RAZONES POR LAS CUALES NO DEBEMOS TEMER. TEXTO: Salmos 23; 4-6 PREDICADOR: Samuel David Mejía La Palabra de Dios nos dice aquí en el verso cuatro al seis del Salmo veintitrés es algo importante que la mayoría de hermanos conocemos de memoria. La gran mayoría de cristianos y aun personas que no conocen el evangelio como nosotros han recitado el Salmo veintitrés, juntamente con Juan tres dieciséis tal vez sean las partes más conocidas de la Biblia. Aquí, en el verso cuatro y cinco expresadas razones por las cuales no debemos temer, en el verso cuatro dice: “aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno.” Aquí hay una expresión que nos inquieta bastante cuando hablamos de temores. Yo creo que hay diferentes clases de temores en esta vida, sin embargo la expresión máxima del temor, del miedo es la que resalta aquí, cuando ya las cosas se van en una forma que no hay manera de salirse de hay. Está hablando de un valle de sombra y de muerte o sea el paso del ser humano de aquí a la eternidad. Casi siempre que se han hecho mito de la muerte y aparte de eso, encontramos que la máxima expresión de miedo es con respecto a la muerte. Las personas a las que les gusta hablar de terror siempre emplean ese asunto de los muertos, ya sean de muertos que vuelven y muertos que aparecen y desaparecen, pero los muertos están involucrados ahí. Porque la muerte tiene un misterio terrible para la raza humana. Ahora para los que conocemos el evangelio eso esta resuelto porque la Palabra de Dios nos enseña que no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús, para los que no andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu, no hay ninguna condenación. Ya la muerte para el verdadero cristiano no es un motivo de miedo dice en la epístola a los Corintios hablándonos el Señor a través del apóstol: “donde esta o muerte tu aguijón donde esta o sepulcro tu victoria.” ¿Dónde? Ya no hay ese mismo aguijón para el que conoce a Cristo, sin embargo ese paso de esta vida a la eternidad es la expresión máxima de miedo, del temor. Ahora aquí se pone ese ejemplo, queriendo decir que el temor, o lo que podría acarrear el miedo más grande, no nos debería aterrorizar. Ya que la Palabra de Dios nos dice: “aun que anden en sombra de murete no temeré mal alguno.” Quiere decir que ahora, en este caso, cuando ya usted le cree al Señor, lo que podría aterrorizarlo más ya no le aterrorizaría. ¿Por qué? Hay unas razones específicas por las cuales se puede echar fuera, y si se puede echar fueras le temor más grandes que seria el temor de la muerte, entonces todos los demás temores se van por ahí. La Palabra del Señor nos dice unas razones: la primera: porque tú estarás conmigo. Sabe usted que hay cosas que parecen simples, pero no son tan simples. Esa expresión parece simple, “porque tú estarás conmigo,” pero todo el mundo no pueden decir que en el valle de sombra y de muerte mi Dios esta conmigo, mi Padre esta conmigo, todo el mundo no lo pueden decir. Hay personas que se afrentan a la muerte en es agonía y por eso es que produce para muchos terror; pensar en la muerte; en pasar de aquí a la eternidad. Muren con unos gestos horribles, con una desesperación tremenda, eso es importante de anotar. La Palabra de Dios nos hablan acerca de esto en el evangelio de San Lucas cuando dice: había un hombre pobre, un mendigo que se llamaba: Lázaro creía en el Señor, el era pobre humanamente, estaba enfermo y los perros venían a lamerle las llagas donde estaba el, sentado a la puerta de la casa de un hombre muy rico que hacía cada día banquete con esplendidez. Dice la Palabra que vivía como un rey, pero un día dice la Escritura, que Lázaro murió y he aquí los ángeles vinieron y se lo llevaron al seno de Abraham así se le llamaba a un lugar de reposo y de descanso de todos los creían en la salvación antes del sacrificio que el Señor Jesucristo hizo en la cruz del calvario, pero el hecho de estar allí les aseguraba que ya estaban en la salvación, solo que había que esperar el momento del Señor Jesucristo para completar aquella bendición, para que pudieran pasar directamente a la presencia de Dios. La Escritura también dice que murió también el rico, pero