leyenda morisca de ibrahim

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LEYENDA MORISCA
D E IBRAHIM
" ¡ C u e r p o de Dios, que esto es cosa de moros]" fue la r e a c c i ó n de
Baltasar Ortiz, posadero y "dezmero del puerto de la villa de Arcos"
al leer por vez primera el texto que voy a estudiar. Los papeles en
c u e s t i ó n los h a b í a encontrado en una alacena en la pared de una
casa que pertenecía a una familia de moriscos de Arcos (provincia de
Soria). E l d u e ñ o del p e q u e ñ o manuscrito era un tal J e r ó n i m o
Pintor, y en el proceso inquisitorial que se le s i g u i ó (Archivo
diocesano de Cuenca, leg. 237, n ú m . 3072) se relatan detalladamente
las circunstancias del descubrimiento (ocurrido en 1568), y a d e m á s
se nos conserva el peligroso librito (cada una de sus hojas lleva como
prueba de su autenticidad las iniciales de tres de los que estaban
presentes cuando se e n c o n t r ó ) . Este p e q u e ñ o par de cuadernillos de
10 X 14.3 cms, apenas merece llamarse manuscrito. Cirac, en su
Registro de los documentos del Santo Oficio de Cuenca y de Sigüenza, Cuenca, 1965, los describe como unos " c a p í t u l o s del C o r á n
en su romance" (idea sugerida, sin duda, por las acusaciones hechas
por los inquisidores en el curso del proceso), pero, como veremos, la
i d e n t i f i c a c i ó n del texto no es acertada. Los folios de los cuadernillos, sin numerar, son diecinueve en total; dieciocho de ellos están
intactos, pero del ú l t i m o s ó l o se conserva menos de la mitad. Sin
desencuardenar el manuscrito del proceso entero, resulta imposible
saber exactamente de q u é manera se relacionan los folios entre sí,
pero se ve claramente que hay dos cuadernillos diferentes, el primero de los cuales tiene diez hojas, el segundo nueve. Se sabe, por las
pruebas que se presentaron durante el proceso, que en tal estado
estaban los documentos cuando se descubrieron.
Detalles del juicio indican que los cristianos viejos pudieron leer
el primer cuadernillo con algo m á s de facilidad que el segundo, pero
al examinarlos se puede ver que no fueron dos las manos que los
escribieron, sino por lo menos tres. Tres t a m b i é n son los textos
contenidos en los cuadernillos: a) un calendario abreviado, o mejor
dicho, una lista de festividades correspondientes al a ñ o i s l á m i c o
(fols. l-10v; el texto está completo y en el orden correcto); b) dos fragmentos de u n texto religioso en el estilo hadith ("dixu G a l i Y b i n u
Abitali") y relacionado con el d í a del juicio (fols. l l r , 12vy 164-174);
c) u n extenso fragmento de la leyenda a p ó c r i f a de Ibrahim que está
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desordenado (los textos empiezan al pie del fol. 17r y c o n t i n ú a n en el
17v, 18r-v, 134-v, 14r-v, 15r-v, 19r-v—este ú l t i m o folio maltratado).
Una e x p o s i c i ó n completa de los problemas l i n g ü í s t i c o s que
presentan estos textos no puede hacerse antes de que se publiquen
las secciones que no están relacionadas con la leyenda de Ibrahim.
(Espero publicar la sección del calendario con un manuscrito similar en caracteres árabes que se encuentra en la Biblioteca B r i t á n i c a ) .
Sin embargo, es necesario mencionar a q u í un rasgo poco c o m ú n : la
a p a r i c i ó n de u en vez de o en las palabras dixu, miedu y pluru.
Puesto que el f e n ó m e n o se encuentra s ó l o en el fol. 19v del texto de la
leyenda de Ibrahim, el lector p o d r í a suponer que ese rasgo es u n
error de imprenta, o u n error m í o al hacer la t r a n s c r i p c i ó n , o
inclusive un desliz cometido por el morisco del siglo X V I . N o es así:
estas formas se encuentran t a m b i é n en los textos a yfe;la frecuencia
de su a p a r i c i ó n v a r í a , de manera e s p o r á d i c a . Los pocos ejemplos
que se encuentran en el folio 19 p o d r í a n explicarse aisladamente
como representaciones gráficas de una o final muy cerrada (con
pluru par la a r m o n í a v o c á l i c a ) , pero esa e x p l i c a c i ó n no es, sin
duda, la correcta, porque en otros lugares u t a m b i é n se encuentra en
m o n o s í l a b a s (como lus, sun, 4r, y yu, 12v), en donde la pronunciac i ó n con vocal cerrada es tan poco característica de cualquier dialecto h i s p á n i c o que es virtualmente imposible.
E n m i o p i n i ó n , no se trata a q u í de un rasgo f o n é t i c o de origen
dialectal, sino de u n rasgo g r a f é m i c o que se produjo a causa de la
t r a n s l i t e r a c i ó n m e c á n i c a y poco inteligente del texto en caracteres
árabes. E l escriba morisco debe haber tenido ante sus ojos un texto
en a l j a m í a , y al transliterarlo, a veces t r a n s c r i b í a la u breve del
á r a b e (damma) como u y otras como o, Esto e x p l i c a r í a la a p a r i c i ó n
e s p o r á d i c a del rasgo. Es notable c ó m o la t r a n s l i t e r a c i ó n por u se
encuentra m á s frecuentemente en palabras que tienen marcada
c o n n o t a c i ó n i s l á m i c a , como dayunu.
Si m i e x p l i c a c i ó n es correcta, el d o c u m e n t ó l a pesar de tener
cierto tinte a r a g o n é s (por ejemplo, pluru, citado arriba), en general,
ofrece un ejemplo normal del castellano arabizado que usaban los
moriscos de Castilla y áreas l i m í t r o f e s .
