Expósitos y abandonados. Prácticas Sociales para con la niñez institucionalizada. Córdoba 1884-1940 Revista Por María Elena Flores Introducción Fundamentación Metodologica & Las fuentes trabajadas fueron de tipo éditas e inéditas. En las primeras ubicamos a las memorias, los reglamentos y los estatutos de la Sociedad de Damas de la Divina Providencia. Dentro de las inéditas, las Actas de Asambleas de la Sociedad de Beneficencia, los libros de ingreso de los niños, el libro de notas de la Presidenta de la Sociedad, y las Actas de Colocación de Expósitos. Como un gran rompecabezas, desarmado y fragmentado, se presentó la realidad del pasado, punto de contacto entre nuestro presente como investigadores y ese mundo "desaparecido" que se intentó hacer presente, es decir r e v i t a l i z a r. La investigación historiográfica proporcionó amplias herramientas en ese sentido. Explorar en un momento determinado cómo se analizaba la pobreza y la niñez en situación de pobreza, cómo era las familias, cómo era la articulación estadofamilia, fueron los caminos elegidos para arribar a construcciones de segundo orden. Tr a b a j a r sobre las cosmovisiones que las Damas de la Sociedad de la Divina Providencia, TOPOS T SOPOR Córdoba/ Nº3 La investigación buscó reconstruir el fenómeno social de la adopción a través del estudio y decodificación de las lógicas de los actores sociales que intervinieron en el proceso de adopción de los niños asilados, en la Casa Cuna de la Ciudad Córdoba. Se enmarcó a la acción social de los sujetos como mediatizadoras de un orden social vigente y a la institución social, como cuerpo de ideas, valores, creencias que se tiene respecto a algo en un determinado momento. (Scharvarstein 1992). Reconstruir la institución de la adopción en Córdoba, como proceso y desde la acción social de los sujetos, permitió ahondar en los secretos y ocultamientos de un fenómeno que, de ser un contrato de partes pasó a convertirse en una institución en la que se halla interpuesto el interés del Estado (Giberti 1992). Mientras ese proceso de transformación sucedía, los niños abandonados fueron sujetos pasivos de lo que las políticas sociales, estatales o privadas definían como apropiado para su desarrollo y futuro social. El trabajo intentó ubicarse desde otra mirada hacia la adopción en Córdoba, estudiando una institución creada a fines del siglo XIX, como un efector que asumió la responsabilidad de dar respuesta a la niñez abandonada, y entre otras, posibilitar la adopción de un niño. A través del estudio de los documentos escritos, la investigación indago en la historia social e institucional, recuperando fragmentos de la cuestión social de la infancia en nuestra ciudad. La investigación intentó aportar a la reflexión y reconstrucción de la problemática de la colocación de menores que estuvieron internados en una institución benéfico- estatal como asilados expósitos. 1 Revista y luego el entrecruzamiento de ellas en matrices de análisis de texto. La verificación y constatación de los datos relevados se alcanzó con la triangulación de documentos y de fuentes éditas que sobre la cuestión social en Córdoba se hallan producidas. Hallazgos del campo & La práctica de la colocación de niños en la ciudad de Córdoba existía antes que la primera ley de adopción del país (13252/48) le diera encuadre jurídico a la adopción. La adopción era el acto por el cual una persona recibía como hijo a otra que se hallaba bajo la potestad de su padre con autorización judicial. Podía ser adoptado el hijo que todavía se hallaba en la infancia, o sea el niño menor de 7 años, bajo el consentimiento prestado por el padre, pero el infante de esa edad que no tenía padre, no podía ser adoptado. La arrogación era el acto de prohijar o recibir a un menor como hijo propio con la real autorización, que no está bajo patria potestad por haber salido de ella (mayor de 25 años) o por no tener padre. La arrogación requería el consentimiento de ambas partes si el arrogado tenía entre 7 y 14 años. Podían en cambio ser arrogados los menores de 7 años, necesitándose autorización real. La adopción y la arrogación no podían realizare privadamente requería la autorización real o judicial. En la práctica, en Argentina, antes de que se diera forma a la institución de