Experiencias de Profesores en Secciones Bilingües

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Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Bulgaria
Ismael Pérez Romero
Instituto Bilingüe nº 157 «César Vallejo», Sofía
157 гимназия с изучаване на чужд език "Сесар Вайехо", гр. София
Llevo cuatro años en el programa de secciones bilingües. Todo este tiempo he estado trabajando como profesor en el instituto César Vallejo de
Sofía y mi valoración de esta experiencia es muy positiva.
En lo que respecta al trabajo, mi tarea ha sido la de impartir la asignatura
de conversación, mientras que los compañeros de búlgaro se dedican al
curso general de español. Se podría decir, pues, que es una asignatura
complementaria. Y en general, los resultados han sido satisfactorios. Los
alumnos son participativos y les gusta trabajar en parejas o en grupos.
Por lo demás, no puedo señalar ningún problema reseñable en cuanto a
la disciplina.
En el instituto siempre me han tratado con cordialidad y los compañeros
siempre te ayudan cuando necesitas algo, como por ejemplo los trámites
burocráticos. Es verdad que al principio cuesta un poco acostumbrarse
al cambio de modelo educativo (clases de 40 minutos, firmar el registro
común, etc.) pero enseguida se interioriza con la rutina diaria y la ayuda
de los colegas.
Otro aspecto reseñable del programa es que nos da la oportunidad de la
formación continua a través de los seminarios que organiza la Consejería
de Educación. En ellos se nos da además la oportunidad de participar
como ponentes. Y también se nos ofrece participar en las diferentes publicaciones de la Consejería. Así pues, a la experiencia como profesor se
une la oportunidad de formarnos y por tanto mejorar nuestras destrezas
como profesores aprendiendo de las experiencias de diferentes expertos y
de las de los mismos compañeros.
Tampoco hay que olvidar el Festival de Teatro en Español que se celebra
en febrero. Su realización conlleva un importante esfuerzo para todos,
pero éste resulta muy gratificante por la implicación de los alumnos y por
el reto que supone llevar a cabo una tarea tan ardua.
Por otra parte, la vida en Sofía es tranquila y agradable, con muchas cosas
para hacer en el tiempo libre. El coste de la vida es bastante más barato
que en España (lo cual incluye la vivienda), así que se puede vivir con
bastante comodidad.
En definitiva, la elección de trabajar como profesor de una sección bilingüe en Sofía ha sido positiva y gratificante tanto en lo personal como en lo
profesional y se la recomiendo a todos aquellos colegas que deseen iniciar
una nueva experiencia en Bulgaria.
Experiencias de profesores
България
la hora de rellenar formularios y solicitudes que no parecerían necesarias
a priori (solicitud de vacaciones, días festivos -se suelen recuperar algún
sábado-, suplencias…). Es fundamental señalar que el profesor extranjero
debe entender su posición y, dentro de la libertad propia a la hora de
diseñar la programación docente, comprender la necesidad de asumir el
sistema docente búlgaro. Mi centro no proporciona vivienda, puesto que
asigna una cantidad mensual para pagar un alquiler.
Profesionalmente la experiencia es enriquecedora y debe citarse la posibilidad de formación gratuita que imparte la Consejería de Educación, así
como la colaboración con el Instituto Cervantes de Sofía.
Con respecto a la vida diaria es evidente que debe aprenderse el alfabeto
cirílico y un vocabulario mínimo. Aunque hablo el idioma, puedo asegurar a los futuros profesores del programa que no es imprescindible saber
búlgaro; la mayoría de los búlgaros habla inglés.
Es sencillo abrir una cuenta bancaria y el cambio de la leva está fijado al
euro (dos levas, un euro). El costo de la vida, para un español, resulta barato. Se puede comprar cualquier producto en sus supermercados y, en los
últimos años, se han establecido todas las franquicias internacionales en
sus numerosos centros comerciales. La gastronomía es similar a la española (ensaladas, legumbre, carnes a la parrilla y su famoso yogur). Bulgaria
es el segundo país del mundo en velocidad de internet, tras Corea del Sur.
Todo el mundo tiene en su casa televisión por cable y fibra (a unos excelentes precios). En Sofía hay una variedad de transporte público (metro,
autobús, tranvía, trolebús y taxi colectivo), aunque la mejor manera de
desplazarse por la ciudad es el taxi; barato y fiable.
Advertir al profesor nuevo que el carácter y trato búlgaro es diferente al
español. El búlgaro es más reservado y seco, aunque tiene un componente
festivo muy parecido al hispánico.
El clima es duro, aunque no lo anuncie su latitud. Los inviernos búlgaros comienzan tarde y se prolongan hasta bien entrada la primavera. La
temporada de nieve suele iniciarse en Navidad y puede durar tres meses.
La temperatura media mínima, dependiendo del año y del evidente calentamiento climático que está ocasionando unos inviernos más suaves, en
torno a -10ºC (aunque puede superarse con holgura). Mayo es caluroso y
son frecuentes las lluvias durante todo el caluroso estío.
Por su situación geográfica, Bulgaria es un buen destino para viajar y disfrutar de los Balcanes. A su vez, el país cuenta con playas y bonitas costas,
un interior de montañas y estaciones de esquí y dos grandes mesetas con
una gran tradición vitícola y agraria. Resalta su patrimonio de monasterios
ortodoxos y los yacimientos tracios. Lo más útil es alquilar un vehículo.
David Ángel González Amuchastegui
Instituto Bilingüe nº 157 «César Vallejo», Sofía
Mi experiencia ha sido muy positiva y aconsejo el destino a los candidatos
dispuestos a conocer el este europeo en su variante balcánica y una cultura
producto del mestizaje histórico.
157 гимназия с изучаване на чужд език "Сесар Вайехо", гр. София
En mi condición de eslavista, debo decir que mi adaptación ha sido rápida
y placentera. La recepción en el centro fue cordial y me brindaron toda la
ayuda que necesitaba en cuanto a los trámites de permiso de trabajo y documentación (cada centro cuenta con un coordinador que hace de enlace
y guía al profesor español).
Pablo Burgos Fuentes
Instituto Bilingüe nº 22 «Gueorgui S. Rakovski», Sofía
La vida en los institutos búlgaros no presenta excesiva dificultad, aunque
se debe aprender el sistema nacional y sus matices propios (baremos de
calificación y excesiva burocracia que siempre sorprende). El alumnado
búlgaro es cercano y cariñoso, con grandes dotes para las actividades artísticas y extraescolares. También hay que señalar el rango especial que
atesora la dirección en los centros. Adviértase que, en referencia al funcionamiento interno, es muy importante preguntar a los compañeros a
22 средно общообразователно училище "Георги Стойков Раковски", гр. София
La primera toma de contacto con el país fue muy sencilla, por la ayuda
prestada en todo momento por la Consejería y por el coordinador del
centro. Nada más llegar tenía un apartamento a mi disposición, con todas
las necesidades básicas cubiertas, que luego uno mismo puede ir completando según sus gustos y necesidades.
Los primeros días pueden resultar un poco estresantes, ya que te ves inmerso de inmediato en una nueva cultura, en un nuevo ambiente de tra-
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Bulgaria
bajo y en una nueva ciudad, en este sentido la ayuda de los profesores
del departamento de español resultó inestimable, puesto que de manera
desinteresada te ofrecen todas las indicaciones necesarias relativas a los
trámites para una incorporación satisfactoria. El mejor consejo que puedo dar llegados a este punto es preocuparse por aprender rápidamente el
idioma, en este caso búlgaro, puesto que facilitaré mucho las relaciones
personales, sociales y profesionales en todos los ámbitos. Además, un gesto tan insignificante como ver a un extranjero hacer un esfuerzo en su
idioma, hace que se muestren mucho más amables y dispuesto a ayudar
en todo lo posible.
La carga lectiva, es en general muy acorde a la realidad y suele oscilar entre
las 18/20 lecciones semanales, el único problema es que en ocasiones no
contamos con manuales propios para cada grupo por lo que tendremos
que preparar concienzudamente las clases, lo que hace que los primeros
meses la carga laboral sea un poco mayor. Llegados a este punto, un consejo que puedo dar es el de implicarse en la vida diaria del centro, participando en actividades extraescolares, dirigiendo el grupo de teatro y estrechando así la relación con el alumnado y con el centro, lo que nos ayudará
a comprender mejor su personalidad, sus características y aspiraciones y
nos ayudará a realizar nuestro trabajo de forma mucho más exitosa.
En cuanto a la relación con los alumnos, la relación es inmejorable,
salvando los pequeños problemas típicos que se dan en el proceso de
enseñanza-aprendizaje en general muestran bastante entusiasmo en relación al aprendizaje de nuestro idioma y también una sana curiosidad de
encontrarse ante un profesor nativo. Hay que tener, sin embargo cierta
paciencia, si queremos metodología innovadora, puesto que la enseñanza
en general es bastante tradicional y la enseñanza de idiomas, en particular,
se centra en un enfoque muy gramatical.
La carga lectiva, es en general muy acorde a la realidad y suele oscilar entre
las 18/20 lecciones semanales, el único problema es que en ocasiones no
contamos con manuales propios para cada grupo por lo que tendremos
Experiencias de profesores
que preparar concienzudamente las clases, lo que hace que los primeros
meses la carga laboral sea un poco mayor. Llegados a este punto, un consejo que puedo dar es el de implicarse en la vida diaria del centro, participando en actividades extraescolares, dirigiendo el grupo de teatro y estrechando así la relación con el alumnado y con el centro, lo que nos ayudará
a comprender mejor su personalidad, sus características y aspiraciones y
nos ayudará a realizar nuestro trabajo de forma mucho más exitosa.
La vida social y personal es libertad de cada uno, y siempre irá acorde a
nuestros propios gustos e intereses, pero la ciudad en general, ofrecía todas las alternativas de ocio a las que estamos acostumbrados, cines, teatro,
centros deportivos, bibliotecas, asociaciones culturales, vida nocturna, en
general la gente joven podía comunicarse bien en inglés, no así en general
los ciudadanos de más edad puesto que en el sistema educativo anterior a
la llegada de la democracia no era un lengua muy usual de estudio.
Algo que siempre preocupa a un español es la gastronomía, pero en Bulgaria este problema se minimiza, puesto que resulta realmente deliciosa...
a medio camino entre la dieta mediterránea, la cocina balcánica y las influencias turcas podemos encontrar prácticamente todos los productos
que son de consumo diario en España. La rutina laboral del país hace
que la gente usualmente disfrute del almuerzo fuera de casa, por lo que
podemos encontrar una gran cantidad de restaurantes que ofrecen menú
del día a unos precios realmente asequibles.
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China
Experiencias de profesores
中国
por excelencia de socializar. Yo de hecho he engordado varios kilos desde
que estoy aquí.
