1301-74-2003 TRIBUNAL DE SENTENCIA: San Vicente, a las

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1301-74-2003
TRIBUNAL DE SENTENCIA: San Vicente, a las catorce horas con treinta y cinco
minutos del día treinta de Septiembre de dos mil tres.
I. TRIBUNAL:
La presente Sentencia es pronunciada por los suscritos Jueces Maria Eugenia Hernández de
Guzmán, Aída Castaneda de Flores y Juan Antonio Durán Ramírez, sobre la base de la
prueba producida en juicio oral y público en el proceso instruido contra los imputados
señores GEOVANY HERBER AQUINO CAMPOS y HENRY ROLANDO
OLIVARES TREJO, por atribuírsele el delito de Robo agravado imperfecto o tentado,
previsto y sancionado en el art. 212 en relación con los arts. 213 Nos. 2 y 3 y 24 del Código
Penal, en perjuicio patrimonial de la empresa Bayardo Arroliga Mayorga, hecho ocurrido el
día siete de agosto de dos mil dos, a eso de las once horas con treinta minutos, sobre la
Carretera Panamericana, en el lugar conocido como las vueltas de La Leona, de esta
Jurisdicción. La Vista Pública ha sido dirigida por la señora Presidenta del Tribunal, María
Eugenia Hernández de Guzmán y la presente sentencia es autorizada por el Secretario del
Tribunal Walter Elenilson Coto Monterroza.
II. INTERVINIENTES:
Han intervenido en la presente Vista Pública, en nombre y representación del señor Fiscal
General de la República, los Agentes Auxiliares Maximiliano Edgardo Martínez y Raúl
Antonio Batres Salguero, y en la Defensa Técnica de los imputados Geovany Herber
Aquino Campos y Henry Rolando Olivares Trejo, los Defensores Particulares José Gerardo
Hernández Rivera, Jorge Alberto Iglesias López y Mario Alberto Morán Salazar.
III. GENERALES DE LOS IMPUTADOS.
3.1 GEOVANY HERBER AQUINO CAMPOS, de veintiséis años de edad, acompañado,
Motorista, originario de Suchitoto, y con residencia actual en Colonia Las Margaritas
Norte, Pasaje veintitrés oriente, casa número ciento noventa y nueve, hijo de Rafael
William Aquino y de María Julia Campos.
3.2 HENRY ROLANDO OLIVARES TREJO, de veinticinco años de edad,
acompañado, Comerciante, originario de San Miguel y residente en Colonia Prados de
Venecia, Segunda Etapa, Anden "J", grupo sesenta, casa número setenta , hijo de José
Roldan Olivares (fallecido) y de María Cristina Trejo.
IV. DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS Y CALIFICACIÓN JURÍDICA
4.1 Descripción de los hechos
Los hechos descritos en la Acusación Fiscal y en el Auto de Apertura a Juicio del Juzgado
Segundo de Instrucción son los siguientes: El día siete de agosto del año dos mil dos, como
a eso de las once horas y treinta minutos, el señor ofendido Humberto José Torres Bravo,
conducía sobre la Carretera Panamericana, por el lugar conocido como vueltas de la leona,
la rastra con número de cabezal 222-270, marca Freighnthiner, color verde juntamente con
el remolque marca Areaf Danes Modelo 721-TZ-1B placas 222-269, año noventa y dos,
color blanco, conteniendo en su interior Ochocientos veinte cajas de carne de res valoradas
en Ochenta y seis mil ochocientos cincuenta y ocho punto cincuenta dólares ($86,858.50),
al llegar al último derrumbe de dicho lugar, siempre circulando de Oriente a Poniente, lo
alzando un vehículo tipo Pick Up, color azul, con camper blanco, de dicho vehículo y
especialmente del camper un sujeto le apuntaba al señor Bravo con un arma de fuego y le
hacía la señalar para que se estacionara a la orilla de la calle, el señor Bravo detuvo la
marcha del furgón, inmediatamente del Pick Up, se bajaron dos sujetos, uno de ellos lo
obligó a entregar el volante del furgón, mientras el otro, uno que portaba un arma de fuego
se subió por el otro lado, obligando al señor Bravo a introducirse al camarote. Los sujetos
comenzaron a conducir el furgón siempre por la Carretera Panamericana, pero cuando
llegaron a la altura del desvío de Santo Domingo encontraron un reten policial, quienes le
hicieron parada, el sujeto que conducía paro la marcha del vehículo y quiso darse a la fuga,
pero los Policías lo detuvieron, el otro sujeto logra bajarse de la rastra y se corrió, pero los
Agentes le dieron persecución procediendo a su detención en unas tuberías de aguas negras
que se encuentran en dicho lugar. Vale la pena agregar que en compañía del ofendido
Bravo, venía el señor Yexon Ramón Blandón Picado, quien conducía atrás del señor Bravo
el furgón marca Internacional, color rojo y blanco, transportando en su interior carne de res,
con el señor Picado se conducían el señor Santiago Garay y la señora Mirla Hernández,
quienes al ver lo sucedido al señor Bravo, observaron también otro vehículo de cuatro
puertas color beige, se les puso a la par, del interior salió un sujeto portando un arma larga
tipo fusil y le hacía señas para que se parara, el señor picado, así lo hizo e inmediatamente
del vehículo se bajaron dos sujetos uno se subió por el lado del motorista y el otro por el
lado derecho del furgón, el señor Picado fue desplazado hacía el camarote y los sujetos
comenzaron a conducir siempre por la Carretera Panamericana, pero al llegar al desvío de
Santo Domingo, observaron que un reten Policial tenía parado al furgón del señor Bravo y
que la Policía seguía a unos de los sujetos que se habían subido, los sujetos que lo habían
interceptado pararon el furgón y se bajaron subiéndose al vehículo tipo Pick up, con
camper, el señor Picado tomo nuevamente el timón del furgón y lo llevó hasta donde estaba
el primero comunicándole a los policías lo que le había sucedido.
4.2 Calificación jurídica
La calificación Jurídica planteada por la representación Fiscal en la acusación y en el Auto
de Apertura a Juicio, dictado por el Juzgado Primero de Instrucción de ésta ciudad, es la de
Robo agravado imperfecto o tentado, previsto y sancionado en el art. 212 del Código
Penal que dice "El que con ánimo de lucro para sí o para un tercero, se apoderare de cosa
mueble, total o parcialmente ajena, sustrayéndola de quien la tuviere, mediante violencia
en la persona, será sancionado con prisión de seis a diez años. La violencia puede tener
lugar antes del hecho para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o inmediatamente
después para lograr el fin propuesto o la impunidad.", en relación a los arts. 213 No. 2º y
3º del Código Penal, que dice: "La pena de prisión será de ocho a doce años, si el hecho se
cometiere: 2) Por dos o más personas, 3) Esgrimiendo o utilizando armas de fuego o
explosivos"; en relación al Art. 24 del Código Penal que dice: "Hay delito imperfecto o
tentado, cuando el agente, con el fin de perpetrar un delito da comienzo o practica todos
los actos tendientes a su ejecución por actos directo o apropiados para lograr su
consumación y esta no se produce por causas extrañas al agente".
