Bosquejo #35 - Iglesia de Convertidos a Cristo

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LA MISERICORDIA DE JEHOVÁ
Joel 2:12-13
“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno y lloro y lamento.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro
Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en
misericordia, y que se duele del castigo”.
El profeta Joel convoca en esta ocasión al pueblo de Dios a experimentar
un verdadero arrepentimiento, caracterizado por un quebrantamiento genuino
del corazón, sabiendo que todavía Dios en su misericordia les estaba dando
tiempo para corregir y enmendar su vida de pecado y de depravación.
Dios, a través del profeta Joel, también les advierte los males que le
sobrevendrán si persisten obstinadamente en sus pecados.
Dios les declara que para él ser satisfecho, se requiere un cambio genuino
de toda la personalidad del individuo incluyendo su intelecto, su corazón y su
voluntad con un dolor genuino por el pecado cometido, y un corazón humillado
que se inclina delante del Dios único que es compasivo y lleno de amor que
espera al hombre arrepentido para perdonarle su pecado.
De la misma manera, en esta ocasión, tomaremos esta enseñanza de Dios
para llevarla a cada corazón que ha de oír este mensaje y posee las mismas
características que identifica aquí el profeta que tuvo el pueblo de Dios, ya que
sabemos que el mismo Dios que es inmutable, en este tiempo, como en el
tiempo de Joel, aborrece el pecado y quiere atraer al pecador para por medio
de la fe en la obra de Cristo poder perdonar todos sus pecados y traerlo a
salvación.
En este bosquejo veremos tres puntos importantes:
I. LO QUE DIOS DEMANDA A TODOS
II. LO QUE DIOS ACONSEJA A TODOS
III. LO QUE DIOS MANIFIESTA A TODOS
Veamos lo que el profeta nos dice de parte de Dios.
I. LO QUE DIOS DEMANDA A TODOS
(Jl. 2:12)
“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno y lloro y lamento”.
A.
DIOS DEMANDA UN CAMBIO INMEDIATO
Iglesia de Convertidos a Cristo
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla
B.
C.
2
“Evangelismo”
1.
Dios, por su naturaleza Santa no soporta el pecado ni la
rebelión del hombre, de hecho desde la creación le hizo
saber a Adán que él aborrecía la desobediencia y le puso
reglas y puso al hombre a pagar las consecuencias de su
desobediencia.
2.
Es por tanto que, para que el hombre pueda tener comunión
con Dios, tiene que entender previamente que Dios requiere
un cambio de actitud contraria y opuesta a la que ha
manifestado mientras estuvo en la práctica de su pecado.
3.
Dios dice ahora, en 2 Corintios 6:2 por medio del apóstol
Pablo: “Porque dice: en tiempo aceptable te he oído, y en día
de salvación te he socorrido. He aquí ahora el día de
salvación”. Lo que nos indica que Dios es el que llama, por lo
que entendemos que una persona no se convierte cuando
quiere, sino cuando Dios le de la oportunidad de salvación.
DIOS DEMANDA UN CAMBIO DE CORAZÓN
1.
Todos los hombres en el mundo experimentan lo que la Biblia
llama un remordimiento de conciencia cuando cometen
algún pecado, pero la tiempo de haber pedido perdón
delante de Dios, vuelven a practicar el mismo pecado por el
cual supuestamente se han arrepentido.
2.
Por esto Dios especifica su demanda de conversión de
corazón, pues el término conversión implica una demanda a
volverse de su camino o un retorno hacia Dios. Es una vuelta
hacia el Dios que puede perdonar a aquel que viene con la
disposición de abandonar la práctica de su pecado.
3.
Este cambio que Dios exige implica arrepentimiento y fe, y da
como resultado el perdón de todos nuestros pecados y como
beneficio la vida eterna y la compañía constante de Jesús.
(Hch. 3:19 y 26:18).
DIOS DEMANDA UNA ACTITUD DE DOLOR POR EL PECADO
1.
Todo hombre pecador se goza en su pecado y no le duele en
absoluto lo que ha hecho delante de Dios, y todavía más vive
blasfemando u ofendiendo a Dios sin tomar en cuenta que
esto destroza el corazón de aquel que nos ha creado.
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla
“Evangelismo”
2.
Dios siempre nos amonesta de tal manera que podamos ser
contristados para arrepentimiento, ya que esta es la única
manera en que él nos concederá perdón y salvación. El
apóstol Pablo nos habla de este tema en 2 Corintios 7:8-10.
3.
Dios demanda una actitud de dolor, manifestada por medio
de acciones que salgan del corazón y que testifiquen delante
de él que estamos verdaderamente arrepentidos. Aquí nos
dice: “Con ayuno, lloro y lamento” por el pecado cometido (2
S.12:16 y Sal. 51:1-4).
II. LO QUE DIOS ACONSEJA
(Jl. 2:13a)
“Rasgad (lacerad) vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová
vuestro Dios”.
A.
DIOS ACONSEJA
CORAZÓN
QUEBRANTAMIENTO
EN
NUESTRO
1.
Es interesante ver como el pecado endurece el corazón del
hombre, llevándolo a ser como una roca, insensible a la
Palabra de Dios.
2.
