 11
do hom bl'(
este princi
menos, seg
Se puedt
de revoluci
que mas se
110s hombl
contra Dio!
flan á. los 1
zados, el ej
de In socic(
(1'lcilo núm
-89­
juegan con b a coronas de sus Reyes, como 1I1110i'\
con juguett:Sj en 01 espncio de setenta afios treinta
y nueve tronos derrumbados, veintido8 dinnstins des­
terradas, que viajnu á pié p or toda Europa; veinti­
cinco Oartas y Constituciones aclamadas, jma(hs
y rotas; las formas de Gobierno mas opuestas succ­
diéudose CO nt O Ina hojas sobre los dl'boles, como las
olns de un mal' em,brabecido. El mundo sobre un
yol<:an, y todos los . que aun se llaman P¡'íncipes,
Reyes, Emperadores, sacudidos y buml.>ol cil.ndosc
sobre sus tronos, como el ultlrinel'o en las vergas de
su navio durante la tcmpest:u.l.
P or Jos frutos conoced d thbol, y jm:gnc1 por lag
consecuenci:lSj ahora, jactnos aun, si os atl'cvcis tí
tnnto, sobre los principios.
x..x.
DE LAS VARI.AS }:Sl'.l::Cn~ DE nEVOJ.UCIOSA1HOS.
Siendo la R evolucion ulla idea, ~n principio" too
clo llOmbre que se deja dOlllinnr pOI' esta iden, p~1"
e!ite principio, es 1111 revolucionario. Lo es mas 6
menos, segun entl'fl. 11111.S 6 lUellOS en el lazo.
Se pueden y dehen distinguil' muchns categorias
de ¡'evolucionarios. Los primeros y mas cll lp:iblcs,
que mas se acerenll á Satanás, su padre, son aqueo
llos hombres malvados que conspil'an á snng¡'e fria
contrn Dios y contrA. los hombres, seducen y cngn.
flan ti los pueblos, y conducen, cual capitanes esfor.
zados, el ejército del infierno ni :isnito de la Iglesia y
de la socied¡ld, No const ituyen estos mas que un pe­
{PICIIO número; pCl'O lo:,; rplt.! hay, ~O H imágell('li \'0 1'·
J,
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-90­
dad el'as del demonio.
A estvs siguen algunos qu~ menos imbuidos de
la. idea revolucionaria, pero tan pel'VCJ"SOS como los
otros, conducen tambien la Re,'olncioll á su destino
final y quieren abiertamente concluir con el 61'den
social catól ico y aun con el verdadero principio mo­
nárquicoj rechnz:.mdo, sin emb ~rgo, al mismo t iem­
po el asesinato y el pal1aje. Estos son los Mimbeau,
los Palmerston, los Cavou!' y todos esos impios que,
de un siglo ti esta parte, volvi endO' la política, las le­
yes é instituciones civiles contra la Iglesia de J esu­
cristo, son el azote de la sociedad cristiana. E stos sabe~
contenerse mas q ue los pl'imfH'Os, saben colorear con
mas habilidad sus proyectos anti-católicos, y no in spi­
ran horror; p ueden hablar y eseÓ'bir á la; f11Z de todo~ ,
y di sponen ele un gran poder materinl y moral; creen
ser los condllctores, y son ellos mismos conducidoí:!.
El gran número de los revolucionarios de esta. cla,­
se, y los' medios de accion de que disponen, 108 ha~
cen muy temibles.
Deben ocupar el" tel'cerpuesto aquellos hom1Jres de
6rden hijos dol 89, que quieren hacer abstmccion
completa. de la. Iglesia. en todo el6rdell político y
social. Sus in tenciones són á veces .honrosas; pero les
fálta. el sentido anti-revolucionario, que es In. fé, que
es el sentido cntólico. No detestan á la. Iglesia; aun
In conceden cierto respeto vago y efimero; pero no
la comprenden, y la. impíden salvar la sociedad, que
solo por ella puede salvarse. La acoion revolucio­
naria. de estos hombres es mas bien. negativa que
positiva. Son, de un siglo á esta parte, pocos los hom.
bres politicos de Europa q ne no pertene~ctt11 á esta
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numerosn
p el'iodisDl'
Asi es qt
Tras esi
toda., sin
nen el COl
democl'áti
pobre p'.le
que la. R e
ligion de:
pre les gu
abol'recen
dos, que,
sólida y
pl etament
En fin,
•
el campo
consid eral
la Religio
l umbral' I
conciliar €
polític..'l., I
las ideas {
los dcred
y sin emb
gana all
pattido d(
contra lo
mas princ
palabra l
modo de
k-s es la !
-Pl­
uumerosa. categorh de I'cvolucioutll'ios. Casi todo el
peri odismo européo está en sus filas y á su servicio.
A si es q\lC formall la semil1a de los francmasones.
Tras estos vienen los hombres de imaginacion exal­
tada, sill ninguna instruccion l'elig iosa, pero qu~ tie·
nen el corazon h uello y noble, que toman las ideas
democráticas por nrranq ues generosos, pOI' amor al
pobre p'J eblo, por pntl'iotismo, y de buena fé creen
que ]a R evolucioll es un progreso saludahle y la re·
ligion de la. Hhertnd. A esta clase de hombres siem·
pl'e les glH;tnll las l'eform:ls; p ero al mismo tiempo
ahorl'ecen los motiues. Son unos pobres ext1'llvia·
dos, qu e ob ~·ttn el mal sin 8n1e1'1 0. Una illstl'llccion
sólida y una c0 l1 w I'8io ll I,'eligiosa los gnuul'ia com­
pletamente para la buena cansa.
En fin , muy cerca de nosotros, pero siempre en
el campo de la Re,'olucioll, encontrnIDus un número
consid erable de honrados cristianos y que prnct ican
la R eligion; ]}CI'O poco instruidos, que sc dcjan dcs·
lumbr:u' por el prestig io del liberalismo, y quieren
coneiliar el bien con el maL Sus prcocup:\f~io n es oc
p olitic.'l., de posicion social, paralizan prácticamcnte
las ideas ds respeto que tienen en su COl'azon luicia
los dctechos de b . R eligion. Les gusta el S.'l.cerdote.
y si n embargo temen '3 U influencia. Critican de buena
gana nI Papa y al Obispado, toman fácil mente el
partido del E stado r.ontra la Iglesia, de 10 temporal
contra. 10 espiri t ual, en cuanto á política no tienen
mas principio que el liberalismo, qu e no lo e~. Ln
palabra. Uúerlad basta. para trn s tol'na1'l o~) y, á su
modo de "e1', el único remedi o para todos los ma·
les es }¡~ sc<:ulari zacion y la. moderaeiou.
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-!J2­
Que lo quieran 6,no, toebs estas c1ft-ses de llOlllhl'es
pertenecen al p[ll'tido de la Re\~ol u cion, al partido
del verdadero (lcsórden, . de la desoJ'gan izacioll rel i·
gios!,- y})olítica de la ~ocieehd, Los primeros y se·
gundos son los condllctOl'~S, y los otros son los ins'
t rumentos, cuando no los engllfiados. Todos astan y
se hallan env ueltos en la. inmensa red de que ha·
bló mas [I.I'I'i~a la. Venta Suprema; los últimos, los
revolucionarios hOll1'udos, detestan y t emen á los o·
t ros, como lIU l)ez pequeüo tí. otro grande, pero siem·
que sucede que este devora á aquel.
Que cada cual se examine y se juzguej qne vea en
conciencia, y en la prescncia de Dios, si pertenece á
una ele estas cinco clases que
, . acabo de enumernr,
La fOl,tuna, el mngo nada tIenen que ver en ello;
. se puede sel' revolucionario en cualquiera de los grao
dos de 11\ escaln. socia); es cosa puramente de prin.
cipio ó de conducta, Cualquiera que en su intel igen.
cia y sus actos, cn su conducta p ública ó ]Jriyada,
por sus pabbras, sus obras, sus ejem]Jlos, de cuál.
quier modo que sea, viole el órdcn social católico
establecido por Dios para In. salvacion del mundo,
es l'cvolucional'ioj que sea. grande ó pequefip, ecle·
siástico ó seglar, eso nada. hace al caso. H ay re,'o·
lucional'ios en todas 1)iII-tes: en los tallcres, en los pa.
laci9s como enla." chozas; hay revolucionaris de fmc
negro, y corbata blanca, lo mismo que los hay de en.·
pa y eh aq lleta.
Solamente los católicos, los verdaderos católicos
de corazon y espíritu estan fuera del campo de b ,
Revolucion; pero deben andar con mucho cu idado
para uo dejarse sed ncil' en medio del contagio p úbli.
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ca, Un solo
sol utamente
q uien dijo •
tu fé no pu
ti t us herma
de la Igles:
contra todos
el error r eVt
católico, n Uf
ill disolublen
mas nucstI-a
sobre todas .
tras, para TI
lo (1 ne enseñ
y creerlo cc
este es el n
los lazos d€
ten sobre es
lila lum~¿}'e.
creen cordel
DE CO}
una soci€
reprime Jos
en su seno j
005, que SOl
de todo ór<
individ uo,
temprano.