hay algo extrañó ahí, no dice de nadie que viniera a recibirlo, dice y abriendo sus ojos encontró que estaba atormentado en una llama terrible, no quiero seguir más con la historia porque la mayoría de personas la conocen. Lo que quiero hacer es que usted y yo miremos, es como la Palabra de Dios nos dice que cuando este hombre Lázaro que era creyente, pero pobre, murió y vinieron ángeles ha recibirle y lo llevaron directamente a la presencia de Abraham donde estaban todos los salvos, pero cuando el otro murió no dice que vino nadie ha recibirlo, dice que abrió sus ojos atormentado en una llama, eso es lo que yo quiero decirle de acuerdo a este Salmo que hemos leído. No es tan simple cuando dice: porque tú estarás conmigo en el valle de la sombra y de la muerte. Sabe que eso esta reservado únicamente para aquellos que le entregan su corazón a Cristo. Todas las personas no pueden decir: «en el valle de sombra y de muerte tu estarás conmigo», no todos pueden decir esto, pero si usted le sirve al Señor de corazón, usted también podrá decirlo, usted también podrá levantar sus manos y exaltar a Dios y decir: «gracias Señor porque aun en la hora que la gente debería estar mas asustada que es el paso de aquí ala eternidad yo estoy seguro de que tu estas conmigo», eso es importantísimo. El servicio a Dios, el servicio al Señor, el pertenecer a una Iglesia, el ser miembro de una Iglesia, el venir a cantar, el orar en la casa no es meramente un pasatiempo para personas que les gusta ser religiosas, no, el servicio al Señor es el resultado de una convicción de vida eterna que el Señor le dio a usted después de haber creído y confesado a Jesucristo como su Señor y salvador personal. Ahora si no lo a hecho píenselo o si alguna ves conoció el evangelio y miro el evangelio como muchos lo miran, como una religión, como un grupo de personas extremistas, fundamentalistas, que les gusta como dice alguien les gusta agarrarse de algo en lo cual tener fe para poder salir adelante en la vida, no, si usted pensó así es hora de que recapacite, este evangelio no es un grupo de personas fundamentalistas, en este evangelio hay vida eterna, hay salvación, hay vida nueva, hay un cambio, hay una transformación, hay liberación cuando Cristo Jesús entra en el corazón de las personas. Esto no puede ser visto como una religión, esto no es una religión, si fuera no mas para satisfacer los deseos de un religioso yo no estaría aquí se lo digo con sinceridad, no estaría aquí y no seria predicador, ¡para que! Cual seria el provecho de predicar si no hay un resultado genuino y concreto, si no fuera así yo me hubiera olvidado del ministerio y me habría entrado al mundo de los negocios y serviría a la sociedad únicamente en lo que le sirve la mayoría de personas, comprar y vender y procurar el bienestar material de su familia y ser una persona honesta, y decente en la sociedad, pero eso no lo es todo, hay aquí un mensaje para usted y para mi esa es la primera razón. Cuando usted tiene a Jesucristo en su corazón, cuando usted le sirve de verdad a Dios, cuando usted entrega todo su ser en las manos del Señor, cuando se olvida de todo lo demás. Para servir a Dios hay que olvidarse de todo, porque la gente pretende mirar hoy el evangelio desde muchos ángulos, desde muchos puntos de vista, desde muchas perspectivas. Unos miran el evangelio de Jesucristo como el medio para atraer una revolución social, otros miran el evangelio de Jesucristo como el medio donde las personas pueden prosperar, se predica mucho el evangelio de la prosperidad y todas las reuniones están basadas en que usted puede prosperar y tener dinero y hacerse rico y comprar dos casas, dos carros, cuatro fincas y con eso se contentan. Otros ven el evangelio como un club social donde las personas pueden venir a un bajo costo y disfrutar de una comunión con un grupo estable, con un grupo de personas que le rodean y con las cuales hace un circulo precioso de amigos, también hay esa predicación hoy día; una predicación social. Pero yo no le estoy invitando a que mire lo que Dios dice desde ningún punto de vista humano, lo estoy invitando a que mire este evangelio y a que mire esta bendición de