Si leemos Hebreos 3:12,13 veremos cuando se nos dice:
“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que
se dice: hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por
el engaño del pecado”. Es por tanto que todo hombre debe
permanecer observando todo aquello que nos pueda llevar a
poner nuestro corazón endurecido.
3.
Dios declara que el hombre en pecado tiene un corazón de
piedra y Él anhela romperlo para darnos un corazón de carne.
Leamos Ezequiel 11:17-21 y 36:26 cuando dice: “Di, por tanto:
Así ha dicho Jehová el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, y
os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y
os daré la tierra de Israel.
Y volverán allá, y quitarán de ella todas sus idolatrías y todas
sus abominaciones.
Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de
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“Evangelismo”
ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne,
y les daré un corazón de carne, para que anden en mis
ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean
por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.
Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus
idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre
sus propias cabezas, dice Jehová el Señor” (vv. 17-21).
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os
daré un corazón de carne” (36:26).
B.
C.
DIOS NO ADMITE UN ARREPENTIMIENTO EXTERNO
1.
Muchas religiones creen que la manera de arrepentirse debe
ser a través de manifestaciones externas y como el pueblo de
Israel creen que con romper sus vestidos o ponerse ropa de
luto, agradarán a Dios (Mita, Monjes, Promesa, etc.)
2.
Mientras que Dios dice a través de Joel: “Rasgad vuestro
corazón y no vuestros vestidos”. Como diciendo que nosotros
no hacemos nada haciendo actos externos cuando el
corazón no ha sido quebrantado.
3.
Dios quiere un arrepentimiento que comience en el corazón.
Que nos lleve a tener dolor por el pecado cometido y una
disposición de no volver a cometerlo más.
DIOS NOS ACONSEJA UNA CONVERSIÓN HACIA ÉL
1.
Vimos en el punto anterior que convertirse es volverse de
nuestro camino para seguir el camino de Dios (Is. 55:8) “Porque
mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos, dijo Jehová”.
2.
De nuevo Dios nos reclama e insiste en el hecho de la
CONVERSIÓN y nos reclama volver hacia él. Es aquí donde el
profeta Joel profetizando sobre los días en que el Espíritu Santo
vendría a la tierra dijo en (2:32): “Y todo aquel que invocare el
nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sión y
en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre
el remanente al cual él habrá llamado”.
3.
Él requiere una sumisión real a su persona y a sus decretos (Sal.
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Veamos, pues:
5
“Evangelismo”
51:6-17). “He aquí, tu amas la verdad en lo íntimo, Y en lo
secreto me has hecho comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más
blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has
abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis
maldades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu
recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo
Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me
sustente.
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará
mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres
holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
Con este versículo 17 del Salmo 51, pasamos a nuestro último
requerimiento.
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
III. LO QUE DIOS MANIFIESTA A TODOS
(Jl. 2:13b)
“Porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia,
y que se duele del castigo”.
A.
DIOS MANIFIESTA SU ATRIBUTO DE MISERICORDIA Y DE
CLEMENCIA
1.
La misericordia es uno de los atributos comunicables de Dios, y
expresa la bondad y el amor de Dios por el culpable y
miserable. Incluye compasión en el hecho de que por la
misericordia Dios no nos da lo que verdaderamente
merecemos si hemos cumplido con su voluntad. Dios también
nos exige misericordia (Mt. 18:23-35).
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B.
C.
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“Evangelismo”
2.
La clemencia por otra parte es la virtud de perdonar al que
merece castigo por sus hechos. Por lo que sabemos que Dios
está presto a perdonar a todo hombre, siempre y cuando
todo hombre manifieste un arrepentimiento genuino y se
convierta a Dios.
3.
la misericordia y la clemencia de Dios, son una parte abierta
para la salvación del hombre y es transmitida a nosotros por
nuestro Señor Jesucristo en Juan 6:37 cuando dice: “Todo lo
que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le
echo fuera”.
DIOS MANIFIESTA SU ATRIBUTO DE AMOR PARA CON
NOSOTROS
1.
No nos cansaremos de citar Juan 3:16, que dice: “Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda
más tenga vida eterna”.
2.
Vemos aquí que, cuando Dios debía mandar condenación al
mundo por causa del pecado, dispuso darle al hombre, en su
amor, un medio de salvación.
3.
El apóstol Pedro, quien estuvo al lado del Señor nos dice en 2
Pedro 3:9 - “El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente (misericordioso)
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento”.
DIOS SE DUELE DEL CASTIGO PERO HA DE CASTIGAR
1.
Dios pone sus reglas y también en su justicia declara las
consecuencias de la desobediencia al cual le llama castigo.
2.
Sabemos que en su justicia El ha declarado la muerte y la
condenación eterna para todos aquellos que desobedecen,
más Dios se duele del castigo como dice Ezequiel 18:32:
“Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el
Señor; convertíos, pues, y viviréis”.
3.
Esta porción nos declara que de la misma manera en que el
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“Evangelismo”
hombre, se duele del que es castigado, por ser hecho a la
imagen y conforme a la semejanza de Dios, de la misma
manera, Dios se duele del castigo, pero en su justicia, pagará
a cada uno conforme a sus obras.
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Esperamos en Dios que todos estemos dispuestos a seguir el consejo de
Dios y que procuremos aceptar su misericordia para que podamos ser salvos. Él
es tardo para la ira y grande en misericordia.
AMÉN
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