V. DESARROLLO DE LA VISTA PUBLICA
5.1 Cuestiones incidentales
La Representación Fiscal expresó que en cuanto a los testigos que residen en Nicaragua
señores Humberto José Torres, Yexson Ramón Blandón Picado, Mirla Hernández y
Santiago Garay, se han comunicado por todos los medios de comunicación llámese
teléfono, correo electrónico, fax, con el jefe de éstas personas señor Onel Pérez y se les
había confirmado por fax, la presencia de éstas personas a la Audiencia de Vista Pública,
asimismo, la Empresa Callejas de El Salvador, les había confirmado lo mismo; en cuanto a
los testigos que residen en El Salvador señores Carlos Mauricio López Ramírez e Isaac
Ludin Bermúdez, éstos habían sido trasladados hacia la ciudad de San Salvador, pero
confirmaron la presencia de ellos, esperando que comparezcan, de no ser así, para éstos dos
testigos pide que se les aplique el Art. 350 del Código Procesal Penal, por lo que solicitaba
al Honorable Tribunal que se iniciara la Vista Pública y se recibiera la prueba con que
contaban y se les hiciera un compás de espera para los testigos que venían desde Nicaragua,
de no ser así se les aplicara el Artículo 350 del Código Procesal Penal, pero que sea hasta el
final del desfile probatorio.
El Tribunal ordenó que se procediera a dar inicio a la Vista Pública y se procederá a recibir
la prueba con que se cuenta y en cuanto a los testigos que no han comparecido, se
incorporarán durante el desfile del elenco probatorio.
Por su parte la defensa técnica, de conformidad a lo dispuesto en el Art. 339 CPP, planteó
el incidente consiste en la solicitud de nulidad del proceso, conforme a lo dispuesto en el
Art. 224 inciso último del Código Procesal Penal; ya que desde el inicio del proceso en la
audiencia inicial la defensa solicitó al Juez de Paz, se decretaran Medidas Sustitutivas a la
Detención Provisional a favor de sus representados, basándose en el Art. 294 del Código
Procesal Penal; luego se solicitó nuevamente en la Audiencia Preliminar y en una
Audiencia Especial también fue hecha la misma petición, el Juez de Instrucción en ambas
audiencias declaró sin lugar la petición, alegando en ambas audiencias la Fiscalía General
de la República alegó que existe resolución de la Cámara de la Tercera Sección del Centro
que avala la no concesión de las Medidas Sustitutivas a la Detención Provisional para esta
clase de delitos, pero la Defensa basándose en la jurisprudencia de la Sala de lo Penal de la
Corte Suprema de Justicia, específicamente existe la resolución de la Sala de lo Penal, que
declara que aplicar el Art. 294 del Código Procesal Penal, negando la sustitución de la
Medida Cautelar de la Detención Provisional, por otras Medidas menos gravosas, vulnera
derechos constitucionales, declarando que esta disposición es una norma heteroaplicativa y
su aplicación vulnera los derechos consagrados en los Arts. 2, 8, y 12 de la Constitución de
la República; por lo que conforme al art. 9 del Código Procesal Penal, su representado
Henry Rolando Olivares Trejo, en uso de su derecho a la Defensa Material, presenta la
resolución de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, por ser jurisprudencia,
por lo que de conformidad a lo dispuesto en el Art. 224 número 6 del Código Procesal
Penal, pide se declare la nulidad de todos los actos del proceso, desde el inicio del mismo.
Al concedérsele la palabra a la representación fiscal para que se pronunciara respecto al
incidente planteado por la Defensa, expresó que el Art. 223 del Código Procesal Penal, la
declaración y efectos de las nulidades en ninguno de sus artículos referidos a la Detención
Provisional, se encuentra ninguno que declare la Nulidad de la Detención en Flagrancia,
Detención por el Término de Inquirir, Detención Administrativa y Detención Provisional,
como es el caso que nos ocupa, ésta se había hecho conforme a los requisitos que señala el
Art. 292 en relación con el Art. 293 del Código Procesal Penal, este es el asunto principal,
la denegatoria de los Jueces que conocieron previamente de este proceso, de la petición de
la Defensa, de que se les sustituyera la Medida Cautelar de la Detención Provisional, está
apegada a derecho, en base al Art. 294 del Código Procesal Penal, por cuanto se tenía
también la jurisprudencia de la Cámara de la Tercera Sección del Centro, que declaraba que
no procedía la Sustitución de la Medida Cautelar de la Detención Provisional, no solo para
los delitos consumados, si no para los delitos imperfectos, dado que la Detención
Provisional no es una pena anticipada, por tanto, no existe la nulidad del proceso, por
cuanto los señores Jueces de Paz y de Instrucción no había emitido una Sentencia, por lo
tanto, no se le había violentado ninguno de los derechos a los procesados, por lo que
solicitaba se declarara sin lugar el incidente de la Defensa.
El Tribunal Colegiado Resuelve: Este Tribunal considera que según el proceso ha habido
una detención en flagrancia, se ha dictado la Detención Provisional conforme a los
requisitos que señala el Art. 292 en relación con el Art. 293 del Código Procesal Penal; en
cuanto a la concesión de las Medidas Sustitutivas a la Detención Provisional, contenidas en
el Art. 294 del Código Procesal Penal, es potestativo y no imperativo, por lo que las
resoluciones de los Jueces de Paz y de Instrucción las considera este Tribunal, a pegadas a
derecho, no incurriendo con ello, en ninguna violación a los derechos de los procesados,
consagrados en la Constitución de la República, Leyes Secundarias y Tratados
Internacionales, por lo que se declara sin lugar la petición de la Defensa.
