La niña Esperanza se movía demasiado en su cama

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EL HOMBRE BOLSA
La niña Esperanza se movía demasiado en su cama, pataleaba continuamente con fuerza,
porque en su sueño luchaba con un ser gigante. Tenía la pesadilla de siempre y no podía
dormir tranquila durante varios días.
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¡ Muere hombre bolsa!, ¡muere hombre bolsa! gritaba,
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hasta que por fin logró despertarla su mamá.
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Mamita, otra vez estuve en una batalla contra el hombre bolsa que ataca la tierra.
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¿Cuál hombre bolsa? le preguntó su mamá.
Ese que está formado por plástico, basura y otros desechos. El que nos dice “gracias a
Ustedes soy poderoso, soy su creación porque no cuidan y no valoran su medio ambiente
¡me dieron vida!”. y se ríe de mí mamá (La pequeña de 8 años se puso a llorar). Su madre
la consoló pero se preocupó porque siempre los sueños de su hija se hacían realidad.
Fue pasando el tiempo y las pesadillas continuaban. Esperanza se fue dando cuenta que
todo lo que pasaba en sus sueños se iba haciendo realidad poco a poco, la gente botaba
la basura donde sea, consumía plástico para hasta para compra más pequeña, compraba
aerosoles, contaminaba los ríos, mataba a todas las especies animales y plantas; y hacía
tantas cosas en contra del medio ambiente.
Un día, de la tierra salió un enorme monstruo que tenía forma de hombre, su cuerpo
estaba formado por basuras, desechos y mayormente por bolsas de plástico de toda
clase, era el hombre bolsa de los sueños de Esperanza. El monstruo comenzó a destruir
los bosques, los ríos, a matar a los animales, entraba a los mares y mataba a los peces;
pero para su sorpresa las personas no hacían nada para defenderse, los hombres que
gobernaban el mundo no hacían nada para destruir a aquel gigante que estaba matando
nuestro hogar.
La niña se dio cuenta que sí estaban preocupados por lo que pasaba, sus amiguitos,
otros niños y también todos los niños del mundo, pero eran pequeños no sabían como
defenderse. Pese a todo, se organizaron en ejércitos por todas partes. Grandes grupos de
pequeños atacaban con lo que podían al hombre bolsa, pero él siempre los vencía.
La tierra sufría estaba siendo destrozada, sólo los niños luchaban para salvarla. Pero, ¡de
pronto la tierra cobró vida!, organizó tropas constituidas por los árboles, el sol, la luna; en
sí todo lo que era naturaleza y comenzó a luchar contra el hombre bolsa que había
formado un ejército con hombres bolsas más pequeños, y comenzó una terrible guerra.
Aún así la gente no entendía que ya no debíamos destruir el medio ambiente botando
basuras en las calles, consumiendo cada día más y más plásticos, contaminado los ríos;
destruyendo de esta manera el medio ambiente, porque esto fortalecía al hombre bolsa,
quien quería adueñarse del mundo.
La niña Esperanza comandaba algunos grupos de niños y nombraba a otros jefes para
que lucharan por donde ella no podía llegar. La guerra duró años, la gente mayor parecía
adormecida o atrapada porque seguía usando aerosoles rompiendo la capa de ozono,
seguía contaminando y contaminando.
Finalmente perdimos porque la lucha era desigual, la vida en la tierra se transformó: no
hay cielo azul porque sólo se puede ver nubes y nubes oscuras por la contaminación, el
agua está por terminarse, la gente tiene hambre, están pereciendo las últimas plantas, y la
comida que queda es poca.
Esperanza murió en la lucha, junto a numerosos niños que no pudieron vencer al enemigo,
lo más triste es que el hombre bolsa domina el mundo y se convirtió en dueño de todo.
Mensaje: Si no quieres quedarte sin vida y muy triste en el futuro, cuida el medio
ambiente, haz todo lo que esté a tu alcance para conservarlo. Que nuestra esperanza no
muera como la niña del cuento
Mariana Ramírez Castillo
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