Alcoholismo y psicosis alcohólicas - Actividad Cultural del Banco de

Anuncio
!
'"
ALONSO RtlENAtS SEOUIlA
-~.~
.._---
Alcoholismo
y psicosis alcohólicas
E,ltudio para el Doctorado
----- --- --" _. -'.~._'
BOGOTA
Inlpronta.
de ••L.a Luz"
CARRERA
¡.a,
NÚM.
1922
59(
..
RepÚblica de Colo'1tbia-- Ulliversidad
Nacional
Facultad de Medicina y Cl'mcias lVaturales
--_.-._e.- __
A1coholjtsm(~
y psicosis alcohólicas
---...•.~--Tesis para optar al títulc· de Doctor en Medicina y
Cirugía~ presentada y sostenid3. por
ALONSO RHENALS SEOURA
Practican U
eXUTnr
ICor CJTSO de
.
,
Inc J
BOGOTA
IU1.pren ta ..
CARRERA
-;» ;,
¡'.a,
.La I.1uz"
:-¡Ú'~l.
1022
59::>
mXTOI~ DE:LA 1';~ClIL
Tl\D
Doctor Luis Felipe CalderÓn
pr~E:SIDE:NTeD: TL""S
Doctor Julio Apar¡cio
Profesor de 11..:lología
Doctor Juan David
HelTci'll
Profe..';or de l'lt~lcl[\CJ Leool
Doctor Gabriel
(arnero
Profe~'iÓr <1eAnate'lnía (latol~lcil
Doctor Pornr>llIo M:lrtíncz N.
Profesor de Clínica q'JlrÚríllco
SLcr~E:T7-"~IO DE: LA FAClIL T,",D
Doctor José del Carmen ¡~cos~él
BOflotá, cctllbre
Señor Rector de la Facultad
de Ci~nci.l'" Naturales
II
de
1922.
y Medicina.
B. Lo C.
hi Sellor don Alonso Rhena/s S, alumno de esa Facultad,
ha presentado como trabajo de ttsis 1.'1/ estudie tz'tulado ",AlcoholiSmo )' PsicoJ'/'s alcohólicas;, sob.-I' !lIt ual t~'If{Oel honor de
rendir a usted el informe regla1'ullIario.
El estudio del sellor Rhe1l'J,¡s versa soá1e un asunto de
g1'ande importancia, cual es el ae la.; Psicosis e'e origen alcohólico, afecciones de las más fraue:l.'es entr'? los desgraciados
pobladores de nuestros ma1zt"comios, JI estti l1e,:ho con criterio
dentifico y t11 1m estilo sobrio y claro, El proMema de la lucha
antialcohólica está muy bieu tstuc:z:-zdoy desde un punto de
vista aproPiado
')1 por
II
nuestro medio, es c!I'Cir,~'inproyectos utópicos
ende irrealizables:
punto de ~ista
,!lle
(?!Isulta nuestros
problemas económicos y sociales ~v ql.e tiel/e (il cuenta
los mil
escollos y dificultades con que tr?pie~a toda la,~or encaminada
a aquel humanitario fin.
Las conside1'aciones anteriores
'1U
animaíl a proponer
seJlor Rector se sirva dar el pase reglamentano
sellor Alolls0 R/¡enals S.
al
a la Tesis del
Con sentimientos de consideració;¡ soy dd "(ilor Redor mu')l
atento, seguro servidor,
./lLIO
Al'ARICIO
UnÍ1/ersidad Nacional - Facull.1,d ,l.~ lIleditiíla y Ciendas
Naturales-Bogotá,
2J de ?dubre de
f922.
Publiquese.
F1 Rector,
L'jIS FELU'E
CALDERÓN
Preámbulo
Acerca del alcoholismo
nes morbosas
y sus n1IJltiples manifestacio-
en la vida individual
y social, hanse publi-
cado entre nosotros, especialmenk
en los últimos años,
trabajos más o menos intcresantl~s, Empero, no se han
descrito ni estudiado, a 10 menos ~ueyo ser'a, las psicosis
que determina
intox1caciÓn akohólica,
psicosis cuya
importancia salta a la vista con s(llo parar mientes en que
ellas menoscaban, pervierten o destruyen, f.O pocas veces
por modo definitivo e irreparable, lOS más elevados atributos de la personalidad;
actlian ':om;) fll:tores primor-
1,:
diales en la génesis de la de1incUlmcia, y proyectan, finalmente, su acción eminentcmentll
deletéret sobre la descendencia, comoquiera que, en tl'c,tándose de afecciones
nerviosas y psíquicas, la ley de 'a. transmisión hereditaria se cumple con rigor inexorab,e.
Tales consideraciones moviénnme
él escoger
las perturbaciones mentales aludilhs como tem.t del presente
trabajo, al cual sirven de base y "undamento varias observaciones clínicas recogicIa:5 en los mani:omios
de esta
capital, entre el crecido nÚmero de alíenados que allí vegetan por obra y gracia de la intemperancia alcohólica.
Dicho se está que este estudia aoolec(} de notables deficiencias; pero, aun así, él alclClza a poner de resalto
una vez más-y
tal ha sido mi principal oajeto-la
degeneración intensa y progresiva que está ·"brando el alcoholismo en todas nuestras clal¡CS social ~s, Corroboran
este hecho plenamente los datos estadístic:os que en los
citados establecimientos
bon:1ad )samente me han suministrado, y de los cuales aparec(: que el deterioro nervio-
-- 8-
so y mental del sesenta por ciento de los individuos en
ellos asilados, reconoce como causa directa el abuso de
las bebidas embriagantes, así destiladas como fermentadas. Sin contar, por otra parte, con que forman legión
los psicópatas alcohólicos que en todas las ciudades del
país ambulan libremente por las calles, constituyendo a
un tiempo mismo un baldón para la raza y un peligro inminente para la seguridad pública y privada.
Por dicha, si así puedo expresarme, en el exceso del
mal está el remedio; y los estragos causados por el alcohol entre nosotros han alcanzado proporciones tales,
que han acabado por impresionar hondamente la conciencia nacional, y surgen yá por doquiera voces que claman
con patriótica ansiedad porque se adopten enérgicas medidas que atajen los avances de esta terrible endemia
social.
Como resultado de tal clamor, los buenos ciudadanos
y las entidades directivas de la Nación, desde el Congreso hasta los Ayuntamientos, han empezado a preocuparse
seriamente por la solución de este tremendo problema, y
es de esperarse que, inspirándose lealmente en el aforismo latino sa[us populi, suprema [ex, acabarán al fin por
echar las bases legislativas de una verdadera campat1a
antia1cohólica racional, metódica y fecunda.
Así lo demandan con lágrimas en los ojos los millares
de hogares a quienes el alcoholismo, impunido y triunfante, afrenta y martiriza; así lo reclaman con imperio
los vitales y permanentes intereses de nuestra sociedad,
infinitamente superiores y harto más respetables que los
de los industriales que especulan con el vicio, los cuales
hoy son y mañana no parecen; así 10 prescriben, en fin,
las más triviales nociones de patriotismo, de filantropía
o caridad cristiana, y el Congreso, especialmente.
no
cumpliría en verdad con los deberes que le impone su
condición de representante
del pueblo colombiano si no
acudiese con los medios que tiene en la mano a la pronta
represión del· mal en referencia.
-
9 --
Cumplo un debcr al consignar lquí, COlf.O en efecto
consigno, la expresión de mi reeouodmiento al distinguido profesor doctor Julio Aparicio, p')r haber aceptado la
presidencia de esta Tcsis y por las señaladas muestras de
benevolcncia quc·me ha dispen!lade>en el CJrso de mis
estudios médicos.
He dividido este trabajo así:
I--N ociones etiológicas.
U-Psicosis
alcohólicas.
III-Asociaciones
IV -Anatomía
y complicaciones.
Patológica.
V - Diagnóstico.
VI-Terapéutica.
Observaciones.
I
NOCIONES ETIOLOGICAS
La ciencia psiquiátrica
mentalmente
el concepto
moderna ha modificado fundaq.1e ll1tarl0 se tenía acerca de
la índole de las enfermedades
mentales y sus factores
etiológicos. Sábese hoy. en efec ;0, que tales estados morbosos no SOI1,en la gran mayorí:t de los casos. sino la expresión sintomática de alteraciones anatÓnicas viscerales
y especialmente nerviosas;
que entre las 1umerosas causas que suelen determinarlos figuran en primera línea las
intoxica.ciones así endógena~ como exÓgenas, y que, entre
estas Últimas. desempeña el a~coho1ismo un papel preponderante.
El alcohol posee. a la verdad,
una afinidad
especialí-
sima por los elementos del sistema nervioso, de manera
que una vez absorbido y puesto en circul<.ción por el medio sanguíneo.
impregna
tode el organismo. fijándose
principalmente
en los neurollas~l)rticales.
los cuales trastorna notablemente
en su quimismo. En un principio
estos elementos reaccionan y t )rt1an a la normal. pero a
medida que se suceden las intO}.icaciones vase formando
en ellos un proceso degenerativ).
y. vuln,~rada así la célula nerviosa, es natural y I(,gic:) que sus lesiones se traduzcan por desórdenes más o mImos graVE:Sen el dominio
de la actividad
psíquica.
Desde el punto de vista. dE: la prodlcción de dichas
perturbaciones,
precisa ten'~r 1m cuenta-como
por lo
demás en todos los problemas
dínicos-el
factor
indivi-
-
12
-
dual. Es de observación frecuente, efectivamente, que
algunos alcoholizados conservan hasta el fin la integridad
de sus facultades mentales, al paso que otros revelan, desde las primeras fases de la intoxicación alcohólica, una
desorganización progresiva de sus funciones cerebrales.
Tal hecho tiene explicación sencilla a la luz de los principios de patología general: pertenecen estos últimos individuos a la categoría de los constitucionalmente debilitados, ora por efecto de taras orgánicas congénitas o adquiridas, ora por fatigas, privaciones, choques morales, o
por cualquiera otra causa de orden patológico.
Otro factor no desdeñable es la calidad de la bebida.