Esta es la historia de Ibrahim en el texto del manuscrito de
Cuenca:
C U E N C A , L E G A J O 237, N Ú M . 3072
Folio 17 recto/Bismi ylaharrahameni irrahimi fue recontado que
Ybraen halizalen r o g ó ad Alia, y demandóle de grazia que le demostrase
de sus milagros, y d í x o l e /17v/ bes ya Hibrahen por la orilla del mar, y
demostrarte e partida de lo que me demandas. Laora t o m ó Hibrahen
dos tortas de pan de ordio, y t o m ó una cayata en su mano, y fuese
fasta que l l e g ó a la orilla de la mar. Y él, como iba su camino
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adelante, o y ó un lloro y fue Ybraen enta do o y ó aquel lloro, y f a l l ó ,
un alhabiz que fazía agala en su almihrabe, y p a r ó s e Ybraen delante
del /18r/ y esperó hasta que se diese azalen, y dixo Hibraen: —Lazalem sea sobre t ú , ya onbre. Y dixo él: —Sobre tú sea el azala (sic)
ya amigo del piadoso. Y dixo Hibraen: — Y a hermano ¿ q u i é n te ha
hecho a saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo: — A me benido
r e b e l a z i ó n de parte de mi S e ñ o r que no me v e r í a en este lugar sino tú.
/18v/ Y laora lebantose el alhabiz, y Ybrahen s i g u i ó l o fasta que llegaron el alhabiz a la mar, y lanero su caja /?/ en la mar, y e n t r ó y
yba sobre el agua. Y laora p a r ó s e Ybraym pasmado de aquella
marabilla. Y dixo el alhabiz: —Entra, ya Ybrahem. Y e n t r ó Ybrahem de zaga del alhabiz fasta que plegaron a una isla en medio de la
mar. Laora lebantose /13r/ lalhabiz y hizo azala, y no f a b l ó a
Ybrahem fasta que a m a n e c i ó , y Ybrahem de gaga del, y quando
a m a n e s c i ó , posóse y Ybrahen y pensaba en su fecho, y algo sus ojos
ental cielo, y bio un carnero que deballaba del cielo, y asentóse
delante de las manos del alhabiz. Y laora t o m ó el alhabiz una piedra
y q u e b r ó l a /13v/ y d e g o l l ó con ella el carnero,,y después firió en la
piedra con otra piedra, y salla fuego, y p l e g ó llena, y e n c e n d i ó l a , y
puso la carne ad asar, y p a r t i ó l a por medio, y t o m ó la mitad y dixo:
—Ya Ybrahem, come tú esa carne. Laora sacó Ybrahem las dos
tortas de pan de ordio y dixo el alhabiz: — ¿ Y a Ybrahem, /14r/ de
q u é se haze ese pan? Dixo Ybrahem: —Que lo labran y lo siembran y
lo siegan y lo muelen y lo masan y lo cuezen. Dixo el halhabiz:
— C ó m e t e tu pan, que yo no lo e menester, ny lo conozco. Y comieron entramos fasta que acabaron el carnero. Laora t o m ó el alhabiz
y a y u n t ó todos los güesos del carnero en su cuero delante de Ybrahen,
y d e s p u é s dixo el alhabiz: —Lebantate con ligencia de 4JJI . Y
lebantose el carnero sobre sus piedes y p i d i ó /?/ al gielo, y Ybrahem
que los miraba, y dixo al alhabiz: — Q u á n t o s a ñ o s ha q u e s t á s en este
lugar? Dixo: — A ciento quarenta a ñ o s , y no c o m í m á s de una bez en
el a ñ o , y as te acaezido /15r/ en el d í a de mi pascua. Y marabillose
mucho daquello que bio, y dixo Ybrahem: — Y a m i S e ñ o r , este es el
milagro que me prometiste que me d e m o s t r a r í a s . Y e n b i ó a él y dixo:
—Bes, ya Ybrahem, m á s adelante y berás otro milagro mayor que no
ese. Y fue Ybraem su camino /15v/ Y andando o y ó una boz m u i
triste, y un ploro mui fuerte, y fue hasta donde o y ó la boz, y h a l l ó
una rana sobre una piedra de la mar, y degía: — ¡ T a n glorificado es
eQJ | ! ¡ tan bendicho es « j j j ( I ¡y tan bendicho es quien no me olbida
en este lugar! Y laora azercose Ybrahem enta la rana y dixo /19r/:
—azalen alayka ya rana y dixo la rana: —sobre ti sea el azalen ya
amigo del piadoso. Y laora dixo Ibrahem: —quien te a echo a saber
que yo soy amigo del piadoso dixo la rana a me benido rebelación de
partes de mi S e ñ o r que no me bería nenguno en aqueste lugar sino
tú. /19v escrito por la mano de " A " / Dixo Ibrahim:—quanto tien
[po ha] questas en este lugar Dixo la rana m i l a ñ o s dixo Ibrahim:
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—de que te probiendas. Dixo: —Cuando amanece Alia con la m a ñ a na, salle aquel cada día sobre aquesta piedra una foja amarilla, y
probiendora^ de lia [cada] d í a dixu Ybra/n'm. Y porque lloras pues
no abe sobre tú p^cadu dixu la rana: —Ye Ibrahim e miedu que no
llegará mi obra con lo que a fecho Allah haza gua jala de gracia, y
pluru por [ a q u í termina el manuscrito].
N o t a r á n los lectores que en el folio 19 se han llenado las lagunas.
He cubierto estos v a c í o s , no a través de una r e c o n s t r u c c i ó n h i p o t é t i ca, sino a base de u n manuscrito aljamiado de la Biblioteca Nacional de Madrid, en el que se encuentra u n texto casi i d é n t i c o al de
Cuenca (fue editado por F. Guillen de Robles en su libro Leyendas
moriscas sacadas de varios manuscritos existentes en las Bibliotecas
Nacional, Real y del P. Gayangos, Madrid, 1885-1886). Este manuscrito tiene el texto m á s completo que he encontrado hasta hoy, pero
grande fue m i sorpresa y m i placer al encontrar, t a m b i é n en la
Biblioteca Nacional, otro manuscrito, en á r a b e esta vez, con otra
v e r s i ó n , casi completa, del texto. S e g ú n yo sepa, este texto á r a b e no
ha sido publicado hasta hoy, aunque Guillen de Robles en su
Catálogo de los manuscritos árabes existentes en la Biblioteca Nacional de Madrid, Madrid, 1889, lo identificó claramente en la
entrada siguiente: " C L X X I X Leyenda de Abraham, 4 papel, falto
al principio y fin, 19 fol. m a g r e b í , 2 fol. bl. al principio;3 al fin.
