producción del cultivo de berro y captacion de agua en la cuenca de

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XI IRCSA CONFERENCE - PROCEEDINGS
PRODUCCIÓN DEL CULTIVO DE BERRO Y
CAPTACION DE AGUA EN LA CUENCA DE L RIO
CUAUTLA, MORELOS, MÉXICO
Claudio Avalos Gutiérrez 1
Jacinta Palerm Viqueira2
1 Estudiante de doctorado. Colegio de Postgraduados, Montecillos, Texcoco, México. E-Mail:
[email protected]. Km. 36.5 carretera México-Texcoco, C.P. 56230, Montecillo, Texcoco, Edo. De México. México.
2 Profesor investigador. Colegio de Postgraduados. Montecilos, Texcoco, México. E-Mail: [email protected]. Km. 36.5
carretera México-Texcoco, C.P. 56230, Montecillo, Texcoco, Edo. De México. México.
RESUMEN
En la cuenca del río Cuautla los productores de berro aprovechan el agua tanto de
manantiales como del propio cauce del río y de canales generales de riego; de
aproximadamente 90 productores que cultivan una superficie de 60 hectáreas, unos 45 de
ellos pertenecen a una Asociación Agrícola Local desde 1979, pero el cultivo se introdujo en
la zona desde hace unos 70 años. Para la Asociación de Usuarios del Río Cuautla,
Manantiales y Corrientes Tributarias “Gral. Eufemio Zapata Salazar” A.C., mejor conocida
como ASURCO, que opera el Módulo de Riego 08 desde 1994 a raíz de la transferencia del
Distrito de Riego 016 en el estado de Morelos, el cultivo del berro representa un problema en
la disponibilidad de agua para los usuarios de aguas abajo porque los productores de berro
realizan bordos de retención y ello no permite que el agua fluya libremente.
En este reporte se exponen algunos antecedentes en la producción de berro en la cuenca,
las limitaciones que tiene el cultivo desde la perspectiva de la falta de agua para los usuarios
de ASURCO así como las ventajas que representan las obras de captación de agua en la
recarga del acuífero.
Palabras clave: cuenca, acuífero, berros
Introducción
El berro se empezó a cultivar a partir de 1942 en la ribera del río Cuautla y en áreas
cercanas a los manantiales que se encuentran sobre el mismo río, como son “Los Sabinos”,
“La Mora”, Santa Rosa”, “San Cristóbal”, “Ojitos Burgos”. La introducción de la planta la hizo
un señor llamado Bruno quien provenía de Toluca, y el cultivo se fue expandiendo poco a
poco conforme la gente veía que tenía mercado (Portillo: 2002).
Además de los manantiales sobre la margen izquierda del río Cuautla y sobre su cauce
donde se empezó a cultivar el berro, otra de las zonas importantes donde tiene sus
antecedentes el cultivo, es en terrenos aledaños a los manantiales “Los ojitos”, “Las Tazas” y
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“Santa Inés”, los cuales se encuentran ubicados a la margen derecha del río Cuautla. En
esta zona el cultivo de berro se inició en 1946 por el señor Serafín Lima Arias, ejidatario del
ejido de Cuautlixco, quien a través de algunos amigos consiguió la planta de berro en
Toluca, estado de México (Lima: 2002).
Otras fuentes reportan que el cultivo de berro tiene aproximadamente entre 60 y 70 años de
haberse introducido al municipio de Cuautla, pero que ha sido a partir de los últimos 20 o 30
años cuando el cultivo ha tomado mayor importancia por la superficie cultivada, los
volúmenes de producción, por la derrama económica a través de su comercialización y los
empleos que genera (Torres, Puente, Flores, 2002).
Los productores de berro de la zona de manantiales sobre el río Cuautla después de algunos
años de actividad, iniciaron las gestiones ante la extinta Secretaría de Recursos Hidráulicos
(SRH) para obtener los permisos correspondientes, llamadas en ese tiempo “concesiones
provisionales” a fin de poder hacer uso del suelo en la zona federal de manantiales y cauce
del río, y fue en 1960 cuando la Secretaría extendió esos permisos o concesiones
provisionales, documentos que obran en poder de los usurarios de berro y con ello justifican
la legalidad del uso del agua.
A partir del establecimiento de los productores de berro, se empezaron a dar ciertos
conflictos por el agua ya que los usuarios de la misma, ejidatarios y pequeños propietarios
de las partes bajas de la cuenca (ejidos de Ayala, Moyotepec, San Vicente de Juárez, entre
otros) siempre argumentaron [y así ha sido hasta hoy en día] que la escasez del agua en su
zona, se debía a los bordos y obras de retención que realizaban los productores de berro en
las partes altas, tanto en el cauce del río como directamente en la salida de los manantiales
de los Sabinos, Santa Rosa, San Cristóbal y La Mora, principalmente. Menciona Portillo
(2002) que en la época en que el Distrito de Riego aún estaba administrado por la SRH,
personal del Distrito les exigía a los productores de berro una cooperación mensual porque
de lo contrario se encargarían ellos mismos (los técnicos encargados de verificar el estado
de las obras de cabecera) de explicar a los usuarios de aguas abajo, que la escasez de que
sufrían en épocas de estiaje, se debía al uso y retención que hacían de ella los productores
de berro, y con ello éstos últimos tenían el temor de que subieran los ejidatarios de aguas
abajo, les destruyeran sus bordos y les tumbaran el berro.
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A raíz de las necesidades de agua que los productores de berro constantemente han
requerido para el desarrollo de su cultivo, por un lado, y por las demandas de parte de los
usuarios de riego del río Cuautla para que los berreros se limiten a tomar y hacer uso del
agua que por dotación les corresponde a los primeros, por otro, ambas asociaciones llegaron
a establecer por escrito, y ante autoridades locales en 1990, algunos acuerdos tendientes a
regular el conflicto y tratar de compartir el agua tanto para los cultivos anuales y perennes de
los miembros de ASURCO como de los propios productores de berro.