Es bien sabido que las bebidas embriagantes derivan su
nocividad del alcohol etílico que contienen y en especial
de la presencia en ellas de los llamados alcoholes superiores y otros productos tóxicos sobremanera. En este concepto, hay perfecto acuerdo en que el brandy, el whisky
y, en general, todos o casi todos los licores de extranjera
procedencia, que nos llegan grandemente adulterados por
la adici6n de alcoholes metílieo, propílico, amílieo, ete., y
otras impurezas, y las bebidas cargadas de aceites esenciales, que son venenos convulsivos, son deletéreos en
grado eminente y más ocasionados, por tanto, a la producción de los trastornos en referencia. Puede decirse lo
propio de la chicha, que, además de alcohol, contiene una
ptomaína, a la cual cabe atribuír las manifestaciones peculiares del alcoholismo chíchico. ".Por lo que hace a las causas propiamente dichas del
alcoholismo, especialmente entre nosotros, son numerosas
y variadas. Aparte de la libre industria de bebidas dettiladas y fermentadas, que pone éstas al alcance de todo el
mundú; del contagio por el ejemplo; d~ la falta de sanción social y aun legal para los sujetos que se entregan
a este nefasto vicio; de la herencia, que créa en los descendientes de los alcoholizados crónicos una especie de
alcoholomanía, o, dicho en otros términos, la propensión
invencible
tros climas;
baratas
gria,
a la bebida;
13 -de la
de la carencia
aCCÍo)l1
que den a las clases po¡:ula-es
conviene
anotar
Tocante
a la primera,
de orden
la otra.
Ú:partame
éstas tienen facultad para arrendar"
u explotarla directamente, cobrando
o
el tónico de la ale-
es bien sLbido que
a las entidades
de nues-
gratuitas
dos causas importantes,
fiscal, la una, y de indole econó'nic,l
licores pertenece
enervante
de dist~acci(Jnes
la renta
ltales,
de
y que
por administración
derecho de patentes
o en otra forma, Pues bien: sea '~ual fuere el sistema
adoptado, el fin que persigue el DepartamEnto, el administrador o el arrendatario, es acrecentar haHta donde sea
posible el consumo de las bebidas I~spirituosas, para obtener el mayor rendimiento
en el l,roducto
del impuesto.
Consecuentes con cste propósito, 1lonen ;n práctica todos
los medios imaginables. tales coro-) la multiplicación
de
los establecimientos
de expenc.io,
la colocaciÓn
de éstos
en los lugares más conspicuos y frecuentados, la adición
al ron de sustancias aromáticas y colorante:; para hacerla
más atractivo, el escogimientc
dE empleados que mayor
celo y acti vidad desplieguen
en Ll difusión de la bebida,
y, en fin, otros tantos procedi'nieltos
por el estilo, inspirados y sugeridos por la codicia. A esta propaganda incalificable débese en buena parte ~l incremento inquietante que ha alcanzado el alco':'lOlismo, particularmente
en
algunas secciones del país.
La otra causa, más aplicable
al consumo
de la chicha
en las regiones de clima frío, como I3oya,~á y Cundinamarca, cs, clígase lo que se quier;l la miseria de las clases
proletarias, cuyo exiguo salario 110 les permite procurarse
una ración alimenticia sana)' suficiente, y se ven obligadas a buscar en la chicha un complemento o sustituto de
alimentación, imbuidas en la errada creencia de que semejante brevaje es un restaurado,. de eners-ías de primera
fuerza.
-
14-
Por otra parte, viviendo como viven las clases susodichas, por lo general, en habitaciones estrechas e inmundas, donde carecen de las comodidades más rudimen"
tarias e indispensables, es natural que ejerzan sobre ellas
atracci6n irresistible la chichería y la taberna, que les
brindan, si bien con grave detrimento de su capital bio16gico, horas de esparcimiento y solaz, durante las cuales
pueden sustraerse a la dura condici6n a que se hallan
sometidas.
::-===:laaIIJEB====--===:':::EIlJieB==::::::-
11
PSICOSIS ALCOHOLlCAS
En el estudio de las psicosis alcchólicas es preciso comenzar por la descripción de la intoxicaciónlg'uda o embriaguez, que no es, en rigor, sinolna locuré;, aunque de
corta duración.
Comienza ordinariamente por un periodc de excitación, en el cual la agitación muscular y la exaltación de
todas las funciones revelan un :.entimiento de euforia así
espiritual como física. Esta sensación de bienestar prodúcese en parte bajo el influjo d':lla aceleraciol1 del ritmo
respiratorio y el cardíaco, cual lo demuestra la mayor energía y frecuencia del pulso. Tales fenómenos cardio-vasculares dan, además, por resultado una impresión de
calor, acompañada de transpiración general y notorio aumento de la excreción urinaria. Al propio tiempo el bebedor se torna expansivo: present,l el rostro animado,
muéstrase alegre, ingenioso, sabsfec:ho de sí mismo y de
todo el mundo. Vuélvese comunicativo en demasía, bullicioso y parlanchín. En algunos sujetos la c:,citación de
la actividad psíquica mejora las cUllidades intelectuales
y da vivo colorido a las ideas. En los débiles, al contrario, la exaltación produce c:>ncepcioJes más a',)surdas que
de ordinario. Exaltada su sensibilidad, el bebedor desborda de ternura, y laméntase, y llora, y confía a todos
sus desdichas ..
'.
En su segundo período, la erabri aguez se manifiesta
por una perturbación de la inteligencia. Sobreviene cier·
-
16-
ta confusión en las ideas, las cuales carecen de ilación
móviles. ·A las perturbaciones
psíquicas vienen a sumarse trastornos motores de orden
atáxico, en virtud de los cuales los actos más sencillos
se realizan con torpeza. El ebrio no puede vestirse correctamente; su marcha es oscilante, y no pocas veces tropieza y cae. La incoordinación se revela hasta en el lenguaje: las palabras salen mal articuladas, en forma más
o menos explosiva.
La sensibilidad cutánea está embotada o abolida. Las
imágenes visuales se vuelven confusas, y obsérvanse a
las v~ces ilusiones del gusto y de la sensibilidad general.
En este período el bebedor presenta un aspecto distinto del que ofrecía en el primero. Tiene los ojos brillantes y extraviados; las náuseas 'J los vómitos son habituales; la boca está pastosa, la sed es viva. los latidos
cardíacos y los movimientos respiratorios son irregulares.
Los enfermos conservan todavía vislumbres de razón y
la facultad de refrenarse, a lo menoS en cierta medida.
Empero, al paso que unos son benévolos, afectuosos Y..
tiernos hasta el erotismo, otros se muestran celosos y_sumamente irascibles; se enojan por una futesa y pre-.~
sentan marcada tendencia a la comisión de actos violentos. En algunos casos, finalmente, vense la alegría, la
cólera, la tristeza, el enternecimiento, mezclarse de un
modo enteramente absurdo, bajo la influencia probable de
perturbaciones psico-sensoriales diversas .
./'" En el tercer grado, que constituye el período comatoso, el ebrio cae en un sueño profundo, verdadera apoplejía comatosa. Yace inerte, aniquilado, con los miembros'
en resolución, los reflejos totalmente perdidos, las pupilas
dilatadas e inmóviles, y los esfínteres, relajados, permiten evacuaciones involuntarias. El enfermo se halla en
un estado de absoluta incon~.ciencia. con la cara cianosada o lívida y la piel cubier.-.\ de sudor.
_ La curación es la termi,ación ordinaria del acc.eso de
embriaguez. Por lo común\ después de un tiempo varia-
y son extremadamente
,
:
\
ble, el sujeto se despierta
general,
17
con un Hentim lento de laxitud
la boca seca, sed intensa,
gastro-intestinaks
desaparece con
l1IÚS
(efak~
y desÓrdenes
de variahle intErsidélc1. Este malestar
1) mctws
rapidE~í..
La ÚltinM hsc dl' la emhriasuel
puede, fin embargo,
durar varios rlías. yaun
termi1an,e
por 1:1 muerte. En
este caso, el coma persiste, g-an'l.nd:> cada \'tZ m¡'ls en intensid¡¡d, y cd pulso, pcquetio,
desaparecer.
Estos síntomas
intoxicaciones
s(.oreagudas
frecw~nk,
graves
a<~'.ba al fin por
se obsErvan
r:onsecllivas,
en las
po - lo común,
a la ingcsti('¡n (~nun tiempo mu:r hreve de cantidades
con-
siderables cll~ a.lc,_,hol. So les obscn,,- ig-ualm:lllte en individuos portadores do lesiones crgÚnicas de índole cardíaca, hepática y especialmente
Entre las perturhaciones
renal.
que plwdcll scbrevenir
ell el
curso de la '~l1lbriag'ucz y determinar accid'~ntes graves o
la muerte, figura. en 1Jrimer t6rmi10 la henorragia
meníngea.
Al lado de esta embriagm'z, en ~ erto mor:o simple, hay
formas m¡ís se\'~,ras. Prodúcensc en ciertos casos verdaderos accesos de sonambulismo alcohólico con automatismo cerebral. Al despertar, no peni ste sinn un recuerdo
confuso
de lo que ha pasado
hasta hay en ocasiones
dl'I'ante la embriaguez,
una amnesia
y
comple:a.
En la embriaguez producida por licores cargados de
esencias sobre todo, el cuadro ordinario s~ complica de
ataques convulsivos, que recuerdal de todo punto el ciclo
epiléptico, con convulsio'1cs tÓnicas y cI':micas, coma, estertor. mordeduras de la lengu.l, rdajamient)
de los esfínteres y amnesia
consccutiva.
Existe, por Último, una varied;td d(~ e~11briagucz, llamada embriaguez patológica, que S'::lencuemra particularmente en los estados anormales congcnita]es y en el grupo de los desequilibrados.
Esta variedad sude observarse
también
en los sujetos afectados
,i les y de enfermedades
de traumatismos
funcion ales y orgánicas
craneadel siste-
.!
2
-
18-
ma nervioso. Puede aparecer después de la ingestión de
dosis de alcohol relativamente
mínimas. En vez de la
euforia de la embriaguez simple, sobrevienen perturbaciones psíquicas variadas: angustia, furor y marcada tendencia a las impulsiones y agresiones violentas. Nótanse
también ideas de celos, de grandeza, a las veces verdaderos delirios que se acompañan de desorientación y amnesia consecutiva.
f\lcot)olismo
crónico
Dase este nombre a la intoxicarión
crónica de todo
el organismo determinada por el abuso prolongado de las
bebidas espirituosas;
es una impregnación
sistematizada
de toda la economía, que se manifiesta por una decadencia prog-resiva
de las funciones
luégo por una alteración
s.omáticas
y psíquicas.
definitiva de estas funciones, por
lesiones anatómicas de las vísceras y del sistema nervioso, y, finalmente, por modificaciones de la sangre y de
las excrcciones.