la adopción, el fenómeno de los expósitos, por su estructura simple, suplió el complicado régimen de la adopción. Los expósitos fueron "aprohijados", por cualquier persona, siempre que fueran honestas y decentes, las que debían brindarle buena educación y destino. TOPOS T SOPOR Córdoba/ Nº3 tenían respecto a la niñez abandonada, a la orfandad, a la colocación en matrimonios de niños asilados, nos abrió un abanico de información a cerca de la cuestión social de la niñez entre fines del siglo XIX y principio del siglo XX en la ciudad de Córdoba. Permitió por otro lado, develar los supuestos filosóficos y empíricos que sustentaban la intervención de los agentes encargados de los asilados, de los expósitos o abandonados de la institución Casa Cuna. To d o l a d o c u m e n t a c i ó n e información encontrada, otorgó la posibilidad de crear categorías de análisis desde los documentos escritos, encontrándose aquí la fertilidad y la riqueza que este campo de estudio ofrece para el trabajo social como disciplina social. Las categorías de análisis, de origen descriptivo, pretendieron responder a los interrogantes madres de la búsqueda e investigación: ¿Que niño era adoptado? ¿Cuál era el procedimiento por medio del cual un expósito era entregado en adopción? ¿Cuáles eran los indicadores socio-familiares para determinar el abandono de un niño por parte de su familia biológica? ¿Quién determinaba la adoptabilidad de un asilado? ¿Qué lugar ocupaba la familia de origen o biológica en la institución asilar? ¿Qué acciones de seguimiento efectuaban los agentes de la institución asilar, luego de la entrega del niño a familias adoptivas? Todos estas interrogaciones llevaron a reconstruir las lógicas con las que actuaban los sujetos sociales de la institución benéfica, enmarcadas en las prácticas sociales propias de un contexto histórico social determinado (1884/1950) en la Ciudad de Córdoba. La construcción de las lógicas fue posible con la creación de categorías de análisis que orientaron las búsquedas en los documentos, 2 Revista & La entrega de niños a personas que los alimentaran para su supervivencia, estaba fuertemente vigilada, así las amas externas1 estaban sometidas a un control y cumplimiento de un reglamente creado para tal fin y las amas internas, niñeras y amas por horas bajo el control y vigilancia de las hermanas que regenteaban las Casas. Este fenómeno se acrecienta con los procesos migratorios externos e internos, flujos poblacionales a los que no acompañó un crecimiento económico, social y político que expuso aún más a los niños a su propia suerte. Fue la acción católica en Córdoba quien asumió la respuesta al desamparo de aquellos niños que si no eran albergados en algún lugar para su protección morían indefectiblemente, y aún albergados y cuidados también morían por enfermedades sociales como la tuberculosis, la sífilis, las gastroenteritis. Aún el higienismo no podía controlar las enfermedades "sociales" o lo hacía incipientemente. La facultad otorgada a los administradores o regentes de las Cunas, es lo que posibilitó que los niños fueran colocados en familias para su crianza y cristiana educación. En la Casa Cuna de Córdoba, la colocación de niños se encuadraba en la institución de la arrogación, por cuanto el niño era considerado hijo legítimo y se articulaban los mecanismos para que este fuera inscripto como tal en el Registro Civil. Los progenitores de aquellos niños habían perdido la patria potestad TOPOS Córdoba/ Nº3 Mujeres que ofrecían cuidar a niños asilados en sus hogares a cambio de un sueldo (magro) por ello. Para obtener mayores ingresos las amas externas tenían a su cuidado a más de un niño, además de los propios. Estas mujeres eran reclutadas de los sectores más pobres de la población. T 1 SOPOR El objeto de esta institución era por "el bien de la humanidad" y era suficiente que la persona que encontraba al niño en sus puertas de su casa o en otros lugares públicos y se presentara ante el párroco del lugar, expresando que deseaba tener al niño o niña a su cuidado brindándole todo el bien que las circunstancias podían exigir. Los que prohijaban a expósitos no tenían sobre ellos el ejercicio de la patria potestad, y no tenían ningún derecho sobre su persona y sus bienes y no podían pedirle a