GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Año 2014 - Revisión: 1 Dr. Daniel Fassi – Dr. Marcelo Iastrebner Página 1 de 11 Introducción y Generalidades El tromboembolismo venoso (TEV) comprende la trombosis venosa profunda (TVP) proximal y distal, la embolia pulmonar (EP) y las trombosis venosas superficiales (TVS). El TEV es un trastorno frecuente con una incidencia anual de cerca de 1 ó 2 casos por cada 1000 personas en la población general. La EP comprende un amplio espectro de enfermedades, que van desde formas asintomáticas, con trombos subsegmentarios detectados en la tomografía computada (TAC) de tórax, a la EP dependiente de drogas vasopresoras, complicada con shock cardiogénico y falla multiorgánica. Entre estos 2 extremos, se encuentran los pacientes con EP de bajo riesgo sintomática o enfermedad de riesgo intermedio. La EP es causa de morbilidad y mortalidad hospitalaria y ambulatoria. Las TVP, por su parte, pueden ser espontáneas o asociadas con factores de riesgo transitorios o permanentes que actúan como disparadores sobre un terreno adecuado (la trombosis venosa es multifactorial) Factores de Riesgo Transitorios Inmovilidad Trauma Cirugía Enfermedades médicas agudas que requieran internación (sobre todo en terapia intensiva) Embarazo y puerperio Obesidad Terapia hormonal o anticonceptivos orales Drogas (L-asparaginasa [L-ASA], inmunomoduladores [IMID]: talidomida, lenalidomida, eritropoyetina, corticoides) Factores de riesgo permanentes Inmovilidad Cáncer (sobre todo en tratamiento ó metastásico) y neoplasias hematológicas Trombofilias Enfermedades médicas inflamatorias ó crónicas (enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC], insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular [ACV]) Estados hemolíticos crónicos Copia N° : Nombre Representante de la Dirección: Revisó Dr. Leonardo Gilardi Fecha: Aprobó Dra. Inés Morend Firma Fecha 02/07 17/07 GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 2 de 11 Diagnóstico de TEV En los pacientes con una primera sospecha de TVP de miembros inferiores (MI), se sugiere que las pruebas diagnósticas estén guiadas por la evaluación clínica con un pretest de probabilidad (grado 2B); el score de Wells es el más conocido (ver apéndice) 1. En pacientes con una baja probabilidad de un primer episodio de TVP de MI, se recomienda una de las siguientes pruebas iniciales: dímero D ó ecografía Doppler (ecodoppler) venoso de venas proximales (grado 1B), venografía, ecodoppler venoso de todo el MI (grado 2B, pero es el más usado en nuestro medio). Se sugiere el uso inicial de un dímero D de moderada o alta sensibilidad en lugar de ecodoppler. 2. Si el dímero D es negativo, se recomienda no más pruebas y, si el ecodoppler proximal es negativo, tampoco se recomienda más pruebas. 3. Si el dímero D es positivo, se sugiere ecodoppler de las venas proximales o de todo el MI o la venografía (grado 1B). Si el ecodoppler de las venas proximales es positivo, se indica tratamiento 4. En los pacientes con un pretest moderado de primera TVP de las extremidades, se recomienda una de las siguientes pruebas iniciales: dímero D o ecodoppler proximal de todo el MI (grado 1B) o venografía 5. Si el dímero D es negativo, no se recomienda ninguna prueba más. Si el dímero D es positivo, se recomienda ecodoppler proximal o de todo el MI en lugar de ninguna prueba (grado 1B) Si se elige el ecodoppler como prueba inicial y es negativo, se recomienda repetirlo en 1 semana. Si el dímero D fuera positivo con ecodoppler negativo, se recomienda repetirlo en 7 días. Si se confirmara una TVP distal, se indica tratamiento 6. En pacientes con un pretest de alta probabilidad para primera TVP de MI, se recomienda ecodoppler de MI o venografía (grado 1B) En estos casos, no debe hacerse dímero D para descartar TVP 7. En pacientes con sospecha de recurrencia de TVP de MI, se recomienda realizar el ecodoppler venoso por sobre los otros métodos (grado 1B). Si el ecodoppler fuera negativo con sospecha persistente, repetir a la semana. Resumen (en nuestro medio) Baja y Mediana Probabilidad: Dímero D (+) ecodoppler (-) repetir a la semana; si es (+), tratamiento Dímero D (-) no hacer nada más Alta Probabilidad DD: no se determina Ecodoppler (-): repetir a la semana; si es (+), tratamiento GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 3 de 11 Situaciones Especiales TVP y embarazo: Realizar ecodoppler y dímero D de alta sensibilidad: si fueran negativos no seguir estudiando; si el dímero D fuera positivo con ecodoppler negativo, repetir a la semana. TVP de miembros superiores: en estos pacientes se procede de manera similar a los casos de MI para su diagnóstico, sea o no relacionada con catéter Diagnóstico de TEP También debe hacerse el pretest clínico y medición de dímero D en forma similar a la TVP Métodos Directos 1. TAC multislice con protocolo para TEP: permite determinar los émbolos de arterias lobares, segmentarias y, en menor medida, subsegmentarias con alta especificidad y sensibilidad. Es el método de elección. 2. Centellograma ventilación/perfusión: es la alternativa a la TAC en los pacientes que colaboran para realizar la prueba de la ventilación y permite obtener imágenes de falta de flujo en áreas ventiladas 3. Angiografía pulmonar: se utiliza en caso de dudas en el diagnóstico con los métodos anteriores Métodos Indirectos 1. Ecocardiograma bidimensional: permite evidenciar la hipertensión pulmonar, así como la sobrecarga, dilatación y disfunción del ventrículo derecho (VD), además de otros signos, como el movimiento paradojal del septum interventricular, entre otros. 2. Marcadores serológicos 3. Ecodoppler venoso de MI: permite hacer el diagnóstico en un paciente con clínica sospechosa y estudios directos dudosos o negativos GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 4 de 11 Evaluación de Riesgos en la EP Estratificación del Riesgo Inicial La clave para un tratamiento eficaz de la EP en la fase aguda radica en la evaluación del riesgo de muerte prematura del paciente. Un factor determinante es la presencia y la gravedad de disfunción del VD, resultante de una sobrecarga aguda de presión. La definición de alto riesgo (clasificación europea) o masiva (clasificación estadounidense) de EP suele ser sencilla y se basa en la presencia de insuficiencia del VD clínicamente evidente, que se traduce en compromiso hemodinámico. Esta condición, que se encuentra en menos del 5% de todos los pacientes con TEP agudo, constituye una emergencia médica, ya que se asocia con al menos un 15% de riesgo de mortalidad en el hospital, sobre todo durante las primeras horas después de la internación. Scores de Estratificación de Riesgo La ausencia de compromiso hemodinámico o hipotensión persistente en la presentación suele predecir un pronóstico inicial favorable, siempre y cuando la enfermedad se diagnostique correctamente y la anticoagulación se inicie sin demora. Sin embargo, algunos de los pacientes inicialmente normotensos con EP aguda pueden tener riesgo elevado de mortalidad o complicaciones mayores (EP de riesgo intermedio en Europa; EP submasiva en América del Norte), que merece mayor estratificación del riesgo y terapia avanzada, posiblemente específica. Su mayor fortaleza reside en excluir (descartar) un resultado adverso como lo indica el elevado valor predictivo negativo (VPN) del score Pulmonary Embolism Severity Index (PESI) I y II. La principal limitación de este índice es que requiere numerosas variables y es relativamente complejo para calcular. La versión simplificada (SPESI) se centra en 6 variables: edad mayor de 80 años; historia de cáncer; antecedentes de insuficiencia cardíaca o EPOC; presión arterial sistólica inferior a 100 mm Hg; frecuencia cardíaca > 110/min y saturación arterial de hemoglobina < 90%. En un estudio de validación externa, el SPESI es por lo menos tan preciso como los criterios de imagen y biomarcadores para excluir un riesgo elevado. Imágenes en la Estratificación del Riesgo La ecocardiografía bidimensional (2D) detecta los cambios que se producen en la morfología y función del ventrículo derecho como consecuencia de la sobrecarga de presión aguda en EP. Los