26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 26 > HIGIENE INDUSTRIAL FICHA TÉCNICA AUTORES: ORTIZ, Ginés y CATALÁN, Vicente. TÍTULO: Calidad microbiológica en ambientes interiores. FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos Laborales, nº 40, pág. 26, julio-agosto 2007. RESUMEN: Un 30 por ciento de los edificios de todo el mundo tienen problemas de calidad de aire, según la Organización Mundial de la Salud, lo que supone una alta cantidad de contaminantes que pueden hacer enfermar a las personas que trabajan en ellos. Determinar sus niveles no resulta sencillo debido a la escasez de datos científicos, aunque ya existe una gran cantidad de guías y normas de buenas prácticas, sobre todo en el sector de la construcción, que hacen posible la protección de la salud. En este sentido, destaca la norma UNE 100012 sobre higienización de sistemas de climatización, que establece unos estándares microbiológicos del aire de ambientes interiores. DESCRIPTORES: • Calidad ambiental. • Higiene industrial. • Edificio enfermo. Calidad microbiológica en ambientes interiores La calidad del ambiente interior está cobrando más importancia en los últimos años y cada vez hay más información para prevenir las enfermedades que tienen su origen en el ambiente de los edificios. No hay que olvidar que muchos profesionales pasan la totalidad de su jornada laboral en estos espacios. Ginés Ortiz y Vicente Catalán, Applus+ Medio Ambiente. 26 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 27 www.riesgos-laborales.com n los últimos años ha surgido una mayor preocupación por la calidad del ambiente en el interior de los inmuebles. Se habla de edificios enfermos (los que presentan problemas que afectan a la salud de los individuos que están en su interior), y se intentan establecer recomendaciones sobre determinados niveles microbianos máximos aconsejables en hospitales, industrias, ambientes laborales, empresas farmacéuticas, etc. E Y, aunque todavía hacen falta más datos científicos, ya empiezan a aparecer guías y normas de buenas prácticas en la construcción de los edificios para proteger la salud de los trabajadores porque hay mucha información que indica la presencia de contaminantes en los ambientes interiores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 30 por ciento de los edificios nuevos y remodelados de todo el mundo contienen suficientes contaminantes en su interior para hacer enfermar a las personas. Desde el punto de vista microbiológico, los principales componentes de los bioaerosoles que pueden causar efectos adversos en seres humanos son los que aparecen resumidos en la Tabla 1. Se observa que el estudio de microorganismos transmitidos por el aire ya no sólo incluye a patógenos humanos sino que se ha ampliado a organismos oportunistas y a productos aerosolizados por organismos vivos. Se considera que un ambiente interior sufre una contaminación biológica si contiene bioaerosoles que pueden causar enfermedad, o efectos adversos para la salud como hipersensibilidad, irritación, inflamación, etc. de las personas que se hallen en ese ambiente. Los bioaerosoles son pequeñas partículas transmitidas por el aire que contienen en su interior contaminantes biológicos: seres vivos o productos derivados de ellos. La inhalación, ingestión o el simple contacto con la piel permite a los microorganismos trasmitidos por bioaerosoles entrar en contacto con los seres humanos y producir diversas enfermedades. Numerosas bacterias Por un lado, hay muchas bacterias que se transmiten por vía aérea y pueden causar enfermedades al entrar en contacto con humanos. Entre ellas, destacan Legionella pneumophila, agente causante de la legionelosis y Mycobacterium TA B L A 1 Componentes biológicos de aerosoles Agente Ejemplos Efectos en humanos Efectos ambientales Bacterias Legionella pneumophila Mycobacterium tuberculosis Infecciones Alergias Irritaciones mucosas Deterioro de materiales de construcción Problemas de olor Endotoxinas – Tos Dolor de cabeza Fiebre Dolor muscular Nauseas Alteraciones respiratorias – Hongos Alternaria spp. Trychphyton spp. Histoplasma capsulatum Aspergillus spp. Mucor spp. Rhizopus spp. Alergias Asma Infecciones Irritaciones mucosas Deterioro