Manejo de la información en la televisión mexicana en épocas electorales 2012 Rosa Esther Rosano Rodríguez Université de Bourgogne Durante los períodos electorales, que representan el acto generador de las sociedades democráticas, se suele evocar a la comunicación como un contribuyente al desarrollo de éstas. En una sociedad democrática ideal, los medios de comunicación, neutros e informativos, ejercerían el rol que ayudaría a los electores a tomar su decisión en pleno conocimiento. En la realidad, los medios siempre han sido percibidos más bien como un instrumento del cual servirse o protegerse, según sea el caso, y como un peso sobre las decisiones más que como un aliado transparente de deliberación colectiva.1 Con todas sus evoluciones tecnológicas, la práctica comunicacional se ha ido integrando a la práctica política y en diversas ocasiones se han visto liadas intrínsecamente, cuando no confundidas entre ellas. En este estudio se tratará justamente de analizar la relación entre el poder político y mediático en México en el contexto jurídico electoral que reina en 2012. Se tratará, pues, de explicar la demanda de democratización mediática que exigen varias esferas de la sociedad, quienes han manifestado su preocupación e interés desde antes de la llamada “transición política” hasta ahora, etapas durante las cuales el sistema televisivo mexicano ha resentido cambios contradictorios en su legislación, siendo cuestionado y reprobado. El presente artículo presentará de manera condensada un análisis de las legislaciones que han padecido los medios desde 2006, considerará algunas de las condiciones que se tomarán en cuenta para el monitoreo realizado durante el mes de junio y julio en comparación con el monitoreo oficial del Instituto Federal Electoral y esbozará conclusiones respecto de la función y relación del Estado con el poder mediático y las consecuencias sobre el electorado. 1 Veyrat –Masson, I. (2006), « Les recherches sur les campagnes électorales à la télévision », Le Temps des médias, Nouveau monde éditions, No.7, pp.289-301 Contexto En Televisión y Audiencias, Guillermo Orozco2, se interrogaba ya sobre el carácter dictatorial de la televisión mexicana, ya que durante más de 70 años el gobierno y la información representaban la "convivencia perfecta" en un ambiente de corrupción y de manipulación. En 2012, la televisión sigue siendo el medio predilecto de información de los mexicanos. Es necesario entonces recordar su política económica: de acuerdo con un reporte de la Comisión Federal de Competencia (CFC) de 2006, de los 26 mil millones de pesos destinados al gasto publicitario en televisión abierta en México, Televisa obtiene el 71.2% de las ventas mientras que TVAzteca capta el 28.2% restante, se trata entonces de un duopolio televisivo que concentra el 99.4% del dinero de anunciantes públicos y privados. Esta concentración conllevaría a que desde principios del siglo XXI en México se haya presentado una forma de “subordinación al revés”, o sea, una subordinación del poder público y del mundo de la política a los intereses de los medios controlados por el poder del capital privado como lo sostiene Carreño Carlón (2007)3. Legislación en materia de medios y medios en procesos electorales A fines del mandato presidencial de Vicente Fox, estudios y consultas precisaban que era necesaria una nueva regulación y una actualización con visión antimonopólica de la Ley Federal de Telecomunicaciones y la Ley Federal de Radio y Televisión y esperaban el cambio de poder para presentar la proposición de ley con el fin de ser discutida y aprobada. Sin embargo, esta proposición de ley sería vejada por otro dictamen espontáneo que no la tomaba en cuenta y que marcaría la relación medios-política4: la Ley Televisa. Ley Federal de Radio y Televisión (LFRT) 2006 o Ley Televisa El 1 de diciembre de 2005, se presentó la proposición espontánea ante la Cámara de Diputados, la cual fue votada en seguida y ratificada por mayoría en el Senado, subordinando los intereses públicos a los intereses empresariales de Televisa. Esta ley 2 Orozco, G. (1996), Televisión y audiencias: un enfoque cualitativo, De la Torre, México. 3 Carreño, J. (2007) Para entender los medios de comunicación. México DF: Ediciones Nostra. 4 Rodríguez Arechavaleta, C. M (2011), La calidad de la democracia y la lógica mediática en México, Comunicación política y democratización en Iberoamérica, pp.317-352. planteaba eliminar la función del Estado para establecer concesiones y que éstas se definieran por subastas publicas sujetas a la mayor oferta (art. 28) así como reducir las funciones de los organismos encargados de vigilar la competencia como la Comisión Federal de Competencia, a la cual le quitaban los recursos legales para actuar de manera directa y evitar la concentración mediática. Los alcances de esta ley serían puestos en evidencia durante las campañas electorales de 2006, durante las cuales, según el monitoreo del IFE, se otorgó un tratamiento equitativo a los candidatos, pero que en realidad estuvo contaminada por mensajes negativos5 que pusieron peligro la legitimidad democrática y que provocaron una confrontación entre los actores políticos y el duopolio televisivo privado, cuya reacción fue la Reforma electoral de 2007-2008. Reforma a la ley electoral 2007-2008 Como respuesta a la crisis político-electoral de 2006 se dicta la reforma electoral de 2007-2008. Las televisoras habían provocado irritación entre la clase política, debido a su gran influencia y su gran poder de negociación6, así, la reforma electoral trató de sentar las bases de un nuevo modelo de comunicación político-electoral, limitando el papel del dinero como principal criterio de acceso a los medios y regulando al “cuarto poder”7. Sin embargo, como señala Juárez Gámiz (2011), la aplicación de esta legislación electoral dota a la autoridad electoral (IFE, TEPJF) de facultades que en muchos casos no encuentran sincronía con leyes estrechamente vinculadas como el caso de la LFRT que acabamos de evocar. Es pues una reforma con vacíos legales queriendo ser llenados ventajosamente por los partidos políticos. Uno de los mayores problemas por resolver es el de la multiplicación de los spots, formato publicitario de 30 segundos que se ha vuelto el eje central del modelo de comunicación política. Otro ejemplo de vacío legal es el que trata de los infomerciales, un producto réplica de una nota informativa asociado a menudo a los noticieros y que confunde al espectador respecto a la fuente del mensaje. 