Sarna sarcóptica porcina

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Sarna sarcóptica
porcina
Se trata de una de las parasitosis más difundida en el sector
porcino, pudiendo considerarla como una de las más importantes;
pues, no obstante, es la más prevalente y la de mayor importancia
sanitaria y económica, tanto por las pérdidas directas en todas las
fases productivas como indirectas por su efecto inmunosupresor.
Se estima que la Sarna puede llegar a causar pérdidas por valor
de 80-110 C por cerda reproductora, fundamentalmente, debido
al retraso del crecimiento (6%), aumento del índice de conversión
(7%) y aumento del periodo de cebo (7 días) en los cerdos de cebo.
También se aprecia en las cerdas reproductoras aumento de los
días no productivos (18 días), disminución del número de lechones
destetados por cerda y año (1,5), disminución de la producción láctea de la cerda (10%) lo que repercute en el tamaño de la camada
al destete y disminución de la fertilidad y pérdida de la condición
corporal. A lo que habría que añadir los gastos en medicamentos
y los posibles decomisos en matadero, con la consiguiente penalización.
Etiología
El agente causal es Sarcoptes scabiei, var. suis.
Alberto Quiles
Departamento de Producción Animal.
Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia.
Campus de Espinardo. 30071-Murcia.
[email protected]
La Sarna sarcóptica es una ectoparasitosis que
afecta a la piel, caracterizada
por prurito, presencia de
pápulas e hiperqueratosis,
concerniendo a todas las
categorías de animales
(lechones, cerdos de
cebo y reproductores).
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Su forma es redondeada y aplanada dorso-ventralmente.
De color gris-blanquecino. Respecto al tamaño, existe dimorfismo
sexual: mientras los machos miden 0,25-0,35 x 0,18 mm, las hembras
son mayores 0,4-0,5 x 0,18 mm. El sex ratio es 1:2 ó 1:3.
El ciclo biológico es el periodo comprendido entre la fecundación de la hembra y la formación del ácaro adulto con capacidad
fecundante. Su duración oscila entre 10 y 20 días (Figura 1), dependiendo de las condiciones ambientales.
Los cuatro estadios del parásito: huevo, larva, ninfa y adulto, se
desarrollan sobre la epidermis del cerdo. A los 4-5 días de la cópula,
la hembra pone los huevos en los túneles y galerías excavados en los
estratos espinosos de la piel. Pone de 40-50 huevos en total, a razón
de 2-3 huevos/día, muriendo al cabo del mes. Los huevos permanecen viables en condiciones normales de 2 a 3 semanas. De ellos eclosionan al cabo de 3-10 días una larva hexápoda, que en un periodo
de 3-5 días pasará por dos estadíos ninfales (protoninfa y teleninfa)
para, finalmente, mudar a estado adulto al cabo de 3-5 días.
El parásito puede sobrevivir fuera del hospedador durante un
periodo que oscila entre una hora y 10 días, dependiendo de las
condiciones medioambientales de temperatura y humedad, si bien
no puede multiplicarse. La supervivencia disminuye a medida que
aumenta la temperatura y decrece la humedad. Así, por ejemplo,
Corte histológico de la piel, donde se aprecia un ácaro excavando una galería
(H-E 10x).
Sarna sarcóptica porcina
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ADULTOS
3-5 días
Puesta de huevos por la
hembra en las excavaciones
de la epidermis: 2-3 huv/día
cópula
NINFAS 2ª
HUEVOS
10-15 días
Eclosión de los huevos
a los 3-10 días
NINFAS 1ª
3-5 días
LARVAS
a una temperatura de 25º C los adultos son capaces de sobrevivir
durante 4 días; sin embargo, a 30º C la supervivencia es inferior a
una hora. Debido a estas circunstancias la mayor prevalencia de la
enfermedad se ha observado en los meses de invierno, ya que las
condiciones ambientales son más favorables para la supervivencia
del parásito.
efectúa el contagio entre la cerda y su camada (transmisión vertical) inmediatamente tras el nacimiento, debido al intenso contacto
entre ambos; o bien, entre los cerdos durante las fases de crecimiento y cebo (transmisión horizontal), donde las elevadas densidades de
animales por m2 y las bajas temperaturas favorecen el contagio, ya
que los animales tienden a juntarse para conservar el calor.