de materiales de construcción Problemas de olor Micotoxinas – Dolor de cabeza Alteraciones neurológicas Alteraciones respiratorias – Virus Influenza (gripe) Rhinovirus Infecciones – Protozoos Naegleria Acanthamoeba Infecciones Reacciones de hipersensibilidad Refuerzan la protección de otros microorganismos frente a biocidas Algas Chlorococcus Alergias Asma Rinitis Problemas de olor Otros Polen Asma y alergias Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 Gestión Práctica de • 27 Riesgos Laborales 26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 28 > HIGIENE INDUSTRIAL tuberculosis, que origina la tuberculosis. Dentro del mundo bacteriano, las bacterias gram negativas crecen en todo tipo de suelos, agua y sobre seres vivos. La membrana externa de estas bacterias contiene unas moléculas denominadas endotoxinas que se liberan al medio cuando la célula muere y durante el crecimiento de ésta. Las endotoxinas son moléculas tóxicas biológicamente activas puesto que, al entrar en contacto con los seres humanos, interaccionan con diversas células humanas dando lugar a fiebre, alteraciones respiratorias, e incluso la muerte. Por otra parte, el crecimiento de algunas bacterias implica el deterioro de los materiales utilizados en construcción o la generación de malos olores. Otros microorganismos propagados por los bioaerosoles son los hongos. Algunos crecen sobre la piel utilizando la queratina de ésta como nutriente, con lo que producen infecciones cutáneas como el pie de atleta. Otros causan enfermedades similares a la gripe que raramente son un riesgo grave para la salud –por ejemplo, Histoplasma capsulatum–. Pero la mayoría de los hongos encontrados en el ambiente no causan infecciones en humanos, excepto en casos de inmunodeficiencia. Un caso aparte es el de quirófanos y otras salas de alto riesgo en hospitales. En estas situaciones, los hongos ambientales pueden entrar en contacto directo con células internas y producir graves infecciones, por lo que es imprescindible controlar los niveles de hongos oportunistas como Aspergillus spp. Algunos hongos producen micotoxinas, productos químicos tóxicos, que también pueden ser transferidas vía aérea. De entre ellas, destacan las aflatoxinas, micotoxinas producidas por Aspergillus spp., que son carcinogénicas y hepatotóxicas. Igual que ocurría con las bacterias, los hongos también producen alteraciones en los materiales de construcción y generan malos olores (como a moho), sobre todo si las superficies están húmedas. Además de bacterias y hongos, muchos virus se transmiten por vía aérea. Ejemplos habituales son los Rhinovirus, que causan la mayoría de los constipados comunes, y el virus de la Influenza, agente causante de la gripe. También algunos protozoos y algas se transportan inmersos en bioaerosoles y pueden llegar a producir efectos adversos en seres humanos (Tabla 1). 28 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales El origen El origen de los microorganismos en ambientes interiores es muy diverso (Tabla 2). En los materiales utilizados como aislantes en la construcción de edificios, así como en la pintura y papel de las paredes se ha descrito crecimiento de diversos hongos como Aspergillus spp., Cladosporium spp. o Penicillium spp. También en alfombras se sabe que crecen bacterias y hongos, y en el polvo de cualquier casa se encuentran algas y hongos. Además, los seres humanos aportamos al ambiente gran cantidad de bacterias: la piel soporta millones de bacterias entre las que destacan Staphylococcus aureus, Micrococcus spp. y Corynebacterium spp., y en la boca de cualquier ser humano viven millones de estreptococos que pueden ser expulsados al exterior mediante la respiración. También se ha descrito que los sistemas de distribución de agua potable transportan bacterias como Legionella pneumophila que pueden pasar al ambiente al salir el agua por la ducha o el grifo. Los humidificadores tienen contenedores de agua donde pueden crecer hongos y bacterias como Legionella spp. (especialmente si reciclan el agua), que posteriormente son pulverizados en el ambiente al difundir el vapor de agua. Por último, los sistemas de aire acondicionado introducen en los ambientes interiores, y en muchos