DOSSIER DE PRENSA 300 anécdotas taurinas Historias de la otra cara del toreo Lucas Pérez Prólogo de Zabala de la Serna La historia del toreo se escribe en torno a lo que sucede cada tarde en el ruedo. Toro y torero brindan un espectáculo único donde la gloria y el drama pasean de la mano nada más romperse el paseíllo. Un escenario real con la verdad por delante y donde la emoción se erige como principal protagonista. Pero la tauromaquia va más allá y la Fiesta no sería fiesta sin multitud de elementos que giran a su alrededor. Y entre ellos, quizás el más morboso se halla al adentrarse en el lado más íntimo y, a la vez, el más extrovertido de los matadores. Curiosidades, coincidencias, aventuras rocambolescas, situaciones embarazosas, manías, rarezas, secretos... Multitud de dimes y diretes e historias de mentideros que alimentan la leyenda de los héroes vestidos de luces. Son las anécdotas taurinas. Muchas se han escrito y muchas quedan por escribir. Las páginas de este libro recogen 300 de ellas, pertenecientes a la época moderna del toreo. «El mareo de Paula», «Así me ligué a Samantha Fox», «El control de alcoholemia a El Fundi», «La primera oreja del siglo XXI», «El día que Cayetano conoció a José Tomás» o «Morante puntillero». Son un pequeño ejemplo de las intrahistorias que cada día, ya sea en una plaza, en el campo, en los hoteles o en carretera, genera el mundo del toro. Un universo tan serio como la seriedad y la importancia de la propia anécdota. FICHA TÉCNICA Título: 300 anécdotas taurinas Subtítulo: Historias de la otra cara del toreo Autor: Lucas Pérez Prólogo de Zabala de la Serna Colección: Actualidad Páginas: 404 Precio: 20 € Fecha de publicación: 14/05/2013 Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 1 DOSSIER DE PRENSA PRÓLOGO: LA SERIEDAD DE LA ANÉCDOTA «La anécdota en el toreo es algo muy serio. Antonio Díaz Cañabate, escritor castizo de rasgos fruncidos y casposa apariencia, elevó la anécdota a categoría de crónica y la dotó de literatura. Tertulia de anécdotas condensa pequeños y no tan pequeños cuentos, una ronda de historias que también se citan en Historia de una taberna o Sainetes y sainetillos del planeta de los toros. El Caña acuñó lo de planeta de los toros para englobar un mundo diferente cañí de indudable atractivo para dandis y marquesas, pensadores y literatos, que estaba en la calle pero no siempre visible a los ojos de la ciudadanía. Incluso cuando los lazos entre la sociedad de los cincuenta y los sesenta y el toreo se estrechaban de modo inseparable. Pan y toros; fútbol, teatro y toros. Pero siempre toros de una manera presencial. Díaz Cañabate trazaba la crítica taurina desde la anécdota, desde el personal del tendido, la abuela y la niña que acuden a ver a Manuel Benítez El Cordobés, el madrileño chulapo de ronca voz, el ganadero señor y el chufla que se acoda en la barra de caoba y zinc de la taberna de chatos. A Paco Camino le endosó aquello de la mandanga, la desgana, el pasotismo. Y a Camino, Séneca de Camas cuando abandonó la piel de Niño Sabio, le tocaba los costados la gracieta, porque caló en la masa cuando aún se leían periódicos y mayormente el ABC. Inolvidable por cierto el discurso de Esperanza Aguirre, en su homenaje de 2010 en Las Ventas, que de tanto querer ser cercana y familiar por inspiración del escribano de turno terminó llamando Curro a Paco ante el asombro de todos, cuando Curro de Camas solo ha habido uno y atendía por Romero, cuando en la mente de los dos maestros cameros pervivía y pervive una íntima, y solo íntima, rivalidad… Camino resolvió con los años acabar con la coña de la mandanga de Cañabate delante del magnífico periodista venezolano Víctor José López El Vito: «Prefiero que digan que no quiero a que no puedo». Suele ser la anécdota definitiva y definitoria como el pincel hiperrealista de Antonio López. Cuando Rafael El Gallo, tieso como una regla, se encendía el veguero con los billetes de peseta que Juan Belmonte le prestaba en la tertulia sevillana de Los Corales, se definía más que con la espantá que pasó a la historia y eclipsó