Acuerdo N° 441 En la ciudad de Rosario, a los 4 días del mes de

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1
Acuerdo N° 441
En la ciudad de Rosario, a los
4
días del mes de
se
reunieron
en
Noviembre
Acuerdo
los
de dos mil diez,
señores
miembros de la
Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Civil y
Comercial
de
la
ciudad
de
Rosario, doctores Ricardo
A. Silvestri, Ariel Carlos Ariza y María Mercedes Serra,
para
dictar
sentencia
en
los
autos
caratulados
“MARTÍNEZ, María de las Mercedes contra ZURICH ARGENTINA
COMPAÑÍA
DE
SEGUROS
S.A.
sobre
Demanda
ordinaria”
(Expte. Nº 65/2009), venidos para resolver los recursos
de
nulidad
y
apelación
interpuestos
contra
el
fallo
número 1.697 de fecha 21 de junio de 2007, proveniente
del Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil
y Comercial Nº 10 de Rosario.
Realizado
el
estudio
de
la
causa,
se
resolvió
plantear las siguientes cuestiones:
Primera: ¿Es nula la sentencia recurrida?
Segunda: En su caso, ¿es ella justa?
Tercera: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Correspondiendo
votar
en
primer
término
al
señor
vocal doctor Silvestri, sobre la primera cuestión dijo:
Los recursos de nulidad interpuestos a fojas 150
vta. y 152, no han sido sustentados en esta instancia.
En efecto, las críticas de los recurrentes refieren a
vicios in iudicando y no a vicios in procedendo y pueden
2
obtener
Por
adecuada
ello,
y
no
sustanciales
o
respuesta
por
advirtiendo
la
irregularidades
justifiquen
la
revisión
de
corresponde
su
desestimación
la
vía
apelatoria.
existencia
de
de
vicios
procedimiento
oficio
de
(arts.360
la
y
que
causa,
361
del
C.P.C.).
Sobre
la
misma
cuestión,
el
señor
vocal
doctor
Ariza, a quien le correspondió votar en segundo lugar
dijo: Que adhiere a los fundamentos expuestos por el
señor vocal doctor Silvestri, y vota por la negativa.
Concedida
la
palabra
a
la
señora
vocal
doctora
Serra, a quien le correspondió votar en tercer término,
y a esta cuestión dijo: Que coincide con lo manifestado
por el señor vocal doctor Silvestri y vota negativamente
a esta cuestión.
Sobre la segunda cuestión, el Dr. Silvestri dijo:
1.
Mediante la sentencia recurrida (fs.138/147) el
juez de primera instancia hizo lugar parcialmente a la
demanda,
condenando
a
Zurich
Argentina
Compañía
de
Seguros S.A. a abonar a María de las Mercedes Martínez
dentro de un plazo de quince días, la suma de dinero
equivalente
al
valor
de
un
automotor
de
iguales
características al asegurado al momento de efectuado el
reclamo, con más un interés desde dicha fecha y hasta el
efectivo pago equivalente a la tasa activa sumada que
3
percibe el Banco de la Nación Argentina en operaciones
de descuento de documentos a treinta días, rechazando
por otro lado el reclamo indemnizatorio del daño moral,
imponiendo las costas en proporción al éxito obtenido,
lo que se determinaría una vez practicada y firme la
planilla respectiva.
Se
trata
el
presente
caso
de
una
demanda
de
cumplimiento de un contrato de seguro como consecuencia
del
acaecimiento
vehículo
de
aseguradora
la
del
siniestro
asegurada,
interpuso
por
reclamo
defensas
de
sustracción
ante
el
del
cual
prescripción
y
la
de
suspensión de la cobertura. Para arribar a su decisión,
el
sentenciante
descartó
ante
todo
la
defensa
de
prescripción, indicando que el curso de la misma fue
interrumpido
con
aseguramiento
principio
contratos
promoción
probatorio.
de
interpretación
remarcando
la
el
de
buena
y
fe
Sentado
que
ejecución
especial
seguros
de
valor
rige
de
medidas
de
ello,
recordó
el
la
las
del
celebrados
las
celebración,
convenciones,
principio
por
en
adhesión,
los
en
atención a la posición de desigualdad de los celebrantes
incluso cuando en la operación participan intermediarios
en
el
cometido
de
facilitar
el
cumplimiento
de
las
obligaciones asumidas por las partes. En tal sentido
entendió que en casos como el de autos, donde existe un
4
intermediario
encargado
de
cobrar
la
prima
siguiendo
directivas del asegurador, la suspensión de la cobertura
debe interpretarse con criterio restrictivo porque su
aplicación
a
automática
resultados
aseguradora
e
irrestricta
disvaliosos
en
al
detrimento
podría
favorecer
del
a
asegurado.
conducir
la
entidad
Señaló
como
dato no menor el hecho de que las imprecisiones en la
determinación
del
monto
de
la
prima
a
las
que
aludió la actora hubiesen surgido a mediados del año
2002, recordando que en esa época el país atravesaba una
de las peores crisis de su historia. También puso de
relieve que en los contratos por adhesión se dilata el
campo
obligacional
correspondiente
a
las
obligaciones
principales, indicando que ambas partes deben cooperar
útilmente al cumplimiento positivo de las expectativas
de
la
otra,
transmisión,
y
que
de
a
tal
fin
diligencia,
de
existen
cargas
información,
de
de
cooperación, que esperan las partes entre sí, resultando
necesario
coherente,
exigir
a
ajeno
las
a
partes
los
un
comportamiento
cambios
de
conducta
perjudiciales, siendo inadmisible un obrar incompatible
con
la
confianza
suscitada
en
el
otro
contratante.
Precisó que la suspensión de la cobertura implica un
efecto
reactivo
de
tipo
sancionatorio
que
sigue
al
incumplimiento moroso del pago de la prima, y que en
5
virtud de ella deja de garantizarse el riesgo desde que
se produce el incumplimiento y hasta la rehabilitación
de la cobertura mediante la satisfacción de las primas
vencidas
al
tiempo
de
la
mora
y
de
las
adeudadas
ulteriormente, comportando ello la cesación temporaria
de la garantía contratada. Entendió, con apoyo en cita
de
jurisprudencia,
que
la
excepción
a
la
regla
de
suspensión se constituye cuando la demora en el pago
resulta imputable al representante del asegurador y no
al asegurado. Indicó que en el caso de autos, más allá
de las particularidades de la época en que se produjo la
suspensión de la cobertura -el 04.11.2002-, el pago fue
realizado
al
día
siguiente
-el
05.11.2002,
según
constancia de foja 72- con anterioridad al siniestro
-acaecido
el
reanudarse
31
de
la
08.11.2002-,
a
tenor
ley
de
de
cuando
lo
seguros.
la
normado
Luego
de
cobertura
en
el
debió
artículo
efectuar
algunas
consideraciones acerca de las reglas tradicionales de
distribución
de
la
carga
probatoria
y
sobre
la
teoría de las cargas probatorias dinámicas, señaló que
la
demandada
comprobantes
no
de
suministró
los
pagos
al
perito
actuante
oportunamente
los
reclamados,
indicando que aquélla estaba en mejores condiciones de
aportar tales elementos de convicción. En tal sentido
señaló
el
judicante
que,
no
habiendo
la
demandada
6
entregado los comprobantes mediante los cuales se exigía
el pago de los meses anteriores, cobraba relevancia lo
afirmado por la actora en cuanto a las dificultades para
poder determinar fehacientemente el monto de las primas.