China es, además, uno de los países más grandes del planeta, con mucha
variedad de paisajes y pueblos, por eso viajar dentro de China ofrece numerosas posibilidades. Si quieres viajar al extranjero Pekín está muy cerca de
Corea del Sur y Japón en el este asiático y a una distancia razonable de países del sudeste asiático como Tailandia, Vietnam, Filipinas, Camboya, etc.
En relación al trabajo, en la Sección Bilingüe de Pekín se enseña español
como lengua extranjera (ELE) y cultura española, depende de la Consejería de Educación de la Embajada de España en China, quienes me han
ayudado y apoyado en todo momento.
Adrián Biarje López
Beijing Foreign Languages School, Pekín
北京市北外附属外国语学校, 北京
Lo cierto es que esta no era mi primera visita al gigante asiático. China y
la cultura oriental me fascinaban desde hacía tiempo, anteriormente había
primero viajado por China y segundo estudiado chino durante unos meses. Aunque ya conocía el destino y hablaba el idioma esta experiencia me
ha deparado muchísimas sorpresas.
Pekín es una gran metrópoli no comparable con las dimensiones de Barcelona, en dónde había estudiado, ni mucho menos con Gijón, mi ciudad natal. En Pekín las distancias de metro se dilatan y la densidad de
habitantes es muy alta. Es normal viajar dentro de la ciudad más de 45
minutos en vagones del metro repletos de personas. Pekín es la cuna de la
civilización china, una ciudad con un gran patrimonio histórico, artístico
y cultural, sin olvidar que actualmente es el centro educativo-cultural del
país. Y ¿la comida china? Pues no tiene nada que ver con la idea de los
restaurantes chinos prototípicos de España. Existen numerosos y deliciosos tipos de cocina china. La comida se concibe como un arte y la forma
Mi primera impresión del centro fue que parecía más una universidad que
una escuela por las grandes dimensiones del mismo; la segunda, la curiosidad en las caras de los estudiantes, su cariño y simpatía. El sistema educativo chino es, en general, muy diferente al español. Es un sistema muy
competitivo con numerosos exámenes y reválidas. Por compartir algunas
curiosidades del día a día: la relación profesor-alumno es mucho más cercana y es normal dar a tus estudiantes tu número de móvil y agregarlos
al Wechat (Whatsapp chino). En cuanto a las clases, los alumnos chinos
además de la asignatura de Educación Física, tienen todos los días veinte
minutos de ejercicio físico en los que todos los cursos se reúnen en el
patio al ritmo de la música. Además también se realiza una vez por la mañana y otra por la tarde una serie de ejercicios de masaje y relajación para
la vista Mens sana in corpore sano. En estos años he aprendido muchísimas
cosas que sin duda han cambiado en cierta manera mi forma de enseñar
y de entender la educación.
En definitiva, la movilidad de estudiantes y profesores es una parte crucial
del enriquecimiento del sistema educativo de un país y de toda la sociedad.
Por eso, este programa es una gran oportunidad tanto para el personal docente en el exterior como para los alumnos que en él participan, además
de potenciar la visibilidad del español y España en Asia.
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Eslovaquia
Experiencias de profesores
Slovensko
que imparto son lengua, literatura e historia, intento que mis clases sean
dinámicas e interactivas y seguir ampliándolas con nuevas ideas.
Sheila Álvarez Morala
Gymnázium «Park Mládeže», Košice
Este es mi quinto año en el programa de Secciones bilingües. Recuerdo
mi llegada a Eslovaquia de forma positiva. Tuve un buen recibimiento
en todos los sentidos, tanto por parte de mis compañeros, que ya llevaban algún tiempo, como por parte del equipo directivo. No conocía el
país y tampoco sabía mucho de su cultura. Me sorprendió gratamente la
amabilidad y hospitalidad de los eslovacos y su disposición para ayudarte
con cualquier cosa. Al llegar a la ciudad en la cual sigo residiendo ahora,
Košice, me estaba esperando una compañera que me acompañó hasta el
piso en el que permanecí dicho año. La casa disponía de todo lo básico y
estaba situada en un tranquilo barrio cerca del centro. Después fuimos a
conocer el centro educativo y presentarme a la dirección del mismo. Mi
impresión fue grata, me pareció una escuela bien equipada y me resultó
curioso que cada una de las aulas estaba decorada por los propios estudiantes. Por otra parte, la ciudad me impresionó, es una ciudad con mucha
vida, monumental y con un centro histórico de gran belleza.
Siempre he estado interesada en conocer diferentes culturas y este programa me ha permitido conocer la cultura eslovaca y familiarizarme con
ella, lo cual no me ha resultado nada difícil. Tanto los profesores veteranos del programa como otros profesores eslovacos del Departamento de
Español me ayudaron a arreglar mis papeles y realizar todos los trámites
necesarios.
Mi periodo de adaptación fue fácil, Košice no es una ciudad complicada
para moverte, con la ayuda de mis compañeros aprendí las cosas básicas y
poco a poco fui adquiriendo más autonomía.
Las relaciones profesionales con la dirección del centro han sido fluidas
y favorables para un buen entendimiento. La labor de la coordinación
realizada por la jefatura del Departamento de Español ha sido de igual
modo fluida y satisfactoria. Con el resto de profesores del departamento de español las relaciones han sido también inmejorables, con mucha
colaboración y comunicación. También es de destacar la ayuda prestada
por nuestros compañeros eslovacos para facilitar nuestra integración en
la vida eslovaca, especialmente ayudándote con trámites y otros asuntos
complicados para mi, debido a la falta del conocimiento del idioma.
La relación con los estudiantes es muy buena y cercana. No son alumnos
conflictivos y por lo general, demuestran gran disposición en el aprendizaje de la lengua, literatura y cultura española. Para mi es muy motivador
trabajar con estudiantes interesados en aprender nuestra lengua y cultura,
y al mismo tiempo enriquecerme y aprender de la suya. Lo que más me
asombró cuando comencé a trabajar con ellos fue que nada más entrar el
profesor en el aula se levantan, y se quedan de pie hasta que el profesor
les indica que se pueden sentar. Me pareció muy curioso. Las materias
En cuanto a las diferencias culturales, tampoco he notado tantas con respecto a España. Señalar por ejemplo, que por lo general en Eslovaquia se
acuestan y se levantan un poco más temprano, debido también a las horas
de luz, lo cual se percibe sobre todo en invierno, que oscurece aproximadamente dos horas antes en comparación con España. También añadir
que también se hace vida social en cafeterías, bares y terrazas sobre todo
en primavera y verano donde puedes disfrutar de una pivo de buena calidad si te gusta la cerveza. Su gastronomía es buena aunque quizá un poco
menos variada que la española. Tienen platos tradicionales muy sabrosos
como halušky, pirohy, etc., y siempre como primer plato tienen una gran
variedad de ricas sopas perfectas para entrar en calor en los meses de frío.
Una cosa que me resultó curioso cuando llegué a Eslovaquia fue que los
eslovacos cuando entran en casa siempre se descalzan, ya sea la suya o
ajena.
Entre las ventajas que me está aportando participar en este programa
destaco: Conocer otra cultura y estilo de vida. También este programa
me ha ofrecido la posibilidad de disfrutar de viajes y conocer los países
de alrededor tales como Hungría, Polonia, República Checa, Austria, etc.
Es un país bien situado y organizar un viaje suele ser fácil, ya que tanto
trenes como autobuses suelen ser bastante económicos. También añadir
que Eslovaquia también ofrece muchas posibilidades, tanto si te gusta
disfrutar de la naturaleza, ya que cuenta con maravillosos bosques y montañas, balnearios de aguas termales, así como también se pueden visitar
innumerables castillos y palacios con una arquitectura maravillosa.
En el ámbito profesional, la oportunidad de transmitir conocimientos de
la lengua y cultura española a estudiantes de otro país y al mismo tiempo
aprender de ellos y conocer otro sistema educativo, me parece una experiencia fascinante. También he tenido la oportunidad de colaborar con el
Ministerio de Educación a través de grupos de trabajo con otros profesores en la creación de materiales específicos para estudiantes de las secciones bilingües, que han sido publicados en diferentes antologías. Otra de
las experiencias que me llevaré y nunca olvidaré ha sido impartir con otro
compañero de la sección un curso de teatro para los estudiantes, participando en varios festivales nacionales e internacionales en otros países. Lo
cual me ha ofrecido la posibilidad de compartir muchas experiencias personales y teatrales, conocer y aprender de la capacidad creativa y artística
tanto de los estudiantes como de otros profesores, así como de crear una
bonita y cercana relación con todos los que participan en esta actividad.
No he echado de menos muchas cosas de España durante mi estancia
en Eslovaquia, quizá, un poco, el pescado, ya que por aquí no hay tanta
oferta...Y por supuesto, a la familia y amigos de España, pero en realidad
el tiempo aquí se pasa muy rápido y contamos con vacaciones para poder
viajar a otros lugares o pasar un tiempo en España. Por otra parte intento
seguir disfrutando de mi día a día en Eslovaquia, viviendo y aprendiendo
de nuevas experiencias. En linea generales, me parece una aventura recomendable e inolvidable tanto en el ámbito profesional como personal.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Eslovaquia
Víctor Manuel Medialdea Pérez
Gymnázium «Park Mládeže», Košice
En mi cuarto año en el programa de Secciones Bilingües trataré de esbozar algunas consideraciones generales de mi etapa en esta bella ciudad de
Košice.
La llegada y acogida a la ciudad fue buena, me recogió una compañera que
me informó de los aspectos más importantes y prioritarios de la escuela, la
ciudad y el país. Me acompañó hasta el apartamento y me indicó satisfactoriamente cómo dar los primeros pasos en esta histórica y cultural ciudad
y en nuestra escuela.
Pronto conocí a mis compañeros, que me ayudaron a incorporarme al
puesto de trabajo y me explicaron el funcionamiento básico del sistema
educativo. Tuvimos una reunión con el equipo directivo, me asignaron un
tutor que en todo momento me facilitó las gestiones necesarias dentro
y fuera de la escuela. La relación con el profesorado, equipo directivo y
estudiantes ha sido siempre de colaboración, respeto y entendimiento.
Mi adaptación no tuvo inconveniente alguno, me sentí como en casa rápidamente, y aunque la lengua eslovaca fuera el principal escollo a la hora
de moverme por la ciudad o hablar con los compañeros eslovacos, me
ayudaron algunas nociones básicas que tenía de mi experiencia como lector en la República Checa y sobre todo la voluntad de querer comunicarse
por parte de aquellos que siempre me han rodeado.