casos aumentan, grandes cantidades de bacterias, hongos y protozoos, así como endotoxinas. En ambientes interiores se produce un aporte de microorganismos por medio de las personas que están a ellos, los sistemas de aire acondicionado, de distribución de agua, etc. Por otro lado, los edificios contienen en su interior muchos lugares que permiten el crecimiento de microorganismos, actuando como amplificadores de la contaminación biológica aportada. Además, el hecho de que cada vez los ambientes interiores tengan mayor tamaño y sean más herméticos dificulta la renovación del aire, y causan que se acumule vapor de agua que, al condensar en superficies, crea condiciones de humedad idóneas para el crecimiento de microorganismos. Todos estos factores provocan que los edificios tengan un efecto concentrador de contaminación biológica. De hecho, la EPA (Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos) estima que los contaminantes se hallan en una concentración entre 2 y 5 veces superior en los ambientes interiores que en el exterior. TA B L A 2 Fuentes amplificadoras de microorganismos Fuente Microorganismo Materiales aislantes Pintura de la pared Papel de pared Hongos Alfombras Bacterias Hongos Sistemas de agua caliente Legionella spp. Polvo Algas Hongos Seres humanos Bacterias Sistemas de aire acondicionado Bacterias Endotoxinas Hongos Amebas Humidificadores Legionella spp. Hongos Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 29 www.riesgos-laborales.com el Real Decreto 865/2003 y en la norma UNE 100030 IN. Según el RD 865/2003 sobre los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis se establece: “Estarán ubicadas (la torres de refrigeración) de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de exposición de las personas a los aerosoles. A este efecto se deberán ubicar en lugares alejados tanto de las personas como de las tomas de aire acondicionado o de ventilación”. © Latin Stock Así mismo, es muy importante hacer un seguimiento analítico de los niveles de microorganismos en el ambiente. Para ello, en primer lugar, hay que establecer unos puntos críticos de la instalación y un plan de muestreo que organice una serie de tomas de muestra periódicas. De esta manera, se puede conocer el estado del ambiente interior y detectar cambios en su calidad, al comparar los niveles de microorganismos obtenidos en cada momento con el histórico de datos. La efectividad en la renovación del aire, la filtración, la desinfección e incluso el nivel de ocupación de un edificio influyen en la calidad del aire interior. Los principales factores que influyen en la calidad del aire interior son: > El nivel y efectividad de renovación del aire, ya que la entrada de aire exterior diluye la concentración de bioaerosoles. > La temperatura y humedad del aire, que influye al período de viabilidad de los bioaerosoles y los microorganismos de su interior > La presencia de hongos o sustancias tóxicas, que aumentan la susceptibilidad de los huéspedes a la infección. > El nivel y eficiencia de filtración del aire. > La desinfección, por ejemplo con luz ultravioleta, que puede desactivar a los microorganismos. > El nivel de recirculación interna de aire, que afecta al transporte de bioaerosoles entre distintas zonas del edificio. > La densidad de ocupación: se recomienda el uso de barreras entre ocupantes, que aumenta la distancia efectiva entre individuos. Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 Seguimiento y plan de muestreo Para evitar, en la medida de lo posible, la contaminación de los ambientes interiores se debe realizar un diseño adecuado de las instalaciones, una vigilancia de los ambientes, un control de las fuentes de contaminación y un mantenimiento apropiado. Un ejemplo de un factor claro a tener en cuenta en el diseño de una instalación sería el de la situación de torres de refrigeración en edificios, que viene especificada en Al elaborar el plan de muestreo hay que definir qué métodos de tomas de muestra se van a utilizar. Existen varios para recoger muestras de aire para analizar los microorganismos presentes en el ambiente. El más sencillo, e inexacto, es la sedimentación, que consiste en colocar placas Petri con el medio de cultivo