En consecuencia, en atención a las pruebas rendidas, la
conducta procesal de las partes, las cargas probatorias
dinámicas,
y
el
encuadre
normativo
citado,
juzgó
procedente la demanda de cumplimiento contractual por
una suma de dinero equivalente al valor de un automotor
de iguales características al asegurado.
En
cuanto
a
los
demás
rubros
reclamados,
juzgó
improcedente el concepto de privación de uso. Señaló,
con apoyo en citas doctrinarias, que en principio la
sola privación del uso del automóvil importaría un daño
para el usuario en la medida en que se hubiese visto
obligado a sustituir su uso con otro vehículo, pero que
cuando se produce el robo o cuando por el estado de
destrucción
del
vehículo
no
cabe
una
reparación,
la
indemnización debe limitarse a entregar exclusivamente
el
valor
de
la
cosa
destruida
en
los
términos
del
artículo 1094 del Código Civil. En tal sentido entendió
que la sustracción del automóvil o la imposibilidad de
reparación
calcular
no
el
permite,
daño
por
emergente
incompatibilidad
de
la
lógica,
impracticable
utilización del vehículo, sino que quien no puede contar
7
desde ese momento con un rodado es acreedor del dinero
que representa su valor y los intereses moratorios. En
consecuencia indicó que la demanda debía prosperar por
la suma correspondiente al valor del rodado al momento
de efectuado el reclamo ante la aseguradora, devengando
desde dicha fecha y hasta el efectivo pago un interés
equivalente a la tasa activa sumada que percibe el Banco
de la Nación Argentina en operaciones de descuento de
documentos a treinta días. En lo tocante al daño moral,
indicó
que
en
autos
la
actora
nada
acreditó
y
que
tampoco argumentó adecuadamente el rubro indemnizatorio
como para poder inferirlo en función de la plataforma
fáctica del conflicto, considerándolo improcedente.
Impuso las costas en proporción al éxito obtenido,
precisando que sólo debía computarse como rechazado el
rubro
“daño
resuelto
con
moral”.
En
respecto
tal
al
sentido
rubro
expresó
privación
de
que
lo
uso
no
implicaba su rechazo, sino la determinación de una pauta
para
establecer
teniendo
presente
la
indemnización
que
la
actora
del
daño
reclamaba
sufrido,
la
suma
correspondiente al valor del rodado al momento de su
efectivo pago y que, en tal supuesto, el transcurso del
tiempo haría que dicha cifra fuera cada vez menor pues
el vehículo iría disminuyendo su valor en el mercado por
el mero transcurso del tiempo, y que la aplicación de
8
intereses compensa a la actora del perjuicio implicado
en el transcurso del tiempo sin necesidad de recurrir a
la imprecisión de la privación de uso.
2.
Contra
el
veredicto
interpusieron
recurso
de
apelación la actora (fs.150 vta., concedido a fs.154) y
la demandada (fs.152, concedido a fs.153).
Radicados los autos en esta Sala, la actora expresó
sus agravios a fojas 176/177. Se queja la recurrente, en
primer
lugar,
establecido
en
de
el
que
el
valor
capital
del
de
condena
rodado
al
se
momento
haya
de
efectuado el reclamo ante la aseguradora, señalando que
la
pretensión
versaba
sobre
una
suma
de
dinero
que
permitiera al día de su efectivo pago adquirir en el
mercado un vehículo de las mismas características del
que
tenía
al
momento
del
siniestro.
En
tal
sentido
pretende que el capital de condena consista en una suma
de dinero que le permita, al día de su efectivo pago,
adquirir un automóvil marca Fiat Uno de cinco puertas,
motor 1.6, con aire acondicionado y levanta vidrios, de
seis años de antigüedad, u otro similar. Sostiene que el
resultado económico de la sentencia no le concede lo que
le corresponde, puesto que a la fecha del siniestro el
valor del vehículo, por el cual estaba asegurado, era de
$ 9.100,-, y expresa que si a esa suma se le adicionan
los intereses fijados en el fallo hasta diciembre de
9
2009
resulta
dice,
al
un
total
valor
de
actual
$
de
22.650,-,
un
suma
vehículo
inferior,
similar
que
rondaría los $ 27.000,-. En consecuencia, solicita que
se
modifique
el
capital
de
condena
por
una
suma
de
dinero que a la fecha de su ejecución le alcance para
adquirir
que
un
tenía
peticiona
vehículo
de
características similares al
del
siniestro.
al
momento
la
modificación
de
la
Subsidiariamente
tasa
de
interés,
postulando la aplicación de la tasa activa del Banco de
la
Nación
treinta
Argentina
días
desde
para
la
descuento
fecha
del
de
documentos
reclamo
hasta
a
su
efectivo pago, capitalizada, afirmando que de ese modo
podría
adquirir
en
el
mercado
un
bien
similar
al
sustraído. En segundo lugar, se agravia del rechazo de
la indemnización por la privación del uso del rodado.
Afirma que, a su criterio, la contratación de un seguro
de robo de automotor apunta necesariamente a cubrir esa
contingencia, con el fin de que, ante la ocurrencia del
siniestro,
el
asegurado
patrimonio
el
bien
incorpore
siniestrado,
nuevamente
de
modo
a
su
que
el
incumplimiento de la aseguradora priva al asegurado de
utilizar un bien concreto, lo que habilita el reclamo
tendiente a su reparación. Postula, en consecuencia, el
reconocimiento
de
dicho
capítulo
indemnizatorio.
En
tercer lugar, se queja por el rechazo del resarcimiento
10
del daño moral. En tal sentido aduce que debe tenerse en
cuenta el doble aspecto resarcitorio y sancionatorio de
la
indemnización
obligación
de
del
las
daño
partes
moral,
del
como
contrato
asimismo
de
la
seguro
de
conducirse con ubérrima buena fe. Afirma que ha quedado
bien claro que la contraparte ha omitido comportarse
conforme a tales pautas, tanto durante la vigencia del
contrato al dificultar su normal desenvolvimiento, como
al
momento
de
hacer
frente
a
sus
obligaciones,
como
asimismo durante el transcurso de la litis, omitiendo
exhibir
de
la
documentación
prueba
y
pericial.
dificultando
Entiende
que
la
producción
ello
impone
el
otorgamiento de la indemnización del rubro en cuestión.
Concluye
postulando
haciéndose
lugar
a
que
la
se
modifique
demanda
en
su
la
sentencia
totalidad,
con
costas de ambas instancias a la contraria.