5 Schedler, A. (2009), Inconsistencias contaminantes: gobernación electoral y conflicto poselectoral en las elecciones presidenciales del 2006 en México, América Latina hoy, Vol. 51, pp.41-59. 6 Buendía Hegewisch, J., Azpiroz Bravo, J.M. (2011), Medios de comunicación y la reforma electoral. 2007-2008. Un balance preliminar, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. 7 Juárez Gámiz, J. (2009), Informar o persuadir: la centralidad del contenido mediático en la nueva ley electoral, Nuevos escenarios del derecho electoral: los retos de la reforma 2007-2008, pp.149-167. Ley Federal de Telecomunicaciones La Ley Federal de Telecomunicaciones que rige las concesiones y licitaciones del espectro radioeléctrico, un recurso natural limitado del dominio público de la nación8, establece que el Estado debe garantizar la existencia de un órgano regulador independiente de los proveedores de servicios de telecomunicaciones e imparcial en sus decisiones que se cerciore de la equidad en el acceso a recursos esenciales de la red, que se prevenga y persiga la discriminación entre competidores. No obstante, desde su creación, la misión de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) se ha visto deteriorada por concesionarios de telecomunicaciones que han utilizado los medios de impugnación como una manera de retrasar el cumplimiento de las resoluciones de la autoridad para realizar prácticas anticompetitivas. Además, con las reformas hechas a la Ley Federal de Telecomunicaciones la rectoría del Estado está en peligro debido a la decisión de que una banda de frecuencias pueda prestar un servicio de telecomunicaciones se trasladó a la acción de cualquier concesionario de radiodifusión con el solo hecho de presentar una solicitud, esto puede dar lugar a distorsiones en la equidad de mercado. De igual modo, se restringen facultades sancionadoras y la facultad para imponer obligaciones especificas. Hacia el monitoreo cualitativo de noticieros en 2012: responsabilidad en la equidad informativa La inequidad informativa vivida durante el régimen priista dejaba claro la inexistencia de democracia durante los períodos electorales. Para contrarrestar esta inequidad y con el nacimiento del IFE en 1994, se realiza un ejercicio de monitoreo en medios durante las campañas electorales en México. Éste se había vuelto un actor protagónico de las contiendas hasta el año 2000, a partir de esa fecha su rol y su credibilidad han ido en caída. Durante los procesos electorales 2012 la cobertura informativa ha sido calificada por la UNAM y por el IFE como “equilibrada”. Sin embargo, se trata de un monitoreo cuantitativo, poco se analiza la calidad del contenido informativo. 8 Arts. 27, párrafo 4 y 6 de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos; y 3º, fracción I, 4º., primer párrafo y 6º, fracción I de la Ley General de Bienes Nacionales. La proposición de analizar los contenidos y los formatos de las notas informativas en los noticieros busca reflejar el tratamiento de una manera cualitativa. Para Rodríguez (2011), durante las campañas, “los políticos disponen estratégicamente de la información para influir a los ciudadanos a través de mecanismos psicológicos de control como el framing y el priming”, dos procesos propios a la organización de las noticias y a las condiciones de evaluación del espectador. El primero es el método por el cual se define y se construye un asunto político y que busca formar la opinión pública, proponiendo una cierta agenda. El segundo relaciona la relevancia que ceden los medios a los temas publicados con las opiniones que expresan las audiencias. Para nuestro análisis de contenidos, etapa a seguir en nuestro estudio, se propone tomar en cuenta un cuadro de hipotético con las siguientes categorías teóricas: análisis lingüístico, análisis temático, análisis del contenido, análisis retórico y análisis estratégico. Además, se prevén estudios sobre la interacción de estos métodos con el público. Conclusión En el contexto 2012, la im-parcialidad de la cobertura mediática podría jugar un papel importante en los resultados de la elección9, vista la estructura de nuestros medios se supone un bajo grado de imparcialidad. Sin embargo, para llegar a un alto grado de imparcialidad y de pluralidad, parecería que lo único que hace falta son más leyes, con castigos más duros para remediar las faltas cometidas sistemáticamente por partidos y dueños, sin embargo, el primer elemento necesario es la responsabilidad de los actores políticos y mediáticos para hacer valer las leyes ya existentes en un primer lugar y en un segundo lugar es esencial la puesta en práctica de una ley transversal que englobe el fenómeno relativo a los medios de comunicación y su función en una sociedad que se pretende democrática, no sólo en materia electoral sino en la vida cotidiana, una ley actualizada que anule las complicidades entre el Estado y los concesionarios, en donde los órganos reguladores no puedan ser controlados por los mismos sujetos regulados, en donde no existan las telebancadas y en donde el poder constitucional pueda someter al poder fáctico y no al contrario. 9 Boas, T. C. (2005) Television and Neopopulism in Latin America: Media effects in Brazil and Peru. Latin America Research Review, 40, pp. 27-49