~\e i s aq
~ oV3 -
Un solo homhre hny en cl mundo que cstá nh·
solutamente al abrigo de la seduccion , y es nquel á
quien dijo J esucristo: "Ile orado por ti para. que
tu f6 no pueda desf,llleceJ'¡ y t6 ti tu HZ, CO!lfirffia
á tus Ilcl'Jl1anos." El P apa, sucesor de P edro, J efe
de la Iglesin, está pl'otej ido pOI' el miilmo Dios
contra todos los Crl'OI'CS, y, pOI' consiguiente, contra.
el el1'01' revoluciona)"io. Como Pn.pa, COUlO Doctor
católico, nunca puede ser seducido. Unámonos, pues,
indisolublemente á la cnseñanza p ontific.ll¡ lcvantc·
mos nuestl'lls mi.mdns fieles sobre todas las cabezas,
sobre todas ." lllS coronas, y aun sob¡Oe toda.c; las mi.
tras, p ara fijarl as en la.. tiara de San Pecll'o. Saber
10'1 ne enseBa el P outífice J"onUtl1O Vienrio de Dios,
y creerlo COil'l.O 61, penan!' como 61, y decir como l:l:
este es el medio único é inf<~lible de }Jl'ecn:vCl'se de
los lazos de la Revoluciono ¡Cuántas ilusiones t!xis.
ten sobre este punto entre aquellos que el mundo lla.·
mil. ltombre8 lto11rados, y cuántos lobos hay que se
creen corderos!
OO.
XXI.
DE CO)!O SE }o'ORMAN LOS RE\·OU;CIOX.\ I!I OS.
U na socieda.d SO hace revolucionaria. cuando no
reprime Jos m p tin~8, y las malas pasiones que minan
en su seno l os grandes prin cipios religiosos y políti.
cos, que son, como hemos dicho mas arribn, la base
de todo 6rden social. Pero aquí solo me ocu~ del
individuo, y para este, principia casi siempl' ~ Án'y
tclllpl'~ n o.
.
0;1 r.
¿VOI:S aqud UlllO que muerde y pega ü su 11111 ,,1
~
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-04­
E~
un l'c\'oluc:ionario en lactanci a. A los cinco niios
hace ruido en su casa, é impone su capricho á su
padre y tÍ su madre; este es uu're\ro]uclontll'io en cier·
nes. De estudiante, se mof..'l. de sus maestros, r omo
pe sus libros, y no hace mas que c.alaveradas; es un
J'CVOhldonat'¡o ganando cursos en la Universidad.
. D e apl'olldíz, se forma para el vicio, insulta. á los
públ ico y á
gran revo!u
palabra., se
bránclose á
y política.
da nüo mas
vuelve mue
8..'\cel'dotes que le prepararon para su primera comu·
nion, 108 buenos Hermanos, á quienes debe su ed u·
eneion gratuita; es un revolucionario que vú formán·
dose. De obrero, S~ I'cbeb contra su principal, lee y
comenta los periódicos demngógico~l 'se queja del
gobierno, entra en las sociedades se<;retas, h ace fies­
ta los lunes y jamas los Domi.ngqs, y si s~ presen.
ta ocru>ion, sube á las hp·ljcad.as; es un \"evolu<,io­
n~l'io emancipado.-Ahi tenels_al revqluciollario d{(
chaqueta
EI' l'evolucionnrio d e levita y gaban~ en el cQle~io
un di~ípulo ind iscipli nado; sus costumb res estllll
corl"Ompidas mucho antes q ue tenga edad para ell o;
prol)ara motines, y tanto h ace, que lo espulstln. Lle·
ga á la ndoJeS<'..cncia, corriendo d e liceo en liceo, ya
corl'on~pido, sin fé, amQiciof3o y d etar.minado; es de­
mócrata sin snber cn qué consiste ésto; y si sabe
ªIgun tanto ensuciar papel, escribe al,ticulos de p e­
11.i6dico1 l'ev.olucion~rio meritorio. Escl'ibe pal'a el
t.c;:{!.tl'q, 6 folletos; si su prosa. tiene aceptacion, si pOI'
ella lognl. influencia,"un a de dos:, 6 pesca: un empleo,
un pU,cs,to lucrativo, y entonces 'se vuelve hombre de
Ql'dCJ1; Ó, al contrario, no pCSlXt, y entonces conspi­
ra, ñrmemente decidido, si la cosa va bien y si He­
ga al podol', á ap ropiarse lo mas que pueda del b ien
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CÓ'\[I
Las sociE'
oompletam ,
:al sagrado
meuios p:u
La. R evo
dOj la. conf(
oomunion,
Cr iador, es
H e ·cono
c:lmpo re" (
f"x esos de 1
hin. recha7Al
perjudicial.
rep resent m
de la J[olil
CiOD sotial
sincero en
d e si unos
\;6 d e cel"t
y sus oh r~
89, \-¡ó S!ll
-9;)­
público y á suprimil' el fa.natismo y In sup erticion;
g ran r evoluciOlltll'io, padre de la libertad. En uña.
palabra, se hace un hombre revolucionario, ilcostum­
bránd ose á rechnzar la au toridad paterna, religiosa
y polítict\. El g usto d e la. l'cbd ion se des..'l.l'l'olla ca·
da afio mas, y b ajo la. inspi l'acion ,del d emonio, se
vuelve muchas veces un verdadero malvado.
XXII.
c6)(O
SE D:t!JA D E S lm ltEVOLUCCO"XARIO.
J.JfiS sociedades dejan d e s61'10 haciéndose católi'cns,
completamente católicas, y los individuos aC\fdi éndo
nI sagrado tt'ibllnal de 1ft' confesion. No c"Xigten otl'O!i
Dl!;!uios pltl't\ log rarlo.
La Revolucioll C'$ la l'ebeldiit, el orgullo, el ped­
do; lA. confesio'n", y con ella la muy dulce y santa
colllunio'u, es' la humilde su'misioll délliombi'c' á. sU
Criador; es el amor, b. fU'el'z'a; el óroen.
He 'conocida á ü.'no de estos feli oos cOnvertidos del
campo' l'cvoluciomu'io. HnhiaSe entregado á todos Ids
(!xesOS de ]a rebelion del espíri t u y del c01'azon; há.·
bia rechazado la igle.c;ia como UUf\. cosa ant rcuada y
p eljlldicial, la antoridad, como un yugo vil. Sien'd'o
representante del pueblo y perteneciendo al}>llrtido
de hll j}[ún:taña, h a;bi~ soñado qo sé q uó rcgenern·
cion sodal,. H onrado, sin embargo, en el fondo, y
sincero en sus estravios, pronto Yió abrirse delante
de sí unos abifmlOs que jam"ls hubiera sosp echado;
vió de CCI'ca ti los revolucionarios, con sus proyectos
y sus obras. P/ntidal'io de los filUl OSOS principios de
8V, \rió salir d e ellos las fatales consecuencias del
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-flG­
93; cogió In He\"olucion in frnganti ... " y condu·
cido al b i(:1l por el exeso mismo del nwl, tendió sus
hrnzos desesp erados bácia aquella Iglesia que JUI.­
bia desconocido; se arrepintió, exam inó, cn~y6, y de­
puso ti los pies del sacerdote, junto con la Cl\l'ga. de
sus pecados, la librea h 0 1'1"01'08[1. de In Rc\·olucion.
E sto sucedió cerca de die:.:: años bá, y de~de entón­
Ct'S ha clLcontrado paz y felicid'ld. Hace un bien in·
menso It su all'cdecl()r, dedicándose CO Il saeto ardor
al sel'vi(;io de J esucri st/). Y en las filas poco cristia·
nas de nuestros j6vf'nes demócratas, ¡cuántos nobles
cornzone~, engañados por 1M utopias revolucionarias,
buscnn esa paz y esa felicidad, sin podcl'bs encono
trar! Las Ilspiraciones de sus Rlmus no qucdul'ó'n sa­
tisfechas sino ('uando se sometan al dulce yugo del
Salvado!', y cuando, volviéndose verdade¡'os cntó]icos,
esp erimenten el poder divino de In. ])alalml. eVll ngé­
lica: "Venid á. mi todos vosotros Jos q uo sufris y los
que trabajais; yo os-ali vi.uó.rromnd mi yugo sobre YO­
sotros, y aprended de mí , que soy lUanso y llluu'ilcle
. de corazon, y encoutI'fll'cis el desc..'ulsO de vuCStl'llS
nlmas- Il
y lo que es verdad para el indi viduo, 10 es tam­
bien para la sociedad; el hij o pródigo, el mundo mo­
d erno, miseraMe p or estar lejos de la. ~casa patel'lla,
lejos de In santa Iglesia, no encontrará reposo mM
que á los pies de 'J esucristo y de su V icllrio sobre
la ticl'rll'
tSomos n
den UIlOS es­
ellar de m Ol
dad media:
pu eele vohr <
"0." Esto 1
bIes. Si: S(
ele ser hom
todo, qne r
no abandon
en mc<lio d(
CiOll fil'i!ls,
eJ
estmDos de<
las cxij ellci:
como un d
luc;f171ario.
Ya lo hl
quo mnODlU
quieran lo~
tras ])U01'tl1
tras mM ÍI:
tá.stl'ofes, si
d os incomp
n i compren
vo el mun
pOI'O; n ti nel
:l.d mili i~trt\(
tria 1l;H'Jor,
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-\)7­
XXIII.
LA UE,\CCION CATOU CA.
~S01ll0S
reaccionarios? No, si IJor tnJcs se entien­
d en UIlOS espíritus som brioso siempre ocupados en c·
chal' de menos lo pasndo, el llutigno régimen, la e·
dad media: N nd ie, decia el buen N icC\demo, nad ie
puede vol \'er al seno de su madre pnl'a. Jla~r de nuco
YO." E sto lo sabemos, y no queremos COSil!! impo:::i.
l)les. Si: somos l'caccionnri os, si con esto se entien·
de ser hombres de fó y de cornZOll, católicos ante
todo, que no transigi mos con principio alguno, q ue
no abnlldonamos venl nd alguna, y que respetamos,
en medio de las blasfe mias y de las l'uinns 1'ovolu·
CiOlllll'ius, el ord en socínl establecido por Dios. y
estamos decididos á. no retrocedel' ni un paso ante
l as cxij encias de un mundo pervertido, y miramos
como un deber'de co nciencia la 1'e(ux:ion, anli·1'evo·
lUf:imulrio.
