PLURALISMO JURÍDICO E INTERLEGALIDAD EN EL

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PLURALISMO JURÍDICO E INTERLEGALIDAD
EN EL PUEBLO SHUAR
Mirian Escobar Vélez.
Los
habitantes Shuar del centro de la amazonía, constituyen la minoría
nacional que más tardó en contactarse con occidente; recién a mediados del
siglo pasado son colonizados masivamente en las cuencas de los ríos Upano
y Paute, y en menor grado en el Este de la Cordillera del Kutukú.
Paralelamente a la colonización, desarrollan conciencia étnica, se organizan
en centros, asociaciones, federaciones, y se definen como pueblo oprimido;
exigen el reconocimiento político de sus derechos y se inmiscuyen en el
poder político. El Estado conciente del conflicto que genera el contacto y con
ello la imposición de la ley
nacional; entre otros reconocimientos
constitucionales de l998, proclama el derecho a que sus autoridades
administren justicia de acuerdo a sus costumbres y tradiciones para resolver
sus conflictos internos.
Este reconocimiento constitucional, importante para la vigencia de la
diversidad étnica; en buena parte es lírico y no está ni siquiera
suficientemente socializada ni en la sociedad nacional ni entre los pueblos
indígenas. En la práctica en la resolución de muchos conflictos se vive una
yuxtaposición de justicias, autoridades indígenas y autoridades del Estado
ponen a la justicia indígena en el centro de la lucha política que despliegan.
Para entender
los conflictos que viven las autoridades shuar cuando
ejercen jurisdicción de acuerdo a sus costumbres ancestrales, y cuando sus
resoluciones son cuestionadas y puestas en entredicho en las esferas de la
justicia ordinaria; vamos a analizar lo sucedido en el caso Tuntaim.
Caso de suma importancia para el estudio y defensa de la vigencia de la
jurisdicción indígena en el Ecuador; no se conoce otro caso en el cual el
Estado a través del más alto tribunal de justicia constitucional, legitime y
reconozca la potestad jurisdiccional de una autoridad indígena.
El trabajo pretende ponderar la primera tutela jurídica del Estado Nacional, a
raíz de este caso que tiene relación con la expulsión de Tuntaim por sus
autoridades a uno de sus miembros, considerado responsable de la muerte de
su hermano.
Un Estado, cuya legislación reconoce la existencia de las
minorías étnicas y con ello la pluriculturalidad y el pluralismo jurídico; no es
pluralista, sin en la práctica impone su cultura y con ello su derecho. Por esto
la importancia del
primer reconocimiento de la justicia indígena del
Ecuador, garantía para
que las minorías étnicas
aleguen la primera
jurisprudencia constitucional que recoge lo que pregona el derecho político.
PLURALISMO JURÍDICO E INTERLEGALIDAD
Análisis del Caso Tuntaim
1.- RELACION FACTICA DEL CASO TUNTAIM
1.1.- ANTECEDENTES
En el Juzgado Segundo de lo Penal de Morona Santiago en julio de l996 se
inicia el proceso penal 98-96 para investigar y juzgar el asesinato de Luis
Atamaint, acaecido como consecuencia de un ataque nocturno, masivo y con
armas de fuego al domicilio de la víctima, en el centro shuar Tuntaim
ubicado a siete kilómetros de Sucúa en Morona Santiago. Por las
investigaciones y acusación de hijos de la víctima se sindica en la causa a
trece personas, entre ellos a dos hermanos del fallecido: Dionisio y Antonio.
Por rencillas posesorias anteriores con el fallecido, la
acusación toma
vehemencia en contra del primero a quien se atribuye la autoría intelectual y
material del crimen; más, para despecho de los acusadores; en el proceso se
declara culpable el segundo, lo cual conduce a que la justicia penal lo
condene y libere a Dionisio con los demás sindicados.
