Buenos Aires, VISTO Y CONSIDERANDO: En la Ciudad de Buenos Aires reunidos los integrantes de la Sala VI a fin de considerar los recursos deducidos en autos y para dictar sentencia definitiva en estas actuaciones, practicando el sorteo pertinente, proceden a expedirse en el orden de votación y de acuerdo con los fundamentos que se exponen a continuación. EL DOCTOR JUAN CARLOS FERNANDEZ MADRID DIJO: De acuerdo a lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a fojas 467 en razón de que "las cuestiones traídas a conocimiento de esta Corte guardan sustancial analogía con las tratadas resueltas en la causa G.1188.XL "Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires c. Escotorin, Ulises Pablo", sentencia del 7 de septiembre de 2010, a cuyas consideraciones y conclusiones corresponde remitir, en lo pertinente, por razones de brevedad. En la causa citada, el alto Tribunal dijo: 1º) Que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires solicitó el levantamiento de la garantía de estabilidad gremial que amparaba al agente demandado a fin de imponer la sanción de cesantía por haber "percibido sumas de dinero en forma reiterada, por medio de acreditaciones bancarias (código 086) sin justificación alguna durante el período objeto del Informe Especial [...] confeccionado por la Sindicatura General de la Ciudad" Al respecto, señaló que las mencionadas actuaciones daban cuenta de que durante un lapso considerable hubo irregularidades en los pagos efectuados a un grupo de agentes en concepto de devolución de "cuotas pagadas en exceso sobre préstamos personales otorgados por el Banco Ciudad de Buenos Aires". Añadió que ello fue el fruto de una "maniobra" consistente en liquidar por "planillas complementarias" sumas superiores a las que habían sido devueltas por el Banco o bien sumas que nunca habían sido restituidas por dicha institución. Y, en lo referente al demandado, puntualizó que de los resúmenes compulsados surgía que mensualmente se habían depositado en su cuenta bancaria (caja de ahorro destinada al pago de haberes) importes carentes de justificación que fueron inmediatamente retirados (un total de $11.067,70 en el lapso de diecisiete meses; cfr. fs. 4/8 de los autos principales, a cuya foliatura se aludirá en adelante, salvo excepción expresa). 2º) Para así decidir, tuvo en cuenta, en primer lugar, que el pronunciamiento judicial dictado en la acción de exclusión de tutela "comprende tanto la valoración de las pruebas tendientes a acreditar la conducta atribuida al trabajador como [...] el análisis de la proporcionalidad entre la medida que el empleador pretende materializar [...] y la supuesta falta cometida"; y que dicha acción "se rige por [...] la ley 23.551, [...] que no establece ninguna prerrogativa especifica a favor de la empleadora [...] como la presunción de legitimidad del proceso administrativo". Con arreglo a ello, sostuvo que los elementos aportados eran inhábiles para probar la irregularidad imputada al agente en razón de que, si bien "los detalles de los movimientos de la caja de ahorro [...] emitidos por el Banco Ciudad de Buenos Aires, son, en principio, eficaces para acreditar que durante el período investigado ingresaron y egresaron de la caja de ahorro del accionado los montos aludidos en el sumario administrativo, [...] ello no es suficiente para tener por cierto que fue el demandado quien efectivamente extrajo tales sumas ", pues "no parece inverosímil considerar que los mismos autores de aquella maniobra [integrantes de la Dirección de Liquidación de Haberes] que [...] utilizaron un mecanismo fraudulento para acreditar indebidamente distintas sumas de dinero en la caja de ahorro del accionante hubiesen, del mismo modo, contado con otro mecanismo, llámese tarjeta de extracciones ‘melliza’ u otro de mera operatoria interna para apropiarse de aquella suma indebidamente ingresada en la cuenta bancaria". A lo que agregó que "es modalidad del demandado retirar las sumas que, en concepto de haberes, eran regularmente depositadas los primeros días del mes en, por lo menos, dos extracciones en el transcurso del mes correspondiente" y, "por el contrario, las sumas indebidamente ingresadas a la cuenta de Escotorin eran invariablemente retiradas en su totalidad al día siguiente de su depósito, pese a que se acreditaban mensualmente en fechas que no coinciden [...] y que, en principio, no reconocen patrón alguno". Contra ese pronunciamiento, el gobierno demandante interpuso el recurso extraordinario (fs. 176/192) cuya denegación dio origen a la presente queja. 