diálogo José agustín: :qué es ••inventando que sueiío"? Por Margarita Carcía Flores -¿Has mejorado de tu primer libro al más reciente? ¿Cuáles son las diferencias en tus obras, desde La tumba hasta la más reciente Abolición de la propiedad? -Son diferencias muy notables. En concreto, porque de libro a libro mejora mi oficio y mi temática es cada vez más compleja y mejor estructurada. Paulatinamente ha ido haciéndose más clara mi visión del mundo. Esto último es algo que no se nota de libro a libro, pero sí viendo los seis en conjunto. En resumen existe ahora una conciencia de mis maneras de expresar. Naturalmente, sigo empezando, pero en toda la vida se sigue empezando siempre. -¿ Por qué le das tanta importancia al lenguaje oral en tu obra? -Creo darle la importancia justa. A través del lenguaje coloquial logro crear una atmósfera que parece natural, auténtica, por supuesto, no lo es: resulta mentalmente elaboradísima pero al mismo tiempo muy fácil de escribirse, si acaso me puedes entender. Suponer a un escritor registrando eventos fotográficamente es digno de cerebros deficientes o poco desarrollados. Es imposible transcribir, fotografiar la realidad, e idiota intentarlo. Los verdaderos fotógrafos son los que copian otras ondas. Pero de cualquier manera sí resulta muy interesante crear, por medio de mecanismos de lenguaje y un sistema de gradación, la sensación de gran naturalidad y de autenticidad. Me parece muy importante lograrlo porque una vez que mi lector cae en esa trampa (creer natural, auténtico, o hasta reflejado fotográficamente, lo que escribo) yo puedo divertirme y decirle lo que se me antoje, y hasta dándome el lujo de tener una base concreta, objetiva, y al mismo tiempo, infinita. -¿ y has conseguido recrear ese lenguaje coloquial y darle categoría literaria? -Bueno, naturalmente yo creo que sí, pero no me atrevería a asegurarlo. No tiene un gran sentido, además. Sin embargo, mucha gente por supuesto considera que no: es un lenguaje que no tiene nada que ver con la literatura y no sirve para nada. Otras personas concluyen que efectivamente es algo literario y constituye cierta aportación. No me he puesto' a considerar esas cuestiones porque lo que menos me interesa es ponerme a pontificar si soy literario o no: eso que lo hagan otros más ociosos. Me parece que el lenguaje, a la larga, no es lo más importante de lo que escribo. Es una parte del todo, la obra. Es al mismo tiempo medio y fin. Además, el lenguaje no depende de mí, sino del tema y los personajes y la conciencia de lo que estoy tratando. Y a fin de cuen- tas, todo el lenguaje aplicable a un libro de una forma u otra es coloquiaL No es muy difícil demostrar que nunca ha existido un lenguaje exclusivo para li· bros y que nadie hable. Como puede¡ ver, a mí no me interesan las cosas en sentido peyorativo. Dejo que mi concep. ción del mundo, mis temas y mis pe1'S(). najes se expresen como deban hacerlo, Lo más importante para mí, en lo que escribo, es lo que está detrás del lengua. je aparente del libro. -¿ y qué me dices de eso? -Pues detrás del lenguaje aparente, está el lenguaje esencial: una concepción del mundo que he tratado de ir asimilando sin prisas, para que madure cada vez' mejor. Sistemáticamente, pero muy sistemáticamente, y siendo consciente de lo que implica esa limitación, puedo decir que existe un mundo extemo, pa· ra todos, y un mundo interno, para cada quien. Esos mundos no son cosas anta· gónicas, no es una dualidad opuesta. 10 interno y lo externo es una sola cosa, Por externo entiendo lo hermoso de lu· char y transformar el orden social, el sistema capitalista. Por medios revolucionarios: El sistema que vivimos no es sólo nefasto, sino que es el peor, el más inhumano que ha existido. Como escri· tor siento la necesidad de combatirlo y transformarlo: hacer arte como he esta· do haciéndolo (sin que por eso sea pan· fletario o simple) es mi mejor manera de hacer la revolución. Pero también soy consciente de que al mismo tiempo todo esto debe ir haciendo el mejor equilibrio posible con una transformación interna, del mundo de cada quien: es decir, no siendo un