Comprende a d e m á s varias p o e s í a s en loor de Mahoma. Procedente
de la Biblioteca de Osuna".
o
E l lector h a b r á observado que Guillen de Robles no hace referencia al manuscrito aljamiado publicado por él unos pocos a ñ o s antes.
Sospecho que el desorden de los folios en este p e q u e ñ o manuscrito
á r a b e fue tal que no le p e r m i t i ó reconocer la identidad (la palabra no
es exagerada) de los dos textos. Debido al gran interés de las dos
versiones, los publico paralelamente para que pueda verse la manera de trabajar del traductor morisco.
T é n g a s e en cuenta que m i e d i c i ó n del texto aljamiado no pretende ser una t r a n s l i t e r a c i ó n . Prefiero utilizar en la medida de lo
posible los recursos del sistema o r t o g r á f i c o e s p a ñ o l de los siglos X V y
X V I , a p a r t á n d o m e de él s ó l o cuando la necesidad de aclarar una
posible a m b i g ü e d a d fonética me obliga a ello. A l l í donde el lector
p o d r í a vacilar, procuro resolver sus dudas por conocidos s í m b o l o s
m á s modernos. Me atrevo a decir que cualquiera que esté familiarizado con el e s p a ñ o l del p e r í o d o en c u e s t i ó n y con el aljamiado,
p o d r í a reconstituir con bastante exactitud el texto en caracteres
á r a b e s a partir de lo que presento en caracteres latinos (y a ñ a d i r í a ,
no hay sistema que nos permita una reversibilidad absoluta).
Debo aclarar que no pretendo que mi sistema simplificado llene
todas las necesidades de todos los especialistas; pero creo que para
las finalidades que me propongo, a saber comparar el texto alja-
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miado con el árabe original, la t r a n s l i t e r a c i ó n que presento resulta
m á s fácil de leer. E l que las ediciones modernas de los textos aljamiados los presenten disfrazados bajo un ropaje tan irreconocible
h a b r á contribuido q u i z á a que casi nadie los lea (los textos publicados por m í hasta ahora han sido transliteraciones ortodoxas, así que
soy co-responsable de este estado de cosas). Q u i z á , esta manera de
presentar los textos pueda considerarse un experimento: espero las
reacciones que se p r o d u c i r á n . Es posible que me critiquen por
haber regresado a finales del siglo X I X , cuando los editores se s e n t í a n
con la libertad de alterar las palabras y formas si se consideraban
difíciles, pero una crítica como ésta no sería justa ya que no he
alterado nada, y las formas difíciles y poco comunes no se han
cambiado.
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L. P. HARVEY
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M A D R I D , B.N. 5313
Bismi illáhi irraljtmáni
irrahimi:
este es alhadit de Ibrahím alayhi iqqalem,
fue recontado que Ibrahim, alayhi iccalem, rogó ada
A l l a h que le demostrase de sus milagros y dixo Allah
—Bes ye Ibrahim a la orilla de la mar, d e m o s t r á r t e l e ]
partida de lo que demandas. Laora /133v/ t o m ó
Ibrahim dos tortas de pan de ordio, y t o m ó una gayata
en su mano y fuese fasta que l l e g ó a la orilla de la
mar. Y él, como iba su camino adelante, o y ó u n lloro.
Y laora fue Ibrahim en ta donde o y ó la bog, y f a l l ó u n
al abid que fazía assala en un almaihrab, y p a r ó s e
I b r a h í m delante del /114r/ y e s p e r ó fasta que dio
assalem, y dixo Ibrahim: —Laggalem sea sobre tú, ye
al abid, ye onbre. Y dixo él -Sobre t ú sea lagcalem,
ye amigo del piadoso. Dixo I b r a h í m : —Ye ermano,
¿ q u i é n te a fecho a saber que yo soy amigo del piadoso?
— A me benido r e b e l a c i ó n de parte de m i señor que no
me b e r í a en aqueste /114v/ lugar nenguno sino tú,
ell amigo de Allah. Después lebantose lal abid, y
I b r a h í m sig[u]iolo fasta que l l e g ó lal abid a la mar, y
l a n g ó , su capa en la mar, y e n t r ó lal abid en la mar. Y
laora p a r ó s e I b r a h í m , pasmado de como iba sobrell agua,
y marabillose mucho. Y dixo el a l abid: —Dentra ye
I b r a h í m . Y e n t r ó I b r a h í m de gaga del al abid fasta que
l l e g ó a una isla que estaba en medio de la mar. Y
laora, lebantose el al abid y fizo assala, y no f a b l ó a
I b r a h í m fasta que a m a n e c i ó , y Ibrahim de gaga del, y
cuando a m a n e c i ó , p o s ó s e y pensaba en su fecho, y algo
sus ojos al gielo y bio un carnero que d e b a l l ó /115v/
del gielo y posóse delante de las manos del al abid y
laora t o m ó al al abid una piedra, y crebola y d e g o l l ó
con ella el carnero, después firió en la piedra, y
s a l i ó della fuego, y l l e g ó l e ñ a y engendiola, y puso la
carne ad asar, y p a r t i ó l a por medio, y dixo —/116r/
come tú esa carne. Laora sacó Ibraim dos tortas de
pan de ordio; y dixo lal abid: — ¿ D e q u é se fase, ye
I b r a h í m , ese pan? Dixole I b r a h í m : —Que lo labran, y
lo siembran, y lo siega, y lo muelen, y lo masan y lo
cuezen, Dixo el a l abid —Come tu pan, que yo no lo e
menester, n i lo conogco. /116v/ Y comieron entranbos
fasta que acabaron el carnero. Laora t o m ó el al abid
los g ü e s o s del carnero, y aj u n t ó l o s todos en su cuero
delante de Ibrahim. D e s p u é s dixo el al abid:
— L e b á n t a t e con ligencia de Allah. Y laora lebantose
el carnero sobre sus piedes y p u y ó al gielo, y I b r a h í m
/117r/ que lo miraba; y dixo Ibrahim el al abid:
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LA LEYENDA MORISCA D E L IBRAHIM