Antecedentes
En 1960 se otorgaron concesiones provisionales para la explotación agrícola de terrenos
correspondientes al cauce y zona federal del río Cuautla, y aunque no se especifica
claramente quiénes tienen la facultad de utilizar el agua, tampoco se les prohíbe. Algunos de
los agremiados poseen permisos de concesión para explotar terrenos del cauce y zona
federal del río Cuautla, documentos que datan de 1960. Estos permisos de concesión en
algunos casos se han heredado de padres a hijos de tal manera que siguen vigentes y son
válidos para seguir produciendo el berro (González, 2002).
Los documentos especifican que se trata de concesiones provisionales de carácter precario
y modificable, sustentados en el Decreto Presidencial del 19 de septiembre de 1939, y es la
Secretaría de Agricultura quien hace directamente la concesión. En esos documentos se
hace referencia a la superficie concesionada, las colindancias y posteriormente a una serie
de obligaciones a las que se debe acatar el concesionario.
Antes de la constitución de la Asociación Agrícola Local, los productores de berro
gestionaron los permisos precarios para el uso del suelo adyacente al río Cuautla y
manantiales circunvecinos, pero además, han venido realizando gestiones para mantener e
incluso expandir la zona de producción del cultivo de berro, y protegerse legalmente de una
posible eliminación proveniente de los beneficiaros directos del agua que por dotación tienen
derecho, o bien por autoridad municipal, estatal o federal. En este sentido, dos acciones les
resultaron estratégicas: a) Acuerdos con la Asociación de Usuarios del Río Cuautla para el
uso y aprovechamiento precario del agua, del primero de julio al 31 de enero de cada año y
b) la promoción y resolución favorable de un Juicio de Amparo a un grupo de 41 productores
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de berro por el Juzgado Primero de Distrito en el estado de Morelos en mayo de 1993 para
no ser afectados en su actividad.
La Asociación Agrícola Local reiteró una solicitud ante la CNA para que se le proporcionara
copia certificada de la resolución en donde “se desincorpora la Zona federal del río Cuautla,
en la parte que atraviesa la Ciudad de Cuautla”. Con este hecho de desincorporación de la
Zona Federal, según ASURCO, se estaría legalizando la apropiación del suelo y del agua a
los productores de berro, afectando con ello a los usuarios del río que por decreto
presidencial de 1926 y años subsiguientes, se les dotó del agua para el riego. Además no se
presenta este hecho de manera aislada, sino que en fechas recientes (julio de 2002) las
propias autoridades del ejido de Cuautlixco se han dado a la tarea de gestionar e insistir ante
algunas dependencias federales como la Procuraduría Agraria y el INEGI para que se realice
la delimitación y posesión a través de PROCEDE a efecto de que los posesionarios, entre
ellos productores de berro, tengan la posesión definitiva y los certificados correspondientes
de los terrenos que han ganado al río y que se encuentran en la zona federal.
Pese al establecimiento del acuerdo arriba señalado, los berreros continúan estableciendo
su cultivo en superficies y zonas federales e incluso en áreas naturales protegidas como el
caso del Los Sabinos, Santa Rosa y San Cristóbal. El caso del manantial La Mora, ubicado
en la zona de los manantiales Los Sabinos, algunos canales han sido desviados de su cauce
normal, ampliado así el área
de cultivo a áreas consideradas como zona federal; esta
practica, aunada a los trabajos de deslinde realizados por personal de la Procuraduría
Agraria está avalando que a través de los deslindes se otorguen derechos de posesión sobre
áreas que de origen son propiedad federal, hechos que en
su conjunto resultan
contradictorios al artículo 35 del Reglamento para usuarios del DR 016 publicado en el año
2000.
En años subsiguientes ASURCO ha insistido en el cumplimiento de los acuerdos por parte
de la Asociación de productores de berro, sin embargo, los acuerdos no se cumplen y los
conflictos se mantienen con relativo control en tanto la escasez no se manifiesta en tal
magnitud que represente la posibilidad de conflictos sociales de mayor envergadura. A pesar
de ello, existe un problema latente que de no intervenir las autoridades competentes, puede
ocasionar problemas mayores en la lucha por el agua (Flores: 2001).
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Características del cultivo
a) Origen
El berro (Nasturtium Officinale R. Br.) es una planta originaria de Europa central y occidental
(Kearney y Peebles, 1951; Volák y Stodola, 1988; Jan, s/f). Oeste de Asia “Rusia Asiática o
Euroasia” (Gleason y Cronquist, 1991; Grieve, 1995). Se reporta en toda la península ibérica
e Islas Baleares, Francia y otros países europeos (Font, 1980), (citados por Monroy, 1997).
Es una planta acuática perenne, su hábitat es el agua dulce, se observa flotando de manera
continua en el agua durante todo el año, crece en los bordes u orillas de los arroyos o
pequeños riachuelos, acequias y fuentecillas de agua en movimiento clara y fresca con
profundidad de unos 30 cm, por tal razón se dice que su hábitat es móvil y en los pantanos o
fangos se encuentra muy frondoso cubriendo la superficie como maleza, menudo forma
grandes céspedes bien arraigada en el fondo y con las rosetas de las hojas a flor de agua,
pero es mas abundante al acercarse la primavera. Resiste la poca aireación y se reproduce
rápidamente, es una planta herbácea d poca altura (Krochmal, et al. S/f; Font, 1980; Knopf,
1990; Anónimo, 1991; Grieve, 1995; Carr, 1996; citados por Monroy, 1997).
Pese a un conjunto de beneficios a la salud que se señalan de berro (limpia de riñón, mejora
del funcionamiento del hígado, alivia a reumáticos, mejora del corazón, depura la sangre,
regula la diabetes, bronquitis), en exceso provoca el aborto y es portador de riesgo para la
salud si se cultiva con poco movimiento de agua, lo que favorece el desarrollo de un
caracolillo, otros insectos acuáticos y bacterias, que pueden provocar tifoidea y el cólera.
b) Descripción botánica
Raíz. Al germinar su semilla, la radícula desaparece rápidamente, desarrollándose un rizoma
rastrero provisto de numerosas raicillas secundarias. Presenta una emisión de raíces
adventicias muy abundante en los nudos, de color blanco y de diámetro delgado (Príhoda,
1991, citado por Monroy, 1997).