Iníciase, desde el punto de vista
dida de los sentimientos
familiares,
psíquico, por la pérpor un descenso del
sentido moral, por el debilitamiento
de la memoria y de
la voluntad. Este descaecimiento se revela en la conducta del individuo por la carencia de toda delicadeza, de
todo pudor y de toda dignidad en sus procedimientos. Se
torna indiferente con su familia, descuida su persona y
sus negocios y apela frecuentemente
a los medios más
vergonzosos para procurarse dinerCJ con qué poder satisfacer su inagotable sed de alcohol; vive, en una palabra,
cometiendo
a cada paso acciones
vituperables,
cual si
padeciese de una verdadera anestesia del sentido moral.
Conforme progresa la desorganización de SllS funcio'les
cerebrales, compruébase
la debilidad de su juicio y una
extrema lentitud en su ideaci6n.
AlIado de este estado mental, muy característico en
sí mismo, existe toda un serie de síntomas físicos bien
puestos de relieve por Maguus Hua y otros clínicos.
-
19
--
La facies del alcoholizado cI'ónico puede presentar dos
aspectos diferentes:
el bebedor de bebidas fermentadas,
como la chicha, tiene el rostro aboJ:é.gado, la mirada embrutecida, los ojos encarnizados, la nariz y lés mejillas de
color violáceo por la presencia je :1Umerosa~; venillas dilatadas. El rostro p,Uido, flácido, desencajado, prematuramente envejecido, se observa má:; bien en el tomador
de bebidas destiladas.
Las funciones digestivas están siempre más o menos
comprometidas:
hay pituitas matu :inas, vértigos estomacales y otras perturÍJaciones
gastrc,-·intestindcs
.. Las vías
respiratorias
sufren también el contragolpe de la intoxicación. Las laringitis, las tráquea-bronquitis,
las bronquitis crónicas son harto frecuE-nte:; en semdantes casos,
sin hablar de la tuberculosis
pulmonar, que se desarrolla
muy fácilmente
en los alcohólicos.
La repercusiÓn del mal se manifiesta sobre el corazón
por la debilidad de este órgano y la irregularidad
de su
.- funcionamiento.
Los síntomas
de orden nervioso
son natu:'almente
más
numerosos
y se traducen por an'Y'l1alías de la sensibilidad, hiperestesias, analgesias o anl~stesias, exageración o
abolición de los reflejos; aminora:ytient0
visual, escotomas, apreciación defectuosa
ambliopía y amaurosis;
disminuci:Jn
tiva (el enfermo ~ree oír soplos).
Las perturbaciones
un debilitamiento
del sistema
el<: la agudeza
<lE los colores,
de la agudeza
muscular
más o menos considerable
dad y principalmente
un temblor
muy
audi-
consisten
en
de la motili-
mlrcado
en las
manos en la actitud del juramEnto. de oscilaciones rápidas e irregulares, sobre las cuales parece que no ejercen
influencia alguna las emociones; es siempre bilateral y
más intenso por las mañanas,:uando
el enf~rmo está en
ayunas. Los labios, y sobre todo la lcng ua, He hallan agitados también por un temblor que tiene los mismos caracteres del de las manos: oscilaciones ráF idas, regulares, de pequeña amplitud.
-
20-
Generalmente el paciente duerme mal, porque su suefío es turbado por pesadillas profesionales, terroríficas,
acompañadas de alucinaciones visuales zoópsicas.
En este terreno, de tal modo abonado por la intoxicación alcohólica, pueden germinar, y germinan en efecto,
ciertas formas mentales clasificadas aparte por los psiquiatras, a saber: el delirium tremens, ~l delirio de persecución, la melancolía alcohólica, el sindroma de Korsakoff
y, por Último, el desquiciamiento definitivo e irreparable
de todas las facultades psíquicas superiores: la demencia.
Delirium tremel)S
Extraordinarios excesos de bebida, la suspensión brusca y completa del excitante habitual, una enfermedad intercurrente, o bien un traumatismo físico o moral: tales
son de ordinario las causas provocadoras de esta psicosis.
Este delirio no es otra cosa que la exageración de la
pesadilla habitual del alcoholizado. Gradualmente, en dos
o tres días, el ensueño se extiende, pasando de nocturno
a ser también diurno, y llena y señorea todo el espíritu
del enfermo. Es el delirio de ensueño en toda su amplitud, con alucinaciones visuales predominantes, profesionales, o de animales variados, o de individuos peligrosos,
siempre en movimiento, acompañado de ansiedad, de
miedo o de terror. Las alucinaciones de los demás sentidos completan los dramas profesionales desagradables o
terrificos en que se debate el paciente: puñaladas, mordeduras, olores repugnantes, injurias, amenazas, disparos.
El enfermo reacciona con vehemencia contra estas alucinaciones por medio de palabras y actos; es actor en los
dramas que se suceden; se adapta a las situaciones cambiantes, y manifiesta sus emociones y sentimientos por
la fuga, el homicidio o el suicidio.
Durante el delirio el enfermo pr~senta la cara congestionada, los ojos brillantes y el c.erpo agitado por un
temblor violento. El pulso está acelerado, la elevación
-
de la temperatuf<\
21
-
es moderada
la piel se cubre de un
sudor abundante y viscoso; los rdlejos terdinosos y cut[meos se hallan frecuentemente
exagerados, y no pocas
veces hay albuminuria.
Las alucinaciones
pueden pro'locarse
.Jor la sugestión. Por una interpelación brusca y sobre todo autorizada es posible hacer salir al enfer:no de su '~nsueño y obtcner de él respuestas
confusión
subyacente
perfectamente
muy marcada,
razonables.
salvo
No hay
en los casos
graves. La desorientación
en el tiempo y el espacio se
debe al contenido del ensueño mismo y C'•. a ausencia de
atención exterior.
La duración de este delirio es variable.
Unas veces
comprende uno o varios días, lué~:() la curaeiÓn sobreviene bruscamente.
La crisis está ccr:stituída por un sueño
profundo, del cual sale el enfermo un poco alclado, per:l
recobra su lucidez al cabo de algt: nas horas;
queja de experimentar
entonces se
un fuerte cc.nsancio, cual si lo hu-
biesen molido a palos. Otras
te el día para continuarse
'veces el delirio cesa duran-
por las noches, y luégo se des-
vanece por completo.
En ciertos casos este delirio simple se termina por un
delirio tremens febril; esta forma ·~s la más grave y amenaza la existencia
5011
del enfermo;
los caractens
principales
los mismos que en la varicda.l no febril;
se observa,
además, una fiebre intensa que pu~de alcam.ar 42 grados,
y una perturbación
más profunda de la c(,nciencia. En
vez de un simple temblor, hay sacudidas y movimientos
convulsivos, contracciones brusca:; de la ca··a. desviación
de la cabeza,
nistagmus.
La marcha
es sobreaguda;
la
muerte es determinada con frecuenGÍa por el agotamiento, y j;a precedida de una cé.ída de la temperatura o de
convulsiones.
-
22-
D~lirio q~ persecu<:ió.,
(PARANOIA ALCOHÓLICA)
Obsérvase este delirio así en las primeras como en
las últimas fases del alcoholismo crónico, pero parece
ser más frecuente en los estados avanzados de dicha intoxicación. De aquí que se encuentren en éste con mayor
frecuencia que en el delirio agudo las perturbaciones de
la motilidad y sobre todo de la sensibilidad, tan características del alcoholismo, y precisamente en estas últimas
reposan las interpretaciones delirantes.
El delirio de persecución alcohólico, como la paranoia
ordinaria, se instala, por lo común, paulatinamente, por
una inquietud indefinible, sin causa conocida, que intranquiliza sobre modo al paciente. Este busca al principio
con indecisión la causa de su angustia; vacila, duda, recapacita y al fin la idea de persecución se bosqueja indefinida y confusa.
Lo quieren mal, lo persiguen, no sabe quién. La desconfianza es extrema, Yo en su temor, todo lo interpreta
como signo de enemistad y malevolencia. Poco a poco la
idea se aclara y se confirma, y el perseguido se da a buscar la razón y los enemigos que lo acechan. El delirio se
define, dejando más o menos intactas las demás facultades; los enemigos indeterminados se determinan en corporaciones: es la policía que lo espía en dondequiera que
está; son los socialistfl.s o los francmasones quienes pretenden asesinarlo; es alguna comunidad religiosa la que
lo quiere perder, o los médicos o los farmacéuticos quienes intentan envenenarlo.
Entonces él se pone en guardia: traza con sangre fría
el plan de su defensa; escr~be a las autoridades anunciando el peligro en que se encuentra y solicitando protección; hace analizar sus alimentos, usa vestidos aisladores para librarse de laj>cargas eléctricas que le tienden.
A la postre, cansado de tomar precauciones y de sufrir, exasperado por las- alucinaciones que lo asedian de
-
23-
continno:
ruidos (]('sagradab es, voces que lo insultan
y baldcnan, olores nauseabundos,
sabores extraños, etc.,
tO:lla la ofensiva, incliviclualizél la causa d(~su tormento,
prepara su vcnganza
trneca el1 agresor.
con mildu
Con harta frecuencia
la idea persistente
consiguiente,
'{~Z,
y de perseguido
surgt: también
se
en el alcoholizado
clc que su mujer le es inlel y que, por
ella (; sus supue5tos
amantt·s
tratan de ha-
cerlo encarcelar o de envenenarlo
con el 11:1de desembarazarse de él. En estos casos, ore' inariam('r te es la mujer
la víctima de los ataques
hom:cidB
del delirante.
Esta creencia delirante en la i ,fideliJad de la esposa,
q:'lc ('s cii.si típica, pucc1e ser refe~ida a menudo él perturhaciones ll1anifipstas de la cilC'rg-íl viril (fri ~idez) y a ilusiones del sentido genital; pero las m¡ís d(~as veces debe
ser atribuída
la cleg'eneración
él
moral y al debilitamiento
intelectual
primitivo, rasgos car¡,cterístico5,
se hizo notar, dd alcohol izado cré r,Íen,
como atrás
El delirio de persecución alcor Mico rara vez conserva
un carácter depresivo;
muy a mell'Jdo se t¡'<lnsforma por
la aparición de ideas ambiciosas
(misiÓn divina, origen
linajudo), La exaltación reli({iosa impulsa él los enfermos
a cometer sacrilegios
o actos
de crueldad
ideas religiosas
nunca son ne naturaleza
en el delirio religioso ordinario.
