CONFERENCIA INAGURAL TRANSCRITA Derechos de las personas PONENTE: Javier Tamarit Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) Buenos días. Vamos a pasar a presentar al ponente fantástico que tenemos esta mañana, para inaugurar este encuentro. Unas breves líneas de presentación. A Javier Tamarit siempre le gusta que se le presente como psicólogo y de Valladolid. Entonces, es un chico de Valladolid, que hace 33 o 34 años, ya, ¿no?, que somos psicólogos, Javier Tamarit es psicólogo por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde entonces ha… Las personas con diversidades en el desarrollo, fundamentalmente autismo y discapacidad intelectual. Yo tuve el placer de conocerlo en Fundesco, allá por 1984 u 85, y compartir con él los trabajos que se hacían en España en comunicación no vocal, que llamábamos entonces. El equipo Cepri, del que él era miembro y director, se convirtió pronto en un referente de calidad en el mundo del trabajo con personas con diversidad funcional. Numerosas organizaciones están unidas a su nombre, como Aetapi, Alanda, Esaac, Inico, sólo para presentar a la persona con la que tenemos el honor de iniciar este encuentro, permitidme que os diga lo que piensan sus amigos desde Málaga de él. Javier es una persona cariñosa, cercanas, es aventurero en la geografía y en el conocimiento, con el machete en su inteligencia, abre camino en la selva de las personas diferentes, y nos descubre nuevos horizontes que guían nuestro camino. A los que nos seguimos nos trata como amigos, y así nos sentimos de él. Y luego, después, cuando acaban encuentros como éste, Javier se transforma en luciérnaga que ilumina nuestras andanzas nocturnas, y queremos que te sientas como en casa. Muchas gracias Javier. (Aplausos). D. Javier Tamarit Muchísimas gracias, esto sí que ha sido una sorpresa. Además me dan ganas de volver de vacaciones otra vez... 1 Buenos días, ya buenas casi tardes y todas y todos vosotros. Un placer y un honor, realmente que, a través de los organizadores, Mari Carmen, Carlos y todos vosotros, hayáis pensado que yo puedo compartir con vosotros este tiempo. Yo, como era un encuentro de tecnologías de bajo coste, me he traído mis cacharritos también y os cuento algunos de estos cacharritos. Antes yo haría referencia a hace muchos años, esto era el año 79 y yo tenía en ese momento un grupito de niños y niñas con importantes discapacidades del desarrollo y alteraciones en su comportamiento. Una de ellas era Ana, un bicho precioso, y yo estaba empeñado, día tras día, mañana tras mañana de que rellenara sin salirse con un color un cuadradito que le pintaba en un folio en la mesa. Y dale que te pego, yo empeñado, y dale que te pego ella en salirse claramente con su pintura del cuadradito que yo le dibujaba en el papel. Y un buen día se me ocurrió esto, una cajita de madera, me gusta el bricolaje, y con una plancha de hierro metálica, con una pila por detrás y una bombilla, y un lápiz bic que dentro tiene un cable y acaba en una punta, de tal manera que cuando esa punta toca la plancha metálica se enciende la luz. Y yo le puse ese cuadradito, en el que le decía a Ana que no se saliera, y magia, en una mañana, Ana jugueteando a salirse adrede para que se encendiera la luz, fue capaz de reconocer claramente su tarea, no salirse del 166 cuadradito, y a partir de ahí no se salió de nuevo del cuadrado que tenía que dibujar. Con toda la falta de inventiva que vais a saber que supone esto, yo le bauticé a este aparato como Cepriana, Cepri porque era donde estaba, y Ana porque era la niña para la que lo había hecho. Esto era una especie de cachivache que resultó muy útil. Ahora os cuento otros que ya conocemos es probablemente también. Cuando cogíamos un reloj de los de las tiendas de todo a cien, le quitábamos la aguja de los minutos, y por ejemplo, en vez de las horas, los números, poníamos pictogramas, y así, de alguna forma, las personas se les hacía visible el tiempo que tendrían por delante, se les daba 2 información por adelantado, sensible, para facilitar, como bien decía la secretaria general, su autonomía y su dependencia, su dependencia independencia, su participación en el entorno en el que están. Eso también, con este otro cachivache, de un avisador de cocina donde, con un pictograma partido, en este caso de una conocida marca comercial, que no voy a decir su nombre, porque están grabando y luego hay publicidad indirecta, se pone la mitad del pictograma arriba, la mitad del símbolo abajo, y cuando separa el avisador y avisador, lógicamente, conforme el tiempo va pasando, las dos partes se van juntando, cuando llega suena y así se ha dado clave clara a las personas de que el tiempo ha acabado y que viene la siguiente actividad, que en este caso es tomarse un refresco. O bien, con esto ce que es un reloj de arena, también de los de hacer un huevo duro que por el hecho de ponerle algo, como el cartoncito de un papel higiénico terminado, a la mitad, se les dice, yo les decía a los niños: cuando se acabe de ver la arena, ha acabado el tiempo. Bueno, no piense nadie que yo vengo aquí con intención de concursar en el maravilloso concurso que tenéis estos días. Simplemente me ha dado la nostalgia del tiempo, y como ya había pasado mucho tiempo digo: anda, voy a compartir también un poco los cachivaches que en algún momento también he tenido ocasión de participar con muchas compañeras y compañeros de trabajo. ¿Por qué planteo esto? Porque haciendo memoria, en lo que ha sido mi actividad con este tipo de apoyos, esenciales en mi opinión, para ayudar a la vida de las personas, a que tengan unas mejores condiciones de vida y mayor participación ciudadana, social, yo quiero representar aquí que depende mucho de la escalera mental que utilicemos para ver el sentido que tiene la utilización o la creación, en definitiva, y en el fondo, de estos que yo llamaría cachivaches. Mi escalera mental, por la que yo me imaginé en un día la cepriana y me puse a hacerlo, era ésta. Las preguntas del qué, cómo, por qué y para qué. Y mi primera pregunta era qué. ¿Qué tengo que hacer? Enseñar a Ana a no 3 salirse de un cuadradito que yo le dibujo con un rotulador en un folio en blanco, a no salirse con una pintura cuando le digo que lo rellene. ¿Y cómo lo tengo que hacer? Como lo que estoy haciendo no da resultado, se me ocurre que si se le da feedback, si tiene sistema que claramente sepa cuándo se sale y cuándo no se sale, cuando tiene información hacia atrás de la acción que está haciendo, teóricamente se supone que tendría que facilitar la tarea. Y si encima es algo motivante, muy bien, mejor. ¿Y por qué tengo que hacer eso? Hombre, porque Ana así va a hacer mejor la tarea que tiene que hacer. ¿Y para qué tengo que hacerlo? Bueno, para que Ana aprenda a no salirse del cuadradito con la pintura que yo le doy. Lo que yo voy a intentar transmitir en este tiempo de mi intervención es: debemos reconstruir la escalera mental de nuestros procesos de intervención y de apoyo, en mi opinión. Debemos hacer el cambio total a que esa escalera, donde lo que antes estaba en el último escalón de la escalera se ponga en el principio, donde ese para qué, que estaba en último lugar, se ponga en primer lugar. Y reconstruyendo así la escalera, diríamos, yo me plantearía: ¿Para qué hacer este tipo de ayudas, para qué hacer este tipo de tecnología? No da igual. Yo entiendo que a mí no me da igual, creo que no me daría igual, de hecho no me da 167 igual, el hacerlo solamente para que Ana no se salga con su pintura de un cuadradito que le dibujo en un folio, a hacerlo para que Ana tenga unas posibilidades mayores de inclusión con otros compañeros y compañeras, por ejemplo, en una escuela inclusiva. ¿Y por qué tengo que hacer esto? Pues no lo tengo que hacer porque es una limitación que tiene Ana, sino porque es un derecho que tiene Ana a tener apoyos que le quiten las barreras que sus condiciones a de capacidad o de posibilidad le han planteado. Y ahora, luego podría venir la pregunta. ¿Y cómo yo ayudo yo a hacer todo esto? Y en ese caso, también en la pregunta, ya no da igual que yo me siente o me intente pensar en una idea que puede ser mejor o peor para resolver el problema, sino que lo tendría 4 que hacer desde esta nueva escalera de proceso mental, desde una perspectiva de colaboración, como es todo lo que estáis haciendo vayáis a hacer estos días aquí, y lleváis cuatro años haciendo, modelos colaborativos, donde necesariamente las propias personas tienen que tener un lugar protagonista y esencial. Donde las propias personas tienen que ser protagonistas en el diseño de las respuestas que requieren. Y el protagonismo no viene meramente por la presencia ni por la palabra. Viene muchas veces por la presencia mental, la inclusión mental que todos los demás hagamos de esas personas en el momento que estamos diseñando, y además, también por la presencia física. La gran parte de las ocasiones, y la presencia activa. Por lo tanto, en el cómo, nos da una opción diferente de trabajo. Ya no es la profesional lo profesional, que nos metemos en nuestros despachos, con nuestras mesas, diseñamos cosas y luego las sacamos, a las necesidades que tienen las personas con toda nuestra buena intención, sino que en el cómo lo hacemos, ya en mesas redondas donde todos en igualdad y en simetría de poder generamos las mejores propuestas, las mejores ideas para dar respuesta a las necesidades que las personas plantean. Y a las necesidades que la sociedad les plantea también a las personas. Y el qué, final, desde esta nueva escalera mental, el qué sería, probablemente, una herramienta como ésa, pero también sería, como la cepriana que decía antes, pero también sería, para dar respuesta a Ana, en qué medida, qué cosas podemos hacer, qué cosas podemos diseñar o plantear para que Ana pueda acudir a una escuela con el resto de sus iguales, pueda participar activamente en el barrio y en la vecindad que tiene, y pueda construir su vida con su propio pensamiento como protagonista. Y eso es un cambio drástico en la consideración de la actividad profesional y de la actividad de apoyo, y entiendo yo también que de las políticas de apoyo y de los planteamientos de apoyo a las personas con discapacidades, en mi caso, del desarrollo, pero en cualquier otro tipo de otra discapacidad. 