Ya lo he dicho: b Rcvolud on es el gran peligro
que mncnazn IÍ b Jglesin. en el dia. Digilll lo que
quiernn los adormecedOl'cs, este peligro está Á. nues·
tms puertas, en el aire (1 ue respiramos, en nu es.
tms mas int imas ideas. En vísperas de gl':1 Jldcs ca·
tástrofes, sieulpl'e huho de estos ciegos, mUllos y $01'.
dos inco mprensibles, quc na!1:1 quieren \'CI', nada oir
Jli cOIll})l'ender. "Todo vá. bien, dicen¡ nunca ('A'itU'
vo el mundo mas ilustrado, ni el público mas pr6s.
pero; nunca. el cjól'cito filé IllM valiente, ni estuvo ln.
admini stracion m<'j ol' organizada, ni se vi61a ind us·
tria. n.lejor, ni fll eron ha s com unicacion es 111:18 rápidas,
13
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-08­
ni l:t p:thia se encontró tiln unitla."
Tales Jl o!nlwcs no yeH, HO {Fueren YOl' que bajo
este Úl'dCIl m:~teri:l.l est:\ oculto uu }wofuntlo de­
s6l'tlell moral, y (JItO In. mina, pronht. á estallar, se en·
cllt.mtr1l en In hase mi sma lle·1 etlificio. Dormidos y
ndol'lncciclulo ti los otl'OS, ah:tu flol13.n b. d efallsn, la
]1:lCell ah:lndonnl' á los otro<;¡ r cnt1'0gan la Iglesia
dc..;:nl'l1ladn ('11 nUlIIOS <l e la. R~wúlucion.
Y, sin cmlm l'go, c::' TUrtS claro que la luz del el ia.
que la H.!,wolucion es el anti-cristi:1!I1smo, que llama
ti sí touas las fuerzas encrui; :ls Jo la. Igh:sia: ¡ncre­
duli(lild, protestantismo, f:esari¡:.mo, g:tlic..1.nismo, 1'1\­
cion:t.l itlffio, IlntumlislIl o, falsa política., falsa ciencia,
ii\l s~l
educl\cioll. ¡'¡Todo esto es mio, todo esto sir­
ve pal'tt mi 011';1, cscbma.la R e\'olucioll; todos m~l'­
chnm os COllt,I't\ 01 dll<l1r1:i;¡o comwm! No mas Pll.pn, no
mas I glusia, lihertemonos del yugo <A.'\t61ico, emanci­
pese 11\ humunid:\c1."
.Este es el ten'ihlc uch-cl''S.'lrio contra quien todo
cJ'istiano cst¡~ ouligado en cOlu:ieru,..úf, á resistir y
obra r como.> heml)s dicho., y esto con tOlb la energia
que dll el nruor <le Djüs, uuido al verdadero patrio­
tis mo. E sto 1M nuestro C01UU Il enemigo; preciso es
vencer Ú morll',
iY CÓlllO vuncer6Ul os~ Primeramente, repito, no te­
m'ienJo. Un Cl'ist i:\I1o, un c:lt6Iico, u n . homure h on­
rauo Rolo teme á Dios, Scgmos como estn.mos de
que Dios esM con nosotros! debclUos tambien estar·
lo Ue que, tilrJe Ó tempran'o la Yictol'i~ será nuestl'a,
Qnizá seJ'á necesario <]uc haya sangre vertida) como
en l os primeros siglos, Jnuuillaciones y sacrificios
d e tOlla c!:!-pccic; hien puede ser así. P ero al11n ven·
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eeremos: Oc
Luego de '
torlas las it
damos dispc
mos ejerc\!l'
p or nuest¡'¿l.
gítimo, no f¡
bre público,
·s ibIe.
Si no po·
dunl y limit
lluencia. está
cóqno solo s.
'con vil'ticnt1(
VCl'til', á tl'1
'glos de ind(
frente ue):
el p aganisn:
'mente, "el
nos será d:
madUl,\Ys, vi ,
;pohres, sae
trnh:J.jemo:o
'Dios; si el n
de los mien
e profunda
\mal'á per si
,que 'S'e picr
'l'engaJUol
¡d on tiene )
Jci r á. los hi:
á emprendo _
-\)0­
cm-emos: COl/luRte ego vici mund?t1n.
Luego dehemos poner al servicio de la G'I'CHt causa
todas las influeJwias, todos los l'eCUt'SOS de que po­
damos disponer, Si por nuestra posicioJl social pode·
JU{JS ejercer una accion geric¡'ill sohre la sociedaél l sen
-por nuestra plumal sen pOl' cuall}uiel' utro medio le­
gitimo, no faltemos A mwstl'O deber católico de hom­
hre !)úblico. Hagamos el bien en la. mayor escala po­
sible.
Si no pouemos cjel'c(::l' mas que una aceion indivi.
dual y limit.'l.d{l) g urmlemonos de creer que estn in.
lluencin. está penliua. en meulo dél torodlino. I!.:l 0 ­
ooano solo se cvmpo nc de gotas de agua reunidas-y
-convirtiendo individuos, ha llegado In. Iglesin li. con­
verti¡', á trasformar el mundo, despUéS de tres si­
'glos de indomable )11lCiencia, lI:l.gmnos como el la; en
f rente ue Jo. R~voJnc ioll, unl\'ersal cOJnO 'entonces
el paganismo, l)usquemos, aUllque sea illllividual·
'mente, "el reino \10 Dios y su justicia, y lo demás
nos será dado por ni1allidul'fl." J ó\'<::ne8, llOmbl'es
madur¡Js, vi('j os, niños, mujeres, muchachas, 1'icof3,
~rohres, saccrd otes, seghrcs, seamos lo (lue semnos,
:trahajemo[;; 'cOIrt1a.daJtlcntc, y lwgmnos la 01)1';1. de
~Dios; si el i.nu mlo 'Se lhma de Santos, si la n1{l.yo~'ht.
de lus micmuros fllle compone la sociednd ffC vuel­
NO profnndam~Ilte católicfI, la opmiún públitlB: Tefm'­
~lUflrá. per sí misma y sin sacudimiento esta ~ociedad
,que 'se !)ierde, y la. Rc\'olucion desaparecer:i.
Tengamos pnra el uieu la cnergia que la Rcvolu­
(don tiene para el mal. No hace mucho la oiJUo¡;:dc.
10il' á l-os hijos de las tin ieblas: el - -tl'ab~jo que ,ttt~11(jS
á emprend er no es obra de Hn dia, ni de 1m mcs t ni" .
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--100­
de un año; puede durar muchos años, un siglo qui.
ZÁj pero en nt1t~stl'í\S fibs, el soldado mUCI'e y la
lucha sigue. N o perdnmos valor })or un l'EWez ni por
una denota; de derrota en dCl'l'Ob es como se llega
á la victori¡l."
Hij os de la lu z, tomad esta regla ])ara vosotros, y
aplicadla con el celo de] amor. La Iglesin es pobre:
tsois l'i oos~ dadle v Utlstl'O 0 1'0 : ioois pobl'esl p al'ti(l
vuestro p an con ella. La Iglesia es atacadi~ con las
armas en la mano: por vuestras ycnas conc una san·
gre generosa; ofl'ecedlc.vuestm sangre. La Iglesia se
ve calumniada indignamente. iTeneis voz1 Pues..hn.
bInel. ¿Manejais una pluma? Pues escrihid en su de­
fensa. La iglesii\ se ve abandonada, entregada traj­
cloramente por los q nc se llaman sus hijos: eu única
co nfianza ei>tá en Dios: haced por vuestras oraciones
que llegue P~'outo el socorro de arriba, Sirvauos ti.
todos de lemll el hermoso dicho de Tertulia.no: In
his, ()m,n:i,Jj lwmo 'miles: hoy dia todo católico debe ser
soldado.
'
Ante todo, es prcciso en el siglo que atravesamos
formarse con cuid ado el espíri tu y la inteligencia;
preciso cs fundar In vida sobre Pl'incil)ios puramente
católicos, paí'a no sel' ulTastl'nclos, como muchos, por
to,dos los vicntos de doctrinas. Casi todos los jóvenes
que SG entregan ti. las ideas revolucionarias, carccen
de aquellos principIos SÓl'ios y reflexionados, cuyo
punto de pru·tida es la fé. En este punto pesa una
tel'l'ible responsabilidad sobre aquellos hombres que
estan encargados 40 instruir ti. la jllventlld¡ de mucho
tiempo acá, la enseilanza y la educacioll son la eUlla
o,culta. de la R c\'oluciou.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano” del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Andemoll(
tras lecturas;
1}Q('.os verdad
políticos y s
talmente la 1
Ó ne se dignn
punto de pm
dos é basarle
no, si son me
tisJUo Ó el ce
soberania dt
piamente die
mental, prir
ligrolios de ,
rados, no SO!
los
falsa (
to respeto á.
ue
D ~nfia¿
lamen te de t:t
li z, debido á
zudos, nos 1
sas, que bas1
los errores
do trasforma
e
contra el CI'U
y mas tarde :
el conde de
(1) Elltre otl'h
l_¡"Ulibüilé du
... ~$Ill de 14 Igl
toJ... I~ J.OCUIllCC
católico.
