salvador elizondo se alv a dn o ri eo l i z od n de o c o n t ucb r espejo ontubernio de espejos P O EMAS 19 6 0 -1 9 6 4 contubernio de espejos Contubernio de espejos [poemas 1960-1964] SALVADO R E L IZ ONDO POESÍA F O N D O D E C U L T U R A E C O N Ó M I C A Primera edición, 2012 Elizondo, Salvador Contubernio de espejos. Poemas 1960-1964 / Salvador Elizondo. México : FCE, 2012 81 p. ; 21 × 12 cm – (Colec. Poesía) ISBN 978-607-16-0950-2 (empastada) ISBN 978-607-16-0949-6 (rústica) 1. Poesía 2. Literatura mexicana - Siglo XX I. Ser. II. t. LC PQ7296 Dewey M861 E44e Distribución mundial Diseño de interiores y portada: León Muñoz Santini D. R. © 2012, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F. Empresa certificada ISO 9001:2008 Comentarios: [email protected] www.fondodeculturaeconomica.com Tel. (55) 5227-4672; fax (55) 5227-4640 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos. ISBN 978-607-16-0950-2 (empastada) ISBN 978-607-16-0949-6 (rústica) Impreso en México • Printed in Mexico SUMARIO i. Umbrales ii. Cuerpo secreto iii. El soñador sin su noche iv. El mal amor v. Elegías romanas vi. [Sin título] 11 19 27 57 67 73 Índice 79 ¿Qué testimonio dar? El naufragio es así. I UMBRALES el espejo ¡Cómo hieres, espejo, la turbia pequeñez de la mirada! En tu imagen callada me contempla el reflejo de una mirada que creía olvidada. 13 imag en Vives en un espejo de azogue turbio y realidad incierta. Te invoco en su reflejo y se queda desierta la angustia con que llamo en esa puerta. 14 la quietu d La noche está agitada como el ala de un pájaro gigante. No va quedando nada del océano constante que ciñe tu quietud enamorada. Has truncado el instante en que vibra el claror de la alborada y te quedas distante, como deshabitada, sin terminar un gesto terminante. 15 tú Tú eres mi soledad y vas conmigo; cabes como el puñal cabe en la herida; vas como la canción en el silencio y como van las nubes en la lluvia. Vas como va el recuerdo en el olvido. 16 sen sación Queda el recuerdo; se pierde el acto; queda tu beso, mas no tus labios; somos la muerte, somos la nada, somos un eco de algo… 17 ad iós Allí junto a la puerta, quieta como en el quicio de un espejo, parece que estás muerta y mientras yo me alejo la lluvia va enturbiando tu reflejo. 18 II C U E R P O S E C RE T O i Cuerpo secreto, enigma indescifrable; nido, llanura, vértigo impreciso en que este amor callado, amor sumiso, se vuelve altivo amor inalterable. Tibio remanso a furias excitable con apremio del doble compromiso en que trueca el infierno en paraíso su galopar inmóvil e implacable. Cuerpo secreto en sombras presentido y en claridad de sol adivinado con sólo su perfume y su gemido. Cuerpo secreto a tientas olvidado y en saciedad de luz reconocido. Cuerpo secreto, cuerpo asesinado. 21 ii Asemejas tendida en ese lecho feliz naufragio, oceánide dormida que se solaza inerte en la mullida tranquilidad del goce satisfecho. Despertarás acaso y en tu pecho revivirá la llama consumida que brota como sangre de la herida para saciar el ansia en que te acecho, o dormirás tal vez hasta que el sueño, pájaro malherido en la reyerta, se fugue hacia su nido de beleño y seas al despertar como la puerta de una casa magnífica y sin dueño esperándome muda y entreabierta. 22 iii Enajenado amor que no adivina a quién aplica escarnio delicioso cuando quema en tu flanco voluptuoso la marca de Caín y de Justina. Amor que en cada beso te asesina con el filo tenaz y silencioso del bisturí que graba presuroso en tu cuerpo la kábala divina. Amor en que el espanto de tu grito a mi placer y a mi ansiedad se enfrenta para saciar tu horror y mi apetito. Amor en que mi beso se te adentra con apremio furioso y exquisito de beso que te busca… y que te encuentra. 23 iv Urde tu cuerpo ardides y semeja gozosa cirugía, suave tormento en que mis manos son el instrumento que al mismo tiempo te acaricia y veja. Te abandonas al sueño en que te deja náufraga de dolor y de lamento la llaga en que se goza mi contento cuando gozo en el canto de tu queja. Ya te viertes en mí como un torrente de dolor sin sentido y es tu ruego piedad que implora pena más ardiente, frialdad que se deleita en este fuego, placer que busca el látigo inclemente y horror que se solaza en este juego. 24 v Inerte, mutilada, escarnecida de tan sangrante y ávida lujuria y sometida al beso y a la furia que socava tu boca enmudecida. Como bestia que al goce de la herida te repliegas inmóvil en la injuria para abrevar en la corriente espuria de esta amorosa y cruel acometida. Crucificada, ausente, moribunda, te abandonas en mí; yaces tan yerta gozando esta caricia gemebunda con que mis labios riegan la desierta inmensidad de tu quietud profunda que tal parece que estuvieras muerta. 25 C O MO R E FLE J O DE UN IVE R SO S P A R A LE LOS , C OMO T ES T IG OS DE L A M OR Y DE L A B A NDON O, C OMO SI NÓNIM OS DE MI R A DA S C R I S T A LI NA S , C O MO DES T E LLOS DE LA ME MORI A , E ST OS PO E MA S , Q U E S A L V A DO R ELI Z ON DO E S CR IB I ER A E NT RE 1 9 6 0 Y 1 9 6 4 , I NÉ DI T OS HA S T A HOY , I NVIT A N A LA CONT EMP LA C IÓN C O N P A LA B R A S Q UE S ON MA T I C E S LUM INOS OS : F UL G OR ES DE L A J U V E NT U D, DE LA N A T UR A LEZA , DEL RE CU ER DO.