corriente revolucionaria bolívar y zamora

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CORRIENTE REVOLUCIONARIA
BOLÍVAR Y ZAMORA
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS.
Somos una suma de voluntades articuladas por un gran compromiso de amor
y pasión
con la Revolución Bolivariana. Somos, ante todo, hombres y
mujeres, reunidos en grupos, organizaciones y colectivos, sumamente
conscientes de la cuota de responsabilidad que tenemos en este tiempo
histórico de
transformaciones y de advenimiento de la Patria Nueva.
Entendemos que la Revolución se trata de hacer de sueños realidades y
precisamente este es el gran reto de la Revolución Bolivariana: traducir en
hechos tangibles lo que propone como proyecto histórico - cultural en su
Programa Revolucionario, el PROYECTO NACIONAL SIMON BOLIVAR.
requiere del concurso consciente, creativo y
Esto
firme de los y las
revolucionarias, que somos quienes nos entendemos y asumimos como los
encargados de impulsar y hacer la Revolución desde el pueblo.
Impregnados de este espíritu y de este compromiso insoslayable con la
Patria y con el pueblo, pues la Patria es el pueblo, revolucionarios y
revolucionarias de todo el país nos estamos juntando en un espacio que nos
permita coordinar y unificar esfuerzos para traducir en acción y hechos
concretos el Poder Popular y el Socialismo Bolivariano, para empujar desde
las bases las tareas más urgentes de la revolución, que permitan su
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consolidación y profundización y que cimenten una verdadera y legítima
vanguardia social y popular que acompañe al Comandante Presidente en la
edificación de la Patria, Justa, Digna y Soberana que dibujó Bolívar, la Patria
Socialista Bolivariana.
La CORRIENTE REVOLUCIONARIA BOLÍVAR Y ZAMORA es, ante todo, un
esfuerzo que pretende conjugar el encuentro de las y los revolucionarios, hoy
dispersos en diversas formas de organización, hasta conformar un gran
torrente popular que empodere al pueblo y lo haga sujeto - objeto de su
proceso de liberación, y vanguardia de la Revolución Bolivariana.
Decimos por lo tanto, con la más profunda convicción, que no queremos ser
vanguardia, queremos que el pueblo consciente y organizado sí lo sea.
Queremos profundizar y contribuir al debate ideológico, a la lucha contra la
hegemonía capitalista en la consciencia social, a confrontar en el terreno
que la situación demande, los planes contrarrevolucionarios de una derecha
fascista y apátrida entregada en alma y razón al Imperio norteamericano.
Sí nos proponemos ayudar a construir una nueva izquierda revolucionaria en
el país, una izquierda que supere la cultura del cafetín, la fragmentación y el
localismo, que entienda los retos y la dinámica de la lucha revolucionaria del
siglo XXI y se funda con la corriente histórica revolucionaria que hoy recorre
América Latina: la corriente del Socialismo Bolivariano.
Queremos también
confrontar nuestra praxis revolucionaria y nuestros
planteamientos ideológicos con los sectores reformistas y oportunistas
enquistados en los niveles de dirección formal del Partido y del Estado,
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incapaces de traducir en acción transformadora el pensamiento y la
estrategia revolucionaria del Comandante Presidente.
La
Corriente Revolucionaria Bolívar
y Zamora es
antiimperialista,
anticapitalista, humanista y cristiana. Somos obreros, estudiantes, amas de
casas, cantores, jóvenes, deportistas, campesinos, líderes populares. Somos
férreos defensores de la diversidad étnica, cultural y sexual de nuestro
pueblo y estamos locos de amor por la patria, por la vida, por la naturaleza,
por la tierra, por la paz y queremos traducir la fuerza de estos sentimientos
en acción concreta, en una nueva ética transformadora y liberadora.
Somos hijos e hijas de Bolívar y
Zamora.