-101­
Alldemonos con mucho cuidado respecto de IllH)S­
tl'as lecturas; llay 1nuy pocos libros bucllos; muy
pocos verdadel'fiInente puros en cuanto á principios
l)olíticos y sociales; Cllsi toJos ellos deSCOllOC\Hl 00­
tlllmcnte la mision social de In Iglesia; 6 la rechazan,
6 ne se dignnll 1ablill' de ella. No teniendo ya, como
punto de partida, la Imtol'idacJ. di\-ina, se ven obliga­
dos é basarlo todo soore el hombre; sobre el sobcl'tl.­
no, si son monárquicos, y ue aM l'csulta el absolu­
tismo 6 el cesarismo; y si son dcm6cl"a.tns, sobre In.
soberania del pueLlo, y esto es 13 Revolucion pro.
piamente dicha.. ~~n ambo.:; C¡lS0S hay el'l'or funda­
mental, principio social anticristiano. Los lllns p(,!.
ligrosos de estos liuros, al memos para lectores hon­
rados, no son los lihelos abiertamente impios, sino
los de falsa c octl'i u:l. mod erada que profesan un ciel'o
to respeto á. h Iglesin: 89 es m:y; peligl'oso que 93.
Desconfiad sobre todo ue los liuros de historia. So·
lamente de algunos flilos ti estn parte, un <,ambio fe.
liz) debido ti la buena f~ y ti estudios mus concien.
zuJos, nos ha propol'ciolllll.lo algunas obl'i\s precio.
sas, que bastan pUl'U disip:u' las preocupaciones y
los el'1'oros ( 1). Hace tres_s iglos que la historia hil si·
do trasformnda en una vCl'dadlO'ra máquina de gut!l'rit.
contra el cristianismo; :Ultes por el odio protestante,
y Dln$ tarde por el voltel'anislllo, se ha vuelto, dice
el conde de Maistre, "una conspiracion completa
( 1) Entro 01 ..... e;I.1"';: lA DejC'1n 11, l' Eglisc por G0'll'"ni: llirloi", lIe
1.¡"Wibililt Ju P"pu por " AbWi Cooltal,lt: r, eu fin, 1.1 c,ctlenoo Jlisl.(Iri..
• "il:'C,,,,l dc la Igluia, pnr Uohrblleher, qU6 e~ un \'ordndof"O f<!I'Ortono d"
toJ.... I06 J~uwcetllt (1110 l'Ued<;U [vrw~ r Y fijar lu lut..:lil!"ncill .1" uuj¡iVI,'U
C/llólieo.
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-lO:?-=­
•
contl'a la verdad. H
Lo que es \'el'dad de los liuros, ]0 es tmnl,ien, y
muelo mas, de los pm'iodicos, esta p este públi.ci\ que
envenena al mundo entero. Casi tOllos ellll8 son los
campeones manifiestos ú ocultos tlc la ){0yolucion.
Nada es tan peligl'oso como un periódico 110 cata·
'lico; su lectura continuada cntla (Ea se insinúa p1'on'
ta y proful1llamente en las cahozas lJlejores, y a·
calla -por f¡)lsea.r el juicio. Os lo suplico: no os n·
-banrloneis IÍ. ning-uJlo de estos p erió(licos~ y lu euos
-todavia lÍo fHluellos que cubren "sus mdas y 1>el'Vel~'
'sas doctrinas con una máscfl,r.;\ de houl'flLlez y se di.·
~cen conservadores. UNo hay peor agua 'iue la estan·
·cad'a."
En fin, 'recómiemlo á los jóYénes una 'instruccióh
Teii~iosil. muy fuerte y sólida. 'No m'e atl'cvb ti :lá
blal'os de la SU/rn~lu(' ueSanto Tomás, olJl'h maestra
-incompaJ'Rl 1le, que reune, én un 6nlcn -magnHico: too
'da la doctl'ina ]'eligiosa toda la 'tradi.cion c..'l.t61i·
-ca¡ pero b s intcJigt:lllCias han bajado de tal mo!io dtts·
·a~ que la fé no sosLienc la razon, que en el dia ni.
aun se está en estado de c,)mprent1cl' lo qi.m aquel
gráll doctor Of l-ccil ~ á los e-9túdiantes de la .Edad M'e·
d-z'a, como "leclw par/'\. los principiantes.\
Entre mUc11:lS obras de fondo, r ecollli-e ndo la Teo,
-logia dogrtUltica y In Jj¡~o!:ticion del deredw 'ean:on'i­
leo, por el Cal'denAl Gouss\;'t; b Regla de ¡é, pÓl" él P .
Pel'l'on e, y los hermosos J,f¡'stJndios fllo86ficos;'rJe -jI,f.
NicóMs; como l'es'(¡mcll de b doctrina cl'istiann, )('1
,gran (/ate<,ismo del (/orwiliode 11'anto¡ tl'nducido por
,l\1ohs, Done)'; en~ filJ, l~s escelentes, RcqrucsütS'po·
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pularcs del
nal'ia lu ci(lé
las contro\'
No hasta
ademas la ¡
lluiera pl'od
él mal que
cristiano. L
mundl), y c:
va.ngelil), 1
cuancia, 11E'
~lu. vertlallCl
(le fé , Je 01',
poseen el s'
}~sta lIdl
de los falso
cOlTupmon.
clal'emos cu '
cia. Este tl.
imlil'ectame
de la 1o-les
o
puehlo crisl
t ouos los 11
de los lazm
que, como J
te por la ~a
Iglesia SU }
dres, cuyo
de sus hij o~
iUen(~iga
do por segl
puku'es del P . Trallce, que reasumen con est1'llordi·
nfl rialucir16z y con UIla. doctrina muy pn1'f\, tod as
las collt ro,~crs i<ls f)uo cst:tn á la, úl'den dt;l dia,
No h asta la cbridnu en la illteligencia¡ prccisa es
ad ~ lllas la santid alt \1cl Cúl'aZOll, Tod a, p CI'SOl\iI. fJ.ue
\juiera pl'o~l u(:il' Cll :si \lila \'tll'daJ\.ll'a I'cacci o!l con t r a
él mnl '1 li t! nos dovora, ud);! vivir como v~ l'tIaJ cro
cl'is t ia.llo. llc\';\l' una yjtb pum, inoceuh" cst¡':\ña al
mun(1", y en todo nn inHHb. p or cl espíritu del R·
y:mgdif), Dehc orar ti. menudo y comulgar con fre­
cuencia, hebicnJo fI ~f en este 1lI;!lIalltial yivo, In. vi·
lIo. " CI'\1atlCl':l.I11cnte (,.l'istian:t y c.<ttólic:l, Los húmbl'C:-s
.1c f~, Ull ol':lcioll y d e clll'ida(l SVll los únicos llue
p oseen d secreto d e ins g l':uul es v ictorias,
E sta Jel ,O ser nu estl'J\ 1'e!).(,'cion contl'~ Ja seducion
d e los fnl sos principios y el tOl'l'ellt ~ uui vcrstll d e
cOl'J'updon, Este es nuestro d ehc!') deher del cu;l
clarem\)s cuenta tí Dios cuanllo n(\s 11mne ú. su presen.
cia. Est~ llelle!' mil'a. finte tollo tí. lús (1ue d irecta ó
iOl1irect.'lmentc tienen cal'go llc nlmas: los Pastores
d e la. Iglesia) Ohispos y Hfl.cerdotes, c1oetol'cS del
IHlel¡lo cl'isti:l.ll o onCn¡'Wlllus por Dius l1c ensenar á
t odos los hombres todos .sus d eLel'cs y preservarlos
<.le los lazos llc In. mentil'a; Jos jefes a ~ los E stados,
que, como ¡lemos ll icho, llehon vig ilar inllirectnme'l'
t e p01' la salvncion de sus lHlcLlos, f¡lCilita ndo ti. ItL
I glesia su salllllaLle mision; en fin, los pruh'cs y mn·
d l'(!''i, cuyo ministerio co nsiste, ante toJo, en hacer
d e sus hijos buenos cristianos y hombres de cornzon.
¡Bendiga Dios nuestl'Os esfuCl'zvS, y sálvese el mun·
do por seg\lJlda vez por l<?s cl'i sti nllos!
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-lU4­
XXI V.
¿F.S
j ' ltECl SO I.li CIIAU CONT RA :EL DIPOS nn.r:1
T odo consiste en $:'1hol' si es irnposiMe. Dicen en
F rancia lJ ue esta paln,l )1'1'L no existo en el vocabula.l'i o
frnnc~s. iE s vc¡'dnd1 No lo sé; lo quc sí só es q ue no
es pnlnLm c¡'istillll Sl, "Lo que es imposible p ara el
hombre, siempre es posilllo para Dios." Siendo el
mundo pagnno, lo q ne todos sahemos que era, illo
Pllrecia imposible, y t l'OS voces imposiJJl e q ne doce
p esc..'\.dore.S judios 10 convi l'tiel'!m á h locw'a de la
(Jl' uz1 iNo pa¡'(:cc imposible r¡ue San Ped l'O l'eempla·
¡..;ase ¡l. N eron en el Vaticano? L a historia, ele la l .
glesia. es la h istol'ia de las imposibilid ades vencidas;
es 111. rCfdiza.cion perman ente del oráculo dcl Sn]va.
dor: E t n??¿il vmposíbile 81'it vo&is. "Pura vosotros
nada sera imposibl e." (L uc. X\'i II, 19,)
Sin o me engaño es menos dificil de lln cglar el
mundo actual, que 10 que fu 6 par:). nuest ros }Jadl'es
el arreglar el mun do pngano. :b;mplcclll Os Jos mis.
mos m edio~, 11\8 mismas !ll'mas, y b fé tri llll fnrá allo,
m como triunfó entonces.
