al servicio del prójimo pues comporta también los valores de la solidaridad, la justicia y el bien común. El estudiante tomasino alcanza su formación integral desarrollándose como persona en servicio al prójimo buscando la construcción de una sociedad justa y solidaria. ‚Estos valores exigen de la USTA ‘promover la formación integral’, tanto el desarrollo de las aptitudes personales como el compromiso con la vida social; la integración del saber hacer profesional con el saber obrar de la madurez ética‛. (Vicerrectoría Académica General, 2004, p.13). Valores que se articulan bajo dos ejes: Sobre dos ejes se articula la formación integral, uno es el eje de la calidad académica y profesional, la búsqueda de la idoneidad profesional es una tarea que ocupa las acciones permanentes de la Universidad en el esfuerzo por brindar a los estudiantes las posibilidades necesarias para alcanzar estos niveles de excelencia en la formación. De otra parte está el eje ético, la universidad desde la inspiración del humanismo cristiano tomista, considera que el hombre es un ser de responsabilidades que atañen a su misma persona, pero también al prójimo y a la naturaleza en la cual vive. Para la Universidad Santo Tomás el estudiante no solo busca una cualificación de tipo académico-profesional, también tiene unos intereses personales y grupales que le hacen una persona integral, a esa integralidad apunta la formación de la Universidad con miras al logro de la plenitud del hombre y de la sociedad. En esta formación se consideran los valores de la persona, privilegiando ciertas posturas de acuerdo a la circunstancia específica de nuestra nación. El valor justicia abarca todas las formas de la tradición tomista (general, distributiva y conmutativa), pero privilegia la justicia distributiva, que es la ‘justicia social’, encaminada a 90