5 Cuando estaba preparando esto, también me parecía que todo esto tenía mucha coherencia con lo que se planteaba en la propia página web del congreso, del encuentro, donde se hacía ver que los recursos de esas tecnologías, estos productos de apoyo, son un recurso esencial para garantizar la participación de las personas, como ciudadanos de pleno derecho. Yo creo que ahí está la clave, la participación. Yo también me siento, como decía la secretaria general, muy orgulloso de un país que ha conseguido ser el primero que ratifica la Convención de Derechos de la ONU, y que está trabajando activamente para solventar todas las dificultades que existen, y ya dificultad clara y precisa es la participación. Porque es una clave y una pieza esencial de la ciudadanía. Me parece que fue también, y creo que lo hemos comentado en alguna ocasión, pero no lo sé, muy valiente también el propio Ministerio cuando diseñó, desarrolló el plan de acción actual vigente para las personas con discapacidad, y en la propia introducción puso, y escribió en negrita, las personas con discapacidad siguen teniendo un déficit grave de ciudadanía en España. Porque el mejor modo de afrontar las dificultades ésos reconocerlas, y cuando decimos que las personas con 168 discapacidad tienen un importante déficit de ciudadanía, eso tiene que dinamizar y absolutamente mover todo en la sociedad para quitar esa que podríamos llamar una lacra cultural, histórica, en nuestro contexto. Por lo tanto, el que las tecnologías de bajo coste, en este caso, sirvan para la participación, me parece que le da total sentido, no solamente que sirvan para resolver, que también, evidentemente, situaciones concretas como del ejemplo que yo decía de Ana, esa niña que yo intenté ayudar en esa época de los finales de los setenta. Claro, una de las partes esenciales que implica, y yo voy a intentar luego hablar, cuando hablamos de los derechos, es que la participación, el hecho de que las personas participemos, y participen, genera, fomenta, nutre el empoderamiento. En dos jornadas, la participación: por un lado, la participación en grupos y actividades sociales para 6 reducir el aislamiento social. Es decir, cuanto más mejoremos las condiciones y, por lo tanto, pongamos las tecnologías y los apoyos al servicio de la participación social plena de las personas en los contextos culturales en los que vivimos, socialmente o, de vecindad, local, etcétera, mejor va a ser sus posibilidades de afrontar su vida con poder para transformarla y para generar la vida que desean. Ese empoderamiento. Por lo tanto, participación en grupo y actividades sociales sería un elemento sustancial que promovería una buena tecnología orientada a las personas y al cumplimiento de sus derechos. Y ahí planteo que no deberíamos, quizá, olvidarnos, por obvio, que la participación en actividades sociales, los sentimientos de afiliación, son una necesidad psicológica humana básica. Parece que a veces solamente pensamos que las necesidades humanas vienen por el hecho de lo físico, que evidentemente tenemos que dormir una serie de horas, tenemos que comer de vez en cuando, tenemos que beber, claramente. Pero hay necesidades psicológicas básicas, sin las cuales tampoco viviríamos, de afiliación social, de percepción de autonomía e independencia, y de capacidad y competencia para afrontar el propio destino. Y eso es una necesidad psicológica básica. Y una necesidad que en gran medida, culturalmente, históricamente, en las sociedades no solamente española, sino en muchas sociedades, las personas que tienen condiciones diferentes de capacidad o limitaciones concretas, han visto cercenadas las posibilidades para tener esas necesidades psicológicas básicas. Y a veces, en sus momentos, hemos pensado que el mero apoyo y asistencia para cubrir las necesidades fisiológicas básicas, físicas básicas, era suficiente, y afortunadamente, estamos entendiendo en nuestra cultura y en nuestra sociedad que hay una necesidad básica de cualquier ser humano, que es el reconocimiento y el respeto de los demás, la valoración social, como ser humano pleno, por el resto de la sociedad. Y que eso es un derecho inalienable, y que supone la dignidad esencial de cualquier ser humano, le pase lo que le pase. 7 Por lo tanto, participación, que parece una palabra así que queda ahí, creo que tiene mucha y mucho sentido, para afrontar lo que hacemos, puntualmente, en encuentros, por ejemplo, como éste La segunda parte o la segunda pata de la participación en actividades valoradas de contribución a la comunidad. Cuando hacemos apoyos a las personas, bien sean con tecnología o no, parece que de alguna forma van siempre orientados al apoyo a sus limitaciones, a cubrir sus limitaciones, para hacerles más capaces en los ámbitos en los que tienen menos capacidad o menos competencia en ese momento. Pero vinculado muy a la limitación, a la dificultad, a la discapacidad. Estamos encontrando ejemplos muy interesantes, en mi opinión, en el ámbito que yo me muevo, en FEAPS, en personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, que ojalá hubieran sido mucho antes, pero que empiezan a emerger de una manera significativa ahora, del papel de las propias personas con discapacidad intelectual o del desarrollo como voluntarias, 169 contribuyentes al bienestar de la sociedad en su conjunto. Una mujer joven, en Navarra, cuenta cuentos de manera voluntaria, una vez a la semana, a una escuela infantil. Le encantan a los niños, y le encanta a ella. Y lleva una ayuda técnica, una tecnología de bajo coste. Se ha hecho paneles que tienen por delante los dibujos, y por detrás tiene sus pistas para que no se le olvide lo que tiene que contar del cuento, pero lo que promueve esa tecnología es una contribución social de primer orden, y una generación de poder y de competencia, y de autoestima en la persona. Personas que están ayudando, por ejemplo, a personas enfermas de cáncer, con discapacidad intelectual o del desarrollo, personas que están ayudando como voluntarias en asociaciones contra el cáncer. Es decir que desde la participación también podemos ver claramente lo que parecería obvio, pero no es tan obvio en nuestra tarea que las personas en, en mi caso, con discapacidad intelectual o del desarrollo, que tienen muchas más dificultades y barreras, en mi opinión, en el entorno, son también personas valiosas en su contribución al bienestar social, del resto de las personas. Por lo tanto, también ahí es una parte esencial de lo que podría suponerse la 8 tecnología. Todo eso que empiezo con esa participación y empoderamiento, es porque tiene mucho que ver con los derechos. Los derechos de las personas, yo diría, más allá de los ferrocarril mente ya escritos en las leyes y en la Convención de la ONU, que luego comentaré. Tiene que ver con la percepción esencial del ser humano como tal, de lo que nos hace humanos. Que no es que tengamos más capacidad intelectual, más capacidad física o más capacidad sensorial, pero lo que nos hace humanos es que los demás nos perciban y nos valoren como seres humanos plenos. Y vivamos en un contexto de justicia, de solidaridad, en donde todos nos sintamos plenamente humanos y plenos también en dignidad, y eso es lo que es ser humano. No por tener más o menos capacidad. En ese planteamiento, el empoderamiento, que se va a nutrir esencialmente también por los apoyos en cuanto a los derechos y en cuanto a la efectividad de los derechos, tiene probablemente sabéis, y en mi opinión yo lo plantearía, así como tres grandes patas. ¿Cuándo decimos que una persona tenga mayor empoderamiento o esté más empoderada? Cuando crea en ella, creo en mí; tengo confianza plena en mí; sé y puedo lograr cosas, poniendo en marcha mis recursos o los apoyos que le proporcione el contexto, la segunda pata; y la tercera, voluntad. Quiero, quiero intentarlo, quiero hacerlo y tengo derecho a ello. Una de las cuestiones que yo planteo o plantearía en mi intervención es que la mera existencia de los derechos en los marcos de leyes, de legislación, no son suficientes, como bien ha dicho la secretaria general antes, sino que se requiere también cambios culturales sustanciales en nuestras actitudes y en nuestros modelos mentales en cuanto a las personas, con discapacidad, en mi opinión, insisto, más especialmente con discapacidad intelectual o del desarrollo. Las personas que han vivido y han tenido una historia permanente, prácticamente, desde el inicio de la vida, en cuanto que no se 9 les ha fomentado la creencia en sus posibilidades, en las que se ha puesto más el foco y la mirada en las limitaciones, en las que se les han dado mensajes de: tú no puedes, no deberías hacerlo sola, quizá deberías... Todo ese tipo de cultura o biografía cincelada por ese tipo de mensajes sociales, culturales, a veces muy bien intencionados, hacen que realmente muchas personas tengan poca creencia en sus propias competencias y capacidades. Y que luego sepan y puedan poco, pero que esencialmente, en mi opinión, lo que ocurre es que llega un momento en que se sienten indefensas. Se sienten sin voluntad para conseguir cambios en su entorno. Se les ha minado esa voluntad, ese querer conseguir cosas. 170 Hablando de los derechos, me comentaba una persona, hace un tiempo, con todo esto de los derechos de la ONU, decía: mira, es muy similar o me resulta muy similar, me decía, cuando en Estados Unidos, hace muchos años, ya tenían desde hace doscientos años, o no sé cuánto, las leyes claramente en su Constitución, para … que todas las personas fueran de la raza que fueran tenían derechos esenciales. Dirección General de Tráfico decían, las personas negras, las personas de color también podían subirse en los autobuses de los blancos, de las personas blancas. Vale, tenían todos los derechos. Pero mientras las personas no creyeran en ellas, no supieran y no tuvieran voluntad de ejercerlos, no se hicieron los cambios, y un cambio sustancial fue cuando la primera mujer negra se metió en un bus blanco y se sentó en un asiento vacío, y a partir de ahí, las leyes se fueron haciendo efectivas. Y los derechos se pudieron reivindicar, y aun así, fijaos, todavía lo que queda en esos colectivos también de un alto nivel de opresión. Por lo tanto, empoderamiento, guiando un poco lo que decía, viene por participación y participación puede venir también por nuestros modelos mentales de apoyar la participación frente a centrar nuestra actividad profesional en la patología, en la limitación, en la discapacidad, que también, evidentemente, requiere apoyos. Pero centrémonos, diríamos, más en la persona, o no tanto en las discapacidades, en sino 10 en las personas plenas de las que una parte está vinculada claramente a condiciones determinadas para vivir una vida digna y a una vida plena. También diría ahí que sería muy importante, desde esta perspectiva, el empoderamiento también nuestro, como profesionales. Diyo ría, necesito creer en las personas a las que apoyo, y creo en mis posibilidades de darles respuesta. Porque si yo no confío en que tú puedas avanzar, probablemente vas a tener más difícil avanzar. Luego lo veremos. Necesito conocer, saber, qué cosas hay, herramientas y saberes para hacer bien mi trabajo. Necesito saber y poder hacer cosas, pero necesito voluntad también