1.2.- CONOCIMIENTO DEL HECHO Y RESOLUCIÓN DE LA
JUSTICIA INDIGENA
Una vez que el sentenciado cumplió su pena, éste con su hermano Dioniso,
liberado por la justicia ordinaria, deciden retornar a Tuntaim. Su presencia
genera conflicto y rechazo de miembros de la comunidad y sus autoridades
quienes desconocen las resoluciones de la justicia ordinaria al tiempo que les
consideran culpables a los dos hermanos. Con el ánimo de encontrar
protección, los hermanos Atamaint con asocio de sus parientes y amigos
cercanos, forman un nuevo centro al que lo denominan San Pablo; esto es
visto como un debilitamiento de la organización y el conflicto empeora. Para
mitigar o resolver el conflicto, y por supuesto luego de intensos diálogos con
las partes, dirigentes de Tuntaim y la FICH promueven una indemnización
efectiva a los hijos del fallecido Luis Atamaint, y el 30 de diciembre del 2002
resuelven expulsar de la organización y de la comunidad Tuntaim a los
hermanos Atamaint. En el numeral 4 y 5 de la resolución suscrita por el
Presidente de la FICSH, presidente de la Asociación Shaur Sucua y los
síndicos de los centros shuar Tuntaim y San Pablo se dice:
4) Las comunidades Tuntaim y San Pablo se prohíben la entrada de los
Señores Dionisio Atamain y Antonio Atamain, debido a que son expulsados
como socios de la Federación.
5) Después de haber notificado el Directorio de la FICSH no se
responsabiliza del problema de índole.
1.3.- IMPUGNACIÓN DE LA RESOLUCIÓN DE LA JUSTICIA
INDÍGENA ANTE LA JUSTICIA ORDINARIA
Dionisio Atamaint, de mayores recursos que Antonio y considerado por la
comunidad como el principal responsable del asesinato e inductor de la auto
incriminación de su hermano; desconoce la resolución de las autoridades
shuar y plantea contra éstas una acción de amparo constitucional ante el Juez
Civil de Sucúa; pide deje sin efecto las medidas que le afectan, así se abre el
expediente 48-93.
Dionisio en la demanda de amparo, entre otras cosas, dice:
Los demandados han causado un daño grave e inminente a mi persona, mi
familia y mis bienes, quienes respaldados en numerosos moradores no me
permiten a mi y a toda mi familia desarrollar mis labores cotidianas dentro
de mis tierras, este hecho ha traído como consecuencia el abandono de
nuestra propiedad, casas y enseres propios del hogar, que según conozco se
quieres adjudicar a otras personas; la emigración o traslado obligado a la que
me vi sometido en compañía de toda mi familia con el propósito de
precautelar mi integridad personal y la de los míos ha traído como
consecuencia que nos encontremos en forma obligada
residiendo
actualmente en la ciudad de Sucúa, provincia de Morona Santiago. Su
Señoría apreciará que los fundamentos de hecho son bastante claros.
QUINTO.- FUNDAMENTOS DE DERECHO.- ...me encuentro asistido por
derechos constitucionales como: el de mantener, desarrollar, fortalecer la
identidad y tradiciones en lo espiritual, cultural, lingüístico, social, político y
económico, el derecho de mantener la posesión ancestral de las tierras
comunitarias,
también
a
conservar
y desarrollar nuestras formas
tradicionales de convivencia y organización social, y por último a no ser
desplazados de nuestras tierras.
De la misma manera me asiste el derecho civil de transitar libremente por el
territorio nacional y a escoger mi residencia; así como tengo la libertad de
asociarme y reunirme con otras personas con fines pacíficos; finalmente el
derecho a la propiedad que me asiste; derecho que también ha sido coartado
a pesar de que los demandados saben que mantengo conjuntamente con mi
familia la posesión de la tierra de manera pública, notoria y de manera
ininterrumpida por más de veinte años, en donde se encuentran ubicadas
nuestras casas y enceres propios de subsistencia los mismos que con su
resolución prohíben la entrada a mi propiedad... .
De lo anteriormente expuesto se deduce claramente que en las resoluciones
dictadas y firmadas por los demandados existen actos ilegítimos
consignados y permitidos por los demandados quienes ...; quienes lejos de
cumplir con los objetivos de dirigentes los mismos violan mandatos
constitucionales e instrumentos internacionales; existiendo una serie de
omisiones que de no regularse oportunamente seguirán violando la
Constitución Política de la República afectando gravemente el interés de las
familias de la Nacionalidad Shuar y los derechos de los pueblos amazónicos
asentados en nuestra provincia.
