1 Por desgracia nuestra profesión está a la defensiva frente a la

PRIMER CONGRESO PROFESIONAL DE LOS
INGENIEROS DE MONTES
Sesión 7ª: La enseñanza forestal, investigación y nuevas
tecnologías en la profesión.
Comunicación: Renominación del temario
Autor: Bartolomé Pons Rullán. Doctor Ingeniero de
Montes
Por desgracia nuestra profesión está a la defensiva frente a la permanente intrusión de
otros profesionales en el Medio Ambiente Forestal. A mi juicio debemos actuar ya, y aún así será
tarde, en varios aspectos: por supuesto los más importantes son de contenido tanto en la
formación como en nuestras actitudes como colectivo, y a buen seguro estaremos de acuerdo en
que hay que modernizar y adaptar a la demanda social los temarios de la carrera - a la vez de
homogenizar las diferentes Escuelas.
Sin embargo, a corto plazo, hay una acción simple que es posible realizar con poco
esfuerzo y actitud positiva: la revisión del nombre de las asignaturas de los temarios
oficiales. Una acción que es complementaria a cualquier consideración de contenidos, una
acción pura y simple de marketing.
Sucede que tanto a efectos de análisis por parte de nuestros posibles futuros compañeros,
como lo que por desgracia es hoy por hoy habitual: a efectos de demandas judiciales de
intrusismo y adecuación al visado de proyectos; y a perfiles de puestos de trabajo de la
administración,... los nombres de las asignaturas, académicamente muy correctos, no están
ayudando todo lo que pudieran.
El servicio jurídico del Colegio está demandando a menudo por vía judicial, basándose
en los contenidos de la formación de cada colectivo, a las administraciones que aceptan
proyectos visados por biólogos, geólogos, geógrafos, técnicos en medio ambiente, veterinarios,
agrónomos,... o lo que es peor, a las administraciones que publican en sus catálogos de
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prerrequisitos para acceder a determinadas plazas extrícta o parcialmente forestales, por la
inclusión de otros profesionales no formados para ello o incluso excluyéndonos a nosotros.
Estamos viendo como plazas de caza y pesca, gestión de parques naturales, hidrología,... a
menudo salen abiertas a todo aquel titulado que tenga que ver con palabras como ecología,
ambiente, territorio,... y a veces sin incluir siquiera a los forestales.
Los demás se mueven rápido, y están incluyendo en sus temarios asignaturas como
Gestión de Espacios Naturales (Agrícolas), Gestión y Planificación del Medio Natural
(Geografía), Gestión de Recursos Vegetales (Biología), etc... por no hablar de que ya
prácticamente todas las carreras han incluido en sus programas oficiales: Paisajismo,
Cartografía y Fotointerpretación, Evaluación de Impacto Ambiental, Biodiversidad,... Por lo
visto a nadie le importa el contenido de las asignaturas, y si son troncales el juez en cuestión
considera incluso mejor biodiversidad a zoología, gestión del medio natural a dasometría y
ordenación forestal,... a la hora de resolver pleitos de competencia.
Tenemos un programa de estudios que data del 74, con nombres de las asignaturas que
todos entendemos bien, pero que fuera de nuestro gremio venden poco. Independientemente de
que sea o no necesario un temario más orientado a las necesidades de la sociedad de hoy particularmente creo que sí-, incluyendo como troncales asignaturas que contengan palabras
como Ecología, Biodiversidad, Sostenibilidad, Territorio,...-, lo que al menos debieramos hacer
mientras es renombrar las asignaturas actuales con nombres que la sociedad quiera escuchar.
Para ello habría que considerar varios aspectos:
1. Nos interesan los nombres comunes a las demás ingenierías, sobretodo presentes en
los primeros cursos
2. Nos interesan los nombres que hoy venden, por encima de la puridad académica, y
sobre todo por encima de una tradición que nada comercializa ya.
3. No cuesta nada alargalos si es preciso, pues a efectos formales lo que importa son el
título de las materias, no su profundidad. Es una pena, pero es así.
4. Para nada ello va en contra de las cuestiones de contenido, mucho más importantes.
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Sin cambiar de contenido, como ejemplos que expresen lo arriba referenciado, podría
proponerse cambiar nombres de asignaturas como:
Ampliación de Química Orgánica y Bioquímica por Química Orgánica,
Ambiental y Bioquímica
Análisis Instrumental por Analítica Ambiental y Contaminación
Estadística Aplicada por Estadística Ambiental y Prospectiva Natural
Topografía, Geodesia y Astronomía por Topografía, Cartografía,
Fotointerpretación y Teledetección
Metereología y Ecología Aplicada por Climatología y Ecología
Botánica, Dendrología y Geobotánica por Botánica, Geobotánica y
Biodiversidad Vegetal
Zoología por Biodiversidad Animal
Dasometría por Estadística Forestal, Dasometría y Ecomedición
Repoblaciones por Reforestación, Recuperación de Espacios Degradados
y Regeneración Vegetal
Ordenación por Gestión Forestal Sostenible
Aprovechamientos Forestales por Uso Sostenible de los Recursos
Naturales
Hidrología Superficial por Gestión de Recursos Hídricos, Hidrología Superficial,
Control de Inundaciones, Ordenación Agrohidrológica y Desertificación.
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Son sólo ejemplos que no pretenden más que aplicar los conceptos expresados de uso
del lenguaje para objetivos de marketing social, a ser tal vez planteados uno por uno por las
Escuelas, y que por supuesto ni están todos los que son, ni son todos los que están.
Pero es más, nos encaminamos, queramos o no, a la homologación de las titulaciones
europeas de ingenieria por las que seguramente los Ingenieros Técnicos pasaran a denominarse
Ingenieros y los Superiores tal vez Máster o Especialista. Es previsible que las especialidades
van a ser lo que nos distancie, y porqué no empezar a renombrarlas: ¿qué tal Ecología Aplicada
y Uso Sostenible?, o mejor: Ecología Aplicada y Ordenación del Territorio y Uso Sostenible
e Industria. No será lo mismo a efectos de venta de la profesión ser Ingeniero Forestal y Máster
en Silvopascicultura que Ingeniero del Medio Ambiente Forestal y Máster en Ecología Aplicada.
Somos técnicos y no estamos acostumbrados a plantear el lenguaje como herramienta,
pero es lo que hay, los demás lo hacen y la sociedad por suerte o no, funciona a toque de
mercadotecnia.
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