TRISTEZA Y LLANTO EN LA ZONA DE JEREZ, LAS MISIONERAS CLARETIANAS SE DESPIDEN FERNANDO ANGUÍANO T. Después de 17 años de estar establecidas en León Guanajuato, la noticia causa impacto, sobre todo a la colonia Cerrito de Jerez, esta congregación religiosa cierra su casa en esta ciudad, para ser reubicadas en otra sede. Las religiosas llegaron por invitación del entonces Obispo de León, Don Rafael García González, que conoció de su misión en la Ciudad de Tabasco, de donde era originario. Ellas llegaron a León un 15 de agosto de 1993, y se les asignó una casa anexa al templo de la Santa Cruz, hoy parroquia, en el Cerrito de Jerez, una colonia de gente sencilla que las acogió desde entonces con mucho cariño. Desde allí su predicación de la Palabra de Dios se extendió a todo el territorio de la zona de Jerez, que pertenecía a la parroquia de el Señor de la Ascensión, congregación religiosa, fundada en 1855 por San Antonio María Claret y María Antonia París (de allí su nombre) tiene una muy importante presencia en cuatro continentes, con misioneros de diferentes nacionalidades, cuyo lema es “llevar el evangelio a toda creatura”. SE GANÓ CON CRECES EL CARIÑO DE LA GENTE DE ESTA ZONA DE JEREZ. En aquel ya lejano año de 1993, llegaron a León dos religiosas españolas, Madre Alicia e Inmaculada, y dos de Tabasco, Madre Betti y madre “Toli”, como se le conoce, que por cierto le tocó la alegría de abrir y ahora cerrar con tristeza este ciclo de vida misionera en León Guanajuato. LAS CAUSAS DE SU RETIRO El escueto y sorpresivo anunció que han externado las tres religiosas que hay actualmente, es de que han recibido notificación de su casa sede, con residencia en la región sur de España, de hacer los trámites de notificación y agradecimiento a la Diócesis de León para que luego puedan ser reasignadas en otras comunidades, donde consideran que está haciendo más falta el anuncio del evangelio y ante la escases de mujeres consagradas. La noticia ya se dio en todas las misas en la parroquia de la exaltación de la Santa Cruz, y la verdad que dejó consternada a toda la comunidad, que ya estaba plenamente identificada con ellas, pues representaban un valioso apoyo para el Padre Luis Alberto Navarro, coordinando todas las actividades litúrgicas, además en la atención y seguimiento en la formación de los diferentes apostolados y grupos de coros con que se cuenta en ese territorio parroquial. Las despedirán como se merecen A propuesta del padre Luis Alberto, se ha tomado el acuerdo de mandar hacer un nicho donde se coloque la imagen de san Antonio María Claret y una placa que deje testimonio perpetuo de la presencia de las misioneras claretianas en dicho lugar. SE PREPARA SU DESPEDIDA Para cerrar con broche de oro, se comienza a preparar una semana misionera, donde sin duda se profundizará sobre los frutos que deja el trabajo de estas religiosas. Dicha jornada se programo para el 19 y concluir el domingo 25 de julio con misa de acción de gracias a las 19:00 horas, esperándose una gran asistencia, tanto del cerrito como de las colonias aledañas a esa zona. La enorme estimación que se ganaron a pulso las misioneras claretianas. Así pues, bastante trabajo les espera a ambas partes, a las religiosas por preparar su último programa evangélico y a los feligreses para preparar esa despedida multitudinaria, que sin duda despertará toda clase de sentimientos. EN BREVE….QUIÉNES SON ELLAS Son tres religiosas de la congregación claretiana las que actualmente estaban asignadas aquí en nuestra ciudad. La Madre Bartola Ballesteros García, mejor conocida como “Toli”, originaria de Tabasco, quien llegó entre las primeras religiosas y en su primer temporada duró cinco años aquí en león, posteriormente fue llamada a servir en la ciudad de México, y regresa a León en 2005 hasta la fecha, curiosamente a ella le ha tocado vivir las dos experiencias, de llegada y partida. La Madre Diana Cristel Vázquez Cornelio, la más joven, originaria también de Tabasco quién llegó a León hace tres años, siendo este su primer campo misionero La Madre Sofía Pérez Santiago, originaria de las mesas, Oaxaca, muy joven también, con dos estancias, llegó la primera vez en julio del 2003, luego es enviada al DF, donde duró dos años, hace allí sus votos perpetuos y regresa a León apenas en septiembre del 2009. Su trabajo con los jóvenes fue muy motivador. Las tres religiosas, al igual que todas las que les antecedieron, se han ganado por su carisma, alegría y sencillez el cariño y aprecio de muchas personas, de todas las edades, que sin duda estarán allí para despedirlas y poderles decir.