GUIA I

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1
Guion de la
Entronización de las imágenes
del Señor y la Virgen
del Milagro
Sábado 26 Julio de 2014
Iglesia Catedral Basílica y Santuario del Señor y Virgen del Milagro
2
GUIA I
El Señor nos ha convocado para renovar nuestra fe, esperanza y caridad. Un
nuevo Milagro se avecina, tiempo de encuentro con Dios y los hermanos. “Con
el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María” 1, junto a nuestra Madre
del Milagro nos disponemos a celebrar el amor siempre fiel del Señor.
Cantamos “Doce estrellas del cielo de María”.
GUIA II
“Oración a la Virgen del Milagro”
Inmaculada Madre de Jesús y de nuestras almas, hoy tu pueblo de Salta
acude amoroso y lleno de confianza, a buscarte en este hermoso Templo, donde
tienes tu morada.
Venimos, querida Madre a tomarte en nuestros brazos, para colocarte en
el trono que hemos formado para Ti, desde donde podrás contemplar con ojos
benignos tu grande y escogida familia salteña, durante los muchos días que te
acompañaremos sin cesar. Venimos a recordar tu amor poderoso cuando, en los
terribles terremotos de 1692, bajaste al pie del altar para suplicar misericordia;
cuando cambiabas de colores en tu amable rostro, en señal de dolor y de
esperanza; cuando saliste en la procesión de penitencia al lado de tu Hijo, el
Santo Cristo del Milagro, y todo ello para salvar a este pueblo de su ruina, y
hacerlo feliz en el servicio de Dios.
Todas las bendiciones y gracias portentosas que diariamente nos
concedes, están presentes en nuestros corazones agradecidos, y venimos
justamente a suplicarte no cese tu mano de bendecirnos siempre, y tu corazón
de amarnos como a hijos predilectos.
Trabajaremos y lucharemos por tu gloria y la de Dios, santificándonos
cada día, para llegar, al fin a la eterna morada de la felicidad del cielo. AMEN.
1
Francisco. EG 284.
3
GUIA I
Queridos hermanos:
María del Milagro “reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho
esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encontramos la fuerza de Dios para
sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida… Como una verdadera madre, ella
camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del
amor de Dios.”2
En esta Solemne Entronización recemos el Santo Rosario.
GUIA II
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios
nuestro. En el nombre del Padre…
Rezamos el “acto de contrición”.
Dulce Jesús mío y mi crucificado Señor, indigno de ponerme delante de
tus ojos, me postro avergonzado a tus pies, confesando la multitud de mis
culpas, con íntimo dolor de mi alma, por haberte ofendido. Herido vengo,
médico divino, a buscar mi remedio en tu benigna misericordia, y te propongo
con todo mi corazón la enmienda. Dulce amor mío eres sobre todas las cosas,
ten piedad de mí, acuérdate, Señor, que tu amor por mí, te puso en esa Cruz, y
no te acuerdes que yo, como ingrato y desconocido, me olvidé de tu paternal
amor. Si a Ti, que eres mi Padre, no vuelvo los ojos, ¿quién otro se compadecerá
de mí? ¡Señor Jesús cómo te ofendí! ¡Quién de dolor muriera a tus pies, pues
amándome tanto me atreví a ofender a un Dios tan bueno, tan santo y tan
amable! Pequé, Padre mío, contra el cielo y contra Ti, ten misericordia de mí.
Amén.
2
Francisco. EG 284
4
GUIA I:
Ofrecemos nuestra oración por las siguientes intenciones:
•
Para que anunciemos la alegría del Evangelio.
•
Para que custodiemos la vida humana y la familia.
•
Para que nos encontremos fraternalmente como pueblo argentino.
GUIA II:
En el primer misterio de gozo contemplamos “la Anunciación del Señor”.