Tallo. El tallo es glabro, anguloso y hueco, llega a crecer de 10 a 60 cm de longitud, presenta
muchas ramificaciones, generalmente se observa flotando en agua con poca profundidad; en
la cúspide de dicho tallo brotan apretados racimos de flores blancas que se alargan al final
de la floración (Volák y Stodola, 1998, citados por Monroy).
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Hoja. Las hojas son pinadas imparipinadas con una filotaxia alterna, de tamaño pequeño de
3.8 a 12.5 cm de longitud, presentan de 3 a 9 foliolos y ocasionalmente 10, lanceolados de
forma ovada o de corazón con tendencia a ser redondeados, el foliolo terminal de la hoja es
más grande que el resto con segementos acorazonados de color verde oscuro y brillante, su
sabor es picante fuerte (Martínez, 1956; Anónimo, 1991; Grieve, 1955; Kroachmal et al , s/f.;
citados por Monroy, 1997).
Inflorescencia. Las flores se desarrollan en la extremidad apical de las ramas y están
dispuestas en una panícula corta o racimo.
Flor. Se encuentra en racimos terminales, de tamaño diminuto. Son perfectas actinomorfas,
con 4 sépalos libres, imbricadas y en 2 series. Corola de 4 pétalos iguales estrechos en la
base en alternancia con los sépalos. El ovario es sésil. Presenta 6 estambres tetradinamos,
los dos exteriores son más cortos, libres insertos debajo del ovario. Anteras biloculares de
dehiscencia longitudinal. Gineceo súpero, bicarpelar, unilocular con un falso tabique
membranso; varios óvulos de placentación parietal (Sánchez, 1984; Príhoda, 1991). Su
coloración es blanca con un diámetro de 4-6 mm, sus estambres son más cortos que la
corola y las anteras de color amarillo, una vez abierta la flor el racimo se alarga. La época de
floración es de marzo o abril a octubre (Knopf, 1990; Príhoda, 1991; Anónimo, 1991; citados
por Monroy, 1997).
Fruto. Es una silicua alargada delgada de 10-12 mm de longitud, ocasionalmente hasta 25
mm, curvada ligeramente terminando en punta, dehiscente en 2 valvas, quedando
persistente el tabique. Algunas veces se fragmenta transversalmente (Sánchez, 1984; Knopf,
1990; Anónimo, 1991; citados por Monroy, 1997).
Semilla. Están dispuestas en dos hileras en cada celda del fruto, es pequeña y de color
amarillento (Sánchez, 1984).
c) Cultivo
Para sembrar el berro, primero se limpia (deshierba) el lugar y se empareja la tierra (sin
hacer surcos) con azadón y machete dejando correr el agua, después se selecciona la planta
entre las que nacen en la ribera del río o manantial, se le corta la raíz y se tira al agua; a los
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15 días cada codo empieza a producir follaje (Alejandro Flores: 2002). En la preparación del
suelo, se realiza el desasolve y la nivelación, actividades que consisten en emparejar el
terreno con pala y realizar el bordeo (nivelación).
Después de la preparación del terreno, se realiza la siembra o propiamente en este caso por
tratarse de una reproducción vegetativa, se realiza la plantación. En su estado natural, se
propaga por semilla y vegetativamente y al cultivarlo se puede hacer de ambas formas; en
Cuautla la forma tradicional de cultivarlo es en forma vegetativa. Es fácil de cultivar, se
colocan pequeños tallos sobre la fuente de agua, se recomienda sembrarlo en superficies
planas ya que el desnivel lo desfavorece. Como el berro crece rápidamente y desarrolla un
sistema radical abundante que se entrecruza y evita una buena oxigenación, por tal razón las
raíces se deben podar y entresacar para que la planta adquiera un desarrollo arbustivo,
además de los brotes apicales y las flores que aparecen para poder estar cosechando de
manera permanente, además de hacer siembras escalonadas. El cambio de planta se realiza
una o dos veces por año, en promedio se considera un ciclo productivo de la planta de 6
meses.
La siembra se protege haciendo bordes principales de aproximadamente 60 cm de ancho
por 50 cm de alto, a los que se les siembran sauces, para que “amarren” y no se suelte la
tierra, derivando el agua mediante bordos más pequeños, estos bordos o represas, propician
la baja del nivel de agua en los canales.
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Posteriormente se aplican fertilizantes en forma foliar para propiciar el crecimiento vegetativo
y dar mayor vigor a la planta, a base de productos tales como Gro-green, Fruti-K y otros.
En el caso del control de plagas y enfermedades, éstos son los organismos que causan
mayor daño y ante los cuales se tienen que realizar diferentes aplicaciones de productos
plaguicidas. El cultivo del berro es atacado por algunas plagas, como son la “mosquita
blanca” minador de la hoja, pulgón negro, pulgón verde y “el cucuyachy”, un camaroncito
pequeño (1 a 1.5 cm) que se alimenta de la raíz; para contrarrestar sus efectos, los
agricultores controlan aplican varios productos como son: Tionex, Thiomet, Thiodán (ambos,
es Endosulfán), Malatión, Manzate, Lanate, Folidol. Para controlar el camaroncito los
productores aplican mezclas de coloro (100 ml) y Folidol (2 lt) en 200 lt de agua para 2
tareas chicas (2000 m2). Dependiendo de la incidencia de las plagas es la frecuencia en las
aplicaciones de productos químicos, pero generalmente en el retoño se hace la primera
aplicación de fertilizante foliar, a los 20 días una segunda y a los 30 días la tercera, es decir,
unos 10 o 20 días antes del corte. En cuanto a las aplicaciones de plaguicidas en promedio
se realizan aplicaciones cada 8 días, es decir en 3 y 5 aplicaciones por corte.
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Algunas labores de cultivo que realizan consisten en quitar la maleza en forma manual o
deshierbe, comúnmente esa práctica es conocida como Tlamateca; otra práctica cultural que
realizan es el “rose” de bordes, el cual consiste en emparejar los bordos que sirven para
retener la velocidad del agua para el desarrollo del cultivo.
La cosecha se realiza cuando las plantas tienen unos 20 cm de altura, cortando los tallos
sobresalientes y dejando unos 5 cm entre el corte y el sustrato; ésta práctica se realiza en
periodos de crecimiento de cuando menos 30 días, porque en ocasiones depende de las
necesidades y exigencias del cliente ( Alejandro Flores: 2002).