firme, compromiso firme de hacer bien mi trabajo. Y de hacer bien mi trabajo como profesional, si lo vinculo con lo anterior, no sería solamente construir una cepriana u otra cosa, lo cual estaría muy bien, sino reflexionar con la participación de las propias personas a las que se dirigiría, para qué, por qué, cómo y qué se quiere hacer para ayudarles para tener una vida plena, una vida feliz, y una vida en la que las propias personas tengan su propio protagonismo en el diseño de su vida por ir terminando un poco esta parte, participación, empoderamiento y sentido de la acción profesional, recordar meramente que cuando hablamos de empoderamiento, no se trataría de tener poder jerárquico, entre comillas, sobre otras personas para que otras personas hagan lo que uno diga. Eso pueden ser parcelas concretas de cualquier actividad humana o profesional, si uno tiene una jefa o un jefe que le dice X cosas, tiene poder jerárquico sobre; pero lo que se habla de empoderamiento es poder para. No es poner relacionado con aspectos de autoridad sobre otras personas. Es un poder relacionado con aspectos de responsabilidad personal, requeriríamos que toda persona, tengamos poder para diseñar nuestro propio destino, con los apoyos que requiramos. Poder para tener algo que decir en la vida que queremos tener, en la vida buena, desde el punto de vista ético, que queremos vivir. En la vida que razonablemente querríamos decir, una vida que nos merece la pena ser vivida. Porque si mi vida está diseñada y dibujada por las manos de otros, tendré muchas cosas físicas, tendré un buen techo y tendré calor en invierno, y frío en verano, lo digo adrede 11 porque aquí hace mucho frío, pero no tendré lo esencial: mi protagonismo en decisiones, en el anhelo de lo que deseo y quiero para mi vida. Por lo tanto, insisto, empoderamiento, poder sobre, no. Poder para diseñar la vida que uno quiere vivir, y que uno quiere decir: me merece la pena vivirla. Y vivirla compartida con otras 171 personas. Nosotros, en FEAPS, en el movimiento asociativo, vinculado a todo esto del empoderamiento, del realmente el ejercer de manera crucial y crítica ese papel de asumir el protagonismo de las propias personas, de lo que estamos muy lejos históricamente en el ámbito de la discapacidad intelectual y del desarrollo, frente a otras discapacidades, en que eso ya se ha ido avanzando mucho, hemos diseñado una serie de herramientas, que irían muy destinadas a nutrir, a alimentar, fomentar este empoderamiento. La autodeterminación, las competencias y apoyos para generar decisiones, elecciones, significativas, resolución de problemas, consideración y conciencia de los propios puntos fuertes y débiles de las personas. Es decir, hacer a las personas más autodeterminadas, más capaces de tomar decisiones, de elegir y de ser conscientes de sus propias competencias y limitaciones, hemos hecho un cuaderno con una serie de vídeos, está todo en la página web y está gratuito. Son recursos también gratuitos para quien los quiera. Hemos hecho también lo mismo para familiares, para ayudar a las finalidades a romper los lazos de la sobreprotección, bien intencionada pero maligna y perversa para la vida de la gente. Hemos hecho cuadernos de cómo hacer lo que llamamos y se llama planificación centrada en la persona, para que la propia persona sea la que diga lo que desea en la vida, desde el punto de vista ético, insisto, de una vida buena, y hemos hecho cuadernos de derechos. Y hemos ido aprendiendo, en la autodeterminación también participaron propias personas con discapacidad intelectual en cómo deberían ser las lecciones que se deberían aprender, pero especialmente en el de derechos, que también lo hemos hecho en colaboración con Obra Social Caja Madrid, especialmente en el de los derechos, las propias personas personalidad discapacidad intelectual han tenido un papel esencial de protagonismo desde el diseño de la propuesta del cuaderno de 12 derechos que ahora os iré explicando. Por lo tanto, vamos teniendo una serie de herramientas que podrían servir alimentar esa percepción de capacidad para afrontar y diseñar la propia vida. Derechos, autodeterminación, tanto de las familias como de las personas, planificación centrada en la persona, y contamos, cómo no, con ese apoyo que antes se decía de la convención de los derechos de la ONU. La Convención de los Derechos de la ONU supone un antes y un después histórico, no solamente en nuestro país sino en el mundo. Durante mucho tiempo, desde hace muchos años, se ha venido hablando de los derechos humanos, se ha venido hablando de los derechos de las personas con discapacidad, pero hasta hace muy poquito, hasta hace apenas cuatro años, cinco años como mucho, no se planteaba que lo que se decidiera sobre los derechos fuera de obligado cumplimiento para los estados que lo asumieran. Andrés Isabel Lozano, la secretaria general del Ministerio, decía: fuimos el primer país en ratificar la Convención de los Derechos de las Personas con discapacidad de la ONU. Y eso nos obliga, jurídicamente, como Estado, a cumplir con los derechos que pone la ONU. A diferencia de otras veces, que podrían ser orientaciones o recomendaciones a los estados para que se movieran por esa línea, lo cual también es importante, desde el momento en que hemos ratificado la Convención de la ONU, en España estamos obligados jurídicamente a cumplir con los derechos que ahí se ponen. Accesibilidad, inclusión, autodeterminación, lenguajes adecuados a las personas, según sus condiciones, por ejemplo, lenguajes y sistemas alternativos de comunicación, si se requieren; sistemas de fácil comprensión, como este fácil lectura que habéis hecho las personas del CEAPAT y del IMSERSO, de pasar a fácil comprensión, a fácil lectura, lo que es la Convención de Derechos de la ONU. Todo eso forma parte de la exigencia que todas las personas debemos tener para hacer que el Estado vaya cumpliendo con aquello 172 que hemos ratificado como Estado, como país. Por lo tanto, es una situación totalmente diferente, totalmente nueva, y que supone, como decía antes, un antes y un después 13 en nuestro planteamiento, de apoyo a los derechos y al fomento de los derechos de las personas con discapacidad, sea del tipo que sea. Especialmente, la accesibilidad es uno de Las ellos, donde por derecho las personas tienen que contar con las tecnologías de apoyo que les ayuden a construir su vida y a mejorar su participación. La participación en la vida cívica pública y privada, la participación en los contextos culturales, el hecho del voto accesible, como un derecho esencial, pero el mero hecho del voto como derecho, porque recordemos, estamos en España, con unas condiciones también de progreso social importantes, pero la Convención de Derechos de la ONU aplica a muchos y muchos países de todo el mundo donde también las condiciones son muy diferentes. Por lo tanto, el marco de derechos es un marco esencial que debe generar como el suelo o el cimiento básico para cualquier intervención. En mi opinión, de hecho, viene a decirnos que algunas cosas que hacíamos antes porque creíamos firmemente en ellas, desde la perspectiva de la ciencia y del conocimiento, ahora debemos hacerlas firmemente u por nuestro compromiso con el derecho de las personas. Antes comentabas, cuando me presentabas, el tema de cuando estábamos en Fundesco, en el comité nacional de comunicación no vocal, cuando empezábamos en el año 80, por 81, para empezar a pensar cómo hacer sistemas alternativos de comunicación, ayudas técnicas para la comunicación; entonces, nos movía un afán, vamos a decir, de conocimiento. Poníamos el conocimiento al servicio de las personas. Pero había personas, lamentablemente, sigue habiendo personas, que podían opinar que eso no iba con ellas, como profesionales. Que eso no era cosa suya, que no eran partidarios de este tipa de sistemas, por ejemplo. Desde la perspectiva de los derechos y de la ONU, hoy en día un profesional no puede decir que se niegue o que no quiere dar apoyo para que una persona utilice un sistema de comunicación alternativo, una lengua de signos, si se necesita, una serie de pictogramas, una serie de sistemas de apoyo a la comunicación y a la comprensión de su entorno. Por lo tanto, el cambio es drástico. Tú no decides ya como profesional si haces o no hagés son las leyes las que te obligan a cumplir con los 14 derechos de las personas. Por lo tanto, tú, como profesional, yo como profesional, no decido si tengo que construir o idear una tecnología. Luego me saldrá o no saldrá, es un derecho de las personas tener tecnologías de apoyo. La situación es absolutamente diferente del mapa, del escenario del territorio que teníamos antes. Bien es cierto que estamos todavía muy lejos, como antes decía, con el hecho de esta mujer negra que se sentó en el autobús, que hasta entonces solamente utilizaban los blancos, bien es cierto que estamos muy lejos, y que probablemente el cambio sustancial tiene que venir cuando todas las personas con discapacidad, empoderadas, creyendo, sabiendo y queriendo, pidan, ejerzan, reivindiquen sus derechos. Y nos los exijan a toda la sociedad, porque los derechos de las personas con discapacidad son derechos del conjunto de la sociedad, y son derechos que alimentan el bienestar social, que alimentan la cohesión social, y que alimentan el capital social. Y son derechos que van en contra de la exclusión social, y ya, cuando termine mi intervención, recordaré que una sociedad de alto nivel de exclusión social es una sociedad perversa para toda persona, tenga o no tenga discapacidad. Por lo tanto, a toda la sociedad le viene muy bien la contribución del fomento, de nutrir los derechos y de ejercer los derechos, de toda persona con discapacidad. En el ámbito de FEAPS, el proyecto que decía antes lo voy a intentar explicar muy poquito. Se ve muy poco esta diapositiva. Tenéis esto en p d f, que luego se lo dejaré 173 una organización o lo pondré aquí, como queráis: hemos hecho uno de los proyectos estratégicos, dentro de un cambio también sustancial que hemos tenido en los últimos años, uno de los proyectos estratégicos es el de los derechos. El de los derechos, pero en varios niveles, no solamente en el fomentar y luchar porque haya leyes en relación con los derechos, que también, y en colaboración con las Administraciones públicas, y con las otras organizaciones de discapacidad, a través del CERMI, y de los cermis autonómicos, sino también el cómo se ejercen los derechos luego en el ámbito de lo 15 cotidiano. En el caso de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, hay una todavía enorme distancia de lo que dicen las leyes a lo que es el día a día de las personas. Y ahí lo que planteamos son dos cosas que voy a intentar explicar un poquito. Por un lado, la guía de derechos, a