apropiado en las zonas seleccionadas, y dejar que los microorganismos del aire se depositen pasivamente sobre ellas durante un tiempo previamente establecido. Un método mejor es el de recogida de muestras en medios acuosos mediante borboteadores. En este caso, se impulsa una corriente de aire en un contenedor con líquido estéril de forma que las partículas y microorganismos transportados por el aire son transferidos al medio líquido que, a continuación, es analizado en el laboratorio. Otra opción para muestrear es la filtración, que consiste en pasar volúmenes de aire por filtros porosos en los que quedan retenidas las partículas, de tamaño igual o superior al del poro utilizado, y una posterior extracción de éstas para ser analizadas. Sin embargo, uno de los métodos más empleados es el de impactación, que utiliza aparatos que, mediante una pequeña turbina, impactan un volumen de aire determinado directamente sobre medios de cultivo adecuados sobre los que, tras una incubación a una temperatura y tiempo apropiados Gestión Práctica de • 29 Riesgos Laborales 26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 30 > HIGIENE INDUSTRIAL 10.000 ufc/m3. Los más comunes eran Cladosporium, Penicillium y Aspergillus, encontrados en el 62 por ciento de los edificios. a cada organismo, se investiga la cantidad de microorganismos presentes en el ambiente. De esta manera, se puede conocer la concentración de cada microorganismo por metro cúbico de aire. Lo más común es analizar los niveles generales de hongos y de gérmenes mesófilos aerobios, como bioindicadores de la calidad ambiental, aunque también es posible saber si determinados microorganismos (como Legionella pneumophila o Aspergillus niger, etc.) están presentes en el ambiente analizado y en qué concentración. En este caso, lo recomendable es no encontrar organismos patógenos en ninguna muestra analizada. Si, por el contrario, se estudian bioindicadores generales de calidad ambiental, por ejemplo, gérmenes mesófilos aerobios u hongos, dependiendo de la localización, se pueden tomar distintos niveles guía aunque, de manera general, se establece que no debe haber cambios significativos en las concentraciones de microorganismos de cada espacio analizado y que, para una determinada especie de microorganismo, la relación entre la concentración en el ambiente interior y en el medio exterior debe ser menor de uno; es decir, no debe aumentar la cantidad en el interior respecto al exterior. En cuanto a niveles guía de recuentos, si bien se han propuesto distintos valores límite según los ambientes, no existe ninguna legislación que los especifique. La norma UNE 100012 sobre higienización de sistemas de climatización establece unos estándares microbiológicos del aire de ambientes interiores. Por una parte, los recuentos de gérmenes aerobios totales deben ser inferiores a 800 ufc/m3 (ufc: unidades formadoras de colonia). Además, se considera que hay una amplificación bacteriana cuando los recuentos en el interior superen en 200 ufc/m3 a los obtenidos en el exterior. Por último, tras una higienización, se estima que el valor del recuento general de gérmenes aerobios debe ser inferior a 100 ufc/m3 en la impulsión. Una idea de los niveles microbiológicos habituales en zonas de trabajo se muestra en un estudio realizado a lo largo de tres años en más de 1.700 edificios de trabajo de Estados Unidos, en el que se analizaron los niveles de hongos en estos ambientes interiores y en el exterior. Este informe mostró una concentración media de hongos en los interiores analizados de 80 ufc/m3, con valores mínimos de 0 y máximos de hasta 30 • Gestión Práctica de Riesgos Laborales La norma UNE 100012 sobre higienización de sistemas de climatización establece unos estándares microbiológicos del aire de ambientes interiores Por otro lado, en salas limpias los niveles de microorganismos deben ser más bajos, por lo que las recomendaciones son más restrictivas. Las prácticas de buena fabricación de la farmacopea europea (GMP) definen cuatro tipos de salas limpias, según la concentración y el tamaño máximo de partículas en el aire. Así, las salas tipo A son las más restrictivas, mientras las D son las más permisivas. Los límites recomendados