En cuanto a la producción, se realizan cortes en periodos de entre 30 y 60 días dependiendo
de las condiciones de producción y de los requerimientos del comprador, pero en promedio
se realizan 10 cortes al año; se llega a cosechar hasta 1000 manojos por cada 1000 m2 , es
decir, un manojo por m2.
Demanda de agua del cultivo de berro
Hasta el momento, no existe algún estudio en la zona que haga referencia al impacto que
ocasiona el cultivo de berro en la magnitud de la disminución de los volúmenes de agua
para los usuarios de aguas abajo; evidentemente desde la perspectiva de éstos últimos, el
hecho de que los productores de berro estén realizando pequeñas obras de retención a
través de bordos y la plantación de “barreras vivas” como son las líneas de sauces en la
ribera del río para hacer entrar en agua, retener al suelo y disminuir su velocidad a fin de que
el berro se mantenga siempre con agua en movimiento, repercute en menores volúmenes
para sus cultivos, particularmente en tiempo de estiaje.
Desde el punto de vista técnico, cualquier obra de retención de agua, traerá por
consecuencia menor disponibilidad en el agua superficial en tierras aguas abajo, pero se
asume que se está propiciando una mayor infiltración, lo que conduce a una mejora en la
recarga en este caso del acuífero de la zona denominada Cuautla-Yautepec. El punto crítico
en este caso es que, independientemente de los volúmenes de agua que no reciben los
usuarios de aguas abajo, genera ciertos conflictos sociales, por la falta de regulación en el
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uso y la falta de control en los riesgos de contaminación, la afectación al medio por el uso y
abuso de productos plaguicidas altamente tóxicos.
Posiblemente el problema mayor de los productores de berro estribe en el ordenamiento de
las áreas de producción, evitando cultivar en sitios de descarga de aguas residuales, en el
mejor control de plagas y enfermedades, así como en el apego a los acuerdos establecidos
con los otros usuarios para que ambas partes traten de beneficiarse mutuamente.
Monroy (1997) realizó un estudio en el Colegio de Postgraduados sobre la producción de
biomasa y eficiencia en el uso del agua de tres especies acuáticas, entre ellas el berro
(Nasturtium Officinale),estableciéndolas bajo condiciones experimentales en las que utilizó
soluciones hidropónicas residuales y encontró que el berro evapotranspiró 2,906.51 ml.m-2.d1
(mililitros por metro cuadrado por día). Con base a esta información se puede inferir los
volúmenes consumidos del berro con base en la superficie total cultivada.
Con la reserva de realizar un trabajo técnico en las áreas de producción de berro en el río
Cuautla, los datos experimentales de que se disponen infieren que teniendo una superficie
total de 56 hectáreas de cultivo de berro y considerando la evapotranspiración de 2,906.51
ml.m-2.d-1 (mililitros por metro cuadrado por día), el volumen total de agua consumido es de
594, 091 m 3/año, lo que equivaldría a unas 148 hectáreas de maíz de riego con una lámina
de 40 cm por ciclo de cultivo.
Áreas de producción del berro
Se localizan dos zonas productoras de berro: una primera sobre la ribera del río Cuautla
tanto en los márgenes izquierdo como derecho desde los manantiales Los Sabinos, San
Cristóbal, La Mora, Santa Rosa, Ojitos de Agua, Agua Azul y los propios cauces del río; y
una segunda zona en las cercanías de los manantiales Las Tazas y Santa Inés. Estas dos
grandes zonas las podemos especificar en 7 áreas de producción de acuerdo con la fuente
de abastecimiento, es decir, se trata de áreas mas o menos compactas e identificadas en la
producción del berro. En la primera zona es en donde tuvo su origen el cultivo en 1942 y
después en la zona de Las Tazas y Santa Inés en 1946.
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La superficie total estimada en la producción de berro es de 56 hectáreas, de las cuales 46
hectáreas se ubican en la zona I, es decir, en donde se presentan los mayores conflictos por
la lucha por el agua con los usuarios de ASURCO en el cauce del río Cuautla y sus riberas
tanto al margen izquierdo como derecho. Las otras 10 hectáreas se ubican en áreas de
producción a los márgenes de los canales generales de riego Sauce Chino y Santa Inés. La
superficie estimada de berro que se cultiva directamente sobre el cauce del río es de 12
hectáreas, y aunque se hace la distinción de que se establece en periodo de estiaje
principalmente, no significa que su cultivo abarque una parte del ciclo de lluvias, todo está en
función del caudal del río para que los productores decidan el establecimiento del cultivo en
esa época del año (cuadro 1 ).
Cuadro 1. Areas de producción de berro en la cuenca del río Cuautla. Elaboración propia.
Zona
de Area
de Margen del río Fuente de agua
producción producción
I
1
Superficie cultivada
Todo el año Estiaje
Izquierda
M. San Cristóbal
6
Izquierda
M. La Mora
10
Río Cuautla
2
4
Derecha
M. Santa Rosa
3
Derecha
M. Ojitos de Agua
3
Río Cuautla
3
2
Derecha
Deriv. El Zapote
2
Izquierda
Deriv. El Zapote
2
Río Cuautla
4
2
Derecha
M. Ojito de Agua
2
Derecha
Agua de drenaje
0.5
Río Cuautla
II
3
5
Derecha
Deriv. Socavón (canal)
3
6
Izquierda
M. Agua Azul
2
Río Cuautla
0.5
Sauce Chino
4
Las Tazas
4
Santa Inés
2
Totales:
44
7
1
12
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Los berreros de la Asociación Agrícola Local han sido capaces de permanecer en la zona
federal y en las propias márgenes del río y de manantiales, incluso algunos de ellos que se
han establecido para producir dentro del Area Natural Protegida conocida como Los
Sabinos-Santa Rosa-San Cristóbal. El cultivo del berro en la zona de estudio desde hace
60-70 años se ha convertido en una actividad productiva muy importante para agricultores
del río Cuautla, básicamente en las márgenes del río y en las áreas de manantiales.
