siete alumnos de la SIE verán publicados sus trabajos en la

Anuncio
PARTICIPACIÓN EN EL CONCURSO DE MICROFICCIÓN EN
ESPAÑOL “BREVÍSIMO”: 7 ALUMNOS PREMIADOS.
De nuevo, una experiencia “real” de creación literaria para los
alumnos de Troisième, Seconde y Première de la Sección Española
de Ferney Voltaire.
Durante los meses de enero y febrero de este curso escolar, las clases de
Lengua y Literatura españolas han dado cabida a un pequeño taller de
creación de microrrelatos. Para ello, se han estudiado los autores, los
temas, las características y los recursos más habituales de este tipo de
composiciones, fáciles en apariencia, pero difíciles en la realidad.
El objetivo final y motivador de este trabajo ha sido el de participar en un
concurso abierto a todos los apasionados de la literatura, jóvenes o adultos,
organizado por la librería Albatros y la Escuela Internacional de Ginebra.
Siete de nuestros alumnos han sido premiados y sus relatos aparecerán
publicados en un libro en formato papel, junto con el resto de
seleccionados.
A continuación, pueden leer los textos ganadores.
Un Regalo Del Extranjero
Una amiga me envió un regalo de la India. Cuando llegó, lo abrí para ver lo
que era y me encontré una enorme llave antigua. En la carta ponía que esta
llave hacía magia. La dejé en el salón y me fui a mi habitación a investigar
lo que hacía. De repente empecé a oír gritos, bajé para ver lo que pasaba y
me encontré a mi hermano y hermana peleándose con la llave en las
manos. De repente, la llave se puso muy caliente y empezaron a salir
chispas. Ocurrió algo extraño que no comprendí hasta que vi a mi hermano
comportarse como mi hermana y viceversa. Me quedé boquiabierta.
Jiana Aala, Troisième
Mátala
¡¡LA ODIABA!! ¡¡La odiaba tanto!! ¡¡La detestaba!! ¡¡La detestaba tanto!!
¡¡Por lo que sea!! ... ¡¡Le hubiese encantado matarla!! Pero no..., no, no,
no... Un asesinato a manos libres sería demasiado sospechoso. Tenía que
ser una muerte lenta. Y sin dejar ninguna pista. ¿¿Tal vez un veneno?? Era
la mejor solución y fue la que eligió. Solo moriría tras haberlo tragado siete
veces. Siete veces. Así fue que, después de charlar un rato, le vertía un
poco de veneno en cualquier bebida que luego le ofrecía. Charlar,
envenenar. Charlar, envenenar. Charlar, envenenar. Charlar, envenenar.
Charlar, envenenar. Se volvieron amigas y buenas compañeras. Pero ella
había bebido el veneno.
Sara Guijarro, Troisième
Un día.
Un día, un asesino a sueldo tuvo que matar a un hombre, pero no sabía
nada de él, ni conocía su cara. El hombre se paseaba por la noche por el
parque. El asesino en la oscuridad total, consiguió disparar y tocar su
rostro. Fue a recoger su cuerpo, pero no miró su cara, así era su ritual,
nunca mirar las caras de sus víctimas. Lo puso en el maletero de su coche y
se fue del parque. Cuando llamó a su hermano para anunciarle una gran
noticia, un zumbido sonó en el maletero.
Alex Villaret, Troisième
Armisticio de un maltrato
-Porque mi pistola ya no tiene palabras de plata para apaciguar tus fieras
manos con las que mueves los tanques por las calles de mi cuerpo, dejando
marcas que el tiempo no va a borrar. Porque cada vez que el timbre suena
junto a tu voz de agua ardiente, tengo que correr al refugio más cercano, y
esconderme en el baño ya no me protege de tus continuos bombardeos de
insultos. Por todo esto, nuestra guerra ha acabado…
En respuesta, sus manos rodean mi cuello, el gas se mueve lentamente, y
la cámara de mis pulmones se va llenando de muerte.
Guillermo Escribano Martín, Seconde
La bomba
La niñita corría y corría. Se divisaban a lo lejos unas ruinas, sobre un suelo
cubierto de cenizas. Con un cielo lleno de polvo arriba de su cabeza; con
disparos a su alrededor anunciando la victoria de unos, la muerte de otros;
corría y corría, hasta llegar frente a unos monstruos matadores sobre
ruedas. Hasta llegar ahí y lanzar al cielo un objeto poderoso, peligroso, y
que creará el caos.
Sarah Silah, Seconde
El pájaro de la verdad
Los misterios que esconden los relojes de cuco solo pueden ser descubiertos
por manos maestras, manos que sepan usar madera, que sepan girar
engranajes, manos que muevan el mundo. Son tres manos las que nos
controlan, cada una a su ritmo, de una forma simétrica.
Nunca miran para atrás, recorren el mismo camino infinitas veces, pero
cada vez más sabias y más viejas que nunca. Pero lo que las hace
majestuosas es que sus movimientos hacen salir al pájaro de la verdad. El
pájaro que marca la muerte.
Su verdad oculta es que el tiempo sigue corriendo, aunque él deje de salir.
Florine Marsoudet, Seconde
La mirada
Yo la miré a los ojos y vi el mar. Ella miró a los míos y vio el fondo.
Mateo PEÓN-SÁNCHEZ, Première
Descargar