la que antes me refería, una guía que hicieron las propias personas con discapacidad, y por otro lado, un proyecto que ya se ha terminado, por el cual quince personas con discapacidad intelectual o del desarrollo han tenido un curso de formación en la Universidad Autónoma de Madrid, donde se les ha formado como formadores en derechos para otras personas, con o sin discapacidad, en los derechos de las personas con discapacidad intelectual. Y tras un conjunto que creo recordar que son de ochenta y tantas horas de formación, y una serie de procesos de pilotaje práctico, y una evaluación del proyecto y del programa por la Universidad Autónoma de Madrid, hemos planteado y vemos que estas personas ya están preparadas para ir a formar a otras personas sobre lo que es el ejercicio cotidiano de los derechos. Voy primero a la primera parte, a la parte de la guía de los derechos. Esta guía se hizo con esa idea, vale. Tenemos una convención de la ONU, pero en el día a día, ¿qué está pasando? Y con el propio grupo de diseño del proyecto, donde recuerdo que había, os recuerdo que había un … importante de personas con discapacidad intelectual, se planteó preguntar a las propias personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, de centros diferentes, en este caso de Madrid, y con una serie de apoyos, utilizando materiales que luego en la propia guía están, y le pedimos permiso a Para tenerlo, gracias por dárnoslos, se les pidió que dijeran qué situaciones había en su día a día en relación a los procesos cotidianos de la gente. Levantarse, desayunar, salir a la calle, comer, ir a un centro, estar con la gente, ir a... Salieron cerca de mil frases de vulneración de situaciones cotidianas, si no de derechos, de situaciones en las que nadie diríamos que razonablemente nos gustaría tener a ninguno de nosotros o de nosotras. Desde, ¿por qué no puedo ir de la mano de mi pareja? Yo no voto, vota mi 16 madre por mí. Nunca me avisan cuando entran en mi cuarto. No tengo un sitio donde guardar las cosas, y así, una y otra y otra. Es que las familias, es que los profesionales, es que nuestras entidades de FEAPS, somos malos, y vulneramos intencionalmente los derechos? No. Las familias tienen la mejor intención en el apoyo de sus hijos, o de los miembros con discapacidad de su familia. Los profesionales en general intentan, intentamos hacerlo lo mejor que podemos, lo mejor que sabemos. Pero hay una cultura detrás, que está minando el que, aunque haya leyes que fomentan los derechos, y que avalan los derechos, luego se ejerzan en el día a día en lo cotidiano. Así se creó esa primera ficha, esa primera guía. Esa guía, que está, como digo, disponible gratuitamente en la página web de FEAPS, y que se va a hacer otra tirada ahora, esa guía tiene varios apartados, varios capítulos. Yo creo que interesantes en cuanto a lo que plantean, está hecho en un formato que intenta ser lo de más fácil comprensión, con situaciones muy claras de trabajo, de actividades, de vamos a entendernos, de formas de trabajo y de actividad para que las propias personas los utilicen. La persona destinataria de esta guía es la propia persona con discapacidad intelectual o del desarrollo, y entre otras cosas, tiene una ficha de una serie de frases críticas, digamos, 174 como 16, creo recordar, frases críticas, que suponen que, si tú testeas en su entorno, si tú compruebas en tu entorno en qué medida, con cada una de esas frases tu semáforo está bien, verde o rojo, se está vulnerando eso, te puede dar una imagen final de en qué medida el semáforo general de tus derechos está en verde, está en ámbar o está en rojo. De hecho, así se les pide a las personas y se les orienta que pueden rellenarlo como rojo o verde cada una de esas acciones, y está planteado para que la propia persona haga un ejercicio de autoevaluación de lo que es en su contexto, puede ser familiar, pero especialmente también en el de los centros y servicios, de cómo se están cumpliendo los derechos. Porque la primera cuestión, como podéis suponer, es que ni las propias personas 17 saben que eso son derechos, y que nadie tendría por qué vulnerarlos. Aunque sean cosas que se hacen sin darnos cuenta. Como hablar de las personas, y sobre cosas de ellas, sin que nos hayan dado permiso o delante de ellas, o bueno, otras muchas sutiles formas de una cultura en las que las personas no han estado nunca en un papel de personas, en singular, y han estado siempre en el papel de plural, del colectivo, de los deficientes, de los discapaces, de los, sea el término que sea. Bueno, con esta guía, entonces, tenemos una herramienta por la cual, las propias personas van analizando situaciones que ponemos de vulneración de derechos, naturales en el día a día, se les permite ver la reflexión que podrían hacer sobre ello, y se les plantea qué podrían hacer si en su caso también se está vulnerando esa situación. Cómo podrían pedir apoyo, cómo podrían resolver esa situación. Y así, y teniendo en cuenta cada uno de los derechos de la convención de la ONU de personas con discapacidad, vamos teniendo en ese cuaderno una ficha, por cada uno de esos derechos, para que las personas reflexionen, deliberen y planteen qué está pasando en relación con eso con ellos. Porque, como antes recordar, cuando hablo diferente empoderamiento, una de las cuestiones básicas del empoderamiento es saber si yo no sé qué derechos tengo, no puedo reivindicarlos ni puedo tener voluntad para hacerlo. Lo primero, saber, y ese saber va a aumentar mi confianza en que puedo luchar por ellos. Y por lo tanto, va a aumentar mi voluntad en hacer efectivo mi derecho y mi reivindicación y mi lucha por mis propios derechos. ¿Cómo explicar esta situación? ¿Qué está pasando, por qué la necesidad de algo tan, tan básico, tan, tan esencial, tan cotidiano, no se esté todavía cumpliendo en muchas personas con discapacidad? El ejercicio cotidiano, me refiero, de los derechos. ¿Cómo es posible? Después de tantos años, que llevamos luchando nosotros, en FEAPS, en el movimiento asociativo FEAPS, va a hacer cincuenta años dentro de poco, en otros colectivos, ¿cómo es posible que con tanto esfuerzo, tantos 18 recursos, tanto conocimiento profesional, las cosas sigan siendo así en el ejercicio cotidiano de los derechos? ¿Cómo es posible que tantos centros, tantos servicios, tantas cosas, y siga siendo el fallo en que yo no puedo ir con mi pareja de la mano, nadie llama a mi habitación cuando quiere entrar para pedir permiso, o cosas por el estilo? Una de las posibles respuestas, no lo sé pero que me parecen más contundentes, en los análisis que se hacen sobre los modelos culturales y sociales del apoyo o de la percepción de las personas con discapacidad, lo intento representar aquí. Estamos recorriendo un largo y complejo camino de la consideración de la persona como paciente, como minusválido, en definitiva, menos valorado, socialmente, y humanamente, a ciudadano de pleno derecho, ciudadana de pleno derecho. Nuestros programas, nuestros servicios, nuestros centros, han estado histórica y culturalmente orientados a la discapacidad. No orientados a la ciudadanía, no orientados a cada persona. Han estado orientados al límite, a la limitación, al déficit. Y estamos recorriendo un claro camino para hacer un verdadero papel de inclusión social y de 175 fomento de la plena ciudadanía de las personas. De alguna manera, nos dicen estos análisis, que en el primer momento, el poder lo tuvo el médico. En el segundo momento, el poder lo tuvo la psicóloga, el psicólogo, el trabajador social, el pedagogo, maestro, etcétera. Y tendrá que llegar un momento en el que el poder lo tenga la propia persona y su grupo querido de seres queridos, con el apoyo de los profesionales que requieran, pero el poder para lo que requieren proposición de ley los apoyos que tienen, todavía estamos lejos de que lo tengan las propias personas. Al menos, en un conjunto importante de personas con discapacidad, y especialmente, en aquellas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Por lo tanto, una de las razones por las que hay que hacer mucho esfuerzo y tener la llama de los derechos permanentemente es porque todavía, culturalmente, estamos en una concepción de las personas con discapacidad de no plenamente personas. Dicho 19 con todo respeto. Culturalmente, sigue estando la idea implícita en nuestra cultura de personas que tienen todavía que hacerse, tienen todavía que conseguir más capacidades para que puedan llegar a hacer cosas. Eso es tremendo. Muchas personas lo explican, algunas personas lo explican porque nuestra condición cultural se retrotrae dos mil años atrás a concepciones como la de Aristóteles, que fijaos que les padre de la ética y el padre de muchísimas cosas buenas y de la propia concepción del bienestar personal máximo que tenemos hoy, sigue siendo él el padre, pero también fue el padre sutilmente, de una valoración de los seres vivos, de nuestra tierra. Y donde en la escala más alta, en el escalón último de esa escalera de valoración, estaba el varón racional, inteligente. No estaba ni la mujer, no estaban ni los esclavos y no saben las personas con discapacidad. Y por lo tanto, culturalmente, nos dicen estos modelos, debemos hacer un ejercicio consciente de la situación de opresión permanente que tienen determinados colectivos, porque lo plenamente humano, culturalmente, es el varón inteligente. El valón racional. Y si hemos ido avanzando en otros muchos aspectos, o en colectivos, antes se decía en la presentación, el avance en la igualdad de género de entre sexos, en el avance en la discapacidad todavía, como se decía antes, o yo comentaba también se tiene un déficit serio de ciudadanía. Por lo tanto, esta otra cuestión, importante. Estamos hablando, en mi opinión, de un colectivo oprimido, un colectivo en condiciones de opresión, de opresión no intencionada, pero de opresión cultural e histórica. Por lo tanto, a un colectivo oprimido no le vale solamente con decir: ya tenemos derechos, porque es un colectivo indefenso como colectivo para ejercer lo que tiene. Fijaos, hay un planteamiento en esto que se hace en relación con, cuando hablamos en los ámbitos y en los centros de calidad de los servicios, hablamos de nuestros clientes, tienen que...m nosotros lo hacemos en nuestros clientes, decirnos las personas con discapacidad intelectual, tienen que participar activamente en la valoración de la calidad de los servicios, y así hemos diseñado y planteado todo el sistema de evaluación de la calidad FEAPS. Pero ojo, lo 20 que nos planteamos desde un punto de vista histórico y cultural, es que malamente puede ser alguien cliente si está oprimido. Yo, ser plenamente cliente, es cuando yo me siento con poder para hacer una queja, para luchar contra una situación en la que se