LA CONFLICTIVA RELACIÓN ENTRE CIENCIA, ÉTICA Y ECOLOGISMO. Las relaciones entre ciencia, ética y ecologismo no están exentas de paradojas y de contradicciones, cuando no de virulentas polémicas y enfrentamientos. Abordaremos inicialmente está contradicciones por pares en primer lugar la relación entre ciencia y ética. Originalmente la tríada medieval compuesta por el bonun , el pulchrum y el verum ( bondad/ etica, belleza/ estética y verdad/ciencia) , constituían una unidad indisoluble ( nulla aetica sine aestetica, nulla aestetica sine aetica). La irrupción del nominalismo de Occam , del racionalismo de Locke y del escepticismo de Hume destruyeron tal unidad. El racionalismo cartesiano y la cultura analítica y atomista del mecanicismo consagró tal divorcio sobre la base de los principios de separación analítica. La distinción kantiana entre razón práctica y razón teórica acabo edificó una arquitectónica del saber centrada en esta división entre el conocimiento científico exento ya de todo valor moral y de toda dimensión estética y ética ( valores en sí mismo positivos, auto justificación trascendental, subjetivismo. En el pensamiento moderno está prohibido transgredir estas fronteras y especialmente la que divide la valoración ética de la descripción científica. De esta forma hemos obtenido una "ciencia sin conciencia ( parafraseando al contrario de la expresión usada por Morin) y una "conciencia sin ciencia " (sin apoyatura ontológica solo sicológica o jurídica. Todo lo demás es o "falacia naturalista" ( deducir leyes morales de leyes científicas) o teología (deducir leyes científicas de leyes morales. La relación pues entre ciencia y ética ha sido, y en gran medida sigue siendo, de divorcio y de incomunicación. Hay entre la lógica moral y la lógica científica una relación de inconmensurabilidad que hace teóricamente imposible cualquier reducción ( o traducción) de enunciados de una a otra o el encuentro en cualquier territorio común de diálogo y debata. No es que la ciencia sea inmoral y la ética falsa o anticientífica: son amorales y acientíficas respectivamente ( en todo esto ayudó mucho la doctrina fideista admitida incluso por la propia iglesia católica en última instancia. ¿Pero esta situación de aislamiento es realmente insuperable?¿Está la división en la "naturaleza de las cosas?"¿ Es posible que ese vastísimo campo de creencias, argumentaciones, actos y prácticas que es la ciencia funcione sin ningún tipo de valores morales y sin ningún sustento ético?¿ Y por el contrario puede entenderse que la ética carece de cualquier anclaje en la racionalidad o en la "naturaleza de las cosas y de los hombres?" ¿ Es posible en fin una ontología sin axiología o una axiología sin ontología? Sobre ello volveremos más adelante, de momento dejemos anotado la situación y sus interrogantes. Veamos el otro par, el compuesto por ciencia y ecologismo. Aquí tenemos que detallar, en primer lugar, la existencia de una situación paradójica por la cual por un lado todo el discurso ecologista proviene de datos obtenidos y respaldados científicamente ( los ecologistas perciben la crisis ecológica con ojos científicos), incluso la denominación de origen está tomada prestad de una ciencia la "ecología". Por vez primera una ideología política y social reciben su denominación de una ciencia. Por otro lado el discurso ecologista se distancia y se enfrentan a la ciencia a la hora de establecer las responsabilidades y las culpas de la crisis ecológica (el cientifismo, el racionalismo, el mecanicismo, la racionalidad científico-técnica) y en muchos casos ignora, cuando no desprecia, el papel de la ciencia a la hora de configurar alternativas a esta misma crisis. Podemos decir que hay una percepción racional de la crisis ecológica pero una alternativa irracional o acientífica a la misma. Tal paradoja ha sido interiorizada por el ecologismo hasta el grado que muchos discursos ecologistas utilizan las nociones entresacadas de la meteorología, la botánica, la geología, la zoología o la química para denunciar y demostrar los efectos catastróficos de la cultura científica y racionalista a la que impugnan por falsa ( la vida no es así) y por dañina ( sus efectos son destructivos. Esta interiorización ha llevado a abrazar las explicaciones más inusitadas bajo los paraguas de un supuesto y malentendido holismo, del esoterismo orientalistas, del energetismo ilusorio o de las imposibles experiencias extrasensoriales ( sí hay experiencia hay algún tipo de sensibilidad, si no hay ninguna sensibilidad entonces no hay experiencia; Podrá haber, a lo sumo, experiencia paranormal, fuera de las normas cognitivas admitidas. El budismo , la el chamanismo, la intuiciones místicas o el hinduismo no son instrumentos más ciertos y más buenos, como parece creer la ecología profunda, que la geología, la botánica o la química orgánica para construir un sistema y una cultura sostenible y ecológica. Bien es cierto que esto no ocurre en todo el discurso ecologistas, ni se da con igual magnitud en todo los discursos. Pero también es cierto que de una manera u otra esta paradoja atraviesa, en un grado mayor o menor, todo discurso alternativo sobre la crisis ecológica que pueda ser identificado con el ecologismo social y político. Por tanto, tiene por un lado una