Nº 8 ISSN: (En trámite) ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS LA JURISDICCIÓN PENAL INTERNACIONAL JEANNETTE IRIGOIN BARRENE Junio, 2013 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Nº 8 Jeannette Irigoin Barrene LA JURISDICCIÓN PENAL INTERNACIONAL ©Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos © Jeannette Irigoin Barrene Registro de Propiedad Intelectual (En Trámite) junio, 2013 Serie Artículos Académicos N° 8 Publicación Digital del Departamento de Investigación • • • • Responsable Edición: Guillermo Bravo Acevedo Jefe Departamento de Investigación ANEPE Secretaria de Redacción: Loreto Correa Vera Secretario: Claudio Tapia Bazaes Diagramación Digital: Iván Canales Inostroza Derechos de autor cedidos por “Estudios de Derecho Internacional. Libro Homenaje al Profesor Hugo Llanos Mansilla. Tomo I. Editores, Hugo Ignacio Llanos Mardones y Eduardo Picand Albónico, Editorial Abeledo Perrot Legal Publishing Chile y Thomson Reuters, ISBN: 978-956-346-195-4, Santiago, 2012. pp. 441-460. . “Las opiniones vertidas en el texto que se publica en este N° de la Serie Artículos Académicos son de responsabilidad exclusiva de su autor y no comprometen a la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos ni al Departamento de Investigación, que solo actúan como editores”. 2 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene ISSN: (En trámite) Versión en Línea Autorizada su reproducción citando la fuente Citar este artículo. Formato electrónico IRIGOIN BARRENE, Jeannette. La jurisdicción penal internacional∗. Serie Artículos Académicos Nº 8 Santiago, Junio 2013, Nº de inscripción en trámite. Disponible World Wide Web: http://www.anepe.cl/investigacion/publicaciones/ (Revisado el --/--/----) RESUMEN La comunidad internacional ha estado siempre preocupada de asegurar la Paz, pero ésta no puede alcanzarse si no con la coexistencia en el nivel interno que se ve afectado por crímenes cometidos en gran escala y en forma sistemática, con la complicidad de individuos que ostentan altas posiciones en el aparato del Estado, incluso aquellos que guían las relaciones internacionales. En consecuencia, la represión de tales crímenes concierne a la comunidad internacional, en particular a los Estados más interesados en lograr la Paz y Seguridad Internacional, que después de mucho tiempo, lograron establecer el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional. Consideramos que este avance en la jurisdicción internacional ha recibido un gran aporte con la Jurisprudencia de los Tribunales Ad-Hoc creados por Naciones Unidas para las situaciones de Rwanda y la ex Yugoeslavia, que han permitido juzgar importantes criminales de guerra y sobre todo, por primera vez, a líderes políticos que han tomado decisiones en los conflictos armados. En este estudio se analizan en detalle los delitos establecidos en el Estatuto de Roma y que puede juzgar la Corte Penal Internacional: Genocidio, Crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y agresión, que logró definirse solo en 2010. Palabras clave: Jurisdicción internacional; Corte Penal Internacional; Genocidio; Crímenes de Lesa Humanidad; Crímenes de Guerra. ∗ Nota del Editor. Agradecemos al Profesor Eduardo Picand Albónico, Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, la autorización para publicar este artículo en la Serie Artículos Académicos. 3 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene INTRODUCCIÓN La comunidad internacional ha estado siempre preocupada de asegurar la Paz, pero ésta no puede alcanzarse si no con la coexistencia en el nivel interno que se ve afectado por crímenes cometidos en gran escala y en forma sistemática, con la complicidad de individuos que ostentan altas posiciones en el aparato del Estado, incluso aquellos que guían las relaciones internacionales. En consecuencia, la represión de tales crímenes concierne a la comunidad internacional, en particular a los Estados más interesados en lograr la Paz y Seguridad Internacional en oposición a los estados menos interesados e incluso, contrarios a los Estados policías, que no se preocupan del bienestar de sus pueblos. Hasta fines de la I Guerra Mundial la comunidad internacional consideraba que la represión de estos crímenes podía ser abordada por la jurisdicción interna de cada estado. Sin duda, los estados representan el "contexto natural" en el que la función punitiva puede situarse, puesto que son las únicas entidades que ostentan el poder coercitivo para la legítima administración de justicia. Aún más, "las instituciones nacionales están en mejor posición de hacer justicia, porque normalmente constituye fórum conveniens, donde tanto la prueba como el delito que se alega deben encontrarse". 1 En consecuencia, la represión de los crímenes de guerra -los crímenes más antiguos entre los crímenes que atañen a la comunidad internacionalestuvo durante mucho tiempo encargada al enemigo en tiempos de guerra, de acuerdo al principio de reciprocidad y la práctica de amnistías en los Tratados de paz. A nivel internacional, se trataba solamente de responsabilidad internacional de los estados de guerra, lo que se sancionaba con la anexión de territorios del Estado victorioso en detrimento del Estado vencido. La práctica de amnistiar los crímenes de guerra tuvo un punto de inflexión al término de la Primera Guerra mundial en que el Tratado de Versalles adjudicó la responsabilidad a los individuos, que habían cometido estos crímenes así como al crimen de agresión y estableció diversos mecanismos para sancionarlos. Pero el Tribunal especial que se crearía para procesar al Emperador alemán -un foro represivo conjunto integrado por los Aliados victoriosos y las Potencias asociadas- no llegó a ser establecido. Según el art. 228, los otros criminales de guerra alemanes serían llevados ante 1 CASSESE, A. "The statute of the lnternational Criminal Court: some preliminary reflections", 10. European Journal of International Law, 1999, p. 155. 