~elancofía
La melancolía alcohólica
bilitamiento moral extremo
con momentos
terrores
las
como
j~lcof)ólica
revela su orige n por un dey una panofobia que alterna
de desesperaciÓn
no son
inaudita;
dcvada,
determinados
y de lágrimas.
por
causa
Aquellos
alguna;
esta
desesperación desaparece sin dejar una im:'Jresión duradera. o bien el origen tóxico se tr¡tduce por una torpedad
particular,
el embotamiento
de 105 sentimientos
morales.
la se:1sibkría, la ausencia de voluntad, el aminoramiento
de la memoria y la dificultad de la :,eflex.ión
Estas dos va!1edades,
la primera aguda,la
segunda tor-
-
24-
pe y crónica, pueden acompañarse de raptos y violencias dirigidas contra el enfermo mismo o contra las personas que
lo rodean. Existe hiperestesia sensorial; son frecuentes
las alucinaciones (fantasmas negros, visiones incandescentes, incendios, durante la noche). De modo transitorio
aparecen fases de excitación, vértigos, debilidad muscular, escalofríos, temblor.
En la segunda forma la marcha tiene tendencia a prolongarse, así como el debilitamiento psíquico. Sin embargo, puede sobrevenir la curación después de un tiempo muy largo y mediante la supresión del alcohol. Las
reincidencias son frecuentes.
Pskosis
de Korsal\off
Este sindroma, que no es peculiar del alcoholismo y
puede observarse en diversas intoxicaciones así ex6genas
como endógenas, se conoce con el nombre de polineuritis
o psicosis de Korsakoff, quien la describió en los alcobolizados.
Esta variedad de psicosis alcohólica suele ser consecutiva a las formas delirantes graves y sobreviene frecuentEmente después de una serie de crisis de epilepsia
etílica.
Descríbense en la psicosis polineurítica varias.•. modalidades: la forma delirante, la forma de confusión 'mental
y la forma amnésica. Pero, según Régis, no hay, en realidad, en estas formas tres entidades diferentes, sino tres
variedades de un mismo sindroma clínico: la confusi6n
mental con predominio, según los casos, del elemento delirio, del elemento embotamiento intelectual y del elemento amnesia.
En la forma de confusión mental hay obnubilación intelectual, retardo de las operaciones psíquicas, defectos de la
asociación de ideas, perturbaciones de la percepción y de
la conciencia personal, errores de tiempo y de lugar. El
enfermo manifiesta las modificaciones de su estado cenestésico por el aspecto, ora maní~o, ora melancólico.
La excitacit'Jll
25-
psíquica
se traduce
por
insomnio,
lo-
cuacidad. instabiliclad motora y agltación ; :r la depresión,
por somnolencia.
mutismo, apatía y estupc,r. Obsérvase,
finalmente, la alternativa del tono ,~mocioml: ansiedad y
excitación por la noche;
rante el día.
calma.
hpatía e indiferencia
En la forma delirante el enferrro
qne presenta
comúnmente
du-
es presa de un delirio
los car.1Gteres dc un ensueño.
Las ideas delirantes
expresadas
:son polinorfas,
ya melancólicas, ya ,hipocondríacas,
ora de negación o de persecución.
Tales ideas son superficiales,
y varían de un momento
de poca duración
a atTo)en cuanto a su intensidad.
Al principio, y en las formas ligeré.~¡. se producen
de y por la noche;
en las formas
radero y permanente,
pero
Acompáñase de alucinaciones
suales, con frecuencia
carácter hipnogógico.
ideas delirantes.
sugestiones
el delirio es du-
raré. vez es sistematizado.
vagas, principalmente
vi-
tactiles. rans
veces auditivas, de
las cuales ,;ontribuy(m
a crear las
El delirio
di versas.
graves
en la tar-
cs. en suma.
la resultante
de
aluci[)a.ciol1'~s y el1liUeños incohe-
rentes, combinados con las lagunas de amnesia y los desórdenes de la confusión ment,d. Este deliro
es de todo
punto semejante
ha disipado,
al delirio oníricc
de
Régis. Cuando
suele dejar en pos de sí ideas
falsas.
se
prove-
nientes de los ensueños o el delirio. las cuales persisten
por algunos días o varias serr,anas a la manera de un sueño inconsciente.
En tales Cé.SOS, estas creencias falsas
pueden c.:mstituír la única perturbación
ob:;~rvada y convertirse en el punto de partida dc~ una verdadera fabulaciÓn. Los enfermos dan sobre sí mismo; los informes
más falsos y a la vez más sinCEros; deslIaturalizan
los
hechos y se contradicen.
Refieren
una serie de acontecimientos
quim(~ricos. serios o sinmportancia,
están convencidos
ejemplo.
de haber toma10 parte;
que acaban
de llegarll
en los que
aseguran.
por
asilo. y dan el empleo
de su tiempo en los días precedentes. sien,:lo así que su
entrada a dicho establecimientQd,~tél.
de v:uias s.emanas_
.- 26-
Finalmente, persisten en ellos a las veces ideas bastante
tenaces, que realizan los diversos tipos de ideas fijas postoníricas de Régis, y que pueden ser la génesis de un delirio sistematizado secundario.
En la forma amnésica la perturbación mental acaba por
quedar reducida a la de la memoria. En un principio la
amll~sia es uno de los elementos de la confusión mental;
la sostiene y refuerza. Pero, en el hecho, la confusión
mental existe a titulo primitivo y contribuye a exagerar
la amnesia. Esta presenta caracteres particularisimos: es
profunda, difusa, pero no global; las más veces lagunar,
irregular y desigualmente repartida. Es esencialmente
una amnesia anterógrada, de adquisición, actual o de fijación, y conti nua. El enfermo percibe bien los hechos presentes, pero éstos no hacen sino atravesar la conciencia
sin detenerse en ella; las impresiones rozan, por decirlo
así, el cerebro, sin dejar en él huellas aparentes de su
paso; no son incorporadas a la personalidad, porque ésta
no las asimila. Por tal manera el sujeto olvida los hechos
a medida que se producen; ignora lo que há poco le dijeron, lo que acaba de pensar o de hacer. En casos más
acentuados la amnesia versa también sobre los hechos
anteriores y remonta más o menos hacia atrás (amnesia
de evocación). En esta variedad se trata de la imposibilidad de reproducir recuerdos que en realidad no están
destruidos; por lo tanto, el enfermo presenta pseudoreminiscencias de personas y cosas mezcladas con falsos
recuerdos de acontecimientos puramente imaginarios, tomados como positivos y reales. El enfermo cuenta con
detalles e íntima convicción hechos provenientes de fragmentos de ensueños incorporados en una memoria lagunar e indistinta, y que la mezcla con hechos .J:ealesimpone
a su creencia.
En la forma amnésica la lógica parece intacta; el razonamiento no parece alterado; la conciencia está lúcida
y la atención bien conservada en apariencia; pero la perturbación del juicio, la ausencia de <:rítica, la falta de ob-
27 -servaciÓn se afirman en un contraste
los relatos a menudo extraordinario):;
impresionante
por
de escenas imagi-
narias. así como por la explicación
a.bsurda y ridícula de
los hechos. La tendencia a la fabul idón y éL la inventiva
guarda proporciÓn con los recursos intelectuales anteriores y con la actividad
psíquica.
Desde el punto de vista
un estado
de indiferencia,
cierto grado de euforia.
tabilidad
notable
afectivo) el enfermo pre$enta
mezc:lad,) frecuen;emente
Otras
y debilidad
Las perturbaciones
con
',TCc(:~¡
se obse ~va una insemocional.
nerviosas
do mental est{lI1 caracterizadas
que acompañan
'?or sindromas
el esta-
de neuritis
generalizadas, que indican el inte:"csamiento de los diferentes dominios de la sensibilidad, de la motilidad y hasta de la vida vcgetativa
(nutTlció 1, circuladÓn). Obsér·
van se dolores subjetivos y objctivo~,: hiperes';esias y anestesja~, parálisis
periféricas
en forma de pseudo-tabes,
míotrofias, cdemas, cianosis, m:Jdiftcaciones :le la calorificación y trastornos
tróficos cutát,eos. De :)rdinario los
reflejos están profundamente
modificados:
exagerados.
desiguales
o abolidos.
sas modalidades
La evolución
Pueden ob:¡ervarse
de parálisis
de esta
ocul"res.
fornn
cosis alcohÓlica es variable;
también diver-
un poco e~pecial de psi-
empero,
pued(~ decirse
que
es regresilJle y curable, y que la cmación es la regla. Esta
sobreviene al caho de un tiempo habitualmente
largo. La
convalecencia
psíquica es oscilarte, irregr.lar, sembrada
de recaídas. Por lo comÚn le. regresión s~: opera de tal
modo, que primero mejora la f,.l.cultad de ob~iervaciól1, luégo retorna
memoria
la orientación
logra
retener
en eL espacio,
algunos
y
hechos
finalmente,
je
la
ocurrencia
diaria.
Si la poli neuritis cura generalmente,
no obstante. en
algunos casos puede dejar tras sí cierto déficit intelectual
y hasta acarrear la demencia. Né tase esto sobre todo, a
raíz de la forma confusional que puede prolongarse du-
rante semanas, meses y años, y en alcohólicos crónicos
debilitados por la edad o la enfermedad.
Los excesos de bebida prolongados conducen al alcoholizado crónico, al cabo de un ticmpo que varía naturalmente, según el grado de resistencia individual y la
cantidad y calidad de las bebidas ingeridas, a una de·
cadencia intensa y progresiva de todas las funciones, así
intelectuales y afectivas como somáticas.
El decaimiento psíquico, en el cual domina un tinte
especial de embrutecimiento, sobreviene lenta y progresivamente, y se agrava a ojos vistas con ocasión de cada
crisis de alcoholismo agudo.
Como en todos los estados demenciales, hay disminución progresiva de las diversas facultades, principalmente de la memoria. Al principio ésta es perezosa, lagunar
y después desaparece casi por completo. A causa de sus
frecuentes olvidos el enfermo es jubilado de sus ocupaciones y pierde toda aptitud para los trabajos, tanto intelectuales como mecánicos: Más tarde sus sentimientos se
embotan, especialmente sus facultades afectivas respecto
de los suyos, y en su lugar se instala a menudo cierta
sensiblería llorona, com<;>
en los dementes seniles.
