biografia chueca pdf.

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Autor: Ricardo Moreno Rodríguez
Colección: Mi Pajarito
Correo: [email protected]
Página web: http://www.mipajarito.org
Depósito legal: GR-4215-2011 y GR-2115-2013
Gestión técnica: Francisco José Moreno Llorca
Obra licenciada bajo: Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0
Unported
puede ver información sobre esta licencia en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/
Querido amigo o amiga:
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Éste que ves en la portada de este librito soy yo, Federico Chueca,
músico español que viví la mayor parte de mi vida en la segunda mitad del
siglo XIX; esta época de España estuvo regida por los reyes borbones
Isabel II, Amadeo I, Alfonso XII y Alfonso XIII y fue una etapa bastante
inestable políticamente, coincidiendo el final de siglo con la pérdida de las
últimas colonias españolas especialmente la de Cuba en 1898 que supuso
para España una enorme decadencia moral, política y económica.
MI INFANCIA
Yo nací el día 5 de mayo de 1846 en el mismo Madrid, en la Plaza de
la Villa, en un edificio llamado Torres de los Lujanes; este caserón
palaciego fue construido por el insigne marino granadino Álvaro de Luján,
Marqués de Santa Cruz en 1494 cuya estatua está en el centro de la plaza
y muy cerca de la calle Mayor.
Éste es el Palacio de los
Lujanes donde nací.
Mis padres me bautizaron
con los nombres de Pío
Estanislao Federico Chueca
Robles ¡vaya retahíla, no? Luego
me quedé a secas con Federico
Chueca. Éramos una familia
acomodada gracias a la buena
situación económica que gozábamos.
Por mi desparpajo para la música a los nueve años me matricularon
mis padres en el Conservatorio donde pronto llamé la atención de los
profesores en el examen del 7 de Mayo; tal fue la sorpresa que se llevaron
que al día siguiente en el Diario de Madrid se decía:”Entre los alumnos ha
llamado la atención un hermoso niño, llamado Federico Chueca, que
contando poco más de nueve años y seis meses de lecciones, ha
progresado maravillosamente, siendo pasmoso el aplomo y soltura con que
este artista diminuto ejecuta al piano algunas piezas bastantes difíciles aún
para personas de más edad y estudio”.
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En el colegio donde estudiaba, recibí mis primeras lecciones de
solfeo durante la Enseñanza Primaria; cuando terminé los estudios
generales, comencé a estudiar la carrera de Medicina para dar gusto a mis
padres como nos solía suceder a todos los hijos de familias acomodadas
para satisfacer el orgullo de nuestros padres y tener un hijo con una carrera
universitaria.
Mientras estudiaba Medicina durante dos años, los veranos los
dedicaba a la música y llegué a organizar con mis amigos una orquestina
para dar conciertos gratuitos a orillas del río Manzanares. El Madrid de
aquellos tiempos no es, como te puedes figurar, como el de hoy -dice mi
pajarito-; algunos grandes edificios antiguos permanecen y por las calles
circulaban los carros de caballos, más tarde los tranvías y la gente con sus
carromatos y animales para servir a los madrileños.
Aquí tienes una foto de la
Puerta del Sol
por aquel
entonces ¿qué te parece?
Acabados los dos años que
estuve
estudiando
en
la
Universidad, decidí dedicarme
solamente a la música en el
Conservatorio: era el año 1867;
allí estudié solfeo con Juan
Castellanos, piano con José Miró
y armonía con Antonio Aguado
Te puedo contar que en una ocasión festiva, la “Noche de San
Daniel”, se formó una gran alboroto por las calles de Madrid y caí en la
redada que hizo la policía estando varios días en la cárcel donde, para
entretenerme, compuse unos valses que titulé “Lamentos de un preso”.
Cuando le enseñé esta pieza a mi maestro Asenjo Barbieri, tanto le gustó
que le hizo un arreglo para orquesta y la incluía en sus conciertos ante el
público con gran alegría por mi parte; el maestro Barbieri me tuvo como
alumno preferido hasta el punto de que más tarde hicimos varias zarzuelas
en colaboración como la que titulamos “Hoy sale, hoy” que se estrenó en
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el teatro Variedades de Madrid en 1884:
tenía yo veinticuatro años.
Éste es mi amado maestro
Barbieri, uno de los fundadores de la
Lírica Escénica española.
La estancia en la cárcel fue la que
me inclinó definitivamente por la
música a la dediqué en adelante mi vida;
también tuve amistad y colaboración
con el maestro Tomás Bretón con el que
hice la zarzuela “Bonito País”.