registros y estudios de cohortes demuestran una asociación entre los parámetros ecocardiográficos de disfunción del VD y una mala evolución intrahospitalaria. Sin embargo, el valor pronóstico del ecocardiograma en pacientes hemodinámicamente estables es más limitado, debido a la escasa estandarización de criterios ecocardiográficos. El valor pronóstico de un VD agrandado en la TAC fue GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 5 de 11 confirmado recientemente por un estudio internacional prospectivo de cohortes, pero se necesitan datos de los ensayos terapéuticos antes de concluir que esta modalidad puede sustituir a la ecocardiografía en la orientación ajustada al riesgo. La magnitud de la carga trombótica en la TAC no siempre se correlaciona con la severidad clínica o de la disfunción del VD. Marcadores de Laboratorio en la Estratificación de Riesgo Se han propuesto marcadores bioquímicos circulantes como herramienta para la estratificación del riesgo de los pacientes normotensos con TEP. Entre éstos, los péptidos natriuréticos son indicadores muy sensibles de la activación neurohormonal debido a la insuficiencia cardiaca aguda y crónica. La elevación de las troponinas I ó T se describe hasta en el 50% de los pacientes con EP. El aumento de la troponina cardíaca se ha asociado con mayor riesgo de mortalidad y eventos adversos en la fase aguda, si se excluye a los pacientes hipotensos. Por el momento, ningún marcador de laboratorio individual o parámetro de imágenes ha demostrado especificidad para justificar una terapia más agresiva en pacientes hemodinámicamente estables con EP. Los biomarcadores pueden agregar valor pronóstico a los parámetros clínicos. Opciones Terapéuticas (TVP proximal y TEP) El tratamiento anticoagulante se debe administrar a todos los pacientes con probabilidad clínica alta o intermedia de TVP/EP sin esperar la confirmación definitiva por las imágenes. Heparina no Fraccionada (HNF): si bien es una opción válida para tratamiento inicial del TEV por vía intravenosa, las dificultades en su uso y medición de laboratorio la hace el modo preferido de anticoagulación inicial sólo en pacientes con insuficiencia renal con clearance de creatinina < 30 ml/min con alto riesgo de hemorragia, los sujetos hipotensos y aquellos con peso corporal extremo (menos de 40 o más de 140 kg). Heparinas de Bajo Peso Molecular (HBPM): enoxaparina 1 mg/kg cada 12 h por vía subcutánea, ó 2 mg/kg cada 24 h en una sola dosis (recomendado en el consenso del American College of Chest Physicians de 2012) durante un mínimo de 5 días y hasta 24 h en rango de anticoagulación oral con dicumarínicos. El monitoreo de la anticoagulación (medición de anti-factor Xa) no es necesario, salvo en pacientes con insuficiencia renal o durante el embarazo o en individuos con peso corporal extremo. En estos casos, los niveles de anti-Xa deben determinarse 4 h después de la dosis de la mañana para obtener un valor entre 0.6 a 1.0 UI/ml (dos dosis diaria) ó 1.0 a 2.0 UI/ml (una dosis al día) GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 6 de 11 Antagonistas de la Vitamina K (AVK): la warfarina y el acenocumarol son los actualmente utilizados en el tratamiento del TEV. Salvo en caso de TEP con compromiso hemodinámico que requiera estabilización inicial, los AVK se comienzan de forma simultánea con las heparinas para obtener una razón internacional normatizada (RIN) entre 2 y 3 durante todo el tiempo de tratamiento. Nuevos Anticoagulantes Orales (NOAC): Se caracterizan por rápido inicio de acción, efecto anticoagulante predecible (aunque aún no mensurable) y bajo potencial de interacciones con otros medicamentos o alimentos. Pueden prescribirse en dosis fijas y no se requiere la monitorización rutinaria de la coagulación por laboratorio. De los fármacos que han completado estudios de fase 3 en el TEV, el rivaroxabán y el apixabán son inhibidores del factor Xa activado, mientras que el dabigatrán es un inhibidor directo de la trombina. Hasta la fecha, ninguno de los fármacos tiene un antídoto específico. En un estudio aleatorizado con