En esta demencia surgen de vez en cuando ideas vagas y confusas de desconfianza y persecución en relación
con la pérdida de los puestos que ocupaba el enfermo; de
celos, cuyo origen debe buscarse ordinariamente en su
propia insuficiencia genital; de hipocondría, en que entra
por una parte el sentimiento de las perturbaciones orgánicas diversas desarrolladas en él. Persist{' también cierto grado de ensueño, algunas alucinaciones profesionales
o zoópsicas y, a veces,
delirio polimorfo.debido al resto de perturbaciones psico-sensoriales. Estos fenómenos
mentales sufren la disminución ordinaria paralela y consecutiva al aniquilamiento de las facultades.
un
De degradaciÓn
29 --
en degradación,
el alcoh)\izado
nico lIeg'a a un estado de embrute:::miento
acaba en el marasmo con la ruir:a completa
ble de la inteligencia,
donde sól·) quedan
cró-
cefinitivo, y
(: irremedia-
los instintos
de
la bebida.
Estns enfermos pueden tambiénsucnmbil'
repentinamente en un ataque de apopleja
e ser arrebatados
por
una enfermedac') intercurrente
aguda o cr,jnic<l, vinculada
(~sta Última él la insuficiencia hcpát ea, cardí¡,ca el renal.
En este período terminal, las alteraciones
somáticas
son muy marcadas. El demente alcohólico presenta el rostro hinchado y las mejillas flácidas :r caídas. Tiene la voz
ronca, la lengua torpe. Hay debilidad
sia general,
vértigos
y perturbacior.E's
muscubr
más
(1
y anestemenos
in-
tensas de la vista y del oído. Lo:; ac::¡dentes gastro-intestinales y hepáticos se marcan por h pérdida del apetito
que va hasta la repugnancia
por hs alimentos y por la
intolerancia gástrica total. El coraz()1l es irregular en sus
latidos. El temblor hace las manos torpes, la marcha pesada, fatigada, incierta. Los refhjos tendinos(ls, finalmente, están disminuidos o abolidN ..
--- ..,.... ...-----
111
ASOCIACIONES Y COMPLICACIONES
El alcoholismo crÓnico se asocia frecuen temen te a
otros sindromas mentales, especialmente a la parálisis general. No es raro encontrar alcoholizados crÓnicos, en los
cuales, después de varios accesos sub-agudos, se observan modificaciones físicas notables y una rápida decadencia psíquica. Las facultades intelectuales han menguado,
la memoria es infiel; el enfermo no tiene ya la misma aptitud para el trabajo; su carácter ha cambiado, se irrita
sin motivo suficiente, permanece indiferente ante acontecimientos graves que afectan sus intereses grandemente,
y comete a menudo actos indelicados. De vez en cuando
la palabra vacila y hay desigualdad pupilar; se producen
aturdimientos y aun ictus. Al influjo de la higiene del
Asilo, el enfermo puede entrar en remisión y ser restituí ..
do a su familia. Esta mejoría no es sino un alto en la marcha de la parálisis general, cuyos comienzos han sido disfrazados por las manifestaciones tóxicas.
El envenenamiento alcohólico entra ciertamente en
mucha parte en el desarrollo de la meningo-encefalitis y
la forma que ésta reviste; empero, no hay fundamento
para considerar al individuo como atacado de una parálisis general alcohólica y no de una parálisis general verdadera.
Como en los paralíticos generales, el alcohol puede determinar en los dementes seniles un estado de excitación
y, a dosis suficiente, provocar su delirio especial. Después
de la desaparición de los fenómenos tóxico~, vénse con
-
31
frecuencia persistir
durante
con ideas de persecución.
-
varios
meses
al ud naciones
En los imbéciles, la acción nefastl de las hebidas alcoh,)licas es rÚpida y profunda. Ll emtriaguez
en ellos puede acompaliarse de violentos accesos de cÚkr<c y furor,
con actos impulsivos. Bajo la influencia de la intoxicación,
estos enfermos
mencia.
se encaminan
En los epilépticos,
precipitadamenw
a la de-
el abuso d,~ lé bebidawnlenta
el
nÚmero de las crisis, y muchos de ellos deben al alcohol
las manifestaciones
primeras de una cnferrned ld que hahría podido permanecer
latente cluI'antc mucho tiempo
aÚn. En el epiléptico alcoholizado,
:as impul,iones
propias del mal comidal vienen a sumarse a las <r..lederivan
de la intoxicación.
Puede obsen'arse
en (·1 la existencia
de dos clases de delirio:
uno que sigue al ataque epilép-
tico y d,~1 cual no tiene conciencia
r¡i recuerdo
alguno,
y
el otro. distanciado de las crisis y d~ que se acuerda perfectamente.
La epilepsia y el alcoholismo.
a. unirse en
híbrido consorcio, se influyen redprJcamente:
la primera
activa e intensifica la acción del veneno etílico, y éste
hace más violento
El alcoholismu
el (lclirio que sigJe
puede complicar.;e
a los a:aques.
<le dip.lOmanía. Al
principio de esta asociación, sólo la~mbriagw~1. acompafía a los accesos y no deja huellils d,~ su pase,; pero más
tarde, cuando éstos se aproximan,
las alucilBciones y el
delirio alcohúlico desarróllanse
é. su 1.Unl<J .
.
-
IV
ANATOMIA PATOLOGICA
Cuando la muerte ha sobrevenido durante un acceso
de embriaguez, encuéntrase una intensa congestión vascular que, en ocasiones, llega hasta la hemorragia. Al
abrir el cráneo, brota llna cantidad considerable de sangre o de serosidad sanguinolenta; los vasos de la dura y
de la pía-madre están dilatados y como inyectados. En
esta Última membrana y en la superficie del cerebro pueden hallarse sufusiones sanguíneas que presentan el aspecto de las equimosis traumáticas. Los ventrículos están más o menos dilatados y llenos de líquido. La sustancia gris se encuentra algunas veces de color más subido que normalmente, tirando al rojo hortensia. Nótase
a veces un punteado rojo de dilatación vascular de la
sustancia blanca y aun focos hemorrágicos en ciertos
puntos. Las mismas alteraciones suelen hallarse en el delirio trcmms. También se ha notado en estos casos un ligero edema y el deslustramiento de la pía-madre.
En las lesiones crónicas se observan, sobre todo, alteraciones vasculares y meníngeas. A trechos, y algunas
veces en toda su extensión, los gruesos vasos están duros, resistentes. con alteraciones macroscópicas evidentes.
Al microscopio, nótase la degeneración grasa de las fibras
elásticas, la proliferación fibrosa y las infiltraciones calcáreas que se ven en las arteritis crónicas y el ateroma.
Las lesiones de la sustancia nerviosa, con frecuencia
enrarecida y esc1erosada, no son, en realidad, diferentes
de las alteraciones contemporáneas de las esclerosis arteriales.
-
33 --
Las meninges
pueden estar en:{rosadas
y adheridas
entre sí y a la corteza. V ense, (~n l~fect(), Cl}.1 harta frecuencia en los viejos alcoholizados,
lesiones ,le meningitis crónica. La p'a-madre
llluéstra:;l) opaca ')arcialmente
o en toda Sll extensi¡)n ; su adhHencia
a la dura madre,
espccialm(,nt:c
cada
que
más
apan'ntes
a nivel rlc la hoz del cerebro,
d,~ ordinario;
y más
los corpú,;culos
abundall':es.
bién presenta engrosamientos.os
de capas fibrosas sucesivamente
otras (paquimellin~itis
encuentran
hcmorragias
es más mar-
de Paccioni
La dura-madre
son
tam-
cuales están formados
i'nbricadas
unas sobre
Iocalizaias',
de variable
Entre c:;tas capas se
im¡lOrt;:nda,
recien·
tes y cn diversos períodos de evoluciÓn. La paquimeningit;s hemorrágica
y la hemorrc.gia meningca son, en efecto, complicaciones
frecuentes
de' a]Co!1oli ,1lI0 crÓnico.
Si todos los a.nolomo-patúl')go,
están acordes
por lo
que respecta él estas alteracion'~s
macroscÓricas
y groseras, no acontece
lo propio en lo tocante a [as lesiones
propias de los elementos nervjl)So~ .. SO (~S dudoso que a
un grado
rresponda
fusión
pronunciado
un substratum
y grado
de perturbaciones
anal(imko
cuya
de reparabili:lad
expliquen
psíquicas
naturaleza,
codi-
la persisten-
cia, la extensión y el grado de cUl'é.bilidad de los fenómenos clínicos;
pero tales alteraciones,
que interesan la fina
estructura
del sistema nervios'),
precisadas.
H:tn si{lo estudiadas
formas de psicosis polineuríticas
po mismo a ncurÓlog-os
n J han sido todavía bien
particu18.rmente
en las
que intere,;an a un tiem-
y psiquia:réls.
Las investi~~acionC's emprendi,hs
bajo la dirección de
Ballet, principalmente
por el método de l\"issl, han revelado alteraciolws
cC'luJares. Esta:¡ se ven, ¡¡obre todo, en
la capa de las grandes
cÓlu]as pi"amiclale:; e interesan a
la vez los ekmentos
fundamentales
de e:;ta capa y las
células g'ig-antes <le Betz. N Ó1 ame en l'st~.S la tumefacciÚn clara y el estado vacuolar dd cuerpe. celular y sus
prolongamientos,
el inflamiento
l traslaciÓn exc(~ntrica
'- 34del núcleo,
la cromatolisis
perinuc1ear,
del nuc1eolo y, por último,
la desaparición
modificaciones
El método de Weigert-Pal
pigmentarias.
no siempre
pone de resal-
to lesiones muy marcadas de las fibras tangenciales.
Estas, sin embargo, son asiento de modificaciones
evidentes, y el método de Marchi habría mostrado
nes de ciertas
fibras de la red de Exner.
lesiones en las fibras centro-oval
juicio.
Cabe manifestar
respecto de
histo-patológicas,
que en mu :hos
y hasta delirantes el examen no
celular ninguna.
alteracio-
La existencia
ares se halla en tela de
estas comprobaciones
casos de formas graves
ha revelado alteración
Además de estas lesiones, que podrían encontrarse
los casos de psicosis alcohólicas sin neuritis,
existen
las formas polineuríticas
algunas
de
alteraciones
en
en
en relación
con lesiones nerviosas periféricas,
las que se producirían
por el proceso de la degeneración
ascendente y también
por un proceso de repercusión
a distancia en las células
originales
de los nervios.
tar, según su intensidad,
Tales alteraciones
todos los grados,
pueden afecdesde los que
se han enumerado a propÓsito de las lesiones de la tercera capa cortical, hasta las fasos tardías de atrofia y desintegración celular.