"Sea, d Ü11.11 algu nos cl'istünos tímidos; pero ha­
.b ieudose e,'>pal'cido y íll'l'Il"igndo pOI' touns partes lna
ideas modernas y dernocr;iti('t\$j pareciendo un hecho
consUluíldo la imJ'osibilitlad p ara In Igl esia de ejer.
cer sus derechos sobre h s sociedades, y pareciendo
que el p orvenir debe fnvol'ccel' mas y mas este estll..
do d p.plorable de cosns¡ ¿no serín f} uizA m llS )'tlZoua.
1)1e y acnso :\lln mas útil á b lm eua ca~l sn¡ el aceptn.r
el hecho, al k tcer concesioncg sobrc el derecho, y
co n~(>m p o ]'i ,
Ob¡,[tlldo
~ com,pronu
R cl igi0V- á 1
., Guaru.am
sicion com
81l, I'se sin la
d es h all sia
siolles Ii UO\!
'1nú¡:u1/t.
Co
.Stlgl'ados d
m~st i ('.a, de'
fal ta de con
humana; lo
Seamos pru
l~nsnrelllos "
mos mu y SI
fé,
insistam
•
•,
'j' ¡ ,
m081mp hql
. y 'ao
Ta n Cl a
tol San P al
de D ios y
m uel'tos;" )
mllnas y d'
yemll'á un
t l'iJlIl, sino
naua mente
dcs\' i¡indos
En cua nto
( 11 ael Tor.
Illlluct:l¡
" j Perv SI
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- 105­
cont;empol'i1.itl' sin temor con lo~ p~'illéipios modernosl
Obrando de otro modo, ¿co nos espo ll elllo~ acaso
~ comprometerlo tocl01 Y ¿no seria esto esponer la
,R c1igio y. á recriminaciollcs púpliGil$1"
. Guaruaos de creer esto. Eu los tiempos ele tmu·
eicion como el nuestl'o, 105 hombres no pueden pa·
sarSe sin la verdad, sin lo. verdau euter:l, Lrrs verdtl·
d es hllll si<1o debili tadas y abandonadas por las pa·
siones hum,anas: JJim:inutaJ 8unt vel'itate8 áfdi~ ¡w·
'I¡¿inum, Como depositario!! de todos estos principios
8ílgrwos de la ,-ida relig iosa. social, polítict1. y do·
méstica, de"o]vámoslo& nI mundo, que se muere por
f..'lIta de collocerlos. Abajo, pues, con la prudencin
huruansj lo perderin tod'l.l.J'¡'wunti<t Ca,.'ni8 mor8 e8t.
Scmnos ,p rudentes, esto síj pero prudcntc!s en Cristo,
Pa.sarelUo~ (,'Omo siempre, p or insensatos, pero S(:I'Ó'
mos mu y sabios. ¡¡Insistamos, como nos lo manda Jo.
fé" insistam os oportu na é inoportunamente; l'eprcudn.
mos sUllliq uemos sei1aleOlos el mul con toda J)erse"c.
rancia y doctl'ina," Eíltas son h s palabras del 'Após'
tol San Pablo, que 1l 0li pide con instancia: ({Délalltc.l
de Dios y delante de J esucristo, juez de vivos y
muertosjn y afiade, ]lrofeti1.nndo la..' ! debilidadé'J hu·
lIlanas y de los tiempo!;! en que vivimos: "Pol'<lue
nndrá un tiempo en que 11 0 se tolenll'lt la StlHa doc.
trillll, sino qu e los b ombrt:S se ah!lndonlu'{m :\pasio·
nad:unente lt un a. nl ul titud de doctores adu l ¡ldore~, y
a esviálldose el e b vél'cbll, se alimentarán de fi'LbultlS.
}~II cuanto ti. ,'osotl'úi:l, vehd y no temais el castigo.
esta regla de
( " nd Tor. , LV),n Nada mM claro. que
.
éonf~ucta; tengnmos, p ues, el \"illor el e aaqptnHa.
" jPero se c]am fu':Í:'C(lllt,I':L 1:1 19lcsi:1Jl' He cbmul'{¡, y
,
.
H
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- 10G­
lu ego ya 11 0 f<C gritará. mal;, iNo se grita. acaso en el
aía? iQu6 es el pedodismo, (-!Uó la polítiúa ell tOll¡~
Elll'ol)a sin.ó un g ¡'ito permanente contra la Iglesiu,
l mjo el nomb¡'c dt~ lJa.rt'úlo clerical de 1dh'amontani~·
mo, de fanatismo1 l-Iablemos alto y fu el'tie en medio
<l e este ('JaIllO¡'ÓOj acordémonos que nos está prohibi'
UO el c;<'\. l1ar: V(8 1ni/¡,i quia tacuil
. "Pero pidiendo d emasiado, nada. ohte::ldl'eis," De
l~illgl1n modo pedimos d ema.<:iadoj pedimos lo que
Dios C],uü:l'e, y lo que l os hombres deben darle; 10 r¡ue
elf jUSitO, Y, en fin, lo <i ue solamente puede salval'll orf á
~o~lo~., dbsel'\'at11~ bien; aquí sé t rata de una cues·
ti~Ji ( t. \ricla ó llltiei·te, como en otro tiempo, elltl'e
¿l pag\in isl110 y el cl.fst~al1islúo; SO,1I Uos p,'j:l1cip iiJl'i
' que se 'csd uyen el uno al otro, la Iglesia y 1<'1. Revo·
lusion" Jesllcdsto y el diabloj entre ellos no h rt.y t6'·
mino medio. Por otra parte, ·i tendl'iais aun la sim·
n1ez:\ de creel' q lIC 1M concesiones sirven de algo con
'los rcvolucionarios1 "Una sola concesioll puede sa·
tisE\.Cel'Oos: e.sta e.sla destJ'u,ccwn cornpleta y entera
del pode/' tempoNtl de la. Iglesia." E stas son lns pala.
hras testua.les de la R e\'olucioD. Si pedíamos poco
)H\ dn ganaríamos,
"¡Pero dehcmo)j ser ctll'itatí\'os!" Si por cierto; la.
caridw. y la d ulzura pueden voh'el' los clllpahl es
ni buen c¡lln ino. y por esto dehcll)os ser siempre
dulcc.'J y cal'it.nt ivos¡ pel'o la.." cuestiones UC pl"inci.
l)iol'i son cuestiones de vCl'd<v] y no de caridad; y en
ellas 110 hll)' materia. para concesíon alguna, Antes
C) uc' sociedad de caridad, es la Iglesja sociedad de vel"
dad , N un(,a deben scp,u'al'se la \"crdúa y la cfi.l'idwl,
LI\ caridad q :IC sacrificase l~l ,".cl'clad, dejaría de !Ser'
1e
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lo, y no SQ..
" iPero 1.
\'el'dao, y .
d os!" S in t
cion á la. .
pl'etesto d •
d e los hon
taj nunca l'
les, los Pa
sen de otl'<
Clones no
l>les á los
"¡Pero,
rn dichas!'
de aquell
y no de fU
bieoj solo
. lucionario
que nos l¡
z:l. Cfil'ita.ti
p esar suyo
Y, en TI
sus magn°
go, que [
No esu
sQn gravo
cada día 1
social; po
t6licos; P(
Estados·
l'evolucio·
d el prime
-lOi­
lo, y no sed:l. llltlS que deb ilidad y traiciono
Ie¡P ero la pl'Udtmcja. es lle<:esul'ia aun ]lara decir ]a.
verdad, y tampoco se deben t irar las perlas ti los CCl'­
dos!" Sin dud:~ alguna, pero jamas debe hacerse trai­
cion ti. la verdad ni á la Iglesía, ni á Cristo, bajo el
pl'etesto de atraers~ con mas facilidad las simpntiilS
de los hombl'es. N unca obscrv61a. Ig,lesia ta! conduc­
ta; nunca recurri eron á. esa f1l1&1- prudencia los Apósto­
les, los PapIla ni los Santos. Los cristianos q ne obra­
sen de otro modo obrarian mal; y si sus rectas inten­
cion es no los escusal'.m, serian, {a no dudarlo, cu lpa­
hles ti los ojos de Dios.
u¡Pero, en fiu, toda.'i las verdades no son buenas pa­
l'a dichas!" Y n lo sé; J)CI'O esto se cut¡e-nde sohunente
de aq uellas verdades que h ieren sin utilidad algunfl,
y no de aquellas que pueden cnrRr y salvar. A bm's
bien; solo las verdades del órden c:ltólico anti'l'evo·
lUl'inuano, pueden ~'\h'u r el mundo en el tiempo en
q Ul' D<k' ht\lln ru o ~. Prodnmémosllls y (;011 una fiJ1ue·
u. cnn t.'l.tinl sah'emos á nue::stl'OS hermanos, aun t\
p es.'\r suyo.
Y, en fin, como dice el P. Ln(.-ordnire en una de
l:iUS magnificas Conferencias, "vale mas inte::ntar al·
go, qu ~ no intentarlo."
No está todo perdido todayia. Ln s cil'cunstancips
SQI\ graves, y todos lo reconocen; la Iglesia ,piel'pe
cad,a dia. mas su influ,encia,. por no decir su existencia
8ocial; por todas partes hlly católieos, y buenos ~a'
t61icos; pero ya no hay poderes católicos, ya llO hay
Estados constituidos segun el Mden divilfO¡ el mas
revolucionario avanza cada dia mas, como
. las obs
de::l primer diluvio; pero ti. pesar de todo, sicm¡wc
.