relación inexistente entre ética y ciencia, y por otro lado, una comunicación confusa y contradictoria entre ecologismo y ciencia. ¿Es esto realmente así? Me propongo demostrar aquí dos cuestiones a este respecto: una, que el supuesto divorcio entre ciencia y moral es falso y que lo que sí existe es un muro de separación ( descontrol) de la ciencia con respeto a una ética pública y democrática. Y dos, que no hay ninguna contradicción fundamental entre ecologismo y ciencia sino una confusión, lo que provoca la contradicción fenomenológica, entre una versión ideológica ( paradigma científico) el mecanicismo y un uso determinado la tecnociencia y el ecologismo. Pero la ciencia no es solo mecanicista y no es solo tecnociencia. La alianza entre la ciencia y la ecología es tan evidente como necesaria, pero tal alianza no depende solo de afinidades epistemológicas u ontológicas sino de opciones éticas que deben gobernar la investigación científica y la aplicación técnica. Como se podrá ver las líneas de disolución del divorcio ética-ciencia y de las contradicciones entre ciencia y ecología son complementarias en el proyecto de un mejor diseño de las utilidades sociales y ambientales de la ciencia. ¿ Por qué hay valores en la ciencia y por que hay ciencia en los valores? Toda actividad humana consciente y social, medida por alguna forma de leguaje natural o artificial, es gobernada por ideas y reglas sobre lo justo, lo bueno, lo deseable, lo legítimo. La actividad científica esta cargada de estos componentes de tipo inter-subjetivo o social ,que sirven para motivar la acción, organizar la percepción, seleccionar los datos relevantes de la realidad externa, impulsar programas, definir metas y resultados, bendecir objetivos, etc. Incluso la misma ciencia cuenta con reglas epistemológicas que le diferencian de la brujería o la religión. La definición de lo verdadero o de lo correcto remite genealógicamente a ideas morales. Los mismo sentimientos son siempre sentimientos morales. Todo esto sin recurrir a la historia empírica de los conceptos y los métodos científicos cargados de influencias externas de tipo social y moral como muy bien nos detalla la historia social de la ciencia. 1.2.¿ CIENCIA O TECNOCIENCIA? La confusión entre ciencia y tecnociencia, provocada por la hegemonía política, práctica e ideológica de la tecnociencia sobre la ciencia está en el origen de la contradicción del ecologismo que por un lado se basa cognitivamente en los datos e investigaciones científicas para describir, percibir y denunciar la crisis ecológica y que por otro se opone y critica a la ciencia y sé declarar acientífico. Pero en realidad lo que ocurre es que la información proviene de la ciencia y las contradicciones de la tecnociencia. A lo que muchos ecologistas critican cuando creen o dicen criticar a la ciencia es en última instancia a la tecnociencia. La confusión entre tecnociencia y ciencia resulta demoledora tanto para unos como para otros. Por ello creo muy pertinente establecer cual son las distinciones entre ambas. Recurriremos a la diferencia que establece J. Echevarria entre ciencia y tecnociencia y que pasamos a detallar. Las notas características de la ciencia son: La ciencia busca un conocimiento adecuado ( coherente con los hechos, verdadero etc.) Propone diversas representaciones del mundo ( micro, macro, biológico, físico, etc.) Obtenida y justificadas según métodos precisos y con ciertas características Cuyo objeto es la naturaleza, aunque también se aplica alas sociedad. Actualizado y evaluado por la comunidad científica correspondiente. Hecho público y divulgado por la enseñaza pública y otros medios públicos. La ciencia ha mostrado gran utilidad social Los científicos se han profesionalizado y tiene una cultura y una deontología profesional El conocimiento científico se ha considerado un bien social en los Estados contemporáneos Se ha basado en la formalización matemática o en enunciados lógicos. La tecnociencia es, sin embargo, otra dimensión aplicativa de la ciencia, que se caracteriza por: Su objetivo es la transformación científica del mundo. Se basa en un desarrollo tecnológico e industrial encaminado al mercado y la eficacia económica. Esta cargada de valores distintos a los valores epistemológicos de la ciencia. Se concreta como poder dominante en los escenarios económicos, militar, mediático-cultural o político. El incremento de la productividad y del beneficio es un objetivo central. Se inserta en un nuevo modelo industrial. Usa un nuevo formalismo: la informática. La tecnociencia no se reduce a la razón pura teórica ( episteme) sino que se inserta en la razón pura práctica ( economía, leyes, política. La tecnociencia rompe con la distinción kantiana entre razón práctica y razón teórica. Entre los proyectos que podemos citar de la tecnociencia está el taylorismo y el fordismo, el proyecto Manhatan, la física de partículas o biotecnología. El uso del paradigma epistemológico mecanicista junto con la ideología cientifista y el productivismo capitalista constituyen el cuerpo teórico de la tecnociencia dominante. Para que este dominio tuviera lugar era necesario que determinadas líneas que estaban ya en la epistemología y en el discurso científico se desplegaran más que otras y que el divorcio con la