Experiencias de profesores
Fernando Antolín Morales
Gymnázium «Párovská», Nitra
Los primeros días en ����������������������������������������������������
Nitra�����������������������������������������������
resultaron agradables y la adaptación fue bastante sencilla. Desde el principio diferentes compañeros me ayudaron con
los trámites necesarios, aunque estos fueron pocos ya que desde el instituto se habían encargado de la mayoría de las cosas.
Durante el proceso de estos trámites me llamó la atención especialmente
que fuese una alumna la que me acompañase a la policía para empadronarme. Cuando su tutora se lo pidió la alumna reaccionó sin sorpresa y
muy felizmente me acompañó para traducirme toda la información que
necesitaba. Me resultó llamativa la madurez y desenvoltura de los estudiantes eslovacos.
Enseguida me sentí muy cómodo con la vida aquí. El instituto me ofreció un piso amueblado con todo lo necesario para vivir cómodamente y
a unos dos minutos del instituto. Fenomenal. Además el día que llegué
todavía estaba el antiguo inquilino del piso (el profesor que estaba anteriormente en mi plaza) y tuvo la amabilidad de ayudarme a cambiar el contrato de internet a mi nombre, por lo que muy pronto pude comunicarme
con más facilidad con España.
Resaltaría una actividad que ha supuesto para mí un enriquecimiento especial a muchos niveles. He tenido la suerte de colaborar y coordinar el
grupo de teatro, con mucho trabajo y esfuerzo conjunto hemos tenido
el honor de participar en varios festivales nacionales e internacionales,
atesorando vivencias inolvidables.
La ciudad de ���������������������������������������������������������
Nitra����������������������������������������������������
es muy agradable y en el centro tiene una zona peatonal ideal para darse un paseo o tomarse un café en cualquiera de sus
muy cuidadas cafeterías. También resulta muy recomendable pasarse por
su parque en el que podemos encontrar desde diferentes tipos de animales (ciervos, cabras…) hasta una curiosa estatua del vodník, una especie
de duende de la tradición folklórica eslovaca. Pero lo más curioso es un
extraño laberinto excavado en el suelo para que los padres puedan seguir
desde arriba cómo progresan por él los pequeños. Además de todo esto
hay que destacar que Nitra es una ciudad muy viva. Con dos universidades
es un centro estudiantil importante. La ciudad se anima especialmente
durante el Festival de Teatro que tiene lugar en septiembre o durante los
múltiples acontecimientos en los que se monta un mercado en su plaza
central. Pero además, durante todo el año, tiene continuamente funcionando dos teatros, varias salas de cine, un cineclub y multitud de locales
en los que frecuentemente se organizan conciertos y exposiciones. Siempre hay algo que se puede hacer.
A nivel personal creo que he crecido bastante estos años, en los que he
conocido a muchísimas personas (quizá lo más relevante en este crecimiento) que me han aportado mucho en mi vida, he tenido la oportunidad
de viajar a otros países y por supuesto he continuado aprendiendo en el
camino de la enseñanza.
Respecto al trabajo cabe decir que al principio me resultó difícil tener que
impartir tanto Matemáticas como Física, acostumbrado como estaba al
trabajo en España donde sólo tenía que dar clase de Matemáticas. Pero
la verdad es que siempre me había atraído la Física y en vez de ver esto
como algo negativo me pareció una oportunidad para profundizar en esta
El trabajo en el instituto ha resultado una experiencia muy positiva en mi
vida laboral y personal, pues además de enfrentarme a tareas como impartir clases de Historia o colaborar en diversos proyectos educativos, las
clases de lengua y literatura han ido evolucionando satisfactoriamente y la
preparación y coordinación de concursos y proyectos impulsados desde
la Agregaduría de Educación han hecho de estos años una experiencia
inmejorable.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Eslovaquia
otra rama de la ciencia. Tanto disfruto con las clases de Física que los
alumnos están convencidos de que la Física es mi especialidad. Al finalizar
el primer curso un alumno del último curso me dijo que después de mis
clases (y un libro sobre física que le presté) había decidido estudiar Físicas
aunque previamente había tenido serias dudas. Su razonamiento no tenía
desperdicio: había descubierto que se puede ser físico y además divertirse.
También, como otra faceta del trabajo, he podido colaborar con la Olimpiada Matemática de las Secciones Bilingües en Eslovaquia. Es más, el
primer año Nitra era la sede de la Olimpiada y por tanto, me tocaba ser a
mí el organizador. Me hizo ilusión porque había disfrutado de este tipo de
acontecimientos en España como alumno. La experiencia fue muy positiva. Debo decir que también me resultó sencilla porque durante muchos
años, en España, pude ver como mi padre (también profesor de Matemáticas) organizaba la Olimpiada de Matemáticas en Aragón y en alguna
ocasión me había permitido ayudarle.
Otra experiencia que he podido disfrutar en el instituto es la participación
en el grupo de teatro en español. Durante los dos primeros cursos colaboraba con otra profesora que ya tenía experiencia en cursos anteriores y
durante el tercer curso lo he hecho en solitario. Esta actividad me llenaba
de ilusión en los momentos que me faltaba. Además a los estudiantes les
gustó la idea de que yo escribiese la obra que íbamos a interpretar y parece
que, hasta hoy, todavía les gusta esa idea. Desde que llegué hemos realiza-
Experiencias de profesores
do tres obras: un musical sobre la movida madrileña, un juego de metateatro
con los pecados capitales como telón de fondo y una ficción en la que los
personajes del teatro español terminan en el psiquiátrico. Ha sido muy
divertido y formativo, tanto para los estudiantes como para mí.
En el instituto y desde el programa se organizan un montón de actividades y creo que todas ellas resultan interesantes. En todas ellas se puede
apreciar la gran madurez e independencia del alumnado eslovaco, que no
deja de sorprenderme por su entrega, educación y capacidad de trabajo.
Todo esto finalmente se refleja en unas estupendas calificaciones que, desde mi punto de vista, ciertamente se merecen.
Pero si nuestro trabajo es, en parte, españolizar a los estudiantes eslovacos,
para poder ser feliz aquí (como es mi caso) también es necesario eslovaquizarse un poco. Uno de los grandes aciertos que hice al venir aquí fue
estudiar eslovaco y además, tomármelo en serio. En Eslovaquia la gente es
muy agradecida si utilizas su idioma y mucho más si lo haces con corrección declinando los casos adecuados. Mi único lamento es, precisamente,
no hablar eslovaco mejor.
El trabajo en las Secciones Bilingües es, desde mi experiencia, una vivencia muy recomendable y enriquecedora que te hace disfrutar y te permite
ver el fruto de tu trabajo y esfuerzo día a día.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Hungría
Experiencias de profesores
Magyarország
de rutas de senderismo, y por supuesto los baños termales a los que tan
aficionados son los húngaros. También la oferta deportiva es muy amplia,
he podido acudir al fútbol, al baloncesto y al hockey sobre hielo, deporte
que he visto aquí por primera vez en mi vida.
Fuera de Miskolc���������������������������������������������������������
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, he visitado todas las grandes ciudades húngaras, la mayor parte de las medianas, así como bastantes pueblos. Es un país realmente hermoso y su ubicación geográfica, en el centro de Europa, hace
que sea bastante fácil viajar a muchos otros países. Así, salvo Ucrania, he
visitado ciudades de todos los países fronterizos.
Lucía García Barcia
Gimnázium «Herman Ottó», Miskolc
Nunca había estado en Hungría, pero fue una de las tres opciones que
solicité cuando me inscribí para las Secciones Bilingües. Cuando desde
el Ministerio me dijeron que trabajaría en Miskolc, lo primero que hice
fue buscar la ciudad en internet, porque nunca había oído hablar de ella.
Recuerdo que busqué la zona del instituto en Google Maps y me gustó
porque vi muchos parques y zonas verdes. Cuando llegué a Miskolc dos
de mis compañeras húngaras del departamento de español estaban esperándome.
Me condujeron a la que ha sido mi casa durante tres años y medio, un
pequeño apartamento a siete minutos a pie de mi centro de trabajo, y a
cinco minutos en tranvía del centro de la ciudad.
Al día siguiente fui al instituto y conocí a mi coordinadora, con la que ya
había intercambiado varios correos electrónicos. También conocí a mis
dos compañeros españoles. El profesor de historia acababa de llegar también a Hungría, y para el profesor de matemáticas era su segundo curso.
La directora del instituto recibió a los dos nuevos profesores españoles.
Como era profesora de inglés no hubo ningún problema de comunicación
con ella.
Mi coordinadora y mis compañeros hicieron mi llegada muy agradable.
Al ser el segundo año para el profesor de matemáticas y al tratarse de
una persona muy sociable, nos presentó a un montón de personas y nos
llevó a dos lugares fundamentales para mí: el club de inglés y l’Alliance
Française.
Estos dos lugares han sido el centro de mi vida social, junto con el instituto en estos dos años. En ellos conocí a muchos húngaros y extranjeros
que se han convertido en amigos desde mi llegada. Algunos aún siguen
en Miskolc y otros se han ido, pero sigo manteniendo contacto con ellos
a través de las redes sociales, que son otra parte fundamental de mi experiencia fuera de España.
Al tratarse Miskolc de una de las ciudades más grandes de Hungría, tiene
bastantes actividades culturales a las que acudir: el festival de cine, el de
ópera, el de la gelatina de carne (kocsonya), la semana de la francofonía, etc.
Además tenemos posibilidades de ver películas en versión original en la
casa de las artes por ejemplo, donde he visto películas en inglés, francés
y español. He disfrutado de bailes tradicionales húngaros, en los que he
participado, he probado restaurantes de distintos tipos, incluido algunos
de deliciosa comida húngara. He visto conciertos de todo tipo de música,
pop, folk, rock, clásica, ópera, etc. He visitado los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el lago, el bosque, que tiene una gran variedad
En cuanto al trabajo hay que decir que tenemos más horas lectivas que en
España y que debemos preparar a los alumnos para distintos concursos
y actividades, pero el cariño y agradecimiento de los alumnos compensan
muchas veces esta tarea. Creo que el primer año es el más duro en el terreno laboral, porque debes adaptarte a tu nueva realidad. Preparar nuevo
material, conocer nuevos libros de texto… En mi caso era la primera vez
que daba clase a alumnos extranjeros y fue difícil adaptarme a esto, había
cosas que nunca había tenido que explicar a mis alumnos españoles, como
la diferencia entre el Pretérito Imperfecto y el Indefinido, por ejemplo.
Por otro lado he dejado de explicar literatura, porque aquí estoy totalmente centrada en la enseñanza de la lengua castellana.
