LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO Rafael Pombo Cierta gallina ponía un huevo de oro cada día. Y el dueño dijo: "¡Aquí hay mina! ¡Si yo mato esa gallina, soy de golpe millonario! ¿Por qué conformarme con un huevo diario?" Así que mató la gallina, no encontró el tesoro y se acabaron los huevos de oro. Con lo cual supo el bellaco que lo bastante es bastante, y que cuando quieres lo sobrante, la codicia rompe el saco.