Sin que medie razón legal alguna, ni exista sentencia judicial que así
disponga, se ha perpetrado un acto jurídico ilegítimo, constituyendo un
grave daño inminente e irreparable. Las violaciones claramente demostradas
son a los siguientes preceptos constitucionales: 1) El desconocimiento del
mandato de lo previsto en los numerales: 1, 3, 7, 8 del Art. 84 de la
Constitución Política. 2) La afección a los derechos civiles constantes en el
Art. 23 de la Carta Política numerales 8, 14, 19, 22, 23. 1
Esta pretensión evidencia conflictos de justicia; la muerte de Luis Atamaint,
puso a operar los dos sistemas, y sus resoluciones son aceptadas por unos y
rechazadas por otros.
1.4.- RESOLUCIÓN DE LA JUSTICIA ORDINARIA
En la causa, entre otros documentos, el actor presenta: a) acta que contiene la
entrega de un predio de Patricia Entsacua a Magdalena Mamach, esto porque
según el documento la cónyuge sobreviviente y los huérfanos han pedido a
las autoridades Shuar de Sucúa se aplique el Art. 22 del Reglamento la
FICSH, lo que determinó que se ordene la entrega del cincuenta por ciento
del predio de Dionisio a favor de las víctimas; b) el auto de sobreseimiento
provisional dictado a su favor en el juicio penal por presunta responsabilidad
en la muerte a Luis Atamaint y c) el acta de expulsión de la Federación, entre
otros.
En la audiencia a la que comparecen los demandados con excepción del
presidente de la FICSH. Los comparecientes alegan: Legalidad de las
resoluciones impugnadas, según mandato del N. 7 del Art. 84 de la
Constitución y el Art. 22 de los Estatutos y Reglamentos de la Federación de
1
Expediente de Amparo Constitucional 48-03 Juzgado Civil de Sucúa: Fs.8 Vta.,
Fs.9 y Vta.
Centros Shuar y Achuar, y pertinencia de las mismas para precautelar a la
organización ante la actitud disociadora e irrespetuosa del actor.
El Juez Civil con asiento en Sucúa, acepta el recurso y deja insubsistente la
resolución impugnada.2
Interpuesto el recurso de apelación por el Presidente de la FICSH, la causa
pasa a conocimiento de la Segunda Sala del Tribunal Constitucional y abre el
caso 329-2003-RA. El 3 de marzo del 2004 se revoca la resolución inferior
desechando el amparo, entre otras casas se dice:
En el presente caso, las autoridades indígenas apreciaron el carácter
disociador del demandado, y aún más, la problemática que se había
suscitado por su comportamiento, para con ello expulsarlo de la Federación
Shuar. Además a fojas 16 de los autos obra una acta que contiene la entrega
de un predio que hace Patricia Entsacua a favor de Magdalena Mamach,
documento en el cual se expresa que, teniendo al demandado (se quiso decir
demandante) como principal sospechoso de un delito contra la vida, la
cónyuge sobreviviente y los huérfanos han pedido que el Directorio de la
Asociación de Centros Shuar de Sucúa aplique su normativa, lo que
determinó que se ordene la entrega del cincuenta por ciento del predio a
favor de Magdalena Mamach .
SÉPTIMO: En virtud de lo que reconoce el artículo 87 (se quiso decir
artículo 84) numeral 7 de la Constitución de la República, las autoridades
indígenas tienen pleno derecho a velar por la conservación de las formas de
convivencia de sus comunidades, y sobre todo, a precautelar el orden dentro
de las mismas, sin que pueda exigírseles que toleren actos de disociación por
parte de elementos singularizados. Por otra parte, lo que se describe en el
considerando precedente, denota la existencia de un conflicto interno que
fue resuelto por las autoridades de la Federación Shuar, quienes en virtud del
2
En la sentencia de primer nivel se argumenta: que el mismo artículo 84 de la Constitución, alegado
por los demandados, señala que los pueblos indígenas “forman parte del Estado ecuatoriano, único e
indivisible”; y que el Art. 22 de los Estatutos y Reglamentos de la FICSH habla de la sanción de
expulsión del centro al declarado culpable por un delito de acción pública, lo que en la especie no
ocurrió ya que el actor fue sobreseído en el juicio penal por muerte a Luis Atamaint.