Creo que todo el trabajo, todo el esfuerzo, es compensado por el talento,
la amabilidad y el respeto que los alumnos te ofrecen. Creo que es maravilloso dar clases a chicos y chicas que ya están motivados para aprender
español y que están deseando estar allí y no en otro lugar. Es una gran
experiencia charlar con ellos en español cuando compartes excursiones y
viajes a distintos lugares, como el ENIBE, el encuentro anual entre todos
los institutos con Sección Bilingüe de Hungría.
Realmente aquí disfruto de mi trabajo, mientras que en España sufría cada
día pensando en los conflictos a los que tendría que enfrentarme. Ha sido
una gran decisión vivir y trabajar fuera de España, pero ahora pienso que
ha sido la decisión correcta.
Daniel Sánchez Repullo
Instituto Bilingüe «Károlyi Mihály», Budapest
Lo primero que debería tenerse en cuenta al leer estas líneas es que la experiencia como profesor en Secciones Bilingües es algo extremadamente
personal. Cada compañero la vive de manera diferente dependiendo de
sus expectativas y de su capacidad de adaptación.
Aun así, la realidad es que la carga de trabajo a la que está sometido un docente en Hungría es alta, tanto por el número de horas lectivas como por
el número de alumnos que debe atender. En mi caso, como profesor de
matemáticas, al ser ésta una asignatura compartida con profesores húngaros, debo responsabilizarme de unos 200 alumnos, impartiendo 22 horas
lectivas semanales que complemento con otras cuatro horas, repartidas
entre clases de repaso y de dos talleres que he puesto en funcionamiento
en la escuela: uno de informática y otro de ajedrez.
Precisamente la libertad que tenemos los profesores para proponer y llevar a cabo todo tipo de iniciativas es una de las características más relevantes de la enseñanza en Hungría. Siempre encontraremos apoyo si nuestras
propuestas tienen un objetivo pedagógico claramente definido.
Y es que, en un centro cuya especialidad es el aprendizaje de otras lenguas,
se tiene siempre presente que la enseñanza no se puede circunscribir a las
cuatro paredes de un aula. ¿Qué supone esto? Pues que, en los dos cursos
que llevo aquí, he hecho prácticamente de todo: he diseñado videojuegos,
he colaborado en obras de teatro y recitado poesía, me he disfrazado,
bailado con y para los alumnos, escalado, organizado campeonatos de
ajedrez, simultáneas y partidas a la ciega, visitado todo tipo de museos,
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Hungría
viajado a Venecia en carnavales, organizado intercambios estudiantiles,
grabado cortometrajes y puesto en marcha una olimpiada matemática.
Mi próximo proyecto es participar con mis alumnos en un concurso de
modelado 3D con el móvil.
Por eso, cuando me preguntan habitualmente desde España cómo es la
enseñanza aquí, suelo responder que me siento como si estuviera en una
escuela primaria. Creo firmemente que la apuesta de educar teniendo en
cuenta las emociones de nuestros alumnos es la única vía para resolver la
mayor parte de los problemas que se plantean en la educación secundaria.
Jugando una partida de ajedrez a la ciega con los alumnos
En Hungría, he podido confirmar que además funciona.
Los estudiantes no es ya que sean extremadamente educados sino que, al
mismo tiempo, son capaces de empatizar con su profesor, de tal forma,
que el proceso de enseñanza-aprendizaje es absolutamente fluido.
En resumen, un docente con vocación encontrará en el sistema educativo
húngaro todas las características que lo harán disfrutar de su trabajo y,
sobre todo, será feliz en él.
En cuanto a la vida cotidiana puedo escribir únicamente acerca de Budapest. Su oferta cultural es un auténtico lujo y como capital europea permite vivir exactamente igual que lo podrías hacer en Madrid, Londres o
París; con la ventaja añadida, para nosotros (pues los húngaros, debido
a sus bajos salarios, no pueden decir lo mismo), que el coste de vida es
ligeramente inferior al de cualquier ciudad española y que se encuentra en
el corazón de Europa y perfectamente comunicada con los países de su
entorno. Así pues, viajar no es una opción es casi una obligación.
A diferencia del resto del país, en Budapest el idioma no supone una barrera infranqueable, pues debido al elevado número de turistas que transitan por sus calles, el inglés es la lengua franca en multitud de situaciones.
Por todo lo anterior, me gustaría invitaros a participar en el programa
optando por Hungría: ¡es una apuesta segura! Pero como una imagen
vale más que mil palabras os dejo el enlace al vídeo donde explicamos
qué hacemos en el Instituto Bilingüe Húngaro-Español «Károlyi Mihály»:
Experiencias de profesores
Nicolás Montero Pérez
Gimnázium «Kodály Zoltán», Pécs
El presente es mi quinto año ejerciendo como profesor de Geografía e
Historia en el Kodály Zoltán Gimnázium de Pécs. Si empiezo el texto de esta
manera es porque, más allá de señalar un hecho biográfico, puramente
objetivo y cuantificable, deseo expresar, desde el principio, la valoración
eminentemente positiva que hago de mi participación en el Programa de
Profesores en Secciones Bilingües de Español y de mi experiencia docente en la
Sección Española del instituto Kodály
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de Pécs����������������������
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(Hungría). La asociación es evidente. ¿Quién pasaría tanto tiempo en un sitio a miles de kilómetros de casa (2500 km en mi caso), alejado de la familia y los amigos,
de no encontrarse a gusto en él? Y cuando hablo de estar a gusto, estoy
pensando en un amplio abanico de elementos, desde sentirse integrado en
el lugar de trabajo hasta sentirse cómodo en el piso que el instituto te proporciona como lugar de residencia, pasando por la valoración y disfrute
del contexto sociocultural (tradiciones, urbanismo, patrimonio históricoartístico, gastronomía, oferta musical, etc.) que te rodea.
Cierto es que la adaptación a un medio nuevo casi nunca resulta fácil.
Desde luego, mi caso no fue una excepción. No obstante, desde el inicio
de mi estancia en ��������������������������������������������������������
Pécs����������������������������������������������������
conté con la generosa ayuda del personal del instituto. En especial, por razones obvias, con la de los profesores de la Sección
Española. Desde la necesidades más perentorias (alojamiento, transportes,
tiendas, trámites burocráticos, vocabulario magiar imprescindible, usos y
costumbres fundamentales de los húngaros, etc.) hasta los aspectos más
triviales del día a día, los compañeros siempre dispusieron del tiempo y
paciencia necesarios para ayudarme en mi periodo de aclimatación.
Quizá, uno de los aspectos que más cueste al comienzo sea la adaptación
al sistema educativo del país, pues las diferencias con el sistema español
son, en algunos casos, notables, principalmente en el terreno curricular.
En este sentido, además de con la asistencia de los propios colegas del
instituto, los profesores españoles contamos con la orientación de la
Agregaduría de Educación en Budapest, que suele organizar anualmente
talleres por materias para facilitar nuestro conocimiento y asimilación del
currículo local.
A esta dificultad, habría que añadirle la propia dificultad inherente al hecho de desarrollar la enseñanza de la Geografía y la Historia en una lengua
que no es la materna de los estudiantes, sobre todo en los primeros años
de su formación bilingüe. Sin embargo, el interés y el tesón de los alumnos
húngaros suele contribuir a paliar en parte este escollo.
Un aspecto que me ha sorprendido mucho es la cercanía que existe entre
estudiantes y profesores, la cual se ve favorecida por la celebración de
múltiples eventos extraescolares a lo largo del curso (fiesta de los novatos, ensayos de los distintos grupos de teatro, baile de despedida de los
alumnos del último curso, ceremonia de graduación, jornadas de puertas
abiertas, fiestas de cada sección, etc.). También, la realización de varias
actividades anuales que tienen como protagonistas a los profesores (por
ejemplo la fiesta de bienvenida a los colegas nuevos, la velada del Día
Internacional de la Mujer o el festejo del Día del Docente), las cuales contribuyen a crear un clima de cordialidad en el departamento.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Hungría
Asimismo, he de destacar el apoyo que nos brindan, junto a la ya mencionada Agregaduría de Educación en Hungría, otras instituciones como la
Embajada de España, el Instituto Cervantes de Budapest y las Consejerías
de Educación de España en los países vecinos a través de la publicación
de material didáctico, la convocatoria de certámenes, la organización de
una amplia gama de actividades y su receptividad a las propuestas que
los enseñantes implicados en el Programa de Profesores en Secciones Bilingües
podamos proponer de cara a la difusión de la lengua y cultura españolas.
Fuera del marco estrictamente laboral, no puedo dejar de subrayar las
muy gratas experiencias culturales que la estancia en Pécs me ha deparado
hasta el momento. Aunque soy una persona bastante casera, pasear por
el casco histórico de la ciudad (como es común a la mayoría de urbes del
extinto Imperio austrohúngaro, de marcado carácter secesionista), sentir el
aroma evocador de sus innumerables cafeterías o asistir a cualquiera de los
múltiples festivales tradicionales que tienen lugar en las poblaciones de los
alrededores a lo largo del año, son elementos que uno no puede perderse.
Tampoco, claro está, la visita a la fascinante Budapest, a tres horas de Pécs
en tren. Sería imperdonable estar en Hungría y no disfrutar del riquísimo
patrimonio histórico y artístico de su capital, así como de su amplia oferta
cultural y de ocio: museos, plazas, arquitectura, baños termales, concier-
Experiencias de profesores
tos, gastronomía, cafeterías... Mi lugar favorito de Budapest: la Ópera.
Aunque no te guste la música clásica, si estás aquí deberías probar a ir , al
menos una vez, a una función en este impresionante recinto. Es, sencillamente, algo maravilloso.
Voy acabando. Aunque suene a tópico, no puedo terminar sin recalcar que
la experiencia en el Programa está siendo muy enriquecedora para mí. Desde el punto de vista profesional, está influyendo beneficiosamente en mi
formación y bagaje como docente. Desde el punto de vista humano, me
está permitiendo tratar con una comunidad educativa (alumnos, profesores y demás personal) excelente, la del ��������������������������������
Kodály Zoltán�������������������
, y conocer de primera mano otra realidad académica y sociocultural diferente a la española.
Al mismo tiempo, me produce una gran satisfacción poder contribuir a la
difusión de la lengua, la historia y la cultura españolas a través de la acción
docente diaria, cosa que me gustaría seguir haciendo en el futuro.
Por ello, quiero dar las gracias a todas las personas e instituciones que han
hecho y siguen haciendo posible la existencia de este fantástico programa
y animaros a todos los que leáis estas líneas a que intentéis participar en
él. Köszönöm szépen! A mielőbbi viszontlátásra!