Los agravios fueron contestados por la demandada a
fojas 179, quien a su vez expresó los propios a fojas
180/181, los cuales merecieron la contestación de la
actora
a
foja
valoración
183.
Se
efectuada
por
queja
el
la
demandada
juzgador
en
torno
de
la
a
la
prueba pericial contable. En tal sentido, señala que si
bien
es
exhibió
cierto
que
la
documentación
perito
que
informó
permitiera
que
no
se
corroborar
le
el
efectivo pago de la póliza, ello sería así porque la
11
póliza nunca fue pagada. Postula que no puede exigírsele
la prueba de un hecho negativo, sino que es la actora
quien debió probar los pagos que afirmó haber realizado.
Afirma
que
la
póliza
fue
emitida
el
15.03.2002,
con
vigencia desde el 04.03.2002, y que hasta el mes de
noviembre de 2002 no se registró ningún pago, agregando
que hasta el día de hoy la aseguradora no ha recibido
pago alguno. Agrega que la propia actora reconoció que
debía
pagar
la
prima
mediante
débitos
en
su
cuenta
bancaria, pero que del informe del Banco de Galicia se
desprende que por la póliza no se debitó ningún importe
por falta de fondos en cuenta desde el inicio de la
relación asegurativa. Concluye que los elementos de la
causa demuestran la falta de pago de la prima y propone,
en consecuencia, la revocación del fallo y el rechazo
total de la demanda, con costas.
Consentida
la
providencia
de
autos
(fs.185/186)
quedaron los presentes en estado de resolver.
3. Por razones lógicas corresponde dar tratamiento
en primer lugar a la apelación de la demandada.
No está controvertido que en fecha 11.09.2001 Zurich
Argentina
Compañía
de
Seguros
S.A.
emitió
la
póliza
(renovación) de seguro en dólares N° 9-8237193 a favor
de
María
de
las
Mercedes
Martínez
y
en
relación
al
automóvil Fiat Uno SCR 1.6 cinco puertas modelo 1995,
12
patente ABP 295, cubriendo entre otros los riegos de
robo y hurto totales y parciales, con vigencia desde el
26.04.2001 hasta el 26.04.2002 y que en fecha 15.03.2002
la
misma
fue
reemplazada
por
la
póliza
en
pesos
N° 9-8292477, con vigencia desde el 04.03.2002 hasta el
08.12.2002, conviniéndose que el pago de la prima se
realizaría mediante débitos en caja de ahorros abierta a
nombre de la actora en el Banco de Galicia y Buenos
Aires S.A., designado como agente institorio. Ello surge
de
los
escritos
alegatos
de
de
las
demanda
partes,
y
y
contestación
se
y
corrobora
de
los
con
la
documentación adjuntada en copia por la actora a fojas
1/2
-reconocida
por
la
demandada
a
fs.77-
y
con
la
póliza entregada en copia por la demandada a la perito
actuante,
agregada
a
fojas
101/110.
Tampoco
hay
discusión en cuanto a que mensualmente la aseguradora
emitía endosos de renovación de la póliza N° 9-8292477
con aumentos de vigencia y modificación en la prima,
determinándose así el importe de las cuotas a pagar,
extremo
que
luce
corroborado
con
la
documentación
agregada en copia por la actora a fojas 4/5, reconocida
por la demandada en la audiencia de foja 77. También
está
fuera
de
debate
la
fecha
del
siniestro
por
sustracción del automotor, el día 08.11.2002, la que
surge de la pieza de denuncia agregada a foja 6, también
13
reconocida por la demandada.
Frente a la denuncia del siniestro, la aseguradora
declinó su responsabilidad señalando que “al momento de
producirse
los
póliza
encontraba
se
postura
que
hechos
(08/11/02)
suspendida
mantuvo
al
la
por
contestar
la
cobertura
de
la
falta
de
pago”,
demanda
(fs.46
vta.). La acccionante afirmó que con anterioridad al
siniestro ya se había regularizado la situación y se
había reanudado la cobertura, indicando en tal sentido
que a partir de la emisión de la póliza N° 9-8292477 la
aseguradora
dejó
que determinaban
hasta
que
endosos
de
remitirle
el
recién
importe
en
los
de
octubre
correspondientes
a
la
de
los
endosos mensuales
cuota
2002
a pagar,
recibió
períodos
de
los
vigencia
transcurridos desde el 07.10.2002 hasta el 07.11.2002 y
desde
el
07.11.2002
hasta
el
08.12.2002,
los
cuales
indicaban como importes de las respectivas cuotas las
sumas
de
$
71,25
y
$
81,72
con
vencimientos
el
04.11.2002 y el 02.12.2002, procediendo en consecuencia
a depositar la suma de $ 150,- en la cuenta indicada
para el débito de las cuotas el día 05.11.2002.
Sostiene
en
esta
sede
la
apelante
que
el
sentenciante ha valorado erróneamente la prueba de la
causa,
afirmando
que
de
los
elementos
aportados
se
desprende la falta total del pago de la prima desde el
14
inicio de la relación asegurativa. En tal sentido expone
que no pudo entregar a la perito comprobante de pago de
prima
alguno
porque
la
asegurada
no
había
efectuado
ningún pago, argumentando que no puede exigírsele la
demostración de un hecho negativo sino que era a la
actora a quien correspondía probar los pagos que dijo
haber
realizado.
Banco
de
Se
Galicia
y
apoya
también
Buenos
Aires
en
el
S.A.
informe
de
foja
del
81,
mediante el cual dicha entidad bancaria dio cuenta de
que,
según
sus
registros
informáticos,
la
póliza
no
registraba ningún pago desde su emisión ya que la cuenta
indicada para el débito de las cuotas de la prima no
tenía fondos suficientes al operar los vencimientos de
las cuotas primera a séptima y porque al vencimiento de
la octava (el 04.11.2002) la adhesión al débito había
sido dada de baja o rechazada.
3.a)
quien
No le asiste razón. Fue la propia demandada
ofreció
prueba
pericial
contable
a
realizarse
sobre sus libros y registros comerciales, proponiendo
como punto de pericia que la experta informara si la
póliza se encontraba paga a la fecha del siniestro pero,
como expresó la perito, no exhibió documentación que
permitiera corroborar tal extremo.
En efecto, del acta del examen pericial y demás
constancias
obrantes
a
fojas
92/100
se
desprende
15
que
la
demandada
autorización
Justicia
otorgada
para
reemplazo
aportó
la
de
documentación
por
la
utilización
registros
de
relativa
a
la
Inspección
General
de
de
ópticos
en
cobranzas
de
medios
ingresos
y
premios documentados, caja y bancos, cuentas corrientes
de
productores,
libro
diario,
entre
otros,
pero
se
infiere de lo manifestado en el dictamen que la experta
no tuvo acceso a dichos medios ópticos en los cuales la
demandada asienta sus anotaciones contables y que hacen
a
la
esencia
del
medio
probatorio
propuesto.