toda la imaginería creativa y artística del hermano de José el de Gelves, Gallito para la inmortalidad en Talavera, Joselito en la memoria histórica popular. Rafael, genuino Gallo, en la calle y en la plaza, de indisociable personalidad. Fuentes de anécdotas se hallan en el planeta de los toros dentro y fuera de los ruedos, entre barreras y en los hoteles de toreros, en los salones del Astoria de Valencia, el Colón de Sevilla, el Wellington de Madrid; en los viajes a América como paraíso a conquistar; en el campo bravo y las dehesas de encinas, en Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 2 DOSSIER DE PRENSA tentaderos y postentaderos; en los momentos más angustiosos previos al paseíllo y en los más liberadores arrastrado el último de la tarde; en entrenamientos, concentraciones, copas y madrugadas; en las caderas de una guitarra o el fondo apurado del cristal. ¿Se han contado todas ya para pasar página a la modernidad? Ni se sabe ni se sabrá, pero pulir se ha pulido el anecdotario taurino en múltiples ediciones como la plata vieja con Sidol. De ahí el enorme mérito de Lucas Pérez, que ejerce de zahorí para encontrar nuevos pozos y yacimientos de lo que no está escrito, ni siquiera esbozado en la tradición oral cuando el tiempo ha barrido como hojarasca personajes como Miguel Criado Barragán El Potra, hijo de legítimo matrimonio como solía presentarse hasta su crepúsculo: falsamente se había corrido la leyenda de que era hijo natural de Juan Belmonte, su padrino de pila y protector de juventud. El Potra, báculo coetáneo de don Álvaro Domecq ―ambos nacidos en 1917―, sabio de las hechuras del toro y catador de la bravura, espíritu de Sevilla, veedor del sur para Madrid y alma de Pamplona, contaba con orgullo la primera vez que le llamaron de usted. Fue su propio padrino una tarde en que el ahijado ejercía de mozo de espadas y se le ocurrió aconsejar al Pasmo de Triana con osadía púber desde el callejón que cogiese la mano izquierda: «Miguel, vaya usted a la mierda», le soltó Belmonte. «Hasta entonces nadie me había llamado de usted», concluía el cuento El Potra, ya octagenario en aquellas sobremesas sanfermineras de Rodero en las que una tarde, a la hora del café, blandió su partida de bautismo: «Miguel Criado Barragán, hijo de…». ¡Legítimo matrimonio! Lucas hace mención en esta obra al toro Velador de Victorino Martín, el único toro indultado en la historia de la Monumental de Las Ventas. El Potra también andaba de por medio entonces. Como el viejo Vicente Zabala, encargado de organizar aquella Corrida de la Prensa del 19 de julio de 1982, alma máter de la tribuna taurina de ABC desde 1972 hasta su muerte con las botas puestas en 1995. A la postre sería la última Corrida de la Prensa bajo su responsabilidad, pues tras el éxito supo decir adiós a los desvelos con la gloria en la mano. Presidía el centenario festejo doña María de las Mercedes, en el palco regio, sentada y escoltada por Luis María Anson, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, y el propio cronista abecedario. Por increíble que parezca en la actualidad, se colgó el cartel de «no hay billetes» en mitad del verano con una campaña de publicidad «sin precedentes» en la época de internet apagado y una sola cadena de televisión: una cuadrilla de mozos, entre los que nos encontramos mi hermano y yo, se dedicó a empapelar la ciudad, literalmente, con carteles murales, de mano y octavillas en las que el toro de Miura desafiaba al toro de Victorino y el de Victorino al de Hernández-Pla y así sucesivamente. En la terna, profesional pero modesta ―Manolo Cortés y José Antonio Campuzano, los toreros de los hermanos Miguel y Rafaelito Ríos Mozo, y Ortega Cano― en el 82 del rosa reventón socialista y el Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 3 DOSSIER DE PRENSA naranja de la mascota de los Mundiales, no se anunciaban figuras de tirón ni por asomo; buenos toreros, sí. José Ortega Cano aún no había eclosionado en el escalafón y andaba más cerca de ponerle una frutería a su madre en San Sebastián de los Reyes que de comprarse