Eucaristía Pascua del Señor

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Arquidiócesis de San José
Costa Rica
Subsidio 2 — Itinerario de
Hora Santa
Detalles de vitrales iglesia parroquial San Rafael Arcángel. Heredia.
Eucaristía: Pascua del Señor
Año Eucarístico 2012-2013.
Danos siempre de este pan
Oremos.
Oh Dios, Santificador y Guía de tu Iglesia, suscita en Ella, mediante tu Espíritu, idóneos y fieles dispensadores de tus misterios, para que, bajo tu protección, con su ministerio y con el ejemplo, acompañen a todos los cristianos hacia el camino de la salvación. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Hora Santa
Dirijámonos al Padre, como Jesucristo nuestra Pascua, nos
enseñó:
HIMNO AL TERCER CONGRESO EUCARISTICO NACIONAL
Eucaristía: Pascua del Señor
CANTAMOS
Música: A. MADRIGAL Letra: CASTILLO
El Eterno Señor de la historia se nos da en sacramento de amor sacrificio,
alimento y memoria eje y centro del plan redentor
NOS DESPEDIMOS
Peregrinos de tantos senderos buscadores del reino de Dios invitados a
ser mensajeros de su luz, su verdad y su voz
De rodillas entonamos el Tantum Ergo u otro canto eucarístico.
Jesucristo es el Pan de la Vida fuente y cumbre de la redención
adoramos su gloria escondida en la hostia de la comunión (se repite cada vez que se canta)
Oración final.
Oh Dios, que redimiste a todo el género humano
con el misterio pascual de Cristo
conserva en nosotros la obra de tu misericordia,
para que, venerando constantemente el misterio
de nuestra salvación, merezcamos conseguir su fruto.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amen.
Se realiza la reserva mientras se canta Cantemos al Amor de los Amores
Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús,
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!
Santa María de Guadalupe, Madre de América, ruega por nosotros.
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El amor es el signo sagrado del discípulo fiel del Señor y la Iglesia en el pan
consagrado alimenta su fuego de amor.
De la Iglesia tesoro divino sacramento del don redentor Verbo Eterno,
verdad y camino Eucarístico Don del amor
Jesucristo es…
NOS PRESENTAMOS
Un ministro extraordinario (si el diácono está ausente) expone el Santísimo Sacramento según las normas litúrgicas. (Ver normas en el ritual de la Sagrada Comunión y el Culto Eucarístico fuera de la Misa, N° 91) Luego prosigue:
Señor Jesús, nuestro maestro, enséñanos a descubrir en los signos de los
tiempos y en los hermanos tu presencia;
Enséñanos a comprender tu misterio pascual y adorarte y venerarte con
firme fe.
Cada vez que nos reunimos junto a ti, hecho sacramento y presencia, venimos agobiados y cansados por los afanes cotidianos.
Venimos a ti, a tu encuentro, para desahogar nuestros corazones y encontrar descanso y alivio a nuestras fatigas.
Haz que escuchemos tu voz y escucha nuestras palabras de acción de gracias y de súplica. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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Momento de silencio para la adoración personal (se puede poner música
instrumental)
CANTAMOS
Fiesta del banquete, mesa del Señor,
Pan de Eucaristía, Sangre de redención.
Este Pan que nos das por manjar, es el Pan de unidad y de fraternidad.
Hacia Tí vamos hoy a tu altar, Tú nos das la ilusión en nuestro caminar
Escuché su voz en mi caminar, conocí al Señor en la fracción del Pan.
Pan de vida eterna, Cuerpo del Señor, Cáliz de la Alianza, Fuente de salvación.
DIALOGAMOS
Salmo 64
En Sión, oh Dios, conviene alabarte
y en Jerusalén cumplir nuestras promesas,
pues tú has oído la súplica.
Todo mortal viene a ti con sus culpas a cuesta;
nuestros pecados nos abruman
pero tú los perdonas.
Feliz tu invitado, tu elegido
para hospedarse en tus atrios.