grupos cruzados, realizado en 12 voluntarios sanos de sexo masculino, el concentrado de complejo de protrombina invirtió rápidamente el efecto de rivaroxabán estimado por el tiempo de protrombina, aunque no pudo revertir la prolongación de los parámetros de coagulación (tiempo de tromboplastina parcial activada, tiempo de coagulación de ecarina y tiempo de trombina) causada por dabigatrán. Es de destacar, sin embargo, que este estudio no abordó criterios de valoración clínicos, tales como la reversión de la hemorragia relacionada con las drogas. La opción es la hemodiálisis para dabigatrán (dializable) pero no para rivaroxabán, que tiene una unión a las proteínas plasmáticas del 95%. El apixabán se elimina en un 30% por vía renal. El programa "rivaroxabán oral para TEV sintomático” (EINSTEIN) puso a prueba la eficacia y seguridad del rivaroxabán, sin uso inicial de heparinas, para el tratamiento de TVP/TEP en la etapa aguda y en el tratamiento extendido La dosis de rivaroxabán fue de 15 mg dos veces al día durante las primeras 3 semanas, seguido de 20 mg una vez al día a partir de entonces, debido a una mayor tasa de fracasos del tratamiento en los primeros 21 días Los pacientes con un clearance de creatinina < 30 ml/min fueron excluidos del programa EINSTEIN. El rivaroxabán no fue inferior a la terapia estándar; se produjeron hemorragias mayores o clínicamente relevantes en el 10.3% de los pacientes tratados con rivaroxabán en comparación con 11.4% de quienes recibieron terapia estándar (p = 0.32). Sin embargo, la hemorragia mayor se observó en sólo el 1.1% de los pacientes tratados con rivaroxabán, contra el 2.2% de los tratados con enoxaparina y warfarina. En particular, la hemorragia intracraneal ocurrió en un paciente medicado con rivaroxabán, contra 10 individuos que recibieron el tratamiento estándar. En el caso de apixabán (estudios AMPLIFY), el régimen de dosificación es de 10 mg dos veces al día durante la primera semana, seguido de 5 mg dos veces al día a partir de entonces GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 7 de 11 El dabigatrán también fue no inferior para la prevención del TEV recurrente en pacientes con TEP agudo o TVP. En el ensayo RE-COVER se comparó la administración de 150 mg dos veces al día con el uso de warfarina, con exclusión de los pacientes con clearance de creatinina < 30 ml/min. Todos los participantes, de forma independiente de la asignación de aleatorización, recibieron al menos 5 días de anticoagulación parenteral, generalmente enoxaparina. El criterio principal de valoración fue la incidencia de TEV recurrente sintomático y objetivamente confirmado durante 6 meses de seguimiento. Para el objetivo de eficacia, el dabigatrán no fue inferior a la warfarina (2.4% contra 2.1%, en orden respectivo). Las tasas de hemorragia mayor en los 2 grupos fueron similares (1.6% vs 1.9%). No hubo sangrados intracraneales con dabigatrán en comparación con los tres con warfarina. También hubo menos episodios de sangrado con dabigatrán (16%) en comparación con warfarina (22%). Los problemas con el uso de NOAC en TEV comprenden: o Ausencia de antídoto o Adherencia incomprobable con 2 dosis diarias o Inexperiencia en el mundo real o No superioridad, con seguridad similar o peor (como para rivaroxabán) o Sin monitoreo de laboratorio, lo que evita conocer el nivel de anticoagulante ante situaciones de recurrencia o sangrado o Alto costo Por el momento, los NOAC son una buena alternativa al tratamiento estándar aunque falta mucho trayecto por recorrer aún. Riesgo de Recurrencia y Duración Óptima de la Anticoagulación Uno de los dilemas más comunes en el manejo de los pacientes con TVP/EP es decidir la duración óptima de la anticoagulación. La tasa de recurrencia del TEV después de suspender la anticoagulación es sorprendentemente alta. Por ejemplo, en una cohorte con TVP proximal o PE (n = 1626), la incidencia acumulada de recurrencia fue del 11% después de 1 año, 20% a los 3 años, el 29% a los 5 años y 40% después de 10 años; el factor de riesgo más importante que predisponía a la trombosis recurrente era un evento espontáneo vs uno provocado. En consecuencia, los médicos deben tratar de identificar a los pacientes con alto riesgo de recurrencia y, por tanto, a los potenciales candidatos para terapia anticoagulante oral indefinida. Esta recomendación se basa en los datos que muestran que los pacientes que reciben anticoagulación prolongada logran una protección efectiva del tromboembolismo recurrente durante el tratamiento. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 8 de 11 Los factores de riesgo más importantes de recurrencia son: episodio idiopático, sexo masculino, localización (TVP proximal > TVP distal; PE > TVP proximal) y los niveles elevados de dímero. Otros factores de riesgo informados incluyen exceso de peso corporal y disfunción del VD persistente al alta hospitalaria después de un TEP agudo. Se ha observado asociación también con inmovilización, cáncer, EPOC e historia familiar positiva de TEV. En una revisión de la bibliografía, se encontró que más del 50% de los pacientes con EP tenían trombos residuales en las imágenes de la TAC a los 11 meses del evento inicial de EP. Esta tasa fue inferior (un 30%) cuando se utilizó gammagrafía pulmonar de seguimiento; sin embargo, la relevancia clínica de estos hallazgos no está clara y no apoya con certeza la definición de la duración de la terapia por medio de pruebas de imágenes. Por otra parte, salvo en el caso de déficit de anticoagulantes (antitrombina, proteínas C y S) o de formas homocigotas de factor V Leyden ó protrombina 20210 (familias con antecedentes de TEV), el resto de las trombofilias no parecen estar asociadas con riesgo elevado de recurrencia de TEV y no justifican la anticoagulación prolongada. Las guías actuales recomiendan 3 meses de anticoagulación en pacientes con TVP/EP provocados por la cirugía o por un factor de riesgo transitorio no quirúrgico. En individuos con EP no provocada, se requiere una evaluación de la relación riesgo-beneficio de la anticoagulación prolongada después de los primeros 3 meses de tratamiento. Sin embargo, muchos pacientes integran una "zona gris" donde se requiere la evaluación personalizada para decidir la duración óptima de la anticoagulación. En un estudio reciente a doble ciego, los pacientes que habían completado 6 a 18 meses de anticoagulación oral después de un primer episodio de TEV fueron asignados al azar a recibir aspirina (100 mg al día) o placebo durante 2 años. La recurrencia se produjo en 28 de los 205 pacientes (6.6% por año) con aspirina versus 43 eventos entre 197 que emplearon placebo (11.2% anual; cociente de riesgo: 0.58, intervalo de confianza del 95%: 0.36 a 0.93). En definitiva, el tiempo de anticoagulación de prevención de recurrencia se suele decidir en la práctica acorde con criterios clínicos y de forma individualizada para cada paciente. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 9 de 11 TVP distal: son las que comprometen las venas peroneas, del tronco tibial posterior y anterior. Hay discusión sobre la necesidad de anticoagular a estos pacientes o realizar seguimiento con ecodoppler seriado, ya que la posibilidad de progresión a proximal es baja. Por otro lado, la mayor parte de las TVP distales acompañan a factores de riesgo como trauma, inmovilidad y cirugía y no suelen ser idiopáticas ó asociadas a condiciones como el cáncer. No hay, por otro lado, dudas de que las TVP distales bilaterales deben ser tratadas como las proximales. Trombosis de miembros superiores: se anticoagulan por 3 meses como en los casos de MI. No se retira el catéter (si estuviera) si es funcional. Se reservan los trombolíticos para pacientes seleccionados sin contraindicaciones en donde quiere evitarse el síndrome postrombótico grave (por su actividad laboral ó física y edad) TVS: la mayoría de los autores considera hoy que las trombosis de venas como la magna y parva de MI, como las de las venas cefálica y basílica de miembros superiores, deben recibir un mes de tratamiento con HBPM o fondaparinux subcutáneo 2.5 mg/día. Se excluyen las tromboflebitis en várices o sitios de punturas