enajenado y burócrata mental, un inconsciente: un fresa, sino cono· ciendo cada vez más el interior de nos, otros mismos, que naturalmente es el único lugar donde puede hallarse la verdad de la existencia, puesto que es lo que está existiendo. Si no se une el mundo interno y el mundo externo, no hay mucho sentido en este patín; .que~a algo esquemático: un orden pohtlc,o ~n una profundidad interna que le de slg· nificado. O al revés: quedan sólo espe· culaciones metafísicas, y aun seudoes()téricas, sin ningún contacto con el mundo concreto que nos rodea. _¿ Qué .es Inventando que sueño, cuentos o teatro? -Es un drama en cuatro actos por la sencillísima razón de que un drama . 1 ¿o n?,' es un intenso momento Vlta, Que se manifieste desde un punto de VIS' ta escénico o no, es un problema para retrasados mentales. Por supuesto, lo; relatos que componen el drama son dis· tintos entre sí, pero su unidad y verda· dero significado saltan a la vista por esa misma diferencia; es decir, un cuento se complementa con los otros porque como parten la misma esencia. N<;> es una unidad aparente, el Che me lIbre. Mu· cha gente dijo que no había ninguna unidad, pues con un criterio verdadera· mente primario y primate espera q~e haya un mismo estilo formal o una mIS- q n e ti n CI 11 P Y ql Ir Cl di sa ti, te SI SI: DI es el co al su fa gu tr, Pe lo ca nu libro 1 11. No :ca ha 1ra li. )uede¡ ¡as en >ncep. persolcerlo. o que ngua. rente, ncep. de ir adure pero :iente luedo , pa· cada anta· Lo l. cosa. e lu· .1, el IDlu· 10 es más :scn'10 y esta· pannera soy todo 1 ¡brio :rna, , no 1tal, Jno· nos· ; el ver· s lo el no eda sin slg· pe· :saldo ¡jo, )or na 10: 1S' Ira [o; IS' la· roa temática o zarandajas de esa naturaleza. No creo que exista alguien lo suficientemente imbécil (bueno, sí debe de haberlos) para no advertir la unidad de obras maestras como Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band o Their Satanic Majesties Request o Let It Bleed, aunque las canciones no tengan que ver las unas con las otras. Otros discos de Spirit, Pracol Harum, The Who o Country Joe and the Fish han logrado también esa unidad esencial. En Inventando que sueño sucede lo mismo: existe una independencia absoluta de formas y temáticas, pero la conciencia de su creación les confiere unidad. Es un libro deveras abierto. -¿Nunca has temido caer en el folklore urbano, reflejarlo en tus obras? -Esto del folklore urbano no es más que el reflejo del lenguaje que uso en mis libros. La gente considera que si se emplea el lenguaje coloquial la onda no tiene validez. Naturalmente, esto no es más que una visión estrecha e inconsciente del arte. No hay un lenguaje literario, hay un lenguaje y nada más. Puede haber lenguaje bien empleado y otro mal empleado. Es fácil ver que yo manejo el lenguaje -formalmente hablando- tan bien como Vicente Leñero, Juan Tovar o José de la Colina, que son quienes aquí lo saben usar con mayor precisión. Gramaticalmente hablando me pelan los dientes las calaveras. Además, Cervantes y Shakespeare usaron lo que algunos insisten en llamar habla coloquial. Petronio y Quevedo no se diga. La razón de este patín es que el problema no reside en el lenguaje en sí, abstraído de su contexto. Si está bien integrado con las otras partes del texto, perdura y crea sus propias posibilidades de seguir transformándo e. ¿ A poco creen que e! lenguaje no cambia nunca? También se transforma y evoluciona, como todo. Por eso a mí no me preocupa para nada lo que pongo en mis libros, porque soy consciente de su totalidad. No es conveniente usar un lenguaje anquilosado, a base de lugares comunes, hay que destruir y combatir todas esas cosas. Hay que estar perfectamente convencido de que los nombres de las cosas constituyen los términos justos, y por qué. Si no se integran en el cor:texto literario, hay qu~ plantear otro tipo de cosas, que sí se mtegren. No es excesivamente difícil advertir que unas pocas palabras bien combinadas, pueden resultar más' efectivas que una cuartilla entera. Por eso hay que explorar el lenguaje: siempre p~ede depurarse un poco más de lo que pnrnero se cree: es