IES PINTOR JOSÉ Mª FERNÁNDEZ DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA EL TEATRO DEL SIGLO XX HASTA 1939 A principios del siglo XX seguían triunfando las formas teatrales de la comedia burguesa de tipo neorromántica y otras tendencias, entre las que destacamos dos líneas principales. Existía un teatro denominado teatro comercial, que contaba con la burguesía como público fiel y cuya finalidad era distraer sin más, sin plantear grandes conflictos morales en las obras. Frente a esta tendencia mayoritaria, surgió un tipo de teatro renovador, y por consiguiente minoritario. Su objetivo era evitar la vulgaridad del teatro comercial. Son autores como Azorín, Unamuno o Valle-Inclán los que se esfuerzan en cambiar el panorama teatral con argumentos simbólicos y elementos metafóricos. Pero el público seguía prefiriendo el teatro de masas. Además, los empresarios teatrales buscaban la rentabilidad económica y representaban las obras que más atraían al público, las comerciales. Además, los espectadores tampoco tenían la formación necesaria para entender las nuevas perspectivas teatrales. TEATRO COMERCIAL. Destacaremos a Jacinto Benavente, el teatro cómico y el teatro en verso: − JACINTO BENAVENTE: es autor de una obra caracterizada por la mesura en la composición de caracteres y situaciones y por el minucioso realismo de su puesta en escena. Suele introducir en sus obras cierta crítica o ironía superficial para denunciar de manera cordial los vicios o aspectos negativos de la burguesía y la aristocracia, precisamente las clases sociales que lo siguen. Critica al público que lo sigue pero sin ofenderlo. Sus obras destacadas son El nido ajeno y Los intereses creados. − TEATRO CÓMICO. Fue uno de los preferidos por el público, incluyendo música, canto y baile. Destacan los hermanos Álvarez Quintero, con El genio alegre. También observamos la tendencia del astracán, una técnica teatral que busca la comicidad ante todo, por encima de la verosimilitud. Es usada por Muñoz Seca, como en La venganza de don Mendo. Otra tendencia es la tragedia grotesca de Carlos Arniches (La señorita de Trévelez). − TEATRO EN VERSO. Este tipo de teatro abordó temas históricos y fantásticos, empleando metros modernistas. Eduardo Marquina fue su principal cultivador, con obras históricas que exaltaban episodios del pasado, como En Flandes se ha puesto en sol y dramas rurales. También destacan los hermanos Machado con Las adelfas. TEATRO RENOVADOR. Encontramos varios autores, entre los que destacan: -JACINTO GRAU. Su mejor obra es El señor de Pigmalión, denominada como farsa tragicómica. Obtuvo más éxito en el extranjero que en España. IES PINTOR JOSÉ Mª FERNÁNDEZ DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA -MIGUEL DE UNAMUNO. Intenta crear un teatro intelectual, basado en ideas abstractas a través del diálogo, en el cual la acción es prácticamente inexistente. En realidad, algunas de sus obras teatrales son versiones dialogadas de sus novelas y ensayos. Aparecen muy pocos personajes. Destacan Fedra, El otro y Medea. -JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN. Cultiva el teatro antirrealista, donde aparece el subconsciente y lo maravilloso. Destacan Old Spain, la trilogía Lo invisible y su obra maestra, Angelita. - RAMÓN DEL VALLE INCLÁN. Autor gallego, de vida bohemia y con dedicación absoluta a la literatura. Es uno de los mejores dramaturgos del siglo XX. La originalidad del teatro de Valle-Inclán no tiene parangón en nuestra literatura. Fue más allá de lo que permitían las convenciones estéticas de su tiempo y no se doblegó nunca a los prejuicios de los públicos o empresarios. Comienza en el simbolismo y pasa por la farsa, el teatro de marionetas, obras centradas en un ambiente rural gallego donde desfilan personajes llenos de deformidades morales y sociales (como en Comedias Bárbaras o Divinas palabras), hasta culminar en su máxima creación: EL ESPERPENTO. La técnica del esperpento consiste en deformar intencionadamente la realidad para mostrar los aspectos más rechazables de los seres humanos. Esta técnica ya estaba presente en sus obras anteriores como deformaciones esperpénticas, pero será en sus obras teatrales más famosas donde hable de “esperpento”: Los cuernos de don Friolera , Las galas del difunto, La hija del Capitán y su obra maestra, Luces de Bohemia. En esta última asistimos a la última noche de un escritor ciego y en la ruina, Max Estrella, y a su recorrido nocturno por Madrid, encontrándose con diversos personajes, hasta su posterior velatorio y muerte. Es una fuerte crítica a la sociedad de principios del siglo XX. -FEDERICO GARCÍA LORCA. Es sin duda uno de los principales autores teatrales. Presta gran atención al mundo femenino, la frustración amorosa y al amor imposible. La soledad, la muerte y el dolor son temas presentes en sus obras. Su teatro está lleno de metáforas y e imágenes simbólicas (el agua como libertad o muerte, el caballo como erotismo o portador de desgracias, la luna como muerte, etcétera). Suele combinar verso y prosa, e introduce canciones populares. Empieza con el teatro modernista, escribe también obras de técnica surrealista, pero sus grandes obras son sus tragedias rurales, centradas en el mundo femenino. La frustración es el hilo conductor de cada una de ellas. Se centra en el mundo rural apegado a las supersticiones, costumbres ancestrales, faenas de la tierra y la preocupación por “el qué dirán”. Destacan Bodas de sangre, donde una novia huye con su antiguo novio el día de su boda, enfatizando la fuerza imparable de los instintos y las pasiones; Yerma, centrada en la maternidad insatisfecha de la protagonista; y La casa de Bernarda Alba, una obra de clima opresivo y asfixiante, donde Bernarda, la autoridad de la casa, dicta a sus hijas años de luto por la muerte de su marido, lo cual traerá consecuencias funestas por el choque entre la autoridad y el deseo de libertad de sus hijas.