5.2 Prueba testimonial
1. DAVID OMAR ASCENCIO MEDINA, quien es de veinticinco años de dad, empleado
en la Policía Nacional Civil. A preguntas de la representación fiscal contesta que está en la
Sub Delegación de San Salvador, desde hace seis años realiza patrullajes preventivos,
registro de vehículos, detención a imputados. El día seis de agosto de dos mil dos como a
las once a once y medía de la mañana estaba realizando un control vehicular, con sus
compañeros agentes Alfaro Mejía, Aparicio Larín, López Ramírez; en el Kilómetro
cuarenta y cuatro sobre la Carretera Panamericana, como a cien metros del desvío de Santo
Domingo, desde las seis de la mañana, establecieron un control vehicular de carácter
rutinario; el agente Aparicio Larín le hizo señal de alto a un furgón que venía de Oriente a
Poniente, (San Miguel a San Salvador), obedece, se orilla el furgón, el motorista se baja del
vehículo, vio que venían otras personas. Él se apersonó a la cabina y le dice al señor que se
estaba haciendo revisión de documentos y el señor muy obediente se baja y lo acompaña a
la parte trasera del vehículo, le entrega la documentación, Licencia, Tarjeta del vehículo,
Documento Único Aduanal, le pregunta si lleva carga y dice sí, procede a revisar los
documentos. Le entregó documento Único Aduanero; al revisar observa que el nombre del
conductor no coincidía con la Licencia de él. Le preguntó la razón, le contestó que se
habían hecho un cambio de motorista pero en ese caso, él sabe que debe que llevar una
constancia del cambio de motorista en donde se hace constar el nombre del nuevo
motorista. Observó que venía un segundo furgón que se estaciona como a unos cien metros,
momento en el cual un joven que acompañaba al primer motorista empieza a correr; el
primer vehículo estaban estacionando en una medía curva, que cuando el otro vehículo sale
de la curva, se detiene y observa que el primer motorista se mostró sospechoso y el joven
acompañante de dicho furgón se baja de la puerta derecha hacia adelante, y se dirige a
orinar, el compañero Aparicio Larín está pendiente de esta persona, dicho sujeto corre hacia
el segundo vehículo, observa que su compañero comienza a correr tras de él y el declarante
agarra de la camisa al conductor por sospechar se que se estaba cometiendo un delito. El
solo vio que se detuvo el segundo vehículo pero no vio que sucedió. Le preguntó al señor
que sujeto porque se corrió su compañero y no le contestó, se puso nervioso. Su compañero
mandaba alto al otro sujeto y éste no se detenía y por la distancia ya no vio que sucedió ,
solo vio que lo siguió su compañero. En ese momento que el se quedó con el señor que
tenía sujeto, el joven que iba corriendo no salió hacía el vehículo, sino hacía Santo
Domingo, su compañero iba detrás; él regresó hacía adelante del vehículo y encontró a un
señor frente al vehículo, frente a su cabina y le mandó alto y le preguntó si los acompañaba,
el señor muy nervioso le contestó que era el secuestrado y le dijo que a la altura de la vuelta
de la Leona, lo pararon en un vehículo color gris, lo encañonaron y le ordenaron orillarse,
lo metieron al camarote; por lo que en se momento esposó al señor que conducía el furgón
al que llevaba sujeto de la camisa; le leyeron sus derechos y le dijo que iba a quedar
detenido, lo identificaron. El señor que iba adelante en la cabina se identificó como Torres
Bravo, el nombre de el coincidía con el nombre de los documentos de transporte de la
mercadería. Al detenido lo identificó como Aquino Campos; se quedaron como diez
minutos y solicitaron ayuda; llegaron refuerzos de San Sebastián y Santo Domingo.
A preguntas de la defensa contestó que no ha conversado con nadie solo lo que van a
declarar este día. Como Policía solo ha realizado dos a tres casos de esa naturaleza
posteriormente a la fecha. los hechos en que ha participado se refiere a similares porque son
graves. Tiene conocimiento que de las detenciones que ha realizado es el único caso que ha
llegado a Sentencia. En el caso de ellos lo recuerda porque ellos no son del lugar y esta al
tanto porque ha estado compareciendo Juzgado de Paz como Juzgado de San Sebastián. No
vio cuando el imputado le puso el arma al motorista, ni cuando le quito el timón al
motorista, no le decomisaron ningún arma al imputado.
2. ROMER HIRLEMAR APARICIO LARÍN; de veintisiete años de edad, Agente de la
Policía Nacional Civil. A preguntas de la representación fiscal contesta que tiene siete años
de estar en Berlín, Usulután, antes estaba en San Sebastián. El día seis de agosto de dos mil
dos, estaba realizando reten vehicular desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la
noche, todo el día, estaba con Martínez López, están haciendo control del rutina, él le hizo
alto a un furgón que venía en la ruta del Desvío de Santo Domingo, el conductor obedeció y
se estacionó a su derecha. El conductor se bajó, su compañero Ascencio le revisó la
documentación, él revisó el vehículo, cuando se subió a la cabina del cabezal, su
compañero Ascencio Medina estaba con el conductor. Se bajó por la puerta del lado
derecho otro señor que dijo que iba a orinar, él entró a la cabina a revisar y del camarote
sale un señor asustado y dijo que los sujetos que iban con él eran ladrones y que lo habían
encañonado y le habían quitado el camión. Él se bajó y les dijo a sus compañeros que no
dejaran ir a nadie, sus compañeros detuvieron al sujeto que tenían parado. Él vio que el que
se bajó y dijo que iba a orinar empezó a caminar rápido, le mandó alto y no hizo caso, lo
persiguió y el sujeto se dirigió al desvío de Santo Domingo se metió a una tubería que entra
a Santo Domingo. Dejó botada una gorra. Le dijo a su compañero que cuidara esa entrada.
Una señora le dijo que esa tubería tenía varias salidas, o sea tres salidas, luego pidió apoyo
a Santo Domingo. Se pusieron a platicar con el señor que traían privado de libertad y dijo
llamarse Humberto Torres y que los sujetos a la altura de la curva de la Leona, se le
pusieron a la par en un vehículo y de dijeron que se orillara, lo amenazaron con un arma; se
estacionó y le quitaron el vehículo. Pidieron apoyo a la Unidad Técnica de operaciones,
quienes llegaron como a los cuarenta minutos. Tomaron control del perímetro y dos a tres
se introdujeron por la cañería, cuando llegaron al lugar estaba otro furgón abandonado en el
desvío y otra persona que estaba ahí les dijo que había pasado otro vehículo en el que
huyeron los sujetos, dentro del furgón estaba un señor con una señora que manifestaron
iban privados de libertad; al que sacaron de las tuberías lo identificaron con el apellido
Olivares Trejo; recuerda que también detuvieron un señor apellido Aquino Campos.
A preguntas de la defensa contestó que no vio que los imputados amenazaran al motorista.
No vio se le quitaron el timón al motorista, no vio arma decomisada, no hizo registro a los
imputados, el no observo arma al sujeto que se bajo a orinar.
