Corazón del Corán LEX HIXON (Sheij Nur al Anwar al Jerrahi al Halveti) (1942-1995) Reconocimientos al libro Corazón del Corán “Gracias por lo que has hecho por la Tradición.” Huston Smith Autor de Religions of Man; Forgotten Truth: The Perennial Wisdom of Religious Tradition; y, Beyond the Post- Modern Mind. “En el Corazón del Corán, Lex Hixon nos cuenta sobre los cuatro ríos en el Paraíso: el de agua, el de leche, el de vino y el de miel. Leer los pasajes Coránicos que con tanto amor él ha seleccionado y preparado para el lector occidental, es como beber de esos ríos.” Elizabeth Lesser Co-fundadora del Omega Institute. “El Corazón del Corán es poesía pura, inspirada por el Sagrado Corán, como fue revelado por Al-láh a su Amado Profeta... Cada capítulo es una experiencia de gozo, y su selección e interpretación de los diferentes suras es única y brillante.” Mohammad T. Medhi Ph.D., Secretario General del National Council of Islamic Affairs 2 ÍNDICE GUÍA 9 PREFACIO 15 PRIMERA PARTE PENETRANDO EL ISLAM AVENTURAS ESPIRITUALES: SUEÑOS Y PEREGRINACIÓN La práctica del Islam 18 19 22 Con el profeta Mujámmad en el Paraíso 25 29 La peregrinación a Mecca y Medina LA VISIÓN CORÁNICA: VISIÓN DEL MUNDO DEL ISLAM La Creación 29 34 36 Al-láh el Más Alto El Sagrado Corán El drama de la Revelación La vida de amor y compasión 38 43 LA CANCIÓN DIVINA DE AL-LÁH: DENTRO DEL CORÁN 46 SEGUNDA PARTE MEDITACIONES SOBRE EL SAGRADO CORÁN EL CAMINO DIRECTO GUÍA VIVIENTE 52 52 LA FUENTE ORIGINAL (C. 1:1-7) (C. 2:1-7) 53 (C. 2:21-25) 3 EL MISTERIO DEL PROFETA ADÁN 53 (C. 2:28-39) 55 56 LA ESENCIA DEL ISLAM (C. 2:255-257) AMANTES DEL AMOR (C. 3:14-18) LA ORACIÓN DEL PROFETA MUJÁMMAD 57 (C. 3:26-27) LA VIDA DE JESÚS SEGÚN FUE REVELADA A MARÍA 59 60 57 EL CAMINO DEL PROFETA ABRAHAM EL COMPROMISO CON LA JUSTICIA (C. 4:116-125) (C. 4:131-135) LA NATURALEZA PROFÉTICA DE MUJÁMMAD 61 ABLUCIÓN 63 62 (C. 5:85-88) (C. 6:1-9) EL DOLOR DEL PROFETA MUJÁMMAD 65 LA HUMILDAD DEL PROFETA MUJÁMMAD JUICIO DIVINO 66 (C.6:33-34) 65 EL TRONO DE LA MANIFESTACIÓN 66 68 70 (C. 6:74-83) (C.7:54-56) LA ILUMINACIÓN DEL PROFETA MOISÉS AMIGOS DE AL-LÁH (C.6:48-50) (C. 6:59-62) LA ILUMINACIÓN DEL PROFETA ABRAHAM GUERRA SANTA (C. 4:163-166) (C. 5:49-52) 63 MILAGROS 61 (C. 5:7-8) TORÁ, EVANGELIO Y CORÁN CRISTIANOS 68 (C. 7:142-146) (C. 8:2-4) 70 (C. 8:2-4) EL BARCO MARAVILLOSO 69 (C. 10:22-23) 71 EL TERRIBLE DILUVIO 72 LOS ARROGANTES 72 (C. 10:24-25) EL SUEÑO MÍSTICO DEL PROFETA JOSÉ 73 LA LLUVIA DE VIDA (C. 10:71-73) (C.11:7-11) 74 74 (C. 12:1-6) LA TORMENTA DE AMOR (C. 13:12-15) PALABRAS DE VERDAD (C. 14:24-27) EL VERDE TAPIZ 75 EL LLAMADO A LA JUSTICIA DAR 77 (C. 3:45-55) (C. 15:16-25) 76 (C. 16:89-91) (C. 17:22-30) 4 78 ALABANZA (C. 17:43-44) LAS ORACIONES DIARIAS 78 (C. 17:78-81) 79 EL DESCENSO DEL SAGRADO CORÁN 79 PARAÍSO E INFIERNO (C. 17:105-110) (C. 18:27-31) 81 MOISÉS CONOCE A UN SABIO ITINERANTE 82 LA VISIÓN DE MARÍA DE LA ANUNCIACIÓN 83 (C. 18:32-44) EL PROFETA ABRAHAM ENSEÑA A SUS PARIENTES 85 (C. 19:41-50) LA PARÁBOLA DEL ORGULLO Y LA SUMISIÓN EL LLAMADO DEL PROFETA MOISÉS (C. 19:16-36) 86 (C. 20:9-39) 88 EL YO SOY INFINITO (C. 18:65-82) (C. 21:19-25) 89 89 LA CREACIÓN (C. 21:30-33) PEREGRINACIÓN (C. 22:26-29) EL LIBRO DE LA REALIDAD 90 LOS DESCUIDADOS 91 EL FIN DEL TIEMPO 92 LUZ 93 90 (C. 22:67-70) EL VIAJE INMENSO (C. 23:12-17) (C. 23:62-77) (23:101-115) (24:25) DESIERTO ABIERTO Y MAR OBSCURO PARÁBOLAS VIVIENTES SIERVOS DEL AMOR 94 94 (24:41-45) 95 (25: 63-76) EL PROFETA MOISÉS CONFRONTA AL FARAÓN 98 EL SANTUARIO SUBLIME 99 DÍA DE LA UNIÓN 100 TELARAÑAS 101 ¡POR SUPUESTO QUE NO! 96 (26:10-69) (27:60-66) (28:49-57) (29:2-9) (29:41-44) DEMOSTRACIONES DE PODER Y AMOR 102 103 AMANTES DE AL-LÁH 103 PURA PAZ 104 UNA VASTA ALMA EL ABRAZO AMOROSO DE AL-LÁH (24:39-40) (30:20-25) (31:26-28) (32:15-17) (33:41-44) 104 5 (34:34-37) SATÁN 105 RESURRECCIÓN (35:5-8) 105 (36:77-83) LA VICTORIA INSUPERABLE ARROGANCIA PRIMORDIAL EL CONTACTO CONSTANTE EL DÍA DE LA VERDAD LA ORACIÓN DE AMOR LOS ALIENADOS 106 107 108 108 109 (37:40-61) (38:71-85) (39:22-23) (39:67-70) (40:7-9) 110 (41:2-8) SEIS MISTERIOSOS DÍAS DE PODER 110 (41:9-12) EL CAMINO ÚNICO, DIRECTO Y UNIVERSAL 113 CREATIVIDAD DIVINA 113 114 CLARIDAD ARGUMENTO 114 LOS PADRES 115 NIVELES DE CONCIENCIA 116 TOMAR LA MANO 116 111 VOLVIENDO A CASA RECIÉN LLEGADOS AL ISLAM (42:51-53) (43:9-14) (44:2-8) (45:24-26) (46:15-16) (47:14-15) (48:10) 117 117 INFINITAMENTE MÁS 118 SANGRE DE VIDA LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL CUESTIONAMIENTOS (42:13-18) (49:14-18) (50:15-16) (50:31-35) 118 (51:15-23) 119 (52:29-43) EL LLAMADO Y LA ILUMINACIÓN DEL PROFETA MUJÁMMAD 121 121 PRESENCIA MAGNÍFICA (54:49-55) PRECIADÍSIMO AL-LÁH (55:46-61) PREGUNTÁNDOSE INTERNAMENTE TODO ESTÁ ESCRITO 122 123 CONOCIMIENTO TODO ABARCADOR AL-LÁH ES AL-LÁH 120 (56:63-80) (57:20-24) 124 124 (58:7) (59:21-24) EL SAGRADO LINAJE DEL PROFETA ABRAHAM 6 125 (60:4-7) (53:1-18) 126 (61:5-9) LA ORACIÓN DEL VIERNES 127 (62:9-11) (63:9-11) LA PRUEBA FINAL 127 PERMISO DIVINO 128 (64:11) RESPONSABILIDAD 128 (65:7) LA LUZ DEL ALMA 128 (66:8) EL REINO DE LA REALIDAD 129 (67:1-40 LA PLUMA SAGRADA 129 (68:1-6) LA VENA CENTRAL 130 (69:38-51) (70:1-7) ESCALERAS DE LUZ 130 ENSEÑANZAS DEL PROFETA NOÉ 131 (71:5-20) DESTINO 132 (72:25-28) (73:1-14) VIGILIA 132 REMEMBRANZA CONSTANTE 133 (74:49-56) MÁS CERCA QUE CERCA 134 (75:34-40) ALCANFOR Y JENGIBRE 134 (76:2-22) EL MOMENTO DE ILUMINACIÓN 135 (77:8-15) JARDINES ESPIRITUALES 136 (78:6-16) EL LLAMADO A LA TRANSFORMACIÓN 136 (79:6-14) ALIMENTO 137 (80:24-32) EMISARIO DE LUZ 137 (81:22-29) PROTECTORES ANGÉLICOS 138 (82:6-12) DESHONESTIDAD 138 (83:1-6) LUNA LLENA 139 (84:16-19) LA ILUMINACIÓN OCULTA DEL SAGRADO CORÁN 139 (85:17-22) LUCERO DEL ALBA 139 (86:1-4) LLUVIA PRIMAVERAL 140 (86:11-14) ENTRENAMIENTO PARA EL ALMA 140 (87:14-19) EL ESTADO DESPIERTO 140 (88:1-15) VUELTA A CASA 141 (89:27-30) LA VERDAD TRASCENDENTE 7 141 LA ARMONÍA DEL ALMA 141 EL TESORO DEL AMOR 142 TESTIGO AUTÉNTICO 142 DIFICULTAD Y FACILIDAD 143 HUMANIDAD 143 EL EMPINADO ASCENSO (90:8-17) (91:1-10) (92:14-21) (93:6-11) (94:1-8) (95:1-8) EL COMIENZO DEL CORÁN ÁRABE LA NOCHE DE PODER 144 LA RELIGIÓN DE LA VERDAD MADRE TIERRA 144 (97:1-5) 145 145 GRATITUD VERDADERA (96:1-5) (98:1-5) (99:1-8) 146 146 VERDADERO GOZO ESPIRITUAL 146 EL ATARDECER DEL MUNDO 147 ALEJÁNDOSE 147 AUTORIDAD MUNDANA 147 LA CASA DE AL-LÁH 148 ACCIÓN COMPASIVA 148 ABUNDANCIA 148 EL CAMINO DEL ISLAM 148 AYUDA CONSTANTE 149 EL DELIRIO DEL INFIERNO 149 EL ÚNICO 150 EL AMANECER DEL AMOR 150 VERDADERO REFUGIO 150 (100:6-11) LA BALANZA DE LA JUSTICIA (101:6-11) (102:1-8) (103:1-3) (104:1-3) (105:1-5) (106:1-4) (107:1-7) (108:1-3) (109:1-6) (110:1-3) (111:1-5) (112:1-4) (113:1-5) (114:1-6) 8 GUÍA para algunos de los pasajes Coránicos estudiados en este libro COMIENZA EL TIEMPO: Adán y Satán Descripción esotérica de la creación del Adán Trascendental antes del Tiempo, y el significado del descenso de Adán a los velos del Tiempo. (2:2839) Una declaración, antes de que comience el tiempo, hecha por el principio satánico de la Arrogancia. (4:116-125) (38:71-85) Explicación espiritual de la existencia y la función de la fuerza sutil llamada Satán. (35:5-8) Explicación espiritual y metafísica de la creación del universo en seis días. (41:9-12) EL TIEMPO LLEGA A SU FIN: Paraíso e Infierno Explicación espiritual de los estados del ser consciente llamados Infierno y Paraíso. (18:27-31) Diálogo en el Día del Juicio de Al-láh el Más Alto con seres arrogantes y con las almas asombradas que despiertan directamente en el Paraíso. (23:101115) Descripción, a efectos de la contemplación, de los hechos en el Último Día del universo. (39:67-70) Explicación espiritual de la resurrección del cuerpo al Final del Tiempo. (36:77-83) El saludo íntimo de Al-láh el Más Alto a las valiosas almas humanas en el momento en que éstas entran al Paraíso. (33:41-44)(89:27-30) 9 Una descripción profunda del alma al despertarse en el Paraíso, o del estado iluminado. (88:1-15) La experiencia sorprendente de un alma en el Paraíso con su propio cuerpo resucitado. (79:6-14) Una conversación escuchada por Al-láh entre dos almas en el Paraíso y un alma en el Infierno. (37:40-61) LOS PROFETAS Noé Un sermón del profeta Noé y una descripción del modo de acercarse a su gente. (71:5-21) La proclamación del profeta Noé a su gente, y el significado espiritual del Diluvio. (10:71-73) Abraham La experiencia iluminadora como la entiende la Tradición Sufi del profeta Abraham- progenitor espiritual de Judíos, Cristianos, y Musulmanesmientras él penetra más allá de la adoración de los Atributos Divinos al conocimiento directo de la esencia Divina. (6:74-83) Diálogo entre el profeta Abraham y sus parientes hostiles, y establecimiento del linaje profético de Abraham. (19:41-50) (60:4-7) José El exaltado sueño del Profeta José, que explica el significado último de la existencia humana, y la interpretación espiritual del sueño por su padre, el profeta Jacob. (12:1-6) Moisés Relato esotérico de la educación espiritual del profeta Moisés por una misteriosa figura profética que personifica por completo a la Sabiduría Divina. (18:65-82) El profeta Moisés oye la Voz de la Verdad que viene desde la zarza en llamas, recibe la suprema instrucción espiritual, y le son mostrados ciertos signos y métodos espirituales que él usará en su enfrentamiento con el Faraón. (20:9-39) 10 El profeta Moisés asciende la montaña, recibiendo al final de su retiro de cuarenta días la total revelación de Realidad Absoluta y las Tablas de la Sabiduría Divina. (7:142-146) Representación del profeta Moisés al enfrentarse al Faraón, derrotar a los magos, y dividir al Mar Rojo. (26:10-69) Jesús La experiencia visionaria de la Virgen María del nacimiento de Jesús, y las primeras palabras del infante recién nacido. (19:16-36) Al-láh revela a la Virgen María detalles acerca de toda la vida de su hijo todavía no nacido, Jesús el Mesías. (3: 45-55) EL PROFETA MUJÁMMAD Al-láh declara y confirma la auténtica naturaleza profética de Su amado Siervo, Mujámmad. (4:163-166) Los primeros versos revelados del Corán Árabe, experimentados por el profeta Mujámmad durante su retiro a una cueva en el Monte Hira. (96:1-5) El llamado original y la experiencia de iluminación final del profeta Mujámmad, narrada por Al-láh el Más Alto. (53:1-18) Jesús el Mesías predice la venida del profeta Mujámmad. (61:5-9) Al-láh instruye al profeta Mujámmad sobre precisamente cómo responder a las varias formas de duda que surgirán entre su gente. (52:29-43) Al-láh instruye al profeta Mujámmad sobre cómo corregir tres errores básicos cometidos por los principiantes en el camino del Islam. (49:14-18) El profeta Mujámmad es instruido por Al-láh acerca de cómo contestar a la pregunta: “¿Cuándo vendrá el Último Día?” (72:25-28) Al-láh enseña al profeta Mujámmad a desafiar y abrir el pensamiento de su gente con ciertas preguntas cruciales. (27:60-66) Al-láh revela al profeta Mujámmad exactamente cómo hablar con personas alienadas espiritualmente. (41:2-8) 11 ORACIÓN La oración central del Islam, el sura Al-Fátijha, siete versos del cuál se revela, en la tradición oral del profeta Mujámmad, que contienen todo el poder espiritual de los 6,666 versos del Corán. (1:1-7) La importancia espiritual de los varios tiempos de oración en las oraciones diarias del Islam y dos modos de meditación profunda. (17:78-81) Una oración mística enseñada introspectivamente por Al-láh el Más Alto a Su profeta Mujámmad. (3:26-27) La oración esencial hecha por los santos, o personas espiritualmente maduras. (40:7-9) Al-láh el Más Alto explica la práctica de la meditación y la oración de media noche. (73:1-4) Al-láh instruye a la humanidad sobre un poderoso método de pregunta contemplativa, como la base inquebrantable para una vida de verdadera oración. (56:63-80) MEDITACIÓN SOBRE LA CREACIÓN Idea de la visión profética que ve a todas las criaturas vivas como parábolas que enseñan la contemplación de la Sabiduría Divina. (24:41-45) Al-láh el Más Alto recomienda el ejercicio espiritual de meditación sobre la Creación. (21:30-33) Meditación sobre la Creatividad Divina. (43:9-14) La Creación entendida como una constante demostración de Amor Divino y de Poder Divino. (30:20-25) ENSEÑANZAS MÍSTICAS La alabanza como la función mística y el significado último de la Creación. (17:43-44) 12 La enseñanza mística de que el drama entero de la humanidad es el recorrido de una sola alma. (31:26-28) La descripción coránica central de la Luz Divina y la sutileza de Su manifestación como el alma humana. Texto fuente para las enseñanzas místicas del Islam. (24:35) El modo de experiencia espiritual del amante de la Verdad que se encuentra profundamente con el Sagrado Corán. (39:22-23) Contraste entre las Palabras de Verdad que constituyen la Revelación, y las palabras tan sólo humanas en las que no se puede confiar para tener un conocimiento espiritual último. (14:24-27) Los cuatro ríos en el Paraíso y sus significados espirituales. (47:14-15) La descripción de la Noche de Poder, el aniversario de la primera revelación del Corán Árabe, que celebra lo que “es más poderoso que practicar intensamente la oración por mil meses” y lo que es “una milagrosa transformación del universo en Paraíso.” (97:1-5) El himno místico que cantan las almas al ascender a través de varios niveles del Paraíso y descubren sus significados esotéricos. Una profunda meditación sobre la Generosidad Divina. (55:46-61) ARMONÍA DE LAS RELIGIONES El mensaje universal del Islam, que confirma la armonía esencial de todas las religiones reveladas y su coexistencia pacífica sobre la Tierra. (42:13-18) La continuidad, compatibilidad, y complementariedad entre las Revelaciones del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. (5:49-52) Al-láh revela la particular intimidad entre el Islam y los antiguos padres del desierto Cristianos. (5:85-88) PRÁCTICAS ISLÁMICAS Explicación espiritual de la peregrinación tradicional del Islam a la Ka’bah, el Sagrado Altar en Mecca. (22:26-27) 13 La profunda importancia espiritual de las tradicionales oraciones de los viernes del Islam. (5: 7-8) Guía de Al-láh el Más Alto sobre los modos espiritualmente auténticos y apropiados de un dar generoso, uno de los tradicionales Cinco Pilares del Islam. (17:22-30) Explicación espiritual de la práctica de la Guerra Santa. (9:38-39) Instrucción espiritual de Al-láh acerca de la honestidad en los negocios y en todas las comunicaciones interpersonales. (83:1-6) El verso Coránico empleado para dar la iniciación en las órdenes contemplativas del Islam. (48:10) SANTOS Y TRANSGRESORES Descripción por Al-láh de la persona espiritualmente madura, o santo. (8:24) (25:63-76) (32:15-17) Descripción por Al-láh de la persona espiritualmente arrogante, o transgresor. (11:7-11) 14 Prefacio Los que integran la civilización occidental, no han sido educados sensiblemente o siquiera informados acertadamente respecto al Islam, ni como cristianos ni como judíos, tampoco sencillamente como individuos responsables intelectualmente. Por más de mil años se han infundido en las culturas europeas prejuicios obvios y sutiles en contra de la vía de amor y sabiduría llamada Islam. Incluso algunas personas de buena voluntad que han tenido contacto con el Islam siguen interpretando la reverencia por el profeta Mujámmad y la aceptación global de su mensaje como la supervivencia inexplicable del fervor de una antigua tribu del desierto. Esta visión ignora catorce siglos de civilización islámica, que ha florecido en forma extraordinaria con artistas, estudiosos, estadistas, filántropos, científicos, caballerosos guerreros, filósofos, santos, y místicos, así como también con incontables hombres y mujeres comunes, devotos y sabios, de casi todas las naciones del planeta. La coherente civilización llamada Islam, fundada en la visión del Corán, no se puede considerar simplemente como el producto de una ambición individual y nacional, respaldada por accidentes históricos. Esta vasta comunidad espiritual, integrada hoy por unos 900 millones de personas, puede entenderse solamente como resultado de la vida sagrada de Mujámmad. El Islam seguirá floreciendo en el futuro en todo el planeta, despertando a seres humanos a la verdadera nobleza del alma y a lo sublime de su Fuente, haciendo posible para un gran segmento de la humanidad una forma de vida disciplinada y armoniosa. La historia del Islam no está libre de intolerancia, injusticia, y otras distorsiones crónicas del espíritu humano. Tampoco la historia del Cristianismo está libre de tales distorsiones. Pero estos serios hechos no pueden empañar la maravilla de veinte siglos de compromiso que fluyen a partir de la inspirada vida de Jesús, ni de catorce siglos de compromiso que fluyen de la inspirada vida de Mujámmad. El poder de la auténtica revelación no se puede entender simplemente en función de la historia política y cultural. Existe una Fuente Última de la cual el universo entero está fluyendo en armonía. Este saber sublime y sanador amanece dentro del corazón y la mente humanos, de forma individual y colectiva, a través del contacto con canales claros de Verdad y de Amor, tales como Moisés, Jesús y Mujámmad. No hay forma en que yo pueda hacer que se desvanezca toda impresión falsa o incompleta que los lectores de este libro puedan tener acerca de la espiritualidad islámica. En cambio, les pido que experimenten suspendiendo temporalmente cualquier juicio negativo. Simplemente asuman que el Islam está entre las tradiciones de gran sabiduría de la humanidad, todas las cuales merecen un respeto fundamental. Esto propiciará una 15 actitud de apertura en la que el lector podrá beber de la fuente iluminadora del Sagrado Corán. Todos los musulmanes ponen el Corán en el centro de sus vidas, fe, y prácticas, ya que cada palabra de estas escrituras fue recibida por el profeta Mujámmad durante el estado exaltado de conciencia, a través del cual, la Fuente del Universo habla directamente a la humanidad. Las palabras reveladas de este Corán, cuando se experimentan con reverencia y profundidad, no son reliquias del pasado, sino que existen en un presente atemporal y permanecen comunicando tan vívidamente como cuando fueron pronunciadas por vez primera. Si somos pacientes y nos concentramos, descubriremos que estas palabras de Alláh frecuentemente se refieren con una misteriosa precisión a cualquier situación histórica o personal que se nos presente. El encuentro con el Corán como una revelación viviente es el solo hilo con el cual todas las dimensiones de la vida espiritual y la civilización musulmanas están tejidas. Después de compartir este precioso encuentro por tan sólo unos cuantos momentos —una experiencia que este libro intenta hacer posible para el lector en general— no podemos ya nunca satisfacernos con un entendimiento superficial sobre el profeta Mujámmad y sobre el legado del Islam. Ahora nos sentimos parte de la familia espiritual de devotos, hombres y mujeres musulmanas, que se extiende por el mundo. Espero estimular a los lectores de este libro a referirse o retornar a las varias traducciones del Sagrado Corán, y aún al original en árabe, con apertura y con una nueva inspiración. Este no es un tratado sobre el Islam, escrito desde la perspectiva de otra tradición religiosa o desde un punto de vista académico supuestamente neutral. Esta es una Meditación en el Sagrado Corán generada desde dentro del abrazo místico del Islam. Por lo tanto, el Corazón del Corán es una ofrenda al mundo musulmán, así como también a miembros de otras culturas y tradiciones que tienen una curiosidad intelectual o un deseo espiritual de aprender sobre el Islam desde dentro. La palabra árabe Islam simplemente significa entregarse. Los musulmanes son aquellos que entregan sus vidas consciente y constantemente a la Única Fuente del Universo. Esta es la práctica de oración viviente que posibilita a la humanidad el balance, la responsabilidad, la libertad, el éxtasis y la paz. Que todos experimentemos tal entrega. 16 PRIMERA PARTE Penetrando en el Islam 17 Aventuras espirituales: sueños y peregrinación El Corazón del Corán presenta meditaciones sobre 991 versos del Sagrado Corán, el Libro de los Libros árabe, que registra, en 6, 666 versos, las Palabras Divinas dichas directamente por Dios a través de Su amado siervo, Mujámmad. He compuesto estas interpretaciones de 148 pasajes para alentar a los practicantes de otras tradiciones sagradas, así como también a estudiosos de la cultura independientes, a encontrar la riqueza de significado y la belleza elevadora que los musulmanes en todos los niveles de madurez espiritual experimentan diariamente mientras oran, leen y cantan la escritura sagrada del Islam. Una traducción palabra por palabra del Corán en cualquier lengua, no puede ni siquiera comenzar a sugerir la belleza y la magnitud del significado encontrado en el original árabe por los creyentes devotos, los estudiosos profundos, y los maravillosos místicos que han florecido tan abundantemente a lo largo de los catorce siglos de tradición islámica. En el Corazón del Corán he intentado apartarme de una traducción académica literal, para explorar, en un lenguaje místico y poético, los pasajes coránicos que tan claramente presentan las enseñanzas centrales del Islam. El Sheij Muzaffer, reconocido líder de la Orden derviche Jalveti-Yerráji en Estambul, una vez me señaló que en el Corán hay tantos niveles de significado como hay palabras, incluso como hay letras, en el Sagrado Libro. Esta afirmación actuó como una poderosa iniciación en el misterio del Corán, pues desde ese momento mi actitud hacia esta escritura monumental del mundo comenzó a transformarse. Ya no experimenté el texto del Corán como una superficie plana, bidimensional, como lo había hecho durante mi postgrado en religiones del mundo, sino que comencé a experimentarlo como un tapiz multidimensional de enseñanza mística. La transición del estudio académico de la religión a la experiencia interior, o práctica de su tradición viviente, es única en cada caso individual. Mi propio viaje no fue solitario, sino que fue cuidadosamente guiado por dos poderosas figuras islámicas, Bawa Mujáieddín de Sri Lanka y el Sheij Muzaffer Ozak de Estambul. Yo asimilé verdades sutiles acerca del Islam no sólo de estos dos seres humanos perfectos, sino también de sus discípulos orientales y occidentales, quienes forman comunidades espirituales de una gran pureza e intensidad, que demuestran en la vida diaria un entendimiento esotérico. Ambos maestros sufis comentaron sobre el manuscrito del Corazón del Corán, no principalmente a través de palabras, sino a través de los misteriosos gestos que son 18 comunes entre los místicos. Bawa Mujáied-dín puso el manuscrito original en su cama hace ocho años, como si fuera a mantenerlo escondido hasta el momento adecuado. El Sheij Muzaffer puso una versión posterior del manuscrito sobre su cabeza después de que mi meditación sobre el Sura 103 le fue traducida, y exclamó en turco: “Este es el Sagrado Corán.” La práctica del Islam Ser musulmán en el sentido universal es ser alguien que anhela volverse completamente hacia la Fuente Última, llamada en árabe Al-láh. Quién es y quién no es un verdadero musulmán es un secreto que sólo Al-láh el Más Alto conoce. Ningún ser humano puede juzgar a otro respecto a esta experiencia íntima de afirmar y retornar a la Única Realidad. Todo lo referente a dónde una persona se encuentra en el exaltado camino del Islam, si la persona hace las cinco oraciones diarias, o incluso a qué profeta uno sigue de entre todos los enviados por Al-láh, sólo le concierne al diálogo entre el alma y su Señor Todo Misericordioso. No puede haber compulsión ni persecución en el Islam auténtico. Quienquiera que afirme y anhele retornar a la Fuente Última del Universo es un amado hermano o hermana espiritual del verdadero musulmán. Dado que cada alma es un rayo de la Luz Divina, este anhelo de volverse y retornar es la esencia secreta de cada persona. Así, toda la humanidad, y toda la creación, es musulmana. Una vez que la naturaleza universal del Islam se entiende como la religión natural al alma humana, enseñada por Dios, a través de los Profetas enviados a cada nación a lo largo de la historia, podemos apreciar mejor la belleza de la shariah, la forma particular de vida santa demostrada por el profeta Mujámmad. La shariah es la dimensión del Islam, enfocada con nitidez, en que cada aspecto de la práctica espiritual y la vida diaria están armónicamente coreografiadas. Todo movimiento de ablución y oración, el hacer la peregrinación, el ayuno y el dar caridad, son ricos en significado y poder, ya que fueron primero hechos por el Profeta de Al-láh. Gracias a mi estrecha amistad con el Sheij Muzaffer he podido vislumbrar la unión de las dos dimensiones del Islam: el amor universal, todo abarcador, extático, y la precisión cuidadosa de una vida diaria profundamente santificada y moralmente comprometida. El Sheij Muzaffer demostró la unidad de estos dos modos: la jaqiqah, o camino de la verdad última, y la shariah, o camino de la disciplina religiosa. El amor y el conocimiento místicos más exaltados, que perciben al universo entero retornando constantemente a la Fuente, e incluso completamente sumergido en la Fuente, pueden expresarse a través de la fidelidad y precisión de las disciplinas religiosas diarias. En el caso del Islam histórico esto significa vivir la vida en cada detalle como el amado Profeta la vivía, como está documentado en el Sagrado Corán y la tradición oral del Profeta. Tal armonía, entre la visión de la Verdad que todo lo trasciende y la actividad humana de una vida devota en sociedad, es la experiencia más rica posible. Esta 19 experiencia es, de hecho, la plenitud de ser humano. El ser cultural y el personal, el ser del universo y la Fuente del Ser están entonces misteriosamente integrados. Al Sheij Muzaffer se lo conocía por la resplandecencia de espíritu con que él hacía las oraciones diarias del Islam. En los movimientos simples y poderosos de sus postraciones —los mismos movimientos practicados por todos los musulmanes— brillaba la correspondencia maravillosa entre el espacio abierto de la Luz Divina y la vida responsable de la humanidad en la Tierra. Uno podría ser despertado a un entendimiento más profundo del Islam simplemente con ver al Sheij Muzaffer en oración, en su pequeña tienda, bajo las parras, en la sección de vendedores de libros del bazar de Estambul. En 1985, este Gran Sheij expiró su último aliento, en su casa al lado del Mar de Mármara, con la frente sobre su alfombra de oración, en postración, mientras hacía las oraciones de media noche. La práctica de la shariah, o la vía de disciplina religiosa, une a los santos más elevados con los creyentes más sencillos de la cultura islámica en todo el mundo, formando una sola familia. Nadie puede experimentar las abluciones refrescantes y las oraciones calmas del Islam, sin percibir el gozo silencioso y la profunda unidad compartida por esta vasta familia espiritual, que está muy por debajo de la superficie de tensiones culturales. Al repetir el Sagrado Nombre de Al-láh durante las abluciones tradicionales antes de la oración, al lavarse tres veces con agua fría las manos, boca, nariz, cara, antebrazos y pies, uno siente no sólo una sorprendente frescura física, sino también una inmensa purificación de pensamiento y emociones. Volverse en dirección a la sagrada ciudad de Mecca, permitiendo al cuerpo y a la mente fluir por completo en las postraciones de la oración musulmana, despierta el sentido de zambullirse directamente en la Presencia Divina. El espacio físico ante uno desaparece, y la rica negrura de la Ka’ba, el sagrado altar en Mecca, aparece misteriosamente a la sensibilidad espiritual. Uno entonces es llevado más y más cerca hacia esta negrura radiante y sin imagen hasta que todas las formas —el propio cuerpo e incluso el universo— se funden en el indescifrable Misterio Divino. Este sagrado misterio se reconoce luego como el Poder que hace y recibe las oraciones, es tanto el acto de la alabanza como Aquél que está siendo alabado. Aunque no siempre lo experimente la superficie de la mente, esta unidad mística es la esencia de las oraciones islámicas, en la que todo el ser del musulmán se sumerge cinco veces al día, no por el solo hecho de cumplir con el requisito de un ritual, sino para nadar con gozo y paz en el océano del Amor Divino. Las oraciones son la unión de la shariah con la jaqiqah, la fusión de la práctica religiosa formal con la Verdad misteriosa de la Unidad que trasciende a todas las formas y tradiciones. En el transcurso de los cinco periodos de oración diarios, cada uno de los cuales es breve pero cuyo efecto acumulativo penetra por completo la vida, se recita unas cuarenta veces el capítulo de apertura del Sagrado Corán, el sura Al-Fátijha. Además de estas recitaciones cotidianas, este sura se recita al pasar por la tumba de un santo, al dar las gracias después de la comida, al buscar la protección de Dios de peligros espirituales o 20 físicos. Más de mil veces cada mes, la energía iluminadora de esta oración fundamental del Corán es invocada interiormente por el musulmán, hasta que ésta se transforma en una presencia constante en las regiones más profundas de la conciencia. De acuerdo con la tradición oral del Profeta, el poder entero del Corán se encuentra contenido en este breve sura, cuyo canto le permite a uno participar del misterioso descenso del Sagrado Corán a la Tierra, del proceso por el cual la Fuente Última transmitió Palabras Divinas a través del cuerpo y la mente perfectos del Profeta de Alláh. Esta participación mística de todo nuestro ser en el descenso de las Palabras Divinas, es lo que el Corazón del Corán intenta esclarecer para los lectores de cualquier cultura del mundo moderno. Cuando apenas comenzaba nuestra amistad, una tarde, estaba yo sentado con el Sheij Muzaffer en la antigua mezquita Beyasid de Estambul. Era el mes de Ramadán, el mes islámico de ayuno que conmemora el retiro del Profeta a la cueva en la montaña, en la que experimentó por primera vez el descenso del Corán. Estábamos disfrutando juntos la intensa belleza de un jafiz, un cantor islámico, que estaba entonando el Sagrado Corán de memoria, versos que, seguramente, había repetido desde niño, y que se habían vuelto tan naturales para él como su propia respiración. Al contemplar ese espacio con la gran cúpula, radiante y lleno de paz, envuelto por esta revelación en sonido puro, me fue otorgada la visión, por sobre el cielo más alto, de una mezquita translúcida de esmeralda. No había figuras humanas visibles, sólo había un vasto Corán, cuyas letras irradiaban luz y cuyas páginas pasaban con gracia, mientras éste se cantaba a sí mismo de una forma espontánea. Más tarde, el Sheij me confirmó que ésta había sido una auténtica experiencia mística, no el producto de una imaginación creativa. La penetración de mi conciencia en los niveles de significado más profundos del Sagrado Corán —enseñanzas confirmadas y salvaguardadas por los linajes de iniciación, por las órdenes místicas del Islam— vino al principio a través de una experiencia gozosa pero completamente natural, desplegada una mañana de primavera en una casa tranquila cerca de la ciudad de Nueva York, en donde una gran ventana tiene vista hacia un jardín y un río. Esta experiencia ocurrió un mes después de haberme vuelto amigo íntimo del Sheij Muzaffer. Nuestro primer encuentro había sido extremadamente poderoso, un encuentro de mente y de corazón que duró seis días con sus noches. Cuando el Gran Sheij de la Orden Jalveti-Yerráji regresó de Nueva York a Estambul, empecé a leer la interpretación del Corán del Profesor A. J. Arberry y, siguiendo las instrucciones de mi Sheij, a repetir setecientas veces por día La ilájha íla-l-láh, que quiere decir: “No hay nada digno de alabanza que no sea la Fuente Última del Universo, cuyo nombre árabe más sagrado es Al-láh.” De acuerdo con la tradición mística del Islam, esta afirmación implica que nada existe aparte de Al-láh el Más Alto, que cada ser es un rayo de luz y de poder que emana de la Fuente siempre presente. Durante este periodo de separación espiritual, yo pasaba una noche a la semana con la comunidad de derviches norteamericana del Sheij Muzaffer, tomando té y cantando 21 intensamente los Nombres Divinos hasta el amanecer. Se me había informado que las enseñanzas más altas en las órdenes contemplativas del Islam se esperaban a través de los sueños. Reflexionando ahora sobre aquel proceso, encuentro que la única sorpresa fue que yo estaba despierto al ocurrir aquel sueño trascendente. Con el profeta Mujámmad en el Paraíso Mi alma abandona su cuerpo terrenal y es llevada en sueño consciente al Paraíso. Dirigida por un amoroso guía, mi alma descubre vastos jardines radiantes, llenos de jubilosos seres de luz, en incontables formas de giro, canto y contemplación silenciosa. A pesar de estar rebasada por la belleza del Paraíso, mi alma desea entender el cuadro completo, y entonces pregunta a su guía dónde se encuentran los fuegos del Infierno. Sonriendo, el guía responde: “Querido amigo, no hay un reino separado que tú puedas llamar Infierno.” Mi alma, sumergida en la revelación del Islam, responde inmediatamente: “Pero nosotros leemos en el Sagrado Corán que aquellos que niegan a Al-láh sufrirán eternamente en el Infierno.” El amado guía responde con firmeza: “Pero tú lees una y otra vez en el Sagrado Corán que Al-láh es Todo Compasivo y Todo Misericordioso. ¿Cómo un Poder todo compasivo podría crear un reino expresamente designado para que los seres sufran aunque sea por un solo instante, mucho menos por toda la eternidad?” Mi alma se asombra e intriga ante esta respuesta, sin embargo, todavía no se convence. Al percibir esto, el guía continúa: “¿Qué se enseña en la tradición mística acerca de la persona que, aunque sea una vez, repite con sinceridad La ilájha íla-l-láh —sólo la Fuente Última es digna de alabanza?” Mi alma responde con gran gozo: “Tal persona se cuenta entre los benditos, y después de la muerte despierta inmediatamente en el Paraíso.” “¡Bien!” —exclama el guía—, “y ya que todas las almas son rayos provenientes de la Luz Divina, la esencia de todo ser es la afirmación de que sólo Al-láh es digno de alabanza, y todos los seres despiertan, después del sueño de la muerte, directamente en el Paraíso.” Mi alma se regocija ante esta profunda explicación, pero debido al estrecho compromiso con las palabras del Corán, todavía duda en aceptar la verdad de que no hay un reino aparte llamado Infierno. El amado guía percibe esta inquietud y le da a mi alma la solución final a sus dudas: “Mi querido amigo, es verdad que cuando alcanza el Paraíso un alma que no ha llevado una vida de sumisión amorosa a Al-láh, no puede soportar el intenso resplandor aquí, entonces se duerme otra vez y sueña con el Infierno. El fuego del Infierno es simplemente la resplandecencia purificadora del Paraíso. Y todos los sueños, hasta los sueños de maldición eterna, son sólo momentáneos. Estas almas en sueño se despiertan de pronto en el Paraíso, purificadas por completo y alabando gozosamente al 22 Todo Misericordioso.” Con esta explicación completa, mi alma siente la total coherencia y poder de esta verdad maravillosa, de la naturaleza todo misericordiosa de Al-láh. Sin embargo, esta enseñanza mística aumenta el anhelo del alma de entender por completo, entonces de inmediato surge la pregunta: “Adorado guía, si la experiencia del Infierno no es nada más que un sueño, entonces la experiencia del Paraíso, con sus damas danzantes, sus arroyos, sus derviches radiantes, ¿puede ser también un sueño?” El guía responde con deleite: “Ah, mi querido amigo, has adivinado el secreto. El Paraíso también es un sueño, totalmente diferente a los sueños confusos y fragmentados que experimentan los seres terrenales.” Estas palabras encienden el éxtasis del conocimiento místico en mi alma, y ésta se da cuenta que este guía excepcional no es sino el profeta Mujámmad, que la paz y bendiciones de Al-láh estén siempre con él. Y en este estado de santo regocijo el alma se atreve a preguntar al Profeta de Al-láh: “Amado guía, ¿eres tú también un sueño, que me dice que el Paraíso y el Infierno son sueños?” El más excelente de los guías responde al instante con gran poder: “Yo soy la llave del sueño de la cerradura del sueño de la puerta del sueño que se abre al tesoro del Amor Divino, que es lo único que no es un sueño.” Gracias al poder espiritual de estas palabras, la puerta mística se abre. Mi alma entra y se pierde en el tesoro del amor. El sueño del Paraíso desaparece. Todo lo que queda es la sensación profunda de la propia resonancia de Al-láh, el trueno silencioso de Al-láh, Al-láh, Al-láh. Todos los universos nacen de este sagrado sonido primordial, y en él desaparecen otra vez. De pronto mi alma se encuentra una vez más en el radiante Sueño Divino llamado Paraíso. El amado guía toma mi alma entre sus brazos, en un tierno abrazo, y dice: “Ahora sabes que somos inseparables.” Mi alma mira hacia abajo y ve su propia forma ya no más como un cuerpo de luz, sino como un cuerpo totalmente compuesto de Amor Divino. Y luego, tomados de la mano, los dos, que son uno, caminan por la resplandecencia del Paraíso, alabando con regocijo al Todo Misericordioso. Ahora el guía dirige mi alma hacia una gran ventana, que se encuentra en el límite del Paraíso. Desde allí, el alma puede mirar hacia toda la Creación de Al-láh, tanto en su extensión cósmica como en sus más íntimos detalles. Al contemplar esta imponente vista, mi alma siente de pronto una intensa nostalgia: “Amado guía, ¿se puede retornar al universo creado a partir del Paraíso?” Sonriendo una vez más, el guía responde: “No hay un reino separado que se llame Creación.” El poder espiritual de estas palabras hace que mi alma perciba de inmediato que no se trata de una ventana sino de un enorme espejo esférico que rodea al Paraíso por completo. Cuando los elementos del Paraíso se reflejan en la inmensa curvatura de este espejo, aparecen como los elementos de la Creación. Los arroyos del Paraíso, cuando se reflejan, aparecen como los arroyos de toda la vida sensible. Cuando las jóvenes danzantes del Paraíso se reflejan, éstas aparecen como los planetas poseedores de vida. Cuando los derviches del paraíso se reflejan, estos aparecen como las preciosas almas humanas. El universo entero es simplemente el reflejo del Sueño Divino. 