Otras vías de contagio pueden ser el contacto con camas,
utillaje ganadero o paredes de los corrales contaminados, los cuales
no han sido suficientemente limpiados y desinfectados. Recordemos
que los ácaros pueden sobrevivir varios días fuera del hospedador y
desplazarse hasta un metro, pudiéndose transmitir entre animales
que estuvieran dentro de esta distancia de separación, aunque se
trata de un contagio poco frecuente. Así mismo, el contagio puede
efectuarse en los camiones de transporte del ganado, cuando éstos
han trasladado cerdos sarnosos y, posteriormente, no han sido desinfectados y desinsectados.
Vista dorsal de hembra de Sarcoptes scabiei, var. suis.
El grado de prevalencia es muy variable de unas explotaciones
a otras, ya que existen una serie de factores ambientales y/o de
manejo que favorecen la presencia del parásito, tales como: temperaturas bajas y humedades relativas altas, carencias nutritivas,
principalmente avitaminosis A, niacina y biotina, anemia ferropénica, factores estresantes que inciden en una disminución del sistema
inmunológico, falta de higiene, características de los alojamientos,
tipo manejo etc.
Epidemiología
Patogenia
La principal vía de entrada del parásito es a través de la
adquisición de cerdas nulíparas portadoras asintomáticas. También
pueden actuar como reservorios las cerdas reproductoras multíparas
y los verracos con lesiones crónicas, fundamentalmente, a nivel de
las orejas.
El parásito actúa a nivel de la piel del cerdo, depositando la
hembra sus huevos sobre la epidermis. Al cabo de 2-5 semanas se
desarrolla un cuadro de hipersensibilidad alérgica, lo que motiva
que los animales se rasquen y rocen intensamente contra las paredes, barrotes de las jaulas o entre ellos mismos, dando lugar, en los
casos más intensos, a erosiones a nivel de la piel. La presencia de
máculas y pápulas de color rojizo en la piel de los lechones, están
relacionadas con estas reacciones de hipersensibilidad.
Una vez introducido el parásito en la granja, se disemina por
contacto directo entre animal enfermo y sano. De esta manera, se
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El primer punto de infección suele ser la superficie interna de
las orejas, pasando a cara, cuello y, finalmente, termina por diseminarse por todo el cuerpo y extremidades.
La patogenia de Sarcoptes scabiei es debida a su poder de
excavación y perforación de los estratos superficiales de la piel
(epidermis), en busca de nutrientes necesarios para su desarrollo,
a partir de la linfa. Ello causa verdaderas galerías, al ir eliminando
las células epidérmicas. A la vez, son capaces de provocar cierto
nivel de intoxicación, debido a la saliva tóxica que expelen y a sus
deyecciones. Todo ello da lugar al prurito característico de esta
enfermedad, por las reacciones de hipersensibilidad alérgica.
Síntomas
El periodo de incubación (desde la infestación hasta la aparición
de los primeros síntomas) oscila entre 3 y 11 semanas.
El síntoma más característico es el prurito, como consecuencia
de la hipersensibilidad a los ácaros. Es de intensidad y duración variable, al principio intermitente y finalmente permanente. Este prurito
obliga a los cerdos a rascarse, con frecuencia las orejas, el cuello y la
cabeza, utilizando las patas, y a frotarse contra todas aquellas superficies que les sean posibles (paredes de los corrales, barrotes de las
jaulas, bebederos, comederos, etc.), lo que puede ocasionar algunos
Sarna crónica en cerdas.
daños en las instalaciones. En ocasiones se aprecia agitación de la
cabeza, con movimientos repetitivos, que pueden ser confundidos
con procesos encefalíticos.
Esta situación de irritabilidad es mucho más acentuada al medio
día en las explotaciones al aire libre, donde la incidencia directa de
los rayos solares sobre la piel provoca una mayor actividad de los
ácaros.