3. MANUEL ENRIQUE ALFARO MEJÍA; de veintisiete años de edad, agente de la
Policía Nacional Civil. A preguntas de la representación fiscal contestó que tiene cinco
años de laborar en la Sub Delegación de San Sebastián. El día seis de agosto de dos mil
dos, estaba en el kilómetro cuarenta y cuatro con los agentes Aparicio Larín, Ascencio
Medina y Roberto, estaban parando vehículos para verificar documentos, en el kilómetro
cuarenta y cuatro que está adelante del Desvío de Santo Domingo. Cuando su compañero le
hizo alto a una rastra, se detuvo, le pidieron documentos de la carga al motorista. Fue su
compañero agente Medina que le pidió los documentos al motorista, éste se bajó y se los
entregó, él se quedó en la parte trasera de la rastra, el señor entregó la documentación en la
parte trasera de la rastra; al momento bajó otro señor de la parte derecha al lado del bordo
de la cuneta, dijo que quería orinar, quiso atravesarse la calle, se le dijo que no y regresó al
lado derecho. Su compañero le preguntó al motorista por qué venía sin custodio ya que
Medina trabajó antes en estas funciones, el muchacho contestó que no traían que ellos
siempre venían sin custodio, el compañero Larín se fue detrás del muchacho que quería
orinar. De repente se detuvo otra rastra frente al mero desvío; el que quería orinar salió
corriendo rumbo al desvió donde estaba la rastra; cuando se detuvo la rastra se bajaron unos
sujetos, dejaron las puertas abiertas y abandonado el vehículo, lo dejaron en el carril
izquierdo de la carretera, es decir que conduce de oriente a occidente, hacía San Salvador,
los sujetos se tiraron del vehículo, vio al sujeto que iba a orinar que comenzó a correr
rumbo al desvío. El compañero Larín le decía que se detuviera, el sujeto corría levantaba
las manos y no se detenía, Larín gritó y dijo que el que corría traía secuestrado un señor; él
corrió también tras el sujeto que corría; el sujeto su metió a unas tuberías que están
buscando en Santo Domingo como a veinticinco metros; cuando el señor salió y dijo que lo
traían secuestrado el sujeto corrió. Cuando el sujeto se introdujo a la tubería estaba una
señora y también señaló, la tubería tenía tres salidas y con la que ingresó eran cuatro.
Pidieron apoyo a Santo Domingo y a la Unidad Táctica Operativa, los de la UTO sacaron al
sujeto; la UTO ingresó a las tuberías y sacaron al muchacho por un respiradero que está al
centro del lugar; lo sacaron y lo esposaron. Recuerda que lo identificaron solo al de apellido
Olivares Trejo, al motorista recuerda que lo identificaron con el apellido de Aquino
Campos. La rastra no recuerda características, solo que era una rastra. Recuerda que la
persona que presentó documentos; recuerda que en el furgón transportaban carne y dijeron
que venían de Nicaragua. Las tuberías tienen como un metro de diámetro.
A preguntas de la defensa contestó que su compañero solicitó los documentos, uno pide la
guía, traían carne. Los tres estaban juntos, cuando registraron la rastra se va para la parte de
atrás; cuando sale corriendo el sujeto él sale en apoyo de su compañero. El que salió detrás
de su compañero que se suponía a que iba orinar. El reten estaba en el kilómetro cuarenta y
tres o cuarenta y cuatro; a los imputados cuando los detuvieron no los registraron, no vio
cuando los sujetos encañonaron al motorista ni cuando le quitaron el timón al motorista.
Estaba adelante del Desvío de Santo Domingo, el sujeto corrió buscando al lado occidente.
4. HÉCTOR ANÍBAL MEJÍA MOLINA; quien es de treinta y cinco años de edad,
empleado, trabaja en la empresa Calleja, S.A.; ofrecido como Milton Aníbal Mejía,
manifestando la representación fiscal que es la persona que ha ofrecido y que es un error de
digitación, y el Tribunal, al examinar los documentos establece que las generales y el cargo
corresponde al testigo ofrecido y que comparece en el Acta de entrega de la mercadería
decomisada por lo que se evidencia que es la misma persona y procede su interrogatorio. A
preguntas de la representación fiscal contestó que tiene de laborar ahí catorce años,
actualmente es administrador en de la empresa Callejas (Súper Selectos Soyapango).
Trabaja en Mega Selectos desde hace dos años. El día seis de agosto de dos mil dos
recuerda el señor representante que iba con unos policías, lo llamó al parqueo del Súper
Selectos de Soyapango, para que firmara una documentación de recibo de la carne que
supuestamente habían robado. Le llevaron un acta para que firmara de recibido la
mercadería. Los encargados esperaban que llegaran unos furgones de Nicaragua con carne.
Se dieron cuenta que les habían robado sabe que así decían los destazadores de res que
estaban ahí. Al final se enteró que habían asaltado los dos furgones y por eso no llegaban a
la hora normal. Recibió la carga, no recuerda que cantidad de carne era, pero era bastante
elevada, a un precio elevado.
A preguntas de la defensa contestó que firmó el acta en horas de la tarde, los furgones
tenían marchamos, no se da cuenta que hiciera falta algo, la documentación que respaldaba
la mercadería , le quedó a los señores a quienes les firmó el acta. Hay personal encargado
de recibir la mercadería, y otro personal encargado de distribuirla, quien le entregó el acta
que firmó fue el juez.
5. JUAN FRANCISCO MARTÍNEZ GUZMÁN; quien es de treinta años de edad, agente
de la Policía Nacional Civil. A preguntas de la representación fiscal contestó que labora en
la Unidad Táctica Operativa, en la unidad de apoyo. Estaban ubicados en la base planeta de
San Vicente, verifican puntos de asalto, apoyan unidades operativas, el seis de agosto de
dos mil dos, recibieron llamada por radio de la Delegación, les manifestaron que en Santo
Domingo en el desvío se había introducido una persona en las tuberías. Iban en el equipo, el
declarante, Beltrán, Rivas Castro, Franco Sánchez, Ludin Bermúdez; llegó un sujeto de
apellido Vallecillos, les dijo que una persona se había introducido a una tubería, que ellos
lo persiguieron porque llevaba un furgón robado; él se quedó en uno de las tubos que esta al
costado Poniente, la tubería tenía varias accesos, había seguridad perimetral. Al fondo
escuchaba las voces de sus compañeros, sus compañeros llegaron y le dijo que retirara la
seguridad que ya habían capturado al sujeto, lo sacan de la caja que esta a la par de la Calle
Principal de Santo Domingo; cabía una persona gateando, el sujeto lo entregaron al
Sargento Vallecillos.
La defensa no contrainterroga.