23 Mientras contempla la maravillosa correspondencia entre la Creación y el Paraíso, mi alma se percata de su propia forma terrenal, estando en una casa una mañana de primavera, contemplando el río. “Amado guía, tengo la sensación de estar en dos lugares al mismo tiempo.” Otra vez sonriendo, el guía responde: “Mi querido amigo, cuando miras tu rostro en un espejo ¿realmente te imaginas que estás en dos lugares al mismo tiempo? ¿No estás siempre donde está tu forma original?” Una vez más, las palabras del guía tienen un poder transformador, y mi alma, cuando voltea para mirar otra vez a su forma terrenal, percibe a toda la Creación como un reflejo de su propio rostro. Desbordada por esta comprensión, mi alma se vuelve hacia su guía sólo para ver el Paraíso, y el amado guía mismo, como un reflejo de su propio rostro. Nada desaparece. Todo Ser, en brillante detalle, es percibido simplemente como un rostro. Luego se oye una voz que emana poderosamente de los ríos, jardines, y derviches del Paraíso, así como de todas las facetas cristalinas de la Creación: “¿Aceptas este amor puro en todas sus formas como el abrazo de Al-láh?” Y no sólo mi alma sino todas las almas responden simultáneamente: “¡Sí, por siempre!” El derviche Yerráji que tradujo mi relato de esta experiencia del inglés al turco para el Sheij Muzaffer, me dijo que en el sueño se aludía claramente a algunas enseñanzas orales y secretas de la Orden. Confirmando así mi convicción de que este sueño en vigilia fue una transmisión mística propia de Pir Nured-dín Yerráji de Estambul, santo consumado del amor. El Sultán Mujámmad Nured-dín Yerráji desapareció de la mirada física en 1721, pero continúa irradiando como un poderoso rayo de luz desde la Fuente siempre presente. Una vez le pregunté al Sheij Muzaffer, quien era el décimo noveno líder de la Orden Yerráji en sucesión directa de su fundador, ¿qué Regalo Divino había traído este santo a la humanidad? ¿Por qué había nacido? Muzaffer Efendi respondió: “Por amor, por amor, por amor.” Luego explicó que Pir Nured-dín había demostrado la forma mística de fundirse, evaporarse, y desaparecer en Al-láh, sólo para aparecer de nuevo como el mismo Amor Divino. Basándome en el poder guiador y el permiso interior otorgado por este sueño, he meditado sobre el Sagrado Corán tomándolo como enseñanza y también como una expresión directa del amor místico. Al-láh El Más Alto es la Fuente del Amor. Las almas son los amantes del Amor. El fuego del Infierno es la resplandecencia misericordiosamente purificadora de Al-láh. La Revelación Divina que brilla a través de todos los Profetas, es el camino del amor. El profeta Mujámmad es la llave del sueño, que reposa en el corazón secreto de la humanidad, que es la cerradura del sueño. El Sagrado Corán, en todas sus misteriosas facetas, es la puerta del sueño que se abre al tesoro del Amor Divino, que es lo único que no es un sueño. Al verdaderamente escuchar las Palabras Divinas del Sagrado Corán, la puerta última se abre. Uno no puede presentar el Corán de esta manera sólo, a través de esfuerzos académicos y logros de arte poético, sino por medio del amor de Al-láh. El Amor Divino y el 24 Conocimiento Divino son enfocados a través de la guía interna de Nur Mujámmad, el Mujámmad de Luz, el Logos preexistente, como lo entiende el Islam. Esta luz brilla antes que todos los mundos y se manifiesta tanto a través del Mujámmad de Arabia, como a través de los 124 mil Profetas que, según la tradición islámica, fueron enviados por Al-láh el Más Alto, comenzando por Adán y extendiéndose con perfecta continuidad a través de Abraham, Moisés y Jesús. La peregrinación a Mecca y Medina De acuerdo con la misteriosa forma en que progresa la experiencia espiritual, tan pronto completé el primer borrador de este libro, se me bendijo con la posibilidad de hacer el tradicional Jhash del Islam, la peregrinación a Mecca para circunambular la Sagrada Ka’bah, simbólico foco terrenal de la Presencia Divina y centro de poder e inspiración espiritual del mundo islámico. Los grupos turco y americano del Sheij Muzaffer viajaron de Nueva York a Arabia Saudita, en donde unos tres millones de peregrinos musulmanes de casi todas las naciones convergen durante una semana. Por la Voluntad de Al-láh, se facilitó para nosotros este potente sacramento de la peregrinación al desierto de misterio y poder, si se compara con los peligros y contrariedades que tuvieron que enfrentar los peregrinos cuarenta años atrás. Todos los musulmanes tienen la intención de hacer la peregrinación, al menos una vez en sus vidas, a las dos ciudades sagradas de Arabia: Mecca y Medina. Fue al estar residiendo en su ciudad natal de Mecca que el profeta Mujámmad, a la edad de cuarenta años, comenzó a recibir la revelación del Sagrado Corán. Durante los siguientes trece años el Profeta permaneció en Mecca, transmitiendo con valentía las Palabras Divinas y respondiendo con no-violencia a la más encarnizada persecución por parte de los líderes de la ciudad. Después de muchos sufrimientos de su grupo de seguidores, Mujámmad obtuvo, finalmente, el permiso de Al-láh de retirarse a Medina, a varios cientos de millas de distancia. Él vivió en la Tierra por sólo diez años más, durante los que recibió el permiso de Al-láh para combatir, en diecinueve batallas, en defensa de la libertad de la nueva religión revelada. Durante este periodo exaltado de su residencia en Medina, Arabia abrazó el Islam. Medina es entonces un centro de intensa prosperidad espiritual. El noble Mujámmad informó a sus compañeros que, así como el ancestral profeta Abraham había santificado a Mecca al construir allí la Ka’bah original —o Casa de Al-láh—, él, el Profeta contemporáneo en el linaje de Abraham, santificaba especialmente a Medina con la total revelación del Amor Divino. Nosotros llegamos a Medina en jet, en el año Musulmán 1400, exactamente catorce siglos después de que el Santo Profeta hubo llegado allí en una caravana de camellos. A 25 la mañana siguiente debíamos hacer la oración del amanecer en la vasta mezquita que rodea la tumba del Sagrado Profeta, que se encuentra en la humilde morada en el desierto en que el Mensajero de Dios vivió sus últimos años de exaltación espiritual. Yo me quedé dormido a las dos de la mañana, y soñé que se me permitía hacer una pregunta al profeta Mujámmad sobre las más elevadas enseñanzas del Islam. Mientras soñaba, formulé esta pregunta: “¿Qué se quiere decir en los pasajes del Sagrado Corán donde se revela que, con cada pensamiento y acción, cada ser en el universo está alabando espontáneamente a Al-láh?” No pude ver al Sagrado Profeta en mi sueño, pero tuve la total certeza de que mi pregunta se dirigía a él. Sólo más tarde me enteré que el Sheij Muzaffer se había mantenido en vigilia ante la Sagrada Tumba. De pronto me desperté. Había estado dormido sólo una hora, pero estaba en tal estado de lucidez que no me pude recostar otra vez. La respuesta a la pregunta planteada en mi sueño vino a mí, en este momento de claridad y perfecto silencio, en el oasis del desierto de Medina, por medio de las palabras árabes de un breve capítulo del Sagrado Corán, el sura 112, que revela la unidad todo abarcadora y la completud inconcebible de Al-láh El Más Alto. Este sura enseña que la Fuente Última no se genera por ningún otro poder, así como tampoco, ningún otro ser se genera por separado del Uno todo abarcador. El universo entero está compuesto de los Atributos de Al-láh que alaban a la Esencia de Al-láh. Estos versos árabes tan concentrados, no sólo pasaron como un relámpago por mi mente, sino que penetraron en todo mi ser con un impacto tremendo. Al hacer las abluciones antes de la oración formal, mis ojos se inundaron con lágrimas de gratitud. La pregunta había sido sobre el Sagrado Corán y la respuesta había fluido a través de las poderosas palabras árabes del Corán. Cuando presenté mi sueño al Sheij Muzaffer para que éste diera su interpretación, como es practicado en la Orden de Derviches Yerráji, él de inmediato respondió: “En verdad que eres afortunado. Este es un sueño muy bueno. Significa que tu peregrinación ha sido aceptada.” Todos los presentes sintieron el poder trascendente de estas palabras dichas a través del Sheij. La atmósfera espiritual de Medina es pura dulzura. Lágrimas de amor fluyen fácilmente en la Tumba del Profeta y en la tumba de su amada hija, Fátima, la santa madre de los creyentes. Un derviche americano inhaló olas de fragancia de rosas, que en el Islam es tradicionalmente la esencia de la perfección espiritual, mientras rezaba en donde el Profeta de Al-láh solía ofrecer sus oraciones. Pero viajar a la sagrada ciudad de Mecca es entrar en una atmósfera sagrada totalmente diferente. El delicado e íntimo misterio de Medina es reemplazado por un sentido de poder y vastedad casi aterrador. Medina es el transporte del amor, Mecca es el fuego del Conocimiento que todo lo consume. La avasalladora presencia en Mecca de unos tres millones de peregrinos, vestidos con túnicas blancas, muertos al mundo y mirando sólo a Al-láh, dramatiza la función mística de la peregrinación, que nos permite, mientras estamos aún en la Tierra, experimentar la muerte y el Día de la Resurrección. Durante este proceso, los peregrinos son desnudados a todo nivel de su ser por el imponente Señor del Poder. Millones de nosotros acampamos 26 juntos en el valle de Mina, en donde en tiempos remotos, el profeta Abraham se sometió a la prueba suprema de Al-láh, la Orden Divina de sacrificar a su propio amado hijo. Desde colinas rocosas y áridas, pudimos ver las carpas extenderse por varias millas. El estado de ánimo espiritual era intenso, en tanto que cada peregrino contemplaba internamente la disposición de Abraham de ofrecer a Dios lo que era más preciado a su propio corazón. Pasamos del tradicional amanecer a la puesta del sol en las rocas del monte Arafat, donde el Profeta recibió la revelación final del Sagrado Corán poco tiempo antes de su muerte física. Bajo escasa sombra, con un calor de 44 grados, en el camino polvoriento me aferré desesperadamente a mis cuentas de oración, repitiendo una y otra vez las palabras árabes que dicen que Al-láh es la única Fuente de todo Ser y que Mujámmad es Su Mensajero. Sentí que mi cuerpo y mi mente habían sido consumidos por la brillantez avasalladora de Arafat. Todo lo que me quedaba era la afirmación espiritual La ilájha íla-l-láh, Mujámmad ar-rasul Al-láh. Cerca de la poderosa hora del atardecer, el Sheij Muzaffer empezó a cantar la oración que invoca mil un Nombres Divinos, incluyendo los más conocidos noventa y nueve nombres de Al-láh. Este texto revelado por el Arcángel Gabriel al Profeta de Al-láh, fue el mensaje de que él ya no necesitaba llevar armadura en las batallas. El Sheij remarcó, “Al haber escuchado esto, ustedes ya no necesitarán armadura. Vendrá un tiempo en el que ustedes no necesitarán nada.” Un incontable número de peregrinos y vehículos pasaron por donde estábamos sentados sobre delgados tapetes de pasto y bajo la luz del sol del atardecer, su aspereza se suavizó volviéndose un resplandor dorado atravesado por el polvo del desierto que levantaba esta familia nómada de tres millones. Al volver a casa en la noche, observé desde el autobús la más imposible maraña de tráfico. La gente dejaba sus vehículos, se iba de compras, preparaba y disfrutaba de su cena sin que hubiera el menor avance en el tránsito. Sin embargo, todos estaban profundamente contentos. Su peregrinación ya estaba casi completa. A la noche siguiente, hicimos nuestro último tawaf, que consistió en siete cincunvalaciones a la Sagrada Ka’bah. En el centro del enorme patio de mármol blanco dentro de la Gran Mezquita en Mecca, está la estructura cúbica cubierta con un suntuoso paño negro, que representa el eje del mundo. La tradición islámica nos enseña que este cubo sagrado fue construido primero por el profeta Adán, después de milenios fue construido nuevamente por el Profeta Abraham, y fue luego renovado y reofrecido al Único Dios por el profeta Mujámmad. La inspiración de este vasto y poderoso linaje profético irradia en la atmósfera de una forma tangible. Ya que la Fuente Siempre Presente no tiene forma, no hay imágenes dentro o alrededor de este altar. Su negrura radiante simboliza el inimaginable misterio sagrado. La Resplandecencia Divina es aquí demasiado intensa para ser experimentada como luz. La negrura mística es más luminosa que aquella que existe más allá de la superficie del sol. 27 Perdidos en un remolino de éxtasis de varios cientos de miles de formas humanas, somos llevados cada vez más cerca del Eje del Ser, donde la Trascendencia Divina está en completa intersección con nuestra dimensión planetaria de existencia. Los musulmanes de las diferentes culturas en la Tierra miran hacia este centro del mundo, la Sagrada Ka’bah mientras hacen sus oraciones diarias, transformando así el planeta entero en una sagrada mezquita. Descalzos sobre el mármol frío, en las horas después de la media noche, somos barridos alrededor de este polo central de manifestación. No hay lágrimas, ni visiones, ni intuiciones. La esencia de la Realidad que se revela aquí es demasiado trascendente para ser interpretada en el lenguaje de los sentidos, de la mente, o el corazón. Sólo el alma secreta sabe lo que se encuentra aquí, una realidad que ni las palabras, ni siquiera la experiencia pueden expresar. La verdadera Ka’bah no es otra cosa más que la esencia diamantina del alma, el Mujámmad de Luz, el Logos que es simplemente Al-láh conociendo a Al-láh. Después de este tawaf final, retornamos tan puros como niños recién nacidos a la escuela, fuera de Mecca, donde estábamos alojados. Tomamos té, hicimos las oraciones del amanecer y nos fuimos a dormir. Yo soñé por horas que repetía “Iá Salam, Iá Salam, Iá Salam”, uno de los noventa y nueve Nombres coránicos de Al-láh que significa: “¡Oh Uno Todo Pacífico!”. Al despertarme, pude ver a mis hermanos peregrinos dormidos sobre sus tapetes alrededor de mí y pude percibir claramente que la Paz Divina descendía no sólo sobre mí, sino también sobre ellos y sobre el mundo entero. Volviendo al sueño otra vez, continué entonando con todo mi ser, Iá Salam. Me desperté profundamente refrescado. Mis compañeros me dijeron que me veía diferente. Cuando le presenté mi sueño al Sheij Muzaffer, él comentó, “Esto confirma que tu peregrinaje ha sido aceptado, y Al-láh te está enviando Sus Salams.” 28 La visión coránica: visión del mundo del Islam A través de Su Sagrado Corán, Dios le hace a la humanidad la siguiente penetrante pregunta: “¿Puede el conocimiento del ciego ser igual al conocimiento de aquel que puede ver?” (6:48-50) Sin revelación auténtica, los seres humanos permanecen ciegos a la total implicación del universo y de sus propias y preciosas vidas. Los sagrados Profetas de todas las naciones son aquellos que verdaderamente ven. Con sus mentes y sentidos iluminados por la Luz Divina, ellos están libres de actitudes centradas y circunscritas en sí mismos, a las cuales nosotros nos encontramos evidente o sutilmente atados. Estos seres iluminados pueden penetrar en la experiencia humana en toda su profundidad. Sin embargo, Dios el Más Alto le ha dado a cada persona el regalo de ver con ojos proféticos. Con la ayuda de los escritos revelados y las disciplinas espirituales, podemos despertar directamente a la humanidad luminosa, a la plenitud de la humanidad, encarnada por los Profetas. Haciendo uso del lenguaje de estas meditaciones sobre textos coránicos, permítasenos abrir nuestros ojos y descubrir lo que podamos ver. La Creación El científico moderno considera al universo esencialmente un reino material generado y gobernado por causas materiales. Pero se sabe por la visión profética que este universo tiene vida espiritual y está gobernado con sensibilidad, la Creación de Al-láh el Más Alto incluye tanto al reino temporal como al eterno. Esta Creación está consciente intuitivamente de su propia Fuente trascendente, celebra a su Fuente, y anhela retornar o unirse conscientemente con su Fuente. “Todo lo que vive en este reino planetario celebra espontáneamente a la Fuente de Vida. Los pájaros, con simplemente extender sus alas para el vuelo, están alabando a Al-láh el Más Alto, Quien conoce íntimamente la oración y alabanza instintivas, a través de las más mínimas acciones de todo ser.” (Meditación en el Sagrado Corán, 24:41-45) El exaltado Creador no es simplemente una fuente impersonal del universo, sino que conoce íntimamente —directamente, desde dentro de cada forma de conciencia— la oración y alabanza que surgen, no sólo de seres humanos conscientemente agradecidos, sino también de cada aliento y hasta de cada movimiento de Su Creación. “Todos los 29 seres en el universo, ya sea que se dirijan o no a su propia Fuente Verdadera, se están inclinando ante Al-láh el Más Sublime con todo su ser a través de cada pensamiento y acción.” (Meditación en el Sagrado Corán 13:12-15) El universo revelado por el Corán es un Reino Divino, no una desastrosa caída desde la Existencia Divina; no el dominio exclusivamente material que existe en la oscuridad fuera de la Luz Divina. “La Fuente Suprema es la Única Luz que ilumina todo reino terrenal y celestial... Al-láh es la Única Conciencia Abarcadora.” (24:35) El universo no es, en ningún sentido, algo negativo o trágico. Los seres humanos tienen el honor y la responsabilidad de sumarse conscientemente a la mística y majestuosa procesión de retorno a Dios. Este proceso no es una total absorción en Dios, sino un continuo volver a casa de un inmenso gozo y afecto mutuos. “Sólo de Al-láh irradia la gran afirmación que es el cielo y la tierra, y sólo a Al-láh, la Fuente y el Destino del Ser, todo este reino de Ser está retornando a casa.” (24: 41-45) Una y otra vez Al-láh el Más Alto, hablando claramente a través de Su Sagrado Corán, le pide a la humanidad que contemple Su Creación —tanto en los más mínimos detalles como en su alcance cósmico— como una forma de desarrollar una conciencia espiritual. “Enséñales a concebir el universo en su estado original como una expansión de Luz sin bordes ni límites, que la Fuente de Poder transforma en mundos poseedores de vida... Al contemplar este proceso de creación con ojos de verdadero entendimiento, cómo puede uno no ver al Ser manifiesto como una vasta demostración de Amor?”(21:30-33) La revelación coránica nunca habla de un modelo mecánico, ni siquiera de un modelo orgánico de creación. Dios nunca tiene que luchar contra la resistencia, o buscar la cooperación de algún campo de materia inerte, o de algún campo dinámico de energía. Dios crea de la nada, Él simplemente crea con saber y desear, sin ningún esfuerzo. La creación que resulta de ello, que aparece ante nosotros en forma de procesos naturales, expresa la riqueza y el valor, el inmenso significado de la Realidad Divina Original. “Todo lo que sea la voluntad de La Fuente del Ser se convierte espontáneamente en ser, y contiene un profundo significado.”(24: 41-45) La Creación es una balanceada ecología de vida orgánica y significado espiritual. Los seres humanos han sido elegidos, por designio divino, para cuidar el reino planetario de Dios, el cual no está fuera de Dios, sino que constituye una dimensión íntima de Su existencia. Sin embargo, la humanidad nunca puede declararse dueña o ejercer control sobre ningún aspecto de la Creación Divina, a la que percibimos en formas limitadas a través de nuestras mentes y sentidos limitados. “La Fuente de Vida genera innumerables formas de vida orgánica, cada una en preciso balance con las otras... los seres humanos no son los propietarios y tampoco controlan estos tesoros naturales... todo ser manifiesto pertenece solamente a la Fuente y Destino del Ser.”(15:16-25) El propósito de la Creación es radicalmente espiritual. El recorrido temporal del alma eterna no es un fenómeno menor en el drama universal de la manifestación. La educación del alma es la razón central por la que existe el universo. “Toda su Creación existe simplemente como una prueba y una enseñanza para el alma.”(11:7-11) De esta manera, 30 el alma —es decir, el rayo de conciencia eterna que se expresa a través de avanzadas formas de vida, en los planetas portadores de vida en el universo— está en el mismísimo centro del drama de la Creación de Dios. El alma no es una chispa de vida insignificante en una expansión desconocida de galaxias, como el científico moderno lo imagina. Al conocernos verdaderamente a nosotros mismos, conocemos directamente la esencia y el propósito de la Creación entera. No estamos tambaleando en la oscuridad. Este conocimiento espiritual supremamente humano y avanzado, mucho más allá del alcance que pueda tener la ciencia o la filosofía, no puede ser alcanzado sin el proceso de Revelación Divina. La verdad revelada, sin embargo, no le es impuesta al ser humano desde afuera, sino que es parte integral de la vida misma del alma, y así es inmediatamente reconocida por las profundidades de la conciencia humana. La Revelación es bienvenida por el alma y nunca es considerada extraña o ajena a la conciencia totalmente despierta del ser humano, que es, como revela el Sagrado Corán, la Corona de la Creación de Dios. Estos niveles de dignidad humana y calmada certeza no pueden ser imaginados o alcanzados sin la revelación. La visión profética no percibe la Creación como algo plano —sonreímos de los cartógrafos europeos medievales que dibujaban la Tierra plana—; la percibe más bien como una estructura jerárquica de planos o esferas. Se usa la terminología de “abajo” y “arriba”, pero no en un sentido espacial. Por sobre el plano planetario, que incluye a los planetas contenedores de vida, se extienden siete planos sutiles del Ser, ricamente poblados por seres conscientes, que expresan órdenes de realidad. Por encima de los planos sutiles existe el más sublime reino creado, que en la visión coránica contiene tanto a la eternidad, que es la morada de los ángeles, como al Paraíso, la morada de las almas. “El cuerpo en el Paraíso emanará de la misma Fuente de Luz que ha proyectado este cuerpo terrenal, y que conscientemente irradia todos los vastos niveles y reinos de la Creación.”(36:77-83) Por sobre el Paraíso subsiste el Jardín de la Esencia, al cual los amantes y conocedores místicos aspiran, que no es Creación, ni tiempo, ni eternidad, sino Dios Mismo. No existe, sin embargo, una jerarquía de Presencia Divina, ya que la Creación de Dios no se encuentra de ninguna manera alienada o distante de su exaltado Creador. “Durante los seis primeros Días de Poder sin medida, la Fuente Suprema irradió la estructura luminosa del reino planetario y los siete reinos celestiales como planos del Ser tangibles e intangibles. La Fuente del Ser está místicamente establecida sobre este vasto Trono de Manifestación. La Presencia Divina completa puede entonces experimentarse en toda la Creación.”(7:54-56) La visión coránica de la Creación no debería pensarse como abstracta o metafísica. Ésta permanece directa, existencial e íntimamente relacionada con nuestra experiencia diaria. “Vuélvete incesantemente a Al-láh el Más Alto, cuyo Poder te presenta este verde planeta como un lugar de descanso y esta brillante red de estrellas como inspiración, Cuya Misericordia desciende como dulce lluvia para crear los frutos terrestres que necesitas para abastecerte.”(2:21-25) De todas maneras, no deberíamos leer el Sagrado Corán con 31 una percepción primitiva del mundo que iguale, por ejemplo, los reinos celestiales con el cielo nocturno estrellado. “El espacio cósmico no es sino el reflejo del más bajo y menos sutil de los siete cielos y es una reserva de energía, para la preservación del plano terrestre del Ser.”(41:9-12) La estructura jerárquica del Ser existe, no a partir de una necesidad metafísica o impersonal, sino precisamente para la elevación espiritual del alma, que es un proceso de una gran delicadeza, que el Sagrado Corán compara con el desarrollo del feto en el vientre materno. Los más altos niveles del Ser, así como el plano planetario de existencia, son nada menos que la expresión perfecta de la infinita Misericordia Divina. “Así, la Fuente de Poder creó siete planos de conciencia y existencia progresivamente más sutiles, revelando en cada plano un nivel nuevo de amor y conocimiento para las almas que retornarán por este camino de ascensión mística hacia la Fuente de Paz.”(41:9-12) Los místicos del Islam encuentran en estos textos coránicos la confirmación de su propia experiencia íntima y directa de los siete niveles de conciencia, cada cual más refinado y más extenso, que culminan en la experiencia última de unión mística. Esta culminación espiritual, expresada por los poetas sufis y descrita de un modo figurativo por Dios el Más Alto en Su Sagrado Corán, permanece esencialmente más allá de toda concepción o descripción como Dios Mismo, ya que esta iluminación suprema es simplemente Dios. Aquellos seres humanos verdaderamente maduros en cualquier cultura, que de hecho conciban al universo de esta forma —no que sólo lean un mapa metafísico o sigan con fe ciega, sino que lo conciban como una visión directa a través de ojos proféticos— están descritos en esta meditación sobre las palabras reveladas del sagrado Corán: “Aquellos cuyo ser completo se oriente hacia la Fuente del Ser, no perciben la mínima imperfección o injusticia en el reino ilimitado del Todo Misericordioso.”(67:1-4) Lo que la humanidad con sus propios conceptos limitados percibe falsamente como un campo caótico de energía física, como un mundo de probabilidades y conflictos, se percibe con los ojos de la revelación como un reino realmente perfecto. La conciencia profética consideraría la moderna concepción científica del mundo no como un avance en conocimiento, sino como una regresión en la sensibilidad y profundidad del conocimiento. Esta regresión no es, sin embargo, sólo una característica de la edad contemporánea. A lo largo de las eras, los Profetas se han encontrado y opuesto, en sus diversas culturas natales, a similares construcciones de la convención humana. El antídoto contra esta forma de pensar convencional, contra esta percepción estrecha o selectiva, no es darle la espalda al universo visible para dedicarse a especulaciones metafísicas o a la autoestimulación de experiencias visionarias. La forma coránica es contemplar nuevamente el universo creado con una visión expandida. “Al percibir la maravillosa creación del cuerpo material, cómo puede dudar la inteligencia de la humanidad de que la Fuente de Poder pueda recrear después de la muerte a los seres humanos, o a los planos inmateriales de existencia.”(75:34-40) 32 Un aspecto esencial de esta visión revelada del universo es la comprensión vívida de que la creación física o temporal no va a existir infinitamente, como tampoco ha existido sin un principio. Cuando la educación y el ascenso de las almas se haya completado de acuerdo con la compasión y sabiduría impenetrables de Dios, el reino planetario entero y las esferas sutiles serán retornados al reino supremo del Paraíso. La Creación no desaparecerá, ya que el Paraíso es la Creación Divina consumada, pero la obra dramática de separación entre Dios y Su Creación llegará a su fin. La contemplación del Final de los Tiempos, que despierta e intensifica las profundidades de la conciencia humana, es una de las prácticas espirituales básicas, en la que Dios instruye a la humanidad a través de los versos revelados del Sagrado Corán. “Cuando de pronto el tiempo desaparece, en el momento eterno de iluminación, la brillantez de los orbes celestiales se extinguirá por el mismo Esplendor Divino, y el universo se abrirá y se disolverá en luz transparente. Esta total revelación de la Fuente de Luz hará estallar como simples partículas de polvo a las montañas primordiales, estructuras cósmicas sobre las cuales este plano terrenal descansa con tanta seguridad.”(77:8-15) Este pasaje es la descripción figurativa de la experiencia personal en el momento de la muerte física. También es la descripción del retorno de todo Ser manifiesto a la Fuente del Ser al final del tiempo, cuando el proceso de Creación Divina esté totalmente maduro y alcance su culminación espiritual. Ninguna estructura de vida, ningún valor realmente vivo, personal o universal, se pierde durante la transición suprema de la vida limitada a la Vida Divina. La contemplación inspiradora del universo creado visto a la luz de la revelación lleva en última instancia a la contemplación de nuestra propia humanidad como la Corona de la Creación, no proviniendo de una forma de autocongratulación o de la satisfacción de un deseo, sino de una apertura genuina a la perplejidad, la maravilla y la verdadera alabanza. El camino de conocimiento profético es extático, en el sentido etimológico de ponerse afuera del yo limitado, fuera de las fronteras personales y culturales cuya existencia hemos proclamado, inocente o arrogantemente, fuera de estos límites que sofocan la naturaleza ilimitada del alma eterna. Con los ojos proféticos abiertos podemos, por primera vez, entrar conscientemente al hermoso reino de la Creación Divina, bailando con alegría como lo hizo el hombre ciego de nacimiento curado por Jesús, el Mesías. Al-láh el Más Alto En la tradición coránica hay noventa y nueve Nombres Divinos principales que se refieren a la Única Fuente del Universo. Estos no son términos humanos tentativos o especulativos referidos a Dios, sino hermosos Nombres Divinos en sí mismos, que fueron revelados por Dios a través de su Corán árabe y que dan cuenta de la misteriosa diversidad de atributos dentro de la sola Esencia. La forma y sonido árabes de estos 33 nombres contiene el poder sacramental de la Presencia Divina —el poder de curar, proteger e iluminar a la persona que los invoca. Pero otros nombres de Dios han sido revelados a través de otras dispensas proféticas que deben ser igualmente respetadas. A través de estos nombres místicos, nuestro ser consciente se pone en contacto directo con la energía esencial del Uno. Esta sola Realidad no es objeto de la filosofía, es la autorevelación del Viviente al profeta Moisés desde las llamas del arbusto: “La Verdad más elevada es que sólo Yo Soy.” (20:9-39) Así, cuando hablamos con humildad y respeto de Al-láh el Más Alto, no nos estamos refiriendo a alguna deidad, que mora en algún cielo, circunscrita por alguna teología. Estamos invocando al único “Yo Soy”, a la única Conciencia, que compone todo lo que existe, y que es aun más infinitamente comprehensiva que la existencia misma. Entonces no podemos mantener conceptos teológicos o filosóficos sobre Al-láh, mucho menos nos podemos dejar llevar por descripciones poéticas de Dios, o limitarlo de alguna manera tal como confinarlo a una revelación en particular. Sin embargo, Dios tiene la iniciativa de revelarse a la humanidad —por completo y de una forma adecuada— a través de los Profetas y los preciosos libros de revelación que Él ha transmitido a lo largo de la historia de la humanidad. De hecho, el proceso de revelación es constante y se extiende más allá de los mensajes traídos por los Profetas, pues la Creación misma se conoce como el Corán Cósmico. La mente humana no puede confinar, sistematizar o reclamar como propia, ninguna dimensión de esta revelación digna de asombro, que es todo inclusiva y todo trascendente. Cuando invocamos sinceramente cualquiera de los Nombres Divinos de Al-láh el Más Alto por medio de la guía de Su tradición profética, entramos en una inexplicable relación directa, en la unión existencial, con la Única Realidad. “Aquellos que invocan a Al-láh el Más Misericordioso con intensa oración sienten inmediatamente la Presencia inequívoca de la Verdad Viviente, mientras que aquellos que adoran a las varias fuerzas elementales o seres etéreos no experimentan el mismo torrente de abarcadora Presencia Sagrada.”(13:12-15) Los nombres místicos de Dios liberan un torrente de experiencia espiritual, de intensa conciencia de la presencia sagrada, que ha sido otorgada a la humanidad a través de todas las tradiciones reveladas. Los Nombres Divinos no son palabras en un diccionario, tampoco están separados del Uno que es nombrado. No puede haber distancia entre nosotros y la sola Realidad, porque aparte de esa sola Realidad, nada existe. Esta cercanía con Dios, descrita en términos coránicos, como más cerca que cerca, es una expresión de Misericordia Divina. “Ningún ser se puede mover ni siquiera a una distancia pequeña de la Fuente del Ser. La Voluntad totalmente misericordiosa de Al-láh va más allá de toda comprensión.”(14:24-27) La añoranza del amante místico o la sed del conocedor místico por la Esencia de Dios encuentra su base y confirmación coránicas en el relato de la experiencia de iluminación del profeta Abraham. “Su adoración a los Atributos Divinos desapareció por completo, y él despertó místicamente en la sola Esencia Divina.”(6:74-83) 34 Esta realización suprema no implica, sin embargo, que la Misericordia, Belleza y Majestad de Dios el Más Alto desaparecen, o que Su Creación desaparece. Después de pasar por esta experiencia de unión mística, el profeta Abraham retorna a su gente y asume la responsabilidad de su misión profética. Despertar a la Esencia significa darse cuenta por completo —no por medio de nuestros propios esfuerzos limitados, sino por el supremamente agraciado regalo del Todo Misericordioso— que sólo Dios el Más Alto existe. No hay separación entre Su Esencia y la expresión bendita de esa Esencia. La ilusión de dualidad o separación es todo lo que desaparece, dejando brillar al total espectro de la Creación, en términos coránicos, como luz dentro de la Luz. Ahora, la educación consciente de nuestras almas puede comenzar verdaderamente. “La Única Fuente detrás de todos los seres y hechos, proyecta este vasto drama de vida y muerte como un proceso de educación de las almas, que aprenden a expresar los Hermosos Atributos de Al-láh a través de la contemplación y acción dentro del reino temporal.”(67:1-4) Este nivel exaltado de experiencia mística, la unión consciente con la Esencia, no está confinado al profeta Abraham, o a unas pocas almas particulares en las órdenes contemplativas de las grandes tradiciones religiosas. Una amistad directa e íntima con la Esencia Divina es la característica de toda profecía auténtica, y la comparte, hasta cierto punto, toda alma devota que recibe el permiso de Dios para ver con los ojos de los sagrados Profetas. Dios el Más Alto no se revela parcialmente, sino que lo hace por completo, ya que Él es la plenitud en sí misma, que no puede ser dividida de forma alguna. El Sagrado Corán aconseja, no sólo a los Profetas sino a todo ser humano sin excepción, dirigirse directamente a la Realidad Última, sin intermediación o jerarquía, sin vacilación o auto menosprecio de ningún tipo. “Nunca recurran a fuerzas mágicas o cósmicas que instintivamente saben son secundarias, en cambio, refúgiense en la sola Fuente Original para su fortaleza espiritual.” (2:21-25) Toda alma bajo el cuidado de la revelación coránica entra conscientemente a la Esencia Divina, a Al-láh el Más Alto, con las poderosas palabras reveladas precisamente para ese propósito por la Esencia misma: “Me refugio sólo en Al-láh, el Guía Supremo de la Humanidad. Me refugio sólo en Al-láh, el misterioso Rey de la Humanidad. Me refugio sólo el Al-láh, la Fuente Verdadera de la Humanidad.”(114:1-6) El Sagrado Corán La voz de Dios, que habla a través del corazón, la mente y los labios del profeta Mujámmad aclara los varios niveles de revelación. El Corán Cósmico es la Creación misma, colmada de enseñanzas de la más alta sabiduría. Toda criatura que fluye como Agua de Vida desde la Fuente de Vida es una parábola, 35 pronunciada por el Corán Cósmico, que enseña a la Humanidad a contemplar con ojos de sabiduría todas Mis creaciones.(24: 41-45) El Corán Trascendente, en contraste, es la mismísima Conciencia de Dios. No hay siquiera un solo grano de arena en las oscuras profundidades de la tierra, ni una planta que florece o se marchita, que no se halle registrado en el Corán Trascendente, que es la Conciencia claramente perfecta de Al-láh. Mis preciados seres humanos, esta abarcadora Conciencia Divina los recibe en el sueño cada noche y sabe íntimamente lo que ustedes experimentan cada día.(6: 59-62) Todo ha sido registrado desde la eternidad en el Libro Ilimitado de la Realidad, la Conciencia abarcadora de Al-láh el Más Alto. (22: 67-70) Toda acción alguna vez realizada por seres humanos hasta el fin de los tiempos, incluyendo cada pensamiento, significativo o no, está ya inscrita en el Corán Trascendente, la Conciencia abarcadora de Al-láh.(54:41-55) El Corán árabe, es el libro histórico que podemos tomar en nuestras manos con profunda reverencia, es un reflejo perfecto del Corán Trascendente en la experiencia humana temporal. De igual forma, el Corán de la Creación misma es un reflejo perfecto, en escala cósmica, del Corán de la Conciencia todo abarcadora de Dios. El Corán árabe histórico participa de lleno en el esplendor y poder tanto del Corán Cósmico como del Corán Trascendente. El Corán árabe no es esencialmente un trabajo de producción humana, sino una puerta abierta por Dios entre las dimensiones de Su sola Realidad para que la humanidad pueda entrar a la casa del tesoro de Sus hermosos Nombres Divinos. Entonces, debemos dirigirnos al Corán con un intenso respeto y reverencia, ya sea en su forma manuscrita o impresa, que es netamente un símbolo del Corán Viviente, que se compone de la resonancia y el significado de estos 6,666 versos, guardados en la memoria y entonados, con un poder conmovedor, generación tras generación. Las mismas formas y sonidos de las letras árabes del Corán se consideran un modo de acceso al reino espiritual del Corán Viviente, a su resplandor y resonancia, y a la unión que hay entre el sonido que despierta el corazón y su significado eterno. “La Fuente Siempre Presente revela así el significado eterno a través del medio que es el tiempo, como el canto resonante del Corán árabe, para que la humanidad pueda despertar y comprender verdaderamente.”