4 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene Tribunales militares de las potencias vencedoras "no permitiendo ningún procedimiento o juicio ante un Tribunal en Alemania o en territorio de sus aliados", excluyendo en forma explícita la aplicación de ne bis in ídem. Mediante esta disposición, el Tratado de Versalles intentaba conferir a las potencias victoriosas una jurisdicción exclusiva para crímenes de guerra, imponiendo su primacía sobre la jurisdicción de Alemania y sus aliados. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA JURISDICCIÓN INTERNACIONAL La realidad de la comunidad internacional se encuentra siempre lejos de las demandas ambiciosas de ciertos Estados, en particular de los victoriosos. Alemania no cooperó en presentar a los sospechosos "A los Aliados y potencias Asociadas" como se establecía en el Tratado de Versalles. En cambio, a través de un acuerdo posterior, en 1920, se obtuvo el reconocimiento de su derecho a juzgar a estas personas. Este acuerdo fue una consecuencia natural de jurisdicciones nacionales concurrentes y, al mismo tiempo, de la dificultad, e incluso, imposibilidad de enjuiciar criminales sin la cooperación del Estado en que se cometieron los crímenes o los autores fueron detenidos. Se reconoce, en efecto, una cierta prioridad a la jurisdicción del Estado de la nacionalidad de los acusados. Los aliados y Potencias asociadas reservaron su derecho a juzgar a los acusados en sus jurisdicciones si no estaban satisfechos con la Justicia administrada en los Tribunales alemanes. Esta fue la primera formulación del principio de complementariedad en las relaciones interestatales. Fuera de la lista original de 901 sospechosos preparada por los vencedores, sólo 45 de ellos fueron presentados y solamente 20 llegaron a juicio y únicamente 13 fueron sentenciados por un período de seis meses a cuatro años. Entre todos los criminales sentenciados en Alemania, fueran o no procesados basados en dicha lista, algunos fueron dados de baja antes de cumplir con la sentencia y varios escaparon de la prisión y fueron felicitados públicamente por ello. Por lo tanto, los tribunales nacionales de los Aliados y potencias asociadas no fueron un "complemento" de los Tribunales alemanes. Esta debilidad es una de las causas de la II Guerra Mundial y sus horrores. Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, la situación fue diferente. No solamente las Fuerzas Aliadas tuvieron éxito en crear dos Tribunales militares conjuntos para juzgar a los mayores criminales de guerra, sino que también continuaron en operaciones después de la guerra con la ocupación militar conjunta en Berlín y, por un corto tiempo, de Japón y otros países vencidos o liberados. Estos dos factores permitieron la declaración que señala que "...nada en este Acuerdo prejuzga las disposiciones establecidas en la Declaración de Moscú respecto al retorno de los criminales de guerra a los países donde ellos cometieron los crímenes"2, "en el sentido que ellos deben ser juzgados y 2 Art. 4" London Agreement. 8 August 1945. 5 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene sancionados de acuerdo a las leyes de estos países liberados y de gobiernos elegidos". 3 Además, se estableció que "...nada en este Acuerdo puede prejuzgar la jurisdicción de los victoriosos y Potencias ocupantes de Tribunales establecidos o por establecerse en ningún territorio Aliado o en Alemania para el juicio de los criminales de guerra".4 Esto significa que ambos Tribunales, las jurisdicciones nacionales de las potencias ocupadas y la de los países liberados que habían escogido un gobierno libre, se encontraban en relaciones de jurisdicción concurrente, con prioridad de la jurisdicción territorial. Además, el Estatuto del Tribunal de Nuremberg, anexo al Acuerdo de Londres que establecía también la criminalización de un grupo u organización, persona juzgada por el Tribunal debe ser señalaba que ... "cualquier presentada ante un Tribunal nacional, militar o de ocupación, ...con otro delito cuyo autor sea miembro de un grupo criminal u otro tipo de organización y este Tribunal puede, después de acusarlo, imponer sobre · él una sanción independiente o adicional a la sanción impuesta por el Tribunal debido a la participación en actividades criminales de dicho grupo u organización. Así, implícitamente, se contemplaba el principio “ne bis in ídem” eliminando un posible conflicto de jurisdicción". Lamentablemente, la mayoría de los Estados descuidaron negligentemente su deber de perseguir a los autores de los crímenes nazifascistas. Numerosos de éstos permanecen sin sanción (Italia todavía no ha solucionado este problema) y es así como, de acuerdo a la lógica de la justicia del vencedor, algunos crímenes cometidos por los Aliados y entidades rebeldes que lucharon fuertemente por la liberación de sus países, permanecen impunes. Esta indiferencia continúa con