6. LUIS ARMELIO RIVAS CASTRO; de veintiséis años, agente de la Policía Nacional
Civil, tiene ocho años de estar en la UTO. A preguntas de la representación fiscal contestó
que le avisaron que en Santo Domingo a un reten se le había escapado un sujeto que se
había introducido en una tubería. Iba con Agentes Juan Alonso Pérez, Martínez Guzmán,
Ludin Bermúdez y Francisco Sánchez. Se introdujeron a la tubería llegaron a la caja donde
chocaron los tres, de ahí subía solo un tubo que iba a dar a otra caja. Daban voces de mando
y contestó un señor, lo sacaron por una escalera, lo esposaron y se lo encargaron al
Sargento Vallecillos, encargado del operativo.
La defensa no contrainterroga.
5.3 Prescindencia de testigos
El Tribunal a través de la Jueza Presidenta advierte que los testigos Humberto José Torres,
Yexson Ramón Blandón Picado, Mirla Hernández, Santiago Garay, Carlos Mauricio López
Ramírez, Isaac Ludin Bermúdez no se han hecho presentes aún, y estando legalmente
citados, y haberse frustrado la celebración de la vista pública en fecha anterior por la misma
causa, habiéndose comprometido la representación fiscal con realizar diligencias para hacer
comparecer a dichos testigos, por lo que de conformidad al art. 350 CPP, el Tribunal
prescinde de su declaración.
5.4 Prueba documental
Se incorpora por su lectura la prueba documental consistente en:
a) Acta de remisión de los imputados Geovany Herber Aquino Campos y Henry Rolando
Olivares Trejo, realizada a las catorce horas con treinta minutos del día seis de agosto de
dos mil dos, por los Agentes Captores Romer Aparicio Larín, Carlos López Ramírez,
Manuel Alfaro Mejía y David Ascencio Miranda, agregada a folios 12 y 13.
b) Copia certificada de la declaración de Mercadería para el Tránsito Aduanero
Internacional Terrestre número 0200674, agregada a folios 174;
c) Acta de inspección ocular realizada por los Agentes Gilberto García Hernández y Raúl
Alfredo Ramos Amaya; agregada a folios 24 al 28.
d) Acta de entrega de Mercadería al Gerente de Mega Selectos de Soyapango, señor
Héctor Aníbal Huezo; de folios 33 y 34.
e) Acta de Ratificación de Secuestro, agregada a folios 57.
5.5 Otros medios de prueba
1. Croquis de ubicación elaborada en el lugar de los hechos, por el Agente del Area
Técnica Oscar Armando Hernandez Argueta, de folios 131.
2. Álbum Fotográfico elaborado por el Técnico Oscar Armando Hernandez Argueta; de
folios 132 al 137;
El Secretario informa al Tribunal que la prueba ofrecida por la representación fiscal
consistente en el Cabezal Placas 222-270, marca Freighthiner, modelo M/R, año 1985,
color verde, tipo doble eje, y el remolque marca Enlaf Danes, Placas 222-269, modelo 721
TZ-IB, color blanco, tipo cerrado, según informe del Juzgado del Segundo de Instrucción
de esta ciudad, éstos fueron entregados por la representación fiscal a sus propietarios.
5.6 Alegatos de cierre, réplica y última palabra
1. Alegatos de cierre
La Representación Fiscal expresó que tanto la existencia del delito de Robo Agravado
Imperfecto o Tentado, como la autoría o participación de los procesados en el mismo, se
tenía por acreditados con la prueba testimonial y documental; en cuanto a los elementos
subjetivos y objetivos del delito, como son el apoderamiento de la cosa mueble parcial o
totalmente ajena, la sustracción de esa misma, mediante el uso de violencia en la persona,
es así como se daban los elementos del delito, aunado a ello se tiene la detención en
flagrancia de los imputados, es por ello que se solicitó al Honorable Tribunal, dicte un fallo
de culpabilidad en contra de los procesados.
Por su parte la defensa expresó que la Fiscalía General de la República ofreció probar un
hecho calificado como delito, no se había acreditado la disponibilidad de la cosa mueble, no
se ofreció prueba alguna, con los dichos de los testigos, no se había acreditado el
apoderamiento, el desplazamiento de la cosa mueble, lo único que se había acreditado es la
captura de su representado, ese día, el acta de entrega de la mercadería, no constituye un
medio legal de prueba, esto lo pudieron haber hecho mediante la ratificación de secuestro,
por otro lado no era facultad de la Fiscalía General de la República, hacer la entrega de la
mercadería, si no del Juzgador, en cuanto a la copia certificada notarialmente del acta de
mercadería, al momento de ser admitida, solo se encontraban agregadas al proceso copias
simples, por lo que la Representación Fiscal no había podido destruir la presunción de
inocencia de sus representados, por lo que pidió se decrete una sentencia absolutoria para
su representado, extensivo para el otro procesado. Que no habiendo comparecido los
testigos que debieron acreditar la existencia del delito, la Fiscalía General de la República,
acreditó únicamente, la captura de dos personas, en cuanto al acta de entrega de la
mercadería, pide que se excluya como medio de prueba, conforme a lo dispuesto en el Art.
15 del Código Procesal Penal, pidiendo la absolución para sus representados.
2. Réplica
No hicieron uso.
3. Última palabra
El imputado Geovany Herbert Aquino Campos expresó que no tenía nada que decir.
El imputado Henry Roalndo Olivares Trejo dijo que tampoco tenía nada que decir.
VI. PUNTOS SOMETIDOS A DELIBERACIÓN Y DECISIÓN
Constituidos los suscritos Jueces a la Sala de Deliberaciones, los suscritos Jueces por
unanimidad hemos llegado a las siguientes conclusiones:
6.1 Presupuestos procesales
1. Competencia
El hecho atribuido y abierto a Juicio calificado como ROBO AGRAVADO
IMPERFECTO O TENTADO, previsto y sancionado en el Art. 212 en relación con los
arts. 213 No. 2 y 3 y Art. 24 del Código Penal, su Juzgamiento en Vista Pública, es
competencia de éste Tribunal de Sentencia en forma colegiada, de conformidad al Art. 53
No. 6 del CPP.
2. Procedencia de la acción penal
El ilícito investigado es un delito de acción penal pública, de conformidad al Art. 19 CPP, y
el tipo específico no establece condiciones especiales de procesabilidad, por lo que es
procedente la acción incoada por la representación Fiscal.
3. Procedencia acción civil
La representación Fiscal ha promovido acción civil, por lo que de conformidad a los Arts.
115 y siguientes del Código Penal y 42 y siguientes del Código Procesal Penal, este
Tribunal considera que es procedente el pronunciarse sobre dicha acción.