---.~
...•...'-~---
v
DIAGNOSTICO
Por lo comÚn el acceso
de enbriagw_'z
l:;e
reconoce
fácilmente l~n sus dos primcro:; períodos, I-,ero durante el
coma terminal el diagnóstico es mucho mÚs delicado. El
olor del aliento, al cual los clasic'):i atribuían una importancia decisiva, 110 ticnc, a la verdad, un v,LÍor absoluto,
ya que un comicia]
puede
hé.ber sufrido
¡;J
ataque des-
pués de haber almorzado fucrtJ, y en un cs:ado sincopal
pueden haber dado alcohol al enf'~rmo a tinto terapéutico. Otros comas. cl diabético,
nicar al aliento
por ejemplo. :JueJen comu-
un olor parecido
al del ald,~bido, y, por
último, un individuo puede es:ar '~;Jrio. pero su coma depender de una hemorragia mcníngea.
En tales casos, el examen gen(~ral, el de: sistema nervioso, la inspección atenta de :os (ljOS, el análisis de la
orina, que, si fu.~re menester,
podrá
uno procurarse
deando al enfermo, y la naturalezé. de los vé.¡r.itos,
do los haya, permitirán establecer el diagnóstico.
soncuan-
El delirio agudo simple no difi'~I:e, en re,llidad, del delirio alcohólico; por lo tanto, el (!iagnóstico
110 puede
formularse
una parte,
por otra.
sino baÚndose en el origen del delirio, por
y la comprobaciór
de ..a intox ic:ación etílica,
En las pirexias graves, en espl~cial la fiebre tifoidea,
y singularmente
en las formas ner.,¡osas de ~sta enfermedad, el diagnóstico se hará sohre todo por los signos abdominales, las manchas rosada.5, los fenóm ~nos gastrointestinales, ctc.
El delirio de la neumonía es algunas veces difícil de
diferenciar. Esta enfermedad es, por otra parte, la causa
más frecuente del delirio tremens en los alcoholizados.
La forma del delirio, las más de las veces violento y locuaz, la fiebre, la disnea, no son elementos de diagnóstico. Este sólo podrá establecerse por el examen regular
del enfermo y el estudio de la expectoración.
El delirio urémico ofrece cierta similitud con el delirium tremens, pero en aquél son más acentuados los vómitos y la tendencia al coma, y el elemento alucinatorio
menos pronunciado. Las comprobaciones urológicas, finalmente, permitirán soltar la dificultad.
En el envenenamiento por sustancias narcóticas, como
la belladona, pueden observarse signos análogos a los de
ciertos estados agudos del alcoholismo; pero las pupilas
están de ordinario dilatadas y es mayor la tendencia al
coma.
Algunas afecciones orgánicas agudas del sistema nervioso como las meningitis, se diferenciarán por las contracturas, las parálisis, los signos 6culo-pupilares y con
el auxilio de la punción lumbar.
Ciercos casos de manía aguda seméjanse a la agitación alcohólica con confusión, pero en ellos el temblor es
menos marcado y casi no hay alucinaciones.
El delirio de persecución alcohólico puede confundirse con las locuras sistematizadas, especialmente con la
paranoia ordinaria; pero en el primero existe las más de
las veces la creencia delirante en la infidelidad de la mujer, y, además, la degradación moral, el debilitamiento
intelectual y demás signos característicos del alcoholismo
crónico. Los mismos datos servirán para diagnosticar la
melancolía alcohólica.
La asociación del sindroma polineurítico con el sindrama mental en el curso de la intoxicación akohólica
impone el diagnóstico. Pero la ausencia o el carácter frustrado o latente de uno de los dos elementos. particularmente la neuritis, puede inducir a error respecto al ele-
--
27 __
o
mento psíquico. El dignóstico
es mayormente
delicado
cuando, en las intoxicaciones atlmuadas, d sindroma psiaislado, y (uando
copático se presenta
fatiga y un ligero
atención
estado
febril
La evolución,
que puedan
los conmemorati
clínicas,
mentales
orientar
~os, el conjunto
deberán
de manera atenta y cuidadosa.
La parálisis
general es con la que
ciones alcúhólicas
de
la
,J.~ la into 1{icación etíJica.
hacia causas distintas
de las manifestaciones
ha)' fenómenos
especial
He¡- examinados
las
manifesta-
ofr,~ccn mayores
analogías,
y el diagnóstico puede ser mu)" difícil en ausencia de
datos suministrados
por la punción lumbar. Como lo obsena Magnan, 110 sólo el a1cohc1ismo enclbre la parálisis
cuando con ella se asocia, si no :¡ue a las veces simula de
un modo perfecto la meningo-e 1cefalitis. Con frecuencia
en los aJcoholizados crónicos sobrevienen
aturdimientos,
ligeros ictus apopléticos o epilep~iformes,
que se acompañall, ya de una pereza muscula pasajer", ya de pesadez
y dificultad de la palabra. Si en estas con :iiciones surgen
algunas ideas ambiciosas o preocupaciones
hipocondríacas, el diagnÓstico resulta hano dificil. Pero al cabo de
cierto tiempo desaparecen los sínt~mas suc-ag'udos y queda el alcohólico crónico vulg:ir.
En ausencia
de pequeiios
de datos eticlógicos
brotes
delirantes
y de (onmemorativos
Mlcesivos, la demencia
al-.
cohólica es con frecuencia difíci de diferenciar de la demencia paralítica. En el alcoh'>lico, no (,bstante un embrutecimiento
habitualmente
más pronUIl( iado que en el
paralítico general, la ruina de la intelifcncia
es menos
profunda; quedan a menudo, por lo menos, los instintos
de la bebida; hay frecuentenen:e
ideas melancólicas, de
persecución y de celos; persisten cicrta~ alucinaciones.
Si el alcohólico presenta sílltonas físico~, éstos se parecen más a los observados en el Ill;cudo-tahes;
el embarazo de la palabra es distinto ¿el de la parÚlisis general; el
temblor es más rápido. Estos si~nos se parecen a los de
las lesiones circunscritas.
El estado puede permanecer
es-
-tacionario
38 -
y aun mejorar, pero no hay
aquí
nada compa-
rable a los periodos de remisión de la meningo-encefalitis.
La pseudo-parálisis
general
sifilítica
ha sido, en fin,
confundida con la demencia alcohólica. La influencia a
veces feliz del tratamiento
específico precisará el diagnóstico.
En
la demencia
del lenguaje,
senil,
la incoherencia
de las ideas y
las ideas confusas de persecución
así como las crisis de cólera y la agitación
y de robo,
habitualmente
nocturna. pueden recordar la demencia alcoh6lica, pero.
fuéra de los signos propios de la vejez, la amnesia tiene
un carácter esencialmente progresivo.
El diagnóstico es a menudo muy dificil cuando excesos alcohólicos complican la demencia senil. \Vernicke
ha descrito con el nombre de presbiofrenia un sindroma
caracterizado por la edad avanzada del enfermo, un aspecto amable y a veces obsequioso, perturbaciones
de la memoria, consistentes,
sobre todo, en amnesia de fijación,
fabulación, y, por último, alteraciones más o menos profundas del juicio. Esta psicosis. un poco especial, es a
veces muy difícil de diferenciar de la enfermedad de Korsacoff. Fuéra de la etiología,
minación,
Kracpelin
de la evolución
y de la ter-
indica entre los dos estados las dife-
rencias siguientes:
la perturbación
amnésica, el empobrecimiento intelectual, los trastornos del juicio son mucho más profundos en los presbiofrénicos que en los alcohólicos de Korsakoft. Ordinariamente
éstos son más indiferentes, más obtusos, al paso que en los presbiofrénicos
dominan la agitación, la turbulencia y la locuacidad senil.
El tono afectivo es diferente: aquí, el optimismo ligeramente humorístico del bebedor; allá, la alegría sin objeto
y sin ideas del presbiofrénico.
Las lesiones circunscritas,
focos apopléticos, reblandecimientos. paquimeningitis
y hemorragias meníngeas,
se acompañan frecuentemente de ictus y de demencia. con
irritabilidad, sensiblería, ideas confusas de persecución,
agitación
y hasta
alucinaciones
nocturnas.
Fuéra
de la
circunstancia
39-
de que el fondo alcch¿.J¡co no cst;'t siempre
~L1sel1tc, se ob3ervan
ue ordi nal'io
permanentes
y dasia.
En est('5
principio ha sido repentino,
parÚ: i:;i s local izadas
('"sos,
habitualmente
el
Cicrtl.1s casI's de demencia
pr~coz qtl( suceden a un
e:;cado m,'l:> o men(l;> ag-udo de conhsiÓ'l nwnut! y presentéd} al krn~: ti vas de agitad,Sn .Y e~tu por, dC5')rientación
y
a:elamiellt",
han sido tomados
per lI1t'jxic,ciÓn akohÓliea, El diagn()stico
puede S0r dificil. sobre todo si hay
t('mblc,r y éxag,"rar.:ión de lo!'; J'eflejos, y cuando el ncgativismo y los fenómenos
tuados,
Finalmente,
mencia
cat:cÓnic8s
en ausencia
lll) son
:1e r::H1ll1cmol'ativo5,
C'¡oi10ptica In sido confundida
cohólica,
principalmcnte
cuando
o de vérti¡:?',)s. El alcohólico
muy acenla de-
con l~, demencia
éstl
se acol1lpaiia
al-
de ictus
CJnSI~rVa, sin "mbargo,
más
actividad qLle el epiléptico. y este {¡ltimo est:, todavía más
aklado q~le el ¡:lcohÚ!ico, en r¡llicl1 p,~rs¡st(: '111 ligero grado de agitaci¡'lr
delirante.
El epilf~pti('(.l demente carece,
o poco menos, dl~ p:tlabra espontánea;
SllS respuestas
y
SllS gest(;s
la memoria
son mllcho más Icn':os.
en la demencia
Las pcrt.lrbacioncs
C'pilépdca
se paecen
más
de
a
las de la demencia senil. El lado afectivo quiÚ está menos intcrciiado en h epilepsia,
auwlue sus manifestaciones sean más lentas en producirse
...
VI
TERAPEUTICA
El tratamiento de las formas alcohólicas psíquicas debe
ser considerado desde un doble punto de vista, según
que se enderece a los accidentes agudos o tenga por
finalidad la preservaciÓn contra el envenenamiento alcohólico.