Éste es el maestro Bretón del que
tanto aprendí.
MI JUVENTUD
En 1883 me casé con mi novia
Teresa Martín Ribes y nos trasladamos a
vivir en la calle Alcalá 104 donde viví hasta
el final de mis días.
Para ganarme la vida tocaba el
piano en algunos de los muchos cafés de
Madrid ( cafés Zaragoza, Vapor, Numancia
o Variedades...) improvisando polkas,
mazurcas,
jotas,
pasacalles...porque
entonces no había manera de tener música en los locales públicos para
amenizar la velada; más tarde tuve la oportunidad de dirigir la orquesta del
teatro Variedades lo cual ya era un paso importante para ser conocido por
el público madrileño; aquí ves la fachada de dicho teatro tal como estaba
en el siglo XIX y como está ahora.
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Pero con quien hice más amistad fue con Joaquín Valverde,
compañero de estudios musicales que era de Badajoz; los dos nos
complementábamos como si fuéramos mellizos: yo tenía una gran
facilidad para el ritmo y la melodía y él tenía más capacidad para la
armonización y orquestación; de esta simbiosis surgieron una serie de
zarzuelas del Género Chico (obras de duración una hora
aproximadamente) pero que tenían toda la calidad y riqueza musical de las
grandes zarzuelas de Género Grande (largas y costosas de escenificar).
Entre las primeras se hizo enseguida enormemente famosa la titulada
“La Gran Vía” que se estrenó en 1886 en el Teatro Felipe; en esta comedia
musical se narra el “parto” de una nueva calle de Madrid que se llamaría
Gran Vía; por el escenario pasan todos los personajes del mundo
madrileño comentando el nacimiento de dicha calle: el caballero elegante,
la criada, el ama, los rateros, el
chotis (baile típico madrileño),
los guardias, los marineritos
(venidos de Ultramar) y otros
muchos personajes. Su música
era muy alegre y pegadiza de
manera que público pedía la
repetición de los números
musicales una y otra vez; ésta
es
una
escena
de
la
representación donde bailan las
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majas y los majos.
Fue tal la acogida del público de Madrid que se estuvo representando
durante cuatro años y la gente tarareaba sus melodías por todas partes; sus
principales números musicales recorrieron las salas de espectáculos de
Portugal, Europa y toda Iberoamérica. En París se estrenó el mismo año
que en España y tuvo más de quinientas representaciones lo cual ya es un
extraordinario éxito. La música española era muy conocida en París por la
presencia de muchos músicos españoles que estudiaban en el conservatorio
parisino con los profesores franceses.
A esta zarzuela siguieron otras muchas como: La canción de Lola, La
alegría de la huerta, El año pasado por agua, Agua, azucarillos y
aguardiente, El Bateo (el bautismo), La Borracha, Fiesta Nacional, Los
Arrastraos, El Chaleco Blanco, Cádiz, La Corría de Toros, De Madrid a
París, etc...
También hice música para Revistas Musicales (espectáculos cómicomusicales de ambiente ligero con bellas muchachas bailando y cantando
canciones entretenidas) como la que titulé “De Madrid a Barcelona”.
Me consta que a Don
Manuel de Falla le gustaba
mucho tocar al piano los temas
de mis zarzuelas y ofrecerlas a
sus amigos en sus muchas
tertulias musicales.
Ésta es la Gran Vía en
obras.
También son importantes
para un compositor de zarzuelas los escritores que escriben el texto y que
reciben el nombres de libretistas. Entre ellos colaboraron mucho conmigo
Ricardo de la Vega y Miguel Ramos Carrión; en este cartel de la zarzuela
“El año pasado por agua” puedes ver el nombre del libretista.
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Con motivo de las celebraciones que
hubo en Madrid por el 1º Centenario de 2 de
Mayo por rebelión española contra las tropas
de Napoleón, compuse un himno que ganó el
concurso que a tal efecto había organizado el
Círculo de Bellas Artes de Madrid y que fue
interpretado en todos los actos de la
celebración con mucho éxito entre los
madrileños. Sabrás que dicha invasión, que
duró varios años, fue representada en sus
cuadros por el famoso pintor aragonés
Francisco de Goya en cuadros que admira la
gente del mundo entero; aquí tienes uno de
ellos en donde los soldados franceses fusilan a los madrileños que se
rebelaron contra su ocupación.