— ¿ C u a n t o s a ñ o s abe que estas a q u í en este lugar? Dixo:
—Abe ciento y cuarenta a ñ o s , y no como m á s de una bec
en el a ñ o , y aste acertado en el d í a de mi pascua. Y
marabillose de aquello I b r a h í m , y dixo I b r a í m :
/117v/ —Ye mi S e ñ o r , aqueste es el milagro que me
prometiste que me d e m o s t r a r í a s . Y e n b i ó Allah a él
donde dixo: —Bes ye I b r a h í m adelante, y demostrartefé]
otro milagro mayor que no ese. Y fuese I b r a h í m su
camino adelante, y andando c o y ó una boz muy triste y un
lloro muy fuerte /118r/ y fue Ibrahim en ta donde o y ó
la bog, y f a l l ó una rana sobre una piedra en la mar, y
dezía la rana: — ¡ T a n bendito es Allah!, y ¡tan bendito
es quien no me olbida en este lugar! Y Laora acercoce
I b r a h í m enta la rana y dixo: —Aggalem alayku (sic) ye
rana. Y dixo la rana: —Sobre ti sea lacgalem /118v/
ye amigo del piadoso. Y dixo I b r a h í m : — ¿ Q u i é n te a
fecho a saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo la
rana: — A me benido r e b e l a c i ó n de partes de mi S e ñ o r que
no me bería nenguno en aqueste lugar sino tú. Dixo
Ibrahim: — ¿ C u á n t o abe questas en este lugar? Dixo la
rana: —Abe mil a ñ o s /119r/ Dixo I b r a h í m : —¿De q u é te
probiendas? —Cuando amanege Allah con la m a ñ a n a ,
salle cada d í a sobre aquesta piedra una foja amarilla,
y p r o b i é n d o m e della. Dixo I b r a h í m : — ¿ Y por q u é lloras,
pues no abe sobre tú pecado? Dixo la rana: —Ye I b r a h í m ,
e miedo que no l l e g a r á mi obra /119v/ con lo que a
fecho Allah, aza iva-galla, de gragia sobre m í , y l l o r ó
por miedo de Allah. Dixo I b r a h í m : —Ye mi S e ñ o r , aqueste
es el milagro que me prometiste que me d e m o s t r a r í a s . Y
e n b i ó Allah a él: —Ye I b r a h í m , bes mas adelante, y
d e m o s t r a r t e f é ] mayor milagro que no ese. Y fuese
Ibrahim m á s adelante, y p a s ó por una /120r/ gibdad muy
grande y buena, torreada así como que se ubiese
fra[g]guado laora. Y e n t r ó I b r a h í m por la puerta de la
gibdad, y f a l l ó todas las gentes muertas, sin alqafanas
sino a n s í como se eran, con sus ropas. N o t e ñ í a n n i
g o l í a n , que parece que laora a b í a n muerto. Y no f a l l ó
con quien tablar en aquella gibdad, /120v/ y s u b i ó
sobre sus torres, y e n t r ó en u n r i n c ó n de sus rincones,
y f a l l ó en él una abe muy grande que volaba enta la
cibdad, y c o m i ó las carnes de los muertos, y t o r n á b a s e
a su lugar. Dixo Ibrahim. alayhi iggalem: —L'aggalem
sea sobre t ú , ye abe. Dixo ell abe: —Sobre t ú sea
aggalem, ye amigo /421r/del piadoso. Dixo: — ¿ Q u i é n
te a fecho a saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo
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LA LEYENDA MORISCA D E L IBRAHIM
ell abe: — A l b r i c i ó m e m i señor que no me bería en este
lugar sino tú, ell amigo del piadoso. Y dixo I b r a h í m :
— ¿ C u á n t o abe que estás en esta adunya? Dixo ell abe:
— M i l a ñ o s . Dixo I b r a h í m : —Ye abe, fegme a saber del
fecho desta /121 v/gibdad. Dixo ella: —Por Allah, no
abe a m i saber a ello, enpero bes m á s adelante al r i n c ó n
segundo, y fallarás en él otra abe qu'es mayor que no yo,
y ella te fará a saber del fecho desta gibdad. Y fuese
I b r a h í m al r i n c ó n segundo, y f a l l ó una abe que no p o d í a
bolar, tanto era de grande, y dio acgalem sobrella, y
dixo ella: —Sobre tu sea ag^alem, ye amigo del piadoso.
Dixo I b r a h í m : — ¿ Q u i é n te a fecho a saber que yo soy
amigo del piadoso? Dixo ella: — A l b r i c i ó m e mi señor que
no me bería nenguno en este lugar sino t ú . Dixo
I b r a h í m : —Ye abe, ¿ c u á n t o a qu'estás en esta adunya?
Dixo ell abe: —Dos m i l a ñ o s a. Dixo I b r a h í m : /112v/
— ¿ D e q u é te probiendas? Dixo ella: —Aquella abe que as
encontrado ante de m í , ella me trae p r o b i s i ó n . Y dixo
I b r a h í m : —Fegne a saber de aquesta gibdad, y de los que
están en ella? Dixo ella: —Ye I b r a h í m , sepas que m i
saber no es m á s que tu saber, empero bes al r i n c ó n tercero, que en él ay otra abe mas /123r/ antiga que yo,
que ella te fará a asaber con su fecho. Y fuese
I b r a h í m al r i n c ó n tercero, y f a l l ó una abe que todo se
caía, tanto era de antigua, y no p o d í a bolar. Y ella
atafbihaba ada Allah, y lloraba, y dio agalem I b r a h í m
sobrella y dixo ella: —Sobre t ú sea aggalem, ye amigo
del piadoso. Y dixo I b r a h í m : /123v/ — ¿ Q u i é n te a
fecho a saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo:
— A l b r i c i ó m e m i s e ñ o r que no me bería en este lugar
sinon tú. Dixole: — Y ¿ c u á n t o a qu'estás en esta
adunya? Dixo ella: —Tres m i l a ñ o s abe que estoy en
ella. Y dixo I b r a h í m : — ¿ Q u é es tu p r o b i s i ó n ? Dixo
ella: —Allah t a á l a /124r/ me e n v í a cada d í a una abe
que me da a comer y a beber, y yo no puedo lebantarme
de m i lugar, loado sea Allah, m i señor. Dixo I b r a h í m :
—fefme a saber de aquesta gibdad, y que a seído su
fecho. Dixo ella: —Por Allah, no sé dellos m á s que t ú ,
ye I b r a h í m , enpero bes al r i n c ó n cuarto, que en el
f a l l a r á s /124v/ una abe mayor que no yo de tienpo, y
ella te fará a saber dello. Y fuese I b r a h í m al r i n c ó n
cuarto y f a l l ó en el una abe que se a b í a echo ciego,
tanto era de antiga, y dixo ac^alem sobrella, y dixo
ella: —Sobre t ú sea el accalem, ye amigo del piadoso.