lo que el Señor nos ha dado desde el punto de vista de Dios. Si usted no aprovecha hoy y recapacita y piensa hoy, llegara un día, nadie podrá evitarlo, usted puede querer evitarlo, pero nadie lo evitara, usted tendrá que ir a la eternidad y le voy a decir algo mas, usted tendrá que responder por su propia vida y nadie lo va a impedir, allí no habrá papá, mamá, ni abuelito, ni abuelita, ni pastor, ni predicador, ni nadie que pueda impedir que usted tenga que presentarse a rendir cuentas, ni siquiera si fue conocedor del evangelio y después no quiso más. Mire algunas personas conocen el evangelio y se jactan, van por la vida diciendo: «hay yo se más que el pastor, yo fui bautizado y estuve allá como veinte años, yo me conozco todo el rodaje de eso» sí, lamentablemente lo conoce todo y sabe más que el pastor, pero no tiene salvación, eso es triste. El Señor Jesucristo dijo: “si no os volvieres y os hicieres como niños no entrareis en el reino de los cielos” y si usted sabe mucho, y entiende mucho, sabe el rodaje de todo esto mejor que el pastor, pues mejor déle gloria a Dios, pero tiene que aceptar que necesita su salvación, tiene que volverse como un niño para poder humillarse en de la presencia de Dios. La segunda razón porque el tiempo corre aceleradamente dice en el verso cinco: “aderezas mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores.” Hay otro temor que asalta al ser humano y es el temor de las angustias que le puedan ser causadas a uno por diferentes circunstancias, pero hay unas angustias que no se la causan a uno las circunstancias, sino que puede ser causada por personas; la angustia de la familia que no lo acepta, la angustia de aquella persona que es casada, pero que en el hogar no se entiende, la angustia de aquella madre que tiene hijos ya los crió, pero los mal crió tal vez y ahora los hijos se le volvieron en contra y la quieren sacar corriendo de la única casita que tiene; y que la levanto, y que su esposo y usted trabajaron, y ahora ya usted es viuda, y ya tiene varios años, y el hijo la saco corriendo o la va a sacar corriendo de la casa. Hay muchas angustias; angustia porque usted tiene un empleo y tiene miedo de que va a venir otra persona que sabe más que usted, que hace mejor que usted, que tiene las mismas capacidades y quiere su empleo y para que le den su empleo tienen que quitarlo a usted, o angustia porque tiene su propio negocio, pero hay otra persona que le puso la competencia al frente; yo recuerdo cuando una vez; llego una persona de la iglesia a decirme que había venido alguien que tenia un negocio parecido al de él; para amenazarlo y decirle: «o usted sube los precios de los artículos que tiene aquí o va a tener problemas» y lo amenazó, seriamente, y le dijo: «porque yo también tengo un negocio y no puedo vender más barato, pero usted tampoco puede» cuando esta persona vino a consultarme yo le dije: «que le vamos a hacer, usted que quiere subir o los precios esta bien» y el me dijo: «para mi esta bien, a ese precio lo puedo vender, no tengo ningún problema, pero que hago» «pues dígale que nosotros somos muchísimos, dígale que si se atreve venga, que nosotros somos muchísimos, que ya usted le paso la voz a todos.» Claro en ese lenguaje que yo hablo las personas me pueden mal interpretar, pero yo le estaba diciendo a él lo que la Palabra de Dios dice: “más son los que están con nosotros, que de los que están en el mundo” Entonces él envió la razón y dijo: «bueno, decidí que no voy a subir los precios, pero quiero advertir le una cosa, que somos muchísimos, yo ya pase la voz, ya saben quien es usted.» Hay muchos temores aparte del temor a la muerte, hay muchos temores en esta vida pero hay algo que me dice la Palabra que son razones para no temer: “porque tu oh Dios aderezas mesa delante de mi, en presencia de mis angustiadores.” ¿Sabe lo que eso quiere decir? Que nuestro Padre celestial estas dispuesto a que en medio de aquellas situaciones donde las personas le acosan, donde las personas vienen contra usted, donde las personas quieren acabarlo, apretarlo, destruirlo, el Señor dice que el nos arregla una mesa delante de los angustiadores. Usted sabe que lo más difícil que