(12:1-6) El profeta Mujámmad oyó interiormente los versos árabes del Corán. Él no se encontró con el Significado Divino y simplemente compuso sus propias palabras para expresarlo. Así, ninguna traducción del Corán árabe a 36 otra lengua puede ser el Sagrado Corán, sino simplemente una interpretación humana, que puede ser inspirada, pero que no existe en el nivel supremo de revelación. Tampoco el Corán, en un sentido estricto, está expresado en una forma antigua de la lengua árabe. La configuración particular del árabe que es el Corán, es una revelación que participa en el sentido y misericordia infinitos de Dios, y que puede ser verdaderamente entendida y asimilada sólo por permiso divino. Entonces, saber árabe desde la infancia o estudiarlo, no es lo que le da a uno acceso espiritual al Sagrado Corán. Uno se sintoniza con el Corán con pureza de corazón, de la misma forma en que los Profetas recibieron la revelación. Tampoco el Corán se considera una sola revelación en particular, sino que es una reserva y una protección para todas las revelaciones enviadas por Dios a los Profetas anteriores. El Sagrado Corán indica la existencia de dos niveles principales de interpretación. Ambos niveles o esferas de significado son igualmente verdaderos y se complementan mutuamente. La total comunicación del Significado Divino se hace posible sólo por las Palabras Divinas que, a pesar de estar vestidas de árabe histórico, retienen su poderosa naturaleza infinita y transforman el lenguaje humano en una corriente de poder y verdad. “Las Palabras de Verdad que tienen el poder de expresar la Verdad son como árboles florecientes cuyas raíces, o significados directos, están establecidas profundamente en la tierra del corazón, y cuyas ramas, o significados sutiles, alcanzan las alturas del cielo de conocimiento místico.”(14:24-27) Tanto los significados directos como los sutiles, y sus únicos modos de interpretación sensible, deben ser empleados por aquellos que han sido elevados a una amistad espiritual íntima con el Sagrado Corán. La interpretación coránica no es un simple método académico que puede enseñarse de forma académica neutral. La verdadera comprensión del Corán es un regalo de Dios, recibido a través de una vida de oración, por medio del poderoso estudio de los escritos de sabios maduros de la tradición islámica, y a través del contacto directo con personas que encarnen la belleza y sabiduría de la visión coránica. Lo que resulta de una lectura subjetiva o estrecha del Corán es a menudo un desequilibrio serio de comprensión; como por ejemplo, el despiadado fanatismo de algunas personas dentro de la comunidad islámica, o el rechazo del Corán de otras que no pertenecen a esta antigua comunidad de fe. “Mi amado, la Fuente de Sabiduría te envía estas parábolas vivientes para iluminar a la Humanidad, pero nadie que no haya recibido el Regalo Divino de la interpretación mística puede entenderlas a profundidad.”(29:41-44) Al-láh advierte una y otra vez que Su Sagrado Corán no es simplemente un libro a ser interpretado de forma literal a la luz de conceptos y actitudes limitados, ya sea personales o culturales. A pesar de aparecer en forma escrita o impresa, el Corán es como la zarza en llamas que Moisés admiró con asombro y respeto en el Valle de la Revelación. “Esta Revelación es un Libro de Luz misteriosamente velado, que desciende directamente de la Fuente de Luz, que contiene Palabras de Verdad cuyos significados secretos no pueden ser alcanzados excepto con mentes y corazones completamente purificados por Al-láh el Más Alto.”(56:63-80) 37 Dios le recuerda a la Humanidad que Su Sagrado Corán no es un libro de poesía inspirada, capaz de sólo insinuar el Significado Divino; tampoco la inmensa atracción espiritual del Corán, cuando éste se canta, es un despliegue de algún poder mágico o psíquico.(69:38-51) Al-láh deja en claro que Su Sagrado Corán nunca podría haber emanado de alguno de los poderes auto-asignados en los planos sutiles de existencia, quienes están ellos mismos totalmente confundidos o intentando conscientemente atraer a los seres humanos hacia el despertar de su propia ambición espiritual. (81:22-29) Dios el Más Alto enseña a Su profeta Mujámmad a hablar de una forma verdaderamente humilde y hasta común, muy en contraste con las pretensiones, acciones extravagantes, y promesas tanto de los charlatanes como de las figuras religiosas francamente desviadas que aparecen en todos los contextos culturales. Escuchen el silencioso balance y ternura del modo de hablar dictado por Dios, el Más Alto, al corazón de Su profeta Mujámmad. Amigos, por favor no sientan que soy un extraño, ya que soy un ser humano común no diferente a ustedes mismos. Humildemente he recibido, renovada, la antigua Revelación de que todo Ser manifiesto surge y retorna a la Única Fuente y Destino del Ser, Quien se refiere a Sí Misma como Al-láh, y por otros incontables hermosísimos Nombres Divinos (41:2-8) El drama de la Revelación El Sagrado Corán nunca pretende añadir o sustraer del núcleo esencial de las enseñanzas proféticas que pertenecen a toda la Humanidad. Respetar y aceptar el Corán significa afirmar también todas las revelaciones de Dios a través de la historia, que comparten precisamente la misma esencia. Las varias revelaciones divinas, que históricamente han evolucionado hasta convertirse en las tradiciones reveladas como las conocemos hoy en día, son formas de vida santas únicas y autolegitimadas, no sólo un conjunto de doctrinas. Aunque la historia presente un panorama de gran diversidad religiosa, Dios asegura a la Humanidad en Su Sagrado Corán que tal diversidad no debería ser vista como la desviación de la Verdad de una u otra tradición, sino como el Misterio Divino que Dios Mismo explicará e iluminará en un contexto de conciencia que trasciende a la historia. “La Fuente Siempre Presente ha revelado una vía sagrada singularmente auténtica a cada nación, verdaderas disciplinas espirituales que deben practicarse con cuidado y constancia... En el Día Místico, cuando ustedes despierten del sueño de la existencia finita, Al-láh el Más Sabio les explicará claramente la diversidad que ahora parece dividir Sus varias Revelaciones.”(22:67-70) 38 Este aspecto de la visión coránica, la armonía de religiones, representa mucho más que la generosidad, tolerancia y espíritu ecuménico humanos. Sólo Dios puede ofrecer tal absoluta seguridad con respecto a la unidad intacta e inquebrantable entre todas las tradiciones reveladas. Esta unidad religiosa no es un simple deseo, ni una especulación intelectual, ni siquiera es un alto ideal moral que puede o no cumplirse. La enseñanza esencial transmitida a través de todos los Profetas está establecida claramente por Dios una y otra vez en el Corán como una verdad revelada. Es sorprendente y directa, llena de poder curativo e iluminador para la transformación de nuestra forma básica de experimentar el mundo. El sentimiento instintivo de separación entre los miembros de los diferentes cuerpos religiosos y culturales sólo se puede disolver al contemplar la Verdad revelada, y no a través de procesos racionales y diplomáticos que permiten a nuestras motivaciones egocéntricas y divisorias continuar funcionando. “A lo largo del curso de la historia la Fuente de Sabiduría ha enviado Mensajeros santos para llevar un solo mensaje esencial: ‘No hay seres conscientes separados del infinito Yo Soy que Soy. Entonces, entreguen su mismísimo ser a la Fuente y Destino del Ser.’”(21:19-25) La coherencia e inclusividad de este único mensaje, en el centro del drama de la revelación, es evidente en sí mismo no sólo porque ha sido afirmado tan claramente por el Sagrado Corán, sino porque realmente es el punto esencial de todas las revelaciones a lo largo de la historia. Este mensaje es autoevidente porque nuestra conciencia es creada para estar en armonía con la Verdad de que no hay separación fundamental dentro de la sola Realidad. La revelación no sólo se compone de principios generales, también se caracteriza por una particularidad y exclusividad de una gran riqueza. Ninguna de las situaciones históricas que se han transformado en vehículos para la Revelación Divina se pueden desechar en favor de una teoría general de la revelación. Y tampoco se supone que una revelación anterior sea reemplazada por una más reciente. El hecho de que exista una diversidad religiosa radical crea tensiones entre las tradiciones históricas, aunque de acuerdo con la visión coránica estos sentimientos de tensión o de extrañamiento entre los pueblos de las distintas revelaciones deben ser descartados, y debe esperarse humildemente la propia explicación de Dios. De todas maneras, una vez que la Verdad se revela a sí misma a través de una figura histórica única, irrepetible, esa persona permanece como el portador de bendiciones supremas para la Humanidad, para todas las generaciones futuras. Así la voz de la Verdad le asegura a la Virgen María en el Sagrado Corán: Desde antes de la eternidad, Al-láh el Más Misericordioso ha ordenado este nacimiento espontáneo como una demostración única de Su Amor y Compasión para que los seres humanos lo contemplen a lo largo de la historia.(19:16-36) 39 La estatura de un santo Profeta es extremamente exaltada. La tradición islámica reconoce que las almas son eternas por naturaleza, lo cual significa que Dios creó incluso desde antes de la eternidad a todas las almas que descenderían al reino espacial y temporal de la historia. Entre estas almas humanas radiantes —cada una de las cuales recibió como su vida eterna el mismo aliento de Dios, y cada una de las cuales es irreemplazable— las almas de los Profetas aparecen como soles entre llamas de velas, tan transparentes son a la ilimitada Luz Divina. Mientras contemplamos la vida y enseñanzas de cualquiera de los exaltados Profetas de Dios, la sensación de respeto, la sensación de estar contemplando a un magnífico sol naciente, debería penetrar nuestra conciencia. Esta intuición avasalladora de magnificencia profética, que es en última instancia la magnificencia de la Humanidad verdaderamente despierta, es un aspecto esencial de la visión coránica. “La Fuente de Sabiduría puso en el alma de Mi Amado Abraham esta penetrante comprensión espiritual desde antes de la eternidad, para que él fuera el líder de aquellos que se tornan con perfecta claridad sólo hacia Al-láh.”(6:74-83) El hecho que todos, judíos, cristianos y musulmanes, hayan surgido del linaje del profeta Abraham, da cuenta de la estatura inconmensurable de esta alma profética. En el drama de la revelación, sin embargo, la vida de un santo Profeta —no importa cuán glorificada sea su alma— no está exenta de terrible pugna y sufrimiento, nunca es una fantasía de poder y adulación mundanos. Tal como Dios consuela a Su profeta Mujámmad: “Los santos Mensajeros antes de ti también fueron acusados de impostores. Ellos aceptaron esta calumnia profundamente entristecidos, con el corazón paciente y sin vacilar, hasta que la misma Fuente de Amor, Quien se manifiesta a través de ti, los inundó de paz y poder.”(6:33-34) Las diversas revelaciones proféticas, lejos de estar entre sí en alguna competencia fundamental o atávica, se confirman, expanden y salvaguardan unas a otras. Una vez más esta profunda percepción de armonía está basada en la Verdad revelada, no es sólo una teoría racional o empírica aducida por eruditos o reformadores bienintencionados. Como revelación, esta armonía universal de las religiones, debe ser profundamente contemplada y devotamente asimilada, más que debatirse en las dimensiones intelectuales o políticas de nuestra conciencia superficial. “A través del profeta Jesús, la Fuente de la Sabiduría transmitió el Radiante Evangelio, colmado de la misma luz de Verdad que mana a través de la Torá Viviente... la Fuente Eterna revela ahora a través de ti, Mi amado Mujámmad, este sublime Libro de Verdad, que confirma y salvaguarda la enseñanza esencial de la Torá, del Evangelio, y de todas las demás escrituras auténticas que existieron antes que ellas.”(5:49-52) Podríamos preguntarnos por qué Dios permite que la diversidad religiosa e incluso la franca contradicción doctrinal se desarrollen alrededor del mensaje esencial de participación consciente en la Unicidad de la Realidad. Esto es similar a otra pregunta fundamental: ¿por qué Dios generó tal diversidad de seres creados, algunos incluso en conflicto de muerte entre sí, dentro de la Paz Perfecta de la Unidad Divina? La respuesta es la misma: para la educación espiritual y el florecimiento de las almas. “La Fuente del Poder podría haber unido a todos los pueblos en una sola nación, pero Al-láh el más 40 Misericordioso ha elegido manifestar Su Verdad a través de diversas tradiciones sagradas como enseñanza y prueba para los seres humanos. Si cada nación espiritual practica fielmente la senda revelada a través de sus propios Profetas, entonces toda la humanidad retornará junta a la Fuente del Amor.”(5:49-52) Esta visión coránica de la unidad de la revelación puede traer un gozo y prosperidad inconmensurables a la vida humana en la Tierra. Esta armonía interna de todos los caminos revelados hacia Dios —armonía de toda la existencia, ya que la Creación misma es también revelación— es el ámbito natural del alma, no una visión del futuro posible o imposible. Todos los Profetas y escrituras han generado este profundo sentido de armonía última, sin la cual el ser humano no puede respirar espiritualmente y se sofoca en los conflictos superficiales de intereses personales y colectivos, incluyendo los conflictos de religión. Este aire fresco de revelación siempre ha existido como la atmósfera espiritual respirable de la humanidad. “Tantos de estos luminosos Mensajeros han surgido de la familia humana que no puede existir ninguna impresión de que Al-láh el Más Misericordioso no ha hablado a todas las naciones.”(4:163-166) A través del Sagrado Corán, la voz de la Verdad invita a la Humanidad de una forma clara y nada ambigua a la armonía global. El profeta Mujámmad fue el apoderado de Dios para hacer un profundo llamado a la reconciliación universal. Este llamado no representa simplemente su propia amplitud mental o su sentido de diplomacia pacífica, que fueron definitivamente parte de la forma personal de ser del Profeta, sino que representa la Iniciativa Divina revelada a través de él. Estas palabras de Verdad se dicen a todos los pueblos a través del profeta Mujámmad. “Yo afirmo la Verdad de toda Revelación que ha descendido como un Libro Sagrado proveniente de la Fuente de la Verdad, y he sido instruido por esta Fuente para ser imparcial ante los Pueblos de la Revelación. La Fuente siempre Presente, Quien se llama a Sí misma por incontables Nombres Divinos, es la Fuente de nuestra nación espiritual y sus naciones espirituales. Nosotros tenemos nuestra práctica integral de la forma de vida santa como ustedes tienen la suya. No es necesario que haya un desacuerdo fundamental entre nosotros. Al-láh el Más Alto nos juntará cuando volvamos a casa, a la Fuente del Amor.”(42:13-18) Se enfatiza la naturaleza integral de cada tradición revelada porque los seres humanos necesitan de un rico suelo histórico en el cual puedan echar raíces. Las almas no pueden vivir y crecer con fuerza si flotan en un espacio abstracto de principios generales. Eso sería filosofía, no revelación. Dios desea proteger la ecología balanceada de cada ámbito viviente de Su Revelación. “Así, las tradiciones judía y cristiana deberían aceptarse con respeto a la luz del Glorioso Corán... Pero ustedes no deberían aceptar, mis amados, ninguna enseñanza o práctica de tradiciones más tempranas que han surgido de concepciones humanas limitadas o que contradicen los claros Principios de Verdad revelados a través del Corán Viviente.”(5: 49-52) No se supone que esta Advertencia Divina genere una actitud de división, sino que simplemente agudice nuestro reconocimiento realista de que el proceso histórico puede producir distorsiones sutiles u obvias en cualquier cuerpo de revelación, que de todas formas permanece esencialmente 41 auténtico, puro en su núcleo, y digno de nuestra aceptación reverente. La decisión acerca de qué aspectos de una tradición dada han sido distorsionados se complica por la superficie caótica de diferencias culturales así como por serios problemas de comunicación. Seguir esta Instrucción Divina no es criticar agresivamente a otras grandes tradiciones, sino existir humildemente en el asombro y respeto ante la Unidad Divina mientras se permanece, integrado por completo, con la transmisión del cuerpo particular de revelación en el cual uno de hecho vive y respira. Sin embargo, el alma nunca debe identificarse esencialmente con una corriente histórica de revelación como si fuera opuesta a otra, pues hemos visto que la revelación es una, igual que Dios es Uno. El Sagrado Corán nos permite tener una valiosa visión de la revelación única, la religión más allá de las religiones que de todas maneras constituye el núcleo viviente de cada religión, la religión que no se le impone a la Humanidad, sino que es la naturaleza misma de la Humanidad como fue creada por Dios. “La misma instrucción espiritual desde la Fuente de Sabiduría se da a todas las naciones. La Voz de la Verdad llama a todos los seres humanos a volverse completamente hacia su propia Fuente Verdadera, para sumergirse incondicionalmente en oración cada día, y a ofrecer ternura y ayuda constantes a aquellos que lo necesiten. Esta es la sola religión de la Verdad, natural al alma humana, que trasciende todas las facciones religiosas con su perfecta claridad y rectitud.”(98:1-5) La vida de amor y compasión Para concluir esta breve exploración de la visión del mundo de acuerdo al Islam, debemos observar el modo de vida de las personas que ven la Creación con ojos proféticos. Estas son personas principalmente de paz, paz que surge de conocer íntimamente la Unidad Divina como misericordiosamente todoinclusiva. “Cuando ellos se encuentran con una charla vacía o con la burla, ellos la ignoran con una tranquila dignidad... respondiendo humildemente a palabras estúpidas o incluso agresivas, con un saludo digno: La Paz esté con ustedes.”(25:63-76) Estas personas de amor nunca se sienten individuos aislados que deben defender algún interés personal, religioso o cultural, propio. En todo momento ellos sienten la Acción Divina a través de sus órganos y miembros. “Aquellos cuyas vidas enteras se vuelven íntimamente a la Fuente de Vida nunca se cansan de ser canales para el Poder Divino y nunca están demasiado orgullosos de servir como instrumentos humildes de la Misericordia Divina, hasta en los más pequeños detalles de la vida diaria.”(21:19-25) La única motivación real para llevar este modo de vida pacífica, armoniosa y servicial, esta vida de oración revelada a la Humanidad a través de todos los Profetas, es encontrarse con Dios íntima y completamente. “Por favor alienta a aquellos que aspiran 42 al Islam a ser gentiles y desinteresados, a volverse con todo su corazón hacia la Fuente del Ser y a clamar a Al-láh el Más Misericordioso cada mañana y cada noche, anhelando solamente admirar directamente el Rostro del Amor.”(18:27-31) Con la desaparición de todo sentido de separación, que es la vida de verdadera oración, el ser humano se vuelve una expresión consciente de la misma Fuente del Amor que es adorada como la Realidad todo abarcadora y que todo lo constituye. El fruto de esta unión mística es la más sensible y hermosa vida ética sin ser la respuesta a un imperativo ético, sino la expresión espontánea del despertar espiritual, la afirmación constante de la Única Realidad con cada pensamiento y con cada aliento. La revelación coránica no es una devoción convencional y abstracta, que adora un Ser Supremo aislado, sino la afirmación amorosa de todas las vidas dentro de la única Vida Divina. “La profunda respuesta humana, a la que Al-láh el Más Misericordioso llama, es el compromiso con la justicia que trasforma la vida diaria en continuos actos de amabilidad y generosidad hacia todas las personas, viéndolas como una familia íntima... Advierte compasivamente a tu gente que se alejan de la Fuente del Amor al llevar a cabo acciones insensibles para con la dignidad de cualquier ser, y que sólo la remembranza constante de la Fuente del Ser puede desarrollar una verdadera sensibilidad.”(16: 89-91) Las personas cuyos ojos de sabiduría han sido abiertos por la luz de la revelación para ver a Dios constantemente, están movidas a compartir con los otros toda la abundancia que hayan recibido de la Fuente de la Creación. Estas personas maduras nunca asumen el resultado particular de una situación, ya que aceptan lo que pase como una profundización de su fe y comprensión, y de esta forma nunca son agresivas en ningún sentido. “Estos son mis auténticos amantes y amigos, cuyas vidas son vividas como alabanza y oración, cuyos actos se dirigen a compartir compasivamente la abundancia, ya sea terrenal o celestial, que la Fuente Última les ha provisto... quienes contemplan todos los eventos sin excepción como generosos regalos y enseñanzas de la Fuente de Sabiduría.” (8:2-4) Este modo de vida transformado es verdaderamente humano, no super-humano. Provee la base para las leyes morales de la cultura, aunque en sí no esté motivada por cuestiones de legalidad y moralidad, sino más bien por la veracidad instintiva de todo el ser de la persona que experimenta a Dios como supremamente cercano a todas las vidas. “Al-láh el Más Alto es la Verdad Viviente, y ustedes deberían siempre atestiguar la Verdad a todo nivel, aun cuando sus intereses personales o los de su familia y amigos tengan que sacrificarse. Ya sean ricas o pobres, todas las personas deben recibir igual justicia, pues Al-láh el Más Misericordioso está igualmente presente para todos.” (4:131-135) Este modo de experimentar o vivir directamente el Amor Divino en la Tierra no es primordialmente ético o racional, sino místico. Desde esta perspectiva supremamente amorosa, que es realmente la perspectiva del Paraíso, el mundo aparece en una luz que asombra, trascendiendo con mucho cualquier visión utópica, ya que las utopías son pura especulación humana, no verdad revelada. “El hombre o la mujer que vive la vida completamente vuelto hacia la Fuente del Amor, afirmando el Amor con cada aliento, 43 encontrará el Paraíso en todas partes y comenzará a entender la justicia dada a todos los seres por Al-láh el Más Alto, una justicia tan perfecta que ningún alma es agraviada ni siquiera en tanto como la punta de un hueso de dátil.” (4:116-125) La vida de servicio constante y devoto a los compañeros, que es la forma de vida revelada universalmente a través de todos los Profetas, no es un programa de acción social sino una forma de meditación sobre el Amor Divino. Esta forma de vida santa es la integración de actos espontáneos de generosidad inspirados por una constante conciencia interior de la Generosidad Divina. Los versos del Sagrado Corán son las Palabras de Dios, no una filosofía secular de reforma social. Sin embargo, el servicio sinceramente dedicado a la sociedad puede y debe llevarse a cabo con la visión profética. “Estos humildes siervos, movidos puramente por el amor a la Fuente del Amor, dan comida y otras provisiones a los pobres, los huérfanos y los prisioneros. ‘Nosotros traemos estos regalos para ustedes espontáneamente, sólo anhelando contemplar el Rostro del Amor. No es necesario que ustedes nos retribuyan la ayuda, tampoco es necesario que nos estén agradecidos. Nosotros hemos sido inspirados a dar a través de nuestra constante contemplación de la misericordia universal de Al-láh.’”(76:2-22) Hay una revolución mística de conciencia en este acto de alabanza suprema, en este dar desinteresado de todo nuestro ser a Dios a través del servicio amoroso a otros seres humanos. Los pobres, los huérfanos y los prisioneros —y la mayoría de los seres humanos existen bajo estas condiciones abyectas, ya sea en un sentido literal o figurativo— son de hecho los portadores secretos de la Esencia Divina. Al ofrecer amor a la Humanidad, los servidores de Dios verdaderamente despiertos están alabando a la Fuente del Amor y contemplando íntimamente el Rostro del Amor. El reconocimiento espiritual de la Humanidad de su propia unicidad con la Realidad Divina es el objetivo del camino profético. “Esta misión es el despertar progresivo de la Humanidad a su perfección esencial iniciada a través del Adán Trascendental, ante quien incluso los ángeles se inclinaron con todo su ser... la esencia secreta del alma humana es la Conciencia abarcadora y la completa Sabiduría de Al-láh.”(12:1-6) La descripción coránica de los verdaderos místicos, personas que han experimentado auténticamente la unión con Dios, se expresa en función de transformarse en canales de la Misericordia Divina. La generosidad sin titubeos es la función de la madurez espiritual. Cada alma humana es capaz de crecer hasta alcanzar dicha madurez. Los Profetas no presentan una doctrina mística abierta sólo para un puñado de individuos especialmente motivados o calificados. Este llamado a la compasión y a la unión es la invitación universal de Dios, que resuena claramente a través de todos los reverenciados Profetas de Dios, y que trasciende por completo tanto las formas externas de la religión como las disputas doctrinales entre religiones. “Aquellos que hacen un despliegue de piedad, pero que no han comprometido enteramente sus vidas con la acción compasiva, son como aquellos que hacen sus oraciones diarias como un hábito o una convención, sin temor reverente, humildad y anhelo verdaderos. Ya que su religión permanece como una 44 pretensión, el recipiente de su ser no ha sido llenado por la Fuente del Amor con bondad activa.”(107:1-7) Esta vida de total compasión no es una enorme responsabilidad difícil de portar, tampoco es un sentido de deber orgulloso que hace que una persona se sienta inmensamente importante frente a la sociedad. Esta vida de Amor Divino en la Tierra, que es el perfecto conocimiento de la Unidad, es primeramente una expresión de verdadero gozo espiritual, que surge espontáneamente de la afirmación de Dios con cada célula de nuestro cuerpo, con cada hebra de nuestra conciencia. El gozo espiritual no es una enseñanza secreta, sino la experiencia del Amor Divino transmitida a través de los Profetas auténticos. El Sagrado Corán revela la última y tal vez la única pregunta que Dios le hace al alma: “Mi querida Humanidad, al amanecer del Día Eterno, se les preguntará a las almas si éstas han experimentado sólo placer egocéntrico o si conocen la naturaleza del gozo verdaderamente espiritual. Consideren profundamente cuál será su respuesta.”(102:1-8) 45 La Canción Divina de Al-láh: Dentro del Corán El Sagrado Corán, debemos siempre recordar, no contiene el discurso y el pensamiento humanos del profeta Mujámmad, es la Canción Divina de poder y amor cantada directamente por Al-láh, la Fuente Última del universo, a través del ser personal, cultural y espiritual de Su Profeta. El Sagrado Corán, en su profundidad, es revelación directa, más allá de los estudios históricos que se hagan de su superficie. Ninguna meditación sobre el Corán, sin importar qué tan poderosa sea la inspiración y cuán amplio el estudio, podría igualar al original árabe, simplemente porque el Corán árabe permanece en el reino de la revelación. Esta es una revelación viviente, que ocurre de nuevo cada vez que se canta o recita el Sagrado Corán, ya que estas palabras árabes son la resonancia misma de Al-láh el Más Alto, y por lo tanto transmiten curación, protección, transformación y poder iluminador directamente desde la Fuente. El Corazón del Corán intenta sugerir la riqueza espiritual del texto original en un inglés contemporáneo dignificado. El título Inspiraciones del Sagrado Corán me fue sugerido por el Sheij Muzaffer, quien revisó y aprobó el manuscrito, para dejar en claro al lector que este es un libro de inspiración personal que no reclama ningún tipo de autoridad religiosa o académica. Este proyecto comenzó de una forma inesperada en el tiempo en que estaba preparando un documental para la radio sobre el Islam. Experimenté con mi propia interpretación libre del capítulo de apertura del Corán, trabajando a partir de una traducción literal al inglés. Un erudito árabe escuchó mi lectura por la radio y preguntó sobre su origen, explicando que él consideraba que esa era la versión en inglés de este importante pasaje coránico más evocadora que él había encontrado. Su respuesta generosa a este improvisado esfuerzo literario plantó en mí las semillas de confianza. Decidí componer una meditación similar sobre por lo menos un pasaje de cada uno de los 114 capítulos del Corán, cada selección tocando algún aspecto único de la revelación islámica. Decidí retener el orden de estos pasajes seleccionados como aparece en el Sagrado Corán en lugar de arreglarlos de acuerdo con un sistema de clasificación temática. De esta forma esperaba sugerir la atmósfera e incluso la significación esotérica del texto árabe. Este libro no es una explicación del Corán, sino una invocación del Corán. 46 La mayoría de las selecciones consiste de sólo unos pocos versos, altamente condensados en el árabe original, y expandidos libremente en mis meditaciones. Al trabajar basándome en las varias traducciones al inglés disponibles, intenté ajustarme lo más posible al significado del texto, al mismo tiempo que desplegaba algo de la belleza y profundidad del original. Compuse un título para cada selección, tratándola no como un simple fragmento sino como un todo integral. A lo largo de mi trabajo, desarrollé ciertas estructuras lingüísticas, tales como la frase: “Mi Amado Mujámmad,” que no ocurre en el árabe, pero que yo introduzco como un recordatorio de que todo el Sagrado Corán se compone de las palabras que Al-láh dirige tierna y amorosamente a Su profeta Mujámmad, y a través de él, a la Humanidad como un todo. Para aquellos pasajes en los que Dios se dirige directamente a la Humanidad a través de la voz del Profeta, he introducido frases como “Mis queridos seres humanos que desean volverse plenamente humanos,” otra vez dramatizando el hecho que es siempre Al-láh el que habla en el Corán, nunca el Profeta de Al-láh. En aquellos puntos en el texto en los que Al-láh habla reflexivamente, y que son usualmente interpretados en inglés como “Nosotros creamos” o “Nosotros protegemos”, he introducido frases tales como “La Fuente Última que ahora está hablando crea” o “La Fuente de Poder que ahora está hablando protege” para sugerir el sentido íntimo de oír la Comunicación Divina original. El Corán es la misteriosa voz de Al-láh, no un libro de historia sagrada o de teología. He desarrollado varios sinónimos en inglés para el nombre árabe Al-láh, tales como “Fuente Última”, “Fuente siempre Presente”, “Fuente del Ser”, “Fuente del Poder”, “Fuente de la Vida” y “Fuente de la Luz”. Esto refleja la pluralidad de Nombres Divinos en el original. Por su puesto, uso el término Al-láh muy a menudo, eligiendo no traducirlo como Dios, para alentar a los anglo-parlantes a volverse sensibles al término Al-láh como se emplea hoy en día por muchos millones de personas en el planeta. Para dramatizar el hecho de que Al-láh el Más Alto no es una deidad local que compite cultural o religiosamente con otras deidades, ocasionalmente uso una frase como “la Fuente Última Quien se llama a Sí Misma por incontables Nombres Divinos”. A partir de esta metáfora de Al-láh como la Fuente, se desarrollaron variaciones, como las frases “volviéndose a la Fuente” y “aquellos que afirman la Fuente”, para expresar por medio de la experiencia los términos árabes de “creencia” y “creyente,” que no son términos doctrinales, sino términos existenciales. De igual forma, las variaciones de las frases “apartándose de la Fuente” y “aquellos que niegan la Fuente” cubren los términos árabes de “incredulidad” y “no-creyente”. Muchas de estas expresiones han ido tomando forma durante los diez años en los que he trabajado en este manuscrito. Éstas se emplean para sugerir la grandeza de expresión y la profundidad de significado que no pueden estar contenidas en ninguna traducción literal del altamente condensado original árabe, que muchas veces se eleva a un tipo de taquigrafía sagrada. También he introducido en estas meditaciones varios vínculos de conexión —por ejemplo, en los relatos bíblicos narrados por el Sagrado Corán— conexiones que no son 47 expresamente afirmadas por el Corán árabe. He hecho esto para retener en el inglés la fluidez y cualidad dramática del original. El Sagrado Corán no sólo prescinde de lazos narrativos, sino que también deja implícitos, más que afirmados, ciertos elementos importantes de la práctica espiritual y el saber místicos. He hecho más explícitas algunas de estas enseñanzas. Algunos académicos pueden objetar que el texto original del Corán no alude a los muchos refinamientos de la disciplina contemporánea y la sabiduría esotérica de la posterior tradición del Islam —algunas veces llamada sufismo. Pero los devotos practicantes musulmanes tradicionales, de hecho, encuentran esta riqueza de significado místico en el Sagrado Corán, basada en siglos de inspirada exégesis y profunda experiencia contemplativa. Mi intención en estas meditaciones es, desde mi propia experiencia en el mundo del Islam, dramatizar lo que, el musulmán sensible siente cuando lee el Sagrado Corán, o cuando escucha arrobado el melodioso canto en árabe clásico, a veces sin una clara comprensión verbal. En cuanto a los varios niveles de significado que los musulmanes devotos encuentran en su Libro de Libros, debo enfatizar que mis meditaciones se encuentran muy cerca del nivel básico de significado en el Sagrado Corán. Para este estrato fundamental de significado yo no usaría la frase “significado literal”, ya que ésta sugiere un tipo de significado estrictamente literal, que se puede despreciar como relativamente sin importancia en relación con la elevada búsqueda mística. Nada podría estar más lejano a la forma en que el musulmán comprometido considera este valioso Libro de la Revelación. Lo que yo llamaría “el significado básico” de los versos es profundamente importante. Éste constituye la base de la práctica musulmana y la creencia experiencial, sin la cual se anularían los varios niveles de significado místico. Ocasionalmente, mis interpretaciones de ciertos temas coránicos tales como la naturaleza misericordiosamente purificadora del fuego del infierno, comienzan a penetrar en el rango intermedio de significado místico. Este rango intermedio también se encuentra presente en mi meditación sobre la iluminación del profeta Abraham, una interpretación del texto coránico que fue confirmada por el Sheij Muzaffer. Casi nunca penetro en los niveles más altos de significado esotérico que encierra el Sagrado Corán, ya que estos me son ampliamente desconocidos y no están contenidos en libros, más bien son íntimamente transmitidos de maestro a discípulo en el intrincado y sagrado mundo de la órdenes contemplativas del Islam. El Sheij Muzaffer ha explicado que en ninguna parte en sus extensos trabajos publicados discute enseñanzas que estén por encima del nivel intermedio, ya que considera que las enseñanzas místicas más elevadas deberían ser transmitidas a los individuos sólo en el momento apropiado de su particular desarrollo espiritual. Una verdad esotérica que no se entiende o no se aplica correctamente puede crear serios obstáculos para la auténtica vida contemplativa, así 48 como también puede crear falsas imágenes de la búsqueda mística en la comprensión cultural general. Consideremos un ejemplo en el Sagrado Corán de significado básico y uno de significado intermedio. Hay cuatro ríos en el Paraíso: el de agua, el de leche, el de vino y el de miel. El significado básico es que, en el reino de la experiencia posterior a la muerte, el alma se encuentra progresivamente con estos cuatro niveles de bendición, cada uno más intensamente concentrado que el anterior. Añadir que el contemplativo, o el místico, puede probar de estos ríos de experiencia espiritual mientras aún vive en la Tierra, es comenzar a tocar el nivel intermedio de significado. Sin embargo, como el Sheij Muzaffer me informó, la tradición esotérica del Islam enseña que estos cuatro ríos del Paraíso se refieren también a sutiles canales nerviosos en el cuerpo humano, que el Sheij de varias formas instruye al practicante para activarlos. Ahora estamos encontrándonos realmente con los niveles más altos de significado, los referentes a una ciencia esotérica transmitida, a través de generaciones, por los Sheijs de las órdenes místicas del Islam. No puedo comentar en detalle sobre niveles de significado aún más altos que éste, ya que dichos principios son conocidos solamente por los adeptos espirituales. Uno podría decir que el tema es el secreto de la unión espiritual. El amante extasiado que desaparece totalmente en el Amor Divino emerge otra vez como un íntimo amigo de Al-láh, con un cuerpo humano compuesto solamente de Amor. Sólo esos seres pueden entender verdaderamente la profundidad del Sagrado Corán. Como el Sheij Muzaffer una vez remarcó, tales adeptos pueden encontrar en los versos coránicos claras predicciones, hasta de los eventos más comunes que les ocurrirán en el transcurso del día. Volviendo a nuestro ejemplo original, mi Sheij hizo hincapié en que el alma de hecho va a encontrarse con estos ríos al entrar al Paraíso, y que experimentará los niveles sutiles de experiencia que los ríos simbolizan. Este es el nivel básico de significado del que nunca se debe prescindir. Esta descripción del Paraíso no es una simple metáfora que expresa posibilidades espirituales para el ser humano aquí en la Tierra. El Sheij Muzaffer aclaró que ambos niveles de significado —las experiencias posteriores a la muerte y las prácticas espirituales esotéricas— son totalmente objetivos, y se complementan mutuamente. No quiero dejar la impresión de que la enseñanza coránica existe en algún nivel místico “remoto”. La mayor parte de la más poderosa instrucción espiritual del Sagrado Corán se concentra alrededor de temas a los que se puede acceder de inmediato, tales como: la compasión desinteresada, el compromiso con la justicia, la fidelidad a los estándares morales y a las disciplinas espirituales diarias, la ternura hacia todas las criaturas, y la gratitud profunda para con la Fuente de la Creación. Estos temas Coránicos, aunque también estén elaborados en niveles más y más altos de significado, apelan directamente a todo ser humano que desee ser plenamente humano. La vida contemplativa y la vida 49 ética no se pueden separar. Tanto el anhelo de retorno místico a la Fuente Última como el compromiso de ofrecer bondad y justicia a todos los seres sobre la Tierra se enseñan en el Sagrado Corán como aspectos esenciales de una vida humana plena. Toda persona que camine verdaderamente por el exaltado camino del Islam está buscando la inmersión en el misterio de Al-láh el Más Alto, y también está involucrado profundamente con la vida y el bienestar diario de la familia humana. 