los crímenes cometidos durante los pocos conflictos internacionales y los numerosos conflictos internos en el período de la Guerra Fría. Esta aproximación negativa al deber de terminar con la impunidad fue generalizada entre los países de ambos lados del mundo "dividido", a pesar de la adopción de la Convención contra el genocidio en 1948 y los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 del Derecho Internacional Humanitario. La Convención contra el Genocidio establece la obligación de suprimir el crimen de genocidio sólo en el estado territorial. Pero esta ingenua disposición puede entenderse a la luz de posteriores convenciones que insinúan la institución y competencia de un Tribunal penal Internacional. Durante el período de la Guerra Fría este viejo sueño o aspiración de la comunidad internacional parecía impracticable. Las delegaciones de los Estados en la Conferencia de Ginebra, auspiciada por el Comité Internacional de la Cruz 3 4 Statement on Atrocities, Moscow Conference, 30 october 1943, parr. 3. Art. 6° London Agreement. 6 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene Roja, consideraron que la solución debería encontrarse al establecer la responsabilidad de reprimir los crímenes de guerra en todos los Estados, de acuerdo con el principio de jurisdicción universal. Con gran optimismo, ellos creyeron que las jurisdicciones concurrentes de todos los estados parte podría resolver esta situación. Sin embargo, las normas internacionales señalan que la obligación de imponer un criterio jurisdiccional no son auto ejecutables (self-executing) en los derechos internos y se precisa de una específica incorporación para ser aplicados en el nivel nacional. Incluso algunos Estados cuyos sistemas legales se encuentran inspirados en valores humanitarios fundamentales, fallan al implementar las obligaciones de los Convenios de Ginebra en la jurisdicción territorial, así como en suprimir crímenes de guerra de acuerdo con el vínculo jurisdiccional escogido libremente en su propia legislación. En consecuencia, en lugar de un positivo conflicto de jurisdicciones entre los Estado parte, todavía se encuentran negativos conflictos de jurisdicciones, excepto por el vano intento de algunos Estados (España y Bélgica, entre otros) de aplicar la jurisdicción universal. El resultado fue la insatisfacción de algunos países amantes de la Paz y de algunas ONG que llevaban adelante el proyecto de un Tribunal penal Internacional, la que sólo se pudo lograr después de la caída del Muro de Berlín en 1989. En realidad, cuando el mundo se encontraba dividido en dos bloques antagónicos, la comunidad internacional acordó crear tribunales internacionales con competencia para conflictos interestatales y dio a Naciones Unidas un poder limitado en situaciones de emergencia que afectan la paz y seguridad normales fueron internacional. Los asuntos internos en situaciones 5 reservados a las jurisdicciones domésticas. La dividida comunidad internacional está de acuerdo en algunos valores comunes en el campo de los derechos humanos, pero sólo pocos Estados asumen en un tratado universal algunas obligaciones limitadas que permiten que individuos bajo su jurisdicción presenten u na queja en un órgano internacional en orden a proteger sus propios derechos que han sido violados por un Estado parte. Sin embargo, la confirmación que se ha violado efectivamente el derecho alegado que hace el Comité de Derechos Humanos del Protocolo al Pacto de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas, se establece sólo en un informe, en lugar de una decisión vinculante.6 5 Art. "(7) Carta ONU. El Protocolo Opcional al Pacto de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas autoriza a los individuos a reclamar ante el Comité de Derechos Humanos, siempre que éste se encuentre bajo la jurisdicción de un Estado que explícitamente ha aceptado la competencia del Comité. 6 7 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene Sólo a nivel regional, en Europa y América Latina, los Estados han aceptado la jurisdicción de una Corte Penal Internacional que tiene competencia para juzgar estos delitos: l. GENOCIDIO Es sabido que el genocidio no aparece como un crimen diferenciado de los crímenes de lesa humanidad en el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg. El genocidio recibió su identidad conceptual en virtud de la Convención sobre Prevención y Represión del Crimen de Genocidio, que adoptó la Asamblea General de Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948.7 En este texto no puede encontrarse ningún indicio de jurisdicción universal. El artículo VI señala: "Las personas acusadas de genocidio o de uno cualquiera de los actos enumerados en el artículo III, serán juzgadas por un tribunal competente del Estado en cuyo territorio el acto fue cometido, o ante la corte penal internacional que sea competente respecto a aquellas de las Partes contratantes que hayan reconocido su jurisdicción". La interpretación literal de esta disposición conduce a restringir la jurisdicción en casos de genocidio al Estado territorial o a un tribunal penal. Sin embargo, el caso Eichmann podría hacer pensar que el artículo VI tiene otro significado. Eichmann un activista nazi, fue puesto a disposición de los tribunales israelíes tras haber sido secuestrado en Argentina, país donde residía. Evidentemente Eichman discutió la jurisdicción de los tribunales que lo estaban juzgando, pero