vulnera un derecho, y con voz propia para poderla decir muy alto y con conocimiento para hacer lo que tenga que hacer, para hacer cumplir mis derechos como cliente. Si yo soy cautivo, de la historia y de la cultura, y yo estoy en condiciones de opresión, yo no soy un cliente. Necesito mucho más apoyo. Para mí, que todo lo que se plantea cuando yo haya indagado en lo que hace en vuestros encuentros, tendría una fortaleza enorme, sería una palanca esencial de competencia y de capacidad, para generar ese empoderamiento en las personas, si se dirigen los apoyos, las ayudas, las tecnologías, a hacer conscientes a las personas, a hacerles empoderados, ser conscientes de sus 176 derechos, ser conscientes de sus posibilidades, a hacerles creer en ellos, y urbanísticos a alimentarles la voluntad. Insisto: estamos en procesos que algunos llaman, en otros colectivos también se llama así, de lo que llamamos de la liberación cultural histórica. Ya Pablo Feire hablaba de la liberación de colectivos, y ahora se habla también de la psicología de la liberación. Hay estudios, por ejemplo, con mujeres emigrantes, en el sur de España, en el ámbito de Andalucía y de Sevilla, donde se dice: no vale simplemente con que conozcan, alrededor de la televisión y de los medios que tienen derechos. Hay que empoderar a esas personas, hay que proporcionarles apoyos, tecnologías, si me permitís, para que haya una liberación, para que haya una conquista de la libertad que, como ser humano, tiene derecho. Porque es la esencia de la plena dignidad humana. Y por lo tanto, requiere, en mi opinión, insisto, hacer esa reflexión profunda sobre en qué condiciones se está desde un punto de vista histórico y cultural. Fijaos también en los derechos, desde los modelos de calidad de vida, como el de Miguel Ángel Verdugo, una de las dimensiones es los derechos. Es decir, más allá, 21 como luego veremos, pero si no lo comento ahora, de que sea una de las patas de la ciudadanía plena, la ciudadanía plena se sustenta en tres grandes patas: la inclusión, la participación, y los derechos. La pertenencia, la participación, y los derechos. Sentirme perteneciente a un contexto, sentirme que tengo algo que ver para afectar ese entorno, participante real, y los derechos. Los derechos también es una de las dimensiones a de calidad de vida. Es decir, tenemos actualmente una parte importante de conocimiento y de evidencia científica, desde el modelo de calidad de vida, para lo que podemos hacer para hacer avanzar y nutrir los derechos. Y en el propio modelo, se nos habla de indicadores tanto a nivel micro, de la persona, como a nivel de los centros y servicios, a nivel meso, de qué indicadores podríamos tener para decir: estamos aumentando, fomentando el ejercicio de los derechos en las personas con discapacidad. Y tendríamos técnicas de mejora, fomentar el voto es una técnica de mejora. En Suecia, las asociaciones de fácil comprensión, de fácil lectura, animan y piden, y exigen, a los políticos que sus programas electorales los planteen en fácil lectura desde el inicio, y eso es válido para muchas personas. Para personas que no conocen el idioma, para personas mayores, para personas con dificultades de comprensión lectora, para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, etcétera. Reducir barreras, es lo que s hace con la tecnología. Recordar, por tanto, esa línea de relación entre tecnologías orientadas a la reducción de barreras y, por lo tanto, al aumento y a la promoción de los derechos de las personas con discapacidad. Por lo tanto, tenemos también, por un lado, decía antes, desde el análisis cultural histórico, datos para hacernos reflexionar sobre las condiciones en las que estamos, y, por lo tanto, mejorarlas, pero también, desde la ciencia, desde el conocimiento, tenemos información relevante para poder avanzar, profesionalmente, en el ejercicio y en la comprensión y en el desarrollo de los derechos de las personas con discapacidad. La situación no es buena. Antes decía la que tenemos aquí en España. En un estudio 22 en el Reino Unido, en Inglaterra, en concreto, en adultos con discapacidad intelectual, lo que ellos llaman dificultades de aprendizaje, fijaos, entre otras cosas, lo que sale: una de cada tres personas, más o menos, no tiene contacto con amigos. Una de cada tres personas se ha sentido ofendida por otros sin discapacidad, se le ha ofrecido, se le ha ejercido acoso o abuso derivado de su discapacidad por otras personas sin discapacidad. Más de uno de cada tres no tiene bastante privacidad, o la mitad tiene alguien que decide por ellos sobre cuánto gastar a la semana, aunque ganen ellos un dinero concreto. Eso en un entorno europeo, de un país con más desarrollo que el nuestro en estos ámbitos. En nuestra sociedad, también debemos ser conscientes de 177 las dificultades, insisto, que tenemos, en el nivel sutil de los derechos. No es, por tanto, en mi opinión, lo que planteará transmitir aquí también, no es por tanto que también todo lo que hagamos de sensibilización general sobre los derechos que nos asisten en la legislación, sino cómo hacemos en el nivel micro, en el nivel local, qué hago yo, Javier, en mi entorno de relación con personas con y sin discapacidad, para el reconocimiento y el ejercicio y la reivindicación plena de los derechos cotidianos de las personas con discapacidad. Porque, mientras no hagamos eso, podríamos tener años y años de laguna, entre lo que las leyes dicen y lo que en la realidad pasa. Y eso no merece la pena, no es buenu, no está bien para las personas con discapacidad, ni para la sociedad en su conjunto. Porque, insisto, que el beneficio en los derechos de las personas con discapacidad es un motor esencial, es un alimento esencial de inclusión social, de capital social, de beneficio, por lo tanto, y de bienestar social para todos. Año 1990. Una mujer con discapacidad intelectual, en en el primer libro sobre calidad de vida en discapacidad que editó también Decía: mis padres tenían un sueño para mis hermanos y hermanas, pero no para mí. Cuando hablamos de derechos, yo creo que es bueno también ser consciente de que la sociedad en su conjunto, aquí la familia, pero pongámonos todos culpables en este 23 sentido, no hemos permitido muchas veces, no hemos confiado, no hemos esperado que las personas con discapacidades tengan sueños, tengan propósitos en la vida. No, solamente tienen discapacidad. Y solamente atiendo su discapacidad. Coni Martínez, cuando dice: mis padres tenían un sueño para mis hermanos y hermanas, pero no para mí, dice a continuación: y como nadie tenía un sueño para mí, yo no fui capaz de tener un sueño mío. Tuvo que luchar mucho hasta que pude conseguir soñar por mí misma lo que quería. Eso es esencial. De poco nos servirían los derechos si las personas no tenemos sueños y propósitos en la vida. Seguiríamos en cárceles, en cárceles invisibles por mucho que las leyes, a nuestro alrededor, volaran con derechos y con ejercicio de derechos. Las primeras cuestiones, probablemente, es asegurar el derecho de todo ser humano, esencial desde el punto de vista ético, a tener un anhelo en la vida, un propósito en la vida de una vida plena y digna, y una vida que merezca la pena ser vivida. En este sentido, yo tengo aquí una foto, que le hago publicidad a mi hija porque la sacó ella, de estos dos hombres en el malecón de La Habana que se están tirando y parece que se van a caer contra las rocas, pero no, evidentemente no se caen en las rocas. Se van, se dan un buen baño. ¿Qué ocurre? Esa creencia y confianza en las posibilidades de los demás, que nos hace pensar siempre que se van a estrellar, que no pueden hacer, que nos llevan a sobreprotegerles, están minando absolutamente esa confianza y creencia de las propias personas. La sobreprotección cultural histórica de las personas con discapacidad es algo que no es anecdótico, en cuanto a sus consecuencias. Es algo que va como en la línea de flotación de las creencias y de las confianzas de las propias personas en sus posibilidades de una vida plena, en sus propósitos y en sus anhelos. Por lo tanto, hablar de derechos o hablar de tecnología implica también ser mus Champions conscientes de que las propias personas tengan el primer derecho que, como ser humano, nos corresponde. Tener algo que decir de lo que nos pase en la vida. Tener algo que decir de lo que queremos. 24 En ese sentido, como antes recordaba, dar voz a las personas y permitir la voz de las personas y escuchar la voz de las personas. Esto conocéis muy bien el mito de Pigmalión y Galatea, que se ha investigado también desde la ciencia en esto. Pigmalión era un escultor maravilloso, que hizo la escultura Galatea, le salió tan bonita, tan bella que se enamoró de so escultura, y los dioses, que fueron buenos, le permitieron que la escultura cobrara vidas o y vivieran felices. Lo que el mito viene a decir es que cuando tú pones alto entusiasmo ya confianza en algo, 178 realmente crees y confías en lo que haces, generas vida a tu alrededor. Cuando tú crees y confías en las personas, las personas puedes. Esto es se ha visto desde la perspectiva de la educación. Probablemente habrá personas aquí que lo conozcáis muy bien, aunque lo recuerdo rápidamente. El efecto Rotenthal?, dice que si a ti, que eres maestra o maestro de un grupo, te dicen, que tu grupo, el de este año, el que vas a tener a partir de septiembre, lástima, poco vas a poder hacer con ellos, yo sé que tienes buena intenvrción pero es que son los peores con mucho que han pasado por este colegio. Bueno, ya lo han intentado muchos antes, con lo cual, inténtalo tú, pero poco vas a poder hacer, ¿eh?, así que chica, chico, pasa lo mejor posible el año pero poco vas a poder hacer. Y si al otro le dicen: qué suerte has tenido, tienen los mejores alumnos que han pasado nunca por el colegio. No vas a tener que hacer nada, es que a poco que hagas es que van a salir, es que son una maravilla. Un grupo y otro grupo son iguales, pero al final, en julio de 2012, el grupo al que tú le has dicho a la maestra o al maestro que no iba a hacer nada, ese grupo ha fracasado, y el grupo al que le decías que eran muy buena gente, ese grupo ha salido para anne. Por lo tanto, para hacer el ejercicio de los derechos de las personas, quizá tengamos que reflexionar sobre el poder que tenemos desde la concepción profesional, para alimentar y nutrir la creencia y la confianza en las personas, como un factor esencial de cambio, de empoderamiento, y, por lo tanto, de ejercicio pleno del derecho. 