para los controles microbiológicos tanto de gérmenes aerobios como de hongos en estas áreas están detallados en la Tabla 3. Así mismo, las recomendaciones del Ministerio de Sanidad establecen que en quirófanos de alto riesgo y áreas con pacientes inmunosuprimidos el nivel máximo recomendable de hongos es de 0,1 ufc/m3, algo difícil de conseguir y de muestrear, puesto que hay que realizar tomas de 10 m3, que llevan mucho tiempo y desecan la superficie de los medios, deteriorándolos. Una manera complementaria de inspeccionar la calidad microbiológica del ambiente es realizar muestreos microbiológicos de las superficies. Para ello, se utilizan placas RODAC con medio de cultivo específico para el microorganismo a investigar. Dichas placas son de 25 cm2 y se ponen en contacto directo con la superficie, utilizando tantas como sea necesario para que el muestreo sea representativo de toda la superficie. Para estos análisis no sólo no existen legislaciones que establezcan niveles guía o máximos TA B L A 3 Recuentos máximos según GMP Tipo de sala Recuento máximo (ufc/m3) A <1 B 10 C 100 D 200 Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 26-31 Calidad microbiologica.qxd 25/6/07 19:11 Página 31 permitidos, sino que apenas sí hay recomendaciones sobre ellos. La norma UNE 100012 considera una superficie desinfectada cuando el valor de gérmenes totales aerobios es inferior a 10 ufc/25cm2. Sin embargo, en el interior de los conductos de aire el valor máximo queda establecido en 100 ufc/cm2. Paralelamente al plan de muestreo hay que controlar las fuentes de contaminación biológica realizando un mantenimiento preventivo (principalmente de sistemas de ventilación y climatización), teniendo en cuenta que: > Se debe suministrar suficiente aire fresco al interior. > Debe haber filtros adecuados de aire, y deben cambiarse periódicamente. © Latin Stock > Hay que prevenir la acumulación de agua estancada, ya que favorece el crecimiento de microorganismos. > Se tiene que reparar inmediatamente cualquier fuga de agua o vapor para evitar fuentes de humedad. > La humedad relativa del aire debería estar por debajo del 70 por ciento. > Tiene que haber un programa que contemple la inspección, limpieza y desinfección de todo el sistema de ventilación. > Se deben drenar los humidificadores cada cuatro meses, como máximo. > Las torres de refrigeración han de tener biocidas y anticorrosivos que sean compatibles entre ellos, y con los elementos del sistema. Además, se deben realizar acciones correctoras en el caso de detectar anomalías en los niveles de contaminación microbiológica analizados en los muestreos. Si éstos son excesivamente altos, habrá que investigar el posible origen de la contaminación y remediar el problema. Todavía faltan datos para conocer con exactitud los niveles deseables de microorganismos y los factores que afectan a la calidad microbiológica de los ambientes interiores, por lo que no existen legislaciones que regulen este aspecto. Sin Nº 40 • Julio-Agosto de 2007 Suministrar aire fresco es fundamental para conseguir una buena calidad del aire interior. embargo, no cabe duda de que los ambientes cerrados sufren contaminaciones biológicas y de que las personas que los habitan sufren alteraciones de la salud debido a eso. Actualmente ya se dispone de algunos bioindicadores ambientales, como recuentos de hongos y bacterias mesófilas aerobias, y de ciertos niveles guía que reflejan la calidad biológica del aire que se respira. El conocimiento de los niveles de estos bioindicadores en ambientes interiores permite prevenir las enfermedades originadas por la mala calidad de los ambientes cerrados. > > > > BIBLIOGRAFÍA > > > > > The rules governing medicinal products in the European Union, Vol. 4. Good manufacturing practices. Office for Official Publications of the European Communities. Chao, H. J. y col. Populations and determinants of airborne fungi in large office buildings. Environmental Health Perspectives, (2002) 110, 777-782. Grupo de trabajo de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y el INSALUD. > > Recomendaciones para la bioseguridad ambiental (BSA) respecto a hongos oportunistas, marzo 2000. 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