Del Evangelio según San Lucas
“El ángel le dijo: no temas María porque Dios te ha favorecido. Concebirás y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo
del Altísimo (…). María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en
mí lo que has dicho”. (Lc 1, 30-32.38)
(5 segundos)
Padre Nuestro – 10 Ave María – Gloria
G: “Virgen del Milagro, gloria de este pueblo,
Todos: “En quien siempre halla todo su remedio”
GUIA I:
En el segundo misterio contemplamos “la Visitación de la Virgen María a su
prima Santa Isabel”
Del Evangelio según San Lucas
“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el
niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres
bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!”(Lc. 1, 39-42)
5
(5 segundos)
Todos: Padre Nuestro – 10 Ave María – Gloria
G: “Virgen del Milagro, gloria de este pueblo,
Todos: “En quien siempre halla todo su remedio”
GUIA II:
En el tercer misterio contemplamos “el Nacimiento del Señor”
Del Evangelio según San Lucas
“Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a
su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había
lugar para ellos en el albergue.”(Lc. 2, 6-7)
(5 segundos)
Padre Nuestro – 10 Ave María – Gloria
G: “Virgen del Milagro, gloria de este pueblo,
Todos: “En quien siempre halla todo su remedio”
GUIA I:
En el cuarto misterio contemplamos “la Presentación del Señor”
Del Evangelio según San Lucas
“Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a
Jerusalén, para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón
primogénito será consagrado al Señor”. (Lc 2, 22-23)
(5 segundos)
Padre Nuestro – 10 Ave María – Gloria
G: “Virgen del Milagro, gloria de este pueblo,
Todos: “En quien siempre halla todo su remedio”
6
GUIA II:
En el quinto misterio contemplamos “a Jesús perdido y hallado en el Templo”
Del Evangelio según San Lucas
“Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta,
María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran
cuenta… Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de
su inteligencia y sus respuestas.” (Lc 2, 42.47-49)
(5 segundos)
Padre Nuestro – 10 Ave María – Gloria
G: “Virgen del Milagro, gloria de este pueblo,
Todos: “En quien siempre halla todo su remedio”
7
GUIA I:
Digamos juntos a nuestra Señora:
DIOS TE SALVE, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te Salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
AMÉN
(Salida del Señor del camarín)
“Sembremos la alegría del Milagro y el encuentro renovemos”
Himno al Señor del Milagro
Después que lo entronizan “Oración al Señor del Milagro”
8
“Oración al Señor del Milagro”
Santísimo Cristo del Milagro, Padre amoroso de Salta, hoy llega a tus
plantas este pueblo agradecido para recordarte, con vivos sentimientos de fe,
los días de amargura que pasaron nuestros mayores y nosotros mismos en los
espantosos terremotos de 1692, 1844 y últimamente de 1948, en los cuales has
protegido con tu omnipotencia a la ciudad y a las poblaciones de esta
provincia, conservando nuestras vidas e intereses y consolándonos en nuestras
aflicciones.
Hemos comprendido, en nuestra incapacidad y miseria, cuáles son tus
pensamientos y deseos: Tú quieres que te sirvamos, oh Padre y Dios de nuestras
almas, en el cumplimiento de tu santa Ley y en la práctica de las enseñanzas de
tu Redención. Has venido una vez a la tierra, desde el seno del Padre, a morir en
la Cruz por toda la humanidad pecadora, y has venido otra vez, en tu dolorosa
y querida Imagen del Milagro, a esta ciudad sola para demostrar a sus
habitantes, de todos los tiempos, el amor singular que les profesas. Y nosotros,
amantísimo Señor, no olvidando tus mercedes y favores, venimos año tras año
a sacarte de tu guardada mansión y a morar contigo muchos días, para
purificar nuestras almas del pecado, vencer nuestras malas pasiones y vivir
una vida santa, con el apoyo y auxilio de tu divina gracia. AMÉN.
GUIA II
El Santo Padre Francisco nos ha interpelado: “No se olviden del Señor, del Señor
que con su amor sigue buscando el amor de un pueblo. Devuelvan con amor, el amor
con el cual El buscó al pueblo salteño.”3 Recordemos los acontecimientos que
dieron origen al “Milagro”.
Se leen los 5 recuerdos.
3
Audiencia General. Miércoles 11 de Septiembre de 2013. Saludo a los peregrinos salteños.
9
PRIMER RECUERDO
Según lo afirma nuestra tradición, por el testimonio de ilustrados,
cristianos y sacerdotes, y caballeros, el celoso Obispo Victoria que bendijo la
fundación de esta ciudad de Salta, envió como recuerdo suyo este Santo Cristo,
antes de morir, desde España, para que permaneciera en su Iglesia Parroquial y
Matriz, como testimonio de su propia bendición y de las bendiciones de Dios.