Al reivindicar a Bolívar y Zamora como estandartes y fuentes principales de
nuestra Corriente Revolucionaria, reivindicamos toda la tradición y gesta
libertaria que ellos sintetizan y que se nutre de las más profundas tradiciones
de luchas por la libertad y la igualdad de nuestro pueblo.
Reivindicamos la esencia del Árbol de la Tres Raíces como referencia de
pensamiento y de acción. Con ellos reivindicamos a Francisco de Miranda,
Simón Rodríguez, a Guacaipuro y a toda la resistencia de los Pueblos
Originarios a la invasión española, a Sucre,
Rivas, Urdaneta,
Argimiro
Gabaldon, Fabricio Ojeda y todos los mártires anónimos que han sembrado
nuestra historia de sacrificio y abnegación en la lucha por construir la patria
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digna, libre y soberana, siempre defendiendo los intereses supremos de
nuestro Pueblo.
Partimos de la base que, para la superación del capitalismo, no sólo
necesitamos los conocimientos teóricos del Marxismo, sino que debemos
adentrarnos y más que ello, reconocernos y encontramos en nuestras raíces
profundas, en nuestra historia, en nuestra cultura mágica, plural, creadora,
liberadora. Es allí en donde encontraremos los códigos, la fuente que nos
permitirá construir el socialismo a nuestra medida. Por eso cuando decimos
Bolívar y Zamora estamos diciendo que somos hijos e hijas de la Pacha
mama, del agua, del sol……………….
Bolívar es el proyecto, Bolívar es la síntesis, la ética, las luces, la moral, la
voluntad férrea de vencer las dificultades, la tradición histórica en la que
confluimos como pueblo. Bolívar es el horizonte, es el faro, es el objetivo
estratégico. Es la base de nuestra construcción identitaria.
Zamora es la reivindicación
del papel del pueblo pobre como sujeto
histórico de la construcción socialista. Zamora es el símbolo de los excluidos,
mil veces traicionados, la voluntad inquebrantable del pueblo por ser libre.
Zamora es el símbolo de
lucha contra la
traición a los ideales
revolucionarios.
Con ellos ratificamos nuestra esencia y nuestro compromiso. Sellamos
nuestro proyecto y nuestras raíces históricas.
Con el ejemplo de Bolívar y Zamora nos nutrimos para avanzar y construir
Poder Popular.
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“Así pues, vemos que, gracias a las peculiaridades
singulares de su carácter, los individuos pueden
influir en los destinos de la sociedad. A veces, su
influencia llega a ser muy considerable, pero tanto
la posibilidad misma de esta influencia como sus
proporciones son determinadas por la organización
de la sociedad, por la correlación de las fuerzas que
en ella actúan. El carácter del individuo constituye
un `factor' del desarrollo social sólo allí, sólo
entonces y sólo en el grado en que lo permiten las
relaciones Se nos puede objetar que el grado de la
influencia personal depende asimismo del talento
del individuo. Estamos de acuerdo. Pero el
individuo no puede poner de manifiesto su talento
sino cuando ocupa en la sociedad la situación
necesaria para poderlo hacer."(Jorge Plejanov, `El
papel del individuo en la historia’)
Con Chávez Patria o
Muerte.
El reconocimiento del liderazgo del
Comandante Chávez y de su papel
decisivo en la actual etapa de la
Revolución,
lo asumimos desde una
perspectiva objetiva, desprendida del
seguidismo o del oportunismo tan de moda en estos tiempos. Entendemos
que la peculiaridad de su liderazgo está dado por su gran capacidad de
conductor estratégico, de gran táctico y de su agudo olfato político y por
sobre todo, de un inmenso amor por el pueblo y por la humanidad.
El Comandante Chávez, al calor de las luchas y de las contradicciones del
proceso, ha sabido profundizar su pensamiento político, nutriéndolo de
diversas fuentes ideológicas, humanistas y revolucionarias y de las más
hermosas tradiciones libertarias latinoamericanas y en especial venezolanas.