infinito y fascinante. Como yo creo trabajar el lenguaje de esa forma no me preocupa para' nada caer en el slcalled folklore urbano. -¿ y tus otros grandes amores -la música y el cine- cómo se han reflejado en tu obra? -Se han reflejado de una manera decisiva. Yo he comprendido que la limitación en géneros no es muy conveniente. Mientras más se etiqueta, se inventan leyes y limitan fronteras, los textos literarios se empobrecen. El cine y la música se han manifestado en mis engendros porque resultaron apropiados y adecuados para la función primordial del texto. Me permiten ver con otros ojos, integrar más puntos de vista, descubrir mayores facetas en el material que trabajo. En la actualidad ignoro si hago novelas, guiones, cuentos, piezas de teatro. No me interesa, además, si para expresarme y expresar requiero recursos cinematográficos, o musicales -ya sea en la concepción global o en la aplicación inmediata-, los empleo con todo gusto. Creo que la literatura no tiene límites como arte liberador, al margen de que pueda subdividirse y etiquetarse como ensayo, novela, relato, poema, etcétera. Para mí, si puedo reunir e integrar muchas formas de expresión, mejor: en el fondo sigo haciendo literatura. Además, no olvidemos que el cine y el rack han resultado los más eficaces medios para transmitir buenas ondas, para dar conciencia. En ese sentido, Polanski, Godarcl, Lester o Kubrick tienen la mis- ma altura que Procol Harum, Rolling Stones, Beatles. El escritor no puede ignorar esa riqueza, así como un cineasta o un músico no puede ignorar la riqueza de la literatura más viva de la actualidad. No es posible limitarse a los supuestos márgenes de la creación literaria. Por suerte, la creación literaria admite cualquier cosa, cuando su uso no es gratuito. -Tu último libro, Abolición de la propiedad, ¿se relaciona con lo anteriór? -Por supuesto. Abolición puede verse como cierto tipo de novela, pero también como obra de teatro. Y en su interior hay canciones, cine, televisión, letreros, espejos, improvisaciones de rack y otras ondas. Podrá gustar o no, pero resulta poco prudente afirmar que todas estas formas de expresión no están bien integradas con la creación literaria y por eso, al final, el libro puede ser novela o teatro, pero sobre todas las cosas es una pieza artística: en el fondo es lo importante. Eso en cuanto a los problemas relacionados con la forma; en cuanto a la profundidad, Abolición plantea momentos reales y muchos, a través de personajes vivos. No son tan sólo eventos que afectan por su relación inmediata, también afectan de manera mediata. A fin de cuentas, todo su juego de ideas es perfectamente intemporal, universal, por la sencilla razón de que pertenece a su momento, como dijera el sensacional señor John S. Brushwood. Comillas. Ésta es la literatura de cierto momento, que consigue universalidad mediante su propia conciencia de la naturaleza temporal de! momento. Abolición incluye una visión del mundo externo y una visión del mundo interno, bien fundidas. -¿ Qué escribes ahora? -Estoy trabajando en una adaptación cinematográfica. Escribo obritas de teatro que parecen cuentos. Qué más. Pienso publicar un libro dividido en lado uno (seis relatos o cosas parecidas) y lado dos (una novela de ciento sesenta cuartillas). El libro podrá ser abierto por ambos lados y naturalmente, la portada será tipo disco, con los nombres de las selecciones incluidas en vez de solapa. Y presentación simétrica para que pueda verse por ambos lados sin perder coherencia. La novela es "Dos horas de sol", pero el libro se llamará Lux externa, como el relato sobre macizos homónimo y con excusas a Lygeti. Voy a insistir en la unidad dramática del libro, que será un drama tradicional en tres actos. Habrá más títulos que en Inventando (lados, actos y textos). También tengo una novelata larga que estoy perpetrando desde hace tiempo. Tiene el título (hasta ahora) Ya sé quién eres (te he estado observando). Naturalmente es una ondísima pero no pretende ser obra maestra. Ya está algo avanzada, pero de cualquier maniobra creo terminarla en un par de años o una cosa así. 15