1º PREMIO CURSO 3º “CARLA, SU FAMILIA Y LA MASCOTA” AUTORA: CARLA PÉREZ GARCÍA Érase una vez una niña llamada Carla. Carla es alta con el pelo negro, largo, ojos azules brillantes y una sonrisa de oreja a oreja. Carla tiene nada más y nada menos que 9 años, pero es muy lista. Carla y su familia eran todos muy felices, pero Carla no estaba demasiado feliz, faltaba algo..., algo muy especial: un nuevo miembro de la familia. Pero no un hermano, no, porque Carla ya tenía una hermana llamada Silvia. Carla se puso a pensar y dijo: - ¡Ya está, puedo tener una mascota! -exclamó Carla... Le preguntó a su madre primero diciéndole: - Mamá, ¿Me puedes comprar una mascota, por favor? -preguntó Carla suplicando-, es muy importante para mi. La madre le contestó: - Pero hija, tú tienes una hermana... ¿Para qué quieres una mascota? -preguntó intrigada la madre-, si quieres una mascota vas a tener que encontrarla en el bosque. -¡Vale!, ¿me llevas? -dijo Carla un poco triste. - De acuerdo, dijo la madre. Las dos fueron al bosque a encontrar a su nueva mascota, pero de repente2 ¡Unos ladrones las secuestraron! Página ● 1 La madre de Carla enseguida llamó a la policía, pero se dieron cuenta de que en el bosque no había cobertura. Los ladrones se las llevaron a unas jaulas que ellos tenían. Eran de hierro y no podían salir. Carla y la madre de Carla estaban muy nerviosas y no sabían si iban a salir de ahí pronto. Pero Carla, que era muy lista y adivinaba todo, tenía la esperanza de que pronto iba a descubrir la mascota adecuada. Y de repente... ¡Un conejo salió detrás de un mueble! El conejo era marrón claro con las orejas muy bonitas. Estaba muy enfadado. Les asustó tanto a los ladrones que se fueron corriendo y si querer se le cayeron las llaves de la jaula un ladrón...; el conejo, muy listo cogió las llaves con la cabeza y se acercó a la niña. La niña cogió las llaves y abrió su jaula y la de su madre y le dijeron al conejo: - Gracias -dijeron las dos. Carla estaba tan impresionada que dijo: - ¡Qué listo! Y llegaron a casa, sanos y salvos, muy contentos con una mascota en casa. Carla decidió cómo llamarle al conejo: le llamó “Lucky”. Y todos felices, comieron perdices con Lucky el conejo y codornices, se quedaron callados y felices. Página ● 2