El Comandante Chávez encarna y personifica, por su talento, por su lucidez
y capacidad de entrega y de trabajo, por su altura ética y moral, el proyecto
histórico y cultural que es la Revolución Bolivariana. Negar esto es no tener
una apreciación objetiva de la realidad, no comprender las particularidades y
la dinámica de este proceso.
El liderazgo del comandante Chávez es la única garantía de liderazgo en el
período actual de avance y de continuidad de la Revolución. Esto además no
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es algo nuevo, ni en la historia de la humanidad, ni en la historia de las
revoluciones y de las luchas de los pueblos. Bolívar con su genialidad fue
garantía del triunfo
sobre el imperio español. Lenin jugó un papel
determinante en la victoria de la Revolución de Octubre. Fidel con su
carisma, su calidad de conductor estratégico y su habilidad política llevó al
pueblo cubano a la victoria.
Cuando nos decimos chavistas, nos decimos militantes de un pensamiento
revolucionario, de un proyecto histórico encarnado por un liderazgo que en
el tiempo y en el espacio ha demostrado estar a la altura del momento
histórico y que está dispuesto a cambiar el curso fatalista que pendía sobre
pueblo. Los últimos quinientos años han estado marcados por la dominación
colonial e imperial. Por la exclusión y la miseria, por el saqueo y sobre todo,
de traiciones. Por eso la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora se declara
profundamente chavista, lo que para los efectos concretos es lo mismo que
decir Socialista Bolivariana.
Por el Poder Popular, base del
Socialismo Bolivariano.
Una revolución es verdadera y tiene perspectiva histórica, si y sólo si el
pueblo se empodera y asume las riendas de su proceso de redención, si
asume su carácter de Sujeto Histórico rebelde y liberador. Esto es posible
cuando se construye Poder Popular, entendido este, como una relación entre
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iguales que se articulan desde sus espacios más primarios para edificar una
nueva relación social, dotando su organización de los elementos políticos,
económicos,
militares,
culturales
y
jurídicos
que
les
permitan
autogobernarse. Es un profundo proceso histórico-cultural, que respeta y
defiende la diversidad, que asume su carácter multiétnico y pluricultural, que
se labra como poder constituyente en un proceso revolucionario sin fin,
basado en una nueva ética y en una comunidad de valores.
La construcción del Poder Popular es un trabajo complejo, tan difícil como
“tomar el cielo por asalto”, más complejo que asaltar el poder formal,
entendiéndolo como un objeto a poseer. Se trata de ir tejiendo conciencias,
configurando en un trabajo organizativo laborioso y lento, nuevas relaciones
de poder. Se trata de ir sembrando las semillas del socialismo en cada
individuo y en cada
espacio de los espacios territoriales, sociales,
ideológicos, espirituales y culturales del Pueblo.
Debemos caminar cimentando poco a poco la hegemonía revolucionaria y
destruyendo la médula del modelo capitalista, de sus antivalores y su cultura
individualista. Requerimos construir y moldear nuevas relaciones de
producción que antepongan el humanismo y la propiedad colectiva por sobre
el individualismo y la depredación del hombre y la naturaleza. Ello requiere
de mucha paciencia y convicción porque responde a otra lógica, a otra visión
del poder, distinta a la que hasta ahora hemos conocido, tanto en la
izquierda como en la derecha. Asumimos con pasión de enamorados el poder
popular y el esfuerzo diario por ir germinándolo y cultivándolo en el seno del
pueblo.
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Entendemos el poder popular como el eje transversal del Proyecto
Revolucionario, como el alfa y omega de todas las trasformaciones, como la
fuente primaria para la construcción del nuevo Estado Socialista que
sustituya el aún vivo Estado Burgués.
La
Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora asume el impulso de los
Consejos Comunales, las Comunas Socialistas y las Ciudades Comunales
como experimentos, modelos y formas de ir construyendo el Poder Popular
dentro de la Revolución Bolivariana.