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Polonia
Experiencias de profesores
Polska
o alumnos universitarios, poner en práctica dinámicas novedosas de enseñanza, hacer investigaciones y publicaciones, o participar en programas
educativos europeos, festivales de teatro y olimpiadas de español. Por el
otro, es fácil caer en la incomprensión, no solo idiomática, sino también
cultural, porque las barreras a veces se antojan infranqueables, sobre todo
cuando surge algún contratiempo o discrepancia. Otro aspecto a tener
en cuenta es que el sistema educativo polaco es competitivo: los alumnos
eligen liceo en función de sus resultados y los liceos suben o bajan en el
ranking según estos, por lo que algunas de estas oportunidades, pueden
convertirse también en obligaciones.
Rubén Cristóbal Hornillos
Liceum nº XXII «José Martí», Varsovia
La idea de venir a Polonia surgió como consecuencia del programa de
Secciones Bilingües y no al contrario. Hasta entonces para mí Polonia era
un país más del Este de Europa, o del centro, según la perspectiva de los
polacos. Precisamente, lo más interesante de vivir durante tres años en
otro país, al menos para mí, es que te aporta una nueva perspectiva.
Pero vayamos a lo que importa, que es mi experiencia aquí. Mi llegada a
Polonia fue mucho más fácil de lo que la había imaginado antes. El recibimiento de los compañeros de la sección bilingüe del liceo y del resto de
secciones bilingües de la Consejería, así como del personal administrativo
y directivo de ambos, me sirvió de gran ayuda en los primeros días, semanas y meses. Parece una reiteración pero no lo es, esas fueron las tres
fases en las que dividiría mis comienzos. Si los primeros días estuvieron
marcados por la incertidumbre de las presentaciones y los papeleos, esta
dejó paso en las primeras semanas a un cierto agobio por las exigencias
de los temarios y los alumnos, el cual terminó diluyéndose hasta hacerse
casi imperceptible en la rutina de los primeros meses. Así me lo explicó mi
compañero español de sección cuando empecé y así se lo volví a explicar
yo a su sustituto.
Para entonces uno ya se ha dado cuenta de que lo más importante, si no lo
único, es alcanzar una dinámica adecuada con los alumnos, cuantificable
después en resultados. Es decir, responder a sus expectativas. En realidad
es fácil si sigues con calma los pasos que se esperan de ti, si no te tropiezas con ninguna piedra en el camino, y si te das cuenta de que además de
enseñar, también has venido para aprender. Los alumnos polacos son muy
disciplinados y silenciosos, lo que no debe confundirse con una falta de
sentido crítico, aunque supone un escollo para crear un espacio de diálogo
y reflexión.
Además de esto hay muchas otras cosas que te chocarán en el primer año,
sin duda, pero al menos para mí tuvieron un papel secundario. Siguiendo
en el ámbito profesional, estar en un país con una cultura y una lengua
distintas te diferencia, lo cual, aunque parezca de nuevo una perogrullada,
es importante tenerlo muy presente para no magnificar las cosas, ni en un
sentido ni en otro.
Por un lado, ser diferente te da la posibilidad de asumir retos que no sueles
tener a tu alcance en tu entorno, como impartir charlas a otros profesores
Cambiando de tema, otro elemento importante es la vivienda que el liceo
pone a tu disposición. En mi caso está cerca del lugar de trabajo y ha
sido suficiente para vivir en pareja y recibir las visitas que hemos tenido,
aunque debo decir que no todos los compañeros han tenido la misma
suerte. Lo mismo, sucede con la ciudad donde te toca porque hay muchas
diferencias entre vivir en Varsovia y otros destinos, aunque todo depende
de tus gustos y aficiones.
Hablar de una sociedad sin caer en tópicos y prejuicios es difícil, por eso
es en lo que menos me voy a extender. Hay cosas que nunca terminas de
comprender bien, como también les ocurre a tus alumnos y compañeros
en el sentido contrario, pero yo lo considero una suerte, porque de lo
contrario no valdría la pena viajar. Integrado, lo que se dice integrado, es
difícil estarlo sin conocer la lengua de destino, como es mi caso, pero eso
no impide que puedas llevar una vida normal y hacer frente a los asuntos
cotidianos. Además, en nuestro caso hemos compartido la mayor parte
del tiempo fuera del trabajo con amigos españoles, principalmente de las
secciones bilingües, que hemos tenido la suerte de conocer aquí.
En este sentido, y para ir terminando, mi experiencia en Polonia también
me ha servido para experimentar eso que llaman «choques culturales» y
que te asaltan cuando menos te lo esperas, unas veces ante situaciones o
cuestiones nuevas para ti y otras reflexionando individual o colectivamente sobre estas. Como me ilustró una compañera con una metáfora, cuando
entramos en una cocina que no es la nuestra y no encontramos alguna
cosa que buscamos, como los vasos o los cubiertos, al principio tenemos
la sensación de que es porque está desordenada, pero con tiempo y un
poco de sentido crítico te das cuenta de que simplemente están ordenadas
de forma distinta.
Ahora que hemos decidido hacer las maletas por motivos personales echo
la vista atrás y creo que esta ha sido una de las etapas personales y sobre
todo profesionales más enriquecedoras que he vivido. Mentiría si no dijera que hay momentos en los que miro por la ventana del tranvía y me
pregunto qué hago aquí, o en los que sorprendo a algún alumno o a mí
mismo en mitad de una clase mirando el reloj y exigiéndole que vaya más
deprisa, pero también hay otros en los que lo pararía si estuviera en mis
manos. E incluso me he emocionado más de una vez al descubrir esa
misma reacción entre los alumnos.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
República Checa
Experiencias de profesores
Česká republika
jóvenes y a sus familias y amigos. Otra de las cosas que más me gusta es
la posibilidad de aprender un poco más sobre cómo funciona la gestión
cultural en el extranjero, otro de los apartados en los que nunca había
pensado en formarme antes.
Por lo demás, y para ir terminando, recomiendo el país encarecidamente,
sobre todo si eres amante del senderismo, la montaña y los deportes de
invierno, todos ellos fundamentales para entender el país y el respeto a
la naturaleza que existe. Y por supuesto, no voy a dejar de mencionarlo,
aunque suene tópico, la cerveza, no puedes pasar por este país sin tomarte
una cervecita y tener una buena conversación.
David Andrés Castillo
Gymnázium «Biskupské», České Budějovice
Trabajar para las Secciones Bilingües me parece una experiencia muy recomendable. Una de las principales razones es que es un trabajo que te
permite enriquecerte como persona y también a nivel profesional, ya que
se puede trabajar de forma creativa y en ámbitos que quizás uno no esperara antes de llegar.
En mi caso he de decir que mi paso por las Secciones Bilingües fue más
sencillo de lo habitual, cuando llegué ya conocía el país y hablaba un poco
el idioma, con lo que la adaptación fue rápida en el centro y en la ciudad,
České Budějovice. También es verdad que la gran disposición del centro
ayudó mucho y también los compañeros, que siempre hemos trabajado
como un equipo en las diversas tareas que realizamos en las Secciones
Bilingües.
Sin embargo, como siempre ocurre cuando viajas a un país extranjero,
al trabajar en otro país, con otras normas y con un sistema educativo
diferente a veces ocurren problemas y choques culturales, nada que no
se resuelva con el diálogo y con una mente abierta y positiva dispuesta a
sacar lo mejor de cada situación. Los checos normalmente no son personas afables a primera vista y les cuesta empatizar con personas que no
conocen demasiado, lo cual hace que los comienzos puedan ser un poco
complicados, pero todo ello mejora sustancialmente con el tiempo, ya que
una vez que dominas el idioma un poco y que estableces vínculos, puedes
decir que tienes grandes amigos para siempre.
El trabajo docente es muy interesante en un programa de este tipo, en
primer lugar porque hay una inmersión total y el profesor que da clases
de una lengua extranjera es el extranjero en sí. Eso aporta una gran motivación por parte de los estudiantes, que en general son muy afables en
el trato y tienen muchas ganas. En segundo lugar, el sistema checo tiene
un buen nivel académico. Si tuviera que poner alguna pega, diría que el
profesor debe adaptarse rápidamente al sistema, ya que los centros normalmente son reacios a cambios bruscos, ¿es posible hacer propuestas
y cambios por parte de los lectores extranjeros? Sí, pero, poco a poco y
después de ganarse la confianza de los compañeros, y sobre todo, después
de que el docente conoce el sistema y las necesidades reales del centro.
Es aquí donde yo veo lo mejor de las Secciones Bilingües, en lo que cada
uno puede aportar con su trabajo e ideas. Una de las experiencias más
impagables que existen es el teatro escolar y los festivales nacionales e internacionales que llevamos a cabo. Nunca pensé dedicarme al teatro amateur, la República Checa tiene una enorme tradición escénica, pero ahora
puedo decir que es una de las experiencias profesionales que más valoro.
Gracias a las obras podemos establecer buenas relaciones personales con
los estudiantes y es una forma magnífica de llevar la cultura española a los
Javier Godoy Moreno
Gymnázium «Luďka Pika», Pilsen (Plzeň)
Mi llegada al país fue después de más de veinte horas de viaje: la idea de
llegar en coche desde Mallorca a la República Checa me obligaba, primero, a pasar siete horas en barco hasta Barcelona y, después, a conducir
durante algunas horas más atravesando Francia y Alemania. No era la
primera vez que visitaba el país, de hecho, había estado varias veces en
Praga pero la ciudad en la que iba a trabajar, Pilsen, solo la conocía a
través de imágenes, de internet, y a través de la información que me había
proporcionado el coordinador de la sección.
Pilsen es una ciudad relativamente pequeña, tiene en torno a 170 000 habitantes, es la cuarta ciudad más grande del país y está situada en el oeste
de Bohemia, a una hora en coche de Praga. Dispone de un transporte
público que funciona muy bien, compuesto por trolebuses, autobuses y
tranvías. Es conocida, sobre todo, por producir la que, en mi opinión, es
la mejor cerveza del mundo. Además, comparte con la ciudad belga Mons
el título de Capital Europea de la Cultura 2015, por lo que es fácil acceder
a un gran número de actividades relacionadas con la cultura.
Al llegar a la ciudad uno de los compañeros de la sección me esperaba
para darme las llaves de la vivienda, ayudarme con la mudanza y darme
información de última hora, ya que todo lo demás lo conocía desde antes
de salir de Mallorca. En ese sentido, tengo que decir que la información
por parte del coordinador de la sección a través del correo electrónico fue
detallada y precisa y me ayudó mucho tenerla de antemano, sobre todo,
para afrontar con tranquilidad el reto de enfrentarme a un nuevo puesto
de trabajo en otro país.