Sácianos con los bienes de tu casa,
con las cosas sagradas de tu Templo.
Tú nos responderás, como es debido,
con maravillas, Dios Salvador nuestro,
esperanza de las tierras lejanas
y de las islas de ultramar,
tú que fijas los montes con tu fuerza
y que te revistes de poder.
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Del pecado de sacrilegio,
Del espíritu de lascivia,
De los pensamientos impuros,
Del pecado simoníaco,
De la indigna dispensación del ministerio,
Del amor al mundo y a sus vanidades,
De la indigna celebración de tus Misterios,
Por tu eterno sacerdocio,
Por la santa unción con la que fuiste consagrado sacerdote por
Dios Padre,
Por tu espíritu sacerdotal,
Por el ministerio con el que clarificaste a tu Padre,
Jesús, por tu sacrificio cruento hecho una vez para siempre,
Por tu sacrificio renovado cada día en los altares,
Por aquella potestad tuya , que reviste invisiblemente a tus sacerdotes
Para que conserves en la santa religión al universo orbe sacerdotal,
Te rogamos, escúchanos
Para que los pastores apacienten tu grey según tu corazón,
Para que los llenes de tu espíritu sacerdotal,
Para que los labios sacerdotales proclamen tu ciencia,
Para que envíes obreros que fielmente cultiven tu mies,
Para que te dignes multiplicar los dispensadores de tus misterios,
Para que perseveren siempre en tu voluntad,
Para que perseveren en su ministerio con docilidad, sean prontos a
donarse y constantes en la oración,
Para que por ellos se promueva el culto al Santísimo Sacramento,
Para que quienes han sido fieles al ministerio reciban el premio
eterno,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote, Óyenos
Jesús, Sacerdote, Escúchanos
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Jesús, Sacerdote y Víctima,
Ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec,
Jesús, Sacerdote que Dios envió a evangelizar a los pobres,
Jesús, Sacerdote que en la última cena instituiste el sacrificio perenne,
Jesús, Sacerdote siempre vivo para interceder por nosotros,
Jesús, Pontífice a quien el Padre ungió con el Espíritu Santo y la virtud,
Jesús, Pontífice entresacado de los hombres,
Jesús, Pontífice constituido a favor de los hombres,
Jesús, Pontífice de nuestra confesión,
Jesús, Pontífice más alto que la gloria de Moisés,
Jesús, Pontífice del verdadero tabernáculo,
Jesús, Pontífice de los bienes futuros,
Jesús, Pontífice santo, inocente y sin pecado,
Jesús, Pontífice fiel y misericordioso,
Jesús, Pontífice divino y lleno de celo por las almas,
Jesús, Pontífice de eterna perfección,
Jesús, Pontífice que por tu sangre llegaste a los cielos,
Jesús, Pontífice que nos enseñaste un camino nuevo,
Jesús, Pontífice que nos amaste y que lavaste nuestros pecados con
tu sangre,
Jesús, Pontífice que te entregaste a Dios como hostia de oblación,
Jesús, Hostia de Dios y de los hombres,
Jesús, Hostia santa e inmaculada,
Jesús, Hostia mansueta,
Jesús, Hostia pacífica,
Jesús, Hostia de propiciación y de alabanza,
Jesús, Hostia de reconciliación y de paz,
Jesús, Hostia para llegar a Dios con toda confianza,
Jesús, Hostia viviente para siempre,
Sé propicio,
Ten compasión de nosotros, Jesús
Sé propicio,
Escúchanos, Jesús
Del temor a la vocación sacerdotal,
Líbranos, Jesús
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Tú calmas el bramido de los mares
y el fragor de sus olas;
tú calmas el tumulto de los pueblos.
Tus prodigios espantan a los pueblos lejanos,
pero alegran las puertas
por donde el sol nace y se pone.
Tú visitas la tierra y le das agua,
tú haces que dé sus riquezas.
Los arroyos de Dios rebosan de agua
para preparar el trigo de los hombres.
Preparas la tierra, regando sus surcos,
rompiendo sus terrones,
las lluvias la ablandan, y bendices sus siembras.