El Proyecto Nacional Simón Bolívar,
Programa Revolucionario.
El PROYECTO NACIONAL SIMÓN BOLÍVAR es ante todo, análisis, el marco
programático y estratégico de la Revolución Bolivariana para
el actual
periodo de transición hacia el Socialismo Bolivariano. Sintetiza el proyecto de
país soberano, libre y democrático que delineó el Libertador en la búsqueda
de un sistema de gobierno eminentemente justo, ético y de igualdad, capaz
de garantizar la mayor suma de felicidad posible a nuestro pueblo.
EL PROYECTO NACIONAL SIMÓN BOLÍVAR es además, un plan de acción
revolucionario, una carta de navegación que debe llevarnos a crear las
condiciones técnicas, materiales y espirituales para poder edificar la patria
nueva. Por ello, la unidad alrededor de estos lineamientos y alrededor del
liderazgo del comandante Chávez en todos los niveles de gobierno y de la
acción política, es fundamental. No podemos los revolucionarios de estos
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tiempos plantearnos una estrategia de lucha deslindada de este marco
programático y estratégico.
El PROYECTO NACIONAL SIMÓN BOLÍVAR
es una visión revolucionaria
integral, realista y factible para avanzar hacia el Socialismo Bolivariano. Son
estos los elementos que nos llevan a definirlo como el programa
revolucionario para la actual etapa. Por lo tanto, nos comprometemos en
todo momento y en todo espacio de nuestra acción revolucionaria a
impulsarlo y enriquecerlo del mayor contenido revolucionario.
El PSUV, Por el Partido Revolucionario.
Nuestros esfuerzos apuntan a hacer del PSUV un formidable instrumento
ideológico, político, y organizativo, que esté a la altura del momento que vive
la lucha de clases.
Un Partido de vanguardia, profundamente ético, clasista, es decir, que sea la
representación política del Pueblo Pobre, en cuyo seno cabe incorporar a la
clase media, pero como aliada, no como fuerza dirigente.
Un Partido hermanado a la gente común y corriente, que emerge desde la
diversidad de nuestros territorios geográficos, sociales y espirituales.
Un Partido capaz de dar luces con respecto a los desafíos pequeños y
cotidianos, así como a los grandes problemas geo-políticos y geo-estratégicos
que enfrentamos en la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
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Un Partido que se nutra de los miles de liderazgos naturales que emergen en
cada rincón de nuestra Patria, que le dé el espacio protagónico a los
movimientos sociales, a los trabajadores manuales e intelectuales, a los
campesinos, a los estudiantes, a los artistas y que destierre de su
cosmovisión el burocratismo, el paternalismo, el asistencialismo y la vieja
cultura clientelar.
Un Partido que la gente llana sienta como propio, única manera de evitar ser
desterrado de sus extensiones, de sus fronteras y emociones. Cuando los
lazos se tornan afectivos, cuando la pasión y la racionalidad se cruzan,
tienden a la lealtad de quien ama, de quien siente la utopía y la razón como
parte de su entorno y necesidad, sólo allí romperemos la proclama maléfica
del capitalismo, aquella de estar con quien tiene la tribuna del momento, con
el victorioso o el dueño del éxito.
La Batalla de la Ideas.
La Batalla de las Ideas es para la CORRIENTE REVOLUCIONARIA BOLÍVAR Y
ZAMORA
la lucha inclaudicable por ganarse el corazón y la mente de
nuestros paisanos. Es el campo de batalla más decisivo en el que tendremos
que combatir los revolucionarios y revolucionarias de Venezuela, para poder
concretar el sueño Bolivariano. Asunto nada fácil en el contexto de un patrón
de consumo basado en el “nuevo socialismo rentístico”, heredero del la renta
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petrolera de la cuarta república, reproducida masivamente por la burocracia
estatal y la institucionalidad formal.
