De la desesperación a la esperanza 2ª parte GUAM | 14 de marzo Jesse MISIÓN ADVENTISTA : NORTEAMERICANA U 24 n día intenté suicidarme de nuevo. En la sala de emergencias del hospital, conocí al Dr. Nozaki. Las enfermeras le habían informado que yo era suicida. —No hay esperanza para este tipo —le dijeron. En cualquier momento va a tener éxito y se va a matar. —No digan eso —escuché decir al Dr. Nozaki —, vamos a salvar su vida. El Dr. Nozaki curó mis heridas, y me desperté en una habitación del hospital. Miré a mi alrededor y vi una Biblia sobre la mesa. La aparté de mi vista y traté de volver a dormirme. Cuando me desperté, vi otra Biblia en la mesa. La tomé y la aparté también. Para cuando dejé el hospital una semana después, ya había quitado seis Biblias de la mesa de noche. Cuando me iba, el Dr. Nozaki me instó a leerla, pero le dije que no estaba interesado. —Lee solamente el libro de Juan —me dijo. Dada su insistencia, acepté leer Juan. No sé por qué, pero me llevé las seis Biblias a casa. Y leí Juan, y tuve que admitir que me pareció interesante. El Dr. Nozaki no se olvidó de mí cuando salí del hospital. Me llamaba todos los días, me visitaba, y se aseguraba de que tuviera comida y ropa. Yo me preguntaba por qué alguien tendría tanto interés en mí cuando ni siquiera mi propia familia se preocupaba por mí. Me di cuenta de que el Dr. Nozaki lo hacía de corazón, y con el tiempo aprendí a confiar en él. Comencé a tomar estudios bíblicos con él, y mi vida comenzó a cambiar. Me invitó a su iglesia, y aprendí que Jesús realmente me ama. Aunque me tomó un tiempo hacerlo, finalmente entregué mi vida Material aaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com La Misión de Guam y Micronesia tiene dos clínicas, una en Guam, y la otra en Saipan. La Misión también opera las escuelas ubicadas en las islas de Chuuk, Majuro, Ebeye, Guam, Palau, Pohnpei y Yap. La Misión posee y opera dos estaciones de radio, conocidas como JOY FM (KSDA– FM y KORU–FM), que transmiten desde Guam. La Misión de Guam y Micronesia posee y administra Simply Food, una exitosa tienda y restaurante de comida vegetariana en Guam. a Dios. Un día volví a la roca donde había tratado de suicidarme y le di gracias a Dios por salvarme la vida. Seguí estudiando, me bauticé, y me convertí en un adventista del séptimo día. GUAM La Misión tiene 20 iglesias y 4.773 miembros. La población de su territorio es de 410.000 habitantes (cifras de 2014). Jesse Laguña enseña Educación Física en el Instituo Secundario Adventista de Guam. Paz Aún me sentía solo, pero ahora sabía que no estaba verdaderamente solo, porque Dios estaba conmigo. Por primera vez en mi vida, sentí paz. Empecé a pasar más tiempo con mis hijas, y cuando el doctor Nozaki me instó a reconciliarme con mi ex esposa, me pareció una buena idea. Al ver los cambios en mi vida, ella decidió darme la oportunidad, y nos volvimos a casar en la casa del Dr. Nozaki. Yo estaba feliz de tener otra oportunidad con mi familia. Material aaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com www.AdventistMission.org La Misión de Guam y Micronesia fue organizada en 1948 y reorganizada en 2012, cuando fue transferida de la División de Asia y del Pacífico Sur a la División Norteamericana. photo: BigStock.com Cápsula informativa Pero las cosas no siempre fueron perfectas, y mi relación con Dios estaba lejos de serlo. Necesitaba trabajar, y luché contra la tentación de jugar sóftbol en sábado. De hecho, durante un tiempo dejé de asistir a la iglesia para jugar. Entonces me di cuenta de que Dios era más importante para mí que el sóftbol. Dios obró nuevamente por mí, y me solicitaron que entrenara al nuevo equipo de sóftbol de la clínica adventista. Mi vida estaba tomando forma, pero aún faltaba una pieza. Nunca había podido reconciliarme con mi padre. El Dr. Nozaki me instó a hablar con él antes de que fuera demasiado tarde. Fue difícil, pero hice las paces con él antes de que muriera. En su funeral, tuve la oportunidad de compartir la manera en que mi fe en Dios salvó mi relación con mi padre terrenal. Si Dios me pudo salvar a mí, puede salvar a cualquiera. 25