le queda a alguien en medio de la angustia es comer. Por eso hay una ley para los que en Estados Unidos son condenados a la pena de muerte y esa ley es que al reo de muerte antes de cumplir su sentencia, se le debe dar todo lo que quiera en cuanto a comida, por ejemplo si le toca hoy por la tarde pues por la mañana llegan los personajes encargados y le dicen: «que quiere para hoy, usted sabe que hoy es su ultimo día, a tal hora usted pasara allá al cuarto de la silla eléctrica.» Así que se le ofrece un menú; quiere pavo relleno, quiere comida de la que se hace en navidad, quiere pizza, pida todo lo que quiera. Algunos los han hecho, pero la mayoría tiene tanta angustia que no son capaces de comer. De todas maneras les traen la comida, pero casi siempre se queda ahí, casi nadie es capaz de sentarse a comer, porque sabe lo que le viene, sabe lo que le espera. En medio de la angustia es difícil sentarse a disfrutar de un banquete, y cuando el Señor nos dice en la Palabra que en la presencia de los que me angustian, él puede arreglar una mesa, un banquete delante de mí. Lo que está diciendo es que él tiene el poder para hacer que en medio de las circunstancias adversas yo me sienta como si nada está pasando, yo me sienta tan alegre, tan feliz y tan contento como si el angustiador no existiera. Es importante eso para usted y es importante eso para mi, el peor mal de la sociedad de nuestros días es el miedo, la angustia, la desesperación, si usted enciende los noticieros, únicamente va a ver unas inundaciones, parece que los ríos corrieran por el centro de las ciudades. El otro día iba con un hermano en el barrio en el que él vive y vimos unas casas que parecían que ya se fueran a venir, se están cayendo las casas a pedazos. Luego le traen a usted la noticia de la violencia, y de cuantos muertos, y de cuantas persecuciones, y de cuantas cosas aquí y allá, y en otros países y donde quiera que usted mire hay una situación terrible, un desastre. Pero el Señor nos dice aquí en la Palabra: “aderezas mesas delante de mi, en presencia de mis angustiadores.” El mundo de hoy sufre de miedo, de angustias y de temores, pero cuando usted le entrega su corazón a Cristo, cuando usted le entrega su corazón al Señor y vive para él, usted tiene razones por las cuales no debe temer y es que el Señor aparte de estar con usted, él le arregla una mesa en la presencia de todos sus angustiadores, cuando la gente quiere destruirlo; hay personas que lo “aman” tanto a usted que quisieran ponerlo en una licuadora y ponerlo en la máxima velocidad y volverlo jugo, pero la Palabra de Dios dice: “aderezas mesas delante de mi en presencia de esos que quisieran volverme jugo en la licuadora.” El Señor tiene una gracia tan grande, una gracia tan especial, tan maravillosa que eso hace que los que le sirven de corazón a él no tengan razones para vivir miedosos, presos de la angustia, como vive el resto de la humanidad. Esas deben de ser razones para que usted y yo podamos arrodillarnos y levantar las manos y decir: «gracias Señor, gloria a tu nombre, te doy alabanzas, te doy honra, te doy gloria, te doy exaltación y glorifico tu nombre.» Claro para eso usted debe tener comunión con Dios, no se olvide que en estos días que son los días finales su única opción para poder vivir así, es tener comunión con Dios, su comunión con el Señor. Si hace días no ora yo estoy invitándole para usted que dice que es creyente; ore de lo contrario la angustia lo perseguirán, lo arrastraran como los ríos que están saliendo de cause y se están llevando las ciudades, los pueblos, las casas. Ore; busque a Dios. Hay gente que entiende su necesidad de buscar a Dios y tener una comunión con Dios, mientras hay otros llamados “cristianos” nomínales, religioso, apáticos, frívolos que no se le interesa lo de Dios, sin embargo hay gente que ha entendido que al tener al Señor de nuestra parte, todas estas bendiciones llegan a ser nuestras. Hay otros que solo piensan en lo humano, lo terrenal, en lo que les satisface su naturaleza, pero cuando nosotros vamos a la Palabra de Dios encontramos que aunque parece que no estuvieran sufriendo y no es que no tenga problema si tienen problema, pero