Más
aún: la accionada tampoco aportó en forma completa la
documentación respaldatoria a los fines de cotejo con
sus registros contables, ya que sólo entregó a la perito
una copia de la póliza en pesos emitida el 15.03.2002
(fs.101/110),
mensuales
que,
modificando
a
pagar
pero
no
adjuntó
según
el
la
importe
sucesivos
operatoria
de
estableciendo
los
los
la
endosos
descripta,
iban
prima y de las cuotas
respectivos
vencimientos
-endosos que tampoco obran en autos a excepción de los
dos últimos acompañados por la actora a fojas 4 y 5-,
circunstancia
o
no
que
impide
acreditaciones
y
esclarecer
débitos
en
la
si
existieron
cuenta
bancaria
habilitada para el pago que se correspondan con aquellos
conceptos.
Como
se
ve,
no
se
trata
de
invertir
la
carga
16
probatoria
exigiendo
negativos,
con
la
sino
de
la
demostración
de
hechos
prestar una adecuada colaboración
dilucidación
de
los
hechos
que
hacen
a
la
controversia. Dicha carga está expresamente prevista en
materia
Código
de
prueba
Procesal,
pericial,
que
como
en
el
artículo
aplicación
196
puntual
del
de
la
doctrina del valor probatorio de la conducta en juicio
de
las
partes
permite
al
juzgador
ponderar
como
un
indicio en su contra a la conducta del litigante que no
contribuye con la producción de dicho medio probatorio
(PEYRANO, Jorge W., en Código Procesal Civil y Comercial
de
la
Provincia
de
jurisprudencial,
Vázquez
Santa
dir.
Ferreyra,
T.1,
Fe.
Jorge
Análisis
Peyrano,
Juris,
1997,
doctrinario
coord.
p.558).
y
Roberto
Por
lo
demás, se ha dicho que la invocación por el asegurador
de la suspensión de la cobertura derivada de la falta de
pago de la prima por el asegurado con anterioridad a la
fecha del siniestro se traduce en la carga de acreditar
el supuesto de hecho en el cual aquél fundamenta su
defensa (STIGLITZ, Rubén, Derecho de Seguros, 5ta. ed.,
La
Ley,
2008,
T.III,
p.87;
CNEspCivCom,
Sala
5a.,
25.03.1981, JA 1982-III-síntesis; SCBA, 11.07.1995, JA
1996-IV-síntesis; CNCiv, Sala I, 28.09.2000, JA 2002-Isíntesis; CCC2a Santiago del Estero, 28.05.2008, LLNOA
2008-918).
17
Desde
tal
valoración
dictamen
perspectiva,
hecha
por
pericial
el
no
juez
contable.
merece
de
Al
grado
reproches
la
en
torno
al
como
fue
contrario
y
puesto de relieve por el a quo, la acotada contribución
de la compañía para el examen de su contabilidad, sumada
a
la
ausencia
acreditada
la
de
elementos
remisión
de
que
los
permitan
endosos
tener
por
mensuales
que
según las partes conformaban la operatoria habitual de
determinación de la prima, desde la época en que la
primigenia
póliza
póliza
pesos
en
confluían
en
-a
dólares
fue
principios
acontecimientos
modificada
del
año
políticos,
por
2002,
una
cuando
sociales
y
económicos que dieron lugar a una de las crisis más
graves en la
historia contemporánea de nuestro país,
según lo reconoció la Corte Suprema de la Nación en
Fallos: 327:4495, 328:690 y 329:5913, entre otros- y
hasta octubre de 2002, dan pábulo a las afirmaciones de
la actora en el sentido de que la aseguradora dejó de
remitirle
los
endosos
mensuales
sumiéndola
en
la
incertidumbre acerca de los importes a pagar.
3.b)
Por
probatoria
Aires
S.A.
del
otro
lado,
informe
para
tener
de
por
es
notoria
Banco
de
cierto
la
Galicia
el
ineficacia
y
Buenos
incumplimiento
achacado a la actora. La contestación al oficio proviene
del Dr. Ernesto Daniel Frustaci, de la Sup. de Oficios y
18
Pericias del banco, quien afirma que “la cuota Nro. 8 de
fecha 04-11-2002 (…) nunca fue debitada por el motivo
'adhesión al débito dada de baja o rechazada'” y que “la
póliza no registra ningún pago desde su inicio, es decir
que
nunca
se
debitaron las cuotas anteriores (de la
Nro. 1 a la Nro. 7) por 'falta de fondos suficientes
para efectuar el débito'”, destacando asimismo que la
información brindada “surge de los Sistemas Informáticos
del Banco de Galicia S.A. y de lo suministrado por N/
Sucursal
0267”.
documentación
Pero
el
informe
respaldatoria
remitido
de
las
carece
de
afirmaciones
unilaterales del profesional firmante del oficio. Nunca
puede considerarse una prueba informativa eficaz si el
informante
afirma
hechos
sin
registro
alguno
o
sin
documentación de respaldo. Todo se reduciría a creerle
en un acto de fe a lo que dice el firmante de los
oficios
sin
las
formalidades
legales
del
testimonio
judicial, pero el proceso se basa en pruebas que arrojen
convicción
apreciadas
conforme
a
la
sana
crítica
racional.
No
es
ocioso
recordar
que
la
prueba
informativa
tiene carácter propio que consiste en el aporte de datos
preexistentes al juicio y registrados o documentados en
los archivos de oficinas públicas y privadas, y no puede
consistir en apreciaciones unilaterales y personales de
19
la informante, ya que el informe no puede sustituir a la
prueba testimonial (arg. art.228 del C.P.C.C.; ALVARADO
VELLOSO,
Adolfo,
Estudio
Jurisprudencial
del
Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe,
Rubinzal Culzoni, T.II, p.789 y T.IV, p.338; PEYRANO,
Jorge W., VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A., Código Procesal
Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe. Análisis
doctrinario
y
jurisprudencial,
Juris,
1997,
T.1,
p.603/606; CHIAPPINI, Julio O., Código Procesal Civil y
Comercial
de
la
Provincia
de
Santa
Fe.
Anotado
y
Concordado, T.2, p.333; FALCÓN, Enrique, Tratado de la
prueba,
T.1,
Astrea,
2003,
p.919;
ARAZI,
Roland,
La
prueba en el proceso civil. Teoría y Práctica, La Rocca,
2001, p.431; CCCRos, Sala IV, Zeus 39-R-71; CCCSF, Sala
I, Zeus 47-J-230; CCCSF, Sala II, Juris 67-113; CTSF,
Zeus 7-R-13; CCCRos, Sala IV, Juris 40-135; CNC. Sala C,
E.D.
66-492;
CamFedCivCom,
Sala
I,
E.D.