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-108­
existen los elementol:! de s..'lh-acion. Lo repito con
seg~lt'ic1nd: el estado actual del mundo 'es un estndh
tl'lInsitol1o- Una d.e do~: 6 In. Iglesia, en un t iempo
tinelo, tri unfi'mi de la Ue\'olncion, yen este cnso dé.
Snpl\l'Ccel'Íllll pOl" si mismas estas necesidades dl"'l tl':m.
sicion, que se nos quiere obl igar á aceptar hoy din.
como principios. dejando ('\1 campo libre á los princi­
])ios eternos del cristianismo, 6 a1 contrn.rio, triunfará
la Hevo)ucion pOl" nlgun tiempoj y entonces, ide quú
nos habl'iill servido 13s concesioneS que ahora nos n­
consejan? Si ha. llegado ella llOra de las t in ieblas," la
del príncipe de esto mundo; si está en los altos
designios de D ios qu e sucumbamos en la lucha, de­
fendienclo hasta el fin )08 derechos de Dios;' si nsí
dehe SC!!', al menos hahremos sido huenos sen'ido­
res, y podremos decir con el grande A})6stol: "He
(;ombatido por el buen comhate, he concluido ñli
canera, he conservado ]ft. fé. Solo me queda e! re­
cibir In. corona. de justicia., que me dará nuestl'O Se­
fior el Di"ino Jucz."
"¿Puede acaso b Revolucion triunfar del todo de
ln. Iglesia1 iPuede acnso pel'cceí, la obra de Dios1"
- L I1 obra. de Dios 110 perecerá, pero sucederá con
la 19 losia lo que suced ió con su divino J efe; tendrá
~omo Él 8U, ¡¿ora, S~t pasion: su cn.lvario, su sepul­
CI'O, antes de reinar sobre el universo entel'o, y antes
de j untar bajo cl cnyado del Pastor celestial á to­
da la humanidad. Todo esto lo profetizó el Evan·
gelio.
Pero estn sol ucion 'muy posible C,e la cuestion re­
Volllcionaria., mere:::e que n03 deteng~mos un poco
en ella.
110 1':\
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1'J-:nJ:lDU: y
, Cierto n(1
QI)ispos y )
tillad, tiene
cercnmos ti. 1
gmn rehelio
siglos todM
sns, tendrá
] !}$ (l e fo
sllcl'isto pr(
la. mas ten:
y su 19lesin
li,'1110n faltt
(8.
M Anr.);
en tero se re!
nuestro • n.I
tero con sus
se resumirá
hOI\\bre q u€
hin de Satí
E3te será ur
esfuerzo su.
Dios.
LI\ E scri
pnrtes, de 1I
otl'as en el
<lb Brin 11a:
clHIS
epíslol
( 1) Yéuc
!Ou
-. 10\1­
xxv.
')"}mIlIlIJ.}; y
P OS llUUSDl ú
n: IDIIXO
ltE\- OL UClO~
DI-; loA
CUESTlOX
ABrA.
Cierto número de cnt61i(';os, y entre ellos muchos
Q1;ispos y Doctol'e~ muy emin entea en ciencia i Rflll­
titl:\d, tienen la ]>l'oful\ (11l cOlH' iccion de que nos n·
cel'Cllmos á los últimos t iempos del mundo, y que la
gnln rehelion que viene destl'o7,¡lnclo dp-sde Jl/lee tres
siglos todas lns tradiciones 6 illstitucione!-l religio­
SM, tendrá 1'01' fin el reino del A ntw-i?Jto.
Es <le fé n' velada, que t\ la últimil. venida de .Te.
~uc ri sto precederán un tl'ílstorno mnral horroroso y
In m M terribl e hwlw de Satftnás contra J csucl'ii'lto
y su 19 lesiil: E l'it en'im t¡¿na tr¿ouZatio maglia., qua­
l ilj non j'lú t 'al, ú~itiQ Twundi w$r¡ud modo J?leflIJ6.fiel .
(8. M .\TH., XXI\', 21.) Lo mi81l1o que el C'l'istinnismo
entero se r~ um e en la perROun d e su Jefe Divino,
DU -, tro
,-;ulor, lo m i ~mo el sn t icrist ifin ismo en·
,~,..I ellD "<11 ... reht:lion~J !'u~ atentados y sus sacl'i1egiQs
rE:::mmini en aq uellos tiempos en h\ persona de un
hOtl)bre que estará ll eno d'J Jn. in spiracion y de la rn·
bin de Satanás, y este homhre sení el A l1teC-J"Í$to,
E3te sel'á una éspecie de CnCfil'llfiCion de Sntnnás, y el
esfll e l~¿o supremo de In rchelc1in. d el demonio contl't\
Dios,
.
La. EscritUl'íl. no¡; habla claramente, en Ull1chns
pArtes, de la npnl'icion de éste en el mundo'¡ ent re
otras en el capítulo };X l \, de San Mateo; eh el x:(m
<le Snn Marcos, y en el XX I de San Luc.'ls, y en muo
Ch:lS epistolas ele los Santos Ap6stoll"s (i). Eh ClHlIl'
( 1)
Vé~ti\l ~ol.ore
tollo la lI.'¡;unUI'
c pi~((oll\ j,
IQlj
Tc ~alOlliccu~c6 ,
CI I', 11 ,
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-110­
tú ti Snn Juan
el que h:\ sido escogido pOI' 1:1 Dí·
vina Pwyidcncia ¡Jara enseñarnos en la magnífica
profecía de su ApocaZip.;¡¿';¡, los dolores que prece­
derán y u(.'Ompafial'án al reinado maldito del An~c·
cristo, la dest¡'uccion de éste, y por fin, d reinado
g lol'io$O ue Jesucl'isto y su Iglesia. (1). El Antecristo
reasumirá, decíamos, yen un grado supremo, todos
los caracteres de todas llts revoluciones lllltiCl ¡stin­
nM. Será. gl'llll st\cel'dote como Nel'Oll y COOlO los o·
t l'OS Empemdol'cs pagaDOS; beresiln ca COUlO A I"l'io,
Nestol'io, ,Munés, Pelngio, Lutero y Cll}yiuoj de~·
h'uil'á y matlu1Í como l\1llhOIi.H\ y los dt'llItlS bárbaro::,;;
se l'cbehmí . contrI\. el Papado como los CI.!Sfil'eS tIe la
. edRd media, como el ci~m áti(:o }"'ocio; negará el "e l'~
,d ad ero Dios en Cristo y su Iglesia, y hará reinar í;O·
bre todo el unherso el satanismo 6 la Revol ucion
, perfecta, Despues de una. persecucion unÍ\'ersal si n
ejemplo, desde que existe el mundo, vohe14 á e·
chal' la Iglesia en las cntncumbas, abolirá el culto
divino, se hnn\ ndorar como el cristo Dios, y como
. tnl se creilrá un Pontífice j efe de Sll culto impi o; y to­
doholllbre que no lleve su marc.."" ellla thmte 6 'en la.
mano derecha, será declarndo fu~ra de la ley y con·
denado á muerte. El reino re\Tolucionario del Ante·
cristo durará tres años y medio. Nuestros Snutos
Libros contienen la narracion espantosa y profética
del mismo, y nos enseñaD que la sahacion vemlrá,
aunque iu e~perada, con la gloriosa llegada. del Sah;a.
dor en el momento en que todo parecerá estar tntn
quilo. Esta será la pa~cua, la l'esurrc('cion de la ,l·
C3
( 1) Vé A.~ el A I'I>CAliJl,i~, II(lst!e d 1'.111" VI basta el XX , el ,pi!) rcliorll In
Illiull del Autecri6tu 'J d triuule de 11I Jglc~ia buta el juiciu liu~I,
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glc ~ in,
de:;p'
<1:\1'11. t1espel
entonce;'J, p
da la Re\'(
Tenemos
)"(~illru.l O del
l>iensa. La.
yendo h f¿
caracteres, 1
. hol icion $0<.
'inducen á <­
i ndicaré 11l~
llomure.s dto
por mi par"
l' Desp
CU:lsonlS d¡
cipio$ (le lo
d()lol'l¿m~ t
gelio de Sa
mil.eion \~ eD
dicado á te
fleliltm. Y-eg.
nílJU8 g6nl',
'fodos Sf
:\1 cual hO
ci llalmente
l a pl'Opag'
lu," e"I\l\gel
ros han p'
]lllstU. el 'I
(:yangeliz:l
las dos Al
- 11 1­
glc~in,
dCflpuefl de su (\0101'0.';(1, pn.sion.
]~ nt ollces
q ue·
dltl'á d c:,pcdllz:u] o lluiqu ilildo el poder de S~t!\U{¡~
e n to ll ~, poro solamente entonces, q ued ará ycnci;
<in la R c\'ol ucioll .
T enemos indicios muy g raves para creer q ue ('1
reinad o d el A ntecl"isto no está tan lejano l.'(l UlO se
l >icnsa.. La Rev-oluciOJi le prepara el cam ino, d(".íStl'u·
yendo in fó , seduciendo las masas, en vileciendo los
c.'\rncteros, t raba.jando, en fin, si n descanso en la n·
hol icion social de la Igle.."iia. Entre las n lZO ll CS qu~
inducen á. Cl'e t~1' la n egada de la tent ncion 811J)J'f'J ll ll,
ind icaré las sigu icmtes á lns séria. meditacioH d ~ lo:; .
hombrea d e f6. E l Yil,lor d e ellas e.<; incontestahle, y
pOl' mi parte la ~ encuent ro nUlS que probabl es.
