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Casación
273-C-2005
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
once horas diez minutos del diecisiete de mayo de dos mil seis.
Vistos en casación la sentencia interlocutoria pronunciada a las quince horas del veintiséis
de octubre de dos mil cinco, por la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de Santa Tecla,
que resuelve en apelación la sentencia definitiva pronunciada por la Jueza de Primera
Instancia de la Libertad, a las diez horas y cinco minutos del día veintisiete de julio de dos
mil cinco, en el Juicio Civil Ordinario de Nulidad, promovido inicialmente por el
licenciado Pablo Montano hijo, como apoderado del señor Reynaldo García Castro, contra
el señor Juan Ramón Reyes conocido por Juan Ramón Reyes Rivas y por Ramón Alonso
Reyes Rivas, mayor de edad, abogado, del domicilio de Soyapango, de este Departamento.
Han intervenido en Primera instancia, el licenciado Pablo Montano hijo, como apoderado
del demandante, y éste último, también en su carácter personal. En Segunda Instancia lo ha
hecho el señor Reynaldo García Castro, en el carácter antes dicho y en Casación han
intervenido el licenciado José Armando Gómez López como apoderado general judicial del
señor García Castro.
VISTOS LOS AUTOS;
Y, CONSIDERANDO:
I.
II.
La sentencia definitiva pronunciada en Primera Instancia dice: "POR
TANTO: De conformidad a los anteriores considerandos y con base a lo
dispuesto en el Articulo 1115 ,421, 422, 427 Y 439 del Código de
procedimientos Civiles, a nombre de la república de El Salvador, FALLO:
A-) DECLARASE SIN LUGAR LA NULIDAD DEL ACTA DE
ACEPTACION y JURAMENTACION DEL CARGO DE CURADOR, ASI
COMO EL AUTO DE DISCERNIMIENTO DEL CARGO DEL MISMO,
SUSCRITA POR CURADOR JUAN RAMON REYES, la primera de fecha
dieciocho y el segundo correspondiente al veintitrés, ambos del mes de
enero y del año mil novecientos noventa y cinco, correspondientes a las
diligencias acumuladas de herencia y herencia yacente, con referencia 2994/53-96.. B-) CONDENASE en costas a la parte actora. HAGASE
SABER."
El fallo de Segunda Instancia expresa: "POR TANTO: VISTOS los
considerandos anteriores, disposiciones legales citadas, Arts. 1089 Y 1092
Pr., a nombre de la República de El Salvador, FALLAMOS: A) Revócase en
todas sus partes la sentencia apelada por haberse pronunciado contrario a
Derecho; B) Declárase inepta la demanda promovida inicialmente por el
Licenciado PABLO MONTANO hijo, y continuada en forma personal por el
señor REYNALDO GARCIA CASTRO, contra el señor JUAN RAMON
REYES conocido por JUAN RAMON REYES RIVAS Y RAMON
III.
ALONSO REYES RIVAS, presentada a las quince horas y diez minutos del
día dieciocho de junio de dos mil cuatro; c) Consecuente con lo anterior,
dejase sin efecto todo lo actuado a partir de la presentación de la demanda,
inclusive la sentencia definitiva; D) No hay costas procesales, ni daños y
perjuicios en Primera y Segunda Instancia; E) Vuelvan los autos al tribunal
de origen con certificación de esta sentencia. NOTIFIQUESE."
