369 ARMAS ¿QUE PASO CON EL ADS, EL ARMA DEL CALOR INTENSO? Por E. Martínez Codo Empecemos por recordar que el ADS (Active Denial System), el Sistema de Denegación Activo, se refiere a un medio electrónico de incapacitación temporal por energía dirigida no letal. Vulgarmente esta basado en el principio que se emplea en los hornos de microondas de las cocinas. l ADS conocido también como el Láser del dolor o del Calor, es un arma no letal, pero si de incapacidad temporal, las cuales generan un campo de fuerza alterna que afecta a las moléculas de agua exigentes en los organismos vivos, en este caso a las personas. Las moleculas, que son forzadas a alinearse con el rápido cambio campo electromagnetico alterno, provocan una oscilación alrededor de sus ejes, en respuesta a la inversion de dicho campo, lo que ocurre en unos cinco mil millones de veces por segundo, creando una gran fricción intermolecular que produce la generación de un intenso calor, de adentro hacia fuera, a una frecuencia equivalente a ondas centimétricas y/o milimétricas. Este fenómeno, causado por las microondas, se descubrió por casualidad en 1946 durante un experimento con un tubo de campo magnético llevado a cabo por el investigador Percy Spencer, cuando notó que una barra de chocolate que llevaba en el bolsillo de su chaqueta, se había derretido, aún cuando el no había percibido ninguna muestra o sensación de aumento de la temperatura ambiental. En un principio, ese descubrimiento activo el interés para desarrollar ciertos aparatos para uso hogareño, los hornos de microondas, pero otros atentos investigadores lo aplicaron, durante los últimos meses de la II Guerra Mundial (SGM), al estudio de los efectos perjudiciales que podrían causar sobre el sistema biológico humano. De más está decir que este descubrimiento casual también motivó a los científicos soviéticos a abocarse al análisis y desarrollo de este tipo de energía generada por las microondas y, así, en ambas potencias se fueron estudiando equipos electrónicos con fines específicos para las necesidades de defensa, buscando utilizar esas posibilidades y capacidades como armas no letales, es decir, que incapacitaran sin causar heridas irrecuperables en los seres humanos. De esa manera se continuaba con los esfuerzos para humanizar las guerras, que se iniciaron a mediados del siglo XIX con la creación de la Cruz Roja Internacional, después de la sangrienta Guerra de Crimea (1854 – 1856). 370 Revista de Publicaciones Navales Ya en aquellos tiempos, Rusia, gobernada por el zar Alejandro II, ostentaba el auténtico rango de gran potencia europea y se situaba en el Centro de todas las iniciativas para evitar las guerras o enervar los efectos de las mismas. Por ello, a instancias del zar, se promovió en 1868 la realización de una conferencia que marcaría los inicios de dicha humanización, señalando puntualmente que los progresos de la civilización deben tener por efecto la atenuación en cuanto sea posible de las calamidades de la guerra, teniendo como única finalidad legítima el debilitamiento de las fuerzas militares del enemigo, a través de poner fuera de combate al mayor número posible de hombres. Ese fin quedaría sobrepasado por el empleo de armas que agravarían inútilmente los sufrimientos de los hombres puestos fuera de combate, o bien harían que su muerte fuese inevitable. Uno de los primeros modelos del sistema ADS. El empleo de tales armas sería, a partir de este momento, contrario a las leyes de la humanidad, fijando adicionalmente que cualquier proyectil en uso debía ser infenor a 400 gr. y que no sea explosivo, que no esté cargado con materias explosivas o inflamables. En definitiva, hermosas declaraciones que, evidentemente, en forma rápida pasaron al olvido, a pesar que a los pocos años en la Conferencia de Bruselas (Bélgica, 1874) se volvían a repetir unánimemente en su protocolo final sobre los usos de la guerra, que sostenía que los progresos de la civilización deben tener por efecto mitigar en lo que sea posible las calamidades de la guerra y el único objetivo legítimo que los Estados deben proponerse durante la guerra es la debilitación de las fuerzas militares del enemigo, sin infligirles sufrimientos innecesarios. Que pasó con el ADS... Se estaba a un paso de establecer el desarrollo de las armas no letales, pero efectivas, para dejar a un hombre fuera de combate de forma temporal. Esa situación se buscó originariamente con el desarrollo de gases lacrimógenos y vomitivos, que incapacitaban momentáneamente, pero sin causar la muerte de los afectados. Esos gases son utilizados aún hoy, especialmente por las fuerzas policiales en todo el mundo, para incapacitar y disolver a las turbas urbanas, y por las fuerzas militares para reducir núcleos de efectivos encerrados en fortificaciones y bunker, como se vio en las luchas finales contra los japoneses en la SGM, en Vietnam y otras guerras contemporáneas. También se consideran no letales las ADS Instalado sobre un HMMWV. 