121-304;
PALACIO, Lino, ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal
Civil
y
Comercial
Rubinzal
Culzoni,
informativa
de
la
1994,
implica
un
caracteres
específicos
incorporar
al
conclusiones
proceso
extraídas
Nación
T.8,
p.210/211).
medio
que
de
en
copias,
de
explicado
prueba
y
La
documentos
prueba
dotado
definitiva
datos,
anotado,
de
permite
resúmenes,
o
fehacientes
poseídos por el informante (CCCSF, Sala I, LLLitoral
20
1998-2-283). Tiene carácter autónomo “que consiste en el
aporte de datos preexistentes al juicio y que consten
registrados en los archivos de la oficina oficiada; pero
para
poder
constar
apreciar
la
firma
debidamente
del
su
respectivo
autenticidad
responsable
debe
de
la
entidad oficiada, como requisito subjetivo de la prueba,
así como los datos deben constar registrados en libros o
anotaciones,
será
menester
que
alguien
suscriba
el
documento que sirva de base a la fuente informativa”
(CCCLab Venado Tuerto, Zeus 70-J-6; CHIAPPINI, ob. cit.,
p.335).
Nada de ello ha acontecido en la especie ya que la
entidad
requerida
respaldo
que
no
documental:
se
acompañan
suministrados
explican
emitió
ni
cancelación
por
la
su
alude
en
informe
a
adjuntan;
soporte
de
la
no
de
todo
registros informáticos
sucursal
se
desnudo
alguno,
0267
hay
autorización
que
y
a
tampoco
constancias
para
datos
de
efectuar
se
la
los
débitos, ni se adjunta resumen de los movimientos de la
cuenta durante el lapso por el que se afirma impaga la
prima.
Así
pues,
el
informe
del
banco
sin
respaldo
documental ni basamento alguno, torna irrelevante a la
constancia de foja 81 (cfr. criterio de esta Sala in re
“BENETTI c. CAPDEVILA EMP. CONST. S.A.”, Ac. N° 197 del
20.05.2009).
21
Cabe acotar que la omisión de la entidad bancaria
informante no se ve subsanada con el extracto de la
cuenta
exhibido
previamente
en
ocasión
de
la
audiencia de fojas 72/77, ya que la exhibición estuvo
circunscripta a las operaciones registradas en un lapso
posterior a los hechos que motivaron el conflicto -entre
noviembre de 2002 y junio de 2003-. Tampoco con los
resúmenes de cuenta acompañados por la actora a fojas
7/24 ya que, por un lado en dichos resúmenes pueden
apreciarse periódicos depósitos de dinero en efectivo
como
asimismo
débitos
automáticos
en
concepto
de
servicios en general y por cifras variables, y por otro
lado, ya fue señalado que la aseguradora no acompañó
constancia
admitió
alguna
que
de
debía
respectivos
los
endosos
remitir
importes
y
de
la
mensualmente
vencimientos,
póliza
ni
lo
de
que
que
sus
impide
confrontarlos con la evolución del estado de la cuenta
según dicho resumen para así averiguar si las cuotas de
la prima fueron debitadas o, en su defecto, si a la
fecha de cada vencimiento había o no fondos suficientes
para efectuar los débitos.
Por
lo
demás,
no
puede
soslayarse
que
el
banco
informante era a la vez agente institorio en la relación
de
seguro
comercial
de
de
marras,
la
formando
aseguradora
en
parte
lo
del
inherente
esquema
a
la
22
percepción del pago de la prima y asumiendo en general
el
carácter
de
representante
al
que
se
le aplican
las reglas del mandato (art.45, ley 17.418), pudiendo
eventualmente quedar obligado frente a la compañía de
seguros,
que
es
por
lo
menester
que
su
aporte pierde la objetividad
requerirle
para
reconocerle
eficacia
probatoria.
3.c)
Sin perjuicio de lo expuesto, cabe notar que
es recién en esta sede que la aseguradora precisa la
extensión de la mora atribuida a la actora, alegando que
la
falta
de
pago
de
la
prima
era
total,
desde
el
comienzo de la vigencia de la póliza. En efecto, tanto
al momento de pronunciarse respecto de la denuncia del
siniestro como al contestar la demanda, la demandada se
limitó
a
esgrimir
que
la
cobertura
se
encontraba
suspendida por falta de pago, sin brindar precisiones
temporales o cuantitativas y, especialmente, sin hacerse
cargo de lo afirmado por la actora en su demanda en el
sentido de que la situación de mora y suspensión de la
cobertura operó a partir del vencimiento del 04.11.2002
y se regularizó el 05.11.2002 con el depósito de $ 150,en la cuenta indicada para el débito de las cuotas. Tal
comportamiento de la demandada desacorde a la buena fe,
pronunciándose de modo lacónico, ambiguo e incompleto,
no
puede
sino
repercutir
en
su
contra
y,
en
23
consecuencia, la litis debe entenderse circunscripta a
la reanudación o no, a la fecha del siniestro, de la
suspensión de la cobertura operada a partir de la falta
de pago de la cuota vencida el 04.11.2002 (arg. art.243,
CPCC), no pudiendo en la alzada introducirse cuestiones
no
sometidas
al
conocimiento
y
decisión
del
juez
de
grado (art.246, C.P.C.C.).
Es que, conforme al criterio de este cuerpo, la
suspensión de la cobertura constituye una circunstancia
alcanzada
por
el
carga
del
asegurador
de
expedirse
conforme al artículo 56 de la Ley 17.418 (v. de esta
Sala:
“PEREZ
c.
PROVINCIA
SEGUROS
S.A.”,
Ac.
N°
552 del 30.12.2008), temperamento que encuentra apoyo
en
la
doctrina
y
la
jurisprudencia
calificadas
como
mayoritarias (STIGLITZ, Rubén, Derecho de Seguros, 5ta.
ed.,
La
Ley,
2008,
T.II,
p.292;
del
mismo
autor,
Renuncia tácita a los efectos de la mora, en DJ 2004-3626;
HALPERÍN,
Exposición
Isaac,
crítica
de
BARBATO,
las
Nicolás,
leyes
17.418,
Seguros.
20.091
y
22.400, 3ra. ed., LexisNexis, 2003, p.46; SCJMendoza,
02.03.2004, “Cabezas c. Garay Boemi”, LLGranCuyo 2004338; CNCiv, Sala D, 01.06.2007, “Cestona c. Adobbati”,
Lexis 35011188; CNCom, Sala A, 12.03.2008, “Amarilla v.
Liderar”,
“Cesario”,
Lexis
LL
70045245;
1999-B-31).
CNCom,
Sobre
Sala
el
E,
30.10.1998,
particular
se
ha
24
señalado que el pronunciamiento del asegurador acerca
del derecho del asegurado debe ser claro, explícito y
preciso en torno a la causa invocada como adversa al
reconocimiento de los derechos del asegurado, careciendo
de
eficacia
aseguradora
las
expresiones
debe
brindar
una
genéricas.