cambio los gastos por su crianza. Los expósitos podían ser: prohijados (no había perdida de la patria potestad) o arrogados (pasaban a la patria potestad del arrogador). Esta práctica se instauró de manera similar a lo que ocurría en España, legislación que enmarcaba el accionar del Derecho en Indias durante todo el siglo XVIII. Era habitual que familias criasen a menores abandonados, dejados en el torno, en las puertas de las iglesias y conventos o en los zaguanes de las casas de familia. Enmarcar esta situación es lo que llevó al síndico procurador de la ciudad de Buenos Aires, don Marcos José de Riglos (1795) a elevar al virrey una presentación en la que proponía la creación de una Casa a tales fines, en la que se "recojan los niños que se expongan en su torno para que se los alimente con amas de leche y se mantengan en todo lo necesario, y eduquen en el santo temor de Dios y demás que convenga a su crianza". Albergar a un expósito era una obra de caridad, un acto de misericordia frente al infante abandonado, era una acción de beneficencia. Quienes administraban estas Casas de expósitos, tenían la facultad de entregar a los niños a familias o personas deseosas de aliviar las miserias físicas y espirituales de los pequeños. 3 Revista & los escritos estudiados, la denominación de niños desolados, desangelados, desamparados a la buena de Dios, pobrecitos, denotaban la concepción subliminal de su origen social. Respecto a la figura pupilar del Defensor de Menores, figura ministerial que aparece a partir de un decreto de 1814, su accionar estaba vinculada a la de la Sociedad de damas Beneficencia, encontramos escritos donde ordena el ingreso de menores a la Cuna, ordena el traslado de menores a otros establecimientos como la colonia para deficientes mentales, o recomienda a parejas casadas la entrega de un niño para su adopción. La Comisión Directiva a través de su presidenta, mantenía vinculación con el Defensor a quien consultaban ante situaciones dudosas o solo requerían de su consentimiento y aprobación para la entrega ya acordada de un niño/niña. Lo develado hasta ahora con el estudio de los documentos escritos nos da pistas para considerar que la colocación se manejó como acto secreto y desde la más absoluta de las reservas. Este marco fue legitimado por la aparición de la primera ley de adopción la 13.252/48, ley por la cual los hijos adoptivos son considerados como hijos propios con todos los derechos inherentes. Esta ley continua con el secreto a cerca de los orígenes del niño, al no mencionarse nada respecto de su familia y/ ascendencia. La ley se explaya en las características de las familias que podían y estaban en condiciones de adoptar. En la colocación del niño, encontramos tres grandes elementos que trazarían las prácticas sociales de los actores intervinientes en la adopción de un asilado. Estos fueron el torno, la comisión de admisión de niños y la primera ley de adopción del año 1948. TOPOS T SOPOR Córdoba/ Nº3 sobre ellos, por ser desconocidos o por haber transcurrido los tiempos establecidos para su reclamo o devolución fijado entre los seis meses y el año de asilo del niño según lo establecían los reglamentos de la Cuna. En el periodo estudiado, en la ciudad de Córdoba, cuando los padres carecían de recursos económicos para mantenerlos, los niños eran entregados a familiares directas o a familias de buen pasar económico que velaban por su crianza y educación, este depósito como bien lo ha trabajado Seoane (1990) era realizado dentro del marco judicial o fuera de él La dificultad de esta práctica era que se cambiaba educación y mantenimiento de los menores por servicios de tipo doméstico. Las Cunas legalizaron las entregas de niños a familias no directas de los niños, no habiéndose encontrado al menos hasta aproximadamente el año 1930, antecedente de las familias de origen de los niños. La nominación familia solo se aplicaba a las de "sociedad", de "linaje", "decentes", no a las pertenecían los niños. Respecto a la condición social de los niños ingresados, aparecen en los escritos características de los progenitores: padre viudo, madre fallecida, madre empleada en quehaceres domésticos, madre internada u operada en hospitales públicos, madre tuberculosa, madre que padece daño mental. La concepción