371 esferas de goma disparadas por escopetas y los chorros de agua utilizados por fuerzas policiales para disolver tumultos públicos. El descubrimiento de la irradiación y de las posibilidades de dirigir la energía electromagnética habilitaron rápidamente el estudio del concepto de las armas no letales, que parecían respetar aquel viejo anhelo expresado en el Siglo XIX. Active Denial System El ADS, que ya hemos definido en castellano como un Sistemo Electrónico Activo de Incapacitación Temporal por Energía Dirigida no es, por ahora, un arma portátil, aunque existen las llamadas pistolas electró- 372 Revista de Publicaciones Navales nicas, que permiten disparar a poca distancia algunas descargas de energía. La alusión que algunos hacen al hablar de pistolas o fusiles de energía dirigida es un tanto engañosa, pues estos ingenios requieren una fuente generadora de energía de cierta consideración. Pero se ha concebido como un equipo instalado a bordo de un vehículo de ruedas multipropósito de gran movilidad HMMWV (High Mobility Multipurpose Wheeled Vehicle), aunque puede desmontarse en varias piezas e instalarse sobre un trípode robusto, como sucede con ciertas armas pesadas de infantería, especial mente las contracarro y antiaéreas. El ADS fue investigado y desarrollado por el Laboratorio de Investigaciones de la USAF, bajo control y supervisen de la JNLWD (Joint Non-Lethal Weapons Directorate) (1) del DoD (Department of Defense) (2) de los Estados Unidos, uniéndose a los estudios el personal especializado en microondas de Raytheon, que ya en 1952 había fabricado un horno de microondas adaptado al uso doméstico, uno de los precursores en este tipo de energía. El 9 de julio de 1996, el DoD emitió la Directiva 3.3 sobre la política a seguir con respecto al desarrollo de armas no letales, que estableció los parámetros a tener en cuenta para el desarrollo del ADS. La característica principal que presentaba el ADS era su gran pantalla utilizada en la operación, que se asemeja bastante a una de radar, lo que lo tornaba poco apto para pasar desapercibido a la distancia efectiva que tenía, unos 550 m. Pero constituía un arma especialmente apta para incapacitar y poner momentáneamente fuera de combate a tumultuosos, pequeños grupos de guerrilleros, tropas especiales, etc., que actuaran sin una debida protección o blindaje contra la irradiación. Es de destacar que emitía sus microondas a 95 GHz, con una longitud de onda de 3,2 mm., una frecuencia que es mucho mayor que los 2,45 GHz que emite un horno de microondas común. Se había elegido porque las ondas que penetran en la piel humana sólo alcanzaban 0,4 mm. de profundidad, es decir, donde se encuentran las terminales nerviosas, provocando En el año 2002 se establecieron los sistemas 1 (izquierda) y 2 (derecha) bajo el programa ACTD (Advanced ConcPT Technology Demostration). _______________ (1) Dirección Conjunta de Armas No Letales. _______________ (2) Departamento de Defensa. Que pasó con el ADS... así una rápida absorción de las moléculas de agua de la epidermis, lo que provoca un alza casi inmediata de la temperatura a unos 55° C; que resultaba insoportable. Sin embargo, bastaba con salir del área recalentada, para volver de inmediato a la normalidad. Esto invitaba (o mejor dicho, obligaba) a los afectados a escapar rápidamente del lugar, forzándoles a desistir de sus intenciones de combatir, además de provocarles un estado de shock que les incapacitaba para el combate, lo cual facilitaba su eventual captura o rendición. El equipo fue ensayado durante más de doce años en unas 10.700 oportunidades sobre personal que se presentó voluntariamente para ello, lo que sirvió para ir adecuando la frecuencia hasta lograr los efectos no letales buscados. Desde luego que se registraron, sobre todo al principio, ciertas lesiones epidérmicas no graves, pero si muy sensibles. Un voluntario que se prestó a una de esas pruebas expresó: En un comienzo muy corto se siente como se calienta la piel hasta sentir como si uno estuviera sobre el fuego... pero, tan pronto como uno queda fuera del haz de las ondas la piel, vuelve a la normalidad y el dolor desaparece. Evolución de su desarrollo Los estudios se iniciaron en el Laboratorio de Investigaciones de Efectos en Humanos, situado en la Base Aérea de Brooks City (Texas). Allí se conformó la idea general del _______________ (3) http/www.cnnenespanol.com/2001/tec/03/05/rayo/index.html. _______________ (4) Demostraciones de Tecnología Conceptual Avanzada. 