25 Me gustó mucho esta, bueno, me encanta siempre, José Luis Sampedro, pero en esta entrevista que hizo en El País Semanal, hace poco, diciendo entre otras cosas, hablando de lo que ocurre en las sociedad y en las empresas, decía: lo importante no son esas tres palabras que ahora todo lo mandan, productividad, competitividad e innovación. En vez de productividad, decía, propongo vitalidad. En vez de competitividad, cooperación. Y frente a esa innovación que consiste en inventar cosas para venderlas, creación. Y yo, dándole vueltas a esto, me permití plantearle esas implicaciones, en la derecha, en vuestra derecha, de lo que podría ser una verdadera conciencia profesional, para centros, servicios, agencias, sistemas de servicios, que realmente se orienten en esta idea de generar confianza y creencia u en las personas, como primera base para la construcción real de la ciudadanía, y por lo tanto, para el ejercicio de los derechos. Necesitamos ser profesionales con compromiso ético. Donde toda nuestra actuación esté basada en qué medida lo que hacemos es para una vida buena de la persona, como algo esencial en la vida de las personas. Necesitamos trabajar en cualquier equipo. Antes lo decía Nati: la cuestión de trabajo en equipo en nuestro ámbito, no es una cosa bonita que nos dé por hacer a los profesionales. Sería un derecho de las personas a las que apoyamos, que nos juntemos para trabajar en equipo. Y que en ese equipo, ellos y ellas estén presentes también. Y finalmente, necesitamos una transformación continua de nuestra realidad. Yo me imagino que, cuando estéis aquí todos estos días, estáis transformando permanentemente vuestras posibilidades de apoyo a las personas y las máquinas, los materiales, las ideas que salen, son útiles en cuanto que transformen la realidad actual para, fruto de ese compromiso ético, ayudar a las personas. Fijaos qué importante, en mi opinión, también esta frase cuando decía: mi deficiencia reside en el hecho de que yo no puedo hablar. Mi discapacidad reside en el hecho de que tú no te tomas tiempo ni te molestas en aprender cómo comunicarte conmigo. Esto 26 aplicado a los derechos, es lo mismo. Si yo tengo dificultades en los derechos, es una dificultad que yo tengo, y hay que luchar por los derechos, pero ojo, tú te tienes que molestar en asegurar también que eres cómplice mío para el ejercicio de los derechos. Para aumentar mi participación, para asegurar que yo tenga una vida que yo perciba como una vida merecedora de vivir, de ser vivida. Ésa es la base ética de la 179 intervención. Y derechos y ética tienen mucho que ver. Los derechos exigen, la ética nos responsabiliza y nos compromete. Son muy parecidos, en mi opinión. La ética es el anhelo de vida realizada con y para los otros en instituciones justas. Lo que implica eso es que es ético, desde el punto de vista humano, es inherente a la dignidad humana, el sentir anhelos de vida que se hagan o se intenten hacer reales, y que se hagan en colaboración y contribución con los demás. Y por lo tanto, insisto, en lo que decía al principio de la escalera de pensamiento, que en mi opinión, desde una perspectiva de conciencia ética, de compromiso ético, y de conciencia y compromiso profesional y científico, nuestra escalera mental decía, tenemos que hacer cosas que sirvan para la vida buena, desde el punto de vista ético, para la generación de un bienestar humano, de una felicidad plena, en las personas con discapacidad intelectual. Y no solamente que tengamos una mirada miope a que sirvan para la discapacidad. Que también tienen que servir, pero insisto, la mirada ética hacia nuestra actuación profesional y la mirada ética en la relación con las personas me parece una situación clave. De hecho, yo suelo jugar con estas palabras de que a veces, todos nuestros recursos, todos nuestros apoyos, la pregunta que nos deberíamos hacer para reflexionar sobre lo que hacemos es: ¿Realmente están orientados a una vida plena en las personas? ¿O están orientados a una vida plana. Fijaos, solamente con una letra, lo que cambia. De plena a plana. Decía José Ramón Amor, en un artículo precioso sobre personas adultas con síndrome Down, decía: comercial, hablando de calidad de vida y ética, 27 cuando toda tu vida se reduce a hablar de tus molestias gástricas y a hablar del tiempo que hace, tu vida no tiene color, saber ni relieve. Tu vida es plena y no plana, en cuanto sientas que tienes proyectos y propósitos en la vida. Tienes anhelos que cumplir. Los cumplas o no. Tienes sueños. Y los demás valoran tus sueños, y si consideran que van en contra tuya, te lo dicen, y cortan bien desde el bienestar, posibilidades de sueños. Me explico: de jovencito uno puede decir: me voy a ir ma china, y los amigos le dicen, tú estás loco. Y otros le dicen: qué bien. Y llega la familia, y dice: conmigo no cuentes. Ya sacarás tu dinero. Y en ese proceso de, ante un sueño de ir a China, a lo mejor yo suelo decir, acabas yéndote a Albacete. Aquí, adrede, que es una buena ciudad. Yo vengo mucho, y es una ciudad maravillosa, o acabas yéndote a la playa, o acabas yendo a otro sitio, pero lo importante es que tú tienes sueños. Luego los cumples en todo o no. Por lo tanto, la idea de vida plena, frente a una vida plana, también tendría, o yo la plantearía sobre cómo ver las cosas y cómo plantearlas. Y otra diferencia sutil, para ir acabando. Javier Echeverría? que es experto de la Universidad de Deusto, en la cátedra de ética, y que ha sido y está siendo un apoyo esencial para FEAPS en el ámbito del camino ético, escribía en un momento: les creamos, hablando de personas con discapacidad intelectual, en el canal Down 21, les creamos un espacio a ellos y evitamos así que el espacio sea común. No nos referimos al espacio físico, que también, nos referimos a un espacio más íntimo, mucho más poderoso, porque es origen de todos los espacios que después imaginamos. El espacio mental. Tenemos la idea, dice, culturalmente, de los otros. Ellos, los que tiene discapacidad, y nosotros, los que no tenemos, en principio, discapacidad. Esa diferencia sutil de una N o a una L es también un cambio y social que está en el núcleo y en el corazón de cuando hablamos de derechos, de empoderamiento y de plena ciudadanía. Un nosotros, colectivo, porque todo ser humano, tenga lo que tenga y le pase lo que le pase, es ser humano 28 pleno en dignidad y no tiene una valoración diferente. Pero eso está metido en nuestras cabezas, como muelas mentales, culturalmente, que necesitamos quitar, necesitamos Porque están haciendo mucho daño, en las actitudes y en los modelos que nos guían en nuestra intervención, a veces sutilmente, insisto, no intencionadamente. 180 Para ello, reflexionando sobre ello, es de la manera que las podemos retirar, que las podemos ir extirpando. Para acabar, acabo con ello. Todo esto, que comento, o que planteo y que comparto, sobre la importancia de la consideración de los derechos desde la perspectiva cotidiana, en el paraguas de la perspectiva de la legislación y de la actuación social para ello, y de la reivindicación social, todo esto que va orientado hacia el empoderamiento de las personas, poder para, recordemos, construir la propia vida deseada, el anhelo de vida realizada, todo ello no puede estar separado también de un contexto social y cultural en el que nos movemos. Necesitamos modificar también, y luchadores, por el derecho de todos, de tener un contexto que motive la inclusión social. La ciencia nos dice: cuando en la sociedad las personas, los ciudadanos y ciudadanas, sus intereses, en la vida, tienen más peso, los que están movidos por motivaciones extrínsecas que las intrínsecas, tu sociedad va a ser una sociedad de exclusión social. Conforme tus ciudadanas y ciudadanos tengan más peso, las motivaciones intrínsecas, más va a haber de capital y de cohesión social para todo el mundo o. Por lo tanto, tenemos que reivindicar también procesos de cohesión social, de aumento de las motivaciones intrínsecas. ¿Cuáles son las motivaciones intrínsecas? Las que representaría yo, diría, por Mafalda. La solidaridad, el sentido de afiliación, de cohesión social con las personas, de apoyo mutuo, de sentirse parte de otros, de colaboración. ¿Cuáles son las motivaciones extrínsecas? Yo diría las de Susanita frente a Mafalda, la imagen, el prestigio el poder, el dinero. Ojo, estamos en una sociedad que sutilmente, en mi opinión, lamentablemente en muchas ocasiones, se puede ir deslizando frente a un alto cohesión social que podríamos tener en algún momento, de tal manera que 29 siempre podrías tener al lado a alguien al que pedirle un plato de sopa caliente, estamos generando una sociedad, probablemente fruto de un modo de entender la educación o un modo de entender la vida, en el que cada vez hay más señales de alerta, de motivaciones externas, extrínsecas en la vida, como las que están tomando más peso. Frente a las intrínsecas. Las personas con discapacidad intelectual, las personas con discapacidad física, con discapacidad sensorial, las personas con cualquier tipo de limitación o de condición concreta, todos nosotros, antes o después, las tendremos, esas condiciones, todos necesitamos una sociedad de alto nivel de cohesión social. Nuestra vida no puede estar metida en las paredes de los centros y los servicios. Nuestra vida se vive en la vida, y necesitamos un entorno que nos incluya, que incluya a todas las personas. Pero para todos va a ser importante, insistiría para terminar con esta idea última. Hablar de los derechos y de la reivindicación de los derechos de las personas con discapacidad, es realmente una manera de abanderar los derechos de la humanidad, los derechos de los seres humanos, que lamentablemente, en colectivos concretos, se han visto histórica y culturalmente excesivamente oprimidos. Nada más. (Aplausos). Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) Muchas gracias, Javier, porque seguro que nos has transformado un poquito. Seguro que en nuestro quehacer cotidiano intentamos que haya una sociedad con una más alta cohesión, cada uno en nuestro campo. Vamos a abrir un turno de coloquio, de debate. Animo a los asistentes y a las asistentes a participar, ya que tenemos la suerte de tener un cuarto de hora o así. Antes de que Javier tenga que marcharse para Madrid. 