La labradora Zarzuela en un acto Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW Música de LEOPOLDO MAGENTI PERSONAJES Y REPARTO ROSETA ........................................ ANGELITA DURÁN PASCUALA ..................................... CARMEN ANDRÉS AMPARO ......................................... SRTA. CAMPERO PEPICA .................................................... SRTA. PASO TÍA NELA ......................................... SRA. MARTÍNEZ HUERTANA 1.ª ................................... SRA. MEDIANO TONICO .............................................. SRTA. GARCÍA TÍO MARGARITO ............................. JESÚS NAVARRO SALVADOR ......................................... PEDRO TEROL TRACA ............................................ JOAQUÍN VALLE DON ANSELMO .......................................... SR. ARIAS EL COPA .............................................. SR. MIRANDA EL BOU ............................................. SR. BENAVIDES DUMENCHE ............................................ SR. BLANCO RAFEL .......................................................... SR. DÍAZ CHIMO .................................................... SR. PASTOR TEODOR .................................................... SR. PAGÁN HUERTANO 1.º ......................................... SR. CORAO HUERTANO 2.º ............................................ SR. CANO . Estrenada el 25 de mayo de 1933 en el Teatro de La Zarzuela de Madrid. ACTO ÚNICO CUADRO PRIMERO.– En plena huerta valenciana, por los años de 1870. ROSETA «Quiero ser, como mi madre, labraora valensiana. Ni me aparto de la tierra, ni reniego de mi casta.» http://lazarzuela.webcindario.com/ El hilo conductor de la trama descansa en el amor de Roseta por Salvador, el cual hace vida de señorito en Valencia donde –al parecer– tiene otra ocupación y otros amores al margen de la alquería, aunque siempre vuelve a ella para cambiarse de ropa; de todo ello su madre se siente especialmente orgullosa, ya que dice que él puede «picar» alto. Mientras tanto, la alquería se «va abajo». Pero allí está su antigua novia –la labradora–, que da el ejemplo, yendo ella misma a regar la tierra. SALVADOR 2 Llegué a la ciudad y la vida es tan joven allí que vibra en mi pecho la voz del derecho que tengo a vivir. Vivir y soñar cada día una nueva ilusión... ¡Y una sed de reír y cantar se enciende en el alma, que es risa y canción! La huerta es la labradora que vive mirando al suelo; la ciudad es la señora que arrogante mira al cielo. Se viste de seda y oro, se enjoya con los colores de una diadema de flores que en sus jardines esmalta el sol. ¡Valencia del Cid! ¡Alegría del buen labrador! Que al ver a lo lejos sus vivos reflejos le canta su amor. La huerta y el mar la decoran de verde y azul, y en su historia han querido brilla el cielo de Atenas y el sol de Estambul. La huerta es la labradora que humilde en vivir se afana; la ciudad es la señora con orgullo de sultana. Deslumbra por su riqueza, cautiva por su hermosura. http://lazarzuela.webcindario.com/ Reina de augusta realeza: ¡yo tu belleza sabré cantar! Traca, el tabernero, está enamorado de Roseta –que no le corresponde– y de alguna forma compite con Salvador por el amor de la joven, aunque aparentemente Salvador no lo demuestre. SALVADOR ROSETA SALVADOR ROSETA SALVADOR ROSETA SALVADOR ROSETA SALVADOR ROSETA SALVADOR ROSETA SALVADOR Rosea, Roseta amiga... Felises, don Salvador. Me tratas con gran respeto. Pues, ¿cómo quieres que te hable yo? ¿Me quieres? No me contestas. ¿Me quieres acaso tú? No en balde te quise tanto. De aquel cariño murió la luz. Era una candelica tan pequeñica... Soplaron otros vientos por la siudat... No digas eso que no es verdad. ...La llama era tan fría que no podía brillar donde hay exceso de claridad. Puede que tengas razón para quejarte de mí, que me empujaron a hacer algo que yo no debí; pero te juro volver a arrodillarme en tu altar, cuando consiga venir libre a la paz de mi hogar. ¿Quién te mandó deshaser lazos tan firmes de amor? No te lo puede decir. Ya lo sabrás, corazón. http://lazarzuela.webcindario.com/ 3 ROSETA SALVADOR ROSETA El día de la fiesta de esta partida vendré a cantarte albaes como otras veces. No me ilusiones, que me enloqueces. Y así veras, Roseta, que cerca o lejos, mi corazón te adora como mereces. Vete, si no has de volver, más que a burlarte de mí. Déjame ser lo que soy ya que tan pobre nací. Vuelta a tus anchas, y sé lo que soñaste quisás; que si te quedas aquí luego te arrepentirás. Con este panorama, el que va sacando tajada del asunto es Margarito, el abuelo de Roseta, que está todo el día bebiendo sin pagar, a cuenta de la supuesta boda de su nieta con el tabernero, que nunca se verá realizada. CUADRO SEGUNDO.