PROMETO (parte 8) PROMETO: Bendecir a mis hijos Intr. Es nuestro lugar tomar la iniciativa con nuestros hijos; debemos ser ejemplo del varón valiente de Dios, para nuestros hijos y para los niños y jóvenes de la iglesia PROMETO: bendecir a mis hijos y enseñarles a amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas. I. El Desafío A. ¿Tus hijos saben y entiendan que es lo que tu esperas de ellos? ¿Cómo deben actuar, vivir; tener en su corazón? B. El desafío de cada padre es aprender como enseñar a sus hijos vivir y caminar en y con Dios. C. Muchos padres tienen niveles muy bajos de expectativa al definir el éxito de sus hijos. Unos se conforman con que no arruinen su vida (drogas, alcohol) Otros solo esperan que terminan bien la escuela y consiguen un buen empleo. Aunque esto es noble y necesario no da fruto completo en los ojos de Dios. D. Pregúntate lo siguiente; ¿Cómo debe verse el éxito para mis hijos? ¿Qué tipo de mujer o hombres deseas que sea tu hijo(a)? ¿Ellos los saben, hay una visión para ellos? E. Nuestro papel como padres es enseñar a nuestros hijos, bendecirlos, pero no solo esto, tratar de poner la visión de Dios en sus mentes; y más allá en su corazón. II. La Promesa A. Dios ha desafiado cada padre con esas palabras, (Deut. 6:6-7) “Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón, 7 y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.” B. Dos cosas que tenemos destacar: 1. Que la Palabra de Dios debe estar “sobre su corazón” 2. Instruir a tus hijos para que amen a Dios (esto ocurre en la relación que tengas con ellos) C. Recuerda los niños hacen y desarrollan lo que ven; ser ejemplo de lo que deseas para tus hijos. III. El Corazón A. Las estadísticas muestran que estamos perdiendo la siguiente generación de la iglesia. 90% de los niños nacidos en casas cristianas rechazan la verdad Bíblica que sus padres abrazan. Citado de Josh McDowell: “Puedes explicar la verdad a la perfección. No obstante, si tu hijo no cree en lo profundo de su corazón que su papá lo ama, no aceptará tu verdad.” B. TENEMOS que llegar al corazón de nuestros hijos, no importando el precio. ¡De que sirve dirigir ministerios, ser empresarios o grandes hombres de Dios si nuestros propios hijos no tienen la salvación! C. Jesús nos enseña el como y porque necesitamos una relación cercana con nuestros hijos. (Juan 5:19) “Entonces Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve que el Padre hace; porque todo lo que el Padre hace, eso mismo lo hace el Hijo.” El porque (Juan 5:20) “Y es que el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, para el asombro de ustedes.” D. ¿Te has ganado el corazón de tu hijo, o es asunto de la mamá? ¿Cuan seguros están tus hijos de haber ganado el tuyo? ¿Saben ellos que son importante y únicos para ti? IV. Como se pierde el corazón de tu hijo(a) A. Aquí hay áreas en donde fallamos como padres y en lugar de “bendecir” y animar a nuestros hijos hacemos lo contrario, perdemos su confianza y últimamente su corazón: 1. Ausencia: cuando no damos tiempo de calidad a ellos estamos diciendo que no son suficientemente importantes para nosotros. 2. El enojo: (Prov. 27:4) “La ira es cruel, y el furor es impetuoso, pero ante la envidia, ¿quién puede sostenerse?” 3. Disciplina Injusta: disciplina mayor por ofensa menor, o no creer en lo que dicen. 4. La critica severa: cuando hagan algo, criticas el detalle más mínimo; siempre buscando faltas en ellos y sus acciones 5. Falta de Compasión: ser demandante, exigir demasiado de ellos 6. Favoritismo: muestras algo especial hacia un hijo(a) que no muestras por el otro. 7. Hipocresía: 8. Lastimar y herir su madre: 9. Malentendidos: que dices algo o fue una mis-interpretación y crea en ellos falta de confianza. 10. Expectativas irreales: estrés o presión sobre ellos cumplir algo que por su edad no está en su alcance. V. Captando el corazón de un niño(a) A. No importa la edad de nuestros hijos, es tiempo de tomar una pausa, frenar y pasar más tiempo, intimo, con ellos. En las siguientes áreas puedes segurar que el corazón de tus hijos nunca se pierden. 1. Con tu atención - Tiempo de amor, tiempo de enseñanza, tiempo de juntar en intereses suyos. 2. Reafirmación: ¿Saben que están haciendo lo bueno? ¿O solo escuchan lo malo? 3. Afecto: ¿Sienta físicamente tu amor por ellos? ¿emocionalmente? ¿Espiritualmente? Conclusión: Desafío para Valientes: Conversa con tus hijos este mes; bendecirlos, decirlos cuanto los amas y lo orgulloso que estás de ellos. Se parte de sus vidas. (Prov. 23:26) “Hijo mío, entrégame tu corazón, y no apartes la mirada de mis caminos.” *fuentes: La Santa Biblia y La Resolución para Hombres