Costos de producción, importancia económica y social
El berro, desde el punto de vista económico es una atractiva alternativa de producción tanto
para el agricultor que lo cultiva como para los compradores que comercializan en la ciudad
de México (en la central de abastos) y los jornales que de él se generan. Principalmente son
jornales tanto de personas avecindados al ejido de Cuautlixco, Amilcngo pero la mayor parte
de ellos son inmigrantes del estado de Guerrero.
Aunque la planta de berro tiene una vida de 2 o 3 años, porque se realizan cortes cada 30-60
días, el ciclo de plantación para rejuvenecer la planta se realiza en promedio cada 6 meses,
es decir, 2 ciclos de plantación por año; los cortes se consideran en promedio cada 45 días
(4 cortes por ciclo y 8 cortes al año); la producción es de 1000 manojos por tarea. Los
productores manejan mucho la carga, que es equivalente a 60 manojos, y se vende a 350.00
por carga, es decir un promedio de 5.80 pesos por manojo. Pero su precio varía entre los 6 y
los 10 pesos dependiendo de la época del año (mayor producción en estiaje y menor en
tiempo de lluvias). Un jornalero corta hasta dos cargas por día, lo que se traduce en un
periodo de 8 días de cosecha de planta por cada corte de los 4 cortes por ciclo de cultivo. En
este caso se paga por manojo entre 1 y 2 pesos. Para fines de cálculos se tomará el precio
de 1.50 por manojo. El jornal se paga en la región a 70.00 por día.
Los principales canales de comercialización son la central de abastos de la ciudad de
México, los mercados regionales de Cuautla, Cuernavaca y Puebla. La venta de la cosecha
se realiza a pie de la parcela y comprada por intermediarios, que en la mayoría de los casos
pagan una semana después.
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Los costos de producción estimados para una tarea de berro en un ciclo de cultivo de 6
meses, son los siguientes:
ACTIVIDAD
PREP.
CONCEPTO
COSTO
COSTO
UNITARIO
TOTAL
OBSERVACIONES
DE
SUELO:
DESASOLVE
12 JORNALES
70.00/jornal
840.00
12 JORNALES
70.00/jornal
840.00
NIVELACION
(BORDEO)
SIEMBRA:
Propagación
PLANTACIÓN
2 JORNALES
70.00/jornal
140.00
FERTILIZACION
FOLIAR
asexual
.05
32 KG
30.00/kg
960.00
kg/bomba:
6
bombas/aplicación,
12/tarea
CONTROL
DE
El
PLAGAS
fertilizante
insecticida
INSECTICIDA
e
se
1.5 LT
100.00/lt
150.00
aplican juntos
4 JORNALES
70.00/jornal
280.00
Una tlameca cada
APLICACIÓN
LABORES
DE
CULTIVO
TLAMATECA
ROSE
DE
BORDES
corte
4 JORNALES
70.00/jornal
280.00
COSECHA
Un rose cada corte
Un rollo=100 hojas
MATERIAL
2.5 ROLLOS
55.00/rollo
CORTE
4000 MANOJOS 1.50
137.50
de palma
6000.00
1 m2/1 manojo; (32
jornales en los 4
cortes)
TOTAL OCSTOS
9627.50
Los ingresos se calculan en 24,000.00 por los 4 cortes en una tarea durante 6 meses (1000
manojos de 6.00 pesos cada uno por 4 cortes). Por tanto los ingresos netos son de
14,732.50 pesos por tarea en 6 meses, es decir, 3,683.00 pesos por corte por tarea, en 45
días. Esto refleja que la actividad tiene una relación benéfico-costo de 2.49. Obviamente si
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se compara la rentabilidad del berro con la de cualquier otro cultivo, es muy superior porque
por ejemplo en el caso de la caña de azúcar, el beneficio para el productor es un ingreso
seguro que le garantiza el ingenio y el seguro social, las prestaciones y la esperanza de la
jubilación que tiene el productor. Algo similar se presenta en el caso del arroz por la garantía
en la comercialización que tiene el productor y también un ingreso económico asegurado,
pero tratándose de otros cultivos como el frijol ejotero, la calabacita, las flores, el maíz
elotero, el riesgo es mayor porque los ingresos netos positivos están en función de a oferta y
demanda. Solamente es comparable el viverismo porque tiene un mercado en expansión,
mas o menos rentable.
La derrama económica que genera el berro en términos generales es de 249,650.00 por
hectárea al año, es decir, 16,500,400.00 en una superficie total estimada de 56 hectáreas.
Por su parte, en cuanto a la importancia social, se generan 66 jornales por tarea por ciclo, es
decir, 132 jornales anuales por tarea; 1320 jornales por hectárea al año; 73,920 jornales en
la superficie total de berro (en 56 hectáreas).
Existen otros factores relacionados con el cultivo del berro, como lo es la renta de la tierra de
ejidatarios a productores, entre los años 1999 a 2002 la renta de una hectárea es de $36 mil
anuales, a partir del 2002 se espera un aumento a $40 mil por un año “ Se renta el terreno
porque los otros cultivos no dejan dinero y ésta es una forma de tener para los gastos de la
casa y enfermedades no previstas” (Castillo, 2001).
Problemas de contaminación
Se han generado conflictos con respecto al cultivo de berro, debido a la contaminación de las
aguas por los plaguicidas utilizados en el proceso de producción y los riesgos posibles de
cólera debido a las descargas de aguas residuales que se vierten sobre el río y manantiales
en donde se cultiva el berro. Este problema se presenta en las inmediaciones de los
manantiales Los Sabinos y sobre los márgenes del río Cuautla a la altura de la presa
derivadora El Zapote. Varios informantes señalan que anteriormente, hace unos 20 años o
más, dondequiera se podía pescar, había mucha diversidad de peces y todo era muy bonito
(Flores:2002). Hoy la fauna acuática sobre el río y manantiales prácticamente ha
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desaparecido debido a la aplicación que hasta hace unos años se venía realizando a base
de cianuro, y actualmente con algunos productos como el Thiodán, (Endosulfán) 35 CE
(Concentrado Emulsionable), insecticida altamente tóxico; Thiomet 35, insecticida agrícola
altamente tóxico; Thionex 35 CE, insecticida organoclorado moderadamente tóxico; Humitrón
60 S, bioactivador ligeramente tóxico; Gusatión M-20, insecticida.acaricida agrícola
organofosforado altamente tóxico.