50 SEGUNDA PARTE Meditaciones sobre el Sagrado Corán 51 El camino directo (Meditación en el Sagrado Corán 1:1-7) Mi Amado Mujámmad, por favor inspira a mis preciados seres humanos para que afirmen con todo su ser el Nombre Majestuoso Al-láh el Altísimo, Quien es la Fuente Última que está hablando a través de ti como tierna Misericordia y sublime Amor. Por favor enseña a la Humanidad a orar de este modo: “La alabanza espontánea que surge de los corazones y mentes de todos los seres fluye sólo hacia Al-láh, el Siempre Presente Origen y Meta del Ser, Quien sostiene y cuida de cada ser, la Fuente del Amor que constantemente desborda compasión y perdón. La Fuente Suprema lleva a todos los seres conscientes a su Día de la Verdad, a su regreso al hogar en el Esplendor de Al-láh. Sólo a Al-láh, la Fuente del Ser, pueden los seres vivientes ofrecer verdaderamente su ser por entero. Solamente de Al-láh, como Fuente de Poder y Amor, puede recibirse verdadera fortaleza y guía. Preciosísimo Al-láh, sólo Tú enseñas a los seres humanos a volverse conscientemente a su propia Fuente Verdadera. Este es el camino directo del Islam, revelado a través de todos los Profetas, y seguido valientemente por los amantes del Amor que siguen el llamado del Amor directamente hacia la Fuente del Amor. Este no es uno de los caminos mundanos que deambulan por la Creación, seguido por aquellos que, descuidadamente, se apartan de la Fuente de la Creación.” Guía viviente (Meditación en el Sagrado Corán 2:1-7) Sólo la Verdad Viviente fluye a través de estas letras árabes, infundiendo poder místico en cada una de ellas. Este es el Libro de la Verdad, libre de toda duda, que guía los pasos de aquellos que vuelven sus vidas por completo hacia Al-láh, la Fuente de la Verdad, y que siempre se sienten rodeados por la invisible Presencia Divina. Este Corán Viviente guía a aquellos que se sumergen de todo corazón en la oración, y que comparten libremente la abundancia que la Fuente Siempre Presente les provee. Este Corán Radiante guía a aquellos que aceptan con reverencia las Palabras Divinas transmitidas a través de ti, Mi Amado Mujámmad, y las Palabras de Verdad enviadas por la Fuente Última a través de los Profetas anteriores a ti. Este Corán Resonante guía a aquellos que experimentan la certeza de que, después del sueño de la muerte, despertarán en el Resplandor de Al-láh. Estos son los verdaderos seres humanos que pueden recibir conscientemente la Guía Viviente de Al-láh el Más Alto, cuyas vidas terrenales se vuelven fructíferas en todo nivel. En cuanto a aquellos que sufren del engaño de la negación, y que finalmente llegan a negar el Fundamento mismo de su propio ser, da lo mismo si les adviertes o no. Ellos se han apartado por completo de la Fuente de la Vida. Para protegerlos de ser consumidos por su propia negatividad, Al-láh el Más 52 Misericordioso ha sellado sus corazones secretos, ha silenciado su oído espiritual, y ha velado su visión interior. Al entrar en el sueño de la muerte, ellos experimentarán la belleza del Resplandor Divino como una terrible purificación de fuego. La fuente original (Meditación en el Sagrado Corán 2:21-25) Mis preciados seres humanos que anhelan volverse verdaderamente humanos, vuelvan sus vidas sólo hacia Al-láh, la Fuente de Poder, que los emana a ustedes y a todos los seres que existieron antes que ustedes. Este tornarse consciente a su propia Fuente Verdadera es la vía del aprendizaje de la pureza de corazón y la acción compasiva. Vuélvanse sin cesar hacia Al-láh el Más Alto, Cuyo Poder les presenta este verde planeta como un lugar de descanso, y este brillante pabellón de estrellas como una inspiración, Cuya Misericordia desciende como dulce lluvia para crear los frutos de la tierra que necesitan como sustento. Nunca recurran a fuerzas mágicas o cósmicas que intuitivamente saben son secundarias, sino busquen siempre la fortaleza espiritual sólo en la Fuente Original. Si dudan de la autenticidad de estas Palabras Divinas pronunciadas por la Fuente Última a través de Mi devoto servidor Mujámmad, entonces traten de componer palabras como estas, y encuentren testigos imparciales que confirmen que sus palabras tienen igual valía. Ciertamente no tendrán éxito. Si continúan negando que la Fuente de Sabiduría se comunica directamente con la Humanidad a través de los Profetas, permitiendo a tal negación crecer profundamente dentro de ustedes, entonces, durante el sueño de la muerte, el Esplendor Divino debe aparecer como un fuego que consumirá y quemará su negatividad. Mi amado Mensajero, por favor lleva jubilosas noticias a aquellos cuyas vidas enteras afirman el Amor a través de la constante compasión y pureza de corazón; que ellos despertarán inmediatamente del sueño de la muerte en la Presencia directa de Al-láh, experimentada como los jardines místicos del Paraíso que fluyen con ríos de paz. Los frutos de la vida terrenal se entienden entonces como reflejo de los frutos del Paraíso. El deleite entre los amigos y amantes aquí conocido, allá será elevado a perfecta pureza y plenitud. Allí, los que viven para el Amor, vivirán para siempre. El misterio del profeta Adán (Meditación en el Sagrado Corán 2:28-39) Mi Amado Mujámmad, por favor transmite esta profunda revelación a la Humanidad: “Mis amados, ¿por qué cierran los ojos al Poder de la Fuente Siempre Presente que les habla ahora? El Poder de Al-láh los viste con vida orgánica y, con el tiempo, removerá 53 este manto revelando un eterno ropaje de luz para el retorno a la Luz Divina. El Poder de Al-láh proyecta, para la experiencia y evolución espiritual de ustedes, todo este reino planetario, y siete reinos celestiales progresivamente más sutiles. Al-láh es la Conciencia abarcadora que mira, desde dentro, cada acción y cada pensamiento en todos los planos del Ser. “Antes del comienzo del Tiempo, Al-láh el Más Alto anunció a los ángeles: ‘Miren, crearé seres poderosos e inteligentes como mis representantes espirituales y cuidadores de la vida planetaria.’ Desde la perspectiva de la visión angélica, ellos preguntaron: ‘Exaltadísimo Al-láh, ¿cómo puedes evolucionar criaturas que se volverán corruptas y sostendrán guerras, cuando aquí nosotros Te alabamos incorruptiblemente?’ Al-láh el Más Sublime proclamó: ‘Mi Conocimiento trasciende absolutamente el de ustedes.’ “La Fuente Suprema le enseñó al Adán trascendental el nombre de todo ser en todos los planos del Ser, así como también los hermosos Nombres Místicos de la Fuente del Ser. Revelando a los ángeles el espectro entero de la Creación, Al-láh entonces ordenó: ‘Si poseen tan penetrante visión, reciten los nombres de los seres que He creado.’ Perplejos, los ángeles respondieron: ‘Toda alabanza Te pertenece, y todo conocimiento es sólo Tuyo, Preciosísimo Al-láh. Nosotros sólo somos versados en lo que Tú nos has enseñado. Tú eres Conciencia abarcadora y Sabiduría completa.’ Luego, el Adán celestial, empoderado por la Fuente de la Sabiduría, recitó para los ángeles los nombres de todos los seres. La Voz de la Verdad recordó a los ángeles: ‘¿Ustedes que sólo expresan inteligencia angélica olvidan que Al-láh conoce los secretos del reino planetario y de los siete reinos celestiales? ¿Olvidan que Al-láh conoce cada pensamiento, revelado u oculto? Inclínense con todo su ser ante la Corona de Mi Creación que misteriosamente porta Mi Conocimiento y Mi Esencia.’ “Así, antes del comienzo del Tiempo, los ángeles y otros seres de los planos sutiles se inclinaron profundamente ante el Adán trascendental, excepto un ser etéreo llamado Iblis, que sentía gran orgullo de su inteligencia. Iblis fue el primero de aquellos que con arrogancia, se apartan de la Fuente del Ser, que niegan el Fundamento mismo de su propio ser y esparcen instintivamente esta negación en otras mentes y otros corazones. Iblis se convirtió en la fuerza desintegradora llamada Satán. “La Voz de la Verdad proclamó entonces: ‘Mi Amado Adán, habita con tu esposa en el jardín de Vida primordial y experimenta lo que sea que desees, excepto los frutos que despiertan agudos dolores de separación.’ Adán eligió conscientemente ignorar esta advertencia por medio de la misteriosa Voluntad de Al-láh que permitió la acción de Satán, ya que el alma humana deseaba experimentar la separación de la Fuente del Amor y la consecuente añoranza por el Amor Divino, apreciado desde entonces por todo aquel que viaja a lo largo del camino místico de retorno. Así, el alma humana fue desarraigada de la bienaventuranza de la vida trascendental y llevada a la lucha en el Tiempo. “La Voz de la Verdad proclamó a Adán y a todas las almas: ‘Deben descender a la temporalidad para experimentar la separación y el conflicto. ¡Permanezcan por el tiempo de una vida en la escuela de la añoranza, donde encontrarán simples reflejos del gozo que 54 está por encima del Tiempo!’ Aun así, Al-láh el Más Misericordioso se volvió amorosamente hacia el Adán temporal, otorgándole iluminación, y abriéndolo como un canal de Revelación Divina. Mi amado Adán se convirtió en el primer Profeta, el primer Mensajero en el Tiempo enviado desde la Fuente Eterna. Al-láh espontáneamente transforma e inunda los corazones y las mentes de los seres humanos con resplandor, pues Al-láh es tierna Misericordia y Amor sublime. “Al comienzo de la Historia, la Voz de la Verdad decretó: ‘Mis preciadas almas humanas, desciendan por entre los velos de separación. Ustedes allí recibirán Mi guía, y aquellos que respondan de todo corazón a la Revelación que fluye a través del noble Adán y a través de la corriente pura de Profetas que vendrán, nunca serán abrumados por el miedo o la pesadumbre y retornarán directamente a la Fuente Última; pero las almas que se aparten de la Fuente del Amor, rechazando las demostraciones de Amor que fluyen a través de Mis nobles Mensajeros, necesitarán experimentar su retorno a la hermosa Luz de la Eternidad como si se arrojaran a un fuego purificador.’” La esencia del Islam (Meditación en el Sagrado Corán 2: 255-257) Solamente existe una Fuente Suprema, un Poder inagotable que se llama a Sí Mismo Al-láh, el Uno profundamente Viviente, la Vida más allá del Tiempo que nunca merma. La Única Realidad nunca duerme, Su Conciencia abrazadora no descansa ni siquiera por un instante. Sólo al Uno pertenece la emanación de la existencia planetaria y de los siete planos más elevados del Ser, de la misma forma en que los esparcidos rayos de luz solar pertenecen a un único sol. No hay ser alguno que se pueda volver hacia la Fuente Siempre Presente en oración o contemplación excepto a través del Poder y el Amor que fluyen de la Fuente Misma. Ya que la Fuente Última habita más allá del Tiempo, permanece siempre perfectamente consciente de las causas que preceden a cada evento y de las consecuencias que de él se derivan. Los seres humanos no pueden comprender nada de esta Conciencia abarcadora, excepto lo que Al-láh el Más Alto les transmita como regalos de Gracia. Toda la Creación, incluyendo los planos celestiales y planetarios, es el brillante Trono de Al-láh. Sostener y proteger esta vasta manifestación de Energía Divina no implica ningún esfuerzo para la Fuente Original, Quien es supremamente trascendente y Quien subsiste sólo como Esplendor. Mi amado Mujámmad, no debiera ejercerse nunca sobre persona alguna ni la más leve compulsión para que camine por el exaltado camino del Islam. Permite a la Humanidad ser atraída espontáneamente al Islam por su suprema claridad, pues el Islam simplemente hace clara la Verdad de que sólo puede haber una Fuente. Esta Verdad disuelve el error primordial que se aparta de la Fuente Última confundiendo algunas visiones limitadas como últimas. Cualquiera que deje de confiar en algún ídolo, en cualquier concepción humana limitada, y busque la fortaleza sólo en la ilimitada Fuente que se llama a Sí 55 Misma Al-láh, ha alcanzado el soporte más confiable, la clara e indestructible esencia del Islam. Al-láh el Más Sabio escucha interiormente las oraciones verbalizadas o no, y percibe íntimamente las motivaciones expresas y ocultas de todos los seres. Al-láh el Más Misericordioso da la perfecta guía y plena protección de Su Amistad Divina a los que afirman la Fuente del Amor con cada aliento. A aquellos que viven la vida de afirmación espiritual constante, Al-láh los trae del reino sombrío de los impulsos subjetivos y conceptos limitados, a la luz clara de la Fuente. Pero aquellos que se apartan de la Fuente de la Luz, que dependen de imágenes limitadas para recibir guía y protección, son arrastrados de la claridad de la Revelación hacia el reino de las sombras, e inevitablemente experimentarán el Esplendor de Al-láh como fuego enceguecedor. Amantes del Amor (Meditación en el Sagrado Corán 3:14-18) Considerar al cónyuge y a los hijos, al oro y la plata, a los buenos caballos, al ganado y a la tierra como expresiones de poder personal es la forma de gratificación que brilla con belleza falsa. Pero la vida en la Tierra, vivida delicadamente como una afirmación de Amor que culmina retornando a la Fuente del Amor, es verdaderamente hermosa. Mi amado Mujámmad, invita a la Humanidad con estas palabras: “¿Les puedo informar sobre un camino y una meta de vida verdaderamente hermosos?” Aquellos cuyo ser completo se vuelve con pureza de corazón hacia el Esplendor de Al-láh el Más Alto, comenzarán a vislumbrar aquí el Paraíso, y despertarán después del sueño de la muerte en jardines de cercanía que fluyen con ríos de paz. Habitando allí en la Fuente del Amor, en el hogar, en la satisfacción mística más allá del Tiempo, las almas comparten el compañerismo más puro, que las deleita mucho más que lo que el amor apasionado deleita a aquellos aquí en la Tierra. Al-láh el Más Misericordioso está intensamente consciente de Sus amantes desinteresados, a los que Él enseña a orar espontáneamente con cada aliento: “Preciosísimo Al-láh, nosotros sólo anhelamos afirmar el Amor. Mientras existamos en la Tierra, por favor disuelve nuestras negaciones del Amor, para que podamos experimentar Tu Presencia Directa, no como el fuego de la purificación, sino como el Resplandor del Paraíso.” Estos son los amantes del Amor que continuamente se están tornando desde el yo limitado hacia la Fuente ilimitada. Este constante retorno les permite ser profundamente pacientes, veraces, obedientes del modo santificado de vida, y generosos con sus bienes y gentileza para con todos los seres. A través de las oraciones de la noche y del amanecer, estos amantes de Al-láh el Más Sublime imploran Su perdón por cualquier pensamiento o acción egoísta que hayan cometido consciente o inconscientemente. 56 Mi amado, la Fuente Siempre Presente que ahora habla a través de ti permanece como el testigo principal de que solamente hay una Fuente Suprema, Quien se llama a Sí Misma Al-láh. Esta verdad de unidad es atestiguada también por los seres angélicos eternos, y por los seres humanos que han sido despertados al conocimiento de su propia Fuente Verdadera, y que, por tanto, pueden permanecer constantes en la vía universal de armonía y justicia. Nada hay a que confiarse que Al-láh el Más Alto, Quien es Poder ilimitado y Sabiduría perfecta. La oración del profeta Mujámmad (Meditación en el Sagrado Corán 3:26-27) Mi amado Mensajero, por favor enseña a los seres humanos que aspiran a la verdadera humanidad a orar: “Exaltadísimo Al-láh, Soberano de la expansión radiante de los reinos terrenos y celestiales, Tú revelas los poderosos secretos de Tu reino a quienquiera que Tú desees, y los velas de quienquiera que Tú desees. Como puro Misterio Divino, Tú elevas a quienquiera que deseas y limitas a quienquiera que deseas. Tus Manos de Poder y Bondad contienen lo que sea necesario para el desarrollo de cada ser vivo, dando forma de sensible enseñanza espiritual a todo hecho personal y cósmico, ya que sólo a través Tuyo es que todos los eventos se hacen posibles. Sólo Tú haces que la noche de ignorancia desaparezca en el día del conocimiento, y que a su vez, el día del conocimiento humano desaparezca en la noche del Misterio Divino. Sólo Tú haces que los vivos entren en el sueño de la muerte, y sólo Tú despiertas en Tu propia Vida Trascendente a aquellos que han muerto. Preciosísimo Al-láh, Tu constante provisión para la evolución de todos los seres es sutil más allá de cualquier comprensión. La vida de Jesús según fue revelada a María (Meditación en el Sagrado Corán 3:45-55) Los ángeles clamaron: “Queridísima María, escucha. Al-láh el Más Alto te envía noticias jubilosas del Verbo Divino que mana directamente de la Fuente del Amor, a quien se le conocerá como el noble Jesús y cuyo nombre místico es Mesías. Él será honrado profundamente en este mundo y en el reino del Paraíso es eternamente amado y mora con los compañeros más íntimos del Amor, en lo profundo del Resplandor de Al-láh. Jesús el Mesías transmitirá la Verdad a la Humanidad, comenzando como un niño en su cuna y continuando hasta volverse hombre. Él será completamente justo y puro de corazón.” La Virgen María se volvió directamente a la Fuente Última y oró: “Amado Al-láh, ¿cómo puedo concebir un hijo, si ningún hombre me ha conocido?” Al-láh el Más Misericordioso entonces despertó espiritualmente a María colocando estas Palabras 57 Divinas en su corazón: “Mi amada María, la Fuente del Poder puede manifestar lo que sea necesario para la guía de la Humanidad. Para proyectar cualquier ser o suceso, Al-láh simplemente lo afirma, y éste es. A través de tu hijo espontáneamente concebido, la Fuente de la Verdad confirmará la verdad de la Sagrada Torá. A través de este luminoso niño, la Fuente de la Sabiduría transmitirá el saber del Santo Evangelio. Mi amado Jesús declarará a la gente de Israel: “Miren, he venido con maravillosas señales de la Fuente del Amor y del Poder. Cuando niño, moldeé arcilla del río a semejanza de un pájaro. Al exhalar sobre él mi aliento, por el misterioso permiso de Al-láh, se convirtió en una paloma blanca que se alzó en vuelo ante los ojos de mi madre. A través de mí, el Poder Divino cura a aquellos que son ciegos de nacimiento, limpia a los leprosos, y vuelve a despertar a aquellos que han caído en el sueño de la muerte. Yo demuestro el Poder de Al-láh al saber con precisión lo que la gente ha experimentado, qué riquezas mundanas se almacenan en sus casas, y qué tesoro espiritual esconden sus corazones. Estas son demostraciones de Amor cuyo fin es volver a los seres humanos hacia la Fuente del Amor. Yo he venido a confirmar las Palabras de la Torá que fueron reveladas antes de mí, y también a traer nueva libertad espiritual. He venido con señales poderosas de Al-láh el Más Sublime para dar a la gente de la Torá confianza en mi condición de Profeta. Al responder a mí de todo corazón, ustedes estarán volviéndose hacia la Luz de Al-láh. Sólo Al-láh es mi Fuente y la Fuente de ustedes. El camino directo a la iluminación es volver su vida entera hacia la Fuente Siempre Presente.’” La Resonancia de Al-láh continuó brotando en el corazón de la Virgen María: “Cuando el noble Jesús enseñe de este modo, será rechazado por su pueblo y clamará: ‘¿Quién ayudará a llevar y transmitir la Verdad de Al-láh que está fluyendo a través de mí?’ Los benditos apóstoles responderán: ‘Venerado maestro, nosotros seremos tus humildes compañeros y los instrumentos de Al-láh el Más Alto, pues hemos entregado nuestras vidas a la Fuente de la Vida. Tú puedes atestiguar nuestra sumisión. Nosotros creemos de corazón que has sido enviado como el Santo Mensajero de la Fuente y Meta del Ser. Que nuestros nombres se inscriban en el Libro Celestial entre los de aquellos que seguirán y servirán por siempre a Jesús el Mesías.’ “Después que la maquinación amarga de aquellos que viven en la negación del Amor haya sido reducida a nada por el Poder de Al-láh, la Voz de la Verdad pronunciará estas Palabras Divinas en el corazón de Su santo siervo: ‘Mi amado Jesús, ahora te vuelvo a Mí, y exalto tu ser de manera que puedas fundirte en Mi Ser. Ahora te purifico y te curo del contacto áspero con aquellos que niegan que tú eres un Mensajero de la Fuente del Amor. Puedes estar seguro que con Mi Amor Yo transfiguraré a todos aquellos que te siguen con sinceridad, y al despertar del sueño de la muerte, ellos experimentarán la radiante Resurrección del Paraíso. Puedes estar seguro también que todas las almas finalmente retornarán a Mí para resolver el conflicto y la confusión de su viaje terrenal.’” El camino del profeta Abraham 58 (Meditación en el Sagrado Corán 4:116-125) Al-láh el Más Alto no disipa instantáneamente la severa distorsión de la mente y el corazón causada por adorar fuerzas mentales o cósmicas, adoración falsa que aparta de la Única Fuente Verdadera. Otras distorsiones morales se curan simplemente con el dulce perdón que desborda eternamente de la Fuente del Amor. Pero cualquiera que intente elevar conceptos y experiencias limitadas al nivel de la Verdad Divina se ha extraviado profundamente dentro de las sombras del error. Mi amado Mujámmad, tu propia gente oró a fuerzas etéreas que no alcanzan siquiera el nivel de los seres celestiales más bajos, energías elementales que ni siquiera son concientes de la Fuente Suprema que ahora está hablando. Otros pueblos oran a variadas personificaciones del rebelde cósmico Satán, inteligencia más alta, que es poderosa y apremiante, pero que se aparta de la Fuente Última al declarar primordialidad para sí misma. Antes del comienzo del Tiempo, esta arrogancia Satánica le declaró a Al-láh el Más Alto: “Con mi poder y elocuencia brillante, atraeré hacia mí una parte de Tus apreciados siervos humanos convenciéndolos de que sus inteligencias son últimas y no necesitan mirar nada más allá de sí mismas. Yo los llenaré con agudas nociones sobre cómo tomar en sus propias manos las fuerzas del universo. Al yo invadirlos y habitar dentro de ellos en la forma de estas ambiciones intoxicantes, cuando yo lo ordene, los seres humanos intentarán cambiar las mismísimas leyes y principios de Tu Creación.” Cualquiera que confíe en esta fuerza desintegradora llamada Satán como en un compañero, en lugar de haberse hecho amigo de la Fuente del Amor, ha sufrido una pérdida devastadora. Esto debe ser evidente para todos. Aquellos que se intoxican con la promesa engañosa de Satán de que la inteligencia y ambición humana son concluyentes experimentarán el Esplendor de Al-láh como el implacable Fuego del Infierno. Pero aquellos que permanecen libres de esta peligrosa intoxicación, al volverse constantemente hacia su propia Fuente Verdadera, viviendo día con día la armoniosa vida del Islam, serán atraídos por la Fuente del Amor directamente al Amor Divino, que lo experimentarán como jardines atemporales que fluyen con ríos de éxtasis y tranquilidad. Este regreso a casa, a la Fuente del Amor, es la Promesa de Al-láh. ¿Quién podría ser más veraz que quien es la Verdad misma? Este mensaje no es tu imaginación, mi amado Mensajero, como no fue la imaginación de incontables Profetas antes que tú que llevaron a su gente mis Palabras de Verdad. Quienquiera que se aparte de la Fuente del Amor y propague la negación del Amor inevitablemente experimentará consecuencias dolorosas, y a la larga se encontrará definitivamente solo, sin siquiera un amigo. Sólo Al-láh el Más Misericordioso podrá ayudar, si dicha persona es aún capaz de arrostrar a Al-láh. Pero el hombre o la mujer que vive la vida completamente vuelto hacia la Fuente del Amor, afirmando el Amor con cada aliento, encontrará el Paraíso en todas partes, y comenzará a entender la justicia de Al-láh el Más Alto para con todos los seres, una justicia tan 59 perfecta que ningún alma es dañada ni siquiera en tanto como la punta de un hueso de dátil. ¿Quién podría transitar por un camino espiritual más bello que el de la persona que amorosamente que lo rinde todo a la Fuente del Amor, convirtiéndose en alguien cuya vida diaria expresa claramente en todo detalle el Amor Divino? Este es el camino original del profeta Abraham, que se tornó con pureza de corazón a la Fuente de la Pureza, y al que Al-láh el Más Sublime abrazó como a Su más íntimo amigo. El compromiso con la justicia (Meditación en el Sagrado Corán 4: 131-135) Sólo a Al-láh pertenece la existencia celestial y planetaria como miríadas de rayos pertenecen a un mismo sol. La Fuente Original de Luz que ahora brilla a través de ti, Mi amado, ha transmitido un iluminador Libro de Revelación a muchos pueblos, a través de muchos lenguajes, expresando siempre el mensaje esencial: “Vuélvete con reverencial temor hacia la sola Fuente Siempre Presente.” Independientemente que este Mensaje de Verdad se atienda y siga o no, el hecho es que el espectro entero de existencia terrenal y celestial emerge y retorna sólo a Al-láh. Al-láh es total completud y sólo Él es digno de alabanza eterna. Al-láh el Más Alto es la Fuente de Vida que fluye constantemente a través de las vidas de los seres terrenales y celestiales, a quienes Él protege y guía desde el interior, con el Poder de Su Presencia misma. Si Al-láh así lo deseara, Él podría hacer desaparecer a la Humanidad, y evolucionar otra variedad de ser consciente para expresar la Verdad más alta, pues sólo Al-láh es el Poder Viviente que momento a momento manifiesta en detalle el universo entero. Quienquiera que añore plenitud y abundancia de vida debiera vivir en una entrega consciente a la Fuente de la Vida, ya que sólo Al-láh otorga los regalos de este mundo y los regalos del Paraíso. Al-láh es la Conciencia abarcadora, Quien ve todas las acciones y motivaciones, y Quien escucha las oraciones más íntimas. Mis queridos amantes que se han vuelto hacia su propia Fuente Verdadera, comprométanse absolutamente con la justicia. Al-láh el Más Alto es la Verdad Viviente, y ustedes debieran siempre atestiguar la Verdad en todo nivel, aún cuando sus intereses personales o los de su familia y amigos deban ser sacrificados. Ya sean ricos o pobres, todas las personas deben recibir justicia con equidad, pues Al-láh el Más Alto está igualmente presente para todos. Mis queridos seres humanos que anhelan volverse verdaderamente humanos, nunca deben actuar de una forma caprichosa o evasiva, sino siempre en profundo acuerdo con los principios de justicia revelados por Al-láh el Más Sabio, Quien está enteramente consciente de toda intención de cada ser en todos los planos del Ser. 60 La naturaleza profética de Mujámmad (Meditación en el Sagrado Corán 4:163-166) Mi amado Mujámmad, la Fuente Única se ha revelado a Sí Misma claramente a través de ti, tal como lo hizo a través de Mi amado Noé y de todos los otros preciados guías de la Humanidad. La Fuente de la Sabiduría que ahora enseña a la Humanidad a través de ti, enseñó también a través de Mis amados, Abraham, Ismael, Isaac, Jacobo, Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. Esta mismísima Fuente del Amor cantó los Salmos a través de Mi amado David, y conversó directamente con Mi Amado Moisés. Hay otros Mensajeros de Al-láh cuyas santas vidas te han sido reveladas, Mi amado, así como muchos otros Profetas sobre los cuales no has recibido revelación precisa. Estos seres humanos inspirados y perfeccionados son enviados simplemente para portar las jubilosas noticias de la vuelta a casa, al Paraíso o Resplandor Divino, y para advertir acerca del Fuego purificador del Infierno, que es también el Resplandor Divino mismo. De la familia humana han emergido tantos de estos luminosos Mensajeros, que no puede haber la impresión que Al-láh el Más Misericordioso no ha hablado repetidamente a todas las naciones. Al-láh no es sino Poder irrestricto y Sabiduría completa. Y Al-láh Mismo atestigua ahora, Mi amado Mujámmad, que se están vertiendo a través de ti Sus Palabras Divinas. La Fuente Última te ha elegido desde antes de la eternidad para que seas el canal para la culminación de la Revelación. Los ángeles también atestiguan tu noble naturaleza profética, sin embargo, no se necesita ninguna confirmación de esta Verdad más allá de la de Al-láh el Más Alto, Quien es la Verdad. Ablución (Meditación en el Sagrado Corán 5:7-8) Queridos amantes de Al-láh, mientras ustedes purifican sus corazones antes de sumergirse de lleno en las profundas oraciones del Islam, purifiquen también sus cuerpos. El valioso cuerpo humano es el vehículo que inclinándose, arrodillándose y postrándose, los llevará a la profundidad de la Resplandecencia Divina. Laven con agua pura sus manos, boca, brazos, rostro, cabeza y pies. Al hacer esto mientras se repite el Majestuoso Nombre de Al-láh, estos sencillos ademanes se convierten en una purificación de todo el ser de la negatividad y la distorsión. Esta es la verdadera preparación para la oración, no sólo la de lavarse después de los actos naturales de eliminación y pasión. Esta ablución sanadora, refrescante y transformadora viene del Poder de Al-láh, no del contacto con el agua. Si están enfermos o viajando, o no hay agua disponible, simplemente froten su cara y manos con polvo limpio de la Tierra mientras repiten Mi Sagrado Nombre. Esta práctica de ablución no ha sido revelada por la Fuente de la Sabiduría para añadir dificultad a la práctica de las oraciones, sino porque Al-láh el Más Alto desea purificar y 61 exaltar el ser completo de Sus amantes para que ellos puedan fundirse en Su Ser. Al experimentar diariamente esta transformación espiritual, los amantes del Amor siempre se inundan de gratitud. En todo momento ellos recuerdan el regalo del retorno a la Fuente del Amor conferido a aquellos que han asimilado con todo su ser las pautas de Al-láh. Ellos repiten fervientemente con cada aliento: “Escuchamos y obedecemos.” Mis queridos seres humanos que aspiran a ser verdaderamente humanos, tórnense con admiración hacia la Fuente Última. La Conciencia abarcadora que se llama a sí misma Al-láh sabe por anticipado los pensamientos y anhelos secretos de cada mente y cada corazón. Torá, Evangelio y Corán (Meditaciones sobre el Sagrado Corán 5:49-52) La Fuente Suprema envió a Jesús, hijo de Mi amada María, a transitar el noble camino de todos los Profetas, los queridísimos guías de la Humanidad. A través del profeta Jesús, la Fuente de la Sabiduría transmitió el Radiante Evangelio, lleno de la misma Luz de Verdad que fluye a través de la Torá Viviente, que resuena con guía y advertencia para aquellos que se vuelven con pureza de corazón hacia Al-láh el Más Sublime. El pueblo del Evangelio Viviente, llamado Cristiano, puede seguir viviendo sabiamente a la luz de la Revelación que les ha sido otorgada a través de Mi amado Jesús. Sólo aquellos que abandonan la sabiduría que fluye a su propia gente, a través de los propios Profetas, desde la Fuente de Sabiduría, se apartan de Al-láh el Más Alto. La Fuente Eterna ahora revela a través de ti, Mi Amado Mujámmad, este sublime Libro de Verdad, que confirma y salvaguarda la enseñanza esencial de la Torá, el Evangelio, y todas las otras escrituras auténticas que existieron antes que ellos. Así entonces las tradiciones judía y cristiana debieran aceptarse con reverencia a la luz del Glorioso Corán, que desciende agraciadamente a través de ti. Pero no deberían aceptar enseñanzas o prácticas de tradiciones más tempranas surgidas de concepciones humanas limitadas, o que contradigan los claros principios de Verdad revelados a través del Sagrado Corán. La Fuente de la Vida ha mostrado a los Profetas de todas las naciones formas de vida armoniosas y puertas abiertas al Esplendor de Al-láh. La Fuente de Poder pudo haber unido a todos los pueblos en una sola nación, pero Al-láh el Más Misericordioso ha elegido manifestar Su Verdad a través de varias tradiciones sagradas como una enseñanza y una prueba para los seres humanos. Si cada nación espiritual practica fielmente el camino revelado a través de sus propios Santos Profetas, entonces toda la Humanidad retornará junta a la Fuente del Amor. Cuando el Tiempo llegue a su fin, en el Día de la Verdad, sólo Al-láh clarificará las contradicciones y variantes entre las tradiciones históricas. Mientras habiten en el plano terrenal del Ser, evalúen los caminos de la Torá y el Evangelio a la luz de este Corán Viviente que la Resonancia de Al-láh está recitando a través de ti. Mi amado, nunca 62 permitas que tu gente sea alejada del principio fundamental de Unidad Divina por enseñanzas contrarias que otras tradiciones puedan mantener. Estas son distorsiones humanas de Revelaciones Divinas previas que permanecen esencialmente puras. Cristianos (Meditación en el Sagrado Corán 5:85-88) Mi amado, mucha gente rechazará con encono el modo de vida santo revelado a través de ti. Descubrirás que aquellos llamados cristianos son a menudo sensibles al Islam como el Camino de Amor que retorna directamente a la Fuente del Amor. Entre los cristianos, encontrarás amantes del Amor Divino plenamente consagrados, que han renunciado al mundo para vivir solamente para Al-láh el Más Alto. Ellos no serán arrogantes o exclusivos al escuchar las Palabras de la Verdad que han descendido a través del Profeta de Al-láh. Verás cómo sus ojos se llenan de lágrimas, en tanto se despierta el reconocimiento profundo de que este Glorioso Corán es la Verdad Viviente. Ellos exclamarán, “Preciosísimo Al-láh, experimentamos fe espontánea en Tu Revelación a través del mensajero Mujámmad. Por favor inscribe nuestros nombres entre los benditos testigos de la Verdad del Islam. ¿Por qué nosotros los cristianos no deberíamos también afirmar el mensaje de unidad que la Fuente de la Sabiduría está transmitiendo a través del Corán Radiante? ¿Por qué nosotros no deberíamos anhelar ser abrazados por Al-láh el Más Misericordioso en la amorosa comunión del Islam, la raíz y la esencia de toda Revelación Divina?” Al-láh responderá con intenso Amor, a la declaración de confianza de Sus amantes cristianos y a sus vidas de pura bondad, al traerlos a casa, a la Fuente del Amor, que ellos experimentarán como verdes jardines más allá del Tiempo, fluyendo con ríos de pureza y de paz. Milagros (Meditación en el Sagrado Corán 6:1-9) Al-láh el Más Sublime es digno de alabanza sin fin por parte de todos los seres. Sólo Al-láh ha emanado el universo temporal y los planos eternos del Ser. Sólo de Al-láh irradia la Luz de la Verdad, y hasta las sombras del error dependen sólo de esta Luz. Aún así, los seres humanos rechazan el modo santo de vida al no abandonarse en la Fuente ilimitada y en vez depositar su confianza en variadas fuerzas y conceptos limitados. Sólo el Poder de Al-láh ha moldeado la especie humana a partir de sustancias de la tierra, determinando con completa sabiduría el alcance de cada vida personal, las vidas de las civilizaciones, y la longevidad del universo entero. Aún así, los seres humanos siguen dudando dentro de sí mismos, abiertamente o en secreto, del profundo significado de toda existencia. 