181 Preguntas, dudas..., ¿No hay ninguna? Empiezo yo, a ver si así se anima alguien. Javier, dentro del proceso de autogestión, ¿cómo es la participación de las finalidades en esa sobreprotección, ese cambio que estáis haciendo desde FEAPS, cómo se hace para que de verdad los padres y madres, o familiares, dejen ese espacio de poder en la vida diaria, en la vida cotidiana, en lo fácil, que a la larga es lo difícil? Ponente Una de las cosas que tenemos, como comentaba antes, es un material de formación 30 para familias sobre el sentido de la autodeterminación a y la autodeterminación u como derecho. En FAEPS hay un colectivo muy importante, de apoyo a familias, aquí en Asprona está por ahí nuestro amigo Juan que lleva los servicios de apoyo aquí en familias. Los programas de apoyo a familias también tienen entre los objetivos asegurar, por un lado el apoyo a la propia familia, pero por otro lado también la facilitación de la vida de los miembros con discapacidad, en este caso, intelectual o del desarrollo. Volvemos a lo mismo. En mi opinión, yo he tenido mucho trato con familias. Y en mi opinión ocurre también que, como cualquier otra persona, también son miembros de una cultura y de una historia, y tienen, por lo tanto, los mismos problemas. Hace poco, mi compañera Beatriz, y creo que todavía sigue colgado en la web de FEAPS UN VÍDEO, donde se refería a cómo algunas veces en los medios de comunicación, saltan denostando a la familia que han encontrado que tiene un hijo que tenían, vamos a decir, encerrado en un sitio... ¿Se han preguntado qué apoyos ha tenido esa familia? ¿Se han preguntado qué ha sentido esa familia en su contexto social? Nos pasa en otros colectivos, nos pasa en otros ámbitos. Me viene a la memoria ahora los temas de la violencia de género con la mujer, nos preguntamos socialmente todo eso? Entonces, la primera cuestión que yo creo que tenemos en Feaps, es, primero, reivindicar a la familia como propio objeto del apoyo al movimiento asociativo, y no verles solamente como orientado al apoyo de las personas. Pero después de esa consideración, sí que sabemos que, para cambiar esos modelos, esas propuestas de sobreprotección, podríamos tener alguna vía de apoyo. La primera, la participación de las propias familias en el proceso de determinar cómo hacer. Cuando nosotros hemos trabajado sobre la autodeterminación, yo suelo decir, porque me pasó, que los profesionales nos juntábamos, nos metíamos en nuestras salas, lo digo de las batas blancas, hablábamos de la autodeterminación, decíamos lo duro que era, lo difícil, hombre, cómo le vamos a enseñar a elegir a Fulanito, no sabe, no puede, tal, nos pusimos de 31 acuerdo, salimos de nuestros despachos y a las familias les dijimos: tenéis que fomentar la autodeterminación. Y las propias familias, ya sin darnos cuenta de que lo habíamos vivido hace muy poco, las propias familias decían? ¿Hombre, cómo le voy a decir a mi hijo eso? Lo que faltaba. Y nosotros íbamos en contra de las familias porque tenían las mismas actitudes que nosotros habíamos tenido dos años antes ¿Qué enseñanza sacamos de ello? Sentémonos con las mismas, pongamos en Las dificultades que tienen para el fomento de la autodeterminación, para la limitación de la sobreprotección. Hagamos ver y mostremos experiencias exitosas de familiares que promueven una vina plena, libre y con alta capacidad de decisión de las personas con discapacidad, incluso con importantes limitaciones y necesidades de apoyo. Es decir, la propia participación, la propia presencia de las familias y su conocimiento en el ámbito de la solución es ... Para el fomento de la autodeterminación, como vacuna contra la sobreprotección. Y especialmente, nos lo jugamos en mi opinión, en los ámbitos también de los más pequeñitos, la atención temprana y la educación. Porque de alguna forma, no sería de 182 recibo que Pilar, que ha nacido hoy con discapacidad del desarrollo, mañana, probablemente que la tenga, dentro de veinte años tenga la misma vida de que Pilar de hoy tiene veinte años. Tenemos que conseguir que esa niña que nace hoy y su familia tengan desde hoy orientación, no solamente como digo yo, a saber meter un pincho en un agujero, o sea haber sentarse de una manera u otra, sino orientarse a determinar elecciones en su contexto, oportunidades enriquecedoras, apoyos y capacidad y competición de la familia para afrontar una crianza especializada, etcétera, etcétera. Es decir, la otra vía que yo creo que tenemos para facilitar eso es, hagamos que desde el principio, no tengamos que deconstruir luego lo que ya ha habido, sino que desde el principio, facilitemos a las familias ese desarrollo. Me sale en educación también hablar cómo estamos luchando también en FEAPS, y así está también en la página web, que necesitamos para todas las personas, no para 32 los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, una educación diferente. Tenemos una educación diseñada por la economía, orientada a producir, y necesitamos una educación orientada a la vida, orientada a tener vidas plenas, y a ser ciudadanos de pleno derecho. Y por lo tanto, también en educación, tendríamos que hacer para alimentar también en las familias ese papel. En todo caso, las propias familias, considero, entre todas las familias me refiero, el entresacar las experiencias de personas admirables que, haciendo de tripas corazón, han permitido la autodeterminación de sus hijos, es clave. Yo recuerdo en ese momento ejemplos de familias, cómo les explican a otras familias que no tiene nada que ver que cuando se lo explica un profesional, cómo tuvo que hacer de tripas corazón para que su hijo o su hija hicieran determinadas cosas, y cómo la propia familia lo ve más cercano. Lo cual me recordaba muy a mí mismo, cuando con mi hija adolescente, yo tenía que hacer de tripas corazón cuando salía, y yo querría que se quedara en casa, pero claro, ella quería salir y salió, claro. Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) ¿Alguna pregunta? ¿Alguna aportación? ¿Alguna discrepancia? Porque está muy bien las discrepancias, sí, así hay salsita y podemos discutir. Allí. Rafa. Un momento, que llega el micrófono. Asistente Me gustaría que incidiera más un poco, quizás, por mi experiencia, creo que vamos avanzando cuando hay un cacharro que ayuda a. Y quizás, Javier podría hablarnos más, cuando hayo un cacharro en el que fijarse para que ayude, sino que son algo que no se ve, que es la actitud, que es el comportarse, el...m entonces, quizás ahí, las personas con discapacidad intelectual muchas veces, a lo mejor, van a tener ese déficit de atención o ese no reconocimiento de derechos, porque no hay una silla de ruedas, porque no hay un pulsador, para reconocer porque no hay, a lo mejor, el no centrar en el objeto esa ayuda, creo que dificulta a lo mejor el reconocimiento de esos derechos. Ponente Sí, Rafa, gracias. No sé si te entiendo. ¿Dirías o abogas que también en el ámbito de la discapacidad intelectual, también haya objetos, dices, de apoyo? 33 Asistente No. Me refiero a que a lo mejor, no necesitan tanto o no son tan visibles 183 Visibles. Esos apoyos, y eso dificulta en, como sociedad Sí, correcto, sí. Ponente Que seamos capaces de incluirlo. Sí, sí. O de incluirnos, ya sea en ámbitos educativos no ámbitos familiares, no ámbitos de vida. Sí, sí, es verdad. Son temas muy visibles, realmente, las actitudes. Yo, lo que se me ocurre, con lo que tú planteas, o lo que se me viene a la mente, es, ¿realmente puede haber mucha tecnología, si la pensamos orientada al cambio de actitudes y de modelos mentales y al propio empoderamiento, probablemente, de la persona con discapacidad intelectual. Mi pregunta sería, o lo que se me ocurre en tu planteamiento: ¿En qué medida cuando nosotros hablamos de tecnología de apoyo, hablamos de un colectivo solo de personas, y no de una cuestión de necesidades, les pase lo que les pase a las personas en cuanto a su capacidad? La tecnología blanda, la tecnología suave, puede estar en que yo, qué hago para que yo no logro abrir un bote de verdura, aunque en principio no tenga yo discapacidad física, y debería tener cómo me puedo imaginar yo como para abrir ese bote. Por lo tanto, la tecnología no estaría pensando en mi capacidad, sino en mi necesidad para. ¿En qué medida svrí pensamos en la necesidad de las personas con discapacidad intelectual, de visibilizar esas condiciones de imágenes mentales, de actitudes mentales, si pensamos en eso, vamos, pongo la mano en diez fuegos de que la gente creativa, vosotras y vosotros los primeros, y otra mucha gente, afortunadamente, en este país, podrían sacar ejemplos muy importantes para ayudar a las personas con discapacidad oficial ante esas situaciones? De hecho ya se están dando. Se dan algunas cosas, pero quizá, o lo que me suscita tu pregunta, es: es verdad. Quizá lo que estamos haciendo es, como aparentemente no necesitan el botón, estamos no intencionadamente, haciendo opaco, invisible, muchas cuestiones que están minando sus posibilidades reales de participación, de inclusión, de derechos, en definitiva. 34 Es por ahí así un poco la... Pues me parece muy interesante que pudiera haber, aparte de lo que hay ya, pero, desde esa reflexión o de esa actitud, ver cómo podemos aplicar tecnologías, y tecnologías son de todo tipo, no solamente, imagino, de alto nivel. Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) ¿Alguien más? ¿Alguna aportación? Sí, Joaquín. Asistente Escuchando la charla, me acordé de un estudio sobre el uso del teléfono móvil por las personas con discapacidad, que es sorprendido que había, yo qué sé, como el i 91 por ciento de las personas con discapacidad que tenía teléfono móvil. Pero los que no lo tenían, sobre todo en jóvenes, uno de los motivos, no había porque era muy caro, no sé qué, uno de los motivos es que no se lo compraban. Que era la cuestión ésta de que ellos no tenían decisión, no tenían capacidad para poder decidir eso, si tenían o no tenían, y uno de los motivos o las razones era ésta, que no se lo compraban. Ponente Sí, es eso... Yo también lo veo, Joaquín, como uno de esas estrellas que te dicen cómo está la situación. Ese Es que no me compran un móvil, o no me dejan un ordenador. Es que... fijaos el nivel de cautividad también de las personas, que aunque sean personas, 184 muchas de ellas, que pueden tener ingresos por un empleo aparente, o por lo que sea, no disponen luego de eso. Realmente son situaciones en, personas en situación de pobreza absoluta. Ahí, afortunadamente, ahora va cambiando, sutilmente todo eso, las personas, en el caso de discapacidad intelectual, cada vez tienen más móviles, están en redes, etcétera. Pero sigue habiendo, como tú decías antes, mucha sobreprotección. No, pero es que tengo que tener un sistema de localización para saber dónde está, porque si no tal. Es verdad que a muchas personas les viene bien esos sistemas de localización, pero no en general. Sigue habiendo una falta de creencia y de confianza en las posibilidades de las personas, y las personas, cuando nosotros les preguntábamos, en el ejercicio éste de los derechos, se les preguntaban cosas, una de las cosas que más fastidia es decir es que no creen en mí. Mi familia no cree en mí. Mis monitores no creen en mí. No me dejan intentar cosas. 