la Palabra de Dios se le convierten en una realidad. Y voy a terminar diciendo lo ultimo: “ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida y en la casa de Jehová morare de largos días.” Esta es la ultima razón que yo quiero decirle; el bien y la misericordia de Dios. Yo creo que esta expresión es hermosa cuando entendemos, dice: “el bien y la misericordia me seguirán todo los días de mi vida,” no dice: “yo estaré siguiendo el bien y la misericordia,” no, dice: “el bien y la misericordia me seguirán.” La idea aquí es no que yo vaya corriendo detrás del bien y la misericordias de Dios, sino que esto tan bendecido, que yo voy por aquí y el bien y la misericordias de Dios corriendo detrás mío para alcanzarme. No se si usted lo entiende, pero cuando Dios llega a ser el centro de su vida, cuando usted le puede entregar la vida a Cristo y vivir para Dios genuinamente olvidándose de la basura de este mundo, porque hay gente que no entiende, sí, viene, sí, levanta la mano, sí, hacen una oración, pero no entienden. Para vivir para Dios hay que desechar las cosas de esta vida, a este mundo, hay que hacer como el Señor dijo: “niéguese así mismo cada día y tome su cruz y sígame.” Si usted en realidad pueden tener esa comunión, porque realmente le entrega su corazón a Cristo, entonces la idea es que usted va caminando y el bien y la misericordia detrás de usted para alcanzarlo todo los días de su vida. Hay gente que patalean y zapatean y quieren levantarse pisándole el cuello a los demás, en esta vida es así, los que venden zapatos y al lado otro vende zapatos y no conocen a Dios van donde el brujo y le compran una botella de agua verde, quien sabe de cual alcantarilla la habrán sacado y luego antes de que usted llegue, le riegan media botella de agua verde y el brujo le dice: «riéguele media botella en la mañana y media en la tarde,» así que cuando usted se va le riegan la otra media. Quieren levantarse parándose encima de usted, encima de su cabeza. El mundo de nuestro días es así, hay quienes quieren levantarse, no importa cuantos muertos haya, no importa cuanta gente sufran, no importa cuantos aguanten hambre, es una persecución de las cosas buenas, quieren lo bueno a dos manos, no importa como lo tengan que lograr, pero la imagen que me da aquí la Palabra es al contrario; yo caminado y viviendo para el Señor y la misericordia y el bien de Dios detrás mió alcanzándome cada día, porque el Señor cumple su Palabra. Eso es una bendición que usted puede tenerla, son razones por las que usted no debe temer, porque usted ya sabe que donde usted vaya las misericordias y el bien de Dios van detrás de usted, pastoreando ya he tenido la oportunidad de vivir en tres ciudades diferentes: en la primera ciudad cuando llegué no había nada ni si quiera una casa, hubo que comenzar por buscar una casa para alquilarla, no habían bancas, no había pulpito, no había cortina, no había nada, ni una pandereta, ni una guitarra, nada, pero llegamos y ahí el Señor nos bendijo y se levanto una Iglesia y allá está esa Iglesia, cuando ya esa Iglesia tenia una propiedad y estábamos comenzando a levantar columnas para construir un templo el Señor dijo: «váyanse» y llegamos otra vez a una ciudad en otro país que no había nada, no habían bancas, no habían sillas, no había guitarra, no había gente, no había nada, tuvimos que tomarnos otra vez el trabajo de mirar donde había una casa, como íbamos a hacer, hasta que ya la encontramos y se levanto una Iglesia y allá está esa Iglesia y quiero decirles que salimos con las maletas no mas, luego de allá otra vez nos toco venir para acá y otra vez volvimos a llegar con las maletas, no había sino un grupito de miembros bautizados; habían ocho, hoy estaba mirando el libro de las actas de la Iglesia, los recuerdos y estaba mirando la firma que hice cuando en un acta recibí esta Iglesia. Pero el bien y la misericordia de Dios me seguirán, a usted cuando pueda vivir para Dios, y ser fiel, y servir a Dios honestamente, el bien y la misericordia de Dios, irán detrás de usted para alcanzarlo, para que la Palabra de Dios tenga un cumplimiento en su vida, siendo las razones por las cuales usted no debe temer.