No conforme con dicha resolución, el licenciado José Armando Gómez
López, apoderado del señor Reynaldo Garcia Castro, interpuso recurso de
casación en los siguientes términos: "Que en el carácter antes indicado,
vengo a interponer RECURSO DE CASACIÓN para ante la SALA DE LO
CIVIL DE HONORABLE CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, contra la
sentencia pronunciada a las quince horas del día veintiséis de octubre del
año en curso, en el incidente de apelación número 39-C-05, el cual en lo
pertinente DICE: "vistos los considerándoos anteriores, disposiciones
legales citadas, arts. 1089 y 1092 Pr.; a nombre de la República de El
Salvador FALLAMOS: A) Revocase en todas sus partes la sentencia apelada
por haberse pronunciado contrario a derecho; B) Declarase inepta la
demanda promovida inicialmente por el Licenciado PABLO MONTANO
hijo, y continuada en forma personal por el señor REYNALDO GARCIA
CASTRO, contra el señor JUAN RAMON REYES, conocido por JUAN
RAMON REYES RIVAS y RAMON ALONSO REYES RIVAS,
presentada a las quince horas y diez minutos del día dieciocho de junio de
dos mil cuatro. C) consecuentemente con lo anterior, déjese sin efecto todo
lo actuado a partir de la presente demanda, inclusive la sentencia definitiva;
D) No hay costas procesales ni daños y perjuicios en primera y segunda
instancia; E) Vuelvan los autos al tribunal de origen con certificación de esta
sentencia".- MOTIVO EN QUE SE FUNDA EL RECURSO.- Fundamento
el presente RECURSO DE SASACION (sic) en el articulo 2 literal a) de la
LEY DE CASACION, es decir por infracción de Ley como CAUSA
GENERICA y como MOTIVO ESPECIFICO, en el artículo 3 numerales 1 y
2 de la misma Ley, porque el fallo es violatorio de ley expresa y terminante,
además en la Interpretación Errónea. PRECEPTOS INFRINGIDOS.- El
precepto que en esencia se violo o se infringió es el artículo 1130 Pr. C.,
mismo que a su vez fue interpretado erróneamente tanto en primera
instancia, como en el fallo de segunda instancia, siendo este último el que en
razón de este recurso se ataca. Se infringe la disposición anterior cuando en
la sentencia se afirma que el artículo 1130 Pr. C. no se aplica a la pretensión
de declarar la nulidad de los actos procesales del acta de aceptación y
juramentación del nombramiento de curador y del auto de discernimiento del
cargo, y que en su lugar se aplica el artículo 1119 Pr. c., por tratarse de una
interlocutoria que no está autorizada en forma legal. El Articulo 1119
establece "Toda sentencia, decreto o diligencia judicial que no esté
autorizada en forma legal es nula"; si bien es cierto que los artículos 1124 y
1126, establecen la posibilidad de que un acto procesal nulo pueda
convalidarse por la sola ratificación de las partes, no se adecua su aplicación
para el presente caso por la razones siguientes: a) las diligencias en las que
se declara yacente la herencia tiene como finalidad nombrar un representante
IV.
V.
de la herencia, por lo que no hay parte contradictoria en las mismas; b) Las
diligencias antes citadas no constituyen un juicio con todas sus etapas por lo
cual el nombramiento de curador, su juramentación y el discernimiento del
cargo, constituyen la finalidad misma de las diligencias y por ende fallo en
sentido general, resultando imposible atacar la nulidad en las mimas
diligencias, quedando expedito el derecho para atacarlas mediante un juicio
ordinario, por tanto si es aplicable el artículo 1130 Pr. C. y no el 1119 Pr. C.
como se establece en el fallo. INTERPRETACION ERRONEA: La
interpretación errónea de las disposiciones antes mencionadas, conlleva a
aplicar otras disposiciones que no se adecuan al caso en particular, lo cual no
permite valorar el fondo del derecho alegado y que a su vez refuerza el
criterio que la demanda es inepta y así la declaran; criterio que no comparto
por lo siguiente: a) el articulo 1130 es aplicable porque entre los casos
contemplados en dicho artículo está el "no haberse autorizado el fallo en
forma legal"; b) por tratarse de diligencias.La Sala, por auto de las doce horas del diecinueve de enero de dos mil seis,
resolvió: "1) Admítese el recurso de casación por el motivo genérico
Infracción de ley, Art. 2 Lit. a) Cas., por el submotivo Violación de ley, Art.
3 Ord. 1º Cas. siendo la disposición legal violada el Art. 1130 Pr. C.; 2)
Declárase inadmisible el recurso por el submotivo Interpretación Errónea de
ley, respecto a la misma disposición legal citada." En consecuencia, ordenó
pasar los autos a la Secretaría para que las partes presenten sus alegatos
dentro del término de ley, habiéndolo hecho únicamente el recurrente.