6.2 Hechos probados o acreditados
1. Con la declaración del testigo David Omar Ascencio Medina, se estableció que el día
seis de agosto de dos mil dos como a las once a once y media de la mañana este realizaba
un control vehicular, con sus compañeros agentes Alfaro Mejía, Aparicio Larín, López
Ramírez; en el Kilómetro cuarenta y cuatro sobre la Carretera Panamericana, como a cien
metros del desvío de Santo Domingo; cuando el agente Aparicio Larín le hizo señal de alto
a un Furgón que venía de Oriente a Poniente, el motorista se baja del vehículo en el que
venían otras personas, se bajó el conductor que se bajara y lo acompaña a la parte trasera
del vehículo, y al revisar el documento Único Aduanero constató que el nombre del
conductor registrado en la documentación, no coincidían con la Licencia, manifestando el
señor que habían hecho cambio de motorista, pero en ese caso, él sabe que debe llevar una
constancia del cambio de motorista; que luego observó que venía otro furgón en donde se
bajaron unos señores que se dieron a la fuga, dejando abandonado el vehículo. Que del
primer vehículo se bajó otro señor, quien manifestó deseos de orinar, observando que
trataba de darse a la fuga pero su otro compañero corrió tras él, por lo que agarró de la
camisa al conductor por considerarlo sospechoso, que después regresó hacía adelante
encontró a un señor frente al vehículo cuando le mandó alto le preguntó si él los
acompañaba, éste le contestó que el era el secuestrado, y le manifestó que a la vuelta de la
Leona los pararon en un vehículo y los habían encañonado, procedieron a detenerlos,
leyéndoles sus derechos, que el señor que se había quedado frente a la cabina se identifico
como Torres, al detenido lo identificó como Aquino Campos, que no vio cuando uno de los
imputados le puso el arma al motorista, ni cuando le quito el timón al motorista, ni le
decomisaron ningún arma al procesado.
2. Con la declaración del testigo Romer Aparicio Larín, se estableció que el día seis de
agosto de dos mil dos, el declarante estaba realizando un retén vehicular desde las ocho de
la mañana hasta las ocho de la noche, que ese día le hizo alto a un furgón que venía en la
ruta del Desvío de Santo Domingo, que el conductor se bajó y su compañero Larín le revisó
la documentación, que el conductor se bajó por la puerta del lado derecho y otro señor que
dijo que iba a orinar, cuando el entró a revisar el camarote vio al un señor asustado y que
los sujetos que iban con el eran ladrones, y que lo habían encañonado y le quitaron el
camión, que el que se bajo comenzó a caminar, el se baja y le dice a sus compañeros que no
dejaran ira a nadie, le da persecución al sujeto, cuando éste se metió en una tubería que
entra a Santo Domingo, que al señor que habían tenido privado de libertad dijo llamarse
Humberto Torres y que los sujetos a la altura de la Curva de La Leona se le pusieron a la
par en un vehículo y le dijeron que se orillara, lo amenazaron con un arma. Pidieron apoyo
a la Unidad Técnica de Operaciones quienes tomaron el control y efectuaron la capturan al
sujeto a quien sacaron de las tuberías y lo identificaron con los apellidos Olivares Trejo,
que también detuvieron a un señor de apellido Aquino Campos.
3. Con el testigo Manuel Enrique Alfaro Mejía se estableció, que el día seis de agosto de
dos mil dos, estaba en el kilómetro cuarenta y cuatro con los agentes Aparicio Larín,
Ascencio Medina y Roberto, se encontraban verificando documentos en el kilómetro
cuarenta y cuatro, detuvieron a una rastra, el motorista se bajó la rastra y entregó la
documentación de la carga en la parte trasera de la rastra, luego bajó otro señor por la parte
derecha de la rastra y dijo que quería orinar, cuando él quiso atravesarse la calle, le dijo que
no y regresó, su compañero le preguntó al motorista por qué venía sin custodios y contestó
que siempre venían sin custodio. Larín se fue detrás del que quería orinar. Luego se detuvo
otra rastra frente al desvío, él que quería orinar salió corriendo rumbo al desvió donde
estaba la rastra, cuando se detuvo la rastra se bajaron unos sujetos, dejando las puertas
abiertas, los sujetos se tiraron del vehículo; el sujeto que iba a orinar comenzó a correr y se
metió en unas tuberías que están buscando para Santo Domingo, Larín gritó y dijo que
corrió traía secuestrado un señor, el señor que venia en la rastra dijo que lo traían
secuestrado, pidieron ayuda a la Unidad Táctica Operativa, los cuales sacaron al sujeto de
las tuberías, lo identificaron con el apellido de Olivares Trejo. Recuerda que el furgón
transportaba carne procedente de Nicaragua.
4. Con la declaración del testigo Héctor Aníbal Mejía Molina, se estableció que es
Administrador de la Empresa Callejas, en Soyapango, que el día seis de agosto, firmó un
acta de recibido de una carga de mercadería consistente en carne que supuestamente habían
robado. Los furgones tenían marchamos. Le entregó el acta que firmó el Juez.
5. El testigo Juan Francisco Martínez Guzmán, que labora en la Unidad Táctica Operativa,
que el día seis de agosto de dos mil dos, recibieron llamada por radio de la Delegación, en
Santo Domingo, que un sujeto que perseguían porque llevaba un furgón rogado, se había
introducido en las tuberías, en el desvío a Santo Domingo; en el equipo iba él, Beltrán,
Rivas Castro, Franco Sánchez, Ludin Bermúdez, que le dieron persecución al sujeto y sus
compañeros lo capturaron, que se lo entregaron al Sargento Vallecillos.
6. Con el testigo Luis Armelio Rivas Castro, se estableció que les avisaron que en Santo
Domingo había un retén y que se le había escapado un sujeto que se había introducido en
unas tuberías, que el acudió con los agentes Juan Alonso Pérez, Martínez Guzmán, Ludin
Bermúdez y Francisco Sánchez, que se introdujeron a la cañería y luego sacaron al señor
por una escalera, luego lo esposaron y se lo encargaron al sargento Vallecillos, encargado
del operativo.
7. Con el acta de remisión de los imputados Geovany Herber Aquino Campos y Henry,
Rolando Olivares Trejo, se establece el lugar, fecha, hora y circunstancias de la captura de
los procesados por los agentes captores Romer Aparicio Larín, Carlos Ramírez, Manuel
Alfaro Mejía y David Ascencio Miranda, así como el decomiso de dos furgones propiedad
de la Empresa Transportes Arroliga de Managua, Nicaragua.