Es notoria la constante inconformidad planteada por los ejidatarios y autoridades de
ASURCO debido al problema de la contaminación generada por los berreros, especialmente
por la utilización de estos productos agroquímicos para el control de plagas y enfermedades
del cultivo o para incrementar su productividad, lo que ha hecho que el agua de manantiales
como La Mora, Santa Rosa, El Zapote, Torres-Burgos, Agua Azul entre otros, no cumplan
con la norma ecológica NOM CCA-033ECO/1993 que establece el límite permisible de
coliformes fecales, totales e identifica presencia de Vibrio Cholerae y cuyos resultados
indican que se consideren
aguas no aptas para el riego de berros (SSEM, 1995 y
CNA,1995)
Pese a los problemas de contaminación y disponibilidad de agua que el cultivo de berro
origina en la región, los productores de berro que están organizados en la Asociación
Agrícola Local, y otros que no pertenecen a ella, han sido capaces de establecer convenios
con la Asociación de usuarios del río Cuautla y protegerse legalmente ante el posible derribo
del cultivo y los bordos de retención de agua que han realizado en la ribera y cauce del río.
Por otra parte, los productores de berro que pertenecen a la Asociación Agrícola Local se
han deslindado de los problemas de contaminación que se generen por aguas residuales
que son utilizadas por otro tipo de productores en zonas que no pertenecen a su agrupación.
Mencionan en uno de sus oficios dirigidos a la Comisión Nacional del Agua, en 1997, que “no
respaldan ningún tipo de plantío que se encuentre dentro del cauce del Río desde el límite
de nuestra área de plantación, hasta el poblado de San Pedro Apatlaco, antes Coahuixtla y
partes aledañas”1
1
Oficio firmado por la Mesa Directiva de la Asociación Agrícola Local y dirigido al Ing. Guillermo Chávez
Zárate, Gerente Estatal de la CNA. Cuernavaca, Mor., con fecha 24 de enero de 1997, en el cual reconocen como
límite de producción el vado de Otilio Montaño antes Amilcingo del río Cuautla.
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Esquemas de gestión como intentos de mejora del agua
En 1995 se constituyó el “Comité Interinstitucional para la elaboración del Plan Integral de
Manejo del Río Cuautla” el cual consistió en formar 4 subcomités o comisiones, a las que se
les asignaron una serie de tareas con el propósito de regular diversas actividades. Los
subcomités que se formaron fueron: de piperos; del cultivo del berro; de asentamientos
humanos irregulares; y, manejo del río, el cauce y reserva. El comité y los subcomités
realizaron algunas reuniones de trabajo para revisar tareas y proponer alternativas de
solución a los problemas, sin embargo dejaron de realizarse las reuniones debido a
inconsistencia de los participantes (Medellín: 2002).
Existen antecedentes de intentos por ordenar la actividad de la producción del cultivo de
berro, entre otras, tanto en la ribera como en el cauce del río, a partir de la intervención de
diversas instituciones y organizaciones de productores a través de la integración del
subcomité del cultivo del berro, parte del “Comité Interinstitucional para la elaboración del
Plan Integral de Manejo del río Cuautla”.
El subcomité del cultivo del berro se planteó analizar los problemas de la contaminación en
el cultivo del berro y su posible riesgo de presencia de cólera, así como buscar alternativas
que permitieran desarrollar otra actividad productiva para los berreros; se realizaron algunas
tareas importantes y se revisaron avances en reuniones de trabajo; se pretendió regular su
cultivo y en algún momento incluso, su eliminación de ciertas áreas propensas a una mayor
contaminación.
La primera reunión celebrada por el subcomité técnico del cultivo del berro se realizó el 31
de agosto de 1995 en la que participaron personal de la CNA, Secretaría de Desarrollo
Agropecuario (SDA), Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA), Secretaría de Agricultura,
Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR), Municipio de Cuautla, Productores de berro y
usuarios del río Cuautla. Los acuerdos más importantes de esta reunión fueron: presentar
alternativas productivas rentables en las áreas agrícolas del berro; elaborar plano de
localización de áreas productoras de berro; realizar análisis bacteriológico de la planta de
berro y del agua utilizada.
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A partir de los compromisos contraídos en esa reunión, la CNA informó de los resultados
becteriológicos efectuados el día 12 de agosto de 1995 en donde señala que “se realizaron
análisis en los manantiales La Mora, Los sabinos, San Cristóbal, y Santa Rosa, los cuales no
presentan Vibrio Cholerae, pero tampoco pasan la Norma Oficial, sin embargo, la propia
Norma no contempla al cultivo de berro”.
En el mes de septiembre de 1995, con base a resultado y dictamen de Laboratorio, la CNA
informó que “las aguas no son aptas para el riego de berro de acuerdo al muestreo y análisis
efectuado el 5 de septiembre de 1995 en los manantiales La Mora, La Saucera, Santa Rosa,
Linderos ampliación Guadalupe Victoria, Presa El Zapote, El vado, ojo de agua Torres
Burgos y Ojo de Agua Azul”.
El 13 de septiembre de 1995 en reunión del subcomité se señaló que se había identificado
un foco de peligro por la presencia de Vibrio Cholerae en el área del manantial Ojitos Torres
Burgos, margen derecha del río Cuautla (ligeramente aguas arriba del puente de San Pedro
Apatlaco). Se acordó la destrucción inmediata del cultivo de berro en la zona para el día
siguiente a la realización de la reunión. Los productores de berro presentaron también sus
propios análisis y debido a las diferencias encontradas con los análisis de la Secretaría de
Salubridad y Asistencia, se acordó realizar un tercer muestreo el que fue encargado al
Laboratorio Nacional de Salud Pública. A la vez, se acordó que la SDA y SAGAR llevaran a
cabo una reunión con todos los productores de berro con el objeto de presentar las
alternativas productivas tanto de parte de las instituciones como de los mismos productores
para llegar a acuerdos.