Yerbabuena. Pero no es este el eje de la historia, sino doña María de las Mercedes, madre de su majestad el rey don Juan Carlos I. Una vez indultado Velador en la muleta de Ortega Cano, se negó en rotundo a volver a los corrales. El imán berrendo y envolvente de los cabestros fracasaba una y otra vez. No había modo. Pasó una hora y nada. Las luces de la Monumental se apagaron y únicamente quedó encendida la bombilla de los chiqueros como anzuelo para el bravo victorino. Ni por esas. Se le echó un valiente perrillo ladrador que también volvió con las orejas gachas por donde había salido. Hora y media. Mientras, en el palco real, la condesa de Barcelona no se movía ni para beber agua. Anson y Zabala estaban de los nervios y al tanto de todas las operaciones que se emprendían, entre ellas la orden de traer desde el Zoo de la Casa de Campo un rifle veterinario para anestesiar a Velador como si fuera un león. Entre las opciones comenzó a cobrar fuerza la posibilidad de acabar en el ruedo con la vida perdonada del toro. Doña María de las Mercedes se opuso tajante y radicalmente a pesar de que ya se cumplían dos horas de desafío en la arena. Aquella Corrida de la Prensa duró cuatro horas, cuatro, que se dice pronto. La Historia dirá que Velador se ganó la vida en brava batalla en el ruedo. O que Ortega Cano indultó a Velador. A fecha de 2013 se titularía así en los medios: «Ortega indulta un victorino». Mas la intrahistoria fiel y veraz cuenta que fue la reina que jamás reinó quien salvó de la muerte a Velador. Curtida la paciencia en el exilio, defendió hasta el final la libertad ganada en la arena de los gladiadores de la época moderna. Hasta que Velador se aburrió durante ciento veinte minutos de ver a 24.000 personas ―ni un alma abandonó la plaza―y regresó a los corrales para sanar y padrear luego en la dehesa extremeña como semental de Victorino Martín, que engrandeció todavía más su leyenda un mes y pico después de la inolvidada Corrida del Siglo con Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y Palomar, todos a hombros por la Puerta Grande. De anécdotas vive el toreo. Anécdotas que transcienden su propia categoría para adoquinarse en los serios muros del edificio histórico de la tauromaquia que sigue vigente y viva, chispeante y en ebullición. Lucas Pérez ha olfateado con instinto de periodista/sabueso el rastro de aquellas pequeñas cosas que nos definen y que han hecho del planeta de los toros un universo inabarcable que se enmarca y se expande, se encuaderna y libera, un poco más en las páginas que nos siguen y en las que nos quedan por escribir. Al fin y al cabo somos el tiempo que nos queda. Zabala de la Serna Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 4 DOSSIER DE PRENSA LAS 300 ANÉCDOTAS TAURINAS El «saque» de Canorea El mareo «¡Quieto o te atravieso!» Velador estaba condenado «Suerte y cuídate, Paco»: las últimas horas de Paquirri Sobresaliente a la baja Manolo Chopera «se apunta» a la de Buendía Un serrucho y una vida La picardía del abuelo Leandro El paquete de El Soro Una sustitución maldita Manolo, el espontáneo Una alternativa accidentada ¿Ficción o realidad? Una alternativa singular La alternativa, un Rolex y el préstamo de Lozano El brindis a Marcial Lalanda Ponce al cuadrado La suerte de Víctor Mendes Nada de olivos El león Manolo de los Esplá El doble de Manolo Escobar Manuel Carrasco Manolillo, tan fiel como despistado Con la higuera de testigo Haciendo la luna «¡Corten!, que lo ha matao» Hombre al suelo Un poema para Juncal Correríos y el torero equivocado Una vaca en el aeródromo El beso poderoso de Camino Una fan fetichista Sin trastos a torear El Choni «delincuente» El traje roto Así me ligué a Samantha Fox Castigo y respuesta Victorino recomendó a Ponce El Formidable El inglés «fluido» de El Litri El debut sin caballos de José Tomás Los celos de César Rincón ¿Negro o colorao? Nunca más El torero milagro Un acuerdo en el retrete Rincón, doble o nada La estrategia de Luis Álvarez El afilador La «armadura» de Rafael Camino ¿El número uno? Paco Ojeda y los «pensamientos» La carrera