venosas, que requieren fundamentalmente medidas antiinflamatorias locales. Las TVS bilaterales, o bien recurrentes cercanas a los cayados de la poplítea ó femoral, o las simultáneas con TVP, deben anticoagularse como si fueran proximales. TVP y cáncer: representan una población especial de pacientes de mayor riesgo. La recomendación actual es indicar 3 meses de HBPM vs AVK vs NOAC, y luego evaluar estatus oncológico y pronóstico para continuar el tratamiento hasta no tener evidencia de enfermedad neoplásica. Es sabido que la mantención del rango terapéutico se hace difícil con AVK y además existe alto riesgo de complicaciones (recurrencias aún con RIN terapéutico, hemorragias) en pacientes tratados con AVK. Hay poca experiencia en los ensayos clínicos para recomendar el uso de NOAC en sujetos con TVP y cáncer. Alta Temprana y Tratamiento para Pacientes Ambulatorios El enfoque tradicional del TEV ha sido tratar a la mayoría de los pacientes con TVP como ambulatorios y el abordaje de prácticamente todos los sujetos con EP inicialmente en el hospital. Por lo general, es fácil de identificar a los pacientes que no son candidatos para el tratamiento ambulatorio: aquellos con comorbilidad grave y alto potencial pronosticado para resultados adversos deben ser hospitalizados. Un factor crucial es la presencia de una adecuada red de seguridad social para garantizar el estricto cumplimiento del régimen anticoagulante prescrito. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 10 de 11 Bibliografía 1. Schulman S. From vitamin K antagonism to new oral anticoagulants: basic concepts. Hematology Education: the education program for the annual congress of the European Hematology Association 2014; 8(1) 2. Van der Hulle T, Kooiman J, den Exter PL, Dekkers OM, Klok FA, Huisman MV.. “Effectiveness and safety of novel oral anticoagulants as compared with vitamin K antagonists in the treatment of acute symptomatic venous thromboembolism: a systematic review and meta-analysis”. Journal of Thrombosis and Haemostasis 2014;12(3):320-8. 3. Farge D, Debordeau P, Beckers M et al. “International clinical practice guidelines for the treatment and prophylaxis of venous thromboembolism in patients with cancer”. 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Oral Apixaban for the Treatment of Acute Venous Thromboembolism. NEJM 2013; 369(9):799-808. 9. Agnelli G, Buller HR, Cohen A, et al; AMPLIFY-EXT Investigators. Apixaban for extended treatment of venous thromboembolism. NEJM 2013;368(8):699-708. 10. Konstantinides S, Goldhaber SZ. Pulmonary Embolism Risk Assessment and Management. Eur Heart J. 2012;33(24):3014-3022. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA Cli-91 Tromboembolismo Venoso Revisión: 1 – Año 2014 Dr. D. Fassi – Dr. M. Iastrebner Página 11 de 11 Apéndice: Score de Wells Score de Predicción Clínica para TEP Característica clínica Síntomas clínicos de TVP Otros diagnósticos menos probables que TEP Frecuencia cardiaca mayor de 100 latidos por minuto Inmovilización o cirugía dentro de las últimas 4 semanas TVP o TEP previo Hemoptisis Malignidad Puntuación total Puntos 3 3 1.5 1.5 1.5 1 1 Interpretación de la puntuación de riesgo (probabilidad de TEP): > 6 puntos: riesgo elevado (78.4%); 2 a 6 puntos: riesgo moderado (27.8%); < 2 puntos: riesgo bajo (3.4%) Score de Predicción Clínica de Wells para TVP Característica clínica Cáncer activo (tratamiento dentro de los 6 meses, o en terapia paliativa) Parálisis, paresia, o inmovilización de miembros inferiores Postración en cama por más de 3 días por una cirugía (dentro de las 4 semanas) Sensibilidad localizada a lo largo de la distribución de las venas profundas Hinchazón completa del miembro Hinchazón unilateral de la pantorrilla > 3 cm (debajo de la tuberosidad tibial) Edema unilateral (pitting) Venas superficiales colaterales Diagnóstico alternativo tan o más probable que TVP Puntuación total Interpretación de la puntuación de riesgo (probabilidad de TVP): > 3 puntos: riesgo elevado (75%); 1 a 2 puntos: riesgo moderado (17%); < 1 punto: riesgo bajo (3%). Puntos 1 1 1 1 1 1 1 1 -2