tanto el tribunal de primera como el de segunda instancia invocaron jurisdicción universal, argumentando que el art. VI se había limitado a establecer claramente un deber de persecución que incumbía al Estado territorial y no a terceros Estados. Esta interpretación fue ampliamente aceptada. Pero, si bien es cierto que el caso Eichmann suele citarse como un caso que cambió el derecho porque se habría ejercido la jurisdicción universal, también es efectivo que esa jurisdicción pudo ser ejercida por la comisión previa de actos de violación de la soberanía territorial. La disputa que se planteó a este respecto entre Argentina e Israel lo evidencia nítidamente. Pero la aceptación o rechazo de una interpretación restrictiva del art. VI no responde la pregunta de si el genocidio se sitúa o no bajo la jurisdicción 7 Resolución Nº1 260 A (III) 8 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene universal. Como se ha señalado antes, la jurisdicción universal es un derecho, una facultad que los Estados pueden o no ejercer. En ausencia de una clara indicación de la Convención, la respuesta viene dada por el derecho internacional general. Ello obliga a revisar la práctica seguida por los Estados en esta materia. Durante las primeras décadas del siglo XX, el recurso a la jurisdicción universal por los Estados fue escaso. Además del caso Eichmann, puede señalarse el caso Demjanjunk en que los tribunales de los Estados Unidos admitieron un requerimiento de Israel para extraditar a una persona a la que se le imputaba la comisión de variadas atrocidades en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. En años recientes, se han agregado otros casos en que los tribunales de ciertos Estados han admitido el principio de jurisdicción universal para el genocidio.8 Si bien es cierto que en los últimos años se han planteado más casos de aplicación del principio de jurisdicción universal, no puede sostenerse que exista una práctica generalizada en esta materia y menos aún que exista clara evidencia que se está actuando en base a la convicción de que se responde a una necesidad jurídica. La Corte Penal Internacional posee jurisdicción sobre el crimen de genocidio, pero esta jurisdicción es internacional y no universal. La interpretación que sostiene que la jurisdicción internacional de la Corte Penal asume el derecho de los Estados a ejercer la jurisdicción universal sobre la base de que los sospechosos pueden ser requeridos por cualquier Estado está lejos de ser verdad. El hecho de que no exista un deber general para los Estados de enjuiciar crímenes internacionales, conduce fuertemente a la conclusión de que la jurisdicción universal va de la mano con la jurisdicción internacional; además, y como ya hemos señalado, tampoco es sostenible que haya opinio juris en esta materia. Esta aseveración no significa que la jurisdicción universal haya precluido respecto al genocidio. Si el Estado territorial o el Estado de nacionalidad no están disponibles para la persecución, otros Estados teniendo algún grado de contacto con los hechos pueden ejercer jurisdicción y ciertamente la Corte Penal puede ejercer su competencia. 2. CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD Los crímenes de lesa humanidad aparecieron por primera vez en el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg. El artículo 6°, N° 2 c) contiene 8 Ver ILA Report 1987, pp. 428-429; 2000, p. 426 9 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene una lista de los crímenes que, en 1945, fueron considerados como crímenes de lesa humanidad, a saber: "El asesinato, el exterminio, la esclavización, la deportación y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, o persecuciones por razones políticas, raciales o religiosas, cuando tales actos son realizados o tales persecuciones se llevan a cabo en ejecución o en conexión con cualquier crimen contra la paz o cualquier crimen de guerra". En 1946, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución reafirmando el valor jurídico de los principios del acuerdo de Londres.9 Por mandato de ese mismo órgano, la Comisión de Derecho Internacional realizó una codificación de los principios de Nuremberg, manteniendo la redacción contenida en el Estatuto del Tribunal.10 Mantuvo esa aproximación cautelosa en su Proyecto de Convención sobre crímenes contra la paz y seguridad y contra la humanidad.11 A diferencia del genocidio, cuya definición ha permanecido estable en el tiempo, la definición de los crímenes de lesa humanidad ha tenido un desarrollo dinámico. La Comisión de Derecho internacional ha elaborado un nuevo proyecto de Convención sobre Crímenes contra la Paz y Seguridad y Contra la Humanidad. Este proyecto contiene en su artículo 18 una ampliación de los crímenes contra la humanidad. A los ya contemplados en el Estatuto del Tribunal de Nuremberg, esta disposición agrega la tortura, la discriminación institucionalizada por motivos raciales, étnicos o religiosos que impliquen la violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales y que produzcan un serio menoscabo para una parte de la población; la detención arbitraria; la desaparición forzosa de personas, la violación, la prostitución forzada y otras formas de abuso sexual; y otros actos inhumanos que dañan seriamente la integridad física, mental, la salud o la dignidad humana, como la mutilación y el daño corporal severo.12 El paso siguiente fue dado por el Estatuto del Tribunal Penal para la ex Yugoslavia que agrega a la lista del Estatuto de Nuremberg los crímenes de prisión, tortura y violación. Este Estatuto señala que los crímenes contempla- dos en su artículo 5°, serán perseguidos cuando ellos hayan sido perpetrados en un conflicto 9 Resolución A/95 (I) de 11 de diciembre de 1946. Ver documento en www.in.org 11 Ibídem 12 Ibídem. La traducción es de la autora. 