Y dixo el: — ¿ Q u i é n te a fecho a saber que yo soy amigo
del piadoso? Dixo ella: — A l b r i c i ó m e /125r/ m i s e ñ o r
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NRFH, X X X
LA LEYENDA MORISCA D E L IBRAHIM
que no me bería en este lugar sino tú. Y dixo I b r a í m :
— ¿ C u á n t o abe qu'estás en este mundo? Dixo ella: —Abe
cuatro mil a ñ o s . Dixole I b r a h í m : —¿De q u é te probiendas
ye abe? Dixo ella: —Allah, ta ala, me e n b í a cada d í a
una abe, y en su pico un peg, y de aquesto me probiendo.
Dixo I b r a h í m : —Fegme a saber por aquesta cibdad, y que a
seído /125v/ su fecho? Dixo ella: — N o lo sé m á s que
tú, sino por lo que me fizo a saber m i ermana que b i b i ó
muy grande tienpo, que en su tienpo que ella b i b i ó que
c o n o c i ó una bieja de muy grande tienpo, de los des ta
cibdad, que la saibó Allah de lo que d e b a l l ó sobrellos,
que no q u e d ó ninguno sino aquella bieja, y dixo que los
/126r/ desta fibdad eran que no mandaban con la ra<:ón,
ni se debedaban de nenguna cosa esquiba, y m a n d ó Allah
sobrellos una boz que murieron todos mas presto que
p e s t a ñ a d a de ojo. Y dixo I b r a h í m : —Ye m i señor, aqueste
es el milagro que me prometiste que me d e m o s t r a r í a s . Y
e n b i ó Allah a él y dixo /126v/ Bes m á s adelante, ye
I b r a h í m , y demostrate[é] mayor milagro que no ese. Y
fuese I b r a h í m su camino, y bio un enbre qu'estaba su
cabera en el <:ielo y sus piedes en la tierra, y su
senblanga era senblan^a de persona, y el tenía dos alas,
y el lloraba y sospiraba, y dezía: — D a partida de mis
pecados /127r/ y p e r d ó n a m e , ye perdonador de todas las
cosas. Y dio ac^alem sobrel I b r a h í m y dixo: —sobre t ú
sea el aggalem, ye amigo del piadoso. Y dixo I b r a h í m :
— ¿ Q u i e n te a fecho saber que yo soy amigo del piadoso?
Dixo el onhre: —Ye I b r a h í m , a l b r i c i ó m e m i señor que no
me bería en este lugar nenguno sino tú. Dixo I b r a h í m :
/127v/ ¿ Q u i é n eres tú? Dixo: —Yo soy u n almalaque de
los alamaques del al-hagab, y a d e l a n t ó s e m e u n almalaque
con u n atagabih, por aquello me a maldezido mi señor, y
me d a b a l l ó a la tierra, y yo le demando p e r d ó n tiempo
abe de seis mil a ñ o s , y no me a perdonado. Y o te
demando, ye I b r a h í m , por amor de Allah, aquel que te
t o m ó por amigo, que ru /128r/ eg[u]es ada Allah por
m í , que por bentura Allah me p e r d o n a r á . Laora t o m ó
a l - w u d ü I b r a h í m , y fizo assala dos arracadas, y
l e b a n t ó sus manos al cielo. Y no ubo acabado su
r o g a r í a cuando ya lo p e r d o n ó Allah. Dixo I b r a h í m : — Y e
almalaque, sepas que Allah te a perdonado. Dixo el
almalaque: —Ye I b r a h í m , cuando tu acabes de tu a l - w a d ü
/128v/ se abrieron las puertas de los cielos, y
cuando acabes de fazer agala (sic) dixo Allah y los
almalaques: — A l é g r a t e ye almalaque, que Allah te a
perdonado por la r o g a r í a de I b r a h í m . Y s u b i ó laora el
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14
L . P . HARVEY
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S¿c por árabe clásico • f*^
. L a vocal de prolongación puede ser simplemente un
recurso para indicar cualidad más que cantidad. Véase mi artículo "The Arabic dialect of
Valencia in 1595", AlAn, 36 (1971), 81-115.
Sic. E l texto aljamiado de la B.N.M., 5313 dice capa, y el manuscrito de Cuenca caja,
aunque este ú l t i m o no es muy seguro.
Se observará que la lista de procesos que hay un árabe no corresponde con la que
encontramos en la traducción. Las traducciones moriscas dicen simplemente "muelen" allí
1
2
3
donde el árabe dice
O^I^Jo
y
O
; la primera puede significar "tri-
llan" y la segunda "muelen". Mucho agradezco al Dr. J . D . Latham por su ayuda en este
pasaje, aunque en absoluto sea él responsable de mis errores. Para el estudio de las técnicas
hispanoárabes de molienda, etc., recomiendo al lector el artículo de Latham, "Towards the
interpretations of al-Saqati's observations on grain and flour-milling", Journal of Semitic
Studies, 23 (1978), 64-87.
^ Ms. ^
JL*^
5
Sic; cf. supra, nota 1.
