Hablando con Mohammad Bitari, desde el campo de refugiados. Una voz desde Yarmuk “Había una vez un lago dentro del infierno sirio, y era el campo de refugiados de Yarmuk; pero también aquel lago es ya un infierno dentro del infierno”. Mohammad Bitari es portavoz de la red de las organizaciones de la sociedad civil en Yarmuk y periodista. Su familia vive en el campo desde hace dos generaciones. Yarmuk está a pocos minutos a pie del palacio del autócrata y verdugo Bashar al Assad. Es un triángulo de casas que penetra hacia el centro de la ciudad y una de las calles que señala el perímetro se llama –ironía del régimen– “Palestina Street”. La tierra donde surge es alquilada por UNRWA (agencia de la ONU para los refugiados palestinos, NdR) que paga aún al régimen un canon anual... Mohammad: Es un lugar repleto de casas y de personas con tres calles principales desde las cuales se inervan callejones y callejas. Las tres calles dividen en porciones distintas el barrio. Yarmuk no se puede separar de los destinos de la población siria. Cuando el régimen empezó a atacar y bombardear a la población civil, con el avance del frente revolucionario hacia Damasco y las manifestaciones en la capital, muchos miles de personas entraron en el campo para refugiarse. Hemos abierto las casas, las mezquitas, hemos escondido en los sótanos a los militantes revolucionarios. Hemos compartido las mantas y la comida con miles de personas. Con la revolución, el 15 de mayo de 2012 y el “día del retorno”, ha habido un cambio en la movilización de los palestinos, cuando nosotros desde Siria hemos marchado hacia la frontera con Israel contemporáneamente con palestinos de Jordania, de Egipto y de Líbano. Manifestaciones pacíficas que querían unir con las primaveras árabes la lucha del pueblo palestino por el derecho al retorno... Pero que Assad quería utilizar como un arma de chantaje internacional y contra la revolución... M: Sí, quería transformar la lucha del pueblo palestino en una bala en la pistola del régimen. Tres chicos de Yarmuk han sido asesinados y la reacción de la población del campo ha sido imprevista también para el régimen y sus cómplices: el Frente popular de liberación de Palestina-Comando General de Ahmed Jibril y el partido fantoche “Palestina Libre”, que el 5 de junio han convocado otra manifestación por la naksa (el aniversario de la guerra de los Seis Días, NdA). Cerca de las fronteras con Israel se ha desencadenado entonces una batalla en la que han muerto 25 personas y decenas han sido heridas, víctimas tanto de los tiradores israelíes como del ejército sirio y del de Ahmed Jibril. El 6 de junio en Yarmuk en los funerales de las víctimas ha aparecido una bandera con el eslogan: “La gente quiere la caída del régimen” pero la gente clamaba también contra Ahmed Jibril. Ha sido una de las manifestaciones más grandes en la ciudad de Damasco. Han disparado contra quien se manifestaba y Jibril ha sido salvado por el Ejército sirio con ayuda de vehículos armados. El régimen había decidido castigar a los palestinos antes por la solidaridad con los revolucionarios sirios y después porque nos habíamos liberado de los cómplices de Assad... De las 250.000 personas que vivían en Yarmuk permanecen menos de 20.000. Una vez más, un éxodo de palestinos dentro del éxodo más general de millones de refugiados que desde Siria y desde Iraq huyen de la guerra y del terror genocida de Daesh que ahora está dentro del campo... M.: En Yarmouk no viven sólo palestinos, si consideras los millones de personas de los barrios adyacentes. El éxodo concierne a los palestinos en primer lugar pero también a los sirios que huyen de la represión del régimen y ahora también del Daesh Daesh había intentado penetrar en el campo ya la pasada primavera, pero no lo han conseguido gracias a la resistencia palestina, ¿qué ha sucedido a principios de abril de este año? M.: Es necesario decir en primer lugar que muchos combatientes han sido asesinados, sobre todo de la brigada Aknaf Beit al Maqdis (cercana a Hamas, NdA), que ha tenido un papel decisivo en rechazar la ofensiva y lo está teniendo también hoy, con los “Libres del ejército de liberación de Palestina”, un pequeño grupo de palestinos que han salido del ejército sirio. A pesar de esto hoy Yarmuk es controlado casi completamente por Daesh. Han entrado con un engaño orquestado con su aliado al Nusra con el que las milicias palestinas habían pactado un armisticio para respetar a la población civil. El campo no ha caído todavía del todo pero hay algunos centenares de militantes que están rodeados por el Ejército sirio y por Daesh. Hablemos ahora de la posición que ha asumido la OLP: ha declarado no querer ser involucrada en los “conflictos internos” de un Estado, es decir el definitivo y cínico abandono de la causa de los refugiados y del derecho al retorno, que es así malvendida por su dirección histórica... M.: Había ya sucedido con los Acuerdos de Oslo firmados por Abu Amar (Yasser Arafat, NdA) en los que los dos puntos más importantes, al Awda (el retorno, NdA) y Jerusalén, han sido regalados a Israel. Ha sido una separación definitiva de la causa de los refugiados palestinos de la Autoridad nacional palestina. Centenares de militantes de al Fatah han sido víctimas en los años del régimen de Damasco pero algunos se han pasado hoy a Daesh. Además, la OLP había anunciado que habría permitido salir del campo al menos a 2.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, pero no es cierto. Así como que habría llevado ayudas alimentarías, pero no es verdad. En el campo hay 3.500 niños de dos y tres años que desde que han nacido no han comido nunca pan. No saben qué es el pan y la fruta. La Comune ha estado históricamente al lado de la solidaridad con el pueblo palestino y con la población siria, con la revolución y hoy contra la guerra y contra el monstruo neo nazi del ISIS. También recientemente siniestros personajes cómplices del régimen de al Assad han intentado mortificar las auténticas manifestaciones de solidaridad con Yarmuk imponiendo que no se critique al régimen o pretendiendo separar la solidaridad con la lucha palestina de aquella con el pueblo sirio... M.: La solidaridad no puede separar al pueblo palestino del sirio o del kurdo. Es necesario movilizarse denunciando las responsabilidades del régimen, de Daesh y también de la OLP. Nosotros, los palestinos de Yarmuk, y hablo en nombre de 18.000 personas, necesitamos la solidaridad concreta pero no sólo. La alternativa es volver a Palestina, no se puede pensar que los palestinos estén dispuestos a ser una vez más refugiados. Por eso exigimos una solidaridad clara contra quienes son enemigos de la humanidad hoy. Daesh es el acrónimo árabe de Estado Islámico de Iraq y Levante. ISIS es el acrónimo equivalente en inglés A cargo de Fabio Beltrame Traducción: Lucía Álvarez