dominante sobre la niñez, consideraba que los expósitos eran seres "abandonados por padres miserables e infelices que, luchando siempre con los horrores de la pobreza espantosa, no pueden criarlos, o temer aumentar el peso de su terrible miseria, y más comúnmente por personas que desean ocultar las consecuencias de un trato ilícito prohibido por las leyes". Si bien estos conceptos así expresados no los encontramos en 4 Revista & destacable y muestra una clara línea política de control social cuya finalidad era direccionar a los sectores más pobres hacia objetivos de crecimiento nacional, modificándoseles practicas que resultaban denigrantes para las ideas de progreso y orden imperantes. En esta línea de practicas sociales de los sectores de poder hacia los sectores pobres de la sociedad, la figura de la mujer es clara, mujeres de los sectores de elite que dirigían su accionar hacia la mujer madre, que no podía cumplir con las funciones asignadas por su condición de extranjera, de pobreza o de enfermedad. La concepción sobre familia predominante respondía a un modelo caracterizado por el trabajo del padre, antecedentes de honorabilidad, religiosidad católica, unión matrimonial, modelo al que solo se acercaban las familias de los solicitantes para adopción. El vinculo vital madre-hijo no aparece en el discurso de los actores, aun de los profesionales médicos, quienes paulatinamente fueron logrando espacio y poder de la mano de la filosofía higienista, que paradójicamente también encomendaba en la madre los preceptos para la disminución de la mortalidad y la buena crianza del niño. La pobreza como fenómeno del crecimiento poblacional fruto de la inmigración extranjera y de la interna, es el elemento reiterado como causa de la entrega de los niños en calidad de asilados. Dentro de este fenómeno es de destacar el aislamiento en que se encontraba la madre y su hijo, cuando esta fallecía, enferma de gravedad o internada en un hospital psiquiátrico, el niño quedaba solo, sin otra alternativa por quienes lo asistían de ser derivado a la Cuna. Cuando contaba con familiares como abuela, o padre, la historia familiar era sometida por las damas a una investigación exhaustiva para TOPOS T SOPOR Córdoba/ Nº3 Un primer momento marcado desde la creación de la institución Casa Cuna hasta el cierre del torno libre, una segunda etapa delimitada por la creación de la figura de admisión y verificación de las condiciones del depositante, denominada Comisión de Admisión y una tercera, caracterizada por la aparición de la ley 13.252/48. Los hitos marcados, nos muestran la historia institucional, e imprimieron practicas sociales, que a pesar de las transformaciones introducidas no modificaron radicalmente aquellas practicas sociales para con las familias pobres y la niñez desamparada. El niño asilado continuaba siendo un sujeto pasivo, cuyo proyecto de vida, si sobrevivía a la alta mortalidad de la Cuna, estaba en manos de damas de caritativo accionar, facultadas para dirigir su destino familiar, escolar y laboral. Los asilados eran denominados criaturas, desangelados, desamparados, expósitos, incluyendo en estas categorías aun a los niños cuya familia de origen no se habia desentendido completamente de ellos, lo demuestra la existencia de un plazo de tiempo para recuperar al niño depositado, así como la noinscripción como expósito en el Registro Civil y la conservación del nombre de origen de muchos de ellos. Lo anterior nos permite comprender que la figura del expósito no era literalmente tal; omisiones respecto a la afiliación del asilado como a datos de los depositantes refuerzan la idea de que la familia del niño al hacer entrega de los pequeños perdía desde la visión de las damas de la sociedad de beneficencia sus derechos sobre el niño, por el solo acto de la entrega. El poder de Policía que las damas tenían sobre quien depositaba al niño, como también sobre quien lo solicitaba en devolución, es 5 Revista & Entre la madre, como eje de la familia de origen y la familia adoptiva intermediaba la Sociedad de Beneficencia a favor de esta última, aun vulnerando el periodo de tiempo de un año que los progenitores o familiares del niño tenían para reclamarlo. La intermediación reforzaba una política social para con la niñez, el