Los pobres del campo y la ciudad, si bien han sido los grandes beneficiarios
de la nueva distribución de la riqueza, aún no han podido dominar las esferas
de la decisión política. Ello porque lo “viejo no termina de morir y lo nuevo
no termina de nacer”.
Nuestros nuevos burócratas son los viejos niños mimados de la cuarta
república e implementan en sus ministerios y áreas de influencia los modelos
y costumbres aprendidas. Los medios de reproducción ideológica de la
burguesía juegan solos en la cancha (medios de comunicación, iglesias,
colegios e instituciones formativas, universidades, etc.), ya que las instancias
gubernamentales dedicadas a esta área, luego de diez años de revolución
bolivariana, son incapaces de configurar los códigos y la simbología
revolucionaria que confronte y derrote a la contrarrevolución.
Está históricamente demostrado que la burguesía no entrega gratuitamente
sus privilegios. Nunca esta clase optó por el suicidio voluntario, es más, se
defiende hasta con las uñas. Tenemos un largo y complejo conflicto en esta
área.
Para ello debemos desarrollar una efectiva estrategia contra-hegemónica
que, desde la perspectiva popular y revolucionaria
contribuya a la
transformación de la conciencia social hoy profundamente permeada por
las ideas y patrones capitalistas.
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La alfabetización ideológica de las masas, el trabajo cultural, el impulso de
gobiernos éticos, la construcción de sistemas de información popular
desde las comunas y ciudades comunales, son tareas que asumimos como
líneas de acción de nuestra estrategia para librar la batalla sin fusiles, que es
la más decisiva de todas la batallas de la Revolución.
El Trabajo de Base, nuestro principio
fundamental.
La CORRIENTE REVOLUCIONARIA BOLÍVAR Y ZAMORA asume como principio
fundamental de lucha el trabajo de base, unidos al pueblo en la búsqueda
de activarlo como sujeto fundamental de estas luchas. Esto nace de una
convicción esencial que abrazamos y abrazaremos siempre: No es la
vanguardia la que salva al pueblo ni a la que corresponde hacer la
Revolución.
La revolución en la que creemos es con el pueblo por delante. Trabajamos
por materializar consignas como que “Sólo el pueblo salva al pueblo” ,
agregando que para ello es indispensable que el pueblo esté organizado,
consciente, movilizado y empoderado.
Esto sólo se logra desde
el trabajo de base permanente, sistemático,
dejando los cafetines y las consignas principistas para fundirse con el pueblo
en una acción concreta y verdadera.
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El trabajo de base es, por lo tanto, el eje de nuestra estrategia de lucha.
Entendemos este trabajo como el
proceso permanente, cotidiano y
sistemático de organización, formación y movilización del pueblo desde su
espacio social o territorial más primario.
En el periodo actual, el trabajo de base debe hacerse desde espacios
concretos como los consejos comunales, las comunas y ciudades comunales,
los batallones del PSUV, la Milicia Nacional Bolivariana, de forma tal de
empoderar al pueblo en estos espacios revolucionarios.
Así mismo planteamos el impulso del trabajo de base desde tres líneas de
acción fundamentales articuladas entre sí:
1) Organización
2) Reivindicación
3) Formación.
La Equidad de Género, principio
revolucionario.
Para la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, la edificación del
Socialismo Bolivariano supone asumir y practicar un enfoque de género que
reivindique la igualdad entre estos, que libere a la mujer de la dominación
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machista, instaurada por las sociedades divididas en clases, en especial la
sociedad capitalista.
Que devuelva al ser humano, hombre o mujer, el derecho a definir su
sexualidad libre y responsablemente en un marco y ambiente de respeto y
sin discriminación.
Luchamos por desterrar de la sociedad todo tipo de discriminación, de
exclusión y de explotación.
Tenemos por lo tanto un compromiso doble: conseguir la igualdad de las
mujeres y la superación de su marginación y opresión y trabajar por el
respeto a los homosexuales, a que se reconozcan sus derechos a elegir y vivir
en libertad y como seres humanos plenos con su opción sexual diferente.