Los anteriores antecedentes documentados para la regulación del cultivo de berro, muestran
la voluntad de las instituciones involucradas y de las organizaciones de productores, tanto de
los cultivadores del berro como de los propios usuarios del río Cuautla, por prevenir posibles
riesgos de enfermedades para la población y de reorientar la producción de berro hacia otras
actividades productivas con menos riesgos, de tal forma que se manejara de manera más
eficiente el recurso agua. Sin embargo más fueron las buenas intenciones que los resultados
tangibles porque sólo se trató de un periodo en el que se manifestó relativo interés por
solucionar los problemas de contaminación, pero el cultivo de berro y las áreas propensas
por daños a la salud no fueron eliminadas permanentemente. Además los cultivos
alternativos que se propusieron para sustituir al berro, sólo fueron planteamientos y
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propuestas que realizó la SDA a nivel de diagnóstico de costos de producción, entre los que
se reportan: Pepino chino (Cucumis sp), Bangaña (Cucúrbita sp), Musu (Luffa acutangula),
Frijol ejotero chino (Phaseolus) y Maíz elotero.
A pesar de lo anterior, también es evidente la inconsistencia de los equipos de trabajo por
realizar un ordenamiento de la actividad productiva del berro de largo plazo, debido a la
carencia de un plan de trabajo definido desde los más altos niveles de gobierno en la entidad
para el manejo del agua, pero también, por la limitación de objetivos de largo alcance por
parte de los usuarios del agua, ya sea en el nivel individual u organizativo.
Competencia por el agua
En torno al cultivo de berro se han generado una serie de controversias por diversos
factores, entre ellos: a) la “elevada” demanda de agua del cultivo de berro, lo que según en
opinión de los usuarios de ASURCO, afecta sus derechos y por tanto disponen de menos
agua para satisfacer las necesidades de sus cultivos; b) la contaminación que se genera
como producto de la aplicación de plaguicidas en su proceso de producción y que afecta en
el cauce del río y manantiales, e incluso el riesgo mayor en cualquier momento de presencia
de cólera, ya que el cultivo de berro recibe descargas de aguas residuales en algunas de las
áreas de producción sobre el cauce del río y en la zona de manantiales (entrevistas con
usuarios del río Cuautla).
La disponibilidad de agua se convierte en una de las principales fuentes de conflicto entre
berreros y ejidatarios, esto ocasionado por las practicas culturales en la construcción de
bordos de aproximadamente 60 cm de ancho por 50 cm de alto para retener el agua, a los
que se les siembran sauces para que “amarren” y no se suelte la tierra, así como otro tipo de
represas que propician la baja del nivel de agua en los canales, como en los casos del
manantial San Cristóbal, donde los cultivadores de berro tapan la entrada del agua a la
compuerta del canal general, hechos que en su conjunto no respetan los Acuerdos de 1990,
en donde se cita: “no se hará ningún tipo de obra o construcción que perjudique la
distribución normal del agua”.
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En cuanto a la polémica de la demanda de agua que consume el cultivo del berro, los
usuarios de ASURCO argumentan que en tiempo de estiaje, el agua disminuye hasta en un
30% debido a los bordos y el aprovechamiento que hacen los productores de berro (Genis:
2002), sin embargo, los productores de berro sostienen lo contrario, es decir, “que el agua no
se detiene, simplemente circula a través del cultivo de berro para volver a caer en el cauce
del río, pero que no hay una disminución en los volúmenes porque su consumo es
insignificante, más bien, la disminución se debe a los pozos que se perforaron cerca de la
zona de manantiales “Los Sabinos” para abastecer la demanda de agua para varias colonias
que se han establecido en los últimos 5 o 6 años”( Portillo: 2002).
En escrito dirigido al Gobernador del estado, Lic. Jorge Carrillo Olea de fecha 23 de julio de
1996, la Asociación de usuarios del Río Cuautla, señala que “desde hace tiempo nuestros
campos se han visto limitados con el uso de agua para su riego, misma que procede de los
manantiales de Cuautla, pero que a últimas fechas lejos de ver cerca su solución, con el
crecimiento en el número de cultivadores de berro nos llega menos agua, debido a que para
poder llevar a cabo el desarrollo de este cultivo se hacen represas mediante las cuales
detienen el agua, afectando directamente los mantos acuíferos, y perdiendo gran cantidad de
agua por la transpiración de la planta además provocando un alto grado de contaminación
por los plaguicidas que son aplicados en forma directa al agua, aunado a esto el berro se
desarrolla sobre aguas que han contaminado por la gran cantidad de basura que es arrojada
al río, otro problema que se está desarrollando son los asentamientos humanos en torno a
los mismos manantiales, provocando la descarga directa de aguas negras, en tanto unos
cuantos se benefician, miles de hectáreas de diferentes cultivos se ven afectados por no
recibir agua en forma oportuna y suficiente ocasionando en muchos de los casos mermas y
pérdidas de nuestros cultivos” (ASURCO).
Se tiene el antecedente de la movilización social de los usuarios del río Cuautla (ASURCO)
cuando en el año de 1998, después de realizar varias reuniones e intentos de llegar a
acuerdos con la Asociación Agrícola Local y que no fue posible, se congregaron e hicieron el
recorrido por las zonas productoras de berro para derribar los bordos y el cultivo. En esa
ocasión no se presentaron actos violentos entre Usuarios del Río y berreros, sin embargo
generó inconformidades de éstos últimos de tal forma que en movilizaciones futuras podrían
presentarse riesgos mayores. Ante ello es importante que la autoridad competente
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intervenga a fin de ordenar la actividad y en donde se tomen los acuerdos necesarios para
respetar los derechos de uso del agua.
Impacto ambiental e intervención de ASURCO en la gestión del agua
Los acuerdos firmados por ASURCO y la Asociación de productores de berro en 1993, sienta
las bases de la culminación de una primer etapa en la búsqueda de una solución negociada
a las necesidades del agua para ambos tipos de usuarios, pese a que para el primer caso,
las concesiones y dotaciones se otorgaron desde los años veinte, y para los segundos, los
permisos precarios se empiezan a otorgar posteriormente. Sin embargo, en la medida en
que las necesidades del recurso se han incrementado, en esa misma medida, la
competencia por el agua también se ha acrecentado. A partir de 1993 con la firma de dichos
acuerdos, los conflictos por el agua no han dejado de estar presentes, y como se ha
mencionado anteriormente, ASURCO ha insistido para que dichos acuerdos sean cumplidos
y respetados.