373 Sistema 0 del equipo, a fines de los años noventa del siglo pasado, lo que dio origen a que la cadena de noticias CNN (3) en español, teniendo como fuente a la agencia Associated Press, diera a conocer la noticia en una nota técnica editada el 8 de marzo del año 2001, la cual incluía una imagen del ordenador del equipo montado en un vehículo de ruedas, bastante semejante a la que finalmente tuvo el Sistema 0. Esta nota o ficha técnica llevaba como título Lo último del Pentágono: el rayo del dolor, explicando incluso los efectos que producía el sistema y las dudas que originaba el empleo de las ondas milimétricas para la ONG Human Rights Watch, advirtiendo que dichas armas podrían caer en manos de otros países que no tuvieran el nivel de responsabilidad que se ve en este país. Además, precisaba que en la década precedente se habían invertido unos 40 millones de dólares en la elaboración del proyecto; así como alertaba contra las posibles consecuencias que podría traer aparejado el uso de un arma que emitiera energía dirigida sobre los seres humanos. En el año 2002, el Sistema 1 fue preparado para ser perfeccionado según el programa ACTD (Advanced Concept Technology Demonstrations) (4) del Departamento de Defensa, el cual, como ya dijimos, estudió la posibilidad de establecer un prototipo motorizado sobre HMMWV el cual terminaría por reemplazar al famoso jeep en las Fuerzas Armadas nortea- 374 Revista de Publicaciones Navales Vista de un ADS montado en un vehiculo Stryker en Afganistán. mericanas, con grandes ventajas de velocidad, todo terreno y capacidad de porte. Los ensayos, mejoras e integración de distintos equipos, según los programas MUA (Militar/ Utility Assessments) continuaron en 2003-04, luego, en 2005, en la Base Aérea de Creech (Nevada) y en Fort Benning (Georgia), en abril del 2006 en la Base Aérea de Eglin (Floda), satisfaciendo los requisitos y aprobando el prototipo definitivo. Al mismo tiempo, ese año se aprobó la versión ADS Sistema 2, diseñada especialmente para operar en zonas calurosas, con capacidad para actuar tanto como arma fija (centinela silencioso), como móvil, instalada en vehículos HMMWV que, según se informó, serían destinados a Irak y Afganistán, donde ya estaban operando algunos sistemas. Oficialmente no se dieron a conocer informaciones de los resultados prácticos logrados. Dudas y prevenciones Casi paralelamente, al comienzo del desarrollo, el Comité Inter- nacional de la Cruz Roja (CICR) manifestó sus dudas y prevenciones sobre el empleo de dicho tipo de energía dirigida como arma de guerra. A pesar de todas las declaraciones de los expertos militares y científicos de que las pruebas realizadas demostraban que no causaban letalidad o efectos perjudiciales para la salud de los seres humanos, sí podían quedar afectados por su exposición a las microondas. La Cruz Roja Internacional creyó necesario y conveniente alertar a la opinión pública sobre aquellas apreciaciones con respecto a los peligros que pudiera traer aparejado su empleo militar. Reconoció que no se conocían suficientemente aún y con seguridad las secuelas que pudieran derivarse de dicho uso sobre los seres humanos, afirmando que según la frecuencia utilizada, el modo de emisión, así como la forma empleada y la duración de los impulsos emitidos, las radiaciones electromagnéticas pueden inducir calor en el cuerpo humano y causar graves quemaduras, o incluso modificaciones de la estructura molecular de los tejidos afectados. Que pasó con el ADS... 375 Vehículo M-ATV, que reemplazó al HMMWV. También reconoció el CICR que esos sistemas de armas con sus antenas especialmente adaptadas podían transmitir a cientos de metros una energía suficientemente capaz de cocinar, literalmente, a sus objetivos, marcando claramente que esas posibilidades y capacidades incitaban a tomar muy en serio la producción de tales sistemas de armas, que pueden llegar a tener un campo de acción de 15 Km., y arrasar toda una zona mediante una serie de rápidos impulsos, poniendo fuera de combate o matando en pocos segundos a los adversarios que no estén protegidos (blindados) contra ese tipo de irradiación. Igualmente, se ha puntualizado que los campos electromagnéticos de poca intensidad cuya modulación se haga coincidir con las ondas normales del cerebro pueden afectar gravemente las funciones del mismo, señalando que en tres experimentos llevados a cabo sobre