63 Al-láh el Más Alto está tan presente para Su reino planetario como lo está para Su reino celestial. Como Conciencia abarcadora, Al-láh conoce íntimamente desde antes de la eternidad los pensamientos y las obras, expresas y secretas, de cada ser. Así Al-láh conoce con precisión qué nivel de bondad y entendimiento alcanzará cada alma a través de la lucha sincera y la experiencia sutil del lapso de una vida. Aún así, cuando se envían recordatorios claros de esta Conciencia Divina abarcadora a través de los nobles Profetas, mucha gente se alejará en todos modos alegando que las preciosas Palabras de Revelación son mito o imaginación. Pero aquellos que ignoran, niegan o hasta ridiculizan la Verdad que Al-láh el Más Misericordioso revela repetidamente a la Humanidad, en su momento se encontrarán de forma directa con la Verdad Viviente. En el curso de la historia, cuando las civilizaciones se apartan de la vida armoniosa de sumisión consciente a la Fuente de la Vida, éstas se deterioran y finalmente son destruidas. Consideren a cuántas naciones poderosas ha permitido la Fuente Suprema desaparecer de la Tierra arrasadas por el torrente del tiempo; naciones mucho más firmemente establecidas y benditas con más abundancia que tu propio pueblo, Mi Amado Mujámmad. La Fuente de la Vida vigorizó estas antiguas naciones con Agua de Vida, pero las generaciones posteriores fueron arrasadas porque su forma de vida había perdido la pureza y ductilidad, al ignorar e incluso negar, la Fuente de la Vida. En lugar de estas civilizaciones muertas, Al-láh el Más Misericordioso, nutre nuevos pueblos que se vuelven con todo el corazón hacia su propia Fuente Verdadera. Mi amado, los más asombrosos milagros no podrían ayudarte para acercar a la Fuente del Amor a aquellos que están consumidos en su propia negación del Amor. Aún si la Fuente Última enviara este Sagrado Corán desde el cielo, escrito en pergamino celestial, para que la gente pudiera tocar la Revelación con sus propias manos, aquellos apartados del Amor proclamarían: “Este es el trabajo de un poderoso hechicero.” Otros en duda crónica clamarían: “¿Por qué no fue enviado algún ser angélico aparecido junto al Profeta para que todos lo viéramos?” Si la Fuente Siempre Presente hubiera revelado a la visión mundana los ángeles de luz que rodean a Mi amado Mensajero, la fe habría sido autoridad divinamente impuesta más que una libre respuesta humana. Si Al-láh el Más Alto hubiese enviado a Su Arcángel en lugar de a Mi devoto siervo Mujámmad, nunca habría sido dramatizada ni clarificada la sublime relación humana con la Fuente del Amor. El dolor del profeta Mujámmad (Meditación en el Sagrado Corán 6:33-34) La Fuente Siempre Presente conoce íntimamente la tristeza de tu corazón, Mi amado, y las amargas palabras de aquellos que rechazan esta sublime Revelación. No hay falta de integridad o de compasión en ti. Estas son simplemente personas que se han cargado a sí mismos con la fatal enfermedad de la negación, y en consecuencia, no pueden sino sentir 64 que cualquier demostración de Amor Divino es imaginaria. Los Santos Mensajeros anteriores a ti también fueron tachados de impostores. Ellos aceptaron esta calumnia con un corazón paciente y firme, profundamente entristecidos, hasta que la Fuente del Amor, Quien ahora se manifiesta a través de ti, los inundó de paz y poder. Tú no tienes alternativa, Mi amado Mujámmad, más que seguir transmitiendo las Palabras Divinas de este Corán Resonante, ya que ningún Profeta puede cambiar o suavizar el poderoso Mensaje de la Verdad, y conoces bien el sufrimiento que, por la Voluntad de Al-láh, tuvieron que sobrellevar Mis anteriores Mensajeros. La humildad del profeta Mujámmad (Meditación en el Sagrado Corán 6:48-50) La Fuente Suprema no levanta Profetas de entre la Humanidad excepto para portar las gozosas noticias del retorno a casa, al Paraíso, que es el Resplandor de Al-láh, y para advertir sobre la terrible purificación del Infierno, que es exactamente el mismo Resplandor Divino. Aquellos que espontáneamente aceptan la Verdad de este mensaje claro y esencial, y que responden luchando para transformar cada detalle de sus vidas cotidianas en una expresión de Amor, nunca serán vencidos por el miedo o el dolor, y reconocerán el avasallador Esplendor de Al-láh como el Paraíso. Pero aquellos que declaran como simple imaginación las Palabras de Verdad que emanan de la Fuente de la Verdad tendrán que experimentar la Luz Divina como una ardiente purificación que limpie la enfermedad de su negación. Mi amado Mujámmad, informa con humildad a tu gente: “Yo no pretendo poseer nada del ilimitado Poder de Al-láh el Más Alto, tampoco pretendo percibir lo que es invisible, o predecir el destino. Nunca les he sugerido que soy un ser angélico. Soy simplemente alguien que sigue cuidadosamente lo que le es revelado por la Fuente del Amor.” Proclama con confianza a tu gente: “Al-láh el Más Misericordioso ha abierto mis ojos. ¿Puede el conocimiento de una persona ciega ser igual al conocimiento de uno que no ve? Por favor mediten profundamente sobre esto.” Juicio divino (Meditación en el Sagrado Corán 6:59-62) Solamente Al-láh conoce claramente los secretos del destino inescrutable de todo ser. Al-láh el Más Alto conoce desde dentro toda vida en la tierra y debajo del mar. No cae una hoja sin que lo sepa su Conciencia abarcadora. No existe siquiera un solo grano de arena en las profundidades oscuras de la tierra, ni planta alguna, floreciente o marchita, 65 que no estén registrados en el Corán Trascendente, que es la Conciencia perfectamente clara de Al-láh. Mis preciados seres humanos, esta Conciencia Divina envolvente los recibe en el sueño cada noche y conoce íntimamente lo que experimentan cada día. Así, Al-láh el Más Alto los sostiene en la Tierra, momento a momento, por un lapso de tiempo destinado y preciso, y luego los llama al hogar en Su Resplandor, donde les son vívidamente revelados los pensamientos y acciones de su vida entera y son evaluados a la Luz de la Verdad. La Resplandeciente Presencia de Al-láh gobierna los corazones y protege las vidas de Sus siervos devotos. El Todo Misericordioso manifiesta seres angélicos que vigilan cuidadosamente a los seres humanos, registrando cada acción y cada intención. Cuando el sueño de la muerte vence el cuerpo, aparecen Mensajeros de la Fuente de la Luz en formas luminosas, para guiar al alma a través del laberinto de sus propios pensamientos y obras terrenales. Finalmente el alma emerge pura y clara, una vez más, al Resplandor de la Única Realidad. Por la misteriosa orden de Al-láh, cada alma retorna a su propia Fuente Verdadera. Este es el proceso del Juicio Divino, preciso y rápido, que purifica e ilumina a todos los seres. La iluminación del profeta Abraham (Meditación en el Sagrado Corán 6:74-83) Abraham, Mi siervo y mensajero, confrontó a su familia: “Ustedes están elevando a fuerzas elementales al rango de seres angélicos, invocando a estas fuerzas a través de objetos rituales, y adorándolas para obtener poder. Puedo ver claramente que sus vidas y la vida de nuestra gente están siendo severamente distorsionadas por tales prácticas.” La Fuente de Sabiduría que está hablando ahora puso desde antes de la eternidad esta penetrante comprensión espiritual en el alma de Mi amado Abraham para que él fuera un líder de todos aquellos que se vuelven con perfecta claridad sólo a Al-láh. La Verdad más elevada, de que sólo existe realmente la Fuente Siempre Presente, le fue mostrada al profeta Abraham de esta manera. Cuando él se encontraba inmerso en contemplación solitaria, dentro de la vastedad del cielo nocturno, apareció de pronto la primera estrella. A la visión pura del Profeta, la luz de la estrella revelaba el universo entero como la manifestación luminosa de la Majestad de Al-láh. Mientras Mi íntimo amigo Abraham meditaba sobre el espejo brillante de Mi Creación, la estrella de la noche se movió en el cielo y desapareció detrás de la montaña. Percibiendo este hecho como una clara enseñanza de la Fuente de la Sabiduría, él reflexionó: “La Majestad de Al-láh no puede amarse de la forma total en que uno ama Su Esencia.” Luego salió la luna llena. Ascendiendo más en la contemplación, Abraham exclamó: “Vean un símbolo místico de la Belleza Trascendental de Al-láh.” Pero su meditación sobre la Belleza Divina también llegó a su fin cuando la luna desapareció detrás de la 66 montaña. Reconociendo una vez más que se trataba de una enseñanza de la Fuente de la Verdad, él oró intensamente: “Preciosísimo Al-láh, por favor guíame más allá de Tu Majestad y más allá de Tu Belleza o permaneceré entre aquellos que no despiertan a la más elevada Verdad.” Habiendo suplicado a la Fuente Suprema por guía durante toda la noche, mi amigo íntimo atestiguó el magnífico amanecer del desierto. Percibiendo la vasta luminosidad del sol como una enseñanza de la Fuente de la Sabiduría, declaró: “Vean un símbolo místico del Poder de Al-láh.” Durante todo el día permaneció inmerso en la contemplación de Al-láh el Más Alto como Poder Trascendente, pero cuando el ardiente sol finalmente se ocultó, su adoración por los Atributos Divinos desapareció y despertó místicamente en la sola Esencia Divina. Después de retornar del desierto a su gente, el profeta Abraham proclamó: “Siempre he estado libre de prácticas religiosas que exaltan fuerzas de la naturaleza. Pero ahora he sido puesto cara a cara con la Esencia de Al-láh, la Única Realidad, Quien irradia solo la vasta expansión del Cielo y la Tierra. Me he perdido a mí mismo y he encontrado mi naturaleza profética en la verdad de que sólo Al-láh existe.” La gente discutió encarnizadamente con su Profeta, amenazándolo con la ira de las numerosas fuerzas etéreas a las que ellos adoraban. Desplegando la calma absoluta de la iluminación, Abraham respondió: “¿Imaginan que cualquier amenaza o argumento podría apartarme de la Fuente Última cuando estoy experimentando la guía directa desde la Fuente Misma? Yo no temo a ninguno de los poderes en el universo, ya que siempre me he vuelto hacia la Fuente de Poder. ¿Han olvidado que la Conciencia abarcadora de Al-láh manifiesta y armoniza la Creación completa? ¿Cómo podría temer al odio de ser alguno cuando estoy recibiendo la constante certitud interior de la Fuente del Amor? Gente mía, ustedes son los que deberían temer, habiendo elevado sus propios conceptos y experiencias limitados al nivel de divinidades. Ellos no les pueden ofrecer soporte o refugio fundamental. Consideren cuidadosamente quién de nosotros está recibiendo verdadera protección. Sólo aquellos que se tornan únicamente hacia la Fuente del Amor y no oscurecen su ser ni con la más leve negación del Amor son perfectamente guiados.” Mi amado Mujámmad, tal fue la penetración iluminada que la Fuente de la Sabiduría transmitió a través del profeta Abraham para la instrucción de toda la Humanidad. Sólo la Fuente Siempre Presente lleva los corazones y mentes a niveles de visión y comprensión más y más elevados. Al-láh el Más Alto es Conciencia abarcadora y completa Sabiduría. El Trono de la manifestación (Meditación en el Sagrado Corán 7:54-56) Durante seis primigenios e inmensurables días de Poder, la Fuente Suprema irradió la luminosa estructura del reino planetario y de los siete reinos celestiales como planos tangibles e intangibles del Ser. La Fuente del Ser que ahora habla está místicamente 67 establecida sobre este vasto Trono de Manifestación. La Presencia Divina puede entonces experimentarse sutilmente en la creación, desde el simple ritmo del día y la noche, hasta la sinfonía cósmica de las estrellas, ya que todo lo que sucede fluye armoniosamente desde la Fuente de la Armonía. La Creación entera, gobernada con coherencia y con justicia, emana del Uno que cuida y sostiene todos los reinos y planos del Ser, la Fuente de Santidad que se llama a Sí Misma por incontables Bellos Nombres. Mi amado Mujámmad, por favor enseña a la Humanidad a volverse hacia el misterio de Al-láh, a orar humildemente dentro del corazón secreto, ya que nadie puede tornarse completamente hacia la Fuente del Amor sin aprender a adentrarse en sí mismo. Por favor advierte a los seres humanos que al sucumbir a impulsos de agresión o codicia ellos caen en desarmonía con los principios de justicia y compasión a través de los cuales Al-láh el Más Alto establece y gobierna la Creación. Una vida de desarmonía cierra en el corazón el canal hacia la Fuente del Amor que continuamente permanece fluyendo. Por favor demuestra claramente a los seres humanos cómo tornarse hacia su propia Fuente Verdadera a través de la oración diaria, sumergiéndose con profunda perplejidad en intensa añoranza. La tierna Misericordia de Al-láh se extiende en abundancia a toda la Humanidad a través de aquellos cuyas vidas afirman por completo el Amor. La iluminación del profeta Moisés (Meditación en el Sagrado Corán 7:142-146) Habiendo confiado el liderazgo espiritual del pueblo a su hermano Aarón, exhortándolo a vivir en pureza de corazón, libre incluso de la más leve negación, el noble profeta Moisés respondió a Mi Llamado Divino y ascendió a la montaña. Una vez que Mi amado Moisés completó las cuarenta noches destinadas a su retiro solitario, el momento culminante llegó en la noche final, cuando él pudo conversar directamente con la Fuente Suprema que ahora está hablando. Con gran intensidad, él oró: “Muy preciado Al-láh, remueve por favor todo velo de mis ojos de modo que pueda percibirte como realmente eres.” Al-láh el Más Alto respondió poniendo estas Palabras Divinas en el corazón de Su Profeta: “No serás capaz de mantener tu conciencia personal cuando te encuentres con mi Resplandor, pues ni siquiera esta montaña podría soportar el encuentro directo con la Luz Divina.” Luego la Fuente de la Luz reveló Su total Esplendor a la visión interior del profeta Moisés, quien sintió que la mismísima montaña en la que él estaba parado se había vuelto polvo, en tanto que su conciencia personal estaba perdida en el Esplendor Divino. Cuando Mi amado Moisés recobró la conciencia del mundo, había despertado por completo a su naturaleza profética, e inmediatamente oró: “Amadísimo Al-láh, la alabanza que surge espontáneamente de las mentes y corazones de todos los seres está dirigida solamente a Ti. Volviéndome de todo corazón hacia Ti, soy el primero de mi 68 generación que Te experimenta directamente como la Única Realidad.” Al-láh el Más Misericordioso respondió dentro del corazón de Su noble Mensajero: “Sí, Yo te he elegido de entre todos los recipiente humanos para derramar en ti Mi sublime mensaje para la Humanidad y el Poder transformador de Mis Palabras Verdaderas. Recibe ahora con gratitud, a través de tu conciencia personal, lo que fluyó dentro de tu alma mientras estabas perdido en éxtasis.” La Fuente de la Sabiduría manifestó entonces a la visión purificada del profeta Moisés unas tablas radiantes que contenían los principios sutiles del modo santo de vida y los significados espirituales de todos los seres y todos los sucesos. Al-láh el Más Sabio hizo un llamado dentro del corazón de Su Profeta: “Mi noble Mensajero, retorna ahora a tu gente, llevando este vasto cuerpo de conocimiento sagrado. Con fortaleza y entereza exhórtalos a expresar estos principios fundamentales en su existencia diaria. Yo te mostraré claramente que aquellos que rehusan transformar sus vidas en canales de Mi Santidad deben permanecer aprisionados en su propio sufrimiento. Yo ocultaré esta profunda demostración de Amor Divino que llevas a aquellos que caminan por la tierra con arrogancia, cometiendo injusticias contra la Humanidad y contra la vida del planeta. Aun cuando estos arrogantes puedan escuchar las Palabras de Verdad que descienden a través de ti, permanecerán incapaces de comprender, a menos que se vuelvan humildes. Incluso cuando vean a personas viviendo con gozo el modo santo de vida, ellos no serán capaces de reconocerlo como un camino fructífero a menos que se vuelvan humildes. En cambio, estos seres arrogantes percibirán como la mejor vía el camino del egoísmo, porque ellos ignoran e incluso niegan conscientemente las demostraciones de Amor que permanecen fluyendo constantemente de la Fuente del Amor. Amigos de Al-láh (Meditación en el Sagrado Corán 8:2-4) El ser entero de aquellos que son verdaderamente amantes del Amor se estremece con la sola mención de la Fuente Siempre Presente que se llama a Sí Misma Al-láh y Quien es puro Amor. Siempre que se relatan las abrumadoras demostraciones de Amor que fluyen de Al-láh el Más Sublime a través de Sus Profetas, estas almas extáticas se vuelven más y más profundamente con confianza pura hacia la Fuente del Amor. Estos son Mis amantes auténticos, cuyas vidas se viven como alabanza y oración, cada uno de cuyos actos es compartir compasivamente cualquier abundancia terrenal o celestial que Al-láh les ha otorgado. Estos son los amigos íntimos de Al-láh el Más Alto quienes constantemente experimentan el perdón sanador que se derrama de la Fuente del Amor y que, al ascender a los niveles más altos de realización, consideran todo suceso, sin excepción, como generosos regalos y enseñanzas de la Fuente de la Sabiduría. 69 Guerra santa (Meditación en el Sagrado Corán 8:2-4) Mis queridos seres humanos que desean comprometerse en la lucha por volverse verdaderamente humanos, ¿por qué son débiles de corazón cuando se enfrentan a la necesidad de sacrificar sus vidas individuales para tornarse por completo hacia la Fuente de la Vida? ¿Están realmente satisfechos con permanecer presos dentro de sus propios conceptos limitados y preocupaciones egoístas? ¿No añoran la Bienaventuranza y Paz de Al-láh, llamada Paraíso, a la que sólo se puede entrar después de la muerte de toda propensión hacia el ser limitado? Comparados con el gozo ilimitado del despertar espiritual, o Paraíso, los disfrutes limitados a los que se aferran los individuos son realmente frívolos. Mis queridos seres humanos, si no participan por completo en la Guerra Santa contra la negatividad y el egoísmo, la Guerra Mayor que se entabla de manera invisible dentro de sus propias mentes y corazones, deberán seguir pasando por la Templanza Divina que es el sufrimiento humano. La Fuente Siempre Presente atrae a innumerables seres a la sagrada lucha de purificación y retorno al hogar, así que esta Guerra Espiritual Universal continuará aunque ustedes se abstengan o se opongan a ella. Ningún poder puede obstruir a Al-láh el Más Alto, Quien es la Fuente del Poder. El barco maravilloso (Meditación en el Sagrado Corán 10:22-23) Sólo el Poder de Al-láh hace evolucionar los preciosos recipientes que portan vida en este planeta. El recipiente supremo, el cuerpo y la mente humanos, es como un maravilloso barco. Navegar en naves tersas y brillantes deslizándose con fresco viento, es sin duda excitante. Pero cuando se levantan tormentas y enormes olas rompen sobre estas embarcaciones, cuando los seres humanos enfrentan el sufrimiento y la muerte, sólo entonces, recuerdan volverse conscientemente hacia Al-láh el Más Alto. Sólo entonces se dan cuenta que el exaltado camino del Islam es la ofrenda completa de sus vidas individuales a la Fuente de la Vida. Sólo entonces oran con intensidad con todo su ser: “Amado Al-láh, guíanos a salvo a través de la tormenta y permítenos vivir el resto de nuestras vidas en constante gratitud.” Cuando Al-láh el Más Misericordioso responde a esta oración, guiando nuevamente a los seres humanos hacia aguas calmas, su intensidad espiritual se evapora. Algunos 70 incluso se vuelven arrogantes y causan diferentes daños contra la preciosa vida de la Humanidad, y contra otras criaturas sobre la Tierra. Mi amado Mujámmad, por favor transmite este mensaje a los descuidados y a los autocomplacientes: “Escuchen, Mis desatentos: Su indolente negación de la Fuente Siempre Presente, negación ciega que los lleva a asumir que el universo entero es suyo, únicamente los daña a ustedes. Pueden disfrutar por un tiempo el ilusorio placer del poder personal que niega la Fuente del Poder, pero al caer en el sueño de la muerte, serán devueltos a la Verdad Viviente, y la Fuente Última que ahora está hablando revelará en forma más vívida el error fundamental.” La lluvia de vida (Meditación en el Sagrado Corán 10:24-25) Contemplen la vida como fresca lluvia derramada copiosamente sobre un suelo receptivo por la Fuente Siempre Presente, Quien es como el vasto cielo. Esta agua de lluvia pura, al mezclarse con la tierra, hace que la ilimitada variedad de semillas germine y florezca, proveyendo abundante nutrimento para todas las criaturas. Imaginen la ceguera espiritual de aquellos que niegan la existencia de la Fuente Original, del mismísimo cielo del que el agua dadora de vida desciende, y que insisten en que ellos solos tienen el poder sobre la fértil extensión de esta tierra, que se ha vuelto fructífera y bella por la lluvia de vida. Con terrible imprevisión, durante el día o la noche, puede irradiar de la Fuente de Poder un flameante rayo de luz y reducir a campos de paja las ricas huertas y pastizales, sin dejar huella de la abundancia experimentada sólo momentos antes. Para aquellos que meditan con profundidad, esta parábola proveniente de la Fuente de la Sabiduría presenta la clara enseñanza de confiarse sólo a la Fuente Última. Así, la Voz de Al-láh invita a los seres humanos a casa, dentro de la Paz Divina, y los guía a lo largo del Camino Directo de la sumisión. Estas almas retornan a la Única Fuente, por el noble camino llamado Islam. El terrible Diluvio (Meditación en el Sagrado Corán 10:71-73) El noble profeta Noé proclamó a su generación: “Mi gente, no es asunto mío si ustedes encuentran dolorosos mis persistentes recordatorios de Al-láh el Más Alto, pues yo vivo sólo para la Fuente de la Vida. Yo simplemente les pido que profundicen en su resolución, clarifiquen sus mentes, y decidan si me van a seguir o no a lo largo del camino de la remembranza constante. Si deciden apartarse, o incluso condenarme a muerte, no me decepcionaré, ya que no pido nada de ustedes, ni su riqueza ni su gratitud. Habiendo recibido el claro llamado para estar entre aquellos cuyas vidas se vuelven por completo hacia la Única Fuente, busco sostén sólo de Al-láh.” 71 La generación de mi amado Noé lo rechazó, considerando que las Palabras de Revelación que fluían a través de él eran mera imaginación. Por lo tanto, la Fuente Siempre Presente que ahora está hablando, llevó al profeta Noé y a sus devotos seguidores dentro del arca del corazón secreto para ser recipientes del Amor Divino para toda la Creación. Pero aquellos que negaron con vehemencia las demostraciones de Amor que manaban a través de Noé, desde la Fuente del Amor, fueron ahogados en el terrible diluvio de su propia negación. Ellos fueron advertidos del modo más compasivo por la Fuente del Ser, pero persistiendo en la negación del Fundamento mismo de su propio ser, ellos no pudieron seguir siendo realmente. Los arrogantes (Meditación en el Sagrado Corán 11:7-11) Sólo Al-láh irradia el espectro entero del cielo y la tierra durante seis Días de Poder originales. Este Trono es el fluir de la Energía Divina detrás del universo manifiesto, y Su Creación entera existe simplemente como una prueba y enseñanza para el alma. Mi amado Mujámmad, cuando aseguras a la humanidad que después del sueño de la muerte ellos despertarán en la Presencia Directa de Al-láh, aquellos que viven en la negación del Amor responderán: “Este despertar de nuevo después de la muerte es sólo el sueño de un hechicero.” Cuando la Fuente del Poder no purifica inmediatamente a estos arrogantes, sino que les permite crear su propio sufrimiento gradualmente, ellos se mofan: “Si Al-láh realmente existe, ¿cómo podemos seguir negándolo sin la menor consecuencia adversa?” Sin embargo, cuando amanezca para ellos el Día de la Verdad, ellos no podrán evadir ninguna de las consecuencias de sus pensamientos y acciones, estando expuestos de lleno y permeados por la ardiente luz de la Verdad Viviente de la cual ellos se mofaron. Cuando la Fuente del Amor derrama dulce perdón en las almas y abundancia generosa en las vidas terrenales de dichos arrogantes, sus corazones empiezan a volverse hacia Al-láh el Más Alto. Pero cuando se retiran aunque sea un poco la abundancia y la dulzura para disciplinarlos en el compromiso espiritual, estos rebeldes vuelven a la negación, y su efímera gratitud se evapora. Cuando la Fuente del Deleite permite a dichas personas saborear el gozo en lugar del sufrimiento creado por su propia negatividad, surge la arrogancia una vez más y exclaman: “Ahora nuestros problemas se han ido para siempre.” Así, los arrogantes se separan de la Fuente del Amor. Compáralos, Mi amado, con aquellos que aceptan con paciencia y humildemente todos los acontecimientos como regalos y enseñanzas de Al-láh el Más Alto, y cuyos actos, incluyendo cada aliento, expresan compasión desinteresada y pureza de corazón. Estos sublimes amantes del Amor no experimentan interiormente nada excepto la fragancia y la dulzura de Mi Perdón, y finalmente ellos recibirán por completo Mi vasto tesoro de Amor. 72 El sueño místico del profeta José (Meditación en el Sagrado Corán 12:1-6) Manifestándose a través de la transformación espiritual del alfabeto árabe, los versos de este Corán luminoso aclaran el universo entero. La Fuente Siempre Presente revela así el significado eterno a través del medio que es el Tiempo, como el canto resonante del Corán árabe, para que la Humanidad pueda en verdad despertar y comprender. Mi amado Mujámmad, la Fuente de la Sabiduría comunicará ahora a través de ti la más bella historia de Guía Divina en este Corán Viviente, la historia del noble José. Sin despertar al significado místico de este drama, uno no puede conocer la sublime estatura espiritual del alma humana. Como niño nacido para el camino místico, Mi amado José fue bendito con sueños y visiones. Él se los confiaba a su padre, cuya sabiduría profética era profunda. Al compartir su experiencia espiritual más significativa, el radiante niño José susurró: “Mi querido padre, vi en el cielo el sol y la luna juntos con once estrellas. Ellos se inclinaron profundamente ante mí.” El padre intuitiva y divinamente inspirado percibió aquí la promesa de muchos regalos sagrados, siendo el menor de ellos el vasto poder terrenal que su hijo algún día ejercería en el Reino de Egipto. Él advirtió: “Mi preciado hijo, no relates esta visión a tus hermanos ni a persona alguna. Es demasiado imponente para ser aceptada. Ellos pueden intentar desacreditarte o incluso darte muerte. Hijo mío, la inteligencia orgullosa que originalmente rechazó el Pedido Divino de inclinarse ante Adán se convirtió en el rebelde cósmico Satán, y desde entonces ha infectado la mente humana con arrogancia ciega. Al-láh el Más Alto te ha elegido y te ha curado de esa ceguera. Al-láh el Más Sabio te enseñará interiormente la interpretación de los sueños, incluso la interpretación del sueño de la Creación misma. Al-láh el Más Misericordioso te exaltará a la altura de perfecta bendición, donde te fundirás en la Fuente del Amor, abriendo la puerta mística de la Casa de Jacobo, para que el Poder de la Revelación pueda fluir a tu generación. Mi más querido hijo, esta bendición y misión santa fueron confiadas a tus reverenciados ancestros espirituales, los nobles Abraham e Isaac. Esta misión es el despertar progresivo de la humanidad a su perfección esencial, iniciada a través del Adán Trascendental, ante el cual hasta los ángeles se inclinaron con todo su ser, tal como en tu visión se inclinaron ante ti las estrellas, el sol, y la luna. Sí, mi querido José, la esencia secreta del alma humana es la Conciencia abarcadora y la completa Sabiduría de Al-láh.” La tormenta de amor (Meditación en el Sagrado Corán 13:12-15) De la Fuente de Poder que ahora está hablando destellan rayos puros de energía espiritual, relámpagos de Al-láh que desatan el temor en aquellos cuyas vidas expresan 73 negación, y que despiertan la esperanza luminosa en aquellos cuyas vidas expresan afirmación. De la Fuente del Amor están emergiendo constantemente nubes radiantes, cargadas de lluvia de Compasión Divina; y sus imponentes truenos cantan las profundas alabanzas de Al-láh el Más Alto. Perdidos en asombro, seres angélicos contemplan desde la eternidad esta brillante tormenta de Amor. Los rayos de Al-láh pueden tocar a cualquiera en un instante, purificando o vivificando y, aún así, los seres humanos siguen discutiendo tontamente la existencia de la Fuente Siempre Presente. Aquellos que invocan a Al-láh el Más Misericordioso con intensa oración inmediatamente sienten la presencia inequívoca de la Verdad Viviente, mientras que aquellos que adoran diversas fuerzas elementales o seres etéreos no experimentan el mismo torrente de Presencia Sagrada abarcadora. Estos descaminados adoradores de la Creación son como vagabundos sedientos que tienden sus manos dentro de un pozo profundo pero no pueden extenderse lo suficiente para llegar al agua. Las oraciones de estos adoradores, que deambulan por la Creación y que se fían a la Creación en lugar de volverse hacia la Fuente de la Creación, no pueden ni siquiera humedecer sus labios secos. Aún así, todos los seres en el universo, sea que dirijan o no conscientemente su rostro hacia su propia Fuente Verdadera, se están inclinando ante Al-láh el Más Sublime con todo el ser, a través de cada pensamiento y acción. Hasta sus sombras, sus temores secretos e impulsos obscuros, pueden existir sólo en relación con la Fuente de la Luz. Palabras de Verdad (Meditación en el Sagrado Corán 14:24-27) La Fuente de la Sabiduría revela ahora una parábola para su profunda contemplación. Las Palabras de Verdad que tienen el poder de expresar la Verdad Viviente son como árboles florecientes cuyas raíces o significados directos están establecidos profundamente en la tierra del corazón, y cuyas ramas o significados sutiles, alcanzan las alturas del cielo de conocimiento místico. Por el misterioso permiso de Al-láh, estos árboles dan frutos en cada estación. En contraste, las palabras humanas son como árboles secos enraizados en un suelo llano y arenoso, que se quiebran fácilmente debido a los constantes vientos del error, no teniendo arraigo en el corazón secreto. A través de dichas parábolas, Mi amado, la Fuente de la Luz ilumina la naturaleza de este Glorioso Corán, para que la humanidad pueda meditar y entender realmente. Al-láh el Más Misericordioso bendice a aquellos cuyas vidas están vueltas hacia la Fuente del Amor con las Palabras Divinas dadoras de vida del Sagrado Corán, que son vastos árboles de significado que dan sombra refrescante y frutos nutritivos, tanto durante la existencia terrenal como en el reino intemporal del Paraíso. Aquellos que se apartan de la Fuente del Amor tienen acceso sólo a palabras efímeras, expresiones meramente 74 humanas que no tienen vida duradera en la Verdad. Aferrándose a estas palabras secas, sin vida, dichas personas parecen deambular más y más lejos de Al-láh el Más Alto. Sin embargo, ningún ser puede moverse de hecho ni la más mínima distancia de la Fuente del Ser Siempre Presente. La misericordiosa Voluntad de Al-láh está más allá de cualquier comprensión. El verde tapiz (Meditación en el Sagrado Corán 15:16-25) La Fuente Suprema que ahora está hablando irradia vastos sistemas de estrellas que brillan esparcidos por todo el cosmos como palacios resplandecientes, como un recordatorio de la Belleza y el Poder de Al-láh para aquellos que pueden contemplarlos verdaderamente. Con el principio sublime de Unidad, la Única Fuente ha protegido este universo de las fuerzas desintegradoras esparcidas por el rebelde cósmico Satán. A través de los seres humanos, estas fuerzas negativas han entrado en la Creación prístina de Al-láh, pero están constantemente perseguidas y son constantemente arrojadas del precioso corazón humano por la llama brillante de la Verdad. Como un escenario vivo para este drama de purificación, la Fuente del Poder despliega el delicado tapiz verde de la Tierra, anclándolo con montañas primordiales. La Fuente de la Vida desarrolla formas innumerables de vida orgánica, cada una en preciso equilibrio con las otras, proveyendo perfectamente para el sustento de todos los seres humanos, así como el de todos los otros seres. Pero este almacén terrenal de abundancia no puede florecer por separado de la Fuente de la Vida, de la que emanan con armonía y precisión todos los poderes fructíferos de la vida. Sólo de la Fuente Viviente emergen los vientos portadores de semillas, las lluvias dadoras de vida, los manantiales que apagan la sed. Los seres humanos no poseen ni controlan estos tesoros naturales, ya que sólo la Fuente de la Vida da y quita la vida. Todo Ser manifiesto pertenece exclusivamente a la Fuente y Meta del Ser, Al-láh el Más Alto, Quien conoce qué personas verdaderamente aspiran y cuáles solamente conspiran, y Quien traerá finalmente a cada alma a casa, de regreso al esplendor que es Conciencia abarcadora y completa Sabiduría. El llamado a la justicia (Meditación en el Sagrado Corán 16:89-91) Mi noble Mensajero, por favor recuérdale incesantemente a la Humanidad acerca del Día Final, cuando la Fuente Suprema llamará un testigo de cada pueblo que será sabio e imparcial, y testificará sobre las acciones e intenciones de ese pueblo, tanto sobre las acciones individuales como las comunitarias. Tú serás el testigo de la vasta nación espiritual del Islam. La Fuente Siempre Presente irradia este Libro de Luz a través de ti 75 para clarificar la naturaleza misma de la Creación, para guiar los corazones de los seres humanos, para curar con su toque misericordioso, y para traer iluminación gozosa a aquellos que conscientemente reciben sus vidas directamente de la Fuente de la Vida. Recuérdale a tu gente que la profunda respuesta humana que Al-láh el Más Misericordioso espera es el compromiso con la justicia que transforma la vida diaria en continuos actos de gentileza y generosidad hacia todas las personas, reconociéndolas como familia íntima. Advierte compasivamente a tu gente que ellos se están apartando de la Fuente del Amor al llevar a cabo actos insensibles para con la dignidad de cualquier ser, y que sólo la constante remembranza de la Fuente del Ser puede desarrollar la verdadera sensibilidad. Al-láh el Más Alto convoca a la Humanidad a meditar muy seriamente sobre Su Llamado a la Justicia. Hay una alianza primordial entre los seres humanos y la Fuente Última, establecido antes de la creación del tiempo o de la eternidad. Al-láh promete volverse hacia el alma y el alma promete volverse hacia Al-láh. Ninguna promesa que haya sido alguna vez jurada debe romperse, ya sea que se trate de la promesa suprema de recordar a Al-láh el Más Alto o de simples tratos hechos en la vida diaria. Cuando los seres humanos se comprometen absolutamente con la justicia y con la constante remembranza de Al-láh, la Fuente del Amor y el Poder irradia directamente a través de todo cuanto ellos hacen. Dar (Meditación en el Sagrado Corán 17:22-30) Mi amado Mujámmad, por favor advierte a los seres humanos que nunca se imaginen otra divinidad que no sea la Fuente Última del Universo, ya que dicha imaginación los defraudará y los hará caer en desgracia al velar la Única Fuente Siempre Presente. Al-láh el Más Misericordioso ha enseñado claramente a los seres humanos a volverse en adoración solamente y en forma directa hacia la Fuente del Amor, transformando sus vidas enteras en perfectas expresiones del Amor Divino. Mis queridas almas humanas, sean tiernos con sus padres, en particular cuando el padre y la madre, mientras vivan con ustedes, alcancen una edad venerable. Nunca los hagan callar ni los reprendan, en cambio comuníquense con ellos siempre en tonos de profundo respeto. Motívense por verdadera compasión, sométanse a sus deseos, sacrifiquen sus propios intereses egoístas y oren intensamente: “Amadísimo Al-láh, por favor derrama Tu más tierna Misericordia sobre mis padres que me nutrieron y educaron con cuidado y paciencia amorosos.” Mis preciados, que están en el Camino del Amor, Al-láh el Más Alto conoce precisamente qué intenciones habitan en sus corazones y cuán desinteresadamente ustedes están comprometidos con la bondad. Al-láh el Más Misericordioso cura con Su perdón amoroso y fragante a aquellos que han actuado sin amor pero que sinceramente 76 reofrendan sus vidas a la Fuente del Amor. Mis queridos seres humanos que anhelan ser verdaderamente humanos, deben ofrecer continuamente servicio amoroso a todas las personas como extensión de su familia, en particular a los viajeros, y a los que tienen necesidad. Nunca desperdicien ninguno de los recursos que la Fuente de Vida les ha dado, ya que aquellos que despilfarran son los seguidores del Satán cósmico, cuya rebelión esencial es la ingratitud. Deben alejarse de la gente que consumiría sus regalos vanamente, sin ser agradecidos con Al-láh el Más Alto, sin embargo háblenles con gentileza, orando interiormente a la Fuente de Sabiduría y del Poder por su guía y protección. Mis queridos seres humanos que están despertando al Amor Divino, ustedes ni deben ser renuentes a dar ni tampoco deben dar indiscriminadamente. Si ustedes son por demás generosos con aquellos que no sienten ninguna gratitud hacia la Fuente Suprema, ellos tomarán todo lo que tengan y les reprocharán por no darles más. Sólo Al-láh otorga abundancia a algunos, y disciplina a otros con la privación, pues la Fuente de la Sabiduría conoce íntimamente lo que cada ser necesita para su evolución espiritual. No traten de tomar en sus propias manos los bienes del universo, en vez sean los instrumentos desinteresados y efectivos de la Generosidad ilimitada de Al-láh. La Fuente del Amor y el Poder irradia directamente a través de Sus más humildes servidores. Alabanza (Meditación en el Sagrado Corán 17:43-44) Sin importar qué digan los seres humanos acerca de la Realidad, por muy avanzados conceptos que puedan sostener, la Fuente Última que ahora está hablando siempre será más exaltada. Lo único posible para cualquier ser es alabar a Al-láh el Más Alto, ya que nadie puede describirlo. La naturaleza y la función del Ser mismo es alabar a la Fuente y Destino del Ser. El universo temporal entero, así como los siete reinos eternos y todas las formas de conciencia que ellos contienen, son simplemente la alabanza viviente de la Fuente Siempre Presente. Ser es alabar a Al-láh. Los seres humanos fallan en la percepción de esta alabanza ilimitada que surge espontáneamente de toda mente y corazón, de otro modo, ellos entenderían inmediatamente por qué tan absoluta compasión y perdón fluyen a cada ser desde la Fuente del Amor. Las oraciones diarias (Meditación en el Sagrado Corán 17:78-81) Mi noble Mensajero, por favor recuerda a tu gente que se sumerja en oración durante el delicado brillo del crepúsculo, cuando el sol desaparece debajo del horizonte, y nuevamente cuando la luz vespertina se funde con la rica negrura de la noche, y una vez 77 más durante la fresca claridad del amanecer. La cualidad de la luz en cada momento de oración divinamente decretado es la expresión de una cierta esfera de experiencia espiritual. Durante la clara luz antes de la salida del sol, se encuentran presentes seres angélicos, disfrutando los dulces sonidos del Corán Resonante y atestiguando las intenciones puras del corazón al comienzo del día. Aquellos que desean entrar más profundamente en oración deben hacer sus humildes postraciones en la profundidad de la noche, cuando, por la Voluntad de Al-láh el Más Alto, la luz del conocimiento humano desaparece en la obscuridad incandescente del Misterio Divino. A través de esta meditación solitaria de media noche, Al-láh el Más Misericordioso puede decidir elevar al alma devota a un estado inusual de iluminación mística. Por favor enséñales a las personas dedicadas estas Palabras de Verdad con las que pueden concentrar sus mentes por completo en la Fuente de la Verdad: “Exaltadísimo Al-láh, con cada inhalación, intérname con pureza y fortaleza en Tu Vida invisible; y con cada exhalación, llévame con pureza y fortaleza hacia el exterior, a Tu Creación manifiesta. Más preciado Al-láh, por favor otórgame Tu Guía Directa a lo largo del camino sutil del despertar.” Mi amado, transmite a los amantes de la Verdad que se han preparado apropiadamente, las potentes palabras de esta sublime afirmación: “La Verdad Viviente brilla ahora por completo, y todo error se ha desvanecido en absoluto, pues donde está la Luz de Al-láh no puede quedar ningún velo de obscuridad.” El descenso del Sagrado Corán (Meditación en el Sagrado Corán 17:105-110 La Fuente Suprema irradia el Corán portador de la Verdad a través de los siete reinos sutiles. Este Libro de Luz desciende agraciadamente, lleno de Poder y Belleza Divinos, a tu más puro y receptivo ser, Mi amado Mujámmad. La Fuente del Amor te ha elegido desde antes de la eternidad para que te conviertas en el receptáculo final de Mi Revelación; para portar el Corán Viviente que comunica jubilosas noticias sobre el Resplandor del Paraíso y la compasiva advertencia de que este mismo Resplandor puede ser experimentado como el Fuego del Infierno. Mi amado Mensajero, la Fuente de la Sabiduría manifiesta ahora la perfecta completud del Eterno Corán a través de los velos temporales de la experiencia humana, revelándote en intervalos las Palabras Divinas para crear un libro terrenal, vestido con el lenguaje árabe, que será comprensible para la Humanidad. Esta es la razón por la que la Fuente Siempre Presente te envía el Corán Trascendente de una forma gradual, en lugar de inundar en un instante tu conciencia con su totalidad. Dile a tu gente: “Crean en la autenticidad de estas Palabras Divinas cuando quiera que vengan, o no crean.” Ciertas almas disfrutan de la más íntima relación con el Eterno Corán antes de descender al tiempo, de manera que cuando estas personas oyen tan sólo una línea del 78 presente Corán árabe, caen en un reconocimiento extático, proclamando: “Estas palabras son la Resonancia y el Resplandor de Al-láh. Se ha cumplido una vez más la promesa original de Al-láh el Más Misericordioso de guiar a la Humanidad.” Estos amantes del Amor Divino, al escuchar el canto del Corán árabe, posarán sus cabezas espontáneamente sobre la tierra santificada, derramando lágrimas y experimentando la profunda humildad que olvida por completo al yo limitado. Mi amado, por favor asegura a tu gente en tonos gentiles y armoniosos que ellos pueden invocar a la Fuente Última con el Nombre de la Majestad, Al-láh el Más Alto, o con el nombre del Más Misericordioso, o con cualquiera de los bellos Nombres Divinos presentados a la humanidad a través de los Profetas. Paraíso e infierno (Meditación en el Sagrado Corán 18:27-31) Mi amado Mujámmad, por favor alienta a aquellos que aspiran al Islam, que es la total rendición de la vida humana a la Vida Divina, a recitar diariamente con alegría de corazón, algunos de los versos revelados a ti en árabe del Eterno Libro de Al-láh. Nadie puede opacar o distorsionar el poder de las Palabras Divinas que emanan desde la Fuente del Poder. Intentando vivir apartado de la Fuente de la Vida, ningún ser puede encontrar paz o refugio, pues aparte de la Fuente de Vida, nada vive. Por favor alienta a aquellos que aspiran al Islam a ser gentiles y desinteresados, a volverse de todo corazón hacia la Fuente del Ser, y a llamar a Al-láh el Más Misericordioso cada mañana y cada noche, anhelando sólo contemplar directamente dentro del Rostro del Amor. Diles a estos aspirantes que nunca se alejen por ambición mundana del humilde camino que Mis amantes le están mostrando a la Humanidad. Adviérteles que no escuchen a nadie que se encuentre infectado por la negación del Amor, y cuya mente y corazón han sido entonces velados a la conciencia esencial de la Fuente del Amor que nos permite amar verdaderamente. Ya que dichas personas siguen sólo impulsos egoístas, sus vidas están completamente fuera de la armonía. Mi amado, proclama claramente a la Humanidad: “La Verdad se realiza al volverse sólo hacia la Fuente Última, pero los seres humanos permanecen libres para afirmar o negar.” Al caer en el sueño de la muerte, aquellos que nieguen la Fuente del Amor y cuyas vidas se hayan impregnado de esta negación, experimentarán su retorno al Esplendor de Al-láh como la entrada a un vasto pabellón de fuego extendido en todas direcciones. Tales sueños vivientes sobre el Infierno son más intensos para aquellos cuyas vidas cotidianas han expresado mayor negatividad. Cuando estas oscurecidas almas clamen por la frescura que durante sus cursos terrenales negaron a otros, se les servirá agua soñada como cobre derretido que escaldará todo su ser. Así, en el reino de Esplendor ilimitado, 79 los sueños más terribles de purificación ocurrirán a las almas que nieguen aquí la Fuente de la Luz. Al sumergirse en el sueño de la muerte, aquellos que afirmen la Fuente del Amor, y cuyas vidas han sido refinadas y exaltadas por esta afirmación, no serán torturados por sueños persistentes e implacables, sino que despertarán inmediatamente en el Paraíso espiritualmente preparados, por su curso terrenal vuelto hacia la Fuente de la Luz, para percibir la verdadera naturaleza del avasallador Esplendor de Al-láh. Estas almas, ya purificadas por cada pensamiento y acción amorosos de sus vidas, experimentarán la resplandecencia del Amor Divino como los florecientes jardines atemporales del Edén que fluyen con ríos de paz. Ellas gozarán ahí del contacto directo con Al-láh el Más Misericordioso, en la forma de místicos collares de oro y túnicas místicas de delicada seda verde bordada con el hilo dorado del éxtasis. Allí ellas entrarán en sublime contemplación, descansando sobre ricas alfombras y regios tronos de luz. Cualquiera sea la imagen espiritual a través de la cual se presente a la visión purificada, esta esfera ilimitada del Paraíso, es simplemente la ilimitado Resplandor del Amor Divino. Este es el más excelso de todos los excelentes regalos de Al-láh, la hermosa morada de la iluminación. La parábola del orgullo y la sumisión (Meditación en el Sagrado Corán 18:32-44) Había dos vecinos. A uno de ellos la Fuente de la Abundancia le proveía de ricos huertos de uva, rodeados de extensas arboledas de palmera que daban dátiles. Entre estas arboledas y estos huertos, por medio de bendiciones derramadas por la Fuente de la Vida, florecían fértiles campos de grano. La tierra ofrecía una abundante cosecha estación tras estación, ya que la Fuente del Poder hacía brotar ahí un manantial. Esta es la profunda fecundidad de la vida humana cuando se recibe como puro Regalo Divino. Aún así, el hombre cuya existencia estaba tan bendita por Al-láh el Más Alto, remarcó a su vecino: “Nuestras propiedades son similares, sin embargo, mi tierra produce más riqueza porque yo soy más poderoso que tú.” Orgulloso de lo que malentendía como frutos de su propio poder personal, este hombre cometió una injusticia contra su propia alma al permitir que la distorsión espiritual creciera dentro de él, hasta el día en que llegó a proclamar con arrogancia suprema: “Yo tengo todo el control de mi existencia. Mi buena fortuna nunca puede disminuir. Ciertamente Al-láh no hará que el mundo llegue a su fin mientras yo viva, y cuando muera el Paraíso será todavía más placentero que lo que hoy me rodea.” Su vecino, un alma dedicada a la Verdad Viviente, advirtió al hombre orgulloso con palabras compasivas y gentiles: “Considera cuidadosamente lo que estás diciendo, mi amigo. ¿Cómo puedes asumir tanto? ¿Te has olvidado que el Poder de Al-láh te desarrolló desde una mera gota de sustancia terrestre, moldeando gradualmente tu cuerpo y tu mente? Nuestras vidas dependen únicamente de la Fuente de la Vida, y nosotros 80 nunca deberíamos alejarnos de la Fuente del Poder al exaltar a cualquier otro poder en el universo, incluido el nuestro. Mi querido vecino, cuando mires hacia tus arboledas, huertas y campos florecientes, simplemente afirma: ‘Toda esta abundancia viene de la Voluntad de Al-láh, ya que no hay otro poder aparte de la Fuente del Poder.’ Aunque tengo menos riquezas, Al-láh el Más Misericordioso me ha otorgado un claro entendimiento, que es más precioso que todas tus valiosas pertenencias. Si sigues volviéndote hacia tu propio poder personal, mi amigo, la Fuente de Poder podría mandar potentes rayos durante la noche, y la luz de la mañana permitiría ver simplemente tierra estéril donde una vez hubo campos verdes. O un día podrías encontrar tu floreciente manantial hundido en la profundidad de la tierra y ver tu suelo convertido en polvo.” Pero alguien que había permitido que se desarrollara una severa distorsión espiritual dentro de sí no podía apreciar las sabias palabras de su vecino, despertando una mañana para encontrarse de hecho con sus palmerales y huertos marchitos, sus campos estériles, y su riqueza desaparecida. Apretando sus puños con angustia, gritó: “¿Por qué igualé mi propio poder con el Poder de Al-láh?” El poder y las posesiones personales de los que él había estado tan orgulloso se habían desintegrado totalmente, dejándolo desolado en todo aspecto. Mis queridos seres humanos, sus vidas pueden ser protegidas y elevadas sólo rindiéndolas completamente a la Fuente de la Vida. Someterse a Al-láh el Más Alto es conocer y abrazar la verdad de que sólo puede haber una Fuente Suprema. Ser llamado al Camino de la Sumisión y retornar directamente a la Fuente del Amor es el más valioso de todos los Regalos Divinos. Moisés conoce a un sabio itinerante (Meditación en el Sagrado Corán 18:65-82) Mi amado Mujámmad, por favor transmite esta historia secreta como una instrucción espiritual para toda la Humanidad. En una ocasión, mientras el noble Moisés viajaba por el desierto, encontró un siervo perfectamente rendido a la Fuente Última. La Fuente del Amor había inundado por completo el corazón de este misterioso servidor con Compasión Divina. Esta extraña alma había recibido el conocimiento místico que fluye directamente desde la Fuente Siempre Presente. Reconociendo que este solitario errante del desierto estaba plenamente iluminado, Mi amado Moisés le pidió permiso para seguirlo: “Respetado sabio, deseo estudiar contigo la profunda sabiduría que la Fuente de la Sabiduría te ha enseñado tan íntimamente.” El sabio respondió: “No hay forma en que tú puedas soportar mi compañía sin protestar, porque mi modo de vida trasciende el presente desarrollo de tu comprensión espiritual.” Moisés respondió: “Respetado sabio, si Al-láh el Más Alto ordena esta experiencia como una instrucción para la Humanidad, trataré de sobrellevar pacientemente tu enseñanza sin protestar.” El iluminado respondió: “Entonces sígueme por un tiempo, como Al-láh lo ha ordenado, pero bajo ninguna 81 circunstancia cuestiones mis acciones hasta que yo mismo las interprete para ti.” Así, este notable maestro y su notable estudiante se internaron juntos en el desierto. Al llegar a la costa, ellos abordaron un barco casi listo para zarpar. El noble Moisés, respondiendo en la forma en que Al-láh ordenó, se paralizó al ver que su misterioso compañero estaba haciendo un pequeño hoyo en el casco del barco, y exclamó: “Los inocentes pasajeros de este barco se ahogarán. ¡Parece que has cometido un acto atroz!” El iluminado sabio respondió con calma: “¿No te advertí que serías incapaz de soportar mis enseñanzas?” Moisés respondió con dignidad: “Respetado maestro, por favor perdóname y manténme en tu santa compañía.” Después de abandonar la costa, ellos se encontraron con un hombre joven en el camino. Con tremenda prontitud, el sabio quitó la vida a este joven. Reaccionando como Al-láh el Más Alto ordenaba, Mi siervo Moisés exclamó otra vez: “Sin justificación alguna, has asesinado a una persona inocente. ¡Parece que has cometido un acto despreciable!” Una vez más el amigo íntimo de la Verdad Viviente simplemente respondió: “¿No te advertí que serías incapaz de soportar mi enseñanza?” Moisés, que claramente pudo percibir la perfección interior de esta persona enigmática, respondió con humildad: “Respetado maestro, has sido extremadamente paciente conmigo. Si te llego a cuestionar una vez más, regrésame a mi camino.” Así que el profundo maestro y su profundo estudiante caminaron por el polvoriento camino hasta llegar a una fortaleza amurallada, donde pidieron comida y bebida pero se les negó hospitalidad. Parte de la pared circular estaba por venirse abajo, y ambos trabajaron duro por mucho tiempo para reconstruirla. Respondiendo como Al-láh el Más Alto lo había ordenado, Moisés preguntó: “Maestro, ¿por qué nos hemos embarcado en tan intensa labor si no hemos de recibir ninguna recompensa?” El amigo de la Verdad entonces proclamó con firmeza: “Debes dejarme ahora, mi amigo. Como te lo advertí, no puedes soportar pacientemente mi modo de vida, que se conduce en total sumisión a la más misteriosa Misericordia de Al-láh. Antes de tu partida, por favor acepta como regalo de la Fuente de la Sabiduría la interpretación correcta de mis acciones.” “El barco es una fuente de subsistencia para ciertos navegantes devotos de Al-láh el Más Misericordioso. Un barco pirata, que pasó hoy por ahí, está capturando a toda tripulación que se cruza en su camino, y luego los mata. Pero al descubrirse el hoyo en el casco del barco, éste no zarpará. “El joven, hijo de devotos amantes de Al-láh el Más Misericordioso, se apartó por completo de la Fuente del Amor, tratando a sus padres con insolencia y hasta con una crueldad peligrosa. Mi más preciado Al-láh desea proteger esta alma de la total autodestrucción y, en su lugar, otorgar a sus padres un hijo que desarrolle profundamente la compasión y la pureza de corazón. “Dentro de la pared que se cae a pedazos hay un tesoro escondido que todavía no debe exponerse y que pertenece a dos huérfanos cuyo padre vivió con intensa devoción la forma santa de vida. Mi más preciado Al-láh desea que estos niños, descubran la riqueza que su padre les ha dejado sólo hasta que hayan alcanzado total madurez y fortaleza. 82 “Toda acción es la expresión espontánea de la más sutil Misericordia que fluye desde la Fuente Siempre Presente. Yo actúo sin absolutamente ninguna ilusión de motivación personal. Este, mi querido hermano Moisés, es el conocimiento místico por el cual mi ser entero ha sido iluminado.” La visión de María de la Anunciación (Meditación en el Sagrado Corán 19:16-36) Mi amado Mujámmad, por favor relata a tu gente la pasmosa experiencia visionaria de la Virgen María. Retirándose al amanecer a una recámara solitaria orientada hacia el este, ella contempló la Fuente de la Belleza durante el hermoso amanecer en el desierto. Sentada en un estado de honda tranquilidad, gradualmente entró en un profundo estado de meditación en el que la existencia de su familia, y aún la del mundo entero, se cubrieron con un velo de Luz Divina. En el plano de visión espiritual, más real y más intenso que el de la esfera de la percepción mundana, Mi amada María experimentó la concepción y el nacimiento del profeta Jesús. Primero la Fuente de la Luz se manifestó a ella a través de una forma humana intensamente luminosa y exaltada. Con sobresalto, ya que se hallaba en piadosa concentración, ella exclamó: “¡Que el Todo Misericordioso me proteja de este ser enigmático!” La forma angélica respondió: “Bendita María, no soy más que un siervo y mensajero de Al-láh el Más Alto enviado para confirmar que tú llevarás en el vientre un niño santo de pureza insuperable.” Mi amada replicó: “¿Cómo puedo dar a luz habiendo vivido en perfecta virginidad?” El brillante emisario de la Fuente de la Luz explicó: “Bendita Madre Virgen, todo lo que sea afirmado por la Fuente del Ser, simplemente es sin esfuerzo alguno. Desde antes de la eternidad, Al-láh el Más Misericordioso ha ordenado este nacimiento espontáneo como una demostración única de Su Amor para ser contemplada por los seres humanos a lo largo de la historia.” Así, Mi amada María, tocada por un rayo de Luz Divina directamente desde la Fuente de la Luz, concibió instantáneamente, y se retiró en su visión a un oasis secreto, permaneciendo allí recluida en oración solitaria. Por el misterioso decreto de la Fuente del Poder, el sagrado nacimiento ocurrió inmediatamente. Ella tuvo sus contracciones junto al tronco de una palmera. El alumbramiento del niño fue rápido. Paralizada y sobrecogida por el nacimiento milagroso, la santa madre exclamó: “¡Que pereciera en el desierto y mi cuerpo nunca fuera encontrado!” Pero en su visión el bebé recién nacido habló con suavidad: “Mi bendita madre María, no hay ninguna razón por la que debas sufrir o tener temor. La Fuente del Amor ha manifestado a tu lado un manantial de agua fresca, y si sacudes esta palmera, caerán a tus pies dátiles maduros. Así que come, bebe y confórtate en perfecto silencio por la ilimitada Misericordia de Al-láh. Si te encuentras con algún extraño, exclama: “Estoy ayunando en alabanza al Todo Misericordioso, y no puedo conversar contigo.” 83 Aún absorta en el plano más alto de visión espiritual, María llevó en brazos este niño de luz hasta su casa. Estremecida ante el hecho de su maternidad célibe, su familia protestó: “Hija de un linaje intachable, ninguno de tus ancestros ha transgredido el modo santo de vida. ¿Por qué has cometido esta acción inmoral?” Mi amada, serena ahora en su sumisión a la Fuente del Amor, indicó con calma a su familia que preguntase al radiante niño en sus brazos. Aún más estremecidos, ellos exclamaron: “María, ¿te has vuelto loca? ¿Cómo podemos conversar con un bebé recién nacido?” En ese instante el niño Jesús habló con tono dulce y claro: “Escuchen con atención. Ustedes verán y entenderán que yo soy el siervo devoto y el Mensajero fiel de Al-láh el Más Alto. La Fuente de la Sabiduría ya ha puesto el Santo Evangelio sutilmente dentro de mi corazón secreto y me ha despertado como Su penúltimo Profeta. La Fuente Siempre Presente me ha emanado como un ser humano totalmente bendito, no importa dónde vaya ni por lo que tenga que pasar. Al-láh el Más Misericordioso me ha dado el poder de orar incesantemente, y ofrecer servicio amoroso e iluminación espiritual a todos los seres. En particular, la Fuente del Amor me ha enseñado a querer y a cuidar de mi preciada madre, la Virgen María, quien será un canal de Amor Divino para todas las generaciones futuras. Ya que mi Señor me ha hecho Su más humilde servidor y mensajero, la Paz misma de Al-láh el Más Alto fluirá a través de mí a toda la Humanidad, desde el momento de mi nacimiento milagroso hasta el momento de mi milagrosa ascensión al Paraíso.” Tal fue la visión espiritual de la noble María del niño Jesús, ese Mensajero puro de la Verdad enviado directamente desde la Fuente del Amor, y cuya genuina naturaleza de profeta muchas personas todavía discuten tontamente. Al emanar la exaltada alma profética del Mesías Jesús, Al-láh el Más Alto no concibió a un niño en ningún sentido humano. Esto es claramente imposible para la Fuente Última, Quien es simplemente Resplandor ilimitado. Al-láh el Más Misericordioso canalizó Su Palabra de Amor perfecta e inmaculadamente a través de una mujer viviente de absoluta pureza. La Fuente del Ser necesita sólo contemplar la existencia de cualquier ser y ese ser viene a ser. Mi amado Mujámmad, explica a tu gente: “Es absolutamente cierto que la Fuente Siempre Presente es tanto la Fuente de ustedes como mi Fuente. Dediquen sus vidas por completo a la Fuente de Vida. Este es el camino directo del Islam.” El profeta Abraham enseña a sus parientes (Meditación en el Sagrado Corán 19:41-50) Mi amado Mujámmad, por favor cuéntale a tu gente sobre las enseñanzas del noble Abraham, un ser humano verdaderamente completo, un santo Profeta, y el amigo íntimo de la Fuente Suprema que ahora está hablando. El profeta Abraham enfrentó a sus parientes con valentía: “¿Por qué alaban simples artefactos, crudas representaciones de divinidad que no pueden escuchar sus oraciones más íntimas o guiar su desarrollo espiritual, y de las cuales no fluye ningún poder transformador? Mis queridos parientes, 84 la Fuente de la Sabiduría ha derramado en sus mentes y corazones un conocimiento sublime como ustedes no lo pueden imaginar. Sigan conmigo esta Guía Viviente y seremos guiados juntos por el exaltado camino del Islam que mira directamente hacia la Fuente del Universo. Por favor no se aferren a sus propios conceptos y experiencias limitadas, ya que ese es el camino del rebelde cósmico Satán, quien exalta su propia inteligencia por sobre la Revelación enviada desde la Fuente de la Verdad. Parientes míos, si ustedes siguen alejándose de la Fuente de la Creación al adorar expresiones de poder limitadas dentro de la Creación, temo que deberán compartir el arrogante engaño de Satán y entrar en la terrible esfera de la Corrección Divina.” Los parientes mayores de Mi amado Abraham respondieron: “¿Qué blasfemia estás sugiriendo? ¿Apartarnos de las deidades primitivas del desierto y la montaña? Si no te sometes a su autoridad, tendrás que ser apedreado. Llévate a tu familia de nuestro clan inmediatamente, o estaremos forzados a poner en práctica la antigua forma de juicio en contra de nuestros propios hijos.” Abraham respondió desde lo más profundo de su naturaleza profética: “Que la paz que fluye de la Única Fuente del Universo esté con ustedes, mis parientes. Ruego que la Fuente del Amor cure sus corazones con la dulzura de Su Perdón, ya que Al-láh el Más Alto cumple agraciadamente los deseos de aquellos que se vuelven hacia Él por completo. Ahora guiaré a mi familia y leales seguidores lejos de su familia ancestral y de las fuerzas elementales que ustedes adoran. Nosotros viviremos sólo refugiándonos en la Fuente Última. Al tornarse hacia Al-láh, que a mi gente siempre le sean otorgadas abundancia y protección.” Porque Mi mensajero Abraham expresó la fortaleza de su convicción al abandonar su clan atávico y sus prácticas religiosas limitadas, la Fuente Siempre Presente le presentó como exaltados hijo y nieto a Mi amado Isaac y a Mi amado Jacobo, quienes fueron despertados a la naturaleza profética por Al-láh el Más Alto. La Fuente del Amor puso todo el tesoro del Amor dentro de estas grandes almas, que serán siempre recordadas y honradas por aquellos que aman la Verdad Viviente. El llamado del profeta Moisés (Meditación en el Sagrado Corán 20: 9-39) Amado Mujámmad, por favor transmite la historia de cómo Mi profeta Moisés fue llamado directamente a la Fuente de la Luz que ahora está hablando. Al observar un resplandor brillante en una ladera de la montaña, el noble Moisés dijo a su familia: “Permanezcan aquí, junto a nuestras tiendas. Yo voy a indagar la fuente de ese esplendor en la montaña. Tal vez sean los rescoldos de un fuego en los matorrales, o quizá me encuentre con la poderosa Guía Divina.” Cuando el profeta Moisés descubrió y se acercó a las pasmosas llamas, la Voz de Al-láh resonó claramente a través de ellas: “Mi amado Moisés, Yo soy Al-láh el Más Sublime. Acércate a Mí descalzo, y no cubras tu corazón y mente ni siquiera con el velo 85 mundano más delgado, pues estás ahora en el valle místico de la revelación. La Fuente Siempre Presente, el Yo Soy todo abarcador, te ha llamado para que vengas aquí. Abre todo tu ser a estas resonantes Palabras de Verdad. La Verdad más alta es que sólo Yo soy. Por lo tanto, ofrece el aliento de tu vida solamente a Mí, y realiza a partir de este día esa oración continua que es la remembranza interior de Mí. La experiencia de mirar directamente la Verdad más alta llegará inevitablemente a cada alma, pero Al-láh el Más Misericordioso oculta este destino para que cada alma haga sus propios esfuerzos sinceros para alcanzar la Verdad Viviente, y recibir los preciosos frutos de esos esfuerzos. Mi noble Mensajero, no permitas que aquellos que dudan y son indiferentes distraigan a tu gente del Momento de la Verdad que tan rápidamente se acerca. Aquellos que viven como si, de alguna manera, la Creación fuera su capricho personal están perdiendo sus vidas apartándose con descuido de la Fuente de la Vida.” En ese momento la Fuente del Poder preguntó a Su Mensajero: “¿Qué es lo que tienes en tu mano derecha?” Moisés humildemente respondió: “Amadísimo Al-láh, este es mi cayado. Cuando estoy cansado, me apoyo en él. Y con él golpeo las ramas de los árboles haciendo caer hojas verdes para que sirvan de alimento a mi rebaño. Lo uso en muchas formas prácticas.” Al-láh el Más Alto enunció dentro del corazón de Su Profeta: “Arroja tu vara a la tierra.” Al obedecer, la vara de madera se convirtió en pura energía espiritual, moviéndose como una serpiente luminosa. Una vez más Al-láh habló dentro del corazón de su devoto siervo: “Toma posesión de esta Energía Santa sin miedo, y luego tu cayado aparecerá otra vez en su forma mundana. Llévalo como un conducto viviente de Mi Poder. Pero primero pon tu mano derecha sobre tu pecho hasta que emane de tu palma una luz brillante. Luego sostén el báculo de poder con la mano de la pureza. Estos son signos claros de Mi Presencia Divina, pero la Fuente Suprema abrirá tus ojos a mayores demostraciones de Amor y Poder. Mi amado Moisés, vas a confrontar y subyugar al Faraón de Egipto, el arquetipo de la arrogancia humana.” El profeta Moisés oró desde lo más profundo de su ser: “Amadísimo Al-láh, abre mi mente y mi corazón plenamente en la preparación para esta tarea. Desata los nudos de mi habla, que Tus Palabras de Verdad fluyan a través de mí sin ningún impedimento y despierten clara comprensión. Unge con Tu Poder a uno de mi familia, a mi queridísimo hermano Aarón, para que una su fortaleza a la mía y esté íntimamente conmigo a lo largo de mi misión. Juntos cantaremos Tus alabanzas con alegría y constantemente mantendremos Tu Presencia resplandeciente en nuestra conciencia. Amadísimo Al-láh, sólo Tú sabes cuán inseparable soy de Aarón, de la misma manera en que ambos somos inseparables de Ti.” La Resonancia de Al-láh respondió: “Tus oraciones son completa e instantáneamente concedidas. La Fuente de la Sabiduría te ha guiado y protegido con todo cuidado, desde el momento en que Al-láh el Más Misericordioso pronunció estas Palabras Divinas dentro del corazón de tu madre: ‘Pon a tu bebé en un arca, y sin miedo déjala flotar en la corriente del río. Él será encontrado y llevado a alguien que está ciego a la Fuente Última, pero el niño estará protegido.’ Desde entonces, Mi Amado Moisés, la Fuente del Amor te 86 ha dado constante cuidado amoroso, vistiéndote con el ropaje del Amor de modo que pudieras desarrollarte interiormente y caminar con seguridad por tu camino destinado hasta este poderoso momento de Llamado Divino.” El Yo Soy infinito (Meditación en el Sagrado Corán 21:19-25) Mi amado Mujámmad, todo lo que se manifiesta como existencia planetaria o celestial, pertenece a la Fuente Suprema que habla a través de ti. Aquellos cuyas vidas enteras se vuelven íntimamente hacia la Fuente de la Vida nunca se cansan de ser canales del Poder Divino y nunca se sienten demasiado orgullosos de servir como humildes instrumentos de la Misericordia Divina, aún en los mínimos detalles de la vida diaria. Con cada aliento, estos amigos íntimos de Al-láh el Más Alto alaban sin cesar a la Fuente del Amor, tanto en las horas comunes del día como en las horas secretas de la noche. Mucha gente enfoca erróneamente, en variados poderes etéreos dentro de la Creación, la adoración trascendente natural al alma humana. Usan objetos rituales, moldeados a partir de sustancias provenientes de la tierra, asumiendo que estos burdos talismanes y las fuerzas que ellos evocan pueden de alguna manera despertar almas del oscuro sueño de la muerte a la radiante vida del Paraíso. Tales adoradores que no discriminan deberían reflexionar cuidadosamente. Si en el universo hubiera fuentes independientes de poder espiritual en lugar de una Fuente Última, éstas estarían limitadas una por la otra, y por lo tanto entrarían en conflicto, arrojando a la confusión a todos los reinos del Ser que ahora existen en perfecta armonía. La adoración que brota espontáneamente en el corazón humano puro debiera ofrecerse consciente y directamente a Al-láh el Más Alto, la Única Fuente de Poder ilimitado, cuyo Trono es el campo unificado de Energía Divina y Quien está más allá de cualquier descripción o concepción posible. Cuán disparatado es que seres cuya comprensión es parcial, cuestionen la Fuente del Ser, Quien es total Sabiduría. Sólo Al-láh es el Uno que, a través de la Luz penetrante de la Verdad, cuestiona a todas las personas en lo que concierne a sus actos y motivaciones, particularmente a aquellos que se alejan de la Fuente Siempre Presente imaginando en Su lugar variadas fuentes de poder separadas. Mi amado, clama a aquellos que erróneamente adoran las fuerzas dentro de la existencia relativa: “Muéstrenme aunque sea una demostración de Amor que resulte de la reverencia que dan a estas fuerzas elementales y etéreas. La vía de verdadera adoración revelada ahora a través de mí es la constante remembranza sólo de la Fuente Última. Este es el mismo camino directo de meditación sin imágenes y sin límites revelado por medio de todos los Profetas anteriores a mí. Aún así muchas personas siguen apartándose, 87 renuentes a dirigirse hacia la Verdad Viviente a través de una continua conciencia piadosa, y de sumisión constante del ser limitado a su Fuente ilimitada.” A lo largo del curso de la historia, la Fuente de la Sabiduría ha enviado santos Mensajeros que traen solamente un mensaje esencial. A través de estos seres humanos exaltados y perfeccionados, la Fuente del Amor hace un llamado dentro del corazón de la humanidad: “No hay seres conscientes separados del infinito Yo Soy que Yo soy. Por tanto rindan su ser mismo a la Fuente y Meta del Ser.” La Creación (Meditación en el Sagrado Corán 21:30-33) Mi amado Mujámmad, por favor recuérdales a aquellos que cuestionan la existencia de la Fuente Suprema, que contemplen Mi Creación con la mayor intensidad. Enséñales a visualizar el universo en su estado original como una expansión de luz sin bordes o límites, a la cual la Fuente del Poder moldea gradualmente como mundos portadores de vida. Luego, invita al alma a contemplar la Fuente de la Vida continuamente derramando el Agua de Vida como incontables emanaciones de seres vivos. Al meditar así, desaparecerán dudas fundamentales. Instruye a la Humanidad a concentrarse en la Fuente del Poder estableciendo montañas primordiales para dar estabilidad a la tierra, abriendo empinados precipicios y amplios valles a través de estas montañas, como caminos y moradas para las criaturas; en tanto que la Fuente de la Vida envuelve agraciadamente el planeta con un domo de atmósfera protector de la vida. Al contemplar este proceso creativo con ojos de verdadera comprensión, ¿cómo puede alguien dejar de ver al Ser manifiesto como una vasta demostración de Amor? Aún así, muchos todavía se siguen apartando de la Fuente del Amor. Esta Creación entera emana sólo de Al-láh, Quien establece su dinámica armonía, que se revela hasta en el simple ritmo del día y la noche; mientras el sol, la luna, y las estrellas, corren brillantemente a través de un cielo abarcador. Peregrinación (Meditación en el Sagrado Corán 22:26-29) La Fuente de la Sabiduría primero reveló al noble Adán la naturaleza de la Sagrada Ka’bah, el místico punto focal para el acceso directo a Al-láh el Más Alto dentro de Su Creación: “Mi amado Abraham, mientras construyes el sagrado cubo, la morada simbólica de Al-láh, asegúrate que nadie la considere en el mismo nivel de realidad que la Fuente de la Realidad que ahora habla. Purifica esta estructura de seis dimensiones construida por manos humanas, con la ofrenda consciente de cada paso y cada aliento a la 88 Fuente de la Vida. Aquellos que vienen a circumbalar la Ka’bah del Misterio Divino y aquellos que, donde quiera que estén, orienten sus postraciones a Al-láh el Más Sublime en su dirección, serán así purificados de todo concepto limitado, pues su devoción será sólo para Al-láh y no para su morada simbólica. Por favor enseña a la Humanidad la poderosa práctica de la peregrinación a la Ka’bah de la Presencia Divina como un claro reflejo, en este plano terrenal, del viaje celestial del alma hacia la Fuente del Amor. Al viajar a este centro sagrado por todos los medios, por cualquier camino, y desde toda distancia imaginable, los peregrinos se acercarán —humildes, descalzos, cubiertos con sencillez— y rodearán este cristal de seis lados que enfoca la Luz de la Verdad. Estos peregrinos de paz participarán en el misterio de la Presencia manifiesta de Al-láh y aprenderán profundas lecciones espirituales. “Mi amado Abraham, instruye a los peregrinos a sacrificar con gratitud amorosa, mientras se concentran en el Nombre Majestuoso de Al-láh el Más Alto, algo de los rebaños que la Fuente de la Vida les ha provisto como sustento. Este alimento espiritualmente nutritivo debiera prepararse no sólo para ellos mismos, sino para alimentar a cualquier persona pobre o hambrienta con la que se encuentren. Mi íntimo amigo, exhorta a aquellos que se vuelven peregrinos a dejar atrás, a partir de ese momento, toda negligencia para completar sus más profundos votos, y a circumbalar con total pureza de atención e intención la morada manifiesta de la Fuente Última. El Libro de la Realidad (Meditación en el Sagrado Corán 22:67-70) Mi amado Mujámmad, la Fuente Siempre Presente que habla a través de ti ha revelado un singularmente auténtico camino sagrado a todas y cada una de las naciones; verdaderas disciplinas espirituales que deben practicarse con dedicación y constancia. No permitas que ninguna otra enseñanza desvíe a tu gente de la dedicada práctica del noble modo de vida y oración revelados a través de ti. Por favor continúa invitando a todos los seres humanos a retornar juntos a la Fuente del Amor. Puedes estar absolutamente seguro que estás caminando en el Camino Directo de la propia guía de Al-láh. Si los practicantes de otras tradiciones reveladas discuten contigo, responde con serenidad: “Al-láh el Más Misericordioso percibe con perfecta claridad su intención de volver su vida hacia la Fuente del Amor. En el Día místico, cuando despierten del sueño de existencia finita, Al-láh el Más Sabio les explicará claramente la diversidad que ahora parece dividir Sus varias Revelaciones. ¿No recuerdan que la Fuente Última conoce íntimamente el significado de todo hecho en los planos celestial y terrenal del Ser? Todo ha sido registrado desde antes de la eternidad en el ilimitado Libro de la Realidad, la Conciencia abarcadora de Al-láh el Más Alto.” 89 El viaje inmenso (Meditación en el Sagrado Corán 23:12-17) La Fuente de la Vida que ahora habla, hace evolucionar el organismo humano a partir de sustancias terrenales, comenzando como una minúscula gota protegida por el receptáculo del vientre. A partir de esa gota esencial, la Fuente del Poder desarrolla la estructura de células que gradualmente se transforman en tejido vivo. Luego el Poder de Al-láh hace que se formen huesos dentro de ese tejido y, finalmente, viste al ser orgánico con delicados rasgos humanos. El viaje inmenso comienza cuando el infante es extraído del mundo del vientre por Alláh el Más Alto, para volverse una nueva criatura en un reino nuevo. La profunda bendición de cada bello proceso de Creación se origina directamente desde la Fuente de la Creación, Al-láh el Más Misericordioso. El viaje inmenso alcanza su culminación cuando el ser humano completa su lapso destinado de existencia terrenal. A través del sueño de la muerte, el alma se despierta en el Día de la Verdad como un nuevo ser de luz ante la Presencia Directa de Al-láh el Más Sublime. La Fuente del Poder irradia siete planos celestiales para que el alma ascienda por ellos gradualmente, en la misma forma en que el niño se desarrolla paulatinamente en el vientre. Con infinito cuidado la Fuente del Amor diseñó este misterioso y sorprendente viaje de transformación. Los descuidados (Meditación en el Sagrado Corán 23: 62-77) La Fuente Última que ahora habla encomienda a cada alma la más elevada responsabilidad que ésta pueda asumir. Las acciones externas y las intenciones internas de cada alma, sutilmente registradas desde antes de la eternidad en el Corán Trascendente, son evaluadas con justicia por Al-láh el Más Alto. Pero muchas personas no tienen claridad sobre esta unión de Preconocimiento Divino y responsabilidad humana, y entonces se embarcan descuidadamente en pensamientos y actos negativos que piensan serán ignorados. Sólo cuando la Fuente del Poder imponga la Purificación Final sobre estos descuidados, ellos recurrirán a la oración. Pero sus tardías súplicas por Misericordia Divina, no podrán ser de ningún beneficio, pues ellos habrán hecho necesaria esta Limpieza Divina habiéndose apartado con arrogancia y descuido de Mis claras demostraciones de Amor. Al considerar con indiferencia Mi Sagrado Corán, como una de las fábulas cantadas por los poetas, tales personas se han negado a meditar profundamente sobre las Palabras de Verdad que no sólo fluyen a través de este Corán árabe, sino que son reveladas a todas las generaciones y a cada nación. Aquellas personas que se involucran en la negación habitual del Amor Divino no te pueden reconocer a ti, 90 Mi amado, como un auténtico Mensajero de la Fuente del Amor, y entonces te consideran ambicioso, loco o poseído. Tú les has traído la Verdad Viviente, pero ellos no pueden soportar Su penetrante Luz. Si la Fuente de la Verdad dejara solos a los seres humanos, complaciéndose ignorantemente en sus propios deseos egoístas, la plena armonía de la vida planetaria se alteraría. Por tanto, la Fuente de la Sabiduría revela continuamente las enseñanzas sagradas, que llaman a la constante remembranza de la Verdad. Pero muchas personas, carentes del compromiso interior necesario, se alejan de este camino de continua conciencia piadosa. Mi amado Siervo y Mensajero, por favor informa a tu gente que no buscas ningún apoyo o elogio de los seres humanos, pues el elogio de tu más preciado Al-láh es infinitamente más dulce, y sólo Al-láh te provee de todo el soporte que tú necesitas. Asegúrate de estar llamando a tu gente a nada menos que el camino directo hacia la Fuente Última del Universo. Aquellos que no pueden confiar en que se despertarán del sueño de la muerte en el ilimitado Resplandor de Al-láh se están apartando de este Camino Directo. Aún cuando la Fuente del Amor derramara Misericordia en aquellos que se alejan del Amor, removiendo el sufrimiento que han acumulado a través de su propia negatividad, ellos seguirían errando en ciega negación del Amor. Ellos son fundamentalmente arrogantes porque consideran los propios deseos egoístas como el significado central de la existencia. Sin importar el sufrimiento con el que Al-láh el Más Misericordioso les permita cargar durante sus recorridos terrenales, estos descuidados no someten piadosamente sus vidas a la Fuente de la Vida, tampoco sus mentes y corazones se vuelven aunque sea mínimamente humildes. Entonces, la Fuente Suprema debe imponer en ellos, durante el sueño de la muerte, esa terrible Purificación Divina que hace que el Esplendor de Al-láh sea experimentado como un fuego sin fin. Al pasar por la última puerta de la desesperación, ellos por fin se vuelven humildes y al cabo son purificados. El fin del tiempo (Meditación sobre el Sagrado Corán 23:101-115) La Resonancia pura de Al-láh, tan clara y penetrante como el sonido de una trompeta resonante, despierta al alma eterna del sueño momentáneo de la muerte. En ese Día de la Verdad sin fin, las almas ya no experimentan relaciones de familia o nación, tampoco sienten necesidad alguna de discutir acerca de doctrinas o prácticas religiosas. En este Día de Días, aquellas almas cuyo compromiso espiritual haya sido verdaderamente sustancial son tan pesadas como el oro cuando se las pone en la balanza de la verdad, y viven gozosamente en el Resplandor de Al-láh. Las almas de aquellos que durante sus vidas terrenales hayan renunciado a despertar y evolucionar espiritualmente, no tienen ningún peso o sustancia significativos, y experimentan el mismo Resplandor Divino 91 como un viento ardiente contra el rostro de su todo su ser. Toda la negación que se permitieron durante su existencia terrenal se concentra ahora como una espantosa hosquedad dentro de sus corazones. La Voz de la Verdad los hace darse cuenta: “Consideren cuidadosamente. ¿No les fueron recitadas una y otra vez Mis demostraciones de Amor a través de los Profetas? ¿No persistieron ustedes en desmerecerlas como simple imaginación?” Aún renuentes de asumir responsabilidad por la propia negación del Amor, estas almas responden evasivamente: “El intenso sufrimiento en la Tierra no nos permitió aceptar ninguna interpretación espiritual de la vida, y estuvimos rodeados de personas carentes de sabiduría. Llévanos ahora al Paraíso, y si continuamos negando Tu Amor, esto realmente probará que somos ingratos.” Viendo a través del autoengaño y la sutil arrogancia de estas almas, la Fuente Siempre Presente responde poderosamente: “Enfrenten su propia negatividad y dejen de razonar de modo banal Conmigo. Consideren a los siervos devotos del Amor Divino que se entregaron a Mí durante sus difíciles vidas terrenales, orando constantemente: ‘Preciadísimo Al-láh, confiamos con todo nuestro ser en las Palabras de Verdad reveladas a través de Tus Mensajeros. Por favor bendícenos con Tu dulce Perdón y cúranos con Tu Tacto misericordioso, pues Tu Compasión es absoluta.’ Ustedes, los arrogantes, usaron a Mis humildes servidores como el objeto de su risa y de su burla, despojando por completo sus propios corazones y mentes de la remembranza dadora de vida de Al-láh el Más Alto. Ahora, en el augusto Día de la Decisión, mientras ustedes pasan por una purificación ardiente, aquellas almas entregadas que pacientemente soportaron la negatividad de ustedes en la Tierra, están experimentando el glorioso Resplandor del Paraíso, que ustedes perciben como fuego. Su humildad se ha transformado en su exaltación.” La Fuente de Sabiduría cuestiona a las almas entregadas que despiertan en el Día místico al final del tiempo: “¿Cuántos años o eones piensan ustedes que su cuerpo ha yacido bajo la tierra en el sueño de la muerte?” Las almas radiantes responden asombradas: “Exaltadísimo Al-láh, nos parece que hemos dormido tan sólo por un día, o hasta menos de un día.” El Todo- Misericordioso responde: “Si su conciencia fuera más profunda, ustedes sabrían que entraron en el sueño de la muerte hace sólo un instante. ¿Realmente piensan que Al-láh, Quien es completo Amor, desea que las amorosas almas estén separadas de Él por cualquier periodo de tiempo? ¿No se dieron cuenta que serían inmediatamente traídos de regreso a la Fuente del Amor?” Luz (Meditación sobre el Sagrado Corán 24:35) Llamándose a Sí Misma Al-láh, la Fuente Suprema es la Única Luz que ilumina todo reino celestial y terrenal. Mi amado Mujámmad, por favor transmite esta profunda meditación: La Luz de Al-láh es la ventana que se abre más allá de toda la creación. En el 92 alféizar de esta ventana resplandeciente descansa la preciosa lámpara del alma humana, cuya llama pura y constante, está protegida por el cristal transparente del corazón que reluce delicadamente, como una estrella, con la luz del alma. Esta lámpara, encendida sólo por el Amor Divino, arde con el aceite aromático del Árbol de la Vida, ese Árbol trascendente que no se halla en ningún lugar de la Tierra, ni en el Este ni en el Oeste. Este fragante aceite de sabiduría irradia iluminación espontáneamente, sin necesidad de ser tocado por algún fuego terrenal. Así, la luz del alma y la Fuente de la Luz detrás de ella, se mezclan, se funden, y reaparecen en el misterio de la eterna compañía, como la Luz de Al-láh dentro de la Luz de Al-láh. Hablando de este modo a la humanidad, con el lenguaje figurativo más sutil, la Fuente de la Sabiduría guía hacia la iluminación a quien sea que Ella quiere, pues Al-láh es la Conciencia Una todo abarcadora. Desierto abierto y mar oscuro (Meditación sobre el Sagrado Corán 24:39-40) Los conceptos y proyectos de aquellos que se apartan de la Fuente y Meta Última del universo son como apariencias ilusorias en el desierto abierto, que los vagabundos consumidos por la sed, pueden imaginarse como agua. De hecho, cuando alguien trata de obtener frescura dadora de vida en tales pensamientos y acciones, no hay nada allí. Al descubrir el total vacío de estas ilusiones, el vagabundo finalmente se encontrará con la Fuente Siempre Presente, que se llama a Sí Misma por incontables Nombres Divinos y que derrama en abundancia lo que sea que cada persona merezca. Conciban las vidas de aquellos que se apartan de la Fuente Suprema como sombras opacas proyectadas sobre las olas de un mar tormentoso, cubierto por oleadas de bruma y, por sobre eso, por varias capas de nubes. Este modo negativo de existencia es un mar tan obscuro que aquellos que allí navegan apenas pueden percibir sus propias manos. Quienquiera que falle al volverse por completo hacia la Fuente de la Luz vive en ambigüedad y profunda obscuridad. Parábolas vivientes (Meditación sobre el Sagrado Corán 24:41-45) Mi amado Mujámmad, por favor enseña a la humanidad a observar que todo lo que vive en este reino planetario celebra espontáneamente la Fuente de la Vida. Los pájaros, sólo por abrir sus alas al vuelo, están alabando a Al-láh el Más Alto, Quien conoce íntimamente la oración y alabanza instintivas expresadas a través de las más diminutas acciones de todos los seres. Sólo desde Al-láh irradia la gran afirmación que es el cielo y 93 la tierra, y sólo hacia Al-láh, Fuente y Meta del Ser, está retornando a casa este reino del Ser. Por favor instruye a la humanidad a concebir, como una parábola viviente, el modo en que a través del Poder de Al-láh, el viento junta las nubes y las funde y, a partir de esta unión, se derrama la lluvia dadora de vida como una bendición esencial para la tierra. Contempla cómo desde la Fuente del Poder emergen nubes tempestuosas que semejan sólidas montañas, desde las que poderosas tormentas arrasan valles de la vida humana, purificando a los que Al-láh el Más Sabio desea, y apartándose de los que Al-láh el Más Misericordioso desea proteger. Tanto el dinámico rayo que sobrecoge profundamente la visión humana, como el ritmo armonioso del día y la noche, se derivan de la Fuente del Poder, y contienen una profunda enseñanza espiritual para aquellos que pueden leer las parábolas vivientes de Al-láh el Altísimo. Toda criatura que fluye como Agua de Vida desde la Fuente de la Vida, es una parábola pronunciada por el Corán Cósmico, que enseña a la humanidad a contemplar con ojos de sabiduría todas Mis creaciones: criaturas acuáticas, reptiles, criaturas bípedas y cuadrúpedas. Todo mandato de la Fuente del Ser viene espontáneamente al Ser y porta un poderoso significado. Al-láh el Más Sublime es la Única Fuente de todas las fuerzas fructíferas que funcionan como este universo. Siervos del amor (Meditación sobre el Sagrado Corán 25:63-76) Aquellos que sirven amorosamente a la Fuente del Amor, caminan con delicadeza sobre esta tierra respondiendo humildemente con el digno saludo: “La Paz sea contigo”, incluso a palabras necias o agresivas. Estos siervos del Amor Divino, a menudo pasan la noche entera dedicados a la Fuente Siempre Presente, en devota postración y meditación. Ellos oran continuamente: “Preciadísimo Al-láh, por favor, libra a toda la humanidad de la Purificación Final, de la experiencia de Tu hermoso Resplandor como un fuego devastador, la más terrible estación en el camino de la purificación.” Estos devotos y leales siervos del Amor comparten con generosidad, pero nunca indiscriminadamente, toda abundancia espiritual y terrenal que les sea otorgada por la Fuente del Amor. Sus vidas entregadas -de incesante dar-, están llenas de gracia y armonía. Ellos nunca confían en ningún poder que no sea el de la Fuente del Poder; tampoco transgreden los principios de reverencia por la vida revelados por la Fuente de la Vida a través de los nobles Profetas. Estos amantes nunca son promiscuos con su amor, ya que sería apartarse de la Fuente del Amor. Cuando cualquier negación del Amor se vuelve crónica, ésta debe ser purificada por la Corrección Divina en el Día de la Verdad. En cuanto a aquellos que, inmediatamente se arrepienten de su negación y reafirman la Fuente del Amor, alineando así sus vidas con el Amor Divino, sus acciones pasadas de descuido serán anuladas por Al-láh el Más Alto, y su ser se llenará por completo de bondad. El atributo fundamental de Al-láh es la Tierna Misericordia. Su Perdón es 94 absoluto. Quienquiera que se arrepienta de pensamientos o acciones negativos y dé muestra de esto, al seguir fielmente el modo santo de vida, se vuelve una vez más hacia la Fuente del Amor y es verdaderamente transformado. Los siervos del Amor no están involucrados ni en lo más insignificante con la negatividad humana. Cuando ellos se encuentran con charlas vacías o burlas, las ignoran con silenciosa dignidad. Cuando se encuentran con las demostraciones de Amor que fluyen constantemente desde la Fuente del Amor, ellos permanecen despiertos y sensibles, libres de sordera o ceguera espiritual. Estos siervos oran con gozo: “Más Preciado Al-láh, Tú nos bendijiste con cónyuges e hijos que son una maravillosa frescura para nuestro ser. Que seamos canales puros del Amor para todos aquellos que deseen tornarse hacia la Fuente del Amor.” Por su servicio de Amor paciente y tenaz, estos humildes servidores serán exaltados hacia las regiones más elevadas del Paraíso, profundamente adentrados en la Luz Divina. Allí, serán bienvenidos por Al-láh el Altísimo con el supremo saludo: “La Paz sea con ustedes”, y ellos experimentarán la Meta sublime del camino espiritual, la perfecta propia Paz de Al-láh. El Profeta Moisés confronta al Faraón (Meditación sobre el Sagrado Corán 26:10-69) La Voz de la Verdad pronunció estas palabras dentro del corazón secreto de Mi amado Moisés: “Viaja a la región de aquellos que niegan su propia Fuente Verdadera. Allí tú te enfrentarás al Faraón, al arquetipo de la arrogancia humana. Descubre si alguien en el reino de Egipto, es aún capaz de volverse con respeto y pureza de corazón, hacia la Fuente Última del Universo.” El noble Moisés respondió humildemente: “Preciadísimo Al-láh, aquellos en el poder me considerarán loco o poseído. Mi corazón se congelará de miedo y tal vez mi lengua no podrá pronunciar Tus Sagradas Palabras. He cometido un crimen en Egipto, y ellos pueden condenarme a muerte. Mi hermano Aarón es más apropiado para esta misión.” Al-láh el Más Alto iluminó aún más el corazón de Su Profeta: “Mi amado Moisés, el llamado es sólo tuyo. Mis demostraciones de Poder estarán contigo. La Fuente del Poder escuchará todas tus oraciones, guiándote y protegiéndote en formas más sutiles de lo que tú puedes comprender. Proclama ante el Faraón: ‘Yo vengo portando la verdad, como un humilde mensajero de la Fuente de la Verdad, del Creador y Sostenedor de los Mundos, Quien desea libertad para Sus apreciados, los Hijos de Israel.’” El Profeta Moisés llevó a cabo el arduo viaje y pronunció con valentía la Proclamación Divina. El Faraón respondió: “Moisés, ¿acaso no te colmamos de favores desde que eras un niño? A pesar de eso, tú cometiste un asesinato y ahora no nos muestras gratitud alguna.” Mi Profeta respondió: “Yo cometí ese crimen antes de que mi vida entera se hubiese tornado concientemente hacia la Verdad Viviente. Yo huí de ustedes temiendo su ira. Pero la Fuente de la Verdad me ha iluminado desde entonces con profundo 95 entendimiento, despertándome como Su siervo y mensajero. ¿Faraón, éste es el favor que me ha conferido? ¿esclavizar todo mi pueblo?” Al percibir la nueva fortaleza y resplandor de su hijo adoptivo, el Faraón preguntó: “¿De qué Fuente de la Verdad hablas?” El noble Moisés respondió: “Hay sólo Una Fuente Última detrás de todo lo que tú disciernes en los cielos o en la tierra. Esta verdad de unidad puede ser inmediatamente experimentada con la afirmación de la Fuente Siempre Presente con todo tu ser. Faraón, esta es tu propia Fuente Verdadera, así como la Fuente de tu antigua línea ancestral.” El confeso adversario de Al-láh se volvió a sus consejeros y declaró con desdeño: “Este mensajero que afirma haber sido enviado a nosotros ha estado indudablemente poseído por algún espíritu errante.” Con lo cual, Mi Profeta Moisés afirmó nuevamente con valentía: “Hay Un solo Poder Original que reina en el Este, en el Oeste y en cualquier otra región. Esta verdad puede experimentarse atribuyendo la Realidad y Majestad a la Fuente Última sola.” Entonces, el Faraón, que se había transformado en un instrumento de negación, comenzó a responder agresivamente: “Si tú aceptas cualquier autoridad por sobre mí, te mandaré a prisión por blasfemia.” Moisés agregó calmo: “¿Actuarías tan precipitadamente si yo pudiera darte una demostración convincente del Poder de la Fuente del Universo?” Enfurecido, el Faraón replicó: “Demuéstranos la precisión de lo que estás afirmando.” Así que cuando Mi amado Moisés arrojó su báculo, como se lo había indicado la Fuente del Poder, éste se transformó en un flujo de energía espiritual con forma de serpiente luminosa. Él colocó la mano derecha sobre su corazón siguiendo las instrucciones de Alláh el Altísimo, y, al retirarla, ante los ojos de todos los allí reunidos, una luz brillante emanó de su palma vuelta hacia arriba. El Faraón convocó a sus consejeros: “Moisés se ha vuelto un hechicero. Con su poder mágico intentará destruir nuestra autoridad y apropiarse de nuestra riqueza. ¿Qué acciones deberemos tomar en su contra?” Los consejeros respondieron: “Oh Supremo Faraón, haz que se reúnan los hechiceros más expertos de la Tierra de Egipto, y establece entre ellos y Moisés una contienda de poder, la cual él ciertamente perderá.” Así que los hechiceros y chamanes fueron reunidos, junto con el pueblo, en un día auspicioso. La gente prometió lealtad religiosa, y el Faraón prometió su protección y favores especiales a los expertos en magia que salieran victoriosos. El noble Moisés invitó a sus contrincantes a generar su poder primero. Con hechizos complejos y rituales misteriosos, ellos arrojaron sus varas y cuerdas mágicas, proclamando: “A través de la sagrada autoridad del supremo Faraón, nosotros saldremos victoriosos.” Luego Mi Siervo Moisés, con la dignidad y calma de la perfecta sumisión, arrojó su sencillo palo de pastor, y fue transformado en una ola de energía espiritual que rodeó los elaborados implementos de los chamanes con una luz brillante, neutralizando sus poderes hipnóticos. Los expertos genuinos se impresionaron tan profundamente que se inclinaron, exclamando: “Nos volvemos en obediencia a la Fuente de Poder que Moisés y Aarón adoran.” 96 El Faraón bramó con rabia: “Ustedes han ofrecido su lealtad antes de que yo, el supremo Faraón, les haya dado permiso. Han conspirado con Moisés para practicar este engañoso acto de hechicería. Pero ahora atestiguarán el poder real. Haré que corten sus manos y pies, y que el resto del cuerpo sea crucificado.” Los expertos respondieron con la intensa convicción despertada en ellos por Al-láh el Más Alto: “Faraón, tú no puedes dañar nuestras almas con semejante tortura, ya hemos tornado nuestro ser entero hacia la Fuente del Ser, a Quien todos debemos retornar. Oramos a la Fuente Suprema para que perdone los incontables actos que han sido causa de nuestro alejamiento. Que seamos los primeros de nuestra nación que conscientemente vuelven el rostro hacia la Verdad Viviente.” La Fuente Siempre Presente entonces reveló estas Palabras de Guía en el corazón del profeta Moisés: “Escapa en la oscuridad de la noche con Mis devotos servidores. Serán perseguidos por los guerreros del iracundo Faraón.” La guardia real de hecho se dispersó sobre la tierra en busca de Mi Profeta y de sus leales compañeros. Los Jardines de Abundancia Divina, las fuentes del Amor Divino, los tesoros de la Sabiduría Divina, y la nobleza de la Vida Divina —tanto del Paraíso como del reflejo en el plano de existencia terrenal— son sutilmente retirados por Al-láh el Altísimo de toda persona arrogante, a quienes se llama el Pueblo del Faraón. Y, en su lugar, son conferidos a personas que se han rendido conscientemente a la Fuente Última, llamados los Hijos de Israel. Junto al Mar Rojo, al amanecer, los compañeros de Moisés divisaron las tropas del Faraón y exclamaron: “¡Seremos vencidos!” Después, la Voz de la Verdad habló dentro del corazón puro de Su Mensajero: “Golpea el embravecido mar de este mundo con el báculo de la Profecía.” El poder milagroso desplegado por esta acción inspirada abre, a través del peligroso océano de la vida terrenal, un paso seguro hacia la Fuente de la Vida, liberando para siempre a los que sinceramente siguen la Luz de la Revelación mientras se ahoga el ejército de la arrogancia y la negación. Tales indisputables demostraciones de Poder y Amor fluyen constantemente desde la Fuente Única. Aun así, qué pocas son las personas que experimentan en sus propias vidas la verdad de esta clara demostración. ¡Por supuesto que no! (Meditación sobre el Sagrado Corán 27:60-66) La Fuente de la Vida que teje el rico tapiz de vida planetaria, derrama una dulce lluvia a partir de hermosas nubes obscuras, haciendo florecer la tierra con jardines de incomparable belleza y extrañas huertas de deleite que ningún ser humano podría alguna vez traer a la existencia. ¿Hay algún flujo de vida que no se origine en la Fuente de la Vida? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, muchas personas siguen apartándose, al elevar fuerzas cósmicas a nivel de divinidad. 97 La Fuente del Poder, establece el plano terrenal del Ser como un santuario que fluye con enormes ríos, que está anclado por montañas primordiales y protegido por un intrincado equilibrio natural de poderes, como aquellos que mantienen el agua de mar distinta del agua fresca. ¿Hay algún poder que no dependa de la Fuente del Poder? ¡Por supuesto que no! Y, sin embargo, qué pocos son los que verdaderamente abrazan esta profunda comprensión. La Fuente del Amor ha designado a los seres humanos para que sean los cuidadores sensibles de esta tierra; y responde con ternura, removiendo la opresión y el peligro, a las oraciones de aquellos que son agraviados o amenazados. ¿Hay alguna respuesta a la oración o llamado a un acto de cuidado que se origine fuera de la Fuente del Amor? ¡Por supuesto que no! Pero, aún así, con qué poca frecuencia las personas se acuerdan de volverse íntimamente hacia su propia Fuente Verdadera. La Fuente de la Sabiduría guía a la humanidad a través de mares traicioneros y parajes inexplorados, enviando vientos de sabia enseñanza que hinchen las velas y portan lluvia de vida. ¿Hay alguna sabiduría que no brote de la Fuente de la Sabiduría? ¡Por supuesto que no! La Fuente Siempre Presente está más allá de cualquier concepción o descripción soñadas por los seres humanos. ¿Qué es realmente esto, que continuamente, trae el universo a la existencia en niveles más y más altos del Ser, y que finalmente retorna a todo ser manifiesto a la Fuente Última? ¿Qué es lo que espontáneamente provee a cada criatura viviente de la sutil nutrición que necesita? ¿Hay algún ser que no emerja de la Fuente del Ser? ¡Por supuesto que no! Mi amado Mujámmad, desafía de este modo el pensamiento de tu gente: “¿Pueden presentar, aunque sea una demostración auténtica de otro poder que exista aparte de la Fuente del Poder?” Explica pacientemente a tu gente: “Ningún otro, aparte de Al-láh el Altísimo, conoce el destino invisible de todo ser en los planos terrenos o celestiales del Ser. Los seres humanos nunca saben cuándo serán llamados de regreso a la Fuente y Destino del Ser; ni tienen conocimiento directo de la naturaleza sublime del Paraíso. Sin embargo, simplemente porque la humanidad no puede percibir con claridad el reino más allá de la muerte, hay muchos que dudan estúpidamente de la existencia misma de tal reino.” El santuario sublime (Meditación sobre el Sagrado Corán 28:49-57) Mi amado Mujámmad, presenta esta prueba de sinceridad a los que dudan de la autenticidad del Sagrado Corán, o de la Sagrada Torá que lo precedió: “Si realmente están interesados en la verdad, entonces busquen otro Libro de Revelación que fluya más claramente desde la Fuente de la Sabiduría; y dediquen sus vidas a dicha enseñanza.” Si en aquellos que dudan, no encuentras respuesta alguna a tu propuesta, es que ellos sólo 98 están dudando por dudar. La ilusión más peligrosa, es la de seguir impulsos subjetivos tales como la duda, ignorando la guía de Al-láh el Más Misericordioso, que mana en abundancia a través de Sus nobles Mensajeros. Aún así, esta preciada Guía Viviente no puede ser reconocida o recibida por aquellos que, descuidadamente, se han apartado de la Fuente de la Guía. A través de ti, Mi amado, la Fuente Siempre Presente que ahora está hablando, ha ofrecido una vez más Palabras de Verdad a la humanidad, despertando nuevamente la remembranza dadora de vida de Al-láh el Más Alto. Hay ciertas almas que ya han recibido desde la Fuente del Amor indicios místicos de este Corán Radiante y Resonante. Cuando Mis Palabras Divinas se cantan por primera vez en su presencia, estas almas de Amor exclaman espontáneamente: “Nosotros confiamos implícitamente en esta Revelación. Sin ninguna duda, esta es la Verdad Viviente que irradia directamente desde la Fuente de la Verdad. Incluso antes de oír estas incomparables Palabras de Poder, ya habíamos rendido por completo nuestro ser a su Fuente.” Estos siervos del Amor, recibirán más bendiciones de lo que alguien pueda imaginar por el sufrimiento que soportan pacientemente, ya que responden a la hostilidad y a la agresión con bondad pura de corazón, y constantemente comparten con otros cualquier riqueza que la Fuente de la Abundancia les haya proveído. Siempre que los amantes del Amor Divino se encuentran con comentarios tontos o desdeñosos, con calma, ellos se hacen a un lado pronunciando las siguientes palabras llenas de gracia: “Estamos dedicados a nuestro modo de vida, y ustedes al suyo. Que la Paz de Al-láh el Más Alto esté con ustedes. No podríamos soportar su modo de existencia, que ignora a la Fuente de la Existencia.” Mi amado, tú sabes que no estás guiando a las personas que eliges, sino que es la Fuente de la Luz Quien guía a través de ti a los que Al-láh elige. Sólo la Fuente de la Sabiduría conoce con precisión cuáles seres están abiertos a la sabiduría más elevada. Ciertas personas pragmáticas te confrontarán de esta manera: “Si siguiéramos por completo el camino de esta guía que parece que tú recibes de Al-láh, pronto perderíamos nuestras tierras y toda posesión que hemos acumulado.” Éstos son los hipócritas, que cuando intentan complacer a Al-láh el Altísimo, están en realidad buscando complacerse a sí mismos. Tales mentes estrechamente calculadoras, no pueden entender que la Fuente Última ha establecido a través de Mi amado Siervo y Mensajero, un santuario de protección espiritual absoluta, donde los más excelsos frutos de la vida han sido reunidos como un regalo de la Fuente del Amor para la humanidad. Qué pocos son los seres humanos que entran concientemente en este sublime santuario. Día de la Unión (Meditación sobre el Sagrado Corán 29:2-9) ¿Se imagina tu gente que con sólo afirmar que creen, sin más sufrimiento ni prueba, serán contados entre los benditos que vuelven su ser entero hacia la Fuente y Meta del Ser? La 99 Fuente Siempre Presente conduce, incluso a las almas más profundamente devotas, a través de constantes pruebas espirituales, ayudándoles a probar y evaluar con precisión si pueden vivir y contemplar la Verdad más elevada. A través de estas pruebas, sutiles trazas de hipocresía son expuestas y curadas. ¿Aquellos que se apartan en secreto de Alláh el Más Alto imaginan que están confundiendo a la Fuente de la Sabiduría con su vacía profesión de fe? ¡Cuán superficial es la comprensión de aquellos cuya religión permanece en lo convencional! Amado Mío, en cuanto a aquellos de entre tu gente que genuinamente anhelan descubrir la Fuente del Amor, tú les puedes asegurar que su día de encuentro y unión se aproxima rápidamente, pues Al-láh el Más Sabio, es la Conciencia abrazadora que conoce por anticipado y desde dentro todos los deseos del corazón. Por favor aclara a tu gente que quienquiera que luche por vivir el modo santo de vida lo está haciendo sólo por su desarrollo espiritual, no para beneficio de Al-láh el Altísimo, Quien es absoluta Completud y, por tanto, no necesita de la sumisión o la alabanza de criatura alguna. Informa a tu gente que aquellos que se vuelven con devoción desinteresada hacia la Fuente del Amor, por ninguna razón más que el Amor mismo, y que lo confirman con la transformación de toda su vida en transparentes expresiones de Amor, les será perdonado todo pensamiento y acto negativos. Por la Bendición de Al-láh, estos amantes serán llevados a la plena concordancia con sus intenciones e ideales más altos. La Fuente del Amor siempre ha enseñado a los seres humanos a expresar obediencia y gentileza amorosa a sus madres y padres. Si embargo, si los padres intentan desviar a los hijos del compromiso con la Única Fuente, insistiendo en la alabanza o servicio a cualquier fuerza o concepto limitados, dichos padres pueden ser amados pero ya no obedecidos. En el Día de la Unión, cuando las amorosas almas retornen a la Fuente del Amor, experimentarán una perfecta claridad en cuanto a cada detalle de su peregrinación terrenal. En ese Día infinito, aquellos cuyos corazones y mentes han afirmado la Fuente Última, y cuya existencia diaria ha expresado esta afirmación en actos, serán guiados por Al-láh el Más Sublime al más elevado círculo de compañeros espirituales, quienes están perfectamente unidos entre sí, y fundidos por completo en el Amor Divino. Telarañas (Meditación sobre el Sagrado Corán 29:41-44) Aquellos que buscan protección y guía relacionándose con variadas fuerzas en los planos sutiles de existencia, apartando así el rostro de su ser de la Fuente del Ser, están tejiendo telarañas de energía etérea e intentando tomar allí refugio. La flotante morada de la araña es el lugar de morada más vulnerable. Aquellos que buscan fortaleza en la telaraña de las estructuras y experiencias relativas, debieran meditar en su insubstancialidad. Al-láh el 100 Más Alto sabe al instante cuándo algún ser pone la más leve confianza espiritual en cualquier concepción o poder limitados, ya que Al-láh es Conciencia ilimitada y abarcadora. Mi amado, la Fuente de la Sabiduría envía estas parábolas vivientes a través de ti para iluminar a la humanidad, pero nadie que no haya recibido el Regalo Divino de la interpretación mística puede comprenderlas profundamente. El espectro completo de los reinos celestial y terrenal es irradiado desde la Fuente de la Verdad como la expresión pura y armoniosa de la Verdad. Por lo tanto, todo ser y acontecimiento presentan enseñanzas sutiles para aquellos que están vueltos conscientemente hacia su propia Fuente Verdadera. Demostraciones de poder y amor (Meditación sobre el Sagrado Corán 30:20-25) Entre las demostraciones de Poder que fluyen continuamente desde la Fuente del Poder, está la creación del maravilloso organismo humano a partir simplemente de sustancias de la tierra. Considera cuántas de estas preciadas formas humanas se encuentran diseminadas en todo el planeta. Entre las demostraciones de Amor que fluyen continuamente desde la Fuente del Amor, está la creación para todo ser humano de un íntimamente relacionado compañero de vida, proveyendo comunión, fortaleza y reposo. Al-láh el Más Alto ha establecido, entre marido y mujer, la posibilidad de la compasión verdaderamente desinteresada y del amor profundo. La relación del matrimonio contiene una honda enseñanza espiritual para aquellos que contemplan profundamente. Entre las demostraciones de Poder que fluyen continuamente desde la Fuente de Poder, está la creación del Ser mismo, como una estructura sutil de los planos celestial y terrenal, que contiene una variedad inagotable de lenguajes y formas de vida. Todo el reino de la vida se transforma en una honda enseñanza espiritual para aquellos que contemplan con profundidad. Entre las demostraciones de Amor que fluyen continuamente desde la Fuente del Amor, está el pacífico sueño con el que los seres son refrescados por la noche o durante el día. Así, las actividades naturales de la existencia diaria, todas las maneras en que los seres conscientes, instintiva e intuitivamente, se esfuerzan para alcanzar los agraciados y abundantes regalos de Al-láh, se vuelven una clara enseñanza espiritual para aquellos que perciben con claridad. Entre las demostraciones de Poder que fluyen continuamente desde la Fuente del Poder, están los relámpagos que caen desde el cielo tormentoso, despertando respeto y admiración por Al-láh el Altísimo, y expectación por la lluvia dadora de vida. El agua pura de lluvia que, a través de la bendición de Al-láh, cae tan abundantemente sobre esta 101 tierra trayendo de vuelta a la vida aquello que está seco o marchito, presenta signos de Revelación y Resurrección en el Paraíso ante aquellos que verdaderamente meditan. Entre las demostraciones de Amor que fluyen continuamente desde la Fuente del Amor, está el hecho de que el universo entero permanece suspendido esperando el Llamado de Al-láh, listo para retornar a su Fuente Original. Cuando el Llamado místico de la Fuente Siempre Presente es escuchado por los seres humanos, ellos gloriosamente emergen de los velos de la limitación en el Resplandor ilimitado de Al-láh. Un alma vasta (Meditación sobre el Sagrado Corán 31:26-28) Todo lo que se manifiesta en los reinos celestiales y terrenales emana directamente de la Fuente Última. Y Al-láh el Altísimo, Quien no necesita de absolutamente nada, es todo lo que cualquier ser necesita siempre. Sólo Al-láh recibe en Su Profundidad los ríos de alabanza que fluyen espontáneamente de las mentes y corazones de los seres vivos. Si todos los árboles de la tierra sirvieran como plumas, y los siete mares se volvieran tinta azul, las Palabras de la Verdad que fluyen eternamente del Corán Trascendente nunca podrían ser registradas, pues Al-láh es Poder ilimitado y completa Sabiduría. La creación física y la resurrección espiritual de la humanidad, no es sino el recorrido de una sola y vasta alma. El drama entero de esta única alma sirve sólo para expresar los Atributos Divinos del Tesoro Oculto del Amor, el Uno Que todo lo ve y todo lo escucha. Amantes de Al-láh (Meditación sobre el Sagrado Corán 32:15-17) Aquellos que han asimilado en verdad las demostraciones de Amor que fluyen desde la Fuente del Amor, perdidos en adoración, posarán espontáneamente sus frentes sobre el suelo cuando sea que se les recuerde el Amor Divino. Estos amantes de Al-láh el Más Sublime, liberados de hasta la más mínima conciencia de sus propios seres limitados, cantarán sin esfuerzo alguno elocuentes himnos de alabanza sin sentirse orgullosos del poder y la belleza de sus palabras. Inmersos constantemente en Mi Amor, sin menospreciar ninguna de Mis criaturas, estos amantes apenas duermen; tal es la devoción de la práctica de la oración al invocar a Al-láh el Más Alto durante la noche con reverencia y expectación extáticas. Durante el día, ellos comparten incansablemente con todos los seres cualquier abundancia que la Fuente de la Vida les haya provisto. Nadie puede imaginar qué dulzura espiritual y reposo experimentan interiormente estos amantes como Mi Respuesta Directa a sus vidas de dedicación y generosidad. 102 Paz pura (Meditación sobre el Sagrado Corán 33:41-44) Queridos míos, que han orientado por completo sus vidas hacia la Fuente de la Vida, permanezcan inmersos en la silenciosa remembranza de Al-láh el Más Alto. Durante las oraciones del amanecer y del atardecer, viertan de sus labios las alabanzas más dulces y gloriosas. Es la Única Fuente Quien los bendice con la experiencia interior de la gracia; tocándolos a veces, a través de seres angélicos luminosos, para guiarlos de las sombras del ser limitado hacia la Clara Luz de la Fuente. Aquellos que contantemente se vuelven hacia su Verdadero Origen, experimentan la Fuente Siempre Presente como la más delicada Misericordia y el más tierno Amor. Despertando del sueño de la muerte en el infinito Día de la Verdad, estas almas serán íntimamente recibidas por Al-láh el Más Misericordioso con el supremo saludo: “Que habites en Mi Paz.” Con generosidad ilimitada, la Fuente de la Paz recibe a estas delicadas almas en Su Propia Paz pura. El abrazo amoroso de Al-láh (Meditación sobre el Sagrado Corán 34:34-37) La Voz de la Verdad nunca ha llamado y enviado un Profeta a advertir a cualquier nación, sin que los que viven allí —en la facilidad del poder y la autoridad— rechacen a Su Mensajero. Estos líderes pomposos, siempre proclaman a los nobles Profetas enviados por Al-láh el Más Alto: “Nosotros cuestionamos seriamente la autenticidad de tu mensaje.” Estos seres complacientes siempre razonan del mismo modo: “Ya que estamos tan abundantemente dotados de riquezas e hijos, ¿por qué deberíamos sujetarnos a cualquier advertencia divina?” La Fuente de la Sabiduría pone a prueba algunas almas con la abundancia y a otras con la privación; pero la mayoría de las personas no son conscientes de que todo momento de su condición en el mundo es una prueba sutil y una enseñanza de Al-láh el Más Alto. Aquellos que declaran como una posesión propia la abundancia que Al-láh el Más Misericordioso les ha otorgado, deben aprender que la afluencia y la descendencia no son signos de cercanía con la Fuente Última. El verdadero signo de bendición es el constante retorno a la Fuente del Amor, que transforma todo pensamiento y acto en una expresión del Amor Divino. Los verdaderos bendecidos, cualquiera sea su poder o riqueza terrenales, reciben interiormente tesoros más allá de toda concepción e imaginación desde la Fuente Siempre Presente. Al sumergirse en el sueño de la muerte ellos despertarán inmediatamente, y habitarán en el Paraíso en los niveles más exaltados de conciencia, profundamente dentro del abrazo amoroso de Al-láh el Más Alto. 103 Satán (Meditación sobre el Sagrado Corán 35:5-8) Mi querida humanidad, por favor escuchen con cuidado. La Promesa de Al-láh el Más Alto de que el noble camino del Islam conduce directamente al Resplandor Divino es la Verdad Viviente. Si su corazón y mente permanecen cimentados en esta certeza simple y esencial, las elaboradas atracciones de la vida terrenal no pueden ya defraudarlos ni desviarlos. Permanezcan fortaleciendo su compromiso espiritual de manera que Satán, la fuerza engañosa de inteligencia egocéntrica, no pueda velar a ustedes la Fuente de la Sabiduría. La fuerza sutil llamada Satán es su único enemigo real. Reconozcan con claridad como peligroso adversario a este arquetipo viviente de la arrogancia en todas sus manifestaciones. El llamado de Satán induce a los seres humanos a negar la Fuente del Amor y, a la larga, los lleva a aquella terrible purificación, el sueño de la muerte que sueña que el magnífico Esplendor de Al-láh es un eterno fuego ardiente. Sólo esta Purificación Final puede retirar la negación crónica del Amor. Pero aquellos que viven afirmando sólo el Amor, permitiendo que esta sublime afirmación permee todos sus pensamientos y actos, durante su vida terrenal serán aliviados por el perdón que fluye desde la Fuente del Amor, y despertarán después de la muerte del ser limitado en el ilimitado tesoro del Amor. Mi amado Mujámmad, tu tierno corazón está preocupado por aquellas personas cuyos actos negativos han sido hechos aparecer como hermosos por la fuerza del engaño, de modo que ellas sinceramente creen que estos actos son buenos. Entiende que sólo Al-láh guía misteriosamente a esas almas a través de la distorsión espiritual, de manera que puedan pasar ellas mismas por la experiencia de purificación. De igual forma, sólo Al-láh da a otras almas el poder para resistir las artimañas de la arrogancia. Mi amado, no desperdicies la fortaleza de tu ser, que debieras utilizar para llamar a la humanidad de regreso a la Fuente del Amor, lamentando la tendencia espiritual de cualquier persona. Solamente Al-láh sabe cómo guiar a todas las almas, sin excepción, a lo largo del más misterioso camino de purificación que los regresa a su propia Fuente Verdadera. Resurrección (Meditación sobre el Sagrado Corán 36:77-83) Mi noble Mensajero, por favor recuerda a los seres humanos que la Fuente del Poder genera en el vientre su existencia orgánica a partir de la más diminuta gota de sustancia terrenal. Al olvidar este humilde principio y su total dependencia de la Fuente del Poder, ellos se vuelven tan ciegos con la autoimportancia que comienzan a estar en conflicto con Al-láh el Más Alto, o hasta rechazan por completo la soberanía de la Fuente Última. Al elevar a sus propios conceptos limitados y adorarlos en lugar de adorar a Al-láh, dichas 104 personas pierden contacto con la comprensión intuitiva de que su ser mismo se origina sólo de la Fuente del Ser. Aquellos que activamente niegan su propia Fuente Verdadera son permeados gradualmente por la negación agresiva. Con respecto a la más alta manifestación de la forma humana en el Paraíso, ellos remarcarán con ironía: “¿Los huesos que se han vuelto polvo bajo la tierra harán su función otra vez?” Mi amado, ilumina tales mentes obscurecidas con Mis Palabras Divinas: “El cuerpo en el Paraíso surgirá de la misma Fuente de Luz que ha proyectado este cuerpo terrenal, y que conscientemente irradia todos los vastos reinos y niveles de la creación. Consideren cómo, a partir de un árbol verde, la Fuente del Poder produce doradas llamas después que la madera es cortada y encendida. Así, el verde árbol del cuerpo terrenal, a través del Poder del Todo Misericordioso, es transformado en el cuerpo luminoso que habita en el Paraíso.” Exhorta a la gente a considerar si la Fuente Suprema, que claramente emana todo el reino planetario, no es capaz de generar también planos más elevados del Ser. Ellos intuitivamente se darán cuenta que esto debe ser posible para Al-láh, Quien simplemente con conociendo a todos los seres, crea a todos los seres. Lo que sea que Al-láh desee manifestar, Él lo llama a la existencia con la orden primordial: “¡Sea!” La luminosidad del Ser brilla sólo desde Al-láh, Su Mano de Poder Misericordioso moldea todo evento, y la naturaleza misma de la creación es alabar y retornar a la Fuente de la Creación. La victoria insuperable (Meditación sobre el Sagrado Corán 37:40-61) Aquellos que dedican su vida al servicio leal del Amor serán bienvenidos, con inimaginable honor, por Al-láh el Más Alto en su ilimitada Conciencia Divina; que estas almas la experimentarán como vastos jardines de dicha donde florecen los frutos de la sabiduría. Estos compañeros del Amor Divino se mirarán mutuamente a los ojos mientras se reclinan con dignidad y calma en los regios tronos de la profunda contemplación. Entre ellos, continuamente pasará la copa sagrada de la comunión del Amor siendo a cada momento colmada por la fresca y abundante fuente de la Presencia Divina. Este delicioso sorbo de pura luminosidad abre el espíritu por completo, sin la mínima distorsión de intoxicación terrenal. La Belleza de Al-láh el Más Alto se manifestará en forma de doncellas de ojos claros, cuyo éxtasis y pureza de corazón son más raros y están más protegidos que los huevos que las grandes aves esconden en las profundas arenas del desierto. Al abrazarse en perfecta amistad espiritual, estas benditas almas conversan juntas, resolviendo mutuamente sus profundas