Este Santo Cristo llegó al puerto del Callao, junto con otra imagen de la Virgen
del Rosario para Córdoba, en forma prodigiosa sobre las aguas, solo, sin que se
supiera en que navío había sido conducido.
Llamando la atención a las autoridades de Lima esta forma de llegada
extraordinaria, dispusieron que fuera trasladado a Salta, y conociendo los
salteños de entonces el regalo que se les enviaba, salieron de aquí en piadosa
caravana varios caballeros y vecinos a recibirlos en el camino.
Según esta tradición llegaron los viajeros con el Santo Cristo, en
setiembre de 1592 y lo colocaron en el Templo Parroquial.
Después de breve silencio se reza lo siguiente:
-Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
V: Mirad este Soberano Señor, cuan hermosísimo y devotísimo es.
R: Verdaderamente es una maravilla este Señor.
SEGUNDO RECUERDO
Los primeros salteños recibieron la Imagen del Santo Cristo con
agradecimiento en el corazón; y considerándolo una hermosa obra de arte, lo
colocaron en el Altar de las Ánimas, para que allí recibieran culto de los fieles.
Pero con el tiempo se olvidaron de darle culto especial, si bien
recordaban siempre su origen prodigioso; y pasaron muchos años, quizás
cientos, mientras iban dolorosamente conquistando y cultivando la tierra.
El 13 de setiembre de 1692, como a las diez de la mañana,
inesperadamente, la tierra empezó a temblar y moverse como enloquecida. Las
gentes, presas de espanto, huyeron de sus viviendas, para no morir bajo los
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escombros, y corrieron a reunirse en el espacio libre de la plaza pública, frente a
este templo.
Aquí fueron los clamores a Dios y a la Santísima Virgen, para que
salvara a la ciudad de su ruina y a ellos de la muerte.
Los temblores siguieron repitiéndose, y eran tan violentos, que hacían
tocar solas las campanas de las torres y agrietaban la corteza de la tierra.
Después de breve silencio se reza lo siguiente:
-Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
V: Mirad este Soberano Señor, cuan hermosísimo y devotísimo es.
R: Verdaderamente es una maravilla este Señor.
TERCER RECUERDO
Los sacerdotes iniciaron la predicación de la penitencia por los pecados
cometidos, comprendiendo que así lo quería el Señor. El pueblo acudía contrito
al templo, en cuyo atrio se había levantado un altar, y sobre él colocado la
Imagen de la Virgen Inmaculada. Pero los terremotos no cesaban, y el clamor
del pueblo iba en aumento. Entonces, en el convento de los Jesuitas, el padre
Carrión, virtuoso religioso, oyó una voz que decía: "No cesarán los temblores
hasta que sea sacado aquel Soberano Señor que tienen olvidado para darle
culto y veneración públicamente".
Ante esta manifestación divina fue sacado el Santo Cristo del Altar de
las Ánimas y colocado en el atrio junto a la Santísima Virgen; y allí el padre
Carrión, lleno de grande emoción y en medio de ardientes lágrimas, comunicó al
pueblo lo que había oído. Las gentes entonces, dirigieron sus clamores y
súplicas también al Santo Cristo, pidiendo misericordia y clemencia.
Después de breve silencio se reza lo siguiente:
-Padre Nuestro. Ave María y Gloria.
V: Mirad este Soberano Señor, cuan hermosísimo y devotísimo es.
R: Verdaderamente es una maravilla este Señor.
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CUARTO RECUERDO
Mientras iba en aumento el fervor de los habitantes de Salta, los
movimientos de la tierra fueron desapareciendo. Los sacerdotes de la ciudad,
continuaron por muchos días realizando los cultos públicos ante las Imágenes
Sagradas, y allí se vio cómo todos confesaron sus pecados, y recibieron la
Sagrada Comunión.
Por último, dando término a esta jornada espiritual, se organizó la gran
procesión de penitencia y de sangre, para demostrar sincero arrepentimiento de
los pecados, y firmes propósitos de enmienda. Acudieron primero los sacerdotes
y religiosos, con sogas al cuello y descalzos; los caballeros, vestidos con ropas
de penitencia y escarnio; las damas cubiertas y llenas de ceniza, con sus pies
desnudos; los jóvenes de ambos sexos, los niños, los indígenas y los negros que
habitaban en la ciudad; todos dándose azotes, en señal de verdadera penitencia.