ética ( la moral religiosa antigua o la moderna ética pública) se consolidara. ¿Qué es el cientifismo? Es una ideología en el sentido marxista del término, es decir, una forma de "falsa conciencia" por la cual se convierte a los postulados metodológicos y axiológicos de la tecnociencia en epistemología única y autoritaria. Para el cientificismo la tecnociencia es el única matriz de producción de conocimiento verdadero. Ese conocimiento y ese método son ajeno e inmunes a cualquier consideración ética o social ( la neutralidad valorativa. La tecnocracia es le resultado ético político "natural" de la ideología cientifista. Por tanto, no se debe confundir lo que es la ciencia con toda su apertura, plasticidad y capacidad de contradicción; con lo que es la tecnociencia como uso aplicado de determinadas posibilidades de la ciencia, arropado sobre un discurso legitimador acrítico y cientifista. La contestación ecologista y la responsabilidad ecocida deben dirigirse en realidad más hacia la práctica y postulados tecnocientíficos y hacia la ideología cientifista que hacia la ciencia. EL PARADIGMA DOMINANTE: EL MECANICISMO ATOMISTA. La teoría de Jun sobre las revoluciones científicas determina que la comunidad científica trabaja siempre en el marco de un paradigma dominante que responde a intereses y presiones del contexto social e histórico y que solo es refutado por un nuevo paradigma ( racional y científicamente inconmensurable) que por razones extra científicas hace cambiar a la comunidad de paradigmaza ciencia pues es un hhecho histórico, plural, cambiante, no exento de contradicciones y que responde, además, a intereses e ideologías sociales e históricas. El paradigma científico dominante que ha dado lugar a los usos ecocidas de la tecnociencia es el mecanicista-atomista-analítico. Es estructuralmente mecanicista ( concibe a los cuerpos como máquinas); ontológicamente atomista ( la prioridad y la propiedad de un cuerpo reside en la última parte); y es epistemológicamente analítico ( conocemos los cuerpos separándolos y descomponiéndolos; es decir, matando. Sobre esta selección de modelos paradigmático es el contexto pragmático el que determina el contenido ideológico de la tecnociencia. ¿Y no hay en ese contexto pragmático que selecciona las líneas y postulados dominantes valores? Valores de todo tipo epistemológicos, morales. Hay una teoría del valor y una matriz de valorización detrás de este proceso de selección dentro del extenso sistema de la ciencia, que da lugar a la tecnociencia. La prueba de ello la naturaleza de ese contexto pragmático de la tecnociencia que no es otra y la misma que la del proceso de modernización capitalista cuyas necesidades de explotación casan muy bien con la representación mecanicista de la naturaleza. Las últimas revoluciones tecnológicas han venido ha agigantar esta tendencia pues ha convertido a la tecnociencia en la principal fuerza productiva ( una fuerza inmaterial e intangible) sustituyendo a las "materias primas" ( material energía) Y esto es posible por que la forma capital provoca a través de la forma universal de la mercancía que toda relación social sea apropiable y reproducible por la escala ampliada de del capital. Los mitos del paradigma dominante. Infinitud del recurso natural. Sustitución de naturaleza por tecnología( capital por capital tecnológico. La tecnociencia como monopolio de la verdad. El progreso: el avance teleológico de la historia en una dirección progresiva, acumulativa y positiva. La distinción radical entre sujeto y objeto. La naturaleza inerte ( física / inorgánica) de la materia. Antropocentrismo fuerte. Atomismo ( teoría de las propiedades. Fijación del principio de separación ( analítico) como único momento de la razón. Olvido ontológico del tiempo. La ilusión del todo ( certeza, verdad, absoluto, perfección, completud) 2.2. LOS IMPERATIVOS DE LA TECNOCRACIA. El conjunto de valores y creencias de naturaleza moral o ética que gobiernan hoy en día una cierta tendencia dominante de la tecnociencia contemporánea, están fundamentados en la combinación, un tanto contradictoria y oportunista a la vez, de dos tipos de imperativos que denominaremos: Imperativo tecnocrático: " Todo lo que puede ser hecho debe ser hecho". Imperativo egolátrico o subjetivista": Todo lo que debe ser hecho puede ser hecho". Ambos imperativos se deducen de dos grandes corrientes del pensamiento moderno donde la fe ciega en la tecnología se combina con la fe, no menos ciega, en las posibilidades del sujeto y de su voluntad. En términos nietzscheanos podríamos unificar ambas corrientes en una única dirección": la voluntad de poder". Por un lado, la posibilidad técnica gobierna a la decisión. Y por otro, la voluntad no tiene límites en sus posibilidades de realización técnica. Tecnocracia y subjetivismo se muestran como complementarios. Las idea dominantes en el desarrollo de la tecnociencia han dado lugar, como ya hemos advertido, a la tecnocracia, es decir, a una sistema de legitimación donde los valores pragmáticos ( en términos kantianos) se han impuesto a los valores categóricos o deberes en sí, de naturaleza moral. El martillo ha tomado el relevo al brazo y al cerebro y los ha esclavizado de tal modo que ya no es un útil, ni un instrumento, ya no es siervo sino señor.