La vivienda que me proporcionaron está en muy buenas condiciones, ya
que fue reformada no hace mucho. Se trata de un apartamento muy luminoso que dispone de todo el equipamiento necesario para vivir cómodamente.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
República Checa
Experiencias de profesores
La adaptación al país y al centro de trabajo fue relativamente rápida y
fácil. Los compañeros de la sección, tanto los checos como los españoles,
hicieron todo lo posible por atender mis necesidades iniciales en un país
extranjero y me ayudaron, de manera muy eficaz, a realizar trámites indispensables como abrir una cuenta bancaria o solicitar la tarjeta de transporte público. Cabe decir que este tipo de tramites resultan muy difíciles
de realizar sin conocer el idioma.
Una vez resueltos los trámites iniciales, empezó el periodo de adaptación
al centro, a los horarios y, especialmente al contexto educativo. El primer
día en el centro fue un poco ajetreado con presentaciones, reuniones, información y más información que me abrumó en un primer momento
pero que empecé a digerir poco a poco. Las diferencias de funcionamiento de un centro checo hacen que el periodo de adaptación se dilate algo
más de lo esperado pero en poco tiempo me puse más o menos al día.
El alumnado checo se caracteriza por su actitud, sus ganas de aprender
español y el respecto hacia el profesorado. Todo ello posibilita un clima
adecuado para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Como curiosidad,
tengo que decir que me sigue pareciendo raro que los alumnos me saluden
en español con la fórmula «buenos días» a pesar de que sean las seis de la
tarde. Esto se debe a que, en su lengua, es habitual utilizar como fórmula
de saludo formal el equivalente checo «dobrý den» durante todo el día.
Del sistema educativo checo, lo que más me ha llamado la atención es el
examen de Maturita que los alumnos realizan al acabar sus estudios y que
consiste en realizar una serie de exámenes orales delante de un tribunal,
en los que los alumnos defienden un tema que se elige al azar. También
me gustaría destacar el teatro en español como una de las actividades extraescolares que se realizan en todos los centros del programa. Me parece
una actividad interesante porque ha resultado ser una herramienta muy
productiva para el desarrollo de la expresión oral de los estudiantes, para
el desarrollo de la conciencia de grupo y, especialmente enriquecedor en
el plano personal. Cada año se realiza un festival de teatro en español en
el que cada sección representa una obra.
En cuanto a mis compañeros de trabajo checos, tengo que decir que, a
pesar de no poder comunicarme fluidamente con los ellos, la relación es
cordial. En general, son muy amables a pesar de que a veces puedan parecer un tanto distantes en el trato.
La experiencia en el programa ha sido muy positiva porque después de
haber desempeñado mi trabajo como profesor de lengua y literatura castellana en un centro de secundaria en España, la estancia en un centro bilingüe me ha brindado la gran oportunidad de conocer de cerca el sistema
educativo checo, de conocer su método de trabajo, de conocer a docentes
que desempeñan su función en este país y, sobre todo, de adquirir una
experiencia en un programa de integración de lenguas que ofrece una gran
oportunidad tanto a los alumnos como al personal que se ve involucrado
en el proceso de enseñanza.
Olga Martínez Cancelas
Gymnázium «Brno-Bystrc», Brno
Mi primer contacto con la República Checa comenzó cuando, por simple
curiosidad y para ocupar las lluviosas tardes de invierno, decidí estudiar
checo en el Instituto de Idiomas de la Universidad de Santiago de Compostela.
Nuestra profesora nos animó a solicitar una beca que consistía en una
estancia y un curso de verano en la Universidad Carolina de Praga. En
aquel momento estaba trabajando, así que mi plan era aprovechar mi mes
de vacaciones de verano para hacer ese curso. Unos meses más tarde descubrí que había plazas para españoles en las secciones bilingües y con gran
escepticismo, por la gran concurrencia que había, decidí probar suerte.
Cuando me llamaron para comunicarme que había sido aceptada para
una de esas plazas, ¡no podía creerlo! Decidí dejar mi trabajo e iniciar una
nueva etapa, estaba convencida de que ante mí se presentaba una de esas
oportunidades que uno tiene delante pocas veces en su vida. Luego todo
fue un auténtico maratón de acontecimientos. Me había comprado un
billete de avión de ida y vuelta para el curso de verano pero la vuelta nunca
llegué a utilizarla, pues de Praga directamente tuve que incorporarme a mi
puesto de trabajo en Brno.
Mi entrada en Brno fue complicada, a la tristeza de despedirme de un
intenso mes en la capital compartiendo mil experiencias como estudiante
de checo con alumnos de todo el mundo se le sumaron una serie de inesperadas dificultades.
En la escuela me recibió amablemente la coordinadora de la sección y me
llevó a dirección.
En aquel momento lo más urgente parecía resolver un examen pendiente
de Maturita a las pocas semanas (la Maturita es un examen de graduación
que deben hacer los estudiantes de último año ante un tribunal, que el
centro organiza con gran solemnidad y que a una recién llegada como
yo le causaba un gran respeto). No tenía materiales, ni referencias de lo
que había hecho mi predecesor en el puesto, me sentí muy perdida y angustiada.
La casa que me habían asignado era un apartamento dentro de la propia
escuela, donde, una vez que se acababa la jornada, quedaban tan sólo los
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
República Checa
Experiencias de profesores
oscuros pasillos del centro vacío y la soledad. Me llevó su tiempo hacer
programaciones, entender cómo funcionaba el sistema de evaluación, la
organización de las clases, la importancia del libro de clase: un diario donde el profesor debe apuntar cada día lo que hace en el aula, además de
otras incidencias, un documento que con el tiempo descubrí que era tan
importante que, en caso de incendio, ¡era lo primero que el profesor debía
poner a salvo!… ¡Eran tantas cosas!
Por suerte, uno a veces se encuentra en su camino gente maravillosa, que
hace que incluso experiencias aparentemente amargas se transformen en
el más delicioso de los dulces. En las cuestiones relacionadas con los asuntos de papeleo y organización escolar mi gran apoyo fue Andrea, mi compañera de despacho checa, nunca le agradeceré lo suficiente toda su ayuda.
Después de un mes de intenso trabajo, llegó la reunión en la Agregaduría
en Praga, donde conocí a los compañeros españoles que trabajaban en
las otras Secciones Bilingües: Joaquín, Mari, Juan, Chema, Rubén, César,
Marta… que aportaron no sólo apoyo en lo profesional sino también la
posibilidad de compartir meses después maravillosas excursiones descendiendo el Moldava en canoa, patinando sobre el lago Lipno… ¡recuerdos
inolvidables!
En lo personal mi gran apoyo en Brno fueron, y siguen siendo, mis tres
camaradas checos Román, Stody y Radek, a los que conocí entrenando en
el muro de escalada del gimnasio de la escuela el segundo fin de semana
después de haber llegado. Las experiencias compartidas con ellos desde
entonces nos unen ya para siempre: nuestra hospoda del barrio, la chata, mi
primer partido de hockey en el lago próximo a la escuela, los torneos del
Kometa… y Alice, con quien descubrí la infinita belleza de los bosques
de Moravia.
Estos años han sido una parte muy importante de mi vida y me han permitido crecer profesionalmente. Ha sido para mí muy interesante trabajar
en un centro que cuenta con una muy buena dotación en recursos tecnológicos. He disfrutado y aprendido muchísimo con mis compañeros y
con nuestros estudiantes. Los alumnos de nuestra escuela son muy respetuosos, maduros, sinceros y con una gran sensibilidad hacia la música y
las artes. Para ellos formarse todavía es un valor, de manera que el aula se
convierte en un espacio de intercambio fascinante. A veces es difícil no
implicarse emocionalmente, porque una es consciente del gran esfuerzo
que hacen al estudiar en una lengua extranjera.
Pienso que esta experiencia ha hecho que valore todavía más la importancia de la Matemática como lenguaje en sí mismo, que combate las barreras
lingüísticas a las que frecuentemente nuestros estudiantes y nosotros los
profesores hemos de enfrentarnos cuando trabajamos en un contexto bilingüe. Valoro además como una experiencia enormemente positiva haber
podido conocer, comparar y poner en práctica los materiales de estudio y
la propia organización de las Matemáticas en ambos currículums: checo
y español.
Por otra parte, y esto se lo debo a mi compañera Patricia, he disfrutado
enormemente de participar en el grupo de Teatro de nuestra escuela y de
compartir experiencias increíbles como los Festivales de teatro nacionales
e internacional.
Vivir y trabajar en el extranjero es una experiencia que contribuye enormemente a aumentar tu nivel de autonomía, independencia y madurez.
Además te permite conocer el país y a sus gentes «desde dentro» y no a
través de los tan tristemente extendidos tópicos.
La suerte de vivir en ���������������������������������������������������
Brno�����������������������������������������������
es que tiene las ventajas de una ciudad de tamaño mediano, universitaria, con una buena programación cultural (¡maravillosos teatros!), no demasiado turística, de gente afable (más todavía
cuando uno se dirige a ellos en checo), interesante arquitectura, hermosos
jardines, frondosos bosques y ¡en el corazón de Europa! Para mí, es un
orgullo haber tenido la oportunidad de formar parte de este programa.
Óscar del Olmo Acebes
Gymnázium «Čajkovského», Olomouc
«¿Dónde dices que vas? Pues parece que allá la cerveza está muy buena,
los inviernos son muy fríos y las chicas… las chicas ambas cosas a la vez»,
me decían los amigotes. Con esos tópicos (que se comprobaron ciertos al
75%) en la maleta y una guía de Praga en la mano me planté en Olomouc
hace ya más de lo que parece. Sí, si he logrado (sobre)vivir tranquilamente
aquí no ha sido ni por mi previsión ni mi buena cabeza. Ha sido cosa de la
providencia. Una providencia que tiene el nombre de los colegas checos
y españoles que me acogieron, guiaron, ayudaron y soportaron (y siguen
haciéndolo). Mérito extra con alguien tan poco sociable como yo.
Mi intención era estar por aquí un par de años, aprovechar para conocer
otra cultura, un sistema educativo diferente y viajar por la zona lo más posible. Afortunadamente calculé mal y después de seis años sigo insistiendo
en completar el plan inicial. A veces equivocarse es la mejor manera de
acertar; yo quería viajar a lugares que no conocía y he descubierto que lo
que quería es estar en esos lugares, no sólo pasar por ellos. También he
aprendido a ser extranjero, ya lo había sido antes, pero ahora ha resultado
que me gusta esa condición. Ya sé que es un tópico eso de que alguien
viene a enseñar física y en cambio se va habiendo aprendido otras serie de
cosas difíciles de definir. Sí, es un tópico; pero hasta alguien que, como yo,
piensa que la verdad está sobrevalorada tiene que reconocer que, en este
caso, se cumple y es cierto.