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Los parámetros productivos se ven afectados como consecuencia del estrés ocasionado por el prurito: disminución de la ganancia
media diaria (4-12%) y aumento del índice de conversión del pienso
(9-12%). A nivel reproductivo repercute en aumento del intervalo
destete-celo, disminución de la tasa de fertilidad, del número de
lechones destetados y del consumo de pienso por parte de las cerdas
en lactación, con la consiguiente disminución en la producción láctea.
En las cerdas lactantes, también se observa una mayor irritabilidad y
nerviosismo, disminuyendo su instinto maternal, lo que puede provocar un aumento de la mortalidad por aplastamiento de los lechones,
especialmente los de menor peso en los primeros días de vida. Esta
situación de nerviosismo generalizado, también, se traslada a los
lechones sarnosos en sus primeras etapas de crecimiento, siendo más
proclives a desarrollar comportamientos anómalos como la caudofagia y las peleas.
El índice de mortalidad es muy bajo, afectando, principalmente,
a lechones y cerdos jóvenes con una elevada infestación; sin embargo,
no podemos decir lo mismo de la morbilidad que es muy elevada.
Cuadro lesional
Las lesiones aparecen a las 3-4 semanas después de la infección, siendo muy evidentes en el interior de las orejas, cara y cuello
en las cerdas reproductoras. Comienzan como pequeñas pápulas
eritomatosas urticariformes de 1-2 mm, para dar lugar a la formación de vesículas que dejan fluir un líquido, que al secarse forma
pequeñas costras de aspecto ceruminoso. Posteriormente, estas
costras aumentan de tamaño, uniéndose unas a otras hasta formar
verdaderas placas, que llegan a cubrir el 70% de la superficie. Se
trata de lesiones de hiperqueratosis, con proliferación del tejido
conectivo de la dermis, a nivel de la cara interna de las orejas, cuello y alrededores de los ojos, de color marrón-rojizo, consecuencia
de la coagulación de los exudados derivados de las excavaciones
dérmicas. A nivel histológico se pueden observar focos de vasculitis
eosinofílica. Estas lesiones, cuando no existe inmunización frente a
Sarcoptes, se extienden al resto del cuerpo y extremidades (preferentemente a los corvejones, pliegues de las articulaciones, abdomen, lomos y partes distales de las extremidades); dando a la piel
un aspecto rugoso, con aumento de su grosor. Este tipo de lesiones
corresponden a la llamada Sarna crónica o hiperqueratósica,
vulgarmente llamada “roña”, siendo mucho más prevalente en las
cerdas reproductoras y verracos.
Sin embargo, en los lechones y cerdos jóvenes en crecimiento que han desarrollado hipersensibilidad al ácaro de la sarna, se
aprecian máculas o pápulas de color rojizo sobre la cadera, flancos
y abdomen. En los casos más graves llegan a afectar a toda la superficie corporal, pudiendo ser causa de decomisos en el matadero. Esta
dermatitis se caracteriza por reacción generalizada con urticaria
y erupción eritomatosa, con focos de 3 mm de diámetro. En este
caso hablamos de una Sarna hipersensible o eritomatosa, que
cursa con eritema y formación de pápulas, siendo el prurito muy
intenso.
Como consecuencia de estas heridas, la piel inflamada se
agrieta, pudiendo contaminarse por infecciones bacterianas secundarias. Un ejemplo de ello es la complicación con la Epidermitis
Exudativa del lechón, ya que la presencia del ácaro perfora la epidermis, facilitando la penetración del Staphylococcus hyicus.
Diagnóstico
Para el diagnóstico sintomático se puede utilizar la existencia de prurito, junto con el cuadro lesional a nivel de la piel anteriormente referido, lo que hace sospechar la presencia de ácaros en
la explotación.