En los estados agudos se impone el internado en la
mayoría de los casos, a fin de proteger contra sí mismo
al enfermo. que puede ser víctima de sus ilusiones y
alucinaciones, y poner a las demás personas a cubierto
de sus raptos temibles.
El cambio de medio y el aislamiento son útiles, sobre
todo cuando el alcoholismo ha tenido por punto de partida preocupaciones de familia o profesionales.
Contra la agitación conviene el reposo en cama, el
cual, al par que limita la agitación motora, obra como
calmante e impide la desnutrición del paciente. Sin embargo, hay casos en que es preferible dejar a éste en
libertad de andar, a efect0 de favorecer la eliminación
del alcohol.
Desde luégo es preciso suprimir el excitante habitual; esta supresión, salvo casos excepcionales, debe operarse bruscamente. Como importa restablecer un sueño
sosegado que no alimente el delirio con ensueños, se
administrará un poco de cloral; pero hay que ser siempre muy reservado respecto del empleo de los hipnóticas, porque no es prudente añadir una nueva intoxicación a la primera. El opio y sus derivados, que consti-
-
4·:
pan y retardan las secreciones
es prefe rible susti tuírlos, en caso necesario, por una inyecciÓrl hipodérmica
de bromihidrato
de hioscina. mis fácil, por otra parte,
de administrar
en esta clasE' de enfcrm'JB.
Debe facilitarsc ]a eJiminacjJn del veneno por baños
tibios un poco prolongados, que tienen, ad~más, la ventaja de calmar la agitación;
mediante purgantes
salinos,
tisanas diuréticas y sudoríficos, como la policarpina.
Cuando se producen acci jen :es adinámicos,
hay que
luchar contra ellos con la digita], que fav(,rece al propio
tiempo la excreción urinaria, lo 5 estimula ntes difusibles,
como e] acetato de amoníaco
rechazarse
y el café. La. cstricnina
en razÓn de sus propiedades
debe
convulsivas.
En los casos de embriague2
comatosa.
curar los vómitos para eliminar
d alcohol
importa
pro-
no absorbido
todavía. Con tal fin se practica··it una inyección de apomorfina. Se darán al enfermo XX gotas eje amoníaco en
agua azucarada y se ordenará una lavativ" purgante. Las
fricciones y e] masaje serán útiles para hacer salir al paciente del coma en que se halla !;umergidc.
'Cna segunda fase del tratamiento,
que pudiera ser
llamada de ea] ma an tia]cohóli:a, debe durar de ci nco a seis
meses y ser proporcionada
en
S\l
prolongación
al nÚmero
de recaídas.
Esta cura de los bebedor~s reincidentes
consiste en su mayor parte en m,~(lios ps:quicos, en una
especie
de reeducación
Hay que unir a]a
moral.
preservaci,'m
del alcohol
e] trata-
miento de las manifestacion(~s fástricas, ligadas de ordinario a la intoxicación.
A ~ste propósitJ, es bueno recomendar a ]05 enfermos p:~epaaciones ;mlargas no a]·
coholizadas
(genciana,
y disminuyen
toxicación
somaníacas,
cuasia),
]a apetencia
alcohólica
precisa
)or
que engai,an
e] estómago
('] alcoho·.
Cuando ]a in-
se acompaña
mantener
de impulsivncs
sometido
dip-
al enfermu
tratamiento anti-psicasténico,
y a los amargos.
dicación de estos estados de debilidad nerviosa
al
La meexcita-
-
42
-
ble consiste también en la mezcla juiciosamente
da de las preparaciones
fosfatadas y bromurarlas.
aplica-
Por lo que hace a la profilaxia del alcoholismo, es
indudable que para el higienista,
el sociólogo y el buen
ciudadano, que contemplan
con ánimo doliente el espectáculo de las miserias de todo género engendradas
por el alcohol, la medida eficaz por excelencia sería la
expedición de una ley que prohibiera pura y simplemente
la fabricación y expendio de toda bebida alcohólica, a
fin de cegar de un sólo golpe esa malhadada fuente de
degeneración
y delincuencia.
Mas ya que en el actual
orden
de cosas parece
imposible
alcanzar
ese desidera-
tum, porque a ello se oponen los poderosos intereses
fiscales y económicos que se hallan vinculados al alcoholismo, sí es urgente e inaplazable adoptar un conjunto de disposiciones
que vayan restringiéndolo
gradual
y progresivamente
hasta llegar en no lejano día a su
abolición absoluta, ideal éste realizado hoy en los Estados Unidos del Norte.
Hé aquí, resumidas en unas cuantas proposiciones,
las medidas que con tal fin debieran implantarse
entre
nosotros:
Disponer que los establecimientos
donde se expenden
licores y bebidas fermentadas
sólo deban abrirse entre
las nueve de la mañana y siete de la noche;
Estimular la fundación de cafés y restaurantes
donde
no se vendan bebidas alcohólicas de ninguna clase;
Gravar fuertemente
la introducción
y la fabricación
de bebidas espirituosas, como el brandy, el whisky, etc.,
y prohibir la importación y la venta del ajenjo y sus similares;
Instituír en todos los establecimientos
de enseñanza
oficial la educación antialcúhólica, y excitar a los planteles particulares
de enseñanza
primaria
que hagan lo propio, y a los maestros
ligas escolares antialcohólicas;
y secundaria
para
a
que formen
-
43--
Crear nuevas rentas con qué reemplalar
las que hoy
derivan los Departamentos
del consumo del alcohol;
Perseguir acti vamente el cortrahandc·
qUE: permite
el
consumo de los licores a bajo pre:lo ;
Est,Ólt'ccr
ut' impuesto
aoicional al que yá existe
sobre el C')llSUl11()th: las bebidas LCO}¡/¡!ícas. a fin de
fundar y S'j::;tencr con Ól asilos :ion:le tratar a los alcoholindos curables;
'Ejercer sanci<'m legal. severa
individuos
que
SI'
embriaguen
tcntcs en cncarn:lamicnto
e inexurahk.
dos veces
sobre
los
al mes, consis~
y pÓrdida de los J':fi.~chos civi-
les y políticos;
Excitar a lo;; Laccndados:-l ptc,pietario~ para que, a
efecto de dismiuuÍr el consumc, de la chicha y el alcohol.
mejoren cuant() :;e<1posible la alill1entc:ciÓn. el vestido y
los salarios de sus obreros; y
Fomentar. por modo práctico
y eficaz. la construcción
de habitaciones
para obreros. de h"ralo arrendamiento,
o de L'tcij ,I'Jquisici')11 por éstos ~nediante módicas condiciones,
--------
.OBSER\? ACIOMES
1
N. N., de treinta y cinco años de edad, natural de Bogotá y mecánico de profesión. No hay antecedentes hereditarios. Cuanto a los personales, sólo se sabe que es bt:'bedor inveterado de toda clase de bebidas destiladas.
Caracteres mmtales--Llama
desde luégo la atención
en este enfermo la inquietud que 10 agita y la expresión
de su semblante, entre irónica 'Y medrosa. Interrogado
acerca de sus antecedentes personales y circunstancias de
su vida, comienza manifestando que él nunca ha sido bebedor; que naturalmente acostumbraba a echar una cana al
aire los días de fiesta, tomándose unas copitas de brandy
con los amigos. Que estuvo varios años trabajando en el
Taller de Mecánica del Ferrocarril de la Sabana, y que
sus compañeros, viendo que él era un hombre sumamente ilustrado, que sabía hablar bien todos los idiomas, habían pensado elegirlo de Representante al Congreso, pero
que había cometido el disparate de casarse con una muchacha santandereana, con la cual tenía una hija, y que esa
mujer había sido la causa de que se malograsen sus aspiraciones, pues un primo de ella, con las miras que él muy
bien se sabe, intrigó para que lo metieran en el manicomio, so pretexto de que estaba loco, siendo así que no
hay en el mundo hombre más cuerdo que él.
El relajamiento demencial de este sujeto no tanto se
trasluce en las ideas delirantes expresadas como en el desaseo y desgreño de toda su persona y en los actos inmorales que con gran descaro comete a cada paso en el Asi-
-
45-
lo, demostrativos
de una verdadera
;l1estesia o:1elsentido
moral, y tanto mis notables cuanto se trat¡; de un individuo de regular instrucción
:r qle, según informes,
antes de contraer el funesto vicio del alcohol, (~ra de conducta irreprochable.
Alteracior/"s
somáticas -Los
refle os rotuli,wos
exaltados;
presenta
un temblor mUY'11arcado
tremidades
digitaks
cuando mantiene
didos;
las pupilas
est{m dilatadas
están
en las ex-
los brazos
exten-
y ~e contraen
perezo-
samente ba}) la influencia de la llz; padece de insomnios
y pesadillas
terroríficas
y tiene pitui :as matinales.
11
N. N., de treinta y cnatro años d~ edad, soltero y natural de Antioquia, Antecedentes hereditarios:
madre de
temperamento excesivamente
ne,,\Ticso; paJrt~ sano y de
costumbres
austeras;
tiene varios h€rmanos
te normales.
Cuanto a sus antecedentes
años comenz(, a entregarse
tomaba
whisky
peoonalcs,
a la hebida.
p~rfectamenhace
varios
Al principio
sólo
de vez en cuando, pero a medida que el
vicio se arraigaba en él, fue tomando con mayor frecuencia, de modo c¡ue últimamente
bebía cotidianamente
y
toda clase de licores.
Caractercs ?Ilclltales- Hará unos cuatro
me ses empezó
a mostrarse taciturno, dcsconfia10 ~r receloso Al sentarse a la mes" examinaba
cuidadm.c.mente I(,s alimentos
antes de ingl~rirlos, y muchas veces se lcvantj de ella sin
comer, porque creía percibir en las viandas sabores extrailOS. Iba f:on frecuencia a la Ofi :na de Permanencia
de ]a Policí~ );'ac:onal a quejar~,e d~ que alg ,mos individuos pretend~an atcntar contra su vida. Así las cosas,
hallÚndose un día asomado a una de las vcntaras de su casa, vio pasar unos obreros y sÚbit¡:,mente comenzó a dar
voces pidiendo auxilio, porque
esos socialistas
le estaban
haciendo disparos de revólver y querían asesinarlo para
apoderarse de los bienes que poseía.