Milicia Nacional Bolivariana, Poder
Armado del Pueblo.
La Milicia Nacional Bolivariana que está impulsando el gobierno
revolucionario se constituye en un paso trascendental para la seguridad y
defensa de la Revolución, ya que incorpora al pueblo de forma concreta a la
tareas de preparación y organización de un sistema de defensa capaz de
enfrentar cualquier amenaza a la soberanía nacional y popular, en especial la
amenaza
imperialista norteamericana, pero también se constituye en un
instrumento que permite dotar al proceso de construcción del Poder Popular
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de uno de sus elementos constituyentes: el elemento armado. Es decir, que
el pueblo pueda desarrollar la capacidad de autodefensa, por supuesto,
dentro de un sistema, bajo la conducción del Estado Revolucionario.
Desde la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora nos proponemos, no sólo
impulsar y activarnos como milicianos, sino formular propuestas para que la
Milicia Nacional Bolivariana tenga carácter popular y revolucionario, para que
sea un instrumento efectivo y no meramente formal, para la defensa y
profundización del Socialismo Bolivariano.
Plataforma de lucha de la Corriente
Revolucionaria Bolívar y Zamora.
Convencidos como estamos que el proceso revolucionario Bolivariano
demanda de la irrupción histórica de una corriente revolucionaria capaz de
traducir en hechos las grandes tareas de la Revolución Bolivariana, que posea
la firmeza y la voluntad para enrumbar la patria por la vía de romper los
mecanismos de dominación capitalista y que, a su vez, abra paso y siente las
bases
del
Socialismo
Bolivariano
y
su
objetivo
estratégico,
el
empoderamiento popular, en la CORRIENTE REVOLUCIONARIA BOLIVAR Y
ZAMORA nos planteamos la siguiente plataforma de lucha:
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1. Construir la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora como espacio
de encuentro y articulación para unir sueños, voluntades y ganas de
construir patria (Bolívar, el proyecto. Bolívar, la síntesis, la ética, las
luces, la moral,
la voluntad férrea de vencer las dificultades, la
tradición histórica en la que confluimos como pueblo. Bolívar, el
horizonte, el faro el objetivo estratégico. Zamora, la reivindicación del
papel del pueblo como sujeto histórico en la construcción socialista.
Zamora, el símbolo de los excluidos mil veces traicionados, la voluntad
inquebrantable del pueblo por ser libre. Zamora. Creemos que la
corriente se debe trabajar bajo el enfoque de redes con autonomía
organizativa, teniendo unidad de propósitos y de acción sobre las
grandes tareas revolucionarias en este período.
2. Impulsar la materialización del PNSB y sus siete líneas estratégicas
como programa revolucionario de transición que nos permita sentar
las bases para la Venezuela Socialista y continuar con la ruptura del
proceso de dominación capitalista, acelerando el proceso de Liberación
Nacional y de la Revolución Socialista.
3. Impulsar el desarrollo de una Política Revolucionaria de Seguridad y
Defensa, que tenga como base la incorporación del pueblo en la
organización y defensa de la patria, así como en el desarrollo de la
concepción de la Guerra de Resistencia Nacional (milicia nacional,
unidad cívico-militar), y a su vez una política de depuración de los
cuerpos de seguridad del estado infiltrados por el narcotráfico, el
paramilitarismo, las mafias y la práctica mercenaria del sicariato,
adquirida de la cultura de la colombianización. A su vez, se debe seguir
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trabajando con eficiencia por derrotar la pobreza, una de las causas
generadoras de la inseguridad pública.
4. Impulsar la construcción del Poder Popular, teniendo como punta de
lanza los consejos comunales, la conformación de comunas, de
brigadas productivas y empresas socialistas. Para que la esencia de
esta revolución sea posible y viable, debe empoderarse a las masas,
dándoles el rol histórico que tienen y no tercerizándolo, suplantándolo,
como lo entiende el reformismo oportunista enquistado en sectores
del gobierno y partidos del proceso. Entender al Poder Popular como el
nuevo Poder Constituyente de la República.
