De obrera a maestra de obras: La historia de

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De obrera a maestra de obras:
La historia de Gangaben Vaniya
Impacto: Las mujeres constituyen el 51% de los
trabajadores de la construcción, pero solamente se les
paga una fracción de lo que se les paga a los hombres. La
historia de Gangaben Vaniya muestra cómo las mujeres
pueden superar esta barrera estructural a través de
capacitación y apoyo por parte de organizaciones como
el Fondo fiduciario de vivienda Mahila.
La historia inicial de Gangaben Vaniya es similar a la de
muchas otras mujeres pobres de la India urbana, que
sobreviven en el sector informal con educación y habilidades
limitadas. No obstante estos obstáculos, Gangaben ha
trascendido con determinación muchas de las limitaciones
de su entorno. Ha trabajado duro, y ahora es una contratista
independiente en el sector de la construcción, maestra de
obras y empleadora. También creemos que Gangaben llena
los requisitos para ser una artesana notable.
Gangaben nació en Ahmedabad en 1967 y tuvo nueve años
de escolaridad, ya que después se casó y se dedicó a ser ama
de casa. Cinco años después, y con una hija de cuatro años,
Gangaben optó por dejar su matrimonio y volvió a la casa de
su madre. Como su madre era una obrera de la construcción,
ella comenzó esa nueva ocupación. Al principio ganaba
alrededor de 35 rupias por día y se mantuvo en este nivel
salarial por casi 10 años. Aprendió el oficio de maestro
artesano trabajando con otro maestro albañil, pero siguió
siendo remunerada con la tarifa para obreros.
En 1997, Gangaben supo del Sindicato SEWA a través de
la esposa de su hermano y se unió a la organización. A
través de SEWA, Gangaben se dio cuenta que sus salarios
diarios eran inferiores a los de los hombres y que tenía
derecho a ganar una sueldo mayor, sobre todo porque tenía
competencias valoradas. Por ejemplo, hoy un obrero puede
esperar un salario diario de 70-90 rupias, mientras que una
obrera sólo gana 50-60 rupias. Un asistente de albañil puede
ganar 100-170 rupias y un maestro albañil más de 200 rupias.
Pero las mujeres, a menudo, no reciben estos salarios más
altos, aun cuando trabajan de asistente o maestro albañil.
En el contexto del área de niveles de ingresos en la
construcción, es importante recordar que 31 millones
de Indios trabajan en la industria, de los cuales el 51%
son mujeres. En este sector dominado por los hombres,
las mujeres han sido tradicionalmente relegadas al
trabajo menos remunerado y que requiere menos
competencias. Como
la industria se está
desarrollando a raíz
de los impactos de
la globalización, hay
más necesidad de mano de obra calificada o con múltiples
calificaciones. Y las mujeres tienen las habilidades y
capacidades para contribuir en ese ambiente que es
técnicamente superior.
Al reconocer la importancia de que las mujeres lograran
tener acceso a los mismos niveles de salario y a puestos
mejor remunerados, el Fondo fiduciario de vivienda (MHT
por su sigla en inglés) de SEWA comenzó en el año 2000
a capacitar mujeres para que mejoraran sus habilidades en
áreas como albañilería, escayola, pintura y alicatado. En
2003, La Escuela para los trabajadores de la construcción
Karmika fue fundada, y Gangaben comenzó su primer
programa de capacitación. El siguiente año ella continuó
su proceso de aprendizaje en el Instituto Técnico de la
India, el cual es una institución pública. Estas sesiones de
capacitación le dieron la base que necesitaba para empezar
a cobrar como maestra albañil.
Gangaben obtuvo el título de maestro albañil (Karigar) en
2005, y se convirtió en contratista independiente. En los
últimos cuatro años, Gangaben se ha mantenido a ella y a su
hija de forma constante mediante ingresos del trabajo como
contratista. Actualmente está por terminar la reparación de
un complejo residencial en Judges Bungalow, un proyecto
que duró cinco meses. Con este proyecto tuvo utilidades
netas de 18,000 rupias (basado en un salario diario de
aproximadamente 150 rupias).