10 10 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene armado, interno o internacional y hayan sido dirigidos contra la población civil. 13 La lista contenida en el art. 3° del Estatuto para la Corte Penal Internacional para Rwanda, es idéntica.14 La última definición de los crímenes de lesa humanidad se encuentra contenida en el Estatuto de la Corte Penal Internacional. Nuevamente la lista fue ampliada. La lista comprende, además de los crímenes contemplados en el proyecto de la Comisión de Derecho Internacional, el embarazo forzado, la esterilización forzada y el apartheid. En lo que concierne a este último, el Estatuto en vez de referirse a la discriminación institucionalizada, señala que los actos constitutivos de este delito son "los actos inhumanos de carácter similar a los mencionados en el párrafo 1 cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen".15 En el Estatuto de Nuremberg los crímenes de lesa humanidad se encontraban entre los crímenes de guerra. Esta conexión legal se mantuvo en el Estatuto de la Corte Penal para la ex Yugoslavia.16 Pero cuando se debió preparar el Estatuto para el Tribunal para Rwanda, se decidió abandonar esta vinculación, siguiendo la jurisprudencia emanada del Tribunal para la ex Yugoslavia. En el Estatuto de Roma los crímenes de lesa humanidad, aparecen regulados de manera independiente al genocidio y a los crímenes de guerra. En relación a los crímenes de lesa humanidad se plantean dos problemas diferentes. Uno es el relativo a si la responsabilidad criminal individual existe para todos los crímenes contenidos en la lista. Mientras los actos contenidos en la lista del Estatuto de Nuremberg no plantean problemas, los actos contenidos en las listas del Proyecto de Código y del Estatuto de Roma exigen el examen de las distintas ofensas. La otra cuestión que aparece es si todas las ofensas contempladas como crímenes contra la humanidad caen dentro del principio de jurisdicción universal. La respuesta a esta pregunta viene dada por la determinación de si existe una regla general de derecho que confiera a todos estos crímenes la calidad de crímenes contra la humanidad. Para elaborar esa respuesta podría efectuarse 13 Roberts, Adam, Guelef, Richard. Documents on The Laws of War, 3ª ed. Oxford, University Press, 2000, p. 570. 14 Ibídem., p. 618. 15 Art. 7º Nº 2 h) Del Estatuto. El párrafo 1 de este artículo se refiere a las figuras de asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; tortura; persecución de grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos. raciales. Nacionales, étnicos, culturales, religiosos; de género; desaparición forzada de personas. 16 Sentencia de la Cámara de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia recaída en el caso Tadic, 2 de octubre de 1995, Internacional Legal Materials 35, 1996,pp. 32-72. 11 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene una división entre aquellos crímenes que están contenidos en todas las listas elaboradas desde el Tribunal de Nuremberg hasta la contenida en el Estatuto de Roma. Si se consideran aquellas ofensas que han sido contempladas en todas ellas, podría concluirse que este conjunto de crímenes que conducen a la responsabilidad individual integran una norma de derecho internacional general. Sin embargo, esta aseveración enfrenta una seria objeción: No basta que estos crímenes estén contemplados en varios instrumentos internacionales. El surgimiento de una norma de derecho internacional general, requiere necesariamente que los Estados ajusten a ella su conducta de manera general unido a la convicción de que conforma a lo que equivale a una obligación jurídica. Ya hemos señalado que la práctica revela que los Estados en pocas ocasiones han consagrado en su legislación el principio de jurisdicción universal o han dictado fallos en su aplicación. Quizás sí estas ofensas estuvieran contempladas en un tratado de carácter multilateral general podría estimarse que éstas han constituido un primer paso en la generación de una norma de derecho internacional general; que se ha producido lo que el profesor Jiménez de Aréchaga llamaba el efecto generador de los tratados sobre la costumbre.17 El Estatuto de Nuremberg emana de un tratado celebrado entre cuatro Estados (Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido y Francia) al que adhirieron 19 estados más. Los tribunales penales de Yugoslavia y Ruanda, por su parte, fueron creados mediante una resolución del Consejo de Seguridad, órgano político de Naciones Unidas. Ciertamente, todos estos instrumentos han constituido un aporte al derecho internacional, pero de la inclusión en ellos de ciertos crímenes no puede derivarse que exista una norma de derecho internacional general que consagre esas ofensas. En lo que respecta al segundo grupo de ofensas, aquellas que han sido incorporadas en los Estatutos de los Tribunales Penales para la ex Yugoslavia y Ruanda, (tortura, violación y prisión), podría considerarse que ellas entran en los "actos inhumanos de extrema gravedad" a