SÍNTESIS DEL CASO:
El licenciado Pablo Montano hijo, actuando como apoderado
del señor Reynaldo García Castro, presentó el día dieciocho
de junio de dos mil cuatro, demanda contra el señor Juan
Ramón Reyes conocido por Juan Ramón Reyes Rivas y por
Ramón Alonso Reyes Rivas, por los siguientes hechos: De
acuerdo a lo manifestado por el lic. Montano hijo, por auto
pronunciado por el Juzgado de Primera Instancia de La
Libertad, a las diez horas del día quince de diciembre de mil
novecientos noventa y cuatro, el lic. Juan Ramón Reyes
conocido por Juan Ramón Reyes Rivas y por Ramón Alonso
Reyes Rivas, fue nombrado curador de la herencia yacente
dejada por el señor Israel Romero Ventura. De acuerdo a lo
descrito por el recurrente, el acta de aceptación del cargo de
curador, dictada a las once horas del día dieciocho de enero
de mil novecientos noventa y cinco, y el auto de
discernimiento del mismo, dado a la once horas del día
veintitrés de enero del año próximo pasado, no fueron
firmados por el bachiller Miguel Angel Avelar, quien en ese
momento fungía como Secretario del Juzgado,
permaneciendo así hasta el diecisiete de febrero de mil
novecientos noventa y siete, desempeñándose en ese entonces
como Secretario de Actuaciones el bachiller José Angel Gil y
como Juez propietario la licenciada Elsy Dueñas Lobos de
Aviles. La Juez citada por motivos de salud permaneció
incapacitada entre el veinte de febrero de mil novecientos
noventa y siete y el veinte de junio de ese mismo año, quien
al asumir nuevamente funciones en el Tribunal se percató que
el acta de aceptación del cargo de curador y el auto de
discernimiento del mismo, habían sido signados por la
persona que ocupó el cargo de Secretario del Tribunal en las
fechas en que tales documentos fueron emitidos, obligando
tal situación a que la Jueza Dueñas Lobos de Aviles levantará
un acta en la que hizo constar tal circunstancia. En razón de
lo anterior, es que, el licenciado Montano hijo, promovió
juicio civil ordinario declarativo de nulidad con la finalidad
de que se dejen sin efecto tanto el acta de aceptación del
cargo de curador por parte del licenciado Juan Ramón Reyes,
así como también el auto de discernimiento del mismo.
Mediante sentencia definitiva pronunciada a las diez horas y
cinco minutos del veintisiete de julio de dos mil cinco, el
señor Juez de Primera Instancia de La Libertad declaró sin
lugar la petición de nulidad del acta de aceptación del cargo
de curador, así como también del auto de discernimiento del
cargo del mismo y condenó a la parte actora en las costas
procesales. No conforme con dicha resolución, el agraviado
interpuso recurso de apelación en contra de la misma,
verificándose la notificación y emplazamiento de ambas
partes con el objeto de que éstas comparecieran en Segunda
Instancia, habiéndolo hecho únicamente el apelante.
Mediante sentencia definitiva pronunciada a las quince horas
del veintiséis de octubre de dos mil cinco, dicho Tribunal
revocó la sentencia definitiva pronunciada en Primera
Instancia, declaro inepta la demanda promovida inicialmente
por el licenciado Pablo Montano hijo, y continuada en forma
personal por el señor Reynaldo García Castro contra el señor
Juan Ramón Reyes, conocido por Juan Ramón Reyes Rivas y
Ramón Alonso Reyes Rivas, en consecuencia dejó sin efecto
todo lo actuado a partir de la presentación de la demanda,
inclusive la sentencia definitiva. Debido al desacuerdo con
ese fallo, la parte perdidosa interpuso Recurso de Casación
por los motivos antes expresados.
VIII) ANÁLISIS DEL RECURSO DE CASACIÓN
INTERPUESTO.
MOTIVO DEL RECURSO: VIOLACIÓN DE LEY.
RESPECTO DE LA INFRACCION DEL ARTICULO 1130
Pr. C.
El recurrente manifiesta que el Tribunal de Alzada ha
incurrido en violación de ley cuando al momento de
sentenciar dejó de aplicar el Art. 1130 Pr.C. y seleccionó
como norma pertinente el Art. 1119 Pr.C.
Las disposiciones citadas rezan: "Art. 1130.- Las nulidades
que consistan en incompetencia de jurisdicción que no ha
podido prorrogarse, en no haberse autorizado el fallo en la
forma legal, o en haberse pronunciado contra ley expresa
terminante, no poder cubrirse ni aún por expreso
consentimiento de las partes, y deberán declararse a
pedimento de estas o de oficio, en cualquiera de las
instancias, aunque no se hubieren reclamado en el tiempo
indicado en los artículos precedentes."; "Art. 1119.- Toda
sentencia, decreto o diligencia judicial que no esté autorizada
en la forma legal es nula."
Al analizar la sentencia pronunciada en Segunda Instancia, y
que es atacada mediante el recurso planteado, se observa que
la Cámara para fallar ha aplicado, en su razonamiento, de un
modo correcto el Art. 1119 Pr. C., en relación con los Arts.