Adicionalmente a su trabajo como maestra albañil,
Gangaben sabe alicatado, solado (con diferentes materiales,
incluyendo mármol, piedra de kota, baldosas vidriadas),
enlucidos y la instalación de mosaicos de china para pisos.
También está certificada como supervisor de obra, lo que la
llevó a su trabajo como contratista.
A raíz de una iniciativa por parte de Gangaben para
convencer a un hombre de negocios local que le diera sus
contratos de construcción, Gangaben ha trabajado 8 años
con Kishanbhai. En 2005, Gangaben expandió su trabajo
y ahora también trabaja con otro contratista, Gauravbhai.
Gracias a sus habilidades como contratista, ahora tres
mujeres trabajan permanentemente como sus asistentes,
En su rol como contratista e instructora, Gangaben exhorta a
las mujeres a que aborden sus preocupaciones sobre salud y
seguridad ocupacional. Ella misma siempre viste un salwarkameez en vez de un sari para evitar accidentes y les insta
a las mujeres que trabajan para ella a que hagan lo mismo.
Desafortunadamente, si las mujeres están trabajando en sus
propios barrios, es casi imposible forzarles a que se quiten el
sari y se pongan otro atuendo. Gangaben también ha hecho
obligatorio el uso de casco protector, guantes y cinturón de
seguridad para todas las personas que trabajan para ella.
foto: SEWA
ganando 180 rupias por día. Gangaben también contrata
a hombres como obreros para sus obras, mientras ella
mantiene su puesto como supervisora.
En 2006, el MHT comenzó a ofrecer módulos de capacitación
de tres meses en varios oficios, incluyendo albañilería,
plomería, carpintería, cableado eléctrico, soldadura, etc.
Los módulos de capacitación también ofrecen habilidades
técnicas como la construcción de inodoros, instalación de
desagües y jardinería paisajista. Habilidades que no son
técnicas, como la alfabetización funcional (leer, escribir,
matemática básica y principios de física y química)
son tan relevantes como las capacidades técnicas para
permitirle a las mujeres que tengan éxito en la industria
de la construcción. Como resultado de sus habilidades de
liderazgo, habilidades técnicas y su figura como modelo
a emular, Gangaben ha estado sirviendo como instructora
en Karmika desde el año de 2005. Ahora gana alrededor de
250 rupias en sus sesiones de capacitación, un salario que
ella negoció ya que está por encima de los salarios de otros
instructores. Gangaben trabaja con MHT aproximadamente
medio año mientras que simultáneamente maneja su trabajo
como contratista.
El trabajo de Gangaben como contratista ha hecho cambiar
la forma en que se mira a sí misma y la forma en que otros
la miran a ella. Se ha convertido en una exitosa artesana en
una industria dominada por hombres, lo que le ha ganado
el respeto tanto de sus compañeros como de sus jefes.
Gangaben ha estado separada de su esposo por 17 años, y
durante todo ese tiempo ha criado sola a su hija, que ahora
tiene 21 años y ha obtenido una licenciatura en comercio,
junto con un diplomado en enfermería y tecnología
informática.
Uno de los impactos sociales del éxito de Gangaben ha sido
su capacidad de demostrarle a su familia y comunidad que
una mujer puede manejar un trabajo y una familia, pero
que esto requiere que algunas de las limitaciones culturales
impuestas a las mujeres sean relajadas. Su trabajo tiene un
sinnúmero de otros impactos. Por su trabajo, tres mujeres
tienen un empleo de tiempo completo, y muchas veces
contrata entre 10 y 15 trabajadores adicionales. Gangaben
les fortalece sus habilidades y les asegura su sustento
económico. Por su trabajo en MHT, cientos de mujeres
mejoran su situación de subsistencia.
Nota preparada por:
SEWA, basada en material proporcionado por Gangaben Vaniya.
Agosto de 2011
El proyecto Ciudades Inclusivas se enfoca en la pobreza urbana facilitando apoyo para, y construyendo capacidades entre las
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socios del proyecto Ciudades Inclusivas reúne alianzas internacionales de OBMs y organizaciones de apoyo técnico comprometidas
a mejorar la situación de los trabajadores pobres. Para más información y tener acceso a la investigación y publicaciones sobre
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