que hace referencia el Estatuto del Tribunal de Nuremberg y que, por ende, cabrían dentro de la misma norma consuetudinaria. Sin embargo, aun cuando se estimara que no constituyen ofensas nuevas, lo que es cuestionable, no puede aceptarse que integren una norma de derecho internacional general por las razones ya indicadas. En lo que concierne a la tortura, ninguno de los jueces que sobre ella se pronunció en el caso Pinochet, rechazó la aseveración de que la tortura constituía 17 JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, Eduardo, "Intemational Law in the Past Third of a Century", Recueil des cours, Vol. 1, 1978, pp. 14 y ss. El efecto generado de un tratado sobre una costumbre consiste en que una vez consagrada una norma en un tratado, los Estados comienzan a comportarse de conformidad a ella. 12 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene un crimen internacional. Sin embargo, se plantearon discrepancias en relación a cuestiones no menores. Así, Lord Goff of Chievely indicó que en todo caso hasta antes de 1989 el crimen de tortura estaba incluido en los crímenes de guerra y no era, en cuanto tal, calificable como crimen de lesa humanidad.18 Se constata, entonces, que en el último tiempo se ha producido un cambio en la materia y que hoy puede sostenerse que "el sistemático uso de la tortura en gran escala y como un instrumento de política de Estado" constituye un crimen internacional y que los actos de tortura de carácter individual, aislados, están cubiertos por la Convención sobre la Tortura de Naciones Unidas, pero no entran en la categoría de crímenes de lesa humanidad según el derecho internacional general. Sin embargo, Lord Phillips of Worth Matravers señaló que la jurisdicción universal fue normalmente introducida en convenciones específicas, pero no de manera general para amplias categorías de crímenes como los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad. En tales casos, dice él, los Estados prefieren llegar a un acuerdo sobre la creación de tribunales internacionales. Esta opinión es contradicha por otros autores que sostienen que la jurisdicción universal existe para todos los crímenes de lesa humanidad. 19 En lo que concierne a los distintos crímenes que involucran violencia sexual, y que han sido incorporados tanto en los Estatutos de los Tribunales Penales para la ex Yugoslavia y para Ruanda y, más recientemente, en el Estatuto de la Corte Penal Internacional caben las mismas reflexiones efectuadas para los otros crímenes. Nadie duda que la violación, la prostitución forzada, el embarazo forzado, constituyan ofensas que dañan la integridad y dignidad de las personas y que estos crímenes deben ser castigados. Sin embargo, una cuestión diferente es afirmar que estos crímenes constituyen, hoy por hoy, crímenes perseguibles en Virtud del principio de jurisdicción u n i versal. Lo cierto es que su inclusión en el Estatuto de Roma los ha sometido por vez primera a una jurisdicción internacional de carácter permanente. El que el día de mañana esas ofensas pasen a integrar el grupo de crímenes perseguibles en aplicación del principio de jurisdicción universal dependerá de si las legislaciones de los Estados así como las sentencias dictadas por sus órganos judiciales aplican ese principio a estas ofensas. En este sentido, el carácter del Estatuto, un tratado de carácter multilateral general, unido al significativo número de Estados ratificantes (92 a la fecha) podría 18 International Legal Materials 38, 1999, pp. 595 a 599. BASSIOUNI, Cherif,op.cit.,p.119;CASSESE,Antonio, International Law, Oxford,2001; JOYNER, Christopher, op.cit., p.42;Juez Koroma, opinión disidente en Corte Internacional de Justicia, Arrest Warrant de abril de 2000, párrafo 9. 13 19 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene constituir un paso en la construcción de una regla consuetudinaria que incluyera estas ofensas en el principio de jurisdicción universal. En este proceso será relevante el comportamiento que la Corte Penal asuma frente a la comisión de esos crímenes. Lo anterior es aplicable también al crimen de desaparición forzada de personas, a la transferencia forzada de población, al apartheid. La jurisdicción universal, entonces, no está excluida como opción. Sin embargo, la jurisdicción internacional se ha erigido como una alternativa más viable y justificada. Si un Estado no está dispuesto a aceptar que otro Estado vaya a ejercer jurisdicción en su lugar, éste podría aceptar que un tribunal internacional lo haga, Se trata entonces de una distribución de jurisdicción entre el derecho internacional y el derecho interno. 3. CRÍMENES DE GUERRA De acuerdo a lo establecido en la cláusula común de los cuatro Convenios de Ginebra,20 los Estados no sólo tienen el derecho sino que también la obligación de perseguir las infracciones graves. Así, esas disposiciones indican que: "Cada una de las Partes Contratantes tendrá la obligación de buscar a las personas acusadas de haber cometido, u ordenado cometer, cualquiera de las infracciones graves, y deberá hacerlas comparecer ante los propios tribunales, sea cual fuere su nacionalidad. Podrá también, si lo prefiere, y según las disposiciones previstas en la propia legislación, entregarlas para que sean juzgadas por la otra Parte Contratante interesada, si ésta ha formulado contra ellas cargos suficientes". El ámbito ratione materiae de las violaciones graves de las cuatro Convenios de Ginebra fue ampliado por el artículo 58 del protocolo Adicional I de 1977. Las violaciones al derecho internacional humanitario pueden agruparse en cuatros categorías diferentes atendiendo a su grado de intensidad. El nivel más bajo está integrado por las reglas de derecho humanitario que no califican como violaciones graves. El segundo nivel está compuesto por las violaciones identificadas como graves. En el tercer nivel se encontrarían aquellas ofensas a las que puede aplicarse el criterio establecido en el artículo 8° del Estatuto de 20 Artículos 49, 50, 129, 146 de los Convenios de Ginebra. 