Es
explicación
decir,
coherente
la
y
fundada de su actitud, inteligible por el asegurado,
quien
de
ese
modo
se
encontrará
en
igualdad
de
condiciones para promover eventuales acciones judiciales
(STIGLITZ, Rubén, Derecho de Seguros, 3ra. ed., Abeledo
Perrot,
2001,
T.II,
p.169/170;
CNCom,
Sala
C,
21.12.1998, LL 1999-C-478; CNCom, Sala E, 31.10.1984, JA
1985-II-587; CNFedCivCom, Sala III, 29.06.1994, DJ 19952-1056; CCivComJunín, 30.11.1988, DJ 1991-2-160). Tales
exigencias vienen a encontrar sustento adicional en las
disposiciones de la ley 24.240 que enfatizan el alcance
del deber de información a cargo del empresario (art.4),
como
así
también
en
la
incidencia
que
corresponde
reconocer al principio general de buena fe a la hora de
determinar con claridad el supuesto incumplimiento del
asegurado, lo que no puede ser objeto de incertidumbre
alguna (esta Sala, in re “PEREZ c. PROVINCIA SEGUROS
S.A.”, Ac. N° 552 del 30.12.2008). Asimismo, se predica
que
otra
pronunciarse
importante
acerca
del
derivación
derecho
de
del
la
carga
asegurado
es
de
la
25
circunstancia
de
que
la
tempestiva
declaración
constituye requisito de admisibilidad de las defensas
que el asegurador pueda oponer judicialmente al reclamo
de aquél (STIGLITZ, Rubén, Derecho de Seguros, 3ra. ed.,
Abeledo
Perrot,
2001,
T.II,
p.152;
CNCom,
Sala
C,
05.07.1985, LL 1986-B-612; CNCom, Sala A, 30.05.1986, LL
1986-D-176;, CNCom, Sala A, 29.02.1996, LL 1996-D-179,
CNCom, Sala C, 30.10.1998, DJ 1999-2-1068). De allí que
se entienda que si el pronunciamiento del asegurador no
es explícito respecto de las razones del rechazo del
siniestro, dicha actitud debe ser asimilada a la omisión
de pronunciarse prevista en el artículo 56 de la ley
17.418.
Sentado lo anterior, tenemos en autos que tanto del
resumen
de
operaciones
registradas
en
la
cuenta
de
ahorros abierta a nombre de la actora exhibida a fojas
72/77
por
requerido
el
Banco
de
al
efecto,
Galicia
como
y
del
Buenos
resumen
Aires
de
S.A.
cuenta
acompañado por la actora a fojas 7/24, se desprende que
el 05.11.2002, es decir, un día después al término del
plazo para el pago de la cuota de la prima de $ 71,25
que
vencía
el
04.11.2002
pero
con
anterioridad
al
siniestro (ocurrido el 08.11.2002 según la denuncia),
fue
depositada
permaneciendo
la
sin
suma
de
debitar
$
150,-
hasta
el
en
la
cuenta,
18.06.2003.
Se
26
advierte
claramente
que
la
suma
depositada
era
suficiente para cubrir la cuota vencida y los eventuales
intereses
por
reanudada
la
la
mora
cobertura
de
de
un
día,
ahí
debiendo
en
juzgarse
adelante
y,
más
precisamente, a la fecha del siniestro (arg. art.31, ley
17.418; cfr. STIGLITZ, Rubén, Derecho de Seguros, 5ta.
ed., La Ley, 2008, T.III, p.73). Cabe agregar que, no
habiéndose demostrado que la autorización para efectuar
los débitos hubiese sido cancelada -según lo considerado
ut supra-, la omisión del agente institorio de debitar
el importe de la prima en la cuenta abierta a nombre de
la
asegurada
cuestión
obligación
y
de
ajena
y
de
la
acreditárselo
extraña
demandante
al
e
a
la
aseguradora
cumplimiento
inoponible
a
es
de
la
ésta
(en
sentido similar: CNCom, Sala A, 12.03.2008, “Amarilla c.
Liderar”, La Ley Online).
Corresponde, pues, el rechazo del agravio.
4.
Pasando ahora al examen de los agravios de la
actora, se adelanta que los mismos tampoco habrán de
prosperar.
4.a)
la
En primer lugar, no es atendible la queja de
accionante
en
virtud
de
la
cual
pretende
que
el
capital de condena correspondiente al valor del rodado
al momento de efectuado el reclamo ante la aseguradora
sea sustituido por el valor de adquisición que tendría
27
un
vehículo
ejecución
de
asegurada
al
los
similar
la
sustraído
sentencia,
tiempo
intereses
al
del
a
la
fecha
argumentando
siniestro
establecidos
en
de
el
que
de
la
la
suma
$ 9.100,- más
fallo
resultan
insuficientes para la aludida adquisición.
Ello
así
porque
en
los
seguros
de
daños
patrimoniales, en atención a la finalidad resarcitoria
del contrato, la prestación debida por el asegurador se
determina por el daño neto efectivamente sufrido, en
razón del valor de la cosa al tiempo del siniestro y de
la suma asegurada (HALPERÍN, Isaac, MORANDI, Juan C. F.,
Seguros, Depalma, 1986, vol. II, p.561 y ss.; STIGLITZ,
Rubén,
Derecho
de
Seguros,
5ta.
ed.,
La
Ley,
2008,
T.III, p.202; CNCom, Sala C, 20.11.2009, “González c.
Provincia
Seguros
S.A.”,
LL
Online;
CNCom,
Sala
D,
17.09.2007, “Spadavecchia c. Zurich Argentina Compañía
de Seguros S.A.”, La Ley Online). En tal sentido se ha
precisado
que
en
caso
de
robo
o
hurto
total
el
asegurador indemnizará el valor de venta al público al
contado en plaza al momento del siniestro de un vehículo
de
igual
marca,
modelo
y
características,
haciéndose
cargo además de los impuestos, tasas, contribuciones y
gastos inherentes a la registración del dominio a favor
del asegurado, todo ello hasta el límite fijado por la
suma asegurada (STIGLITZ, ob. cit., p.230). En ese orden
28
de
ideas,
resulta
injustificada
la
pretensión
de
la
apelante de que se le otorgue una indemnización por un
capital mayor que el estipulado en la póliza como suma
asegurada, pues ésta constituye el tope hasta el que se
comprometió a responder la compañía (art.61, 2º párr.,
ley
17.418;
cit.,
STIGLITZ,
p.572;
Seguros
CNCom,
S.A.”,
LL
ob.
Sala
Online;
cit.,
D,
p.97;
HALPERÍN,
“Palacio
CNCom,
sala
c.
ob.
Provincia
E,
17.09.2007
“Ciccone c. Lua Seguros La Porteña S.A.”, LL Online). Lo
contrario
en
importaría
beneficio
éste
injusto
aparecería
desproporcionada
(CNCom,
Sala
que
a
C,
el asegurador se perjudicara
para
el
percibiendo
las
primas
20.11.2009,
asegurado,
una
que
ya
que
indemnización
efectivamente
“González
c.
pagó
Provincia
Seguros S.A.”, LL Online).
4.b)
Tampoco
subsidiaria
de
merece
recepción
capitalización
de
la
la
tasa
postulación
de
interés
establecida en el fallo. El principio general es que no
se deben intereses de los intereses y la capitalización
sólo
es
posible
como
excepción
en
los
casos
en
los que media convención expresa o en los que habiendo
liquidación judicial aprobada que incluye intereses, no
es abonada al ser intimado el obligado (art.623 Cód.