6
Ms. f y * ^ V
7
Casi ilegible porque el manuscrito está dañado en esta parte.
8
Árabe clásico.
» Ms.
i» Ms. ^
^4
NRFH, XXX
LA L E Y E N D A MORISCA D E L IBRAHIM
almalaque a su lugar. Dixo I b r a h í m : —Ye m i señor,
aqueste es el milagro que me dezías que me d e m o s t r a r í a s
/129r/ Y e n b i ó Allah: —Ye I b r a h í m , bes m á s adelante,
y demostrarte[é] mayor milagro, y fuese su camino, y
t o p ó s e con un mancebo negro que guardaba u n ganado. Y
a b í a I b r a h í m muy grande sed, y a p l e g ó s e a él, y diole
aggalem sobre él, y dixo el negro, sobre t ú sea aggalem,
ye amigo del piadoso /129v/ y dixo I b r a h í m : — ¿ Q u i é n
te ha fecho a saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo
el negro: — A l b r i c i ó m e m i s e ñ o r que no me bería en este
lugar sino tú. Dixo I b r a h í m : —Ye mancebo, dame a beber
una bebida de agua. Dixo el mancebo: —Ye I b r a h í m , sepas
que no ay en mi poder gota de agua, enpero si quieres
leche. Dixo: /130r/ — N o quiero leche. Dixo el mancebo: —Anda con m í , ye I b r a h í m , y demostrate[é] a[g]ua.
Y fuese I b r a h í m con é l fasta que llegaron a u n cabego de
un monte, y posóse cabo una piedra, y firió en ella el
mangebo con sus piedes, y c a r p i ó s e la piedra, y s a l i ó de
ella una fuente de muy buena agua. Dixo el mangebo:
/130v/ -Ye I b r a h í m , toma a l - w a d ü . Y dixo I b r a h í m : —Ye
mancebo ¿es (sic) de los almalaques o de los anabíes?
D i x o el mancebo: —Ye I b r a h í m , no soy de los almalaques
ni soy de los anabíes, empero quien obedege ada Allah,
toda cosa abebdegese Allah a él. Dixo I b r a h í m : —Ye m i
s e ñ o r , aqueste es el milagro que me /131r/ prometiste
que me d e m o s t r a r í a s . Y e n b i ó Allah a él: —Bes ye
I b r a h í m m á s adelante, y d e m o s t r á r t e l e ] otro milagro
mayor que no ese que as bisto. Y fuese I b r a h í m , y
apartado del camino a b í a u n bosque muy grande, y o y ó u n
lloro muy triste, y fue enta donde o y ó u n lloro, y f a l l ó
un onbre que fazía assala en la mar, /130v/ que
llegaba ell agua fasta su garganta, y dixo I b r a h í m ,
alayhi aggalem: — E l l aggalem sea sobre ti (sic), ye
alabid. Y dixo el onbre. —Sobre t ú sea l'accalem ye
amigo del piadoso. Dixo I b r a h í m : — ¿ Q u i é n te a fecho a
saber que yo soy amigo del piadoso? Dixo: — A l b r i c i ó m e
m i s e ñ o r que no me b e r í a en aqueste lugar /132r/ sino
tú. Dixo I b r a h í m : —Dime ¿ c u á n t o abe qu'estás en este
lugar? Dixo: —Abe ciento y cuarenta a ñ o s . Dixo
I b r a h í m : —¿De q u é te probiendas? Dixo: —Cuando amanece
Allah, e n b í a a m í una abe que trae en su pico una torta
de pan, y con aquello paso. Dixo I b r a h í m : — ¿ D e d ó n d e as
agua para beber? /132v/ Dixo: —Cuando e sed, fiero
con m i pied sobre aquesta piedra, y salle della u n ojo
de agua, y sube a m i boca, y no se m é s e l a la duce con la
c
16
NRFH, X X X
L. P. HARVEY
salada. Y dixo Ibrahim, y marabillose dello: —Ye m i
señor, q u e r í a que me demostrases la grada de este sierbo
que tienes en tu poder. Y e n b i ó Allah a Ibrahim que
fuese /133r/ ada aquel sierbo que le fiziese a saber
qu'era de los del fuego. Y laora marabillose Ibrahim de
aquello, y fuese a el, y d í x o l e : — A l b r i c i ó t e de partes
de m i señor, ca tu eres de los del fuego. Dixo el abid:
—Ye Ibrahim, r u é g o t e con Allah que rueg[u]es por m í a tu
señor, por bentura Allah me perdonara por tu r o g a r í a .
/133v/ Dixo Ibralm: —Plazeme. Y laora tomo alwador
(sic), y fizo dos arracas de assala, y r o g ó ada Allah
que lo perdonase, y dezía el onbre: —Ye señor, r u é g o t e
que si juzgas que yo baya al fuego, fez el fuego de m i
anpleza y de m i larg[u]eza y no tormentes sino a m í . Y
laora ubo piedad Allah [laguna]
c
Allah a todos los
muclimes y muflimas por su piadad. (sic)
A m í n , ye rab al* alamina.
E n Allah creo y estribo, cuerpo y alma le encomiendo,
pues sin él todo es perdido. Y o lo digo, y es muy
cierto.
NRFH, X X X
LA LEYENDA MORISCA D E L IBRAHIM
17
Texto tan extraordinario pide u n comentario y una e x p l i c a c i ó n .
Debo confesar que al encontrarme por vez primera frente al manuscrito de Cuenca, no quise creer lo que v e í a n mis ojos. E n la parte que
corresponde a la c o n v e r s a c i ó n de Ibrahim y la rana — s e g ú n me
consta ahora— creí entonces que estaba leyendo mal la palabra
rana. Me dejé convencer de que ésa era la palabra s ó l o d e s p u é s de un
estudio cuidadoso de la letra. E l cotejo de los textos á r a b e y el
aljamiado confirman esta lectura.
Si en el cuento hay una rana que habla, ¿debemos pensar que
tenemos que ver con u n mero cuento de hadas? Los cuentos de
hadas, desde luego, a ú n en la forma tan degradada en que sobreviven hoy en d í a en la literatura infantil de tipo comercial, no han
dejado de ser medios poderosos para transmitir mitos antiguos.