14 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene Roma, esto es, crímenes de guerra "cometidos como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes".21 En el Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, el artículo 4° 22 introduce una cuarta categoría, que carece de calificación y que tendría como base común los artículos 23 a 28 de las regulaciones relativas al derecho y costumbres de la guerra terrestre. Una primera pregunta que surge es cuál o cuáles de estas categorías forman parte de una regla consuetudinaria. Es claro que las simples violaciones al derecho internacional humanitario no afectan las bases del orden legal internacional y que corresponde a los Estados directamente involucrados tomar las medidas necesarias de represión. No hay práctica que permita sostener lo contrario. Respecto a las cláusulas relativas a las violaciones graves en los cuatro Convenios de Ginebra, es relevante determinar si existe tras ellas una norma de derecho internacional general. Si bien los Cuatro Convenios de Ginebra reúnen un importante número de ratificaciones, esto no es Suficiente para señalar que se habría originado una norma consuetudinaria. No hay un tránsito automático desde una convención ampliamente ratificada a la norma de derecho consuetudinario, siendo necesario que otros elementos deban intervenir para arribar a ese resultado. En este sentido la práctica de los Estados tiene un papel decisivo. Existe un importante grupo de Estados que se ha abstenido de ejercer jurisdicción universal en esta materia. Por otra parte, si bien el Protocolo Adicional I cuenta en la actualidad con 159 Estados ratificantes dentro de los cuales se encuentran las de Reino Unido y Francia (21 de enero de 1998 y 11 de abril de 2001, respectivamente) aún existe un importante grupo de Estados que permanecen fuera de este acuerdo. Así, Estados Unidos sigue estando al margen de las normas contenidas en el Protocolo, así como un grupo de importantes Estados: India, Indonesia, Irán, Israel y Pakistán. Por lo tanto, la inclusión de estos crímenes en el Estatuto de Roma no puede implicar la aceptación de la jurisdicción universal como corolario de un sistema centralizado de persecución introducido en el Estatuto. La lista de los crímenes de guerra incluye también a las ofensas cometidas en conflictos armados internos. Los Convenios de Ginebra, si bien aplican algunas de sus protecciones a los conflictos internos, reservan la 21 Art. 8º Nº 1 del Estatuto Estatuto de Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, art. 4º. Internacional Legal Materials. 32.1993, p. 1172. 22 15 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene responsabilidad criminal para algunas violaciones de estos Standard. Los Tribunales para la ex Yugoslavia y Ruanda, seguidos por el Estatuto de Roma, han continuado por esa senda, tanto por medio de desarrollos conceptuales como por una ampliación de la lista. No hay evidencia que demuestre que los Estados, han perseguido las violaciones graves cometidas en un conflicto interno acaecido en un determinado Estado. Por el contrario, la práctica indicaría que las mismas naciones tienen la voz decisiva en la determinación de la manera de enfrentar un cataclismo nacional. Permitir a un tribunal de un tercer Estado intervenir en estos procesos podría tener efectos nocivos. Prevalece, entonces, el principio de libre determinación. Esta conclusión aparece confirmada por el artículo 6° (5) del Protocolo II que establece: "A la cesación de hostilidades, las autoridades en el poder procurarán conceder la amnistía más amplia posible a las personas que hayan tomado parte en el conflicto armado o que se encuentren privadas de libertad, internadas o detenidas por motivos relacionados con el conflicto armado". El artículo 6° refleja entonces la necesidad de rec onstruir una sociedad afectada por un conflicto interno y de que esa sociedad encuentre nuevas formas de entendimiento tras un quiebre de su cohesión interna. Ello conduce a la afirmación de que los terceros Estados no interfieran en los procesos de reacomodación que deban darse en esas sociedades. 