En cuanto al trabajo, puedo confirmar que lo hay; de hecho a veces hay
mucho. Así que, a quien le guste dar clase y no tenga problemas en adaptarse a lo que el sistema que le acoge le pide, las horas de trabajo le parecerán parte esencial, interesante y hasta divertida del largo viaje en que
se ha embarcado. Hay también muchas actividades extraescolares en las
que participar e incluso organizar: concursos, jornadas especiales, festivales, viajes… El que puede resultar agotador es el Festival de teatro anual,
aunque los «afortunados» profesores de Lengua y Literatura son los que
«acaparan» casi al completo este evento para su disfrute y desdicha. El
alumnado es simpático, moderadamente respetuoso, perezosón con excepciones, ruidoso, inconstante, sorprendentemente afectuoso las veces
que no te odia, experto en todo tipo de chantajes leves, imaginativo con
lo que le gusta hasta que deja de gustarle (pronto), de motivación esquiva
y rápidamente perecedera, más comunicativo de lo que se le supone a
su carácter y extrañamente dispuesto a bailar en público… como puede verse encaja perfectamente con lo que los pedagogos definen con el
tecnicismo: «un criajo adolescente». ¿Muy distintos a los que podamos
encontrar en España? Cualquiera que haya dado clases alguna vez se habrá
dado cuenta del inquietante matiz que separa el hecho de que mientras los
alumnos crecen los maestros envejecen; en consecuencia, personalmente,
veo más diferencias entre generaciones que entre latitudes en esto de los
estudiantes.
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
República Checa
Algunos compañeros ya han contado aquí qué es lo que más echaban de
menos de España en sus estancias. Yo sobre eso sólo puedo añadir que, a
menudo, lo que cada uno echa en falta no sólo es personal e intransferible;
es que además es sorprendente para uno mismo. Y eso es quizás parte de
su encanto, descubrir que no siempre añoras eso que pensabas que era
insustituible. Aviso que también este es un mecanismo reversible: después
de un tiempo de ‘exilio animoso’, al regresar a casa se echan de menos
comidas, lugares y rutinas de tu otra casa extranjera.
Y ya que estoy en el capítulo de advertencias debo hacer una muy importante: desconfiad de cualquier español que os diga que habla checo… el
idioma checo no existe, es un mito, una leyenda urbana. Quizás en su momento existió, como la Atlántida o la comida saludable, pero empezaron a
quitarle vocales y no supieron parar a tiempo. Ya no queda nada; y ahora
se lo inventan sobre la marcha poniendo cara seria (eso no les cuesta
mucho) al hablar. Se comprueba fácilmente escuchando la forma aleatoria
con la que distintas personas checas pronuncian lo que, supuestamente,
es la misma palabra. Podéis venir y comprobarlo vosotros mismos. De
hecho, deberíais venir a comprobarlo; os resultará tan curioso que quizás
queráis quedaros a seguir investigándolo.
Experiencias de profesores
Programa de Profesores en Secciones Bilingües
Rumanía
Experiencias de profesores
România
la interacción, mostrándose cercanas y accesibles, aunque siempre en su
papel de responsabilidad.
Lara Torrego Otero
Liceul Teoretic «Eugen Pora», Cluj-Napoca
Mi llegada a Rumanía fue algo diferente a la del resto de los profesores, ya
que entré en el programa iniciado el mes de septiembre. Esto hizo que se
precipitara la preparación del viaje y que volara directamente a la capital
del país (Bucarest), para la reunión de inicio de curso. Mi primer contacto
con el país fue, cuanto menos, impactante. Aterricé en una gran ciudad,
gris y fría, donde todo era difícil de entender. No me recogió nadie en el
aeropuerto: tuve que buscarme la vida. En resumen, fue una experiencia
bastante anecdótica, de las que pasado el tiempo te ríes.
Tras la reunión en Bucarest, donde conocí a la Agregada y a los otros
profesores españoles del país, volé a Cluj-Napoca, mi destino, donde me
esperaban dos de mis compañeras rumanas de español. Me recogieron y
me llevaron al alojamiento que el centro había buscado para mí. Estaba
muy cerca del liceo, era muy acogedor y, aunque tenía mucho trabajo de
limpieza por delante, fue un alivio llegar después de casi dos días de viaje
con todo el equipaje (no solo el real, sino también el emocional). La «garsoniera» estaba equipada con todo lo necesario: un buen sofá-cama para
dormir, un escritorio amplio para trabajar y los muebles justos para vivir.
Mi llegada al liceo, al día siguiente, era muy esperada por todos los profesores y por las directoras, que me recibieron con mucho cariño y amabilidad, a pesar de la barrera lingüística.
En las primeras semanas, una de mis compañeras del liceo fue un gran
apoyo, ya que me tenía que llevar casi de la mano para realizar todo tipo de
trámites y papeleos: abrir la cuenta bancaria, registrarme en la policía, etc.
Y no solo en estos ámbitos, sino que no se olvidó de que acababa de llegar
y el primer fin de semana vino a buscarme con su familia para enseñarme
la ciudad. En ese primer contacto pude comprobar que Cluj era grande,
pero cómoda para vivir: tiene un centro histórico precioso y mucha vida,
debido a que es una ciudad universitaria que acoge a gran número de
estudiantes y que hace que la oferta cultural sea inmejorable, así como los
lugares para tomarse algo y salir.
En cuanto a lo laboral, el equipo docente es muy acogedor y empático,
haciendo que la rutina diaria sea muy amena. Ésta se centra en la sala de
profesores, por la que todos pasamos en cada pausa entre las clases y en el
recreo, momentos que usamos para conversar, bromear y, a veces, realizar
pequeñas reuniones para tratar temas de interés a nivel escolar (documentación, problemas con el alumnado, etc.). Otra cosa que facilita este
bienestar es la presencia de la directora y de la subdirectora en el mismo
espacio, creando una convivencia que facilita mucho la comunicación y
El alumnado con el que trabajo pertenece a los cuatro últimos cursos de
su sistema educativo. A lo largo de mis seis años aquí, he de decir que a los
alumnos, en general, les gusta tener un profesor nativo y poder practicar
la lengua que estudian y que, en muchos casos, les apasiona. Esto suena
muy idílico, pero no sucede en todos los casos, es decir, que en las aulas
hay alumnos (una minoría) a los que no les gusta tanto el español o lo tienen como una materia que tienen que aprobar. No puedo dejar de añadir
que todavía guardan ese respeto hacia el profesor que quizá en España se
está perdiendo. Me he dado cuenta además de que, por el hecho de venir
de fuera, el alumnado establece una relación más cercana, seguramente
también por nuestra forma de ser y de entender la educación: los alumnos
en Rumanía tienen que tratar a los profesores de usted y ser serviles en
todo momento, sustrato de aquel sistema comunista que muchos de los
profesores vivieron y que ha quedado implícito en el entorno más cercano
de los alumnos, manteniéndose una jerarquía muy marcada en la vida del
centro educativo, así como en todos los ámbitos laborales.
En cuanto al idioma, a los cuatro meses mi rumano era el suficiente como
para desenvolverme en la vida diaria y a día de hoy, casi seis años después,
ya puedo mantener conversaciones normales gracias a la inmersión lingüística total (tanto en el centro de trabajo, como fuera de él), a la procedencia del idioma (lengua románica) y a mis conocimientos de latín y mis
estudios de filología. Esto hizo que el aprendizaje sucediera sin apenas
esfuerzo y sin recibir clases.
En el aspecto personal, tuve la suerte de que mi llegada a Cluj-Napoca
coincidiera con la llegada de un lector de la AECID, que estuvo en la
ciudad tres años. Fuimos como hermanos y, a través de él, fui conociendo
a un pequeño grupo de españoles que trabajaban en distintos campos. Hicimos una pequeña gran familia: nos ayudábamos, nos veíamos todas las
semanas, hacíamos comidas y cenas, excursiones, etc. En estos seis años
he ido despidiendo a todos progresivamente. Además, una vez superada
la barrera lingüística, comencé a tener muy buenos amigos rumanos, que
han pasado a ser casi como de mi familia, y que me han permitido conocer más la cultura y costumbres del país, además de descubrir que son
personas muy nobles.
En general, la experiencia es muy positiva. He de decir que tras seis años,
he crecido como persona. Estos años me han enseñado a conocer más a
las personas con las que convivía en España pero, sobre todo, a conocerme más a mí misma. He descubierto que todos los que han formado parte
de mi camino y que, inevitablemente, han tomado otro sendero, me han
aportado muchas cosas positivas y me han enseñado mucho; así como los
que actualmente me acompañan en él. Todos ellos importantes.
A nivel laboral también he crecido: mi formación ha sido continua a través del Ministerio de Educación y de otras entidades como el Instituto
Cervantes; y aunque llegué con experiencia, es inevitable afirmar que ha
sido muy gratificante ver la evolución y el aprendizaje del alumnado que
ha pasado por mis aulas y que han hecho que yo también evolucionara y
aprendiera, desarrollando ese ámbito de la Filología Hispánica que tanto
me gustaba y he podido poner en práctica: la enseñanza del español como
lengua extranjera.
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Rusia
Experiencias de profesores
Россия
Una gran diferencia con el sistema educativo español es el sistema de
puntuación, entre 1 y 5. Pero, lo habitual es que se reciban buenos resultados y para ello se realizan una gran variedad de actividades además de las
estrictamente académicas.
En estos seis años en Moscú también he tenido la gran suerte de trabajar y compartir experiencias con otros profesores de Historia lo que sin
duda ha enriquecido y enriquece mi trabajo. La suerte de vivir todos en la
misma ciudad, aunque enorme, ayuda a la hora de colaborar y compartir
vivencias.
Manuel García Moya
Liceo 1568 «Pablo Neruda», Moscú
Государственное бюджетное образовательное учреждение города Москвы лицей № 1568 имени Пабло Неруды
Voy a comenzar con una frase muy famosa en Rusia y título de una película Moscú no cree en las lágrimas (Москва Слезам Не Верит). Creo que es
un buen título para comenzar este documento ya que en esta película se
narran las experiencias de tres mujeres que llegan a la ciudad en la que
vivirán distintas situaciones cómicas, tristes, alegres o divertidas. Y al igual
que ellas, tanto yo como cualquier profesor o profesora que haya tenido
la experiencia de vivir y trabajar en Rusia se ha tenido que encontrar en
dichas situaciones.
En cuanto al idioma, es difícil pero afortunadamente en una ciudad tan
grande como Moscú hay oportunidades de estudiarlo y de practicarlo.
Aunque se puede vivir sin aprender ruso ya que hay siempre hay gente
dispuesta a ayudarte a cambio de practicar español, una vez que se aprende te permite hablar con muchas personas que no saben ningún idioma
extranjero.
Salvo la familia y los amigos, la verdad es que no he echado nada de menos y afortunadamente ellos siempre han estado dispuestos a viajar hasta
aquí para poder conocer de primera mano algunos aspectos de la cultura
y la vida en Rusia.