asilamiento, la educación moral y religiosa, la educación primaria y la colocación en matrimonios que continuaran la obra social iniciada por las damas de beneficencia. Dentro de este circuito era posible ver los frutos de la inversión social realizada por las acciones sociales del grupo de damas, los profesionales médicos y las hermanas, y del Estado subsidiando aquellas. Si el niño salía de este circuito, podía tornarse peligroso para la sociedad, adquiriendo conductas reprimidas socialmente (delincuencia, vagancia) y desestabilizantes para el sistema como la incorporación a los sindicatos y las luchas obreras de la época. El asilo se transformaba en la alternativa para mantener alejado a los niños del exterior, de la calle, atenuando o anulando la calle que atentaba contra toda moralidad, según los estudios sociales de la época. Hemos comprobado como los actores de la Cuna, construyeron significados sociales en torno a la niñez, y actuaron según aquellos, dando forma a recorridos específicos en los cuales se vivían vidas de niños muy diferentes. Las representaciones que sobre niñez, niño, pobres, pobreza, familia, aparecen constituyendo un modelo normativo dentro de la institución que afianzaba las políticas para los niños ya explicitadas. La vida del niño abandonado, huérfano, expósito se convierte en un objeto público, en el sentido de intervención institucional; desde TOPOS T SOPOR Córdoba/ Nº3 determinar si reunían las condiciones para reclamar al niño y devolvérseles. La atención de la infancia, era el vehículo desde el cual la sociedad de beneficencia se planteaba una intervención más amplia hacia el campo de la familia pobre. Las familias de origen de los niños poseían las características de no estar bien constituidas, en cuanto a ausencia de uno de los progenitores, madres trabajadoras como amas de leche o sirvientas, ambos padres fallecidos, abuelos de edad avanzada y sin recursos económicos, padres inmigrantes sin redes familiares extensas. Ante estas familias, aparecen las que deseaban adoptar un niño de la Cuna, como hijo propio o ejerciendo la tutela sobre el mismo. Si bien se partió del supuesto de que los niños eran colocados en adopción en familias de buen pasar económico que garantizara su total bienestar, no siempre se trataba de familias con esta característica. Eran parejas sin hijos, que poseían como capital su trabajo y su honestidad y honorabilidad reconocida por personalidades representativas del medio social de Córdoba. Los curas párrocos, médicos de familia, comerciantes de trayectoria, abogados fueron los intermediarios y garantes de los solicitantes o peticionantes de un niño para adopción, ante la Sociedad de Damas de la Divina Providencia. Estos últimos si tenían una clara pertenencia a los sectores de elite de Córdoba, y detentaban prestigio y poder en espacios públicos o privados. El secreto y la reserva del acto de entrega en adopción fue defendido y aplicado sistemáticamente, tanto que hoy los sujetos adultos que buscan en la ex institución Casa Cuna, datos sobre su origen se encuentran con que su historia de vida comienza cuando fueron dados en adopción. 6 reservas, las acciones que lograron plasmar en los niños institucionalizados, una identidad bifurcada, una identidad sin identidad. Identidad que muchos años después esos mismos sujetos se encargan de reconstruir y develar... ! Revista donde se intentaba tomar iniciativas para salvar y regenerar a la infancia marginada. La concepción de niño desvalido estaba ligada a significados sobre niño pobre, abandonado, desamparado, enfermo, solo y errabundo en la vida. Esta investigación permitió comprender los silencios, las TOPOS & T SOPOR Córdoba/ Nº3 7 Fuentes Inéditas Agulla Juan Carlos. Eclipse de una aristocracia. Elites dirigentes en la Ciudad de Córdoba. Ediciones Liberia. Buenos Aires 1968. Ansaldi, Waldo. Lo sagrado y lo secular profano en la sociabilidad en la Córdoba de la modernización provinciana, 1880-1914. En Cuadernos de Historia. CIFFyH. UNC. Año I, nro.1.1997 TOPOS Bibliografía Revista Libro de Actas de la Sociedad de Damas de la Divina Providencia: Números 1, 2,3, 4. Años 1884 a 1925. Memorias de la Sociedad de Damas de la Divina Providencia. Años 1899, 1900, 1904, 1909, 1911, 1919. Estatutos de la Sociedad de Damas de la D. Providencia. Años: 1884, 1918. Libro de Ingreso y egresos de niños de la Casa de los Expósitos: Años: 1900-1954. Libro de Actas de la Sociedad de Damas de la Divina Providencia. Numero 5. Este documento tiene registros hasta el año 1953. Memorias de la Sociedad de Damas de la Divina Providencia: Años 1845. 