2.- Condiciones basales al inicio de TAR en la Cohorte chilena de SIDA La edad promedio de los pacientes enrolados en la Cohorte es de 37,2 años, con una mediana de 36,0 años y la distribución se concentra en grupos en edad media de la vida, con un 73,8% de la población en TAR entre los 25 y 45 años de edad al momento del inicio de la terapia (Figura 3). Figura 3: Distribución por edad al inicio de la TAR 1200 1000 800 Casos 600 400 200 0 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 64+ Edad Características inmunológicas, virológicas y clínicas al inicio de TAR A pesar que las Guías clínicas nacionales e internacionales indicaban iniciar TAR con recuentos CD4 de 200 células/mm3, y en la actualidad entre 350 y 500 CD4, en la práctica los pacientes iniciaron terapia con un deterioro mayor de su estado inmunológico como consecuencia principalmente del diagnóstico tardío de la infección por VIH. El 52,8% de los pacientes inició TAR con menos de 100 células/mm3, 28,4% con CD4 entre 100 y 200 células/mm3 y sólo el 18,8% con recuentos superiores. En los primeros años se observó una tendencia al inicio de TAR en mejores condiciones inmunológicas, con niveles promedio de CD4 que progresaron desde 85 a 130 células/mm3 entre 2001 y 2004 como consecuencia del alto número de pacientes que estaba a la espera de iniciar al momento del acceso ampliado, sin embargo esta tendencia se detiene a contar de ese año (Figura 4). La alta prevalencia de pacientes que se presentan tardíamente a tratamiento es consecuencia de la oferta insuficiente del test, tiene consecuencias negativas en los resultados de la TAR y, como se ha demostrado en la literatura, perpetúa la transmisión del VIH. Figura 4: Evolución de promedio y mediana de CD4 al inicio de la TAR 140 130,6 120 119,4 105,6 100 85,2 80 127 105 119,4 131,8 128 110,9 102 98 86 Promedio Mediana 60 45 40 20 0 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Año En forma concordante se observan altos niveles de Carga Viral al inicio de TAR en nuestros pacientes. La mediana de CV al inicio de TAR en la Cohorte es de 130.000 copias/ ml y el 53,4% de los pacientes lo hace con CV basal mayor de 100.000 copias/ml. El grado de avance de la infección y de deterioro inmunológico se traduce en que el 71,8% de los pacientes que han iniciado TAR en Chile entre 2001 y 2007 presente síntomas de enfermedad; un 45,6% de los pacientes comienza TAR en etapa C de SIDA clínico y un 26,2% se encuentra en etapa CDC B, lo que es de gran relevancia por el impacto negativo del inicio tardío en los resultados de la TAR. Sólo un 28,2% de los pacientes está asintomático al momento de iniciar la terapia. En el tiempo se observan ciertos avances en la condición clínica al inicio de TAR, desde un porcentaje mayor de 70% en etapa de SIDA en 2001 a un 40 o 50% de etapa C los años posteriores, explicado en gran parte por la acumulación de pacientes en espera de TAR al inicio del programa, sin embargo la cifra de 40 a 50% de SIDA clínico no se ha modificado en forma significativa en los últimos años (Figura 5). Figura 5: Evolución de la distribución por etapa clínica al inicio de la TAR 100% 90% 80% 70% 60% % C 50% B 40% A 30% 20% 10% 0% 2001 2002 2003 2004 Años 2005 2006 2007 La principal enfermedad que se observa como manifestación de SIDA clínico en nuestro país es la neumonía por Pneumocystis jiroveci que se presenta en el 41,9% de los pacientes en etapa C, aunque la mayoría de los casos no tiene confirmación microbiológica. Le siguen síndrome consuntivo en un 22,5% de los pacientes, candidiasis esofágica en un 18,4% y tuberculosis pulmonar y extrapulmonar, en un 14,9%, pero con una prevalencia en descenso. La incidencia de cáncer es más baja, con un 11,1% de los pacientes en etapa C con Sarcoma de Kaposi y un 2,7 % con Linfoma no Hodgkin, aunque este último muestra tendencia al aumento en el tiempo (Figura 6). Las complicaciones neurológicas del SIDA y las demás enfermedades de etapa C tienen prevalencias iguales o inferiores al 1% en el total de pacientes que inician TAR. Figura 6: Principales enfermedades y síndromes de etapa C 41,9 45 40 35 30 % 22,5 25 18,4 14,9 20 11,1 15 10 2,7 5 C O N S E C P P C TB C /T B E P K A S LN H 0 Comorbilidades y factores de riesgo cardiovascular Diversas infecciones latentes son evaluadas mediante serologías cuando los pacientes ingresan a control, tanto por su importancia. Clínica como por compartir vías de transmisión con la infección por VIH, por lo que es esperable una alta prevalencia en estos pacientes. El 8,3% de los pacientes de la Cohorte Chilena de SIDA son portadores crónicos de Virus Hepatitis B (VHB), en base a antígeno de superficie de VHB positivo, muy por sobre la prevalencia en población general que ha sido estimada en menos de 0,3%. La prevalencia de coinfección por Virus Hepatitis C (VHC) en pacientes VIH que inician TAR es más baja alcanzando el 3,5%. El 18,6% presenta positividad, activa o residual, de anticuerpos no treponémicos para Sífilis. También se registra una prevalencia elevada de infección latente por Toxoplasma gondii con un 35,7% de serología positiva. Cada vez adquiere mayor importancia la presencia de factores de riesgo cardiovascular en PVIH, por el impacto que tanto el virus mismo como la terapia tienen en la aterogénesis y la mayor sobrevida en TAR, factores que exponen a estos pacientes a eventos cardiovasculares. El 5,0% de los pacientes que inicia TAR tiene diagnóstico de hipertensión arterial, con un 8,7% de pacientes con presión arterial sistólica >140 mmHg y un 3,5% con presión diastólica >90 mmHg. La prevalencia de diabetes mellitus pre TAR es de 4,0% y un 5,8% de los pacientes presenta glicemia en ayunas por sobre los rangos normales antes del inicio de la terapia. Un 7,8% de los pacientes tiene niveles de colesterol superiores a 240 mg/ dL y el 57,1% tiene HDL en rango bajo (<40 mg/ dL). La mediana de colesterol en PVIH que inician TAR está por debajo de la de la población general; 160,7 mg/ dL contra 186,0 mg/ dL pero los niveles de colesterol HDL entre PVIH son también más bajos, resultados concordantes con lo reportado en países industrializados. En cambio los niveles de triglicéridos, factor independiente de riesgo cardiovascular, son más altos entre PVIH que en la población general; 168,4 mg/ dL contra 134,0 mg/ dL. El 11,7% de los casos tiene triglicéridos entre 250 y 400 mg/ dL y el 3,4% valores superiores a 400 mg/ dL (1,1% >750 mg/ dL (Figura 7). Figura 7: Niveles de lípidos en pacientes que inician TAR y en población general 200 175 186 168,4 160,7 150 134 125 100 75 43,6 50 44,6 25 0 Col total HDL Cohorte TG ENS