del doctor Vila ¿Toreros banderilleros o terna de pilotos? La «bomba» acuática Los Padilla, gallos de pelea «La historia se repite» Pepín Jiménez, en vespa y de luces Una de rejones Diez motos diez Victorino, «el visionario» de José Tomás Ojeda, modista por un día Reaparición imprevista El Juli y sus vestidos Currupipi Mix El traje amarillo de Jesulín Debut en la cárcel «No me busquen en Coruche» La previa de Clarín Doblete accidentado «¡Que está cojo, coño!» Va por ellas Colmenar: del éxito al escándalo presidencial Rivera bueno, Rivera mejor Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 5 DOSSIER DE PRENSA Cincuenta y tres pasos valen la pena Los tres pases de Pepe Un «comepipas» con madera de Chirac y «sus bombitas Padilla, Balañá y Cristina Sánchez y el El machismo La caricia de Curro Romero Dos toros a la vez El vestido de Emilio Muñoz Curro Romero, torero «ruinoso» El papa del toreo La locura de Benítez Una portagayola inolvidable El cantante La primera portagayola de Morante Manolo Mejía, hola y adiós El peluquín de El Estudiante Milagro en la feria Finito asusta a Padilla El Cordobés y las avionetas El peor toro, el del Imserso El Fandi, un tipo «normal» Morante, caprichoso con la edad Y Juncal llegó a Madrid Toreo a campo (de fútbol) abierto El terrorismo empaña la Fiesta Demi Moore y los toreros Joselito, Ponce y la hipocresía Arrigo Sacchi se rinde a José Tomás Un torero a medias Al médico no se le torea «¿Este autobús me lleva a la plaza?» Un accidente inoportuno Curro y la creación del mundo Joselito, Ponce y José Tomás El saludo versallesco de El Cordobés Esplá, provocador, del brazo de la Guardia Civil La venganza de Gonzalito Con su permiso, señor capitán La lluvia adorada El matrimonio salvador Como tomando el sol «Luis Miguel, ¡dale sitio!» El Califa, el blanco y el 23 «Si te mira, te coge» Un olvido imperdonable Rafael de Julia, fiel librero La primera oreja del siglo XXI Del ordenador a la realidad La discoteca móvil El Juli le «roba» a El Califa Una dura confirmación Mil kilómetros de distancia «Usted no ha visto nada» José Tomás, como Indurain Pepe Luis, sesenta años después El mozo de espadas cum laude El maestro enano De multa, una muleta El control de alcoholemia a El La Guardia Civil El 13, buena suerte La hermosa historia del vestido blanco y plata Diálogo con Ojos Bellos El Fandi y la lavadora A Paula le entra hambre Las corbatas de Morante y El Juli Serafín y la «maldición» del pie izquierdo Una tarde, dos vestidos ¿Dónde está mi hamburguesa? Fernando Cruz y el «Adolfo» equivocado Premio a la elegancia Abellán, al calabozo Da Silva, el salvavidas El pique Fandi-Ferrera Andando a la plaza América y sus bromas Cochicho, el ladrón de televisiones Perera y el presidente de Valencia Cada uno lo suyo El frasco de colonia Apagón y Sin chavalas, no hay contratos El humilde perdón de Cayetano El brindis «robado» Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 6 DOSSIER DE PRENSA Unidos por las cornadas El día que Cayetano conoce a José Tomás Novilleros «exprés» Cornada al torero y al apoderado «El gurú» Los botones del abrigo El espectro ¿Toreros o mujeres? Una carrera… y a la carrera Entrenamiento de madrugada No sin mi capilla Unos espaguetis indigestos «Un velero llamado libertad» Orejas y «entidad ¿Dónde está Fandiño? La última de Miura en Madrid De carnicero a novillero por un día Los ratones de Espartaco ¡Todos al ruedo! Los testículos en la bandeja La policía, a tiro limpio El paseíllo de rodillas Sebastián «enigma» Castella Muy apretados La primera (y última) Puerta del Príncipe de Manzanares Sobresaliente de otra Una torera entre Un tercero en castellanos El mozo que aún respira Un susto de altura El verde del indulto Sin ropa interior 12.000 euros en libros de Manolete El «brindis» de Joaquín Sabina a Encabo Una caída oportuna El vuelo de Pajarito Los Esplá, Utiel y «las zapatillas» La vaca «blandita» de Cuadri Morante, genio y figura El final del «a convenir» La lección del maestro El brindis a las prostitutas De a los toros en la Harley a los «monos» de feria El capote