35 Y cuando has hablado del tema de vamos a convertir nuestros centros en un, y vamos a considerar a los usuarios como nuestros clientes, y vamos a ver si el empoderamiento, eso se... puedan ser nuestros clientes cuando puedan reclamar sus derechos, me viene a la imagen el tema de las estructuras y las eléctricas. Es decir, somos clientes, la imagen es: son clientes cautivos de vuestros servicios, nosotros somos clientes cautivos de nuestras telefónicas y no nos podemos borrar. Y hay... Quiero decir que es una forma de vivir esa situación nosotros. Ponente Claro, pero fíjate, la situación es también de una sociedad que podemos estar adormilados para el ejercicio propio de nuestros derechos. En España no sé cuándo, hace poco, decían, es de los países en los que menos hacemos quejas cuando nos pasa algo. Pasamos. Ah, a ti te voy a volver a comprar mañana, pero no te quejas. Y si no nos quejamos, no seguimos las quejas, y probablemente a lo mejor tampoco conseguiríamos mucho con las telefónicas, pero probablemente sí, y sobre todo si lo hiciéramos muchos a la vez, mucho más. Pero fíjate qué bonita la idea que tú planteas, ojo que las cosas... forman parte de un manto cultural y social que nos atrapa a todos, ¿eh? Que no es solamente cuestión, no, es que yo no pero es que esta persona es que tenemos que ayudarle para. No, estamos en una situación realmente necesitada de todos, de mejorar eso. Lo de las telefónicas, seguro que también lo conseguiremos. Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) Sí, ¿una más? Venga, la última. Asistente Hola, buena. Yo tengo una pregunta. A lo mejor es un poco discordante a lo que has planteado. Nosotras trabajamos en un centro ocupacional y tenemos usuarios de un muy bajo nivel intelectual. Entonces a mí me parece difícil, cómo, es que me planteo cómo puedo yo… trabajar esto con estas personas. Cómo puedo empoderar a estas personas que en algunas ocasiones, no tienen una capacidad de introspección para manifestar unos deseos, unas necesidades, unas metas. Incluso alguno de ellos tiene metas que no son realistas. No sé, yo hablo a nivel personal de mi trabajo particular y 36 concreto, en el que me paree que es difícil plantear estas cosas. No sé. Si me puede apoyar algo o aportar, o... Ponente 185 Toda mi vida profesional ha sido con personas con muy grave discapacidad, intelectual, autismos, ceguera o sordera asociada, alteraciones de conducta, etcétera. Y con esas personas son las que me hicieron creer realmente que eso era posible, que el problema no estaba en ellas sino en mí. La elección para alternativas básicas, en la vida cotidiana, es propia para todos. La comunicación, aparte de ser un derecho, es posible en cualquier ser humano. Cualquier ser humano. No es un problema suyo, es un problema nuestro. Por lo tanto, fomentar la comunicación expresiva, asegurar oportunidades en el entorno para elección, generar pequeñas palancas de cambio en cuanto a elección y toma de decisiones, en el entorno, son maneras también útiles de empezar. Por ejemplo, yo siempre recuerdo la misma anécdota. Algunos la habréis oído, pero cuando yo estaba, íbamos al final del año, del curso, nos íbamos con las personas que ayudábamos, diez días, doce días, a pasarlo a un albergue, a un sitio fuera. En un año concreto que habíamos estado todo el año dale que te pego con la autodeterminación para acá, para allá, y ya éramos firmes convencidos de la autodeterminación, yo tenía tres personas a mi cargo, tres jóvenes, alguno de ellos con sordera asociada, autismo y discapacidad, otros con otros problemas, y yo me vi la primera mañana poniéndoles la ropa que se tenían que poner. Frente a darles simplemente dos alternativas para ver a cuál miraban, o cuál cogían. Asistente No, si en ese aspecto estoy de acuerdo con usted, que tenías que poner un abanico de posibilidades y que ellos decidan. Pero en el tema de metas y sueños, o de expectativas de... A eso voy, me parece más complicado. Ponente Cuando hablamos de planificación centrada en la persona surgió en los años ochenta para esas personas, que estaban encamadas, con alimentación gástrica, sin lenguaje, sin mirada, sin movimiento, y alguien como que esas personas, si pudieran, no querrían vivir ahí, rodeadas de enfermeros, enfermeras, todos los días, en las últimas alas de los 37 hospitales, y que si alguien soñara por ellas podrían decir, querrían que les diera el sol, querrían estar en una terraza, alrededor con gente que les quiera, y además tener los cuidados médicos que quieren. La experiencia que hemos tenido en relación con la planificación centrada en la persona, es, primero, debemos aumentar la comunicación de las personas. Y toda persona con discapacidad, la que tenga, tiene posibilidades de expresar sus deseos. Con lo cual, si expresa sus deseos, ya es un paso importante. Luego deberíamos aprender que no hay deseos no realistas, sino que hay deseos. Todos hemos soñado deseos inalcanzables. No minemos la posibilidad de deseos inalcanzables para las personas con discapacidad. Hay un caso muy famoso, probablemente conocerás, pero en planificación centrada en la persona, una persona con importante discapacidad decía: quiero sin médico. Ése es mi sueño. Lo que hizo su grupo de personas queridas y de su grupo de apoyo en la planificación centrada en la persona es escuchar el deseo. Y tras la escucha del deseo, claro, esto lo cuento aquí y es muy fácil, parece que es las solución como tal, pero digo como ejemplo, y lo suelo poner porque me parece muy claro, tras la escucha del deseo lo que quería era trabajar en un entorno de hospital con una bata blanca. Poder colocar fármacos con apoyos tecnológicos o lo que fuera, en un orden determinado, con bata blanca en un hospital, ése podía ser ya su sueño. Por lo tanto, también, insisto en ese empoderamiento profesional. Creo en las personas a las que doy apoyo. Quiero saber cómo ayudarles, y voy a tener voluntad de hacerlo. Ya, yo escribí en su día un artículo sobre 186 autodeterminación y personas con grave discapacidad. El autor de Autodeterminación, tiene también un capítulo del Inico, y el año que viene os animaría, u os informo a todas las personas, pero os animaría a que en las jornadas del Inico que tendrían lugar en marzo, en Salamanca, dirigidas por Miguel Ángel Verdugo, se va a tratar específicamente, además del cambio organizacional, las personas con más necesidades de apoyo, y su proceso de fomento de derechos, 38 autodeterminación, ciudadanía. Y seguro que ahí va a haber buenas alternativas. Y de hecho, un poco con lo que decía Rafa anftes entre otras personas, se está viendo la importancia que tendrían las tecnologías para el fomento de la autodeterminación en las personas con grave discapacidad. Y hay pequeños ejemplos, como tenéis, de utilidades en PDA para poder manejar lo que desea poder ordenar una serie de secuencias horarias, o como tenéis aquí, ejemplos, y apoyos que se tienen desde la fundación Miradas de apoyo, o de otras que se van avanzando en ideas que pueden ser útiles ayudar a estas personas. Pero insistiría, no lo diría a ti directamente, me lo digo, insisto a mí mismo, en mi experiencia, una de las claves está en que fomentemos el empoderamiento profesional en equipo, de que como equipo creamos, y nos comprometamos queramos, y luego, evidentemente, tendremos las dificultades de no sé cómo puedo hacer esto, no querría hacerlo mejor y no sé, pero... La primera parte es querer y creer. Gracias. (intervención fuera de micrófono.) Asistente Con muchas asociaciones que participan en agrupación de desarrollo. Entonces, oyéndote, he pensado o he sentido, la necesidad de decir que echo en falta en algunas de estas organizaciones, esa creencia, esa firmeza de que son capaces de representar a las personas con discapacidad. Esa puesta en escena, o esa intervenciones de pensamos así, somos así, queremos esto así, hablando por sí mismos y en representación de. Hay demasiado culto al poder y demasiada sumisión a ese poder. Quizás sustentado en ideas que no son del todo acertadas. Yo pienso que en estas organizaciones hay que trabajar también con decisión, la capacidad es decir que libres y de decir lo que piensan y lo que quieren, sin temor. Quería hacer esa reflexión. Ponente Sí, gracias. En nuestro caso, yo te puedo hablar de FEAPS como tal. Somos muy conscientes de que en las organizaciones también hay ese manto de descreimiento a 39 veces por la cultura y por la historia en las posibilidades de las personas, y en todo esto, y de hecho uno de los proyectos que llevamos a cabo, desde hace unos años, y que estamos ahora intentando generar, sistemas de apoyo para lograrlo, es el proyecto de transformación de centros y servicios. Tenemos otro tipo de palancas, de intención de cambio de eso, como es una escuela de formación de directivos para que tengan otra creencia diferente, puesto que son los que dirigen las asociaciones, pero va todo vinculado. Es decir, es el nivel micro, el nivel meso y el nivel macro. Las propias personas con discapacidad no tienen, o no han tenido la oportunidad de poder decir: creemos realmente en nosotros. Los profesionales tampoco hemos tenido culturalmente esa reflexión sobre necesidad de empoderarlos para cumplir en relación con el empoderamiento de las personas. Los centros y servicios venimos de una cultura de muy atrás, que nos lleva a una inercia de no cambio hacia la persona. De 187 centrarlos más en el propio servicio. Las políticas y la cultura social va a eso. Estamos intentando transformar la realidad social a todos los niveles, y eso es complejísimo. Pero ahí yo siempre me baso un poco en esa idea que alguien me dijo una vez, de ¿cómo se rompen las grandes piedras? Bueno, con una pequeña grieta, si tú metes una cosita pequeña de madera, y la mojas, hincha y va rompiendo. Entonces, trocito a trocito, grieta a grieta, hielo a hielo en la grieta, y poco a poco, esas grandes moles se pueden ir rompiendo. Es un papel activo. Yo creo que es un cambio cultural que se está dando en España y en otros países. No solamente el nuestro, pero que no debería tener marcha atrás, y donde un papel esencial lo tienen que tener las propias personas con discapacidad, en mi caso, intelectualmente y del desarrollo. Y debemos asegurar que haya las …, si lo desean, de construir sus propias asociaciones, de tener sus propios órganos de poder, y de estar representados con poder para la toma de decisiones en todos los sistemas, no solamente en su vida también. 40 En el propio proceso de dirección de FEAPS, de confederación, está ahora a punto de instaurarse un grupo que se llama grupo de apoyo a la dirección, de personas con discapacidad intelectual que den apoyo a la Dirección General de la Confederación las decisiones que se tomen. Es decir, hay que hacer muchas cosas. Y reconociendo lo que tú acabas de decir, la situación no está bien. La situación no está bien. Estamos mejor que antes, pero no está bien. Moderadora (Mª. Victoria Gallardo) Muchas gracias, nuevamente, Javier. Aquí tienes tu casa. Ponente Gracias. (Aplausos) 41