Así recorrieron las calles, saliendo de la Iglesia Matriz pasando por la Merced
y luego por San Francisco, hasta regresar al punto de partida.
Después de breve silencio se reza lo siguiente:
-Padre Nuestro. Ave María y Gloria.
V: Mirad este Soberano Señor, cuan hermosísimo y devotísimo es.
R: Verdaderamente es una maravilla este Señor.
QUINTO RECUERDO
Cuando cesaron los terremotos, toda la ciudad con sus autoridades
civiles y religiosas resolvieron recordar estas misericordias del Señor y de la
Virgen del Milagro, todos los años, con una novena de penitencia como la
primera. Jamás se abandonó esta práctica, y las generaciones de sáltenos
fueron fieles en su propósito. Así también fueron abundantes las bendiciones de
Dios sobre este pueblo venturoso. Cuando en octubre de 1844 un nuevo
terremoto asoló estas regiones. Salta fue preservada de la ruina y en los de
agosto de 1948 y febrero de 2010, recibió igual gracia de Dios.
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Por eso, entre nosotros agradecidos y el Señor y la Virgen del Milagro
complacidos, se han establecido el pacto de amor y de fidelidad, cuyos vínculos
se estrechan cada año más y más.
Después de un breve silencio se reza lo siguiente
-Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
V: Mirad este Soberano Señor, cuan hermosísimo y devotísimo es.
R: Verdaderamente es una maravilla este Señor.
PLEGARIA AL SEÑOR DEL MILAGRO
Señor: Abre tus ojos y mírame con piedad y misericordia; hazme ver las
cosas de este mundo con tal indiferencia, que solamente contemple las tuyas,
para que te pertenezca del todo y me salve; guía mi memoria, entendimiento y
mis pasos por el buen camino, a fin de poder llegar un día a tu santa gloria.
Escúchame, Señor nuestro, Cristo Crucificado.
Abre, Señor, tus labios y dime que me perdonas, que me ayudarás a obrar
siempre el bien y a saber perdonar las ofensas que me hagan. Líbrame, Señor,
del mal uso de la palabra y de las murmuraciones.
Acércame, Señor, a tu Corazón Santísimo con aquel amor divino con que
abrazaste tu Santa Cruz para salvarnos, y haz que yo también abrace
resignadamente mi cruz, dándome humildad, paciencia y fortaleza para todos
los trabajos de esta vida.
(Se pide lo que se desea conseguir)
Y tú, Madre amada del Milagro, pide también a tu Santísimo Hijo, que
nada puede negarte, todo lo que acabo de suplicarle, acógeme bajo tu amparo y
protección todos los días de mi vida, y especialmente en la hora de mi muerte.
Así sea.
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Tú eres el Cristo
Señor del Milagro,
Tú eres el Cristo, Hijo de Dios vivo,
Tú eres el revelador de Dios invisible,
el primogénito de toda criatura,
el fundamento de todo.
Tú eres el maestro de la humanidad.
Tú eres el redentor:
naciste, moriste, resucitaste por nosotros.
Tú eres el centro de la historia y del mundo.
Tú eres quien nos conoce y nos ama.
Tú eres el compañero y el amigo de nuestra vida.
Tú eres el hombre del dolor y de la esperanza.
Cristo nuestro del Milagro,
Tú eres aquel que debe venir
y que un día será nuestro juez
y, esperamos, nuestra felicidad.
Tú eres el camino, la verdad y la vida.
Tú eres el principio y el fin; el alfa y la omega;
Tú eres el secreto de la historia.
Tú eres la clave de nuestro destino.
Tú eres el mediador,
el puente entre la tierra y el cielo.
Tú eres nuestro liberador.
Señor del Milagro,
Tú instituiste el nuevo reino
en el que los pobres son bienaventurados,
en el que la paz es el principio de la convivencia,
en el que los limpios de corazón
y los que lloran son ensalzados y consolados,
en el que los que tienen hambre de justicia
son saciados,
en el que los pecadores pueden alcanzar el perdón,
en el que todos son hermanos.
En ti creemos Señor,
en ti esperamos,
a ti te amamos
Y contigo a todos los hermanos. Amén.
(PabloVI)
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