8. Con la copia certificada de la declaración de mercadería, se establece el ingreso y
contenido a este país de la mercadería que transportaba la Unidad de Transporte Matricula
222-270, Remolque 222-269 de Nicaragua hacía Callejas, S. A. de C.V. de este país, siendo
el conductor el señor Humberto José Torres Bravo.
9. Con el acta de inspección ocular policial realizada por los agentes Gilberto García
Hernández y Raúl Alfredo Ramos Amaya, a las trece horas del seis de agosto de dos mil, se
fija el lugar donde ocurrieron los hechos, a la Altura del Kilómetro cuarenta y cuatro de la
ciudad de Santo Domingo, San Vicente, encontrando como a unos diez metros del desvío
de Santo Domingo, en el carril derecho, de oriente a poniente, dos rastras, una detrás de la
otra, con número de cabezal dos veintidós dos setenta, propiedad, según documentación, de
la empresa Bayardo Arroliga Mayorga, así como el remolque con puertas laterales selladas
y puerta trasera marchamada de Aduana y Ministerio de Agricultura de Nicaragua, el cual
era conducido pro el señor Humberto Torres; y el segundo cabezal que según
documentación aparece como propiedad de Tahinsa y Brenda de Alvarado, y el remolque
conducido por Ramón Blandón Picado. El cabezal con las puertas delanteras de ambos
costados sin llave, y puerta trasera con marchamos y candado; habiendo manifestado los
conductores de ambas rastras, que éstas venían llenas de carne procedente de Managua, con
destino al Súper mercado Selectos de San Salvador y que como a la altura de los derrumbes
fueron interceptados por dos vehículos, y se subieron dos sujetos a cada rastra, que un
individuo de cada pareja llevaba pistola, tomando el timón uno de ellos y el otro
encañonaba, y fueron introducidos a los camarotes de los cabezales.
10. Con el acta de entrega de mercadería al Gerente Mega Selectos de Soyapango, señor
Héctor Aníbal Huezo, se establece que se da por recibido de la mercadería detallada en la
documentación aduanal, consistente en ochocientas veinte cajas de carne de res valoradas
en ochenta y seis mil ochocientos cincuenta y ocho punto cincuenta dólares; y novecientos
sesenta y seis cajas de carne de res valorada en veintitrés mil trescientos cincuenta y cuatro
punto cincuenta y dos dólares, la cual iba destinada a Callejas S.A. y fue entregada por
agentes de la Policía Nacional Civil.
11. Con el Auto de Ratificación de Secuestro, establece la legalidad del secuestro.
6.3 Valoración de la prueba
Analizados los anteriores elementos de prueba por medio de la Sana Crítica, la Lógica, la
experiencia común, y las normas jurídicas vigentes, el Tribunal hace las siguientes
consideraciones:
1. Con el acta de remisión de los procesados Geovany Herber Aquino Campos y Henry
Rolando Olivares Trejo, se estableció el lugar, fecha, hora y circunstancias de su detención
así como la incautación que se les realizó de dos furgones de la empresa Transportes
Arroliga de Managua, Nicaragua.
2. Con la copia certificada de la declaración de mercadería, se estableció el ingreso y
contenido a este país de la mercadería que transportaba la Unidad de Transporte Matricula
222-270, Remolque 222-269 de Nicaragua hacía Callejas, S. A. de C.V. de este país, así
como el nombre Conductor, señor Humberto José Torres Bravo, autorizado para el
transporte de la misma.
3. Con los testigos señores David Omar Ascencio Miranda, Romer Hirlemar Aparicio Larín
y Manuel Enrique Alfaro Mejía, agentes que estaban haciendo un retén en el Desvío de
Santo Domingo, en horas de la mañana del seis de agosto de dos mil dos, y al hacerle
parada a un furgón, se estacionó y se bajaron dos sujetos, que son los ahora procesados, uno
de ellos manejaba y el otro que iba como acompañante de éste, quien al bajarse manifestó
que deseaba orinar. El Agente Ascencio Miranda constató, al revisar la documentación del
vehículo y Certificado de mercadería en tránsito, que el nombre del conductor que
identificó como Aquino Campos no coincidía con el que decía dicho Certificado, por lo que
el conductor le manifestó que habían realizado cambio de motorista y de la cabina del
conductor salió un señor que manifestó que era el motorista del furgón y que lo traían
secuestrado y que ellos se conducían en un vehículo que se le puso a la par, a la altura de la
Curva de La Leona, y lo amenazó con un arma de fuego y le ordenó que se orillara ante lo
cual obedeció y dichos sujetos le quitaron el vehículo y lo traían privado de libertad. En el
momento en que dicho señor, quien se identificó con el nombre de Humberto Torres Bravo,
conductor autorizado en la documentación aduanal, les manifestaba esa situación, apareció
otro furgón que se estacionó al lado izquierdo, se bajaron unos sujetos quienes dejando
abiertas las puertas corrieron hacia el otro lado de la calle y se subieron a un vehículo en el
que huyeron, y en ese instante en que el otro sujeto que se había bajado del furgón empezó
a correr y el Agente Aparicio Larín lo persiguió, y dicho sujeto se introduce a unas cañerías
que pasan por el lugar, por lo que pidieron apoyo a la Policía de Santo Domingo y a la
UTO, quienes son los que al hacerse presente capturaron al sujeto que se introdujo a la
cañería, resultando ser apellidos Olivares Trejo.
4. Con la Inspección Ocular Policial realizada a las trece horas del seis de agosto de dos
mil, se fija el lugar donde ocurrieron los hechos. a la Altura del Kilómetro cuarenta y cuatro
de la ciudad de Santo Domingo, San Vicente, se ratifica las declaraciones de los agentes, y
es prueba de referencia de lo manifestado por las víctimas en el momento de ocurrido los
hechos.
5. Con el testigo Héctor Aníbal Mejía Molina, se establece que es empleado de la Empresa
Calleja, S.A. y que el día seis de agosto de dos mil dos, firmó un acta de recibido de una
mercadería destinada a la empresa para la cual trabaja, que solo firmó la documentación
que detallaba un cargamento de carne pero que el no vio que contenían los vehículos.
6. Con los testigos Juan Francisco Martínez Guzmán y Luis Armelio Rivas Castro, se
establece que el día seis de Agosto de dos mil dos, junto con los Agentes Beltrán, Francisco
Sánchez, Ludin Bermúdez y Alonso Pérez auxiliaron a unos Agentes que estaban en un
retén y que se les había escapado un sujeto que se introdujo en unas tuberías en el desvío de
Santo Domingo, por lo que sacaron de dichas tuberías al sujeto y lo entregaron al Sargento
Vallecillo, encargado del operativo. No habiendo sido encontrado ningún tipo de arma con
la que la supuesta víctima manifestó lo habían coaccionado entregara el furgón,
7. Con la prueba antes relacionada se tiene que con los agentes que estaban en el retén son
testigos de la detención y de las circunstancias en que esta ocurre, pero respecto a la
ocurrencia de la sustracción y del uso de la violencia o amenaza, no hay prueba ni testigos
directos del hecho, sino prueba testimonial referencial del dicho del conductor del furgón
aparentemente asaltado, señor Humberto José Torres Bravo.