2
Ibidem, Fs. 42
Art. 191 inciso final de la Constitución de la República tenían plena facultad
para solucionarlo con efecto vinculante. Por estas consideraciones, mal hizo
el Juez aquo en pronunciarse sobre resoluciones de la Federación Shuar,
adoptadas en virtud de las facultades que expresa la Constitución de la
República, pues se desconoció su efecto vinculante y el propósito de
conservación del orden e integridad que compete a las autoridades de dicha
Federación.
A esto se suma el error de apreciación jurídica ... sobre la
naturaleza jurídica de la Federación Shuar.
El subrayado y lo agregado en los paréntesis es mío.
2.-
JUSTICIA
INDÍGENA
Y
PLURALISMO
JURÍDICO:
LA
INTERLEGALIDAD
Bajo el discurso de la unidad nacional y de la igualdad ante la ley, se ha
negado las particularidades y diferencias de los grupos étnicos; con uno u
otro matiz,
los Estados latinoamericanos han pretendido desconocer la
existencia de indios, y tildándolos de “salvajes” los han discriminado en
espera de su incorporación a la “civilización”.
El Estado nacional, a través de sus autoridades judiciales, ha intentado
racionalizar la imposición de la ley como mecanismo de
convivencia
armónica; pero el punto de partida, la ley; que consagra como iguales a
quienes son distintos, es ideológicamente injusta y discriminatoria con
grupos étnicos heterogéneos
que viven en varios casos culturalmente
transgrediéndola. “Esta concepción de una justicia unitaria es evidente para
una idiosincrasia europea moderna, más no para estados con fuertes derechos
consuetudinarios locales y étnicos y sistemas informales de justicia”.
Administrar justicia implica un conjunto de mecanismos a los que recurre el
Estado para solucionar conflictos entre particulares y entre éstos con aquél;
para ello un tercero neutral y adiestrado al que lo llama juez; aplicando
normas preestablecidas para el caso, y por supuesto investido de jurisdicción
y con competencia, define la controversia a favor de lo que el sistema
político y jurídico considera justo. Este sistema debe ser unitario en un
Estado soberano; por ello se cuestiona el reconocimiento de la otra justicia.
Más, para despecho del positivismo clásico y neopositivismo, precursores de
la aplicación
generalizada del derecho; están vigentes en los pueblos
indígenas, formas de administración de justicia paralelas a las del Estado.
Justicia que tiene como base el llamado derecho consuetudinario, reglas
ordenadoras de conducta de generación espontánea
en un grupo social
homogéneo. Normas recreadas en acuerdos y asambleas, en libros de actas y
reglamentos internos de las organizaciones sociales como resultado de
procedimientos colectivos, de fácil comprensión e interpretación lógica, y
por lo tanto fácilmente acatadas por todos.
La justicia que el Estado imprime con el carácter de general y obligatorio, no
es soslayada por las minorías nacionales; es asimilada y adecuada a su
justicia, esto explica la tendencia a estipular conductas y procedimientos en
estatutos y reglamentos internos, como ocurre con la FICSH en los shuar.
La existencia de esas normas de control y sistemas de administrar justicia que
opera legítimamente al margen del derecho positivo y la justicia oficial, es lo
que se llama derecho indígena que el Estado a partir de l998 lo reconoce
como
formas alternativas de justicia en un mismo espacio; a esto la
antropología jurídica llama pluralismo jurídico, y Buenaventura de Sousa
Santos define como interlegalidad.3
2.1.- LA INTERLEGALIDAD Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Hoy si bien existe el reconocimiento constitucional, tal como acontece en
buena parte de la legislación latina; bajo los conceptos del debido proceso,
3
Cuando en una situación concreta se cruzan dos derechos, y donde el respeto del uno implica la
violación del otro u otros. Termino introducido en la sociología jurídica por Santos de Sousa.
derechos humanos, y la falta de la ley secundaria; el mundo occidental tiene
dificultades para reconocer y respetar la aplicación de la justicia indígena.