Las observaciones de prurito se cuantifican mediante el denominado “ÍNDICE DE PRURITO”. Este índice se calcula contando el número
de episodios de rascado durante 15 minutos, en un corral de cerdos de
cebo o en un grupo de cerdas reproductoras. Este valor se divide por
Sarna sarcóptica porcina
el número de animales que forman el grupo observado. Así se puede
cuantificar la reacción de hipersensibilidad en la forma alérgica de la
Sarna. De esta manera, un índice menor de 0,1 significa ausencia de
Sarna. Entre 0,1 y 0,4 significa que es posible la existencia de Sarna,
debiéndose repetir el índice transcurrido un cierto tiempo. Un índice
de 0,4 ó superior se considera positivo. Este índice es muy sensible pero
poco específico, ya que las incidencias de rascado pueden deberse a
otros procesos aislados o concomitantes.
El diagnóstico sintomático tiene que ser confirmado con el diagnóstico laboratorial mediante la identificación del ácaro adulto en los
raspados cutáneos de piel sospechosa, principalmente, en la cara interna de las orejas (raspados auriculares), o bien, en los exudados del canal
auditivo externo, donde se acumulan una gran cantidad de parásitos.
La especificidad de estos raspados es máxima (100%), ya que la sola
presencia de un ácaro o de huevos indica que ese animal es positivo.
Sin embargo, es muy poco sensible en la fase de Sarna eritomatosa o
hipersensible, por la dificultad de encontrar ácaros.
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nº 13
durante el periodo de cuarentena. Este diagnóstico permite clasificar
a los animales en positivos, negativos o dudosos. Si bien hemos de ser
cautos a la hora de interpretar sus resultados, ya que los anticuerpos
frente al Sarcoptes pueden mantenerse en los animales adultos hasta
nueve meses después de un tratamiento con acaricida, apareciendo a
las 5-6 semanas post-infección. Sin embargo, es muy eficaz a la hora
de evaluar la tasa de anticuerpos en lechones nacidos después de aplicar un tratamiento de erradicación. En este caso se ha de tener la precaución de que la muestra de sangre se tome a partir de la eliminación
de los anticuerpos maternales que suele oscilar entre 8 y 12 semanas.
El diagnóstico ELISA deberá confirmarse con la presencia de
ácaros vivos en la piel de los animales.
Por último, la evaluación en mataderos de canales, buscando
lesiones papulares en la piel, es un método muy utilizado para demostrar la presencia de Sarna y confirmar su gravedad, es el denominado
ÍNDICE DE DERMATITIS, que valora las canales porcinas tras su escaldado en función de las lesiones de dermatitis atribuibles a la Sarna.
Este método clasifica a las canales en cuatro grados, dependiendo
de la gravedad y la extensión de las lesiones. El grado 0 corresponde
a canales sin lesiones; el grado 1 a lesiones papulares localizadas en
cabeza, región abdominal y caudal y en las extremidades posteriores;
el grado 2 cuando las lesiones se muestran generalizadas y su gravedad oscila entre ligera a moderada y de grado 3 lesiones generalizas y
gravedad intensa.
La especificidad de estas lesiones papulares con la Sarna es muy
alta. En efecto, la especificidad de las lesiones de grado 1 es del 78% y
las de grado 2 y 3 es del 95% y 98%, respectivamente.
El raspado auricular es un método muy específico para el diagnóstico de la
Sarna.
La toma de la muestra se efectuará mediante un bisturí o una
cuchara de Volkmann. El raspado auricular debe ser profundo, incluso
hacer sangre, para asegurarse que se toma piel y no solo cerumen.
La cantidad de piel a tomar ha de ser como mínimo de 2,5 cm2. La
muestra se colocará en una placa de Petri sellada a temperatura de
10-15º C, hasta su observación. Ésta se puede realizar directamente,
mediante una lupa, para lo cual es conveniente calentar la muestra
a 37º C durante 24 horas, para conseguir una mayor actividad de
los ácaros. La muestra se depositará sobre un fondo negro, para una
mejor apreciación. También podemos recurrir a la microscopía óptica
de pocos aumentos (4X ó 10X), para ello someteremos a la muestra a
una digestión con hidróxido de potasio al 10% o lactofenol; aplicando,
posteriormente, técnicas de flotación (uso de sacarosa de Seather D
= 127).