Si bien es cierto que a falta de prueba directa de la existencia del hecho y de la autoría,
estos extremos se pueden acreditar con prueba indirecta, dentro de la que se distingue la
prueba indiciaria, que es la que arroja elementos de juicio periféricos al hecho principal; y
la prueba de referencia, que constituye un supuesto de una prueba mediata, indirecta, que
puede tener distintos grados según que el testigo narre lo que personalmente escuchó o
percibió –audito propio–, o lo que otra tercera persona le comunicó –audito alieno–.
La prueba de referencia en algunos supuestos de percepción propia puede tener idéntico
alcance probatorio respecto de la existencia de los hechos enjuiciados; sin embargo, los
testigos de referencia, como transmisores de lo que otros ojos y oídos han percibido,
plantea un problema no de legalidad, sino una cuestión de credibilidad, pues no permite la
posibilidad de contrainterrogar o cuestionar al testigo directo o víctima del hecho, para
verificar la credibilidad de su dicho, sino únicamente a los testigos de referencia, con lo
cual su credibilidad es llimitada.
En el presente caso, no se logra establecer plenamente la existencia del hecho ni
participación delincuencial de los procesados en el ilícito que se les atribuye, ya que
ninguno de ellos es testigo presencial de los hechos, sino que solamente son de referencia,
ya que refieren lo que las supuestas víctimas les manifestaron en el momento, que eran
objeto de secuestro y robo, pero no se han presentado a rendir sus declaraciones de cómo
ocurrieron los hechos y las circunstanciasen que se dieron, que permitan al Tribunal definir
exactamente el ilícito perpetrado, pues si bien es cierto constituyen indicios fuertes de la
existencia del hecho y de la participación de los acusados, no son suficientes para tener por
acreditados la existencia del hecho encausado que es de Robo, y no Privación de Libertad
que es lo que los agentes de policía han referido les dijo el motorista del vehículo; y si bien
aparentemente fueron detenidos en flagrancia, no se les encontró ningún arma de fuego con
la que supuestamente utilizaron para cometer el hecho, por lo que a juicio de este Tribunal
no se ha acreditado suficientemente la existencia del delito acusado ni la participación de
los procesados.
6.4 Existencia del delito y culpabilidad
En vista que no se ha logrado establecer la existencia del hecho, que exige acreditar la
sustracción y apoderamiento mediante violencia, ni la agravante del ilícito que se les
atribuye a los acusados Geovany Herber Aquino Campos y Henry Rolando Olivares Trejo,
el Tribunal omitirá hacer consideraciones respecto a la adecuación de los hechos al tipo
penal o juicio de tipicidad, y el resto de valoraciones respecto a la existencia del delito y la
culpabilidad, dada la insuficiencia de prueba en el presente caso.
6.5 Responsabilidad civil y costas procesales
No habiéndose determinado la existencia del delito acusado, ni la participación de los
procesados debe absolverse en la responsabilidad civil. Absolviéndolo de las costas
procesales, en virtud del Art. 181 de la Constitución de la República, que establece que la
administración de justicia será gratuita.
POR TANTO:
Con base a lo antes relacionado y a los artículos: 11, 12, 13, 172, 181, 193 No. 3 y 4 de la
Constitución de la República; Artículos: 1 al 4, 13, 18, 32, 212, 213 No. 2 y 3, 305, del
Código Penal; Artículos 1 al 4, 6, 8, 9, 10, l5, 19 No. 1, 53 No. 6, 162, 324, y siguientes,
338 y siguientes, 354 y siguientes, 360, 447 del Código Procesal Penal; y sobre la base de
la prueba producida durante el desarrollo de la presente Vista Pública, EN NOMBRE DE
LA REPUBLICA DE EL SALVADOR, POR UNANIMIDAD ESTE TRIBUNAL
FALLA:
a) ABSUÉLVASE penalmente y civilmente al señor GEOVANY HERBER AQUINO
CAMPOS, como Autor directo en el delito de ROBO AGRAVADO IMPERFECTO O
TENTADO, previsto y sancionado en el Art. 212 del Código Penal en relación a los arts.
213 No. 2 y 3 y 24 del Código Penal, en perjuicio patrimonial de la empresa Bayardo
Arroliga Mayorga, hecho ocurrido el día siete de agosto de dos mil dos, a eso de las once
horas con treinta minutos, sobre la Carretera Panamericana, en el lugar conocido como las
vueltas de La Leona, de esta Jurisdicción; en virtud de no haberse establecido la existencia
del delito.
b) ABSUÉLVASE penalmente y civilmente al señor HENRY ROLANDO OLIVARES
TREJO, como Autor directo en el delito de ROBO AGRAVADO IMPERFECTO O
TENTADO, previsto y sancionado en el Art. 212 del Código Penal en relación a los arts.
213 No. 2 y 3 y 24 del Código Penal, en perjuicio patrimonial de la empresa Bayardo
Arroliga Mayorga, hecho ocurrido el día siete de agosto de dos mil dos, a eso de las once
horas con treinta minutos, sobre la Carretera Panamericana, en el lugar conocido como las
vueltas de La Leona, de esta Jurisdicción, en virtud de no haberse establecido al existencia
del delito.
c) REVÓCASE LA DETENCIÓN PROVISIONAL en que se encuentran los señores
GEOVANY HERBER AQUINO CAMPOS y HENRY ROLANDO OLIVARES
TREJO; en consecuencia, póngase inmediatamente en libertad, para lo cual gírense lo
oficios correspondientes;
d) DEVUÉLVANSE a sus legítimos propietarios los objetos decomisados.
e) ABSUÉLVESE del pago de las costas procesales, por ser gratuita la administración de
justicia; y por no tratarse de una acusación maliciosa o temeraria.
f) HÁGANSE LAS COMUNICACIONES correspondientes a las autoridades
competentes.
g) DECLÁRASE EJECUTORIADA la presente sentencia, si no se interpusiese recurso
alguno.
h) NOTIFÍQUESE mediante su lectura integral, para lo cual se señalan las catorce horas
del día siete de octubre del corriente año, en la Sala de Audiencias de este Tribunal.
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