de José Tomás Un robo (casi) completo Joselito, el honrado José Tomás, como Manolete Con corbata, no, gracias Miedo en las alturas El Pana se hace esperar La falta de costumbre Morante, el número uno Caldo y jamón Llamada y cornada La locura de Fandiño Sin gasolina tras los «Cuadris» Los nervios, una mala pasada Pasarela y confirmación La sesión de Morante para Marie Claire De charro y con los pantalones por los tobillos Un puro en el paseíllo Perera, Castella y el «gilipollas» José Tomás, generoso con Adrián J. T. no brinda al rey El ciervo de la carretera «Acelera, que nos echan la de Escolar El «veto» de Cayetano Medallas de ida y vuelta ¿Dónde están las llaves? Un parto sonoro Pelea millonaria Adiós como pamplonica Dólares y peleas Primero los karts y luego, José Tomás En honor a Paquirri El lado oculto e íntimo de Cayetano Cayetano enseña a Adrien Brody En el mismo sitio, a la misma hora... Esplá Junior El rapto de un torero Talavante «ordeña la vaca» Castella y Manolete Fútbol, toros y bronca La patrona salvadora Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 7 DOSSIER DE PRENSA La vaca bañista Encerrona… en la enfermería Toreando a un búfalo Chenel, empapado La multa y la garrapata El torero antitaurino Al calabozo, «por falta de huevos» Tierra, trágame El maletín misterioso Luque deja mudo a Marca Morante y la silla de Nimes Calamaro rechaza ser «progre» El primer «torero» Curro Díaz y la comodidad Un torero con barretina Arrojado y Lama de Góngora La disputa «benéfica» La «patria» por muleta Su mujer en la coleta José Tomás, igual en público que a «puerta cerrada Bendito atasco Padilla vuelve a la vida «¡Morante, más alegría!» El helicóptero de El Cid ¿Dónde están las llaves? II Un rioja y oro destrozado La resurrección del último traje de José Tomás La huida de Rivera Ordóñez Un ojo de la cara El «capote obediente» de José Tomás El fundón perdido de Morante La corná de Rafael de Paula a su hijo Pepe Luis y el traje «del adiós» de una vitrina Manzanares, dos veces no a Sevilla Una boda accidentada Sharon Stone le pone en su sitio Una tradición rota Morante, tentadero en Miura Las gafas de Morante Padilla, en igualdad de condiciones El capote de la suerte Jiménez Fortes y el brasero La boda de la hermana de Sergio Ramos El conde toreador Fandiño, más difícil todavía La plaza móvil La incursión taurina de la novia de CR7 El matador más joven Chófer por un día Canito, genio centenario La donación in extremis Talavante rechaza un rabo Sergio Ramos y el toro de José Tomás Morante, puntillero Tarde, pero a tiempo El mejor quite de Vicente Barrera Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 8 DOSSIER DE PRENSA EL AUTOR Lucas Pérez nació en Madrid en marzo de 1978. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, la tradición familiar por la tauromaquia le hizo vivir muy de cerca el ambiente taurino en una tierra ganadera como la de Colmenar Viejo, donde reside. Tanto, que centró en la Fiesta toda su actividad profesional. Primero como fotógrafo del torero Jesús Millán, al que siguió de 1996 a 2001, momento en que entra a formar parte del equipo de redacción del portal líder de información taurina www.mundotoro.com. Allí permanece hasta 2004, cuando pasa a la sección de Toros del diario El Mundo a las órdenes del crítico Javier Villán y colaborando con otras secciones como Cultura, M2 y Deportes. Desde 2010 y hasta la actualidad forma parte de la plantilla del periódico como redactor de Cultura/Toros, teniendo como maestros a Manuel Llorente y Zabala de la Serna respectivamente. La sección taurina de este periódico ha sido reconocida en dos ocasiones por la empresa Taurodelta a la Mejor Información de la Feria de San Isidro y ha recibido dos Premios Cossío de la Real Federación Taurina de España por la mejor información de la temporada. En 2011 hizo su debut literario en esta editorial con la biografía Manzanares. Heredero de leyenda. 352 págs. | 19.50 € Más información: Dpto. Comunicación | Mercedes Pacheco | [email protected] Avda. Alfonso XIII, 1 Bajo. 28002 Madrid | Tel. 91 296 02 00 9