.
l ' Despu cs d e haber anunciado ,JlfS Oefitlles ,pl'e·
cunsOl'llS d el último combate, que ltl ll ama. ¡1 l)ri:n.
cilJÍ,u8 (le los dolores/ ' !t03()
m
a1~tetn mnnú~ :ini tia
8u.nt
iwlol'um~
N uest l'O Señor, en el <.up. X X I V d el E V'llll'
gelio de San l't Iateo, d ice for mnlmente que la cansn·
m¡\Cion " ondrá cunndo el E\'allgeJio habrá sido pre·
dicado á todas las naciones: p,'adicabitur lUJe lJivan·
r/elúwt regm: iJl, 'M1¿iveJ'l:Jo orbe, ú ¿ te.<;tinumúm¡. Qm·
nllJll8 (¡cntilm.'!., et 'I't;"xc 'I;eniet
coll,swmatio.
Todos saben q ue ya. apenas q ueda. nillgun puehlo
al cua.l 110 le haya sid o pred icado el Jt~ w\ll geli o. Prin·
c ipalmente de trcintn afios Ó. esta. palt e, ha ~o mn d o
l a pl'op ngnd on de In- fé una est ension prodig iosn. Se
h fl.e \rangel izndo la Ocea ni a, entera; nuestros misione­
ros llnn ])enetl'8do h Rst a el centro de la alta A sia,
h ast.'\ el Tibet¡ se ha principiado gloriosamente la
( :\'angeli ~ :lci on del Af¡'iea, aun del Africa centrru;
las dos A m{:!'icas han sido I'ecol'l'itbs en todos senti
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,
- Il=!­
d os p OI' los infatigabl es hCl'llldos tIe J esucristo. Q ue
pase med io aiglo, y quizá menos (gracb.s A los re'
\'olnciolHuios de Europa, que echan á lo lejos las Ór­
denes religiosas, y principalmente las p oderosas le·
g iones de In. Compañia d e J esus); q ne pas\! este ticm·
1>0, digo, y seguro es "que el Evangelio del l't\iuo
lu\brá sitio pred icado al mundo entero en testimo·
n io p ara. todl18 lfUI nacio nes; et t une veniet CQll8'IJ'TIla'
tio, }; NTONCES V}:NI>1tA lo;!, } 'IX." AllOrn. pregunto: ¿Có'
mo escapill' de este hooho, á est.'\s palabms y Ji su
consecuencia ovidente1
2- E aM nnunciado ademns po1" 'el mismo J esucris·
to, que ni llcerClu'se los últimos tiempos, In fi.': est.nrn
CllSi npagllda sobre ]1\ t ierra : "¿Cuando " olverá el
Hij o del H ombre, penaaís vosotros dij o á. sus diaci·
p\do~, que cncontl'unt fe sobJ'e la tierrar' lii.'Uw3 Jlo,
mínis '1.'eniens, p 'lttas inveniet fidem in- lerr{,? (S, L uc.
8.) Ahora hien: ¿no es tambien ev idente el que
á p e!;.,\)' d ~ la resurrecciou religiosa y )uuy relll de \\11
. cierto número de nlmns escogidas, no es evjdente
. que la8 nwsl\s han IJel'dido ya]a f~, ó estan en ea .
m in o de perderla? E sto es \'el'dad para Frallciílj eOl·
pi cz!L á 6C¡')U p¡ll'¡dtnlia y E 8-paña, etc. El mundo Cll'
tól ico est.ú perdiendo la fe, que ya está tll'l'uinada eu
b s t rcs cual'bul ])íll'tes d e Europa por el protestan·
tismo, y combat ido, ametlaz,\da en el u niverso ente·
ro p OI' el furor do (l50 m ismo pl'ote:o;tantismo l'euuido
ni de b ~ d PlllllS fh lsas religiones, Como 10 ]lCm,os
OlJScl'\'ndo mili; nJ'l'ibn, la 1ni\uencia deUMl'ca dJ.! la
11l'('ll sn cotidiana hi\stad el b sola, en ¡jI U)' pOt O
tií"tHpo pam lIl' t'all C:II' del COrll%Oll (le los p'u eblos IIlJ:L
fú (!tIC ya t:st:i pl'ufundnlllente d<'S:!I'l',ligach ]~ Il too
XYlU,
•
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d o~
los sig
1'0 nunca. p(
las leyes dE
siglo.
y
c u~ncl o
se encucntr
a ~ E l Al
á los T eslll,
los últimos
BCiii1 1 por
peligro: " ..1
qu,oniwn ~
eo-no si el
él deLe tel
principnles
pone S;mt
p;\!ab¡';\ d¿,.
111 te cnt6li
las socieda·
Y es t1unh
nuestra. ép
lila de la.
del };st~d(]
les, la. dese
ateismo pe
dndes está
estado, ho:
m ente y Ct
chos de la
oll'i\. ley) á
cada y'nl)}
la Tglesí:ll
,
-1
1;~ -
dOE: los siglos CI'isti:1JlOS ha. halJi<1o incrédul os, pe·
penetró la incredulidnd en las ll1aa1\S y en
1M leyes del modo que lo viene haciendo }¡nce medio
siglo,
y eU:l ll do se l'ccltcnhn las palabras de J esucl'isto, ¿1l0
se Cll cuentm acaso bttst:lIlte moti\'o pnrfl l'eflexionnr?
3 ~ El Ap ó~tol San Pal>lo, en su segunda. Epistoln
it los Tesalonicenses, habh\ lUuy detnllndamente de
los últilllú.!:I tiempo:; y del Antecristo, Nos dA otra
selill l pOI' \¡~ cual p odl'emos conocer que se acerca el
p eligro : u.1Yo te,.,'eamiJ~¿ , ,Qua.s¿ úUitet die8 .Domi·/~i;
qlwnimn Nl.::il Vl~NJm I T m sc l·:,ssro PRDl tnl. No tcmu is,
co mo si el dia del Sellor estuviese cercano, 110tes de
él debe tener lugar 11\ apo8tasia (cap: n , 3),1) l,os
p r incipales intó ¡: pt'ctes de la Escl'itm'n , como lo cs·
pune 8:mto Tomás, entienden únieamel'ltc por estl\
jlalabl'll d¿'J('(USI'.o, 11\ re nu ll cia general de los reinos Ii
In t~ cntó lica y ti bl Iglesin, la apoSt.'lsia u ni vel'Sal de
lns socied:l.llcs y de la:,; Meiones, (tpostatio '(Jcnti'U1l1
y eS tamhien UIlO d e los ~ll':lcte l'es distintivos de
ll nestrn. éP0C<I, nlmi slll o tiempo que la esencia mis­
ma de la R e" ol ucioll, la ecparncion de la Iglesia. y
d el .Estadoj b npoatneia. de las sociedades como ta·
les, la desOI'ganizaciou socifil del mundo c:ltólieo, el
atei smo polí t ico y legal. Esta apostnsia de 1M socie­
'dncles estA ya. consllmnda, Ó poco mcnos, ¿Cuál es el
estado, hoy d ia, sobre 1/\ tierra que reconozca. oficitd­
meu,te y como uu/\ in st itucion divina todos los dere­
chos de 11\. Iglesia, y qu e se someta, nntes que á toda
otra ley) á la. ley de Jesucl'isto, promulgada, espli,
ctldl~ y 'apl icadlL soberílUfllllé nte pOl' el P apll, J efe' d e
]a Iglesí¡t~ No cxisteyt\ uno solo ele eBtos, Llf'gó, p Uéi-l,
1'0 IlUl ICfl
] ;j
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- -1l4­
la senal (bd :1 por San Pnhlo, y segUl':1U1cnte no es :í
~\Osotl'OS, cl'is:tinnos del siglo XL'{¡ ti quienes se diri·
JO ac¡ uelln }>alnhl'a: 'l/e tel'J'emnil1i: no tellltlis.
uMas lllo se h" Cl'oíd o \'e l' en mucha,> oca~ i o n es ele
l os siglos pasados estas mismas sefiales? Ko se ]13. a·
11lll1riado ya muchas veces el fin del munclo~1I D e cs- .
to
ha ho.b1,11.(10 en tl'es époc..'l.S, y DO -Sin nlZou:
r. En e~ tiempo de .KCl'OIl, al :wel'carsc la prime·
r a pCI'Se CUClOll general de la Iglesia, y la destl'uccion
"
RO
de ;r cl'\I.~al('n.
~" . A In caidn d el ,lmpEH'io romano, la invnsion de
10$ hÚl'baros y la llJ)ul'icion de Mahoma.
3", l!'jn nl mcntc, Oll el siglo XV, :l.l acerCilrse el
})l'ntendido reHacimiento, y cuando se rehelaron Lu·
te,'o y Cnh·ino.
No hab,10 del pli.nico fluuoso del afio 1000, ~u e
no hn ten ido cnractcr alg uno formal y menos ecl€'.siás.
t ico ni hl\ cstado fundado sobre In, rm seunnza de
Jtingun Doctor de la Iglcsia, y que no fué mas que
una jlllJncsion popular.