– En el camino de Valencia. Es por la mañana. Tonico –también nieto de Margarito– es el basurero del barrio, y junto a sus compañeros de profesión, van recogiendo la basura cantando y bailando. TONICO FEMATERS 4 Tos los días en cuanto amanese recorre las calles de la poblasión, una nube de chicos grasiosos que fant firuletes con el escobón; y aunque van recogiendo basura, ya se ve, por la muestra, que son más desentes que muchos dansantes que toman con guantes la alimentasión. Femater, tu ofisio es rodar y en calles y plasas barrer y limpiar. http://lazarzuela.webcindario.com/ TONICO Y saber desir el pregón cuando una señora se asoma al balcón. Pero a veses pregonas de encargo, y al gritarle con mucho tupé: Ama: ¿hia fem?... ...La verdat es que un deshonrat le aguarda onde siempre ya sabe pa qué. Como entramos en todos los pisos cargando las sobras en el casbaset, no hay secreto escondido en Valensia que no lo saquemos al aire también. Hay señora que luego parese tan hermosa como un querubín y hay que ver tempranico a esa dama salir de la cama sin el peluquín. Femater, tu ofisio es rodar y en calles y plasas barrer y limpiar. Y saber desir el pregón cuando una señora se asoma al balcón. A una dona que a mí me distingue l’hise un guiño al cantar el pregón: Ama: ¿hia fem? Y el marit, que estaba frechit, me dio en las narises la contestasión. Para cobrarle a Pascuala un cheque de cien mil reales (veinticinco mil pesetas), Margarito le refiere que como seguramente su hijo Salvador hará un buen casamiento, por ahí puede encontrar la solución a dicha deuda. http://lazarzuela.webcindario.com/ 5 CUADRO TERCERO.– El mismo lugar del primer cuadro. Antes del alba aparecen tres músicos que se dirigen a la taberna –junto con el tabernero Traca– dispuestos a cantarle a Roseta. El tabernero hace alardes con su clarín, preparándose para sorprender a su amada. TRACA COPA, BOU, RAFEL Y DUMENCHE TRACA COPA Y DUMENCHE BOU Y RAFEL LOS CUATRO TRACA LOS CUATRO TRACA BOU Y RAFEL COPA Y DUMENCHE TRACA TODOS Aquí estamos a tu puerta los mejores de la huerta pa que veas que tenemos filarmónica afisión. ¡Pero sopla el instrumento! ¡Vais a ver inspirasión! ¡Va a enloqueser al oírte esa mujer! ¡Es un Merlín manejando el cornetín! No hay artistas en Valensia que nos hagan competensia. ¡Ni en Valensia ni en Florensia, ni siquiera en Burjasot! ¡Qué elegansia de cadensia! ¡Si, la, sol, fa, mi, re, do! ¡Qué afinasión y qué fuersa de pulmón! ¡El campeón del metal y del pistón! ¡Espereuse! ¡Viva Beethoven! Roseta, a pesar de que es domingo y consiguientemente fiesta, azada en mano se dirige al campo a regar la huerta. A lo lejos llega Salvador con una rondalla de huertanos y huertanas vestidos con trajes regionales. Éste también canta declarando su amor a Roseta. SALVADOR 6 Labradora, labradora de la huerta valenciana, ya la faz de la mañana pintó la aurora con oro y grana. La perfuman con sus sones los cantares de la huerta. http://lazarzuela.webcindario.com/ TODOS MENOS SALVADOR SALVADOR TODOS Al sonar de sus canciones, niña, despierta. Valenciana de corazón ha de ser la que en mi hogar cante a mi lado como una oración, con arrullo de paloma, la ternura de una canción; la que acune a nuestros hijos al dormir y al despertar; llama de amor, canto de paz. Valensiana de corasón ha de ser la que en mi hogar, cante a mi lado como una orasión, con arrullo de paloma, la ternura de una canción. La que acune a nuestros hijos al dormir y al despertar; llama de amor, ¡canto de paz! Ya que te he venido a despertar, cuando está pintando el arrebol sal a tu ventana sin tardar para que en la huerta brille el sol. Ven a despertarme tú si es un vano sueño de ilusión mi sentimental canción. Ya que te ha venido a despertar, sal a tu ventana sin tardar. Llámale y despiértale tú, si es un imposible ilusión la dichosa luna de miel de la que es promesa su canción. Labradora de la huerta, tú eres la que le enamora, porque tú eres, labrador, ¡valensiana de corasón! Margarito aclara la situación con respecto a Salvador y Roseta, dando ésta a entender que el amor de Salvador será correspondido, con lo que finalmente el tabernero se da cuenta de que no tiene ninguna posibilidad de albergar el amor de la moza. http://lazarzuela.webcindario.com/ 7