Yo me paseaba por Madrid embozado en mi amplia capa y me paraba
a hablar con la gente de los barrios a los que luego sacaba en mis
zarzuelas como puedes ver en la
siguiente foto tan antigua. Era yo
un hombre campechano, abierto,
amigo de conocer a la gente de la
que me gustaba aprender y usar su
lenguaje castizo y vestirme con su
típica capa y bombín o de ala
ancha; todo este ambiente lo
trasladaba luego a mis zarzuelas y
revistas con las misma gracia que
los veía en las calles.
Era bajito y gordito, de
carácter entre inocente y picaresco pero siempre accesible. Como era
diabético y no podía tomar dulces pues mi mujer me los controlaba, de vez
en cuando, si ella no estaba en casa, venían algunos chavales debajo de mi
balcón y les echaba un cestillo para que fueran a comprarme algo de dulce
¡picardías de los viejos!
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En estas fotos me ves en la
calle compartiendo pose con las gente de
la calle.
En esta otra estoy con mi mujer Teresa
Martín Ribes, los dos ya mayorcitos.
Tenía una gran afición a la fiesta de
los toros cuyo tema desarrollé en varias
obras musicales como en “¡A los toros!” o
“Fiesta Nacional”.
La muerte de cogió en Madrid el día 20
de Junio
de 1908 y mis restos fueron
depositados en el cementerio de S. Justo y
Pastor .
Dice mi pajarito que después de mi
muerte los madrileños levantaron en el Parque
del Retiro, por donde yo tanto paseé, un
monumento a mi persona en demostración del
cariño que todos me tenían por mi música y
por haber llevado el nombre de Madrid con mis
zarzuelas costumbristas por todo el mundo; aquí lo tienes.
Espero que sea mi música la que
perdure en la memoria de todos los
españoles y también espero que tú te
acerques a ella oyendo algunos trozos
y si te gustan, animarte a oír una
zarzuela entera con los medios
modernos que dice mi pajarito que
existen hoy día.
Ojalá sea desde hoy uno de tus
amigos musicales.
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Tu amigo
Ahora te añado algunas cosillas más que te animarán a releer el texto
y a recordar esta conversación que he tenido contigo.
En primer lugar te pongo un esquema de los músicos españoles que
fueron mis coetáneos.
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También te pongo a continuación algunas frases musicales de mis
zarzuelas para que las toques y, después de oírlas, puedas tú también
tararearlas.
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Además de las zarzuelas que he mencionado en el texto, te relaciono
aquí otras cuantas para que te fijes en los títulos y verás como son todos de
argumentos populares que era lo que a mí me gustaba hacer y a los
madrileños escuchar:
La función de mi pueblo
Los barrios bajos
Los descamisados
La plaza de Antón Martín
El coche correo
¡A los toros!
El sobrino del difunto
Y por último, unos pasatiempos entretenidos para agudizar tu
memoria y tu intuición, releyendo si es necesario algunos párrafos de estas
notas biográficas.
PASATIEMPOS
1.- En la columna vertical tienes el nombre de uno de los principales
teatros madrileños donde se estrenaron algunas de mis zarzuelas; en las
nueve franjas horizontales debes colocar nueve títulos de mis zarzuelas.
¡ánimo!
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2.- Estos cuatro dibujos representan cuatro títulos de zarzuelas mías.
Procura atinar lo más posible con su nombre correcto.
3.- Encuentra siete diferencias entre estas dos fotos del palacio de los
Lujanes donde yo nací.
4.- Después de leer el texto a ver si aciertas esta quiniela.
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5.- Rellena este criptograma: averigua los nombres cuya definición
tienes y luego traslada las letras arriba según los números; aparecerá algo
de lo que te he hablado mucho en el relato de mi vida.
SOLUCIONES A LOS PASATIEMPOS
1.- La Gran Vía, La Borracha, Fiesta Nacional, El Chaleco Blanco,
De Madrid a París, El Bateo (el bautizo), Cádiz, Hoy sale, hoy, y Los
Arrastraos. VARIEDADES(vertical)
2.- Las zapatillas, La corrida de toros, El cofre misterioso y Vivitos y
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coleando.
3.- Diferencias
4.- Isabel II, Daniel, Valverde y Europa
5.- LA GRAN VIA, VIOLIN, LIRA, GÜIRO, CLAVECIN, CLAVE.
Para acabar la biografía que he redactado para ti, te pongo este
retrato mío a plumilla para que lo guardes si te ha gustado mi música y
piensas recordarla de vez en cuando.
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