Civ.), quedando también a salvo algunos otros supuestos
previstos en la ley de modo expreso (arts.1950, 2298 y
29
2030
Cód.
Civ.).
Aunque
con
mayor
extensión,
en
el
derecho mercantil la capitalización de intereses también
se encuentra limitada a la cuenta corriente bancaria
(art.795 Cód. Com.), a la cuenta corriente no bancaria
mediando
convención
mercantil,
en
el
(art.788
que
los
Cód.
Com.)
intereses
y
al
vencidos
mutuo
pueden
capitalizarse a partir de la demanda judicial si han
sido
adeudados
por
un
lapso
no
inferior
a
un
año
(art.569 Cód. Com.). Fuera de los supuestos apuntados y
algunos a los que los autores consideran excepcionales o
que han sido establecidos por leyes especiales -ninguno
de ellos se configura en el presente- no procede la
capitalización
(cfr.
LLAMBÍAS,
Jorge
J.,
Tratado
de
Derecho Civil. Obligaciones, T.II, Perrot, 1970, p.253,
n° 938/9; v. tb. pronunciamientos de esta Sala in re
“Calabrese
c.
AUFE”,
Ac.
“Villalonga
c.
Sanatorio
N°
443
Británico”,
del
Ac.
10.11.2009,
N°
509
del
29.12.2009, y “Construcciones Industriales y Civiles c.
Aguas Provinciales de Sante Fe S.A.”, Ac. N° 732 del
14.02.2006, entre otros). En tal sentido la Corte de la
Nación
ha
doctrina
tanto
establecido
de
la
17
“es
arbitrariedad
implica
artículos
que
un
y
18
menoscabo
de
la
a
descalificable
el
por
la
pronunciamiento,
en
las
garantías
Constitución
de
Nacional,
los
la
capitalización de intereses en violación de una norma de
30
orden público (art.623, C.C.), sin que concurran los
supuestos de excepción que establece la misma” (Fallos
325:2652;
325:2665;
326:2533;
LL
2009-A-295,
causa
“Mulleady c. S.A. Tenis Argentino CIF y otro”, entre
otros). También, el Alto Tribunal Nacional ha dejado
establecido que la previsión del artículo 623 del Código
Civil
es
de
orden
público
y
la
capitalización
de
intereses sólo es admisible de modo restrictivo en los
supuestos
expresamente
admitidos
en
la
norma
(causa
“Tazzioli”, La Ley 2006-C-660). Y finalmente, de modo
reciente,
se
ha
reiterado
que
“es
descalificable
el
pronunciamiento que autorizó la violación de una norma
expresa de orden público que veda la capitalización de
intereses
(art.623
del
supuestos
legales
de
C.C.),
sin
excepción,
que
de
concurran
manera
que
los
la
resolución adoptada por el a quo aparece desprovista de
fundamento” (sentencia de la Corte de la Nación del 28
de Noviembre de 2006, autos S.397, L.XXXVII “Sociedad
Anónima Tucumana s. Quiebra-Incidente de ejecución de
sentencia”).
4.c)
En cuanto al rechazo de la indemnización por
privación de uso del rodado sustraído, se advierte que
la queja de la recurrente dista de configurar agravio en
los términos exigidos por el artículo 365 del Código
Procesal,
por
lo
que
corresponde
desestimarla.
En
31
efecto,
decisión
la
recurrente
del
discrepancia
fundamentos
juez
de
se
de
grado,
criterio,
expuestos
limita
en
sin
el
a
disentir
exhibiendo
hacerse
fallo
y
con
una
cargo
sin
la
mera
de
los
procurar
demostrar un error en el razonamiento del sentenciante.
Cabe
mencionar
que
si
bien
la
cuestión
no
es
pacífica, la postura del sentenciante encuentra respaldo
en la doctrina autoral y en la jurisprudencia de los
tribunales.
En
tal
sentido
se
ha
sostenido
que
el
concepto “privación de uso”, de creación pretoriana, se
vincula a los daños ocasionados a los automotores y al
tiempo que insume la reparación de un vehículo dañado en
un accidente de tránsito, circunstancia que se presume
como generadora de un daño resarcible, sin que obste a
su procedencia la falta de o insuficiencia de prueba, y
que la indemnización por este rubro sólo corresponde en
función de los daños que se derivan de una situación
transitoria, por lo que, enunciada como tal, no resulta
admisible cuando se trata de la destrucción total del
vehículo o situaciones equiparables como el caso en el
que el vehículo ha sido sustraído (cfr. TRIGO REPRESAS,
Félix A., COMPAGNUCCI de CASO, Rubén H., Responsabilidad
por accidentes de automotores, T.2-b, Hammurabi, 1987,
pág.551; BREBBIA, Roberto, Problemática jurídica de los
automotores, T.II, Astrea, 1982, p.262 y 265, nº 12 y
32
15; esta Sala in re “Enrique c. Fata Seguros S.A.”, Ac.
Nº 319 del 09.06.2006; CCCTucumán, Sala III, 28.03.2008,
LLNOA 2008-609; CamApelConcordia, Sala civil y comercial
III,
13.03.2000,
LLLitoral
2001-809).
Por
otro
lado,
también se ha señalado que para la procedencia de la
indemnización
por
necesario
medie
que
privación
prueba
de
uso
positiva
del
y
rodado
precisa
es
de
la
existencia, entidad y vinculación causal del daño con el
incumplimiento de la aseguradora, pues la obligación de
ésta, de origen contractual, consiste en la entrega de
una suma determinada de dinero y, por consiguiente, la
extensión
del
resarcimiento
se
circunscribe,
como
principio, a los intereses que se devenguen a partir de
la
mora
del
deudor,
que
constituyen
la
consecuencia
inmediata y necesaria de la indisponibilidad de dicha
suma (CNCom, Sala C, 20.11.2009, “González c. Provincia
Seguros S.A.”, LL Online; CNCom, Sala C, 18.10.2006, DJ
2007-I-562; CNCom, Sala D, 04.08.1989, La Ley 1990-A171).
A todo evento, cabe poner de resalto que en autos la
postulación
de
la
actora
se
redujo
a
reclamar
una
reparación por la privación del uso del rodado a razón
de
$
30,-
diarios
(v.
fs.28),
sin
mayores
esfuerzos
argumentativos ni probatorios específicos tendientes a
acreditar la existencia y extensión del daño invocado y
33
a justificar la procedencia del reclamo.
4.d)
agravio
Por último, corresponde rechazar también el
dirigido
contra
el
rechazo
de
la
pretensión
indemnizatoria del daño moral.