En las explotaciones en las que este raspado de negativo, pero
se observe un cuadro sintomático sospechoso, se repetirá pasadas
2-4 semanas, siendo muy probable que en este segundo raspado se
observen ácaros. Hemos de tener en cuenta que dependiendo de la
prevalencia de la enfermedad, es frecuente obtener raspados negativos,
de ahí que sea muy importante elegir adecuadamente a los animales,
esto es, aquellos cuyo interior del pabellón auditivo presente un aspecto sucio.
El diagnóstico laboratorial se puede completar con pruebas
serológicas, como la técnica ELISA, altamente específica y sensible.
Este diagnóstico se realiza a nivel de granja, pues para ello existen
kits comerciales, con una gran especificidad y sensibilidad, por lo que
resultan muy prácticos en los programas de control y de erradicación.
También son útiles en el chequeo sanitario de las cerdas nulíparas
La media aritmética de las diferentes canales, es el denominado
“ÍNDICE DE VALORACIÓN MEDIA DE DERMATITIS”, el cual sirve para
evaluar la gravedad de la extensión de la Sarna o, bien, para comprobar su evolución después de la puesta en marcha de un programa de
control o de erradicación en una determinada explotación.
ÍNDICE DE VALORACIÓN MEDIA DE DERMATITIS =
Nº puntuaciones grado 1 + nº puntuaciones grado 2 x 2 +
nº puntuaciones grado 3 x 3
Nº de canales analizadas
Si el resultado es menor de 0,5 significa ausencia de Sarna o
Sarna bajo control. Un valor mayor de 0,5, significa presencia de la
enfermedad, se deben revisar las medidas de control y un valor superior
a 1,5 indica que la Sarna es un grave problema en la explotación.
En otro orden de cosas, se debe efectuar diagnóstico diferencial
frente aquellas infecciones que provoquen lesiones en la piel como:
Eczema húmedo, Paraqueratosis, Hiperqueratosis, Dermatitis estafilocócica, Dermatomicosis, Viruela porcina, Sarna Demodécica, Pitiriasis rosácea, Tiña, Pediculosis, Estrongiloides ransomi, quemaduras solares, etc.
Tratamiento y control
Los tratamientos control no logran eliminar el parásito de
la explotación, pero sí reducen al mínimo el número de animales
infectados, con lo que la repercusión sobre los rendimientos productivos puede ser mínima.
Estos tratamientos se efectúan de forma periódica, en diferentes
momentos del ciclo productivo, a todas las categorías animales. Así, se
realizará tratamiento de mantenimiento a las cerdas reproductoras 10-14
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días antes del parto, a las cerdas nulíparas antes de la cubrición, a los
lechones al destete (solo si se considera técnicamente necesario) y a los
verracos cada 3-4 meses. No trataremos a los animales con infección
crónica o hiperqueratósica, los cuales serán sacrificados. Si no se efectúa
un buen control sobre las cerdas reproductoras, la parasitosis se vuelve
incontrolable, ya que hay una masiva transmisión de ácaros a los lechones. Cuando se interrumpe el tratamiento puede haber un rebrote de la
enfermedad.
Los tratamientos más comúnmente utilizados son los siguientes:
- Pulverización con amitraz al 1% sobre toda la superficie corporal, con especial hincapié en el riego de los pabellones auriculares.
Los animales deben estar limpios, ya que la suciedad puede interferir la
penetración y eficacia del producto. Es esencial que el producto prefunda
a todas las superficies afectadas donde se encuentre S. scabiei. Se realizará un tratamiento inicial doble con un intervalo de 7-14 días a todos
los animales de la granja. Se aprovechará para pulverizar, también, las
paredes, suelo, jaulas, comederos y bebederos a razón de 1 g por cada 20
m2. Con el segundo tratamiento nos aseguramos de matar a las formas
larvarias y ninfas que hayan eclosionado de los huevos presentes después
del primer tratamiento, ya que estos productos no matan a los huevos.