Coronas el año de tus bondades,
por tus senderos corre la abundancia;
las praderas del desierto reverdecen,
las colinas se revisten de alegría;
sus praderas se visten de rebaños
y los valles se cubren de trigales,
¡ellos aclaman, o mejor ellos cantan!
Del Evangelio de San Juan 6, 24-35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban
allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron:
— «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les contestó:
— «Les aseguro, no me buscan por los signos que vieron, sino porque
comieron pan hasta saciarse. Trabajen no por el alimento que se acaba,
sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que les dará el
Hijo del hombre; porque es Él a quien el Padre Dios lo ha marcado con su
sello».
Ellos le preguntaron:
— «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?»
Respondió Jesús:
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— «La obra de Dios es ésta: que crean en quien Él ha enviado».
Le replicaron:
— «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu
obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”».
Jesús les replicó:
— «Les aseguro que no fue Moisés quien les dio pan del cielo, sino que es
mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios
es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
— «Señor, danos siempre de ese pan».
Jesús les contestó:
— «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que
cree en mí nunca pasará sed».
grados, les dijo: Esto es mi cuerpo; ésta es mi sangre. Creamos, pues, en
aquel en quien hemos puesto nuestra confianza: el que es la verdad en
persona no puede engañarnos.
Por esto, cuando hablaba a la multitud de comer su cuerpo y beber su sangre, y la multitud murmuraba desconcertada: ¡Duras son estas palabras!
¿Quién es capaz de aceptarlas?, queriendo Cristo purificar con fuego celestial estos pensamientos que, como antes he dicho, han de ser evitados,
añadió: El espíritu es el que da vida; la carne no vale nada. Las palabras que
yo os he dicho son espíritu y vida.
INTERIORIZAMOS
Dios al mundo amó;
a su Hijo dio
para que todo aquel
que cree en él
No se pierda,
mas tenga vida eterna.
De los Tratados de san Gaudencio de Brescia, obispo
Uno solo murió por todos, el mismo que ahora, en cada una de las asambleas cristianas, por el sacramento del pan y del vino, nos rehace con su
inmolación, por la fe en él nos da la vida y, ofreciéndose a sí mismo en
sacrificio, consagra a los que ofrecen esta oblación.
Ésta es la carne y la sangre del Cordero, pues aquel pan bajado del cielo
afirma: El pan que yo voy a dar es mi carne ofrecida por la vida del mundo.
Y con razón su sangre es significada por el vino, ya que, al afirmar él mismo en el Evangelio: Yo soy la vid verdadera, manifiesta con suficiente claridad que el vino es su sangre ofrecida en el sacramento de su pasión; en
este sentido el patriarca Jacob había profetizado de Cristo: Lava su ropa
en vino y su túnica en sangre de uvas. En efecto, él lavó con su propia sangre la vestimenta de nuestro cuerpo que había tomado sobre sí como una
vestidura.
El mismo Creador y Señor de la naturaleza, el que hace salir el pan de la
tierra, convirtió el pan en su propio cuerpo (porque podía hacerlo y así lo
había prometido); y el que había convertido el agua en vino convirtió después el vino en su sangre.
Es la Pascua del Señor, dice la Escritura, esto es, el paso del Señor; no tengas por cosa terrena lo que ha sido convertido en algo celestial por obra
de aquel que pasó a esa materia y la ha convertido en su cuerpo y sangre.
Lo que recibes es el cuerpo de aquel pan bajado del cielo y la sangre de
aquella vid sagrada. En efecto, al dar a sus discípulos el pan y el vino consa6
Momento de silencio para la adoración personal
CANTAMOS
SUPLICAMOS
Señor ten piedad,
Señor ten piedad
Cristo ten piedad,
Cristo ten piedad
Señor ten piedad,
Señor ten piedad
Cristo óyenos,
Cristo óyenos
Cristo escúchanos,
Cristo escúchanos
Dios, Padre celestial,
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un solo Dios,
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