Esta
Sala
antes
de
ahora
se
ha
pronunciado
sobre el tema en tratamiento, sentado los principios de
procedencia
del
responsabilidad
perjuicio
alegado
contractual
en
(cfr.
cuestiones
CCCRos,
Sala
de
I,
05.09.2002, “Capucci c. Galavisión V.C.C. S.A.”, Zeus
91-J-245). En la causa mencionada, se ha sostenido que
el
daño
moral
se
concibe
como
el
menoscabo
o
la
desconsideración que el agravio puede ocasionar en la
persona damnificada, padecimientos físicos, inquietudes
o cualesquiera otras dificultades o molestias sufridas
en el goce de los bienes o afecciones legítimas y, en
general, toda clase de padecimientos no susceptibles de
apreciación pecuniaria (con cita de BUSTAMANTE ALSINA,
Jorge, Teoría General de la Responsabilidad Civil, 1997,
p. 205, n° 557; ORGAZ, Alfredo, El daño resarcible, p.
264),
y
que
en
la
órbita
de
la
responsabilidad
contractual, la prueba del daño moral debe producirse
por el que se considera damnificado, salvo supuestos muy
excepcionales en los que la presunción podría resultar
del incumplimiento mismo, por ejemplo, en casos donde se
afecten directamente los derechos personalísimos.
34
En
ciertos
tal
sentido
criterios
la
jurisprudencia
respecto
del
daño
ha
delineado
moral, a saber:
i) La indemnización por daño moral que prevé el artículo
522 del Código Civil es facultativa del juez y depende
de la prueba efectiva del daño como consecuencia del
incumplimiento contractual (C.N.Civ, Sala A, LL 1997-D72); ii) No todo incumplimiento contractual apareja daño
moral, dependiendo su admisión de la apreciación del
juez en cuanto al hecho generador del perjuicio y de las
constancias
del
caso,
pues
no
puede
sustentarse
en
cualquier molestia que se origine en la satisfacción de
las
prestaciones
incumplimiento
contractuales.
trascienda
de
Es
lo
preciso
meramente
que
el
material
involucrado en lo contractual, a lo emocional. Es decir,
la noción del agravio moral se vincula al concepto del
desmedro extrapatrimonial o lesión a los sentimientos
personales, no equiparables o asimilables a las meras
molestias, dificultades inquietudes o perturbaciones que
pueda provocar el incumplimiento contractual, pues tales
vicisitudes
son
contingencia
negocial
CNCiv,
sala
K,
incumplimiento
moral
debe
restrictiva,
propias
LL
del
(CNCiv,
la
interpretada
siendo
sala
1995-D-778);
contractual,
ser
riesgo
prueba
a
A,
de
cualquier
LL
iii)
2001-B-378;
En
procedencia
en
cargo
forma
de
la
caso
del
de
daño
estricta
y
víctima
la
35
demostración concreta y puntual de la lesión directa en
los valores más hondos de la personalidad que hace al
mundo de su afectos íntimos (CNCiv, sala K, LL 1995-D778;
CNCom,
sala
A,
DJ
1996-II-175);
iv)
Resulta
necesario probar en forma concreta la existencia el daño
moral
de
origen
reclama,
de
que
de
lo
contractual
que
los
se
por
encuentra
incumplimientos
responsabilidad
parte
quien
lo
justificado
en
razón
provocan
este
tipo
que
afectan
de
intereses
privados,
estableciéndose de esta forma una notoria diferencia en
los casos de responsabilidad extracontractual que dan
fundamento a la diversidad de los respectivos regímenes
(CNCom, sala C, LL 1995-D-375); v) El daño moral no
cubre
cualquier
inquietud
o
perturbación
del
ánimo
originado en la carencia de un bien material, por mucho
que
en
él
se
encuentren
comodidades
o
expansiones
(CNCivComFed, sala II, LL 1996-A-357).
Específicamente
en
torno
al
incumplimiento
de
la
compañía aseguradora en el pago del seguro de automotor,
la
jurisprudencia
molestias,
producir
tiene
dificultades,
un
decidido
o
incumplimiento
que
las
perturbaciones
contractual
no
simples
que
puede
resultan
equiparables a la lesión en los sentimientos personales,
en las afecciones legítimas o en la tranquilidad anímica
que torna procedente el resarcimiento del daño moral,
36
pues aquellas vicisitudes o contrariedades son propias
de cualquier contingencia y de otro modo se llegaría a
la absurda conclusión de que cualquier incumplimiento
podría producir un daño moral resarcible. (CNCom, Sala
C, 14.06.2005, “Manuilo c. Boston Compañía Argentina de
Seguros”, LL Online; CNCom, Sala C, 12.03.2004, RCyS
2004-927;
esta
Sala
in
re
“Enrique
c.
Fata
Seguros
S.A.”, Ac. Nº 319 del 09.06.2006).
En
el
caso,
el
juez
anterior
consideró
que
el
perjuicio alegado no había sido probado, aserto que no
es debidamente controvertido en esta sede ya que las
críticas de la apelante, fundadas en la circunstancia de
que
la
contraparte
omitió
comportarse
de
buena
fe
en el cumplimiento de sus obligaciones -reiterando los
argumentos
vertidos
en
la
instancia
anterior-
y
las
probanzas de la causa, no logran persuadir que la falta
hubiese
las
trascendido
simples
al
molestias,
ámbito
emocional, superando
dificultades,
o
perturbaciones
propias de cualquier contingencia negocial.
Así voto.
Sobre
la
misma
cuestión,
el
señor
vocal
Ariza, dijo: Que coincide con lo propuesto por el
doctor
señor
vocal doctor Silvestri, y vota de la misma forma.
Concedida
la
palabra
a
la
señora
vocal
doctora
Serra, a esta misma cuestión, dijo: Que hace suyas las
37
razones expuestas por el señor vocal preopinante y vota
en idéntica forma.
Sobre la tercera cuestión, el señor vocal doctor
Silvestri, dijo:
En
atención
cuestiones
al
resultado
anteriores,
obtenido
corresponde
al
tratar
desestimar
las
ambos
recursos de nulidad y rechazar sendas apelaciones.
En atención a los recíprocos vencimientos producidos
en
esta
segunda
instancia,
apreciados
con
criterio
jurídico y no meramente aritmético, las costas serán
distribuidas según el orden causado (art.252, C.P.C.C.).
Los honorarios profesionales por la intervención en
segunda instancia serán regulados en el 50% de los que
en definitiva resulten regulados en primera instancia
(art.19, ley 6.767).
Así me expido.
Sobre esta misma cuestión, el señor vocal doctor
Ariza, dijo: Que coincide con la resolución propuesta
por el señor vocal doctor Silvestri, y vota de la misma
manera.
Concedida
Serra,
a
esta
la
palabra
cuestión
a
la
señora
dijo: Que
vocal
concuerda
doctora
con
lo
expresado por el señor vocal preopinante y vota en igual
sentido.
En
mérito
a
los
fundamentos
del
acuerdo
que
38
antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en
lo Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: 1) Desestimar
ambos
recursos
de
nulidad
y
rechazar
sendos
recursos de apelación. 2) Imponer las costas de esta
segunda instancia según el orden causado. 3) Regular los
honorarios profesionales de los letrados intervinientes
en la alzada en el 50% de los que en definitiva resulten
regulados en primera instancia. Insértese, hágase saber,
y bajen. (Expte. Nro. 65/2009).
mm.
SILVESTRI
ARIZA
SERRA
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