- Aplicación de vertido dorsal (pour on) con fosmet, incluyendo
la aplicación del pabellón auricular. Se realizará un tratamiento inicial
doble con un intervalo de 7-14 días y, posteriormente, se llevarán a cabo
tratamientos de mantenimiento.
-Por vía oral a través del pienso. Es un tratamiento que requiere
menos mano de obra, pero tiene el inconveniente de su dosificación,
ya que al administrarse vía pienso aquellos cerdos que no consuman la
cantidad suficiente puede que no reciban la dosis adecuada, pudiendo
quedar como reservorios de ácaros. No es recomendable para lechones
lactantes, cerdas destetadas y cerdas en la semana anterior y posterior al
parto, en este último caso no se impide la transmisión vertical al lechón.
Utilizamos ivermectina (100 μg/kg de peso vivo) durante 7 días consecutivos, dos veces al año.
- Vía subcutánea o I.M., utilizando ivermectina o doramectina
en dosis única (300 μg/kg de peso vivo). Con este tratamiento se asegura la correcta dosificación del producto a nivel individual, aunque
requiere mayor mano de obra. Este tratamiento controla los huevos de
los ácaros gracias al fenómeno de persistencia tisular (12-18 días) de
manera que es capaz de interrumpir la evolución del ciclo biológico,
Etiología
Sarcoptes scabiei , var.
Suis.
Periodo de incubación
3-11 semana.
Lesiones
- Sarna hipersensible:
pápulas eritomatosas.
- Sarna crónica:
hiperqueratosis.
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Fase infectante
Principalmente, hembras
fertilizadas.
Categoría animal
Cerdas reproductoras,
verracos, lechones y
cerdos en cebo.
Diagnóstico
Diagnóstico sintomático
Índice de prurito.
Raspado auricular.
ELISA
Índice de valoración de
dermatitis en las canales.
matando las larvas que van saliendo de los huevos e impidiendo la reinfestación por ácaros de vida libre. La ivermectina se aplicará 10-14 días
antes del parto y la doramectina 21 días antes del parto.
Con el tiempo, estos tratamientos de control resultan costosos,
fundamentalmente, por la necesidad de mano de obra, por lo que es más
rentable realizar programas de erradicación.
Programas de erradicación
y prevención
Los programas de erradicación son tremendamente eficaces,
convirtiendo a la Sarna en una parasitosis susceptible de ser erradicada
en la mayoría de las explotaciones porcinas. Estos programas logran la
máxima eficacia cuando se apoyan en programas de bioseguridad bien
diseñados, sobre todo en lo relativo a la higiene y desinfección de animales e instalaciones.
Para erradicar la sarna se puede llevar a cabo el vaciado total de la
granja, y posterior repoblación con animales libres de Sarna; previa limpieza, desinfección y desinsectación de las instalaciones con un acaricida
eficaz, dejándolas en vacío sanitario durante un periodo mínimo de 21
días. Ahora bien, esta actuación resulta tremendamente costosa. Para
evitar esto, se aplicarán tratamientos estratégicos a todos los animales
de la explotación, mediante acaricidas eficaces. El personal cualificado
encargado del programa tiene que tener un perfecto conocimiento del
ciclo biológico del parásito, de la farmacodinámica del producto, de las
vías de transmisión de S. scabiei y de los métodos de diagnóstico para
determinar la prevalencia de la enfermedad. En este sentido, debemos
tener en cuenta que ningún acaricida es ovicida, por tanto, solo vamos
a eliminar los ácaros conforme vayan eclosionando. El tiempo entre la
puesta y la eclosión puede extenderse hasta los 10 días.
El número de tratamientos depende del periodo de actividad del
producto en el organismo animal. Se aplicarán a todos los animales de la
explotación, si bien, previamente se han de eliminar todos aquellos con
Sarna crónica y aquellos que presentando Sarna clínica (hiperqueratosa)
no hayan respondido al tratamiento curativo.
Los principales tratamientos de erradicación utilizados son:
- Tratamiento con fosmet, vía pour on, realizándose tres trata-
Vías de contagio
Ciclo biológico
Contacto directo. Sobre la epidermis del
hospedador 10 -15 días.
