LA NAVIDAD Y LOS NIÑOS Había una vez un niño que se llamaba Carlos y una niña que se llamaba Sara. Faltaba poco para la Navidad y a Carlos y a Sara les encantaba. Carlos era muy desobediente, en cambio Sara siempre se portaba bien, era amable, cariñosa y compartía todo lo que tenía. Sara siempre le decía a Carlos que se portara bien porque estaba a punto de llegar la Navidad y si se portaba mal Papá Noel no le traería regalos, pero Carlos decía que aunque se portara mal Papá Noel se los traería. Llegó el 24 de diciembre, la noche que venía Papá Noel, entonces los dos se acostaron en la cama haciéndose los dormidos porque querían ver a Papá Noel, pero se quedaron dormidos. Cuando amaneció Sara y Carlos se levantaron a ver los regalos. Carlos tenía regalos pero en cambio Sara tenía carbón. Al ver que Carlos tenía regalos y ella tenía carbón se puso muy triste. Carlos estaba muy contento y feliz por sus regalos pero a la vez triste por su hermana Sara. Sara se pasaba el día diciendo: ¿cómo ha podido pasar? Papá Noel se había liado, es imposible que a ti, Carlos, te haya traído regalos portándote tan mal y a mí, que me porto muy bien me ha traído carbón. Carlos le dijo que no era imposible porque en esta casa había pasado. Su madre arregló todo, los regalos eran de Sara y el carbón de Carlos. Entonces Carlos se dio cuenta de que Sara tenía razón, así que todo los años Carlos se portaba bien y Papá Noel le traía regalos y a Sara también, y así fue todos los años igual.