En vista de ese estado de agitación peligrosa, resolvió la familia enviarlo al Asilo. En este establecimiento
permaneció algunas semanas, durante las cuales, a favor
de ~la supresión del tóxico y un tratamiento adecuado,
recobró su calma habitual y fue dado de alta.
Tiene el rostro enrojecido a causa
de la dilatación de los capilares sanguíneos; las conjuntivas encarnizadas; presenta un ligero temblor en las manos, y los reflejos están exagerados. Por lo demás, parece
a primera vista un individuo perfectamente normal y
viste correctamente.
Teniendo en cuenta los antecedentes personales del
enfermo y el cuadro clínico, bien característi~o por cierto,
hemos diagnosticado un caso de paranoia de origen alcobólico.
Fenómenos físicos-
III
Emiliano Rodrigue;~, natural de Facatativá y carpintero de profesión. Acerca de sus antecedentes personales
sólo se sabe que ha sido toda su vida un bebedor consuetudinario. Ha estado yá dos veces en el Manicomio, con
ocasión de varios acce~os de delirio tremens. Actualmente encuéntrase en un estado de embrutecimiento tal, que
se halla totalmente desorientado en el espacio y en el
tiempo: ignora dónde se encuentra y en qué fecha estamos. Al interrogarlo, abre los ojos desmesuradamente,
con expresión de asombro, y al cabo de mucho esfuerzo
mental, responde torpe y dif~cilmente, con frases incoherentes, que no guardan reláción alguna con el texto de
las preguntas.
el rostro flácido, arrugado, prematuramente envejecido. Las manos y los dedos
presentan un temblor acentuado cuando las extiende en
la actitud del juramento. Lo propio ocurre con la lengua
al proyectarla fuéra de la boca. La marcha es torpe y vaAlteraciones somáticds-Tiene
-
47 -.
cilante; la voz estil enronquecida, pl'obabJen'ente
a causa
de una laringitis crónica. Los rEflejo:) eSL'1Odisminuidos.
IV
J. R., de Bog'otá, de treinta y do:; años de ('(lad, zapatero de oncio. llijo de padres alcoh]licos.
Está perfectamente lÚcido y contesta con tino a b:. lJreguntJ.s que se
le bacen. Cuenta qUl~ estuvo hasta hace POCi:' prestando
el servicio militar, corno sargent,), el uno de los Regimientos del Ejército nacional y que :dlí había sufrido muchos
castigos,
!x'rque
beber, y durante
había
los "ccesos
épocas
en qu,~ lC daba por
dl~ embriaguez
¡:.crdia la ca-
beza por complete, y buscaba riiías ~. pcndenc .as con todo
el mundo. Que ¡_'Llede permanecer
variJs Sl;manas sin
proLar trago, pero cuando se siente "cometido de la necesidao de tomar no puede cont(:nerse y wm:l, a pesar de
que sabc que el aguardiente
le hace
c]ar., que es un individuo sumamen
un lhii) atroz. DenervicsJ y que por
.¡.
las noches le ('S imposible dormir, porque su sueño es
perturLado cada rato por ensue¡-¡OS h')ITuros •.l<.
Al examinarl". no hemos cnc:>I1tl'2.doen l-1 signo al¿uno de alcoholisn1C> crúnico. Cl.lIl ':odc,. pucde a:lrmarse que
es un dips(i1nano.
V
J. del
C. R., d.::,cuarenta
C)uinquir:l. albañil.
que se pasaba
rracho
aiío:; de (~dad. natural
Este sujeto
fue enviado
la vida en las chicherías
y suscitando
pendencia:.;
de Chi-
al ..\silo
por-
cúlltin lamente
bo-
brutal izaba a su mujer
y a sus hijos, y daba, en suma. muestras
evidentes
de
('star profundamente
degenerado por la behida.
A poco de conversar con él, éch.lse do vcr la profunda perturbación de su juicio: emite él cada pase, ideas delirantes, ora de grandezas, ora de celos. l(e::ién llegado
al Establecimiento
padeció de vari)s
accesos de agitación psico-motora,
con alucinaciom:s
visuales zoópsicas,
auditivas
y tactiles e impulsiones
\-iolentas.
Mediante
la
supresión del alcohol ha mejorado mucho, y yá apenas
se notan en él los signos característicos del alcoholismo
chíchico.
VI
Emeterio Rodríguez, de seSf!nta años. Lo trajeron al
Manicomio en un estado de violenta excitación, presa de
alucinaciones visuales consistentes en la presencia imaginaria de bestias feroces que intentaban devorarlo, contra las cuales reaccionaba, poseído de un miedo cerval,
tratando de huír. Cuando lo vimos por primera vez, hallábase acostado en su cama, empeñado en vehemente
conversación consigo mismo, y en su rostro reflejábanse
las modificaciones de su estado cenestésico: ya levantaba
las manos temblorosas en actitud de súplica, ya ocultaba
con ansiedad la cabeza debajo del cobertor, cual si quisiera sustraerse a la visión de un espectáculo macabro.
Fenómenos somáticos-Rostro
congestionado, ojos prominentes y brillantes, temblor intenso. Este acceso le
duró cuatro días, al cabo de los cuales recobró el sosiego.
VII
María Elena Cuervo, soltera, natural de Samacá. Estuvo en el Buen Pastor, a causa de una riña que tuvo en
una chichería, hallándose en estado de embriaguez. De
allí fue trasladada al Asilo de Locas, por haber dado sefíales de enajenación menta!.
Cuando llegámos al Manicomio, la hallámos arrodillada en el suelo, los brazos cruzados sobre el pecho, y en
el semblante una expresión de abatimiento, de verdadera
estupefacción dolorosa. Interrogada reiteradas veces sobre
la causa de su dolor, lográmos al fin obtener de ella algunas respuestas, en medio de profundos sollozos. Declara
que se siente agobiada por un inmenso pesar, porque ha
cometido gravísimos pecados y necesita rezar mucho para
que Dios se apiade de ella. Que por las noches no pue-
-
49-
de dormir, pues oy~ continuamenl(:
voces que le aconsejan que se meta de Hcrnlana cc 1< Caridad.
Según las enfermeras,
desee qle llegÓ;:I Asilo se la
pasa en esa postura, de la cua' tr<lt;¡11de saca,da, en vista
d\~ que ticII!' ];\S rodillas (osc)riadas y el1!;<lngrentadas:
pero \·anamente.
Es una lllujl"r ellflaquecida,
de los belwuores
con la bcil:s
i!ll!cterados
característica
de b"L¡Í(bs ft·rl1lellt<lua::;.
VIII
X., natural
de Bf)g'f)tÚ, Es casada r tit·t¡c \'¡Lrios hijos
normales.
Colltra}) rlesde ¡,i'=Juc'ia el baJ.,itu de tnmar
chicha, PUCI) ti,'m)l" hace CutnellZ') a la:l1"r b <lt(,l1ci('l!l
por el ahalldo¡-¡¡) ':'otnpkto
dé' S 15 ddwres
dOI11¡':sticos,
por el rel,.jallliclllu de sus sl:ntin'¡e:¡l<.·s 1a!l1i1i,¡res y por
una ¡wrvl'rsit'lll del s('ntido m(ral \\~nJaderalllellte
i¡¡audita, En virtud
rle ud perversÍ/)1.
es:uvc
un día a ptlIlto de
dar ll1uert~ violl'nt,L a uno de ~L1S hijos; otro día fuc a la
¡"olicia .\';¡CiOll,tJ
~l denunci,lr
a ~;U propi(, marido como
falsificador
dl~ nwrlCd'l., y en OCaSil>ll IlIás reciente
indis-
puso a una hija qU(~ tiene (¡¡sada, con el ma~idu, dicil':ndoIt' a éste que aquélla le (-ra inli(·l.
l~ctLlaln1l'nt"
la presentación
es bien característica:
maníaca.
puseída
,Jínica
se n,\- uel ve en Sll celda
j~lL¡\é1,vomitand,)
injurias
d(~ esta enferma
d.~ una \'ioL~nta agitación
corno una fiera en su
y r.el1Ltstos
cortra
¡as enfermeras
y las Hermanas
que dirigen
imputÚndoles
faltas que est(m lejos de haber
el médico,
el Asilo,
cometido.
Como se ve, el alcohol lo que principalmente
Llllo en esta l1111jl'r es el lado ético, hacicndo
e
ha afecde ella un
caso típic'J de b que los autores
ingleses
llaman
moral
que es el eSlado moral de los crirr inales. Por lo
illsallity,
demás, lleva impresos
holismo chíchic-o.
en
Sll
r'Jstro
los estilrmas
del alco4
- 5°-
IX
N. N. Hállase en un estado de embotamiento intelectual completo, del cual surgen de vez en cuando ideas
delirantes y frases incoherentes.
Hay desorientación
absoluta en el espacio y en el tiempo. Padece rlesde hace
algún tiempo de una diarrea profusa, que ha n.:sistido a
todo tratamiento.
Presen ea al teraciones pelagrosas en el
dorso de las manos y de 10s pie3. Está muy enfl,iquecilLi
y en un estad,) de profunda postración.
x
A. F., natural de Chiquinquirá.
Padres alcohólicos.
Es epiléptica. Cada vez que inrurría en excesos de b(~bida le daba el acceso comicia!. yal salir de éste cometia
todo género de violencia,,;, por las cuales estuvo varias
veces en el Buen Pastor.
Actualmente
su estado
il1~ntal es deplorable:
está
completamente
dC'soricntada; ríe y llora alternativamente, sin motivo alguno, y frecuentemente entra en períodos
de excitación maníaca, durante los cuales ticn<.:lI que encerrarJa en una cclda para poner a cubicrt(} a las demás
alienadas de sus raptos tcmibles .
. Hay desigualdad pupilar, abolición de los reflejos tendinosos y dolores musculares a la presiÓn.
---...•..•
-
Biblio;Jrafía
-Introducción a la Cliflica Psiquz'dtrica.
CHASLIN-Eléments de Sémiologz'eet Clinique lJfentales.
BAl LET - Traité de Patltologie jWentale.
DERCUM-A
Clinical ¡l1'anualo/ Mental Dz'seases.
ScnuLE-Traité Clinique des lIfaladies Mentales.
VALDIVIESO
JULIo-Alcoholismo en Colombia.-Tesz's. 1918.
MONTA~A
ELISEo-Lucha a1ztia/cohólica.
FA]ARDO
CAsAs-Comribuci6n
al estudio del problema al~
cohólz'co. Tesis.
KR.<EPELIN
Descargar