Las :trc:s ~ poc.,,~ que acnho de decir han sido los di·
fl:'rentes planos ele IIn mii'mo y único eUl,ldJ'o. Cada
\lna (l e ellas ha :'~ido la figura. profét ic.'l y pa rcial
del fLco ~lt~cimi.Cl~tb final de la cat ástrofe ~upn~ma q ue
] M p l·OttlCU\..'" dn' lll;' i; p:'l.recen des.'l.lTollar lUítS y IllfLS
d elante de l Of~ ojos O!'=éll l'ecidos de la O'enel'acion ]>re·
'
,
o
sente. lltJ aqm ])01' que en estas tres ópoc.'l.S fu é le·
gitimo en h Jglesi;\ el presentimiento del fin del
n ~ulltl.o . Jern~al e n d~stl'\li (h siml)olizah::l. en el pri·
mer tllglo la dest.l'\lCCIOll fut ura de la SRllta. IO'l esia
ci u(l ad Yinl (10 Diosj Nc roll cm 1ft fig ul'a del A nte:
el'iqto) y C('S:ll' ]>v nlífice pagnn o, 11ilciénd oso fldo l'nr
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J ,r tooo ~u ;
,.dI) cll:':.UIl(
.1
!:-.:1U
1'(:<11"
1 ~\ l.Itt!C ri s to
Dio,; :, Enoch
yó (» impel'ic
Me dt:J nomh
Thto, CO lIJ O
Dio;i par/\. cns
res, la. babi
nuh1.ircs.
En fin, en
}~rret' d iciend
penitencia, la
}X> dcspues, el
paricioll ele l o
no, comenZllr(
In R evo]uciou­
.
'
tnll flfo, flste ti
!izado plennl1lo
tonces ol'gani z
poscsion de lal
tumhres y so<
po, y la llevo
Sn t:más, nd \'el~
pec:ldo, 11 eOlll
don, el enernig
se llama Dios ~
cristo en eféctl
rno y la verdil(
eu lto del VCI'(1;
eulto elel S¡~lltj
-1]5­
lodo su iIllPC;'io, pel'i'egi!idor de los cl'istianos on
todo (:ll:~undo cOllocit!o, clut!flú de la tic!'!':!, verdugo
de San Pedro y de 8un P ablo, cid mismo modo qué
el Antecristo lo serlÍ de los do::; grándc;:¡ 1.Jll\~ i ado!:! de
Dio:.:, Euoch y Elias, No de Otl'1l manera cuando ca­
yó el imperio j'OIHl1nO, l\hhomu, enem igo implacll­
Me uel nomhl'o cristiano, rué utl'll fig\lra del Allte­
cristo, como los hl~l'bfll'oS fuel'oIlIel in::;tl'umeuto de
Dios para. CflStigal' y del'l'ulllu:l.l' el imperio de 10fi Có­
anres, la babilonia. pagaua, ébl'ia. de sangro de los
máttircs.
En fin, en <:l siglo XV tuvo razon San Vioente
Fenel' diciendo "almundo católico: "DespertiLd y hnced
penitencia, la. tentlloion se ilCCl"C:'l ;" llol'(pte poco tieni· .
po despues, elreu:\cimiento dol paganismo y ]IL fatal n.­
pal'icion de los dos gl'lllldos rcbeldes Lutcl'o y Cl\lvi­
no, comenzarOn efita destruccioll uni\'ersal 1I1l11lad1l
la Re\'oluciollj prepnt'3l'ou de antemano su vcnida y su
triunfo, f~te triunfo des..'\stroso forn,lulado en S9, rOll­
lizado plenamente, pero do paso, en 98, y desde en·
tonces organizado, y que \"a tomando c:\cb dit\ mas
posesiou de las inteligellcius, ínsij~acion es, leyes, cos­
tumbres 'y sociedades. Qu e pase todavia algun tiem.
po, y la Revo]ucion dftrlÍ luz :.\ su hijo, al hijo de
Satanás, ad,"el'sario (lel hijo de Dios, !lel hombrc del
pecado," como dice San 1">3blo; "el hijó de perili­
cion, el enemigo que se ellSl.llzar..'i sobre todo 10 (jlIe
se Huma Dios ó de 10 que recibe un culto." El Ante­
Cl'isto on efecto, no solamente aplast:m~ el criatinnis.
mo y In. n:nladem Iglesiaj 110 solamen te aboli t":í, el
culto del verdadero Dios, el sacrificio católico yel
cu lto del Santísimo Sacrnm cuto, SiLlO (JllC ::1(; clenmí
)\01'
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D o ...
F
-111;­
por cnci ma d e todos los tlioses de b,s 1l:l,c-ioIlCt', dc
S lts ídolos y de sus ceremonias; y se sentará en d
templo de Dios, y ~e mostrará con 61 como si fuese
Dios (1). El misterio de in iquidad quedará COlil:m·
Illlldo en toda su estensioll, como]o fué ni principio,
cUIUldo J esucl'isto nuestro J efe; espir6 sobre la Cruz;
y Sntaná..s se creerá. clueiio de todo, Su culto pílblico
~ establecerá. pOI' todo el uni vcrso, por medio de a·
.quellos prestigios y falsos milagros de que há'bb el
]~nLllgelio. Y estos deberán ser JJ\.uy poderosos,
cUllndo Nuestro SeI101', piU'1\ pre\'(mil'll os contra e'
.llos, nos \leclara que halml "que seducir á loselegi.
dos mismos" (si esto em posible): ET DAllUN'l' SIGNA
. )IAO:X ,\ .1':'1' l'ltODWIA, 11'A UT ni EHRonE.\l I1\D UCA~TUI{
(ú jiel'i lx/test) E"l'LUI EL};(ITr. (R, r.'LU' II" xx).,,-) Se­
gun todas lns probabilidades, y segun el testimollio
,de los nntigu~s ~íldres, Homa iufi el, á pesar del Pa·
pado que p:el'seguirá como en otro tiempo, :Roma se·
d la capital del Antecristo y de su impCl'io; h, . Dn·
bilonit\ universt\I, maldita, mas coIllpletamente . aun
que blljO Neron y los C~s:l.re~ pagaDOS. SUílI'ez, 'Be­
hu'mino, COl'uelio de Lapid e, asegumn que esta es In
tl'adicion COJl\Ull de los Sttll~OS Padres, y que esta tra·
di eiou tiene un origen apost6lico. Dno de los moti ·
vos mas s(:I'ios que inducen tt crcer que nos acero
cmuos defi niti\'3ulC nte á estos tiempos nefastos, es
'lue uadie cree en ello. En las tres épocas })I'ccita·
das se cl'eia, y en particular se creia. en el fin del
mundo; esto era. una prueba seg,~ra de quq aun , CS,
( 1) Homo pocl'nli, Illi"f perdiHouis, lIui lIu"en:ttur, ct cxl.. llitur IU'
I'Ta omo~, 11110.1 ,licitltr Dc u~, "1It 'Iul\ll colitur, ita ulr in leUlj,!Q Dei s"dcut,
t,nICII,!CU " 6\1 tl\WIIU,U I .\1 IJ C (L~ ( ti ild '1\'~:L1otl " 11 :J, 4.)
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«leros qu
de este I
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\'i\-iend(
Debemo
cora1.on
nuestro
nuestra
fuertes (
51l , unicJ
- lli­
a J\-jU'l., Hoy din )'Il no suüede lo mismo,
Totl:win pOd l' íl~ añadir muchas otrüs cOll sidel'acio­
.. lO.uy sérills; pod l'ia sitnr muchos otros t estos d-.!
• S~'t:.!md ns Escritu rns; p odría hilCCI' ver Illuchns n..
''',..,rit\S Clltl'Q In ohra. de sei ~ días de la creacion del
umlo matel'ial y las seis edndes trad icionales que
,lt·l~ durar la Ig le.<;in, que as In creacion espi¡'itual
la o b )':\- di vina por cscdencill., Cada una de ('stas
r lade:; es mü años, segun todas la ~ tl'ndiciones he
.ráicas y cl'istinll.:I..'I.; y solo nos fidtun t:ien linos po·
00 mas 6 menos, PIW¡~ llegar al fin de In sesta edad,
d el sesto di:'\. de la I g lesia. P ero todas estas consí.
d ernciones nos llevarian d emasiado l ej o~ , y, sino me
cngnJ1o, creo ha.ber llicho lo suficiente pam dcmostl'ílr
á UII espíritu cristnno y no pl'evenido, que la situa.·
cíon presente merece ser tOlU ll da. por lo sério; y que,
segun todas \¡lS apal'iencins, la Igl esia deberá pronto
d elendcrsc cOlltra el p clig ro '3uprcmo.
Ante c~tc p el igro, acel'cándonos probablemente á
esta prueba sobl'ehumana, preciso es q \le todos sea·
mos santos, hombres de oracioll y de penitencia, en·
t eramente repnl'ados d e corazoll J e los bienes perece·
del'os que la R evol ucion puede anehatarnos, u8S\ndo
c1u tlste mundo COI1\O sino usásemos de él, dirigien.
do nuestrns mil'ndus hácia la. pátria cel estial, y no
viviendo so bre la tie1'l';\, mas que p ara la eterllidnd ,
D ebemos to011\1' p or R eina y Sclio:'a de nuestro oo·
corazoll á la V irgen I nmaculnda, la ElICa l'i sti f~ por
nuestro pan de cnda d ia, al S:mto EVIl11gt:l io pOI'
nl1estnl lectUl'iL pred ilecta, Vi\'31ll0S todos pnrfi Dios.
fuert es en m~c1i o d el tOl'rente de\'a!:!tudúr y un i"el'.
s:t1, unidos en todo COII un b7.o illd isoluhl e al Vi·
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-118­
cario de Nuestro Señor J esucristo; l;u ~qu(lmos en
] It pura luz católica el gu ia fiel que nOf; hUI'á. ntm·
YC&11' con paso seguro las tinieblas do In Rt:·yoln.
eioc, ~ondllci6udollOS hasta el p Uél'to del descanso.
FIN.
•
T
•
,
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