¿Cuál es la prisa?

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cuarzo rosa
ÉPOCA DE LO INMEDIATO
¿Cuál es la prisa?
T
enemos prisa. Siempre tenemos prisa aunque no debamos, aunque no la
necesitemos, aunque en realidad no
tenga mayor importancia.
La nieta de una querida amiga nació
por cesárea, pese a que todo indicaba que
el parto podía ser natural. El médico tenía
prisa. Pero Arantza, que de eso no sabe, siguió durmiendo dos días con sus noches.
Al tercer día despertó y en realidad ese
día fue para ella el primero. ¿Cuál era la
prisa? A menudo la vida nos impone su
ritmo que, bien mirado, es el ritmo que
nos imponen otros y no la vida. Como le
sucedió a Arantza. Cierto es también que
en muchas ocasiones es imperioso darse
prisa, bien porque nuestro trabajo lo requiere, bien porque las circunstancias lo
exigen, bien porque otras personas dependen de una u otra manera de nuestra
prontitud. Pero asimismo es verdad que
con más frecuencia de la que admitimos
tenemos prisa por inercia.
Mi hija está agobiada. Recién ingresó
a la universidad y las exigencias académicas y el cambio de ciudad y la adaptación
a su nuevo hogar la agobian. Cada vez
que hablo con ella la oigo angustiada. Su
escuela le permite dejar de cursar algunas materias sin mayores consecuencias
salvo, claro, que su estancia en la universidad durará más de los cuatro años
originalmente programados. Pero ella
tiene prisa; prisa por terminar la carrera
al mismo tiempo que los demás (aunque
sólo Dios sabe cuántos de los demás terminarán al mismo tiempo). En fin, se niega ir a su propio ritmo.
Y no importa que yo le diga cuán poco
importa llegar antes o después. A ella le
importa; no sólo porque tiene una edad
en la que todo importa, sino porque su generación pertenece a la época de lo inme26 • Sn
Archivo Siglo Nuevo
Cecilia Lavalle
diato. En su generación la velocidad de Internet define la eficiencia, y la rapidez con
que se mueven los pulgares de las manos
define la habilidad para comunicarse. Su
generación es de las comidas rápidas y las
distancias cortas. Su generación lo mismo compacta palabras que música. Su generación es la del hacer más que la del reflexionar. Su generación es la del mundo
tecnificado, globalizado, estandarizado,
homogeneizado. Su generación tiene mucha prisa, aunque no sepa por qué ni para
llegar a dónde.
Menudo reto tienen entonces quienes
como Arantza o Talía poseen su propio
ritmo, su propio tiempo. Porque a contracorriente de lo que dicta su época necesitan revalorar el sentido del tiempo,
salir de la carrera frenética y aprender a
caminar disfrutando el paisaje, descubrir
que lo importante no es llegar primero o
al mismo tiempo que otras personas, sino
lo mucho que gozamos o aprendimos en
el trayecto; sentir que la felicidad consiste en hacer y ser lo que se desea, no en
la rapidez en que se alcance una meta, y
aprender que la vida es corta, pero no tanto como para no darse tiempo de gozar el
paseo.
Claro que a los 18 el panorama no se
mira como a los 47. Pero si de algo sirve
haber recorrido más camino es para avisarles a quienes vienen detrás cómo luce
el paisaje, qué piedras conviene evitar,
qué rutas se sugieren tomar, qué escollos
se pueden ahorrar, qué escenarios vale la
pena disfrutar.
Sí, ya sé. Quienes vienen detrás recorren su camino como mejor les viene en
gana. Pero también sé que algún día abrazarán a su hija para preguntarle: ¿cuál es
la prisa?
Apreciaría sus comentarios. §
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