Si quisiera destacar las ventajas que me ha aportado la participación en el
programa no tendría espacio suficiente en estas hojas: ha sido la experiencia más enriquecedora de mi vida. Y, de cara a otras personas les diría que,
además de lo positivo que tiene el conocimiento de otros sistemas educativos y culturas, la experiencia de vivir y trabajar en Rusia y, especialmente,
en Moscú te cambia la vida. Como dirían en Rusia, давай! (¡Vamos!)
En mi caso era la primera vez que viajaba a Rusia y como profesor de
Historia pienso que la expectación era aún mayor debido a la gran cantidad de acontecimientos históricos acaecidos en el país y la ciudad durante
el siglo XX. La llegada, después de una interminable cola en el control
de visados, fue espectacular. Allí me esperaba una profesora del colegio
con su marido para llevarme a casa, pero antes pararon en el centro para
enseñarme la Plaza Roja y la Catedral de San Basilio, uno de mis edificios
preferidos. Así que puedo decir que la llegada fue estupenda. Aunque
como no todo puede ser perfecto tuvimos que soportar una larga hora de
atasco: «bienvenido a la jungla», pensé.
En cuanto al trabajo en el colegio, como todo en la vida, podría resumirlo
con la palabra «agridulce». El alumnado ruso de mi colegio es fantástico.
Es un colegio situado en la periferia de la ciudad y la verdad es que su
interés por aprender y practicar nuestra lengua es increíble. Además, para
los alumnos y alumnas del colegio es impactante que un español sienta
interés por su ciudad ya que para ellos la vida aquí es un tanto dura y por
eso siempre van a sentir curiosidad en conocer tus opiniones sobre su
ciudad, el clima o Rusia y los rusos. Lo cierto es que este alumnado hace
que cualquier tipo de dificultades pueda ser minimizada porque uno se
siente privilegiado al trabajar con los fantásticos grupos del colegio. Por
otra parte, la convivencia con el resto de profesoras en el colegio es muy
diferente a la que uno puede encontrarse en otros lugares. Quizá, o seguramente, se deba a las diferencias culturales entre el profesorado español
y el ruso o a lo que algunos definen como el carácter ruso.
La verdad es que, salvo algunas profesoras maravillosas, la mayoría pueden hacerte sentir como un extraterrestre. En cualquier caso, me refiero
a las relaciones interpersonales ya que en cuanto a la gestión y trámite la
administración del centro es muy eficaz.
Pablo Javier Aragón Plaza
CES nº 1252 «Miguel de Cervantes», Moscú
Государственное бюджетное общеобразовательное учреждение
города Москвы "Школа с углубленным изучением испанского языка
№ 1252 имени Сервантеса"
«Casa del lenguaje, casa del ser»
(Die Sprache ist das Haus des Seins)
Cada instante de nuestras vidas es el recuerdo de un comienzo
«El pasado es un país extranjero: allí las cosas se hacen de otra manera». Y
de ese país extranjero, que sigue existiendo paralelo al presente, surge de
vez en cuando un abrazo, una frase, una palma enternecida que se apoya
en mi hombro con una levedad esperanzada. Y me trae a la memoria lo
que he sido, y me hace darme cuenta de quién soy y me recuerda quién
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quiero ser, esa suma de todos los momentos que he vivido, de todos los
seres que he conocido.
Desde que tengo uso de razón me recuerdo cada septiembre acudiendo
puntualmente a mi cita con las aulas. Mi vida está íntimamente ligada
a la Educación, mis padres son profesores y a veces me llevaban a sus
clases cuando yo era apenas una personita. Luego empecé a estudiar en
el parvulario, y en el colegio, y en el instituto, y en la escuela de idiomas,
y en el conservatorio, y en la universidad, y en la otra universidad, y en el
doctorado… y a trabajar en el colegio, y en el instituto, y en la universidad,
y en la otra universidad… y en este país, y en ese país, y en aquel país…
De igual forma que el marinero conoce la mar, o el enólogo entiende de
vinos, los profesores sabemos cómo es una escuela pronto y sin grandes
esfuerzos. Cuando supe que este curso volvería a Rusia me alegré; cuando
me dijeron que sería a Moscú me puse muy contento; cuando llegué aquí,
y vi el colegio, conocí a los componentes del equipo didáctico y entré en
clase con los estudiantes; entonces, me sentí muy afortunado y di gracias a
las estrellas que se habían alineado para que yo tuviera la suerte de formar
parte de una familia tan cualificada y entrañable.
Según yo lo entiendo, cuando se tiene la suerte de pertenecer a un colectivo tan especial, dada su lejanía geográfica e histórica; y que, aun así, vive y
siente en español desde hace tantísimos años, no como un disfraz de quita
y pon, sino como una piel propia, uno no puede menos que dar lo mejor
de sí mismo e intentar ser con todas sus fuerzas parte de tan alta iniciativa.
Un día tras otro, estudiantes y profesores debemos constantemente continuar aprendiendo, es la única forma de encontrar vías siempre nuevas
y adecuadas a las circunstancias particulares de cada momento, sabiendo
que incluso el más largo de los caminos comienza con un pequeño paso;
sólo a través de desafíos constantes se consigue avanzar por la senda
del conocimiento. La casa del lenguaje, sigue siendo y será siempre la casa
del ser.
Así pues, ¿hacia dónde queremos llevar a nuestros alumnos? ¿Queremos formar únicamente técnicos –Platón hubiera hablado de un zapa-
Rusia
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tero, un carpintero, un constructor de navíos, etc.– o queremos, en primer
lugar y antes que cualquier otra cosa, formar personas? Entiendo por
personas seres que tengan conciencia de lo que son esencialmente, que
tengan conciencia de su alma y de las posibilidades de esta alma. Y entiendo por alma esa inteligencia y ese espíritu de los que hablaba Alcibíades,
los cuales necesitaban ser formados. El estudio de la lengua y de la
literatura, la concepción del lenguaje como fenómeno eminentemente comunicativo nos acercan a los principios que conformaron
la civilización occidental y que dan a la vida humana su sentido y
su valor. El primer principio es el de la dignidad del hombre como tal,
una vez reconocido lo que es el ser humano en su misma esencia. De este
principio resultan los otros dos, el ser humano, reconocido en lo que lo
constituye esencialmente, debe respetarse a sí mismo, no debe rebajarse ante sus ojos (recordamos la paradoja de Gorgias según la cual vale más
sufrir la injusticia que cometerla). Lo que caracteriza una civilización,
una cultura, no es tanto lo que los hombres hacen, el modo como se
comportan prácticamente, como la idea que se hacen del cómo deberían comportarse, es decir, su concepción de una teoría de valores.
El segundo principio nos enuncia que la virtud encuentra en sí misma
la recompensa. A través del estudio de la lengua y de la literatura se
pueden sondear los principios que dan a la vida su valor. Europa es esto.
No los armamentos ni los emporios financieros, sino un alma; o mejor
dicho, una cierta cualidad del alma. El día en que esta cualidad haya desaparecido, nuestra común cultura ya no existirá tal y como la concibieron
nuestros ancestros. Y en ese caso, la vida ya no valdrá tanto la pena. Acaso sean estas algunas razones que hacen que quiera ser profesor, aquí y
ahora, en Moscú, con vosotros, y que me levante cada día con la ilusión
y la sonrisa del principiante. Quizás por un abrazo, una frase, una palma
enternecida que se apoya en mi hombro con una levedad esperanzada…
y el sol que es nuevo cada día.
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Turquía
Francisco Javier Fernández Sánchez
Nesibe Aydın Okulları, Gölbaşı (Ankara)
Mi primera impresión al llegar a Ankara es que había viajado en el tiempo,
pero apenas me había desplazado. Ankara me recordó al barrio de mi infancia en Murcia, con sus tiendas pequeñas, sus hombres voceando por la
calle, su tráfico desordenado, la cercanía y sencillez de la gente. Conviene
aprender turco, porque son pocos quienes saben otras lenguas. Afortunadamente son amables y serviciales y siempre estarán dispuestos a ayudarte
en lo que necesites. Su relación con la religión no es igual a la que tienen
sus vecinos de Oriente Próximo. Frente a lo que muchos creen, Turquía
es un país laico donde se puede beber alcohol (aunque está bastante sobrepreciado) y la mayor parte de las mujeres caminan con la cabeza descubierta. Incluso celebran un remedo de la Navidad que llaman “Fiesta
de Año Nuevo”, donde integran toda la parafernalia navideña occidental
mezclada con las fiestas de Nochevieja, a pesar de no ser festivo en este
país, sólo el uno de enero lo es.
El centro escolar, el Colegio Nesibe Aydın es inmenso e integra todos los
niveles de la enseñanza obligatoria. Dispone de comedor, servicio médico
y salón de actos, entre otros servicios. Sorprende su tamaño y su disposición laberíntica. El profesor debe permanecer en el centro durante la
jornada escolar, tenga o no docencia ese día, así que está preparado para
ser confortable y acogedor. Los trabajadores del centro son amables y
cercanos, muy semejantes a los españoles en carácter, incluso más hospitalarios y risueños. Puedes pedirles lo que necesites, aunque muchos de
ellos no hablan inglés, así que de nuevo conviene aprender algo de turco.
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Türkiye
Los chiquillos necesitan un poco de paciencia por parte del profesor, son
un poco más niños de lo que uno espera, muy bulliciosos, pero también
cariñosos y alegres. Sorprende la facilidad con la que dicen «I love you».
El coste de vida es semejante al español, con algunas cosas más asequibles, como el transporte. Su ferrocarril no tiene nada que envidiar a nuestra red y es muy barata. Los taxis en la ciudad parece que te siguieran,
porque es facilísimo encontrar uno disponible, incluso a altas horas de
la noche. Su gastronomía es fabulosa y con muchas coincidencias con
la nuestra. Cocinar o comer en Turquía resulta siempre una experiencia
enriquecedora. El helado de Marás, plástico como un chicle, la crema de
nueces o un pudin dulce hecho con pechuga de pollo son algunas de las
fantásticas rarezas culinarias de este país.
Su burocracia, como sucede en casi todas partes, es bastante lenta. Hay
que armarse de paciencia, pero no es nada nuevo bajo el sol.
Algunas de las maravillas más sorprendentes de la naturaleza o la arqueología están en este país, merece la pena visitar Capadocia, Estambul o las
piscinas naturales de Pamukkale������������������������������������������
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. A un tiro de piedra está ���������������
Eskişehir������
, apenas una hora en tren, con sus aguas termales y sus canales.
A caballo entre Europa y Asia, tan distantes y tan parecidos, para cualquier español es toda una experiencia vivir aquí y sentirse a la vez sorprendido y como en casa.
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