5. Desarrollar el partido de la revolución PSUV, concibiéndolo como una
necesidad y una oportunidad históricas. Desde allí, junto a otros
esfuerzos revolucionarios, sentar bases para fraguar la vanguardia
revolucionaria en este país, de lo cual adolece este proceso: una
vanguardia desarrollada a la altura del momento histórico y del
liderazgo del Comandante Presidente Chávez
6. Avanzar en la sustitución del viejo Estado burgués burocrático,
empujando la aceleración y construcción del nuevo Estado
Revolucionario. Para
ello es fundamental la conformación de la
arquitectura legal que transforme y coloque ese nuevo Estado en
consonancia con el momento histórico. Una renovada superestructura,
hacia la cual se han dado pasos con las leyes habilitantes y otras. A su
vez, una nueva forma de distribución del poder que descansaría en el
pueblo, que sería la esencia de ese nuevo estado.
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7. Impulsar la materialización de las Leyes Habilitantes, como
mecanismos que acelerarán el proceso para romper con la dominación
oligárquica transnacional y criolla, y por tanto ir construyendo la
hegemonía revolucionaria.
8. Asumir la Enmienda Constitucional como una batalla decisiva, para
mantener al Comandante Presidente Chávez al frente de la Revolución.
9. Asumir la Organización, Formación y Movilización del pueblo en esta
lucha por construir conciencia política y social, por construir la
hegemonía revolucionaria.
10. Luchar por la Eficiencia y Calidad del Gobierno y sus Programas, ya que
esto se traduce en la mayor suma de felicidad posible para el pueblo,
en salud, vivienda, educación, etc.
11. Asumir la aceleración de la Transformación del Sistema Educativo para
ir construyendo el ciudadano socialista.
12. Acelerar la Revolución científica, técnica, agrícola y profundizar sin
tregua la industrialización del país.
13. Meter en cintura a los sectores hegemónicos de la burguesía,
principalmente al sector financiero, a la burguesía industrial y a la
parasitaria.
14. Profundizar los cambios en el Patrón de acumulación, incentivando el
desarrollo industrial estatal y de propiedad colectiva.
15. Avanzar decididamente en la configuración de nuevas relaciones de
producción que antepongan el trabajo por sobre el capital.
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16. La Revolución Agraria y la guerra al latifundio como mecanismo para
romper los restos del modelo feudal–capitalista de dominación sobre
la producción y el pueblo pobre campesino.
17. Luchar a muerte contra la ineficiencia, la ineficacia, el despilfarro, la
corrupción y el burocratismo.
18. Impulsar esta cruzada desde dos aspectos fundamentales del estado y
la sociedad: en primer lugar desde el punto de vista político y social,
cuyas tareas fundamentales las tiene el pueblo con la inteligencia
social, identificando, ubicando y denunciando estos males y sus
autores materiales e intelectuales. En segundo lugar, desde la
perspectiva institucional, en esta nueva fase hay que acabar con la
impunidad, hay que instalar tribunales y fiscales especializados de
manera extraordinaria, en el marco de un plan que genere resultados.
Declarar
la corrupción como delito de lesa patria y darle rango
constitucional, y a la vez promulgar un código de ética del funcionario
publico, fortaleciendo campañas de sensibilización pública con estos
temas: hay que simplificar procedimientos para reducir la burocracia
así como incrementar la eficiencia y la eficacia en la administración
pública.
19. Promover la supremacía de la ética y moral revolucionaria, con
códigos de ética, escuelas de funcionarios públicos y castigar de
manera ejemplarizante los delitos que atenten contra el bien colectivo.
20. Sincerar los salarios, ningún funcionario público puede ganar más que
el compañero Presidente.
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