Creo poder concluir con alguna certeza que este cuento no se n a r r ó
simplemente para entretener a los n i ñ o s ; lo afirmo porque: a) se
asocia en los tres manuscritos conocidos con otros textos de naturaleza exclusivamente devocianaria o religiosa. E l contenido de los
cuadernillos de Cuenca queda descrito arriba. E l manuscrito á r a b e de
M a d r i d contiene tradiciones i s l á m i c a s . E l manuscrito aljamiado
de Madrid ( n ú m . xlviii en el Catálogo de Guillen de Robles) tiene
un Qur'án, abreviado, con otros doce textos piadosos, de los cuales,
el n ú m . 2, "trata de r e s o l u c i ó n de diversas cuestiones morales y
religiosas ; otra es la " R o g a r í a de la nube" ( n ú m . 12), y el resto son
cuentos de naturaleza moralizante, tales como la " R e l a c i ó n de lo
que sucede en el sepulcro a quien observa o abandone la azzala
( o r a c i ó n ) " ( n ú m . 4); y el relato que concierne a Ibrahim ( n ú m . 9). b)
E l mero hecho de poseer textos i s l á m i c o s de cualquier naturaleza era
extremadamente peligroso en la E s p a ñ a del siglo X V I . Los cuadernillos de Cuenca son como un ú l t i m o resto, dolorosamente breve, de la
r e l i g i ó n i s l á m i c a . Apenas puedo imaginar que un morisco haya
copiado, junto a un calendario religioso, un cuento que c o n s e r v ó
para su solaz, c) Sabemos, por la Suma de los principales mandamientos y devedemientos de la ley y qunna de Y^e de Gebir ( q u i z á el
texto m á s autorizado para la i n f o r m a c i ó n sobre la fe i s l á m i c a y su
p r á c t i c a en Castilla en el siglo X V ) , que los relatos que conciernen a
Ibrahim están relacionados con el ídal adhá:"Assí
mesmo h a r á n en
la Pascua de las adeheas, nombrando en la primera alhotba la
ibantaja de las adaheas, acordando a los creyentes el fecho de Y b r á h i m y de su hijo Izmael los bienaventurados" (véase Memorial
histórico español, t. 5, Madrid, 1853, p. 293).
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c
Por las razones expuestas, creo que el texto tenía valor religioso
para los lectores moriscos. Antes de que podamos emprender u n
estudio completo de su valor religioso, necesitaremos saber mucho
m á s acerca de todo el corpus de estos escritos tales como circulaban
en E s p a ñ a . He explorado, no con mucha profundidad, en las ediciones modernas de las Qisas al-anbiyá,
pero no he encontrado u n
18
L. P. HARVEY
NRFH, X X X
paralelo a los textos que se refieren a Ibrahim. Sin embargo, como
dice T . Nagel. s.v. A l - K i s á í en la Enciclopedia of Islam: 'Investigaciones recientes prueban que las vidas de los profetas s e g ú n aparecen en los numerosos manuscritos de los Kisas al-anbiyá de a l - K i s á ' i
pertenecen a la t r a d i c i ó n de la cuentística popular del Islam medieval. Sería i n ú t i l buscar un autor al-Kisá'i que hubiera escrito los
Kisas en una fecha determinada. Es una figura tan vaga como el
narrador al-Asma'i en el cuento de « A n t a r » " . E n vano b u s c a r í a m o s ,
a ñ a d e , "un texto e s t á n d a r de las leyendas". Queda claro, entonces,
que el problema es complejo y equiparable en su dificultad con la
i n v e s t i g a c i ó n de las c r ó n i c a s medievales dentro del campo de los
estudios h i s p á n i c o s .
Naturalmente, hay otras maneras de acercarse al cuento y otras
interpretaciones posibles. N o es necesario tener conocimientos profundos de la a n t r o p o l o g í a estructural s e g ú n la escuela de L é v i Strauss para ver que p o d r í a m o s analizar la leyenda como un complejo en buena medida estructurado por esquemas de referencia a los
distintos modos de preparar y consumir comida y bebida. E l m á s
notable de estos esquemas es la o p o s i c i ó n entre Ibrahim, consumidor de pan de cebada (y experto en todas las etapas de su producc i ó n ) , y el s a n t ó n , exclusivamente c a r n í v o r o : esquema en el que se
plasma la v i e j í s i m a disputa entre sociedades de cazadores y sociedades de agricultores. L a pregunta "¿De q u é te probiendas?" se repite a
lo largo del texto entero. E n u n relato que c o r r í a en la P e n í n s u l a
ibérica, es curioso el dato de un pastor negro que se alimentaba con
leche. Podemos descartar la posibilidad de que esa i n f o r m a c i ó n — e t n o g r á f i c a m e n t e bien fundada— se base en conocimientos directos
de las regiones del Á f r i c a negra en donde v i v í a n esos pastores. E l
cuento debe haberse difundido por lo tanto a través de una larga
cadena de t r a n s m i s i ó n , no necesariamente escrita.
f
11
Q u i z á m á s notable a ú n es u n detalle que parece invitarnos a
adoptar una teoría a n t r o p o l ó g i c a m á s vieja, la difusionista de Frazer.
Estoy pensando en la e x t r a ñ a historia del s a n t ó n , que, después de
comer el carnero, r e ú n e los huesos, los coloca en la piel y revive al
animal. Parecidas creencias se encuentran en partes del mundo muy
En la literatura, relativamente abundante, sobre el profeta Ibrahim, no he encontrado
aún referencias del interés por el profeta en la España islámica. Los textos básicos son, por
supuesto, ath-Tha labi, Qisas al-anbiyá (he consultado la edición A . H . 1312 del Cairo, véase
especialmente p. 43) y al-Kasá'í, Qisas al-anbiya (consulté una edición sin fecha en la
biblioteca de la School of Oriental and African Studies de Londres, pp. 128-14, y la edición de
Eisenberg, Leiden, 1922). U n estudio general de gran utilidad es el de D. SIDERSKY, Les
origines des légendes musulmanes dans le Coran et dans les vies des prophetes, Paris, 1933. Si
aceptamos el punto de vista de Nagel, deberemos extender nuestra búsqueda a otras formas de
literatura popular. En su artículo, "An allegory from the Arabian nights: The city of Brass",
BSOÁS, 34 (1971), 9-19, Andreas Hamori trata, entre otras cosas, el tema de la ciudad cuyos
habitantes han muerto (p. 13), tema importante en relación con nuestro texto. En Mélanges de
la Faculté Orientales de l'Université Saint Joseph, 4 (1910), p. 46, dijo el p. Cheiko: "Nous
souhaitons en terminant qu'un ou plusieurs orientalistes consacrent leur temps a l'étude de
ees Apocryphes. C'est une littérature fort curieuse qui leur reserve beaucoup de surprises".