3º) Que, en cuanto a los agravios que aluden a los alcances de la acción de levantamiento de la tutela gremial y de la presunción de legitimidad de los actos administrativos, el remedio federal es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). 4º) Que, en cambio, son atendibles los agravios que imputan arbitrariedad a la sentencia en lo atinente a la valoración de las pruebas aportadas para demostrar la conducta atribuida al agente Escotorin. En efecto, la Cámara dijo no perder de vista lo alegado en autos acerca de la existencia de una maniobra fraudulenta perpetrada por miembros de una dirección del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que emitieron liquidaciones complementarias indebidas a favor de ciertos agentes como el aquí demandado. Pero, no expuso argumento alguno que justifique la suposición de que los mismos autores de aquella maniobra también habrían tenido acceso a la "operatoria interna" de una entidad distinta, el Banco Ciudad de Buenos Aires, y que ello les habría permitido, durante muchos meses consecutivos, efectuar extracciones de la cuenta personal utilizada para pagarle los haberes a Escotorin sin que éste lo advirtiera. A eso se añade la omisión de efectuar una apreciación debidamente circunstanciada de las constancias del sumario administrativo agregado a la causa. En dichas actuaciones el agente sumariado negó haber retirado los importes de las liquidaciones indebidas que según los resúmenes respectivos, habían ingresado en su cuenta, manifestando que sólo había extraído de ésta a través de cajeros automáticos "el importe de su salario" (cfr. fs. 121 vta.y 126 del sumario agregado por cuerda a los autos principales). Por otra parte, como lo señaló el a quo, los resúmenes mencionados reflejaron, por un lado, que el importe de los salarios era casi totalmente retirado en dos o más operaciones efectuadas a través de la red de cajeros automáticos durante los días inmediatamente ulteriores al depósito efectuado a principios de mes, quedando en la cuenta un pequeño remanente; y, por el otro, que el importe de las liquidaciones indebidas ingresaba y era percibido por la misma vía con posterioridad, pero siempre antes de la siguiente acreditación de salarios (cfr. fs. 3/24 del sumario). Según el razonamiento de la Cámara, de ello se inferiría que el actor bien pudo ignorar los cambios que se producían en el estado de su cuenta entre el último retiro salarial de un determinado mes y el primer retiro remuneratorio del mes siguiente, lapso durante el cual, precisamente, se producían en dicha cuenta las operaciones en juego. Pero tal conclusión no pudo asentarse válidamente, dadas las premisas de las que parte, a falta de la necesaria explicación sobre circunstancias relevantes al respecto: 1) que el saldo que quedaba en la cuenta después del último retiro salarial no era igual al que se adicionaba al siguiente depósito de salarios pues se veía modificado por el resultado de las operaciones realizadas durante ese interín, con diferencias que, en algunos casos, fueron particularmente significativas (cfr., por ejemplo, fs. 3/4 y 15/16 del sumario), y 2) que, incluso, en una oportunidad aconteció que, cuanto se retiró lo que quedaba de los haberes, ya estaba depositado el importe de la liquidación complementaria indebida (cfr. fs. 18 del sumario). 5º) Que, en consecuencia, como fue adelantado, corresponde descalificar el fallo en dicho aspecto con arreglo a conocida doctrina del Tribunal en materia de arbitrariedad de sentencia. Por lo expuesto corresponde revocar la sentencia de fojas 271/274 y fs.334/335 en lo principal que decide, en cuanto a las costas deben ser soportadas por la parte demandada en ambas instancias, a cuyo efecto estimo los honorarios de la representación y patrocinio de dicha parte y de la actora por la totalidad de su labor en autos en las sumas de $3.500 y $5.000 respectivamente. EL DOCTOR LUIS A. RAFFAGHELLI DIJO: Que adhiere al voto que antecede. Por lo que resulta del acuerdo que antecede (art. 125 de la ley 18.345), el Tribunal RESUELVE: I) Revocar la sentencia de fojas 271/274 y fs. 334/335 en lo principal que decide. II) Imponer las costas de ambas instancias a la parte demandada. III) Regular los honorarios de la representación y patrocinio de la parte actora y demandada por la totalidad de la labor en autos en las respectivas sumas de ($.) y ($.). Regístrese, notifíquese y vuelvan JUAN CARLOS FERNANDEZ MADRID JUEZ DE CAMARA LUIS A. RAFFAGHELLI JUEZ DE CAMARA