1123 Y 1124, ambos del Código de Procedimientos Civiles.
Para comprender la procedencia de la ineptitud de la
demanda declarada por el Ad quem, es menester recordar la
diferencia entre las nulidades reguladas por el Código Civil
en los Arts. 1551 y siguientes, y las nulidades de orden
procesal que encuentran asidero legal en los Arts. 1115 Pr. C.
y siguientes. Las nulidades civiles, y que son aquellas que
están destinadas a invalidar los actos y contratos que
adolecen de vicios que encajan dentro de los supuestos que la
ley señala, por su misma naturaleza, son declaradas como
tales en un juicio autónomo de nulidad que a tal efecto se
promueve. En cambio, las de tipo procesal, por disposición
de la ley, sean estas nulidades absolutas o relativas, son
declaradas de oficio o reclamadas a petición de parte, según
sea el caso, en el curso del proceso al cual afectan, o
mediante el recurso de casación, si la falta alegada está
contemplada como submotivo de interposición de este último.
Es decir que, en nuestro ordenamiento legal, el modo de
alegar las nulidades de tipo procesal ya sean absolutas o
relativas es el mismo, no existe la posibilidad de incoar un
juicio de nulidad procesal absoluta por aparte. El Art. 1130
Pr. C. , y que es la disposición que el recurrente pretende se
aplique, lo que si autoriza es que los supuestos de nulidad que
ahí enumera puedan ser declarados a petición de parte o de
oficio independientemente del momento en que se reclamen,
siempre y cuando sea dentro del mismo proceso al que
afectan, a diferencia de las nulidades procesales relativas en
las que precluye el momento para alegarlas y los actos
viciados de nulidad pueden ser ratificados expresa o
tácitamente, es decir que son subsanables. Opinar lo contrario
generaría una inseguridad jurídica sin precedentes ya que
quedaría abierta la puerta a que mediante juicios ordinarios
de nulidad se pudieran invalidar procesos anteriores ya
pasados en autoridad de cosa juzgada, pero que en su
tramitación adolezcan de algún vicio y que éste no haya sido
reclamado en su oportunidad, pero que a futuro al ser
detectadas esas irregularidades por alguna persona a la que le
generen algún perjuicio, ésta decida iniciar un juicio
ordinario de nulidad.
En el caso específico planteado por el recurrente, la nulidad
que pretende se declare es de tipo procesal, y por ende su
reclamación debió haberse hecho dentro de las diligencias
acumuladas de declaratoria de yacencia y diligencias de
aceptación de herencia, por lo que la Cámara con muy buen
tino ha procedido a declarar inepta la demanda absteniéndose
de conocer del fondo de la cuestión planteada.
Como es sabido, se ha sostenido que la demanda es inepta en
tres casos: a) cuando falta legítimo contradictor; b)cuando el
actor carece de interés en la causa, y c) cuando existe error en
la acción, es decir, cuando la vía utilizada para el ejercicio de
la pretensión no es la correcta. En el presente caso, el Ad
quem ha declarado la ineptitud aludida con fundamento en el
último supuesto contemplado, por consiguiente al existir un
yerro en cuanto a la vía intentada, la Cámara ha procedido
con propiedad ha declarar de oficio la ineptitud de la
demanda.
Con base, pues, en las razones expuestas, la Sala considera
que al no haber violación del Art. 1130 Pr. C., no procede
acceder a lo solicitado por el recurrente y así se declarará.
POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y
articulas 1 Cn; 421, 428 y 432 Pr.C., y 13 y 23 de la Ley de Casación, a nombre de la
República, la Sala FALLA: A) Declárase que no ha lugar a casar la sentencia de que se
ha hecho mérito, por el submotivo de Violación de Ley, respecto del Art. 1130Pr.C.; y, B)
Condénase al señor Reynaldo García Castro, en los daños y perjuicios a que hubiere lugar;
y al licenciado José Armando Gómez López, en las costas del recurso, como abogado que
firmó el escrito de interposición del mismo.
Devuélvanse los autos al Tribunal de origen, con certificación de esta sentencia, para los
efectos de rigor. Expídase la ejecutoria de ley. HAGASE SABER. -------M. E.
VELASCO. -----------------PERLA J. ------------- GUZMÁN U. D. C. -------PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN-------RUBRICADAS------ILEGIBLE
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