4. EL CRIMEN DE AGRESIÓN Y LA CORTE INTERNACIONAL PENAL En la ciudad de Kampala, Uganda, entre el 31 de mayo y el 11 de junio de 201O se desarrolló la Conferencia para Revisión del Estatuto de Roma, constituida por los Estados Parte en la Corte Internacional Penal, que acordaron después de intensas discusiones, enmendar el Estatuto con el objeto de definir, de común acuerdo, lo que debe entenderse por delito de AGRESIÓN y los requisitos necesarios que se configuren para que la Corte Internacional penal tenga competencia para juzgarlo. Aun cuando el Crimen de Agresión estaba consagrado en el art. 5° del Estatuto de Roma desde que la Corte se creó en 1998, no fue posible que los Estados Parte presentes en esa Conferencia se pusieran de acuerdo para 16 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene definirlo y activar la jurisdicción de la Corte, como si lo lograron con los delitos de Genocidio, Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad. Pero, como dice Víctor Hugo, "... existen ideas cuyo tiempo ha llegado..." y fue en esta ocasión, y la última noche de la Conferencia que se logró definirlo: "Una persona comete un 'crimen de agresión' cuando, estando en condiciones de controlar o dirigir efectivamente la acción política p militar de un Estado, dicha persona planifica, prepara, inicia o realiza un acto de agresión que por sus características, gravedad y escala constituya una violación manifiesta de la Carta de las Naciones Unidas. Por “acto de agresión” se entenderá el uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con la Carta de Naciones Unidas”. En consecuencia, el crimen de agresión se conoce como el uso de la fuerza que de forma manifiesta rompe con los Estatutos de Naciones Unidas y esto incluye una invasión, bombardeo, bloqueo o que un país permita a otro Estado usar sus territorios para atacar a un tercer Estado. El antecedente que se tuvo a la vista para definir la agresión fue la Resolución N°3.314 (XXIX) de la Asamblea General de Naciones Unidas de 14 de diciembre de 1974 que indica que cualquiera de los actos siguientes, independientemente de que haya o no declaración de guerra, se caracterizarán como actos de agresión: a) La invasión o el ataque por las fuerzas armadas de un Estado del territorio de otro Estado, o toda ocupación militar, aún temporal, que resulte de dicha invasión o ataque, o toda anexión, mediante el uso de la fuerza, del territorio de otro Estado o de parte de él; b) el bombardeo, por las fuerzas armadas de un Estado, del territorio de otro Estado o el empleo de cualesquiera armas por un Estado contra el territorio de otro Estado; c) el bloqueo de los puertos o de las costas de un Estado por las fuerzas armadas de otro Estado; 17 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene d) el ataque por las fuerzas armadas de un Estado contra las fuerzas armadas terrestres, navales o aéreas de otro Estado o contra su flota mercante o aérea; e) la utilización de fuerzas armadas de un Estado, que se encuentra en el territorio de otro Estado con el acuerdo del Estado receptor, en violación de las condiciones establecidas en el acuerdo o toda prolongación de su presencia en dicho territorio después de terminado el acuerdo; f) la acción de un Estado que permite que su territorio, que ha puesto a disposición de otro Estado, sea utilizado por ese otro Estado para perpetrar un acto de agresión contra un tercer Estado; g) el envío por un Estado, o en su nombre, de bandas armadas, grupos irregulares o mercenarios que lleven a cabo actos de fuerza armada contra otro Estado de tal gravedad que sean equiparables a los actos antes enumerados, El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas deberá solicitar una investigación como primera opción, pero también los Estados Parte y el Fiscal de la Corte Penal podrán iniciar investigaciones en caso de agresión. Pero si el Consejo de Seguridad no actúa, el Fiscal debe iniciar la investigación, a solicitud de la Corte o de un Estado miembro. a) Sin embargo, se ha consagrado también la posibilidad que el Consejo de Seguridad bloquee la investigación de la Fiscalía, lo cual es posible si aprueba una resolución que debe ser renovada anualmente, o su sustancial participación en dichos actos. De acuerdo con esta definición, el Consejo de Además, el delito de agresión sólo procede y podrá juzgarse contra nacionales de los Estados que han aceptado la jurisdicción de la Corte Penal Internacional. El acuerdo de Kampala incluye una cláusula de revisión, lo que retrasa su entrada en vigor hasta que 2/3 de los Estados parte garanticen su aprobación formal después de enero de 2017. 18 Nº 8 LA JURISDICCION PENAL INTERNACIONAL Jeannette Irigoin Barrene El acuerdo alcanzado protegerá también a países que no son miembros, tales como Estados Unidos, China y Rusia (que fueron muy activos en esta Conferencia), de ser investigados y también incluye una "cláusula de exclusión" que ha sido muy criticada por organizaciones No gubernamentales y varios delegados de diferentes países. En resumen, es un avance el consagrar el crimen de agresión pero presenta enormes limitaciones para su puesta en vigor: que 30 Estados hayan ratificado la enmienda, que entrará a regir en 2017 cuando 2/3 de los Estados parte así lo hayan convenido, un tema complejo y que significa una muestra del juego de poder internacional en etapa de globalización. CONSIDERACIONES FINALES Como se puede apreciar, este tema de la jurisdicción penal internacional ha evolucionado y se ha desarrollado en gran medida con la consagración del Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional, pero su importancia y trascendencia venía desarrollándose en el tiempo como una preocupación importante del Derecho Penal Internacional. Consideramos que este avance en la jurisdicción internacional ha recibido un gran aporte con la Jurisprudencia de los Tribunales Ad-Hoc creados por Naciones Unidas para las situaciones de Ruanda y la ex Yugoeslavia, que han permitido juzgar importantes criminales de guerra y sobre todo, por primera vez, a líderes políticos que han tomado decisiones en los conflictos armados. 19