Los argumentos de los productores de berro se han sostenido en el dicho de que el
problema de la falta de agua para usuarios de aguas abajo no es la retención que se realiza
a través de los pequeños bordos porque “el agua sigue su curso y realmente no es tanta la
que consume el berro”. Sin embargo, los mismos usuarios del río Cuautla mencionan que en
la ocasión en que se “tumbó” el berro, la cantidad de agua se incrementó hasta en un 30%.
En la zona no existe un estudio técnico que demuestre la magnitud en la disminución del
agua debido al consumo del cultivo de berro; con los datos experimentales de Monroy, se
puede inferir que se consume un volumen estimado de 594, 091 m 3/año, lo que equivaldría a
unas 148 hectáreas de maíz de riego con una lámina de 40 cm por ciclo de cultivo. También
un aspecto que podría considerarse para la discusión es la posible recarga del acuífero a la
que puede estar contribuyendo la retención del agua por medio de pequeñas obras rústicas
que realizan los productores de berro en las márgenes del río y manantiales, lo cual
impactaría en todo caso hacia la afluencia del agua en manantiales, achololes y escurrideras
sobre el mismo cauce del río que se aprovechan aguas abajo.
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Mas que los propios beneficios en el recarga del acuífero y de los alcances económicos en la
producción de berro, para ASURCO, la regulación en el uso y aprovechamiento del agua del
río Cuautla, de la cual tienen la concesión desde 1994, es preponderante y en el mes de
febrero de 2003, los usuarios se reunieron y acudieron a las zonas de producción de berro
para hacer limpieza de los cauces del río y canales generales aledaños con el fin de hacer
respetar los acuerdos firmados desde 1993 con la Asociación de productores de berro. A
decir del presidente de ASURCO, no tenían otra alternativa porque los productores de berro
no hacían caso de los llamamientos que se les venían haciendo cada año.
Menciona Genis que “ante la negligencia y la falta de atención a los llamamientos que les
veníamos haciendo a los berreros desde hace varios años, tuvimos que intervenir un tanto
con la fuerza de la gente para quitar nosotros mismos el berro del cauce del río y canales
porque era una queja constante de los usuarios en cuanto a que los berreros deberían de
respetar los acuerdos en el sentido de que sólo podían ellos aprovechar el agua hata el 31
de enereo de cada año, una vez que entrara en etapa el periodo de mayor escasez de agua,
se juntaron mas de 1000 usuarios y sin gran resistencia de los berreros, hicimos limpieza, y
pues ahora los usuarios disponen de mayor cantidad de agua, esperemos que los berreros
no nos obliguen a tener que intervenir por la fuerza para que cumplan los acuerdos que don
Guillermo firmó en aquel entonces como presidente de la Asociación”.
Es importante reconocer que los usuarios tiene la capacidad organizativa para realizar
diferentes acciones que les permitan regular los usos del agua y promover la gestión
integrada, sin embargo, quienes tienen mayor responsabilidad formal, es decir desde las
propias instituciones gubernamentales, parece que desde su perspectiva, en cuanto menos
acto de presencia hagan en momentos de mayor conflicto, es mejor para que los llamados
Consejos de Cuenca tengan la facultad para alcanzar una objetiva gestión integrada del
agua a nivel de cuencas, tal como lo argumentan sus defensores de la Comisión Nacional
del Agua.
Conclusiones
Los conflictos que se han generado por el agua del cauce del río y de manantiales, que de
origen el recurso está concesionado a los usuarios del riego (ASURCO) han dejado de lado
las bondades que la propia retención del agua beneficia en la recarga del acuífero en la
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zona. Son aspectos que vale la pena discutir y analizar con detalle para valorar en términos
del equilibrio del sistema las ventajas que los propios productores de berro realizan con los
bordos para su producción.
Es necesario valorar los sistemas de manejo en el cultivo de berro desde el punto de vista de
la captación del agua e incorporar en términos prácticos un manejo integrado del sistema
para regular los aspectos negativos que pueden estar afectando al suelo y el agua por
plaguicidas y aguas residuales.
Referencias
Acuerdo del al Asociación de usuarios del río Cuautla para el uso y aprovechamiento
precario del agua del 1 de julio al 31 de enero de cada año. (1990). Fotocopias.
Amparo que certifica la suspensión provisional de actos para la eliminación del Berro (1993)
Juzgado primero de distrito en el estado de Morelos.
CNA (1995). Resultado y dictamen de análisis de laboratorio. Gerencia Estatal Morelos.
CNA (2001). Resultados de búsqueda de fuentes subterráneas, municipio de Cuautla.
http://sgaa.cna.gob.mx/repda/usuarios.asp fecha de consulta 18 de noviembre de 2001.
Reglamento del Distrito de riego 016 Estado de Morelos (2000). Fotocopias.
Periódico oficial de Morelos (1993) Declaratoria que establece como ára natural protegida a
los lugares conocidos como Los sabinos-Santa rosa:San Cristóbal de cuautla, Morelos.
Fotocopias.
SAGDR (1995). Diagnóstico: Cultivo de Berro sobre el río Cuautla. Secretaría de Agricultura,
Ganadería y Desarrollo Rural del estado de Morelos
SSEM (1995). Muestreos bactereológicos. Programa Higiénico-sanitario de alimentos y
vegetales. Secretaria de Salud del Estado de Morelos
SSEM (1995). Muestreos bactereológicos. Programa Higiénico-sanitario de alimentos y
vegetales. Secretaria de Salud del Estado de Morelos
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Entrevistas
Carlos Chavéz (2001) [ usuario de riego Puxtla, (55 años)]
Esteban Flores Reyna (2001) [usuario Las Tasas, (70 años)]
Silvestre Castillo Navarro (2001) [usuario Jáuregui ( 62 años)]
Antonio Archundia (2001) [Propietario viverista, Cuautlixco. (55 años aprox.)]
Rogelio Archundia (2001) [Propietario viverista, Cuautlixco (23 años)]
Evodio Morales Mejía (2001) [Usuario de riego, Apatlaco (67 años )]
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