1 1
c
NRFH, X X X
LA LEYENDA MORISCA D E L IBRAHIM
19
lejos la una de la otra, entre pueblos cazadores, quienes, de esta
manera, procuran asegurar la abundancia de la caza. U n o Harva, en
Die religiösen
Vorstellung der altaischen Völker (Helsinki 1938),
p u b l i c ó fotografías de plataformas construidas adrede para conservar los huesos de animales salvajes (p. 434); y Ake Hultkranz, en su
libro Conceptions of the soul among North American Indians (Estocolmo, 1953) dice: "Como se sabe, estas tribus [los apaches jicarilla]
consideran que la p r e s e r v a c i ó n de los huesos (de preferencia puestos
en el orden a n a t ó m i c o que les corresponde) es g a r a n t í a de que la
presa resucitará" (p. 175).
¿ C ó m o l l e g ó este cuento a la P e n í n s u l a ibérica, y por q u é lo conservó la comunidad morisca? N o podemos pensar en un p r o p ó s i t o
funcional porque los moriscos nunca fueron cazadores. Si t u v i é r a mos que clasificarlos s e g ú n una o p o s i c i ó n binaria entre cazadores y
agricultores, los moriscos serían clasificados, sin duda alguna, como agricultores, y en este cuento Ibrahim es un agricultor. Pero en
la P e n í n s u l a ibérica los moriscos no se encontraban en conflicto con
cazadores, sino con ganaderos y pastores, es decir con los cristianos
transhumantes. Este aspecto del problema morisco está muy descuidado, aunque ya en 1919, G . M . Amando M e l ó n y Ruiz de Gordejuela lo e s t u d i ó muy bien en su tesis doctoral, Lupercio Latrás y la
guerra de moriscos y montañeses
en Aragón a fines del siglo xvi.
Hasta que el profesor loan Lewis me lo hizo notar, no me h a b í a
dado cuenta de que no existía en el texto referencia e x p l í c i t a a
Mahoma o al Islam. Creo que el detalle se me h a b í a escapado
porque todo el vocabulario utilizado es i s l á m i c o . Si damos importancia al hecho de que Mahoma no se menciona, p o d r í a m o s considerar el texto como muestra de un cambio hacia alguna forma de
sincretismo, hacia un Islam en el que no encuentran ya los aspectos
religiosos menos aceptables para los cristianos. Pensamos, inevitablemente, en el sincretismo religioso creado en Granada en 1590
por los falsificadores de los libros p l ú m b e o s del Sacromonte, que nos
dieron un cristianismo del que estaban ausentes aspectos como la
divinidad del hijo y la c o m u n i ó n con el vino que tanto repugnaba a
la piedad musulmana, Este texto de Ibrahim es demasiado breve
como para que saquemos alguna c o n c l u s i ó n . Otros textos moriscos
del mismo estilo deben considerarse dentro del contexto del Islam
medieval t a r d í o en general. N o sería difícil traer a cuenta otros
documentos moriscos en donde no s ó l o se menciona al Profeta, sino
que se celebran sus obras y su persona. Por fin, en lo que respecta al
profeta Ibrahim, debemos recordar que hay muestras de reverencia
hacia su persona profundamente arraigadas en las formas m á s
ortodoxas del Islam (aunque en el nivel m á s arcaico, el del mismo
Qu'ran, el problema de la i n t e r p r e t a c i ó n correcta del t é r m i n o hanif
trae problemas, en lo que hace al sincretismo, y no hay consenso
entre los especialistas para resolver el conflicto).
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L. P. HARVEY
NRFH, XXX
Los cuadernillos de Cuenca y su historia, a pesar de su naturaleza
framentaria y de su escritura torpe, son pruebas valiosas de los
esquemas de la vida interior de la comunidad morisca. Ahora que
los especialistas prestan m á s a t e n c i ó n a la historia de las mentalidades, no podemos darnos el lujo de ignorar material como éste. Los
inquisidores que conservaron estos fragmentos no estaban, al parecer, muy seguros de su verdadera naturaleza, pero Baltasar Ortiz
tenía r a z ó n cuando dijo " ¡ C u e r p o de Dios. Esto es cosa de moros!"
H a b í a dado con u n documento muy importante.
L . P. HARVEY
University of London, King's College.
AGRADECIMIENTO
El trabajo de archivos para preparar este estudio se realizó con la ayuda de una beca de
investigación de la British Academy, y quiero agradecer a los. que administran el Fund for
Small Research Grants in the Humanities. Gracias a la Dra. Mercedes García Arenal (y a su
excelente estudio La Inquisición y los moriscos: los procesos del tribunal de Cuenca, Madrid,
1978), por haber llamado mi atención sobre los documentos de Cuenca. Agradezco también el
C a n ó n i g o Archivero del Archivo Diocesano de Cuenca, fray Dimas Pérez Ramírez, así como la
cuerpo de la sección de manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid, por su generosa
ayuda y cortesía. Mucho aproveché de las discusiones que tuve con el profesor Arthur Hatto
sobre las primeras versiones de este artículo (a él debo las referencias sobre la costumbre de los
cazadores de conservar los huesos), con el profesor loan Lewis, la Dr. L a Fontaine, y los
miembros del seminario del departamento de A n t r o p o l o g í a Social de la London School of
Economics. Cualquiera error u omisión es, naturalmente, de mi entera responsabilidad.
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