Prevalencia
Frecuente.
Tratamiento
Amitraz.
Fosmet.
Ivermectina.
Doramectina.
Síntomas
Prurito.
Disminución de los
índices técnicos.
Prevención
Programas de erradicación.
Cuarentena de nulíparas.
Bioseguridad.
Sarna sarcóptica porcina
mientos con un intervalo de 7 días cada uno, ya que la duración de la
actividad del producto en el organismo animal es de 4-6 días. Los resultados con este tratamiento suelen ser parciales.
- Tratamiento con ivermectina (300 μg/kg de peso vivo), vía subcutánea o I.M, a todo el efectivo. Como la ivermectina tiene una actividad
media de 9 días en el cerdo, se aplican dos tratamientos con un intervalo
de 10-14 días. Los lechones que nazcan en los 10 días posteriores al inicio
del tratamiento serán tratados el día 10 de vida (1ª dosis) y a los 14 días se
aplicará la 2ª dosis. Para facilitar este tratamiento a los lechones de poco
peso se puede diluir la ivermectina con propilenglicol (1:3) aplicando 1
ml/8 kg de PV.
Para aquellos animales (cerdas gestantes, verracos, lechones destetados o animales de cebo) en los que se pueda garantizar el consumo de
pienso se puede utilizar la vía oral a razón de 100 μg de ivermectina/kg
de PV durante un periodo consecutivo de 16 días.
- Tratamiento con doramectina, vía subcutánea o I.M (300 μg/
kg de peso vivo). Se efectúa un único tratamiento, ya que tiene una
duración media de actividad de 18 días. Se aplica a todos los animales el
mismo día, excepto a los lechones menores de 3 días.
Junto a estos tratamientos es muy recomendable que un mes
antes y después de la aplicación de los mismos se utilice algún producto
acaricida (phoxim, diazinón, lindano, malathion, triclorfox, etc) aprovechando los días de vacío sanitario tras la limpieza y desinfección. De esta
manera se evita la reinfestación de animales ya tratados con ácaros que
hayan podido quedar en el ambiente.
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BIBLIOGRAFÍA
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La mejor época para llevar a cabo la erradicación de la Sarna es en
verano, ya que en esta estación el ácaro libre tiene menos probabilidades
de supervivencia.
Estos tratamientos deben ser chequeados periódicamente, para
evaluar su eficacia, y para ello se recomiendan raspados auriculares,
buscando ácaros; el uso del índice de rascado; chequeos serológicos
mediante ELISA; o, bien, evaluar el índice de dermatitis en las canales en
matadero. Para la realización de estos análisis hemos de elegir un número
de representativo de animales del total de la población.
Tras la instauración de un programa de erradicación se apreciará
un incremento de los índices técnicos (GMD e IC), mejora en la calidad
de la carne y del bienestar de los animales, lo que supondrá una rápida
amortización de lo los costes del tratamiento.
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Respecto a la prevención, un punto clave es el control de las cerdas
nulíparas cuando su origen sea externo a la explotación, en cuyo caso
han de proceder de núcleos negativos a Sarna (la confirmación se hará
serológica). Se ha de evitar el contagio durante el transporte, porque éste
se efectuará en camiones limpios y desinfectados con un acaricida. Si
hubiera duda, y para evitar la entrada de portadores, someteremos a las
nulíparas a un periodo de cuarentena (mínimo 21 días), con flujo todo
dentro/todo fuera, administrándoles un tratamiento parasitario (con
ivermectina dos veces con un intervalo de 10-14 días o con una sola
dosis de doramectina), previa inspección de las orejas y los pliegues del
corvejón. También se pueden efectuar chequeos serológicos, en busca de
anticuerpos anti-Sarcoptes scabiei, para determinar su estatus sanitario.
Junto a ello es imprescindible la instauración de un programa de
bioseguridad que contemple la tecnología todo dentro/todo fuera, con
los correspondientes vacíos sanitarios, así como todas aquellas medidas
referentes a control de insectos y roedores, de animales salvajes, de vehículos, de visitas, de cadáveres y materias contumaces, etc.
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