1923,1924, Libro de Ingreso y egreso de Niños de la Casa de los Expósitos. Actas de entrega de niños a las familias que los requerían. Años: 19201950 & Ariés Phillipe: El niño y la vida familiar en el antiguo régimen. En Derechos del Niño, Políticas para la Infancia. Unicef. Venezuela.1997 Historia de la Vida Privada. Tomo 6: La comunidad, el estado y la familia. Ed. Taurus. Buenos Aires 1991. T Barragán Julia: Abandono Minoral en la Ciudad de Córdoba. Tesis. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. U.N.C. 1970 Ciafardo Eduardo. Los niños en la Ciudad de Buenos Aires.1890-1910 Biblioteca Política Argentina. Buenos Aires 1995. SOPOR Aspell Marcela. La cuestión social en el último cuarto del siglo XIX. Los proyectos presentados a la Cámaras del Congreso Nacional. E n Anuario IV. Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. U.N.C. Ed. Ciber Gráfica. Córdoba.1999. Cicercia, Ricardo: Historia de la vida privada en la Argentina. Troquel. Buenos Aires.1998. Cabrera Pablo. Cultura y beneficencia durante la Colonia. Tomo II. Córdoba. 1929. Donzelot Jacques. La policía de las familias. Pre-textos. Valencia. España. 1977 Córdoba/ Nº3 Converso, Félix: Notas para la historia de la pobreza en Córdoba. En Historia e historias. Centro de Estudios Históricos de Córdoba. Córdoba 1999. Endrek Emiliano. El Censo Escolar de 1921. En III Jornadas de Historia de Córdoba. Junta Provincial de Historia de Córdoba. 1997. Eroles C., Fazzio A.: Políticas Públicas de Infancia. La mirada desde los Derechos. Ed. Espacio. Buenos Aires.2001. 8 Garzón Maceda Félix: La Medicina en Córdoba. Apuntes para su historia. Tomo III. Talleres Gráficos Rodríguez Giles. Buenos Aires. 1917 Giberti Eva (Comp.): Políticas y Niñez. Ed. Losado. Buenos Aires 1997. Revista Giberti Eva, Chavanneau de Gore: Madres excluidas. Grupo Editorial Norma. Ensayo. Buenos Aires 1997 Giberti Eva, Chavanneau de Gore: Adopción y Silencios. Ed. sudamericana. Buenos Aires 1992. Goffman Erving. Internados. Ed. Amorrortu. 1970. La presentación de la persona en la vida cotidiana. Ed. Amorrortu. Buenos Aires. 1981. Estigma. La identidad deteriorada. Ed. Amorrortu. Bs.As. 1993 Grassi, Estela: La Mujer y la Profesión de Asistente Social. El control de la vida cotidiana. Ed. Humanitas. Buenos Aires 1989. Moreno José Luis (comp.) La política social antes de la política social. Trama Editorial. Prometeo Libros. Buenos Aires. 2000. & Moreyra Beatriz, Remedi F, Roggio P.: El hombre y sus circunstancias Discursos, representaciones y practicas sociales en Córdoba: 19001935. Centro de Estudios Históricos. Córdoba 1998. TOPOS Messina Rina (comp.): Donde Anida la Memoria. Reflexiones acerca del uso de las fuentes en investigación histórica. Ferreyra E d i t o r . Córdoba. 2000. Moreyra Beatriz, Solveyra B. (comp.): Estado, Economía y Sociedad 1880-1950.Los procesos. Los Hombres. Las Vivencias. Centro de Estudios Históricos de Córdoba. Córdoba 1997. T El crecimiento económico y las condiciones de vida material en Córdoba en la primera década del siglo XX. Cuadernos de Historia 52. Junta Provincial de Historia. Ed. Copiar. Córdoba.1994. SOPOR Moreyra Beatriz. Crecimiento económico y desajustes sociales en Córdoba. (1900-1930) en Estado, Mercado y Sociedad. Centro de Estudios Históricos Prof. Carlos A. Segreti. Ed. Copiar. Córdoba.2000 Rozas Pagaza Margarita. La intervención profesional en relación a la cuestión social. El caso del Trabajo Social. Ed. Especio. Buenos Aires. 2001. Segreti, Carlos A.: In Memoriam. Historias e historias. Tomo I y II. Centro de Estudios Históricos. Córdoba 1999. Crianza y adopción en el derecho argentino precodificado. 1810-1870. Revista de Historia del derecho. Nro. 18. 1990. Instituciones protectoras del menor en el Derecho Argentino Precodificado 1800-1870. Revista de Historia del derecho. Nro.7 1980. Córdoba/ Nº3 Seoane, Maria Isabel: Instituciones tutelares del menor en el siglo XVIII Revista de Historia del Derecho. Nro.5. 1997 9