animales se obtuvieron resultados específicos, tales como producir sueño y provocar (según la modulación de la frecuencia) un estado de ansiedad o de agresividad, finalmente reconociendo que un arma antipersonal de las características señaladas podía llegar incluso a tener efectos mortales, lo que desvirtuaba aquello de no letal. Por su parte, William Arkin, consejero militar de Human Right Watch, formuló las siguientes preguntas sobre los efectos que podía tener el ADS sobre una muchedumbre tumultuosa y heterogénea: ¿Qué ocurrirá con los niños que se encuentren en dicha multitud? ¿Qué pasará con las mujeres embarazadas? ¿Qué sucederá si el arma actúa sobre los ojos de las víctimas? ¿Qué pasó? El ADS se envió a Irak, Afganistán, donde fue visto, fotografiado e 376 Revista de Publicaciones Navales incluso se filmó, pero algo pasó: el 25 de enero de 2010, el Daily Mail publicó un reportaje que anunciaba que el Rayo del dolor sería retirado de allí. El 21 de junio del 2010, el teniente coronel John Dorrian del US Army, portavoz del comandante de la ISAF (International Security Assistance Forcé), entonces el general Stanley McChrystal, confirmó al corresponsal de la revista Wired, Shachtman Noé, que los ADS habían sido desplegados en Afganistán, pero aclarando que no habían sido utilizados. Y el 25 de julio, un portavoz del DoD manifestó que la decisión de retirar esas armas fue tomada por los comandantes militares sobre el terreno en Afganistán. El día 28 del mismo mes, Mail On Repórter volvió a repetir esa información actualizada a esa fecha. ¿Qué había pasado? Pocas explicaciones pudieron establecerse al respecto. Tal vez hayan obrado las alertas dadas por las ONG, como la Cruz Roja Internacional y la Human Right Watch, que no exageraban en sus apreciaciones contra las armas ADS. O tal vez se había exagerado mucho y eso de las armas no letales era un mito insostenible desde el punto de vista humanitario. O desde el táctico resultaban engorrosos y difíciles de ser empleados en el terreno, por aquello que bastaba salir de la línea de tiro para evitar sus efectos, por su muy relativa capacidad de alcance: o quién sabe si valía la pena seguir invirtiendo en ese millonario programa de gastos que venía desarrollándose desde más de una década. Lo cierto es que, por una u otra razón, los militares decidieron retirar el despliegue de las armas ADS de Afganistán, poniendo fin a una situación que iba a generar la vasta y seria reacción internacional que se veía venir de seguir insistiendo en ese tema. El arma no letal ADS ya es una realidad tangible, probada y puesta en vigencia Proyector de microondas milimétrica de un equipo ADS, que provoca en segundos un calor a través de la ropa de unos 55º a 60º. Que pasó con el ADS... para ser utilizada como una opción más en los actuales conflictos internacionales, así como en las manifestaciones tumultuosas. Se dice, y se asegura con énfasis, que con los parámetros actuales, características y capacidades aceptadas y defendidas, no es un arma letal, aunque si incapacitante temporalmente. Pero no están muy claras aún las secuelas y su utilización podría dejar sobre los seres humanos ceguera, problemas cerebrales, quemaduras de distintas intensidades o malformaciones corporales. Todo ello saldrá a la luz si se hubiera hecho efectivo el empleo generalizado del arma, que, hasta ahora, si bien está al alcance del poder militar de las grandes potencias del mundo, su uso militar no ha sido corroborado en la práctica. FUENTES - Sistema de Negación Activa; Wikipedia. - Defensa Estratégica y armas de energía dirigida; Kumar Patel y N. Bloemberg; Revista Investigación y Ciencia N° 234; noviembre de 1987; Barcelona. 377 - El desarrollo de las nuevas armas antipersonales; International Review of Reed Cross; 1 de noviembre de 1990. - Lo último del Pentágono: el rayo del dolor, cnneneespanol.com; 5 de noviembre de 2001. - Armas electrónicas asimétricas de tecnología; lng. Manuel Cereijo; Internet; noviembre de 2003. - Active Denial System; Fact Sheet de la USAF; agosto de 2006. - Un arma de microondas, certificada para ser usada en Irak; Blog Teleobjetivo; 5 de diciembre de 2006. - EEUU crea un arma de rayos que emite un intenso calor para repeler al enemigo; Terra Tecnología; 26 de enero de 2007. - Nuevas armas para librar nuevas guerras; Andrei Kisliakov; RIANovosti; 30 de mayo del 2007. - Armas de energía dirigida; Lariosolo; de Defensa; 4 de abril de 2008. - Joint Non-letal Weapons Program; portal JNLW. - Vehículo Oshkosh M-ATV; Desarrollo y Defensa; 23 de septiembre de 2010. DE “FUERZAS DE DEFENSA Y SEGURIDAD”,Nº 400 JUL/AGO 2011 * * *