Jane F. Collier al referirse a la realidad mexicana dice una verdad para
la percepción de la justicia ordinaria a la indígena de nuestro país: “...
funcionarios mestizos tienen una imagen distorsionada de la justicia
indígena. Parecen imaginar que la justicia indígena funciona en forma
similar al derecho occidental. Aparentemente parten del supuesto implícito
de que el orden social sólo puede existir si hay normas cuyo cumplimiento
es garantizado por personas con suficiente autoridad para castigar a quienes
las violen”.
4
Aquí se alega fundamentalmente que la Constitución y más leyes vigentes,
son incompatibles con los usos y costumbres de las comunidades indígenas;
por tanto el derecho indígena es constitucionalmente inaplicable, tanto más si
no existe una ley que lo regule.
Cierto que como dice el Inc. 4 del Art. 191 de la Constitución Política, es
necesario contar con un sistema de coordinación entre las dos jurisdicciones;
más esto
se enmaraña en complejidades conceptuales, metodológicas e
instrumentales que la vigencia del pluralismo jurídico representa para el
Ecuador; más la complejidad no debe conducir a soslayarla, ni su falta a
negar la vigencia de la otra justicia.
El límite constitucional al ejercicio de la potestad de administrar justicia de
los pueblos indígenas, no puede ser otro que la observancia de los demás
derechos y valores fundamentales que la Constitución también los protege.
Cuando el conflicto en una situación concreto demande, se debe balancear
los valores y derechos en
conflictos, y
optar dentro de la lógica
constitucional, por salvar el mayor los valores en conflicto. El caso Tuntaim
abre el camino para un nuevo proceso social y jurídico en el Ecuador.
4
Collier, Jane F. “Cambio y Continuidad en los procesos legales zinacantecos” en María Teresa
Sierra Haciendo Justicia: interlegalidad, Derecho y género en regiones indígenas, CIESAS-Porrurá,
México, 2004 Pág. 96-97.
2.2.-
VALORES
Y
PRINCIPIOS
EN
CONFLICTO,
Y
LA
PREVALENCIA DE LOS MISMOS EN EL CASO TUNTAIM
En este caso el actor, Dionisio Atamaint, al plantear el recurso de amparo
dice que la justicia ordinaria lo liberó de responsabilidad penal en el hecho
imputado (asesinato a Luis Atamaint), y que la resolución de las autoridades
indígenas, violando todo precepto legal, lesiona varios de sus derechos
civiles como: la honra, intimidad personal, libre tránsito, derecho a escoger el
domicilio y el derecho a la propiedad. Por ello recurre a la justicia
constitucional para que se suspenda la resolución atentatoria a sus derechos.
La justicia constitucional en su resolución de segundo nivel, en concreto
reconoce la potestad jurisdiccional de la Federación Shuar. De su lectura
profunda, filtra el reconocimiento y tutela del derecho colectivo de los
pueblos indígenas
a conservar y desarrollar formas tradicionales de
convivencia, organización, generación y ejercicio de la autoridad; así como
reconoce y respeta la potestad constitucional de las autoridades indígenas
para ejercer funciones de justicia con efecto vinculante, sin más limitaciones
que el señalado en el Art. 191 inciso final de la Constitución Política de la
República.
Los derechos individuales alegados en el amparo no están sobre los derechos
colectivos de los shuar tutelados por su organización. En otras palabras, en el
presente caso; la jurisdicción indígena no trastocó los mínimos universales
protegidos por el Estado nacional y derecho internacional, por tanto el
Tribunal Constitucional hizo bien en respetarla y marcar el primer hito
jurisdiccional.
CONCLUSIONES
El estudio de los conflictos interétnicos a partir del expediente judicial,
revelan a un Estado excluyente, cuya herramienta coercitiva es su justicia.
Pero los pueblos indígenas resisten y a partir de las dos últimas décadas
demandan el reconocimiento de derechos como grupos diferenciados. El
Estado coherente con la presión social y
obligaciones contraídas en el
ámbito internacional; en l998 inaugura un nuevo escenario jurídico.
Pese a que han transcurrido seis años de la reforma jurídica, a la jurisdicción
indígena se lo reniega bajo múltiples justificaciones; a esto contribuye la falta
de protagonismo de las autoridades de los pueblos indígenas en reclamar
competencia. En este proceso se abre un nuevo camino a partir del caso
Tuntaim; el camino del reconocimiento y de la tutela jurídica de la justicia
indígena.
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