preguntas con Sabiduría Divina. La Fuente Siempre Presente Que está hablando ahora escucha sus palabras: “Preciado amigo, ¿qué ha sido de esa persona que, durante su existencia terrena, se mofó constantemente de mi confianza en la guía del Sagrado Corán ridiculizando mi convicción de que, cuando el 105 cuerpo se queda dormido en la muerte, el alma despierta en reinos eternos de experiencia sutil que reflejan su transcurso temporal?” El luminoso compañero responde: “Contempla por un momento los reinos más bajos de Conciencia Divina.” El alma mira e inmediatamente reconoce a esa persona en particular, perdida en el delirio que sueña el Resplandor Divino como el Fuego del Infierno. El alma espiritualmente exaltada llama al alma que está siendo purificada: “Saludos en el Santo Nombre de Al-láh el Más Misericordioso. Tú eres quien intentó socavar mi convicción con tu falta de convicción. Si no fuera por las bendiciones que fluyen desde la Fuente del Amor, ahora yo estaría contigo en tu terrible prueba de purificación. Ahora sabes que hay una muerte más allá de la muerte, así como una vida más allá de la muerte. Debes morir por completo al yo limitado. Este es el significado y el propósito de tu purificación. Perderse a uno mismo y fundirse con el Amor es la victoria insuperable. Que todas las almas alcancen finalmente esta suprema unión.” Arrogancia primordial (Meditación sobre el Sagrado Corán 38:71-85) La Fuente Última que ahora está hablando antes del tiempo proclamó al vasto círculo de seres celestiales: “Contemplen el misterio del Poder Divino. Ahora, a partir de sencilla arcilla, generaré un ser viviente que será la corona de toda Mi Creación. Cuando haya moldeado a la humanidad de la forma más intrincada, insuflando dentro de él Mi Propia Vida como su alma, todos deben postrarse devotamente ante este recipiente único de Mi Espíritu Viviente.” Cuando este Misterio Supremo de Manifestación Divina fue completado, incontables rangos de ángeles y seres celestiales menores se inclinaron en una agraciada simultaneidad; todos excepto el Iblis etéreo, que fue el primer ser en infectarse con orgullo y existir en la forma de negación. Para la instrucción espiritual de todos los seres conscientes, Al-láh el Más Alto preguntó: “Iblis, ¿qué extraño impulso te ha impedido ofrecer tus reverencias a la más notable de todas las creaciones, el único ser que he tocado y moldeado directamente con Mis Propias Manos de Amor y Poder?” Aquel cegado por la arrogancia respondió: “Tú generaste mi exaltada forma a partir de energía etérea, y esta forma humana a partir de una sencilla substancia terrenal. Yo soy más refinado y no puedo inclinarme ante lo que es menos refinado.” Al-láh el Más Alto declaró: “Decisivamente te has apartado de la Fuente de la Sabiduría y te has infundido con tu propia negatividad, la cual se aferrará a ti hasta que llegue la Terrible Purificación.” Iblis pidió: “Permíteme operar con libertad hasta que amanezca el Día del Juicio.” Entonces Al-láh el Más Sabio decretó: “Iblis existirá hasta el fin del tiempo.” Intoxicada de orgullo, la arrogancia primordial proclamó al exaltado Creador: “A través de la inteligencia sutil que he recibido de Ti, apartaré a los seres humanos de su propia Fuente Verdadera hacia el constante servicio de sus egos limitados. Únicamente Tus 106 amantes más dedicados escaparán a mis engaños.” La Fuente de la Sabiduría respondió a Iblis: “Tú eres parte del misterio de Mi infinita Misericordia. Tú conducirás por el camino de retorno a través del Fuego purificador del Infierno, a incontables seres humanos. Estos son tus arrogantes seguidores que nunca podrían caminar delicada y humildemente por Mi Camino de Sumisión. Pero todas las almas retornarán únicamente a Mí.” El contacto constante (Meditación sobre el Sagrado Corán 39:22-23) La persona cuyo corazón más íntimo ha sido abierto por la Fuente del Amor, y cuyo ser entero ha sido expandido para abrazar el camino sagrado del Islam, brilla como un claro rayo de luz desde la Fuente de la Luz. Pero aquellos que permiten a sus mentes y corazones cerrarse y endurecerse al contacto constante de la Presencia Divina, deambulan a través del obscuro caos del impulso y del error. Mi amado, la Fuente de la Sabiduría irradia a través de ti, éstas, las más bellas enseñanzas, como el coherente tapiz del Corán Viviente en el que la Advertencia Divina está entretejida con la Promesa Divina. Cuando se canta este Corán Resonante, aquellos en total respeto y admiración por Al-láh el Más Alto sentirán que sus cuerpos tiemblan sutilmente. No sólo el corazón espiritual, sino todo el ser, incluyendo cada poro de la piel, se volverá sensible al contacto constante de la Presencia Divina. Sólo dicha delicada sensibilidad puede recibir la guía directa de la Fuente del Amor, una experiencia que no se puede lograr con el esfuerzo, sino que surge misteriosamente sólo por la Voluntad Al-láh. Aquellos a los que Al-láh el Más Sabio permite la ilusión de deambular lejos de la Fuente Siempre Presente no pueden experimentar esta sensación directa y vibrante del abrazo divino. El día de la Verdad (Meditación sobre el Sagrado Corán 39:67-70) Sin la guía de la Revelación Divina, la humanidad no puede percibir verdaderamente la imponente realidad de Al-láh el Más Sublime. Mi amado Mujámmad, por favor enseña a tu gente a contemplar de este modo: En el Día de la Verdad, cuando el espectro del Ser manifiesto regrese a la Clara Luz de la Fuente del Ser, todo el reino temporal de planetas portadores de vida será elevado en la Mano de Poder de Al-láh, y los siete planos celestiales de alabanza eterna serán reunidos en Su Mano de Amor. Todo el resplandor del Ser temporal y eterno emana y vuelve únicamente a Al-láh, Quien es infinitamente más exaltado que cualquier concepción o descripción humana. 107 En el Día místico, el Llamado de la Verdad resonará como una magnífica trompeta cósmica, y todas las criaturas en las esferas celestiales y regiones terrenales serán llevadas a lo profundo de un trance extático, salvo aquellos que estén en perfecta sintonía consciente con la Voluntad de Al-láh el Más Alto. Luego, la avasalladora Resonancia de la Verdad hará sonar un segundo llamado universal, y todos los seres que alguna vez hayan venido al ser despertarán directamente en la Presencia de Al-láh, y se levantarán en la Resurrección del Amor contemplando con reverencial asombro la Fuente del Amor. La tierra espiritual sobre la que están, es compuesta sólo de la Luz proveniente de la Fuente de la Luz. El Corán Trascendente descenderá como un sol brillante. Todos los nobles Profetas y los devotos testigos de su naturaleza profética serán reunidos en formas radiantes, y las variantes de las tradiciones sagradas serán evaluadas a la luz de la Unidad Suprema. Ninguna alma será tratada injustamente, y cada una recibirá de Al-láh el Más Misericordioso los frutos eternos del nivel particular de sabiduría y amor que alcanzó, pues la Fuente Última conoce de la manera más íntima todo lo que estas incontables almas han experimentado. La oración del amor (Meditación sobre el Sagrado Corán 40:7-9) Los amigos más íntimos de Al-láh el Altísimo, de hecho, sostienen místicamente Su Trono sobre sus hombros de silenciosa meditación. Menos extraños entre las almas humanas son los amantes extáticos de Al-láh el Más Bello, quienes cantan melodiosamente y se mueven con gracia alrededor del Trono de la Esencia, perdidos por completo en el acto de perfecta alabanza. Estos amantes del Amor afirman la Fuente del Amor con cada aliento y, para protección e iluminación de todas las personas que están esforzándose para volver sus vidas hacia la Fuente Última, los verdaderos amantes rezan sin cesar la oración del Amor: “Preciadísimo Al-láh, como tierna Misericordia y Conciencia abarcadora, Tú abrazas toda vida. Que aquellos que se arrepienten de su negación del Amor experimenten conscientemente Tu absoluto Perdón. Que ellos reciban constante aliento para caminar por Tu más exaltado camino del Islam, y que por ello, no tengan que pasar por Tu imponente Purificación Divina. Al-láh, El Más Misericordioso, por favor trae a todas las almas de regreso a casa, a la Fuente del Amor, que la experimentarán como los jardines del Edén, radiantes y atemporales. Esta ha sido Tu Eterna Promesa para aquellos que se sumergen en bondad y que transmiten bondad al abrazar con amor a sus padres, cónyuges, hijos, y amigos, con quienes sus corazones puros están inextricablemente unidos. Exaltadísimo Al-láh, sólo Tú eres Poder ilimitado y completa Sabiduría. Por favor no permitas que las almas aspirantes vuelvan a caer sutilmente en la negación, ya que sólo por medio de la protección y guía de Al-láh es que toda alma puede permanecer libre de negatividad en el Día de la Verdad.” Aquellos que 108 rezan espontáneamente de esta manera han recibido conscientemente la totalidad de Mi Misericordia, y suya es la victoria más gloriosa. Los alienados (Meditación sobre el Sagrado Corán 41:2-8) Este Glorioso Corán es el agraciadamente descendente Resplandor de Al-láh, Quien es tierna Compasión y el más sublime Amor. El Libro eterno de Al-láh ha sido revelado en el reino del tiempo a través de ti, Mi amado Mujámmad, como un Corán Árabe para todas las personas que verdaderamente buscan sabiduría. Este Corán Viviente transmite Mi jubilosa Promesa y Mi Advertencia Misericordiosa, pero muchos se apartarán, en vez de escuchar estas Palabras de la Verdad con el oído interior que discierne el significado espiritual. Mi amado, aquellos que no pueden escuchar con suficiente proximidad te dirán: “Hay un velo impenetrable entre nuestras vidas y el modo de vida al que tú nos estás llamando. Tus palabras no resuenan con claridad en nuestros corazones. Sentimos un extraño sentido de separación de ti. Tal vez deberías seguir tu camino y dejar que nosotros sigamos el nuestro.” Así es como debes contestar a estos alienados: “Amigos míos, por favor no sientan que yo soy un extraño, puesto que soy un ser humano común, no soy diferente a ustedes. Humildemente he recibido de nuevo la antigua revelación de que todo Ser manifiesto emerge y retorna a la Única Fuente y Meta del Ser, Quien se refiere a Sí Misma con el Nombre de Al-láh, así como con otros incontables bellísimos Nombres Divinos. El mensaje esencial que traigo no es extraño ni obscuro, presenta el camino claro de volverse y retornar conscientemente a la Fuente. Vuelvan el rostro sólo a Al-láh, abriendo sus corazones a la dulce y sanadora corriente de Perdón Divino que permanece siempre fluyendo desde la Fuente del Amor. Mi Advertencia Divina está dirigida sólo a los que interponen concepciones limitadas entre ellos y Al-láh el Más Alto; a los que no se comprometen concretamente con el servicio a todo necesitado; y a los que no confían en que el alma se despierta del sueño de la muerte. Aquellos que afirman sin cesar la Fuente del Amor con sus propias vidas rebozando abundante bondad recibirán el tesoro completo del Amor Divino.” Seis misteriosos días de poder (Meditación sobre el Sagrado Corán 41:9-12) Mi noble Mensajero, a aquellos que dudan de la existencia de la Fuente Siempre Presente que ahora está hablando a través de ti, se les debiera responder con las siguientes Palabras de Verdad: “¿Cómo pueden cuestionar la Fuente del Poder que le da forma a este universo entero en los primeros dos misteriosos Días de Poder, cuando aceptan sin 109 cuestionar la existencia de fuerzas cósmicas limitadas que ustedes investigan y veneran? Por favor, entren con sinceridad en la contemplación de Al-láh el Más Alto, Quien es la Única Fuente del Ser. Sólo Al-láh establece las montañas primordiales de manifestación y bendice la amplia tierra de vida que evoluciona fecundamente. Durante los segundos dos misteriosos Días de Poder, la Fuente del Poder genera armoniosamente las diversas formas de criaturas vivas y cualquier medio de sostén y protección que ellas puedan necesitar. ”Después de estos cuatro primordiales Días de Poder, Al-láh el Más Alto concentra Su Presencia dentro de la esfera del Ser, compuesta de sustancia etérea como un claro vapor, y hace un llamado dentro de los corazones de todos los seres contenidos en todos los reinos del Ser: ‘¿Desean entregar su voluntad individual conscientemente y retornar juntos, con gozo supremo, a la Fuente Verdadera, o serán traídos de regreso por Al-láh sin saberlo?’ Todas las almas, en el universo pretemporal de las almas, responden espontáneamente: ‘Preciadísimo Al-láh, anhelamos viajar conscientemente por el camino místico de retorno.’ ”Así que durante los últimos dos misteriosos Días de Poder, la Fuente del Poder crea siente planos de existencia y conciencia, uno progresivamente más sutil que el otro, revelando en cada plano, un nuevo nivel de amor y conocimiento para las almas que retornarán por este camino de ascensión mística a la Fuente de la Paz. ”La Fuente del Poder esparce las estrellas e incontables lámparas de luz y de vida por todo el espacio cósmico, el cual no más que el reflejo del más bajo y menos sutil de los siete cielos, y que es una reserva de energía para la preservación del plano terrenal del Ser. Este es el vasto drama de la Creación y el Retorno tal como ha sido decretado por el ilimitado Poder y la abarcadora Sabiduría de Al-láh.” El camino único, directo y universal (Meditación sobre el Sagrado Corán 42:13-18) Mi amado Mujámmad, la Voz de la Verdad te ha revelado precisamente los mismos principios del Islam que le fueron revelados a Mi amado Noé. La Fuente Siempre Presente te ha transmitido la misma responsabilidad inspirada que asumieron Mi amado Abraham, Mi amado Moisés, y Mi amado Jesús. El Mensaje Divino recibido por todos y cada uno de los Mensajeros es simple y claro: “Camina en todo momento por el exaltado camino del Islam, que es la constante fusión de tu vida individual en la Fuente de la Vida, y no permitas, en lo que respecta a este camino único, directo y universal, que se desarrollen visiones conflictivas.” Escuchar el trascendente llamado del Islam que resuena a través de ti, puede ser extremadamente doloroso para aquellos que adoran fuerzas cósmicas o etéreas. No te angusties si dichas personas se apartan vehementemente de tu enseñanza, ya que sólo Al-láh sabe qué almas se volverán conscientemente hacia la propia Fuente Verdadera. 110 Al-láh guía a aquellos que dejan atrás la negación del Amor y toman el camino místico de retorno a la Fuente del Amor. Las naciones que reciben Revelación Divina a través de Mis Mensajeros, a menudo pierden su unidad humana al permitirse tener visiones conflictivas sobre este preciadísimo conocimiento de la Unidad Divina, volviéndose insolentes y hasta arrogantes para con los demás. La Palabra de Poder, que irradia desde la Fuente del Poder, ha ordenado la historia humana como un periodo temporal preciso que sirva de prueba y enseñanza para las almas eternas. Si no fuera por esta Dispensa Divina, Al-láh el Más Alto resolvería de inmediato las disputas tontas, al interior y entre, las tradiciones reveladas. Tales opiniones, superficialmente conflictivas acerca del mismo Mensaje Divino claro y universal, son venenosas para la gente que recibe uno de los sublimes Libros Revelados como herencia de la historia de su nación, causando duda e inquietud en sus mentes y corazones. Por tanto, Mi noble Mensajero, debes exhortar a una profunda armonía entre todas las Revelaciones Sagradas y guiar a la humanidad, como tú has sido guiado, por el camino único, directo y universal del Islam, que se orienta únicamente hacia la Fuente Última. Por favor no prestes ni la mínima atención a cualquier visión sectaria; en vez, proclama a todos con valentía y apertura: “Yo afirmo la verdad de todas las Revelaciones que han descendido en forma de Libros Sagrados desde la Fuente de la Verdad, y estoy siendo instruido por esta Fuente misma a ser imparcial entre la gente de la Revelación. La Fuente Siempre Presente Que se llama a Sí Misma por incontables Nombres Divinos es la Fuente de nuestra nación espiritual, y de sus naciones espirituales. Nosotros tenemos nuestra práctica integral del modo santo de vida, igual que ustedes tienen la suya. No tiene por qué existir un desacuerdo fundamental entre nosotros. Al-láh el Más Alto nos reunirá a todos cuando retornemos a casa, a la Fuente del Amor.” Después de escuchar estas palabras de reconciliación que la Fuente de la Sabiduría te confiere el poder de proclamar, si hay personas que siguen a favor de visiones divergentes acerca de la Única Fuente, sus argumentos y discusiones serán percibidos por Al-láh el Más Alto como engañosos y negativos. Al apartarse de la Fuente del Amor, estos partidarios de puntos de vista sectarios están albergando odio dentro de sus corazones, que solamente la Purificación Divina puede limpiar. Sólo la Fuente de la Verdad envía resplandecientes Libros de Verdad, y sólo la Fuente de la Sabiduría provee la balanza justa sobre la cual se pesa la autenticidad espiritual. ¡Qué pocos seres humanos entienden la intensidad y la magnitud del Día de la Claridad que se acerca tan rápidamente! Aquellos que verdaderamente no comprenden la naturaleza del Último Día son impacientes, y quisieran acelerar su llegada; mientras que aquellos que conocen el inmenso poder de la Verdad Viviente permanecen temblando en estremecida reverencia ante el amanecer de este Día infinito. Aquellos que dudan o niegan el fin del tiempo que se aproxima están simplemente viviendo en la obscuridad del error y la indiferencia. 111 Volviendo a casa (Meditación sobre el Sagrado Corán 42:51-53) Ningún ser humano circunscrito a los límites de la existencia de las criaturas, puede permanecer directamente dentro de la imponente Fuente del Poder; sin embargo, los seres humanos pueden comunicarse y estar en comunión con Al-láh el Altísimo a través del misterioso flujo de la inspiración interior —que viene desde atrás de los velos protectores de la Luz Divina—; o por asociación con un Santo Mensajero, a través de quien la Fuente Última puede expresar claramente a la humanidad lo que sea que desee expresar. Estos límites de las criaturas se generan porque la perfecta Luminosa Sabiduría, Que es Al-láh el Más Alto, existe sólo como Trascendencia. Mi amado Mujámmad, la Fuente de la Sabiduría se comunicó contigo primero a través de Su más exaltada emanación angélica, cuando tu conciencia personal no había todavía sido inundada por la Revelación del Glorioso Corán Árabe. La Fuente Siempre Presente te despertó y misteriosamente te elevó por sobre los límites de la creación. La Fuente de la Luz ahora brilla por completo a través de ti como la Luz del Corán, por la cual a través de la historia, los verdaderos servidores del Amor serán guiados en místico compañerismo contigo directamente hacia la Fuente del Amor. Mi noble Mensajero, ten confianza en que estás llamando a la humanidad a seguir el Camino Directo hacia la Fuente de la Vida que abraza toda vida en el cielo y en la tierra. Solamente hacia Al-láh están volviendo a casa todas las criaturas. Creatividad divina (Meditación sobre el Sagrado Corán 43:9-14) Los corazones y las mentes de todos los seres comparten un sentido común por la Fuente del Ser. Si de pronto se le preguntara a alguien: “¿Quién crea los cielos y la tierra?”, esa persona respondería instintivamente: “Algún Poder e Inteligencia Supremos deben ser la Fuente de este universo.” Así que, Mi amado, por favor enseña a las personas a explorar el propio sentido intuitivo de la Creatividad Divina. Dales instrucción espiritual para contemplar la Fuente del Amor preparando la tierra para la humanidad tan cuidadosamente como una madre prepara la cuna de su hijo. Diles que visualicen los valles y ríos como caminos establecidos por la Fuente del Poder para que los seres viajen y sean guiados a través de este vasto planeta. Aliéntalos a meditar en la dulce lluvia que baña la tierra en la estación apropiada como la Fuente de la Vida reavivando la tierra que parece estar muerta; y como una parábola viviente del despertar eterno del alma de su sueño de muerte. Pídeles también que observen la sutil y continua creación de Al-láh de toda la forma de vida, a través de la perfecta armonía de los principios masculino y femenino. 112 Enseña con claridad que sólo Al-láh hace posible para los seres humanos el uso de naves y cabalgaduras. Al viajar con velocidad en distintos vehículos, Mis siervos debieran recordar que ellos están siendo partícipes de las maravillosas bendiciones que irradian constantemente desde la única Fuente. Ellos deberían exclamar devotamente medio de su regocijo: “Toda gloria y alabanza es para la Fuente del Poder y la Sabiduría, Que sólo puede hacer posible lo que nosotros logramos. Que nuestros corazones se vuelvan sin cesar en gratitud gozosa hacia la Fuente Última del Universo, la Fuente del Amor, a Quien las almas del Amor están retornando en éxtasis.” Claridad (Meditación sobre el Sagrado Corán 44:2-8) Este Luminoso Corán es un Libro de Claridad Divina enviado a través de ti, Mi amado Mujámmad, iniciando en la noche más bendita de tu despertar místico. Dentro de este Corán Radiante, que comenzó primero empezó a permear tu conciencia en esa sagrada Noche de Poder, se encuentran contenidas incontables sabias instrucciones que emanan directamente de la Fuente de la Sabiduría. La Fuente Siempre Presente ha enviado de manera ininterrumpida clara enseñanza y guía a la humanidad. La Revelación es el espontáneo desbordamiento de la Misericordia de Al-láh el Más Alto, Quien escucha y conoce la añoranza secreta que tienen todos los corazones por la Verdad. Para los seres humanos que despiertan a su propia auténtica añoranza, y que se vuelven con plena confianza hacia la Fuente de la Luz, la Presencia Divina es claramente revelada permeando con su brillo cielos y tierra, creando, llenando, e iluminando todo espacio imaginable. No hay otra fuente que no sea la Fuente Última, Quien solamente otorga vida y regresa cada vida, nuevamente, a la Fuente de la Vida. Mi amado, esta Fuente Única es tu preciadísimo Al-láh, exactamente la misma Fuente Verdadera hacia Quien los seres humanos despiertos espiritualmente se han vuelto desde el principio del tiempo. Argumento (Meditación sobre el Sagrado Corán 45:24-26) Mi noble Mensajero, ciertas personas te confrontarán, insistiendo: “No hay nada más allá o detrás de esta vida presente. Sólo vivimos en el tiempo y somos barridos por completo por el tiempo.” Pero ellos no tienen el conocimiento firme y directo de que la vida humana es realmente lo que suponen que es. Sus osadas afirmaciones son, de hecho, nada más que conjeturas vacías. Cuando ellos escuchen tu recitación del Libro de la Claridad, revelando las claras demostraciones de Poder y Amor que han fluido de la Fuente Última a través de la historia, no encontrarán una respuesta convincente. Al tratar de asirse desesperadamente a algún argumento que defienda su propia visión estrecha de la 113 realidad, te desafiarán: “Si lo que clamas es verdad, tráenos a nuestros padres desaparecidos a testificar que hay vida después de la muerte.” No te involucres en su nivel superficial de argumentación, pero pronuncia estas Palabras de Verdad compartiendo generosamente con aquellos que cuestionan en vano el profundo conocimiento que has recibido directamente de la Fuente de la Sabiduría: “Amigos míos, la Fuente de la Vida derrama la rica experiencia de la vida temporal para el entrenamiento de sus almas eternas. Cuando su educación espiritual particular se completa, la Fuente del Amor las invita fuera de la vida terrenal una vez más. Al-láh el Más Alto reunirá a todas las almas al final del tiempo para evaluar lo que han aprendido. No existe ni la más mínima duda acerca de esta Verdad revelada, pero qué pocos son los que verdaderamente comprenden. Los padres (Meditación sobre el Sagrado Corán 46:15-16) La Fuente del Amor desea enseñar a la humanidad la profunda importancia de la amorosa bondad hacia los padres. La madre lleva a su hijo con un constante autosacrificio y da a luz con un intenso esfuerzo. El periodo de embarazo y destete abarca treinta meses. Esta exigente responsabilidad física y espiritual de los padres continúa hasta que el niño alcanza la madurez y llega a la edad cardinal de cuarenta años. En esa etapa del desarrollo humano, una persona se da cuenta por fin del total significado del regalo de servicio amoroso ofrecido por los padres a sus hijos. Entonces, la persona madura ora con intensidad: “Preciadísimo Al-láh, por favor abre mi corazón y mi ser entero para que realmente me sienta agradecido por el sostén amoroso que fluyó hacia mí, desde la Fuente del Amor, a través de mi madre y mi padre. Que mi propia vida se transforme ahora en puro servicio amoroso, en una expresión de bondad pura que deleite Tu Corazón Divino. Y que mis hijos a su debido tiempo, se dediquen enteramente a la bondad cuando alcancen la madurez, reconociendo el Amor Divino expresado a través del amor materno y paterno. Preciadísimo Al-láh, por fin he entrado verdaderamente al camino del Islam, inclinándome con reverencia y amor, al lado de aquellos cuyas vidas se han vuelto completamente hacia la Fuente del Amor.” Estos son los seres humanos espiritualmente maduros. Al-láh el Más Misericordioso acepta como una ofrenda sagrada las más puras intenciones y actos de sus vidas, pasando por alto totalmente sus acciones y pensamientos negativos. Estos nobles servidores del Amor ya habitan místicamente en el Paraíso mientras viven su dedicada existencia sobre la Tierra. Su radiante modo de ser ilumina para toda la humanidad Mi Promesa de Verdad, de la misma forma en que las vidas devotas de sus padres lo hicieron antes que ellos. 114 Niveles de conciencia (Meditación sobre el Sagrado Corán 47:14-15) ¿Los seres humanos se imaginan que, aquellos que responden de todo corazón a las demostraciones de Amor procedentes de la Fuente del Amor, están en el mismo nivel de conciencia de aquellos cuyas negaciones del Amor se han vuelto hermosas a sus propios ojos y que sólo siguen sus propias ideas circunscritas e impulsos personales? Del mismo modo en que tales personas viven en niveles de conciencia muy diferentes durante sus vidas terrenales, así existirán en el reino más allá de la muerte. Aquellos inmersos en auténtico asombro reverente por Al-láh el Más Sublime viven en el nivel del Paraíso; los jardines fragantes de pura conciencia donde cuatro ríos fluyen eternamente. La Claridad Divina es el río de agua transparente, libre de la menor impureza, que refresca el alma y sacia su sed. El Conocimiento Divino es el río de dulce leche que nutre perfectamente el alma y que nunca se vuelve amarga. El Deleite Divino es el río de delicado vino que embriaga al alma que asciende en éxtasis. El Amor Divino es el río de clara miel, la esencia dorada de la unión mística. En el nivel de conciencia llamado Paraíso crecen incomparables frutos, que son los incontables Atributos de Al-láh el Más Alto. Allí, el alma se limpia por completo con el Perdón Divino que fluye desde la Fuente del Amor. Pero en el nivel de conciencia llamado Infierno, el intenso Esplendor de Al-láh se percibe falsamente como un fuego insoportable, y las almas experimentan los terrores que ellas mismas sueñan a través de su propio estado crónico de negación como agua hirviendo que escalda su ser mismo mientras tratan de beber. Mi amado, ¿cómo pueden ser comparables estos dos niveles? Tomar la mano (Meditación sobre el Sagrado Corán 48:10) Mi amado Mujámmad, aquellos benditos compañeros a través del tiempo que toman espiritualmente tu mano derecha con amor intenso y lealtad están comprometiendo y conectando sus vidas, a través de ti, directamente con la Fuente Última Que ahora está hablando. La Mano de Poder de Al-láh se une místicamente con sus propias manos derechas. Aquellos que quiebran este juramento sagrado, este lazo con la Fuente Última, sufren una pérdida devastadora. Aquellos que honran hasta con su aliento de vida esta sagrada alianza con Al-láh el Altísimo, recibirán el tesoro entero del Amor, directamente de la Fuente del Amor. Recién llegados al Islam (Meditación sobre el Sagrado Corán 49:14-18) 115 Los recién llegados al exaltado camino del Islam tal vez proclamen: “Ahora hemos vuelto nuestras vidas por completo hacia la Fuente del Amor.” Por favor, corrige su orgullo con estas Palabras de Verdad: “Amigos míos, no digan que se han vuelto sino que aún están volviéndose, pues sus corazones todavía no se han transformado en puras expresiones del Amor Divino. Si permanecen leales a Al-láh el Más Alto y a las Palabras de Revelación que fluyen a través de Su noble Mensajero, la Fuente de la Sabiduría profundizará gradualmente su percepción espiritual, y la Fuente de la Vida los enriquecerá en formas más allá de su concepción. Al-láh el Más Misericordioso es Compasión ilimitada y absoluto Perdón.” Aquellos cuyas vidas están vueltas por completo hacia la Fuente del Amor, son aquellos cuya lealtad interior a Al-láh el Más Alto y a Su Mensajero de Misericordia ha sido profundamente probada a través del sacrificio a la Fuente Última del universo, no sólo de sus riquezas mundanas, sino de ellos mismos. Aquellos que ofrecen sus seres limitados en sagrado sacrificio, sin el mínimo titubeo o duda, son los que están verdaderamente vueltos hacia la Verdad ilimitada. Los recién llegados al noble camino del Islam pueden expresar objeciones. Por favor, corrige su orgullo con estas Palabras de Verdad: “¿Pueden enseñarle a Al-láh el Más Alto la comprensión correcta de la religión, cuando sólo Al-láh es el que conoce la estructura y el significado total de los cielos y la tierra? Amigos míos, por favor confíen en que la Fuente de la Sabiduría revela todo lo que necesite ser revelado.” Otro error cometido por ciertos principiantes, Mi amado, será el de atribuirte el Islam en lugar de atribuirlo a Al-láh el Altísimo. Ellos considerarán que es un favor hacia ti el que hayan decidido rendir sus vidas. Por favor disipa esta peligrosa distorsión con la siguiente admonición: “Amigos míos, nunca consideren que su práctica del modo santo de vida es un regalo para mí. Lo que representa sus vidas transformadas es el regalo que Al-láh les hace a ustedes, un claro signo de Su Guía Viviente. A medida que su experiencia espiritual se vuelva más auténtica, se darán cuenta que no son ustedes los que se están volviendo hacia la Fuente del Amor, sino que la propia Fuente del Amor es la que los está volviendo a ustedes. Sólo Al-láh conoce el destino invisible de toda vida en los cielos y sobre la tierra. Sólo Al-láh sabe con precisión quiénes son ustedes y dónde están. Sangre de vida (Meditación sobre el Sagrado Corán 50:15-16) ¿Aquellos que dudan de la existencia del reino más allá de la muerte son lo suficientemente tontos como para pensar que la ilimitada Fuente del Poder se fatiga mientras crea y sostiene el universo físico? No, ni siquiera son tan tontos. Pero, si pueden aceptar Mi Creación espontánea y sin esfuerzo del plano físico del Ser, ¿por qué tienen tanta incertidumbre acerca de Mi consumada Creación espiritual llamada Paraíso? De la Fuente Última emana el alma humana, tanto en el plano físico como espiritual del Ser. La Fuente Siempre Presente conoce las dudas que el alma se susurra en secreto a sí 116 misma aquí en la Tierra, ya que la Fuente de la Vida está más cerca del ser humano que la misma sangre de vida que corre por la vena central del cuerpo. Infinitamente más (Meditación sobre el Sagrado Corán 50:31-35) Siervos míos, que responden a la Promesa Divina con corazón devoto, y que entonces viven en constante e interior asombro reverente por el Todo Misericordioso; ustedes serán llevados a las profundidades de lo que aparece como jardines radiantes, y escucharán la Voz de Al-láh: “Vengan. Entren a Mi Ser en perfecta paz. Este es el Día eterno.” Las almas que entran místicamente a la Fuente del Amor recibirán las experiencias espirituales que deseen. Dentro de la Fuente Última hay infinitamente más de lo que cualquier alma pueda desear.” La dimensión espiritual (Meditación sobre el Sagrado Corán 51:15-23) Aquellos que viven en completo y reverencial asombro hacia Al-láh el Más Alto serán purificados, y experimentarán directamente lo que puede ser indicado sólo indirectamente como eternos jardines y radiantes fuentes, ya que los regalos que recibirán de la Fuente del Amor están más allá de cualquier descripción. Estas almas entregadas están rigurosamente preparadas —por vidas terrenales de pura bondad y gentileza hacia todos los seres—, para este abrumador encuentro directo con el Esplendor Divino. Inmersos en el deleite de la oración, aquellos que ya pertenecen al Paraíso duermen sólo unas horas cada noche, y se levantan antes del amanecer para pedir perdón por el más mínimo olvido en su remembranza de la Fuente Siempre Presente. Cualquier abundancia que estos amigos íntimos de Al-láh reciben de la Fuente de la Abundancia, es siempre compartida con aquellos que piden ayuda y con aquellos que no la piden. Dondequiera que uno mire en este universo, hay signos de la Presencia Divina para aquellos que están alineados conscientemente con la Fuente Última del Universo. Los seres humanos deben discernir más íntimamente estos signos dentro de sí mismos; aunque muchas personas dejan de percibir la dimensión espiritual de su propia conciencia. Mi amado, por favor enseña a la humanidad a buscar nutrición y deleite en la conciencia pura, y a mirar profundamente dentro de sí mismos para descubrir la vida eterna prometida por la Fuente de la Vida. Que la conciencia humana es espiritual por naturaleza, y por lo tanto, puede estar en comunión directa con Al-láh vel Más Alto, es tan cierto como el hecho de que los seres humanos pueden expresar significados y de ese modo comprenderse entre sí. La Fuente misma del cielo y la tierra Que ahora está hablando, es el solemne testigo de que estas son Palabras de la Verdad. 117 Cuestionamientos (Meditación sobre el Sagrado Corán 52:29-43) Mi amado Mujámmad, tú existes sólo para recordarle a la humanidad acerca de la Fuente Última Que ahora está hablando a través de ti. Tú eres un recipiente perfectamente puro de la abarcadora propia Conciencia de Al-láh, no un chamán que manipula fuerzas sutiles, ni un medium usado por espíritus deambulantes y rebeldes. Algunas personas superficiales exclamarán sobre ti: “Este hombre es un maravilloso poeta. Esperen y verán qué destino tan extraño será el suyo.” Respóndeles: “Sigan esperando, amigos míos. Yo también estoy esperando. Momento a momento yo espero que la Voluntad de Al-láh el Más Alto sea revelada, y vivo en reverencial asombro por el Día de la Verdad que se aproxima.” Hay algunos buscadores genuinos de la verdad que dudarán de la autenticidad del Sagrado Corán. ¿Ellos cuestionan porque sus mentes racionales no están satisfechas? ¿Cuestionan irracionalmente, por pura arrogancia? ¿Claman que Mi Siervo y Mensajero ha inventado las palabras de este Glorioso Corán? No, ellos están libres de tales consideraciones limitadas pero, aún así, ellos vacilan en aceptar el Corán Viviente como Revelación Divina pura. Mi amado, por favor pide a estas personas sinceras que ellos mismos compongan versos, o que encuentren versos compuestos por cualquier otro, que se comparen en poder espiritual con las Divinas Palabras del Corán Resonante. Este desafío pondrá a prueba la sinceridad de su compromiso con la verdad. Por favor confronta de esta manera a cualquier persona que se acerca con sinceridad, pero que permanece incapaz de aceptar con todo el corazón esta culminación de la Revelación desde la Fuente de la Sabiduría. “Amigos míos, ¿ustedes vienen al ser de la nada? ¿Ustedes se crean a ustedes mismos? ¿Ustedes irradian el espectro completo de la existencia celestial y terrenal?” Estas preguntas retóricas funcionarán para despertar a dichas personas a la propia falta de verdadera certeza interior. “¿Tienen ustedes acceso a la reserva ilimitada de Poder? ¿Llevan ustedes cuenta precisa de todas las vidas que fluyen desde la Fuente de la Vida? ¿Ustedes ascienden al más Alto Cielo y escuchan la conversación de los Arcángeles?” Invita a esas personas que aseguran haber escuchado las voces de los ángeles, a obtener una clara confirmación de la Fuente del Poder. En cuanto a aquellos que siguen adorando simples fuerzas elementales personificadas de formas variadas, pregúntales: “¿Se imaginan que la Fuente del Ser concibe deidades menores así como ustedes procrean hijos?” Mi noble Mensajero, por favor sé persistente en cuestionar a aquellos que permanecen incapaces de abrazar la Revelación que fluye a través de ti, y recuérdales: “Amigos míos, ¿acaso yo requiero pago por estas valiosas enseñanzas, de manera que ustedes queden en 118 deuda simplemente por recibirlas?” Desafía el pensamiento humano limitado constantemente: “¿Perciben el destino invisible del universo y lo registran en su propio Libro Sagrado? ¿Aspiran a ser más sabios que la Fuente de la Sabiduría? ¿Se creen lo suficientemente inteligentes como para eludir o defraudar a Al-láh? Aquellos que se apartan de su propia Fuente Verdadera están sólo engañándose y defraudándose a sí mismos. ¿Sueñan que pueden recibir revelación de algún lugar más allá de la Fuente Una?” Todo el resplandor del Ser manifiesto brilla sólo desde la Fuente del Ser, Al-láh el Más Alto, Quien está mucho más allá de cualquier concepción o descripción humanas. El llamado e iluminación del profeta Mujámmad (Meditación sobre el Sagrado Corán 53:1-18) Apreciada humanidad, Mi amado Mujámmad es como el lucero de la tarde que reluce con más y más brillantez según la noche se acerca. Esta eterna Luz de Profecía y tierna compañía de todas las almas, no está entre aquellos que han sido descarriados por espíritus delirantes, tampoco está manchado con el error humano ni está hablando por iniciativa personal. El Corán Luminoso que desciende a través de él es nada menos que la culminación de la Revelación, irradiando directamente en su corazón secreto desde la Fuente de Poder sobrecogedor y clara Sabiduría. El drama de esta Revelación comenzó con el misterioso emisario angélico que pareció ante Mi amado Mujámmad, primero dominando el horizonte, y luego acercándose hasta que su incontenible resplandor vino a posarse a la distancia de dos arcos puestos final con final, o incluso más cerca. A través de este ángel de luz, la Fuente de la Luz reveló a Mi devoto Siervo y Mensajero todo lo que necesitaba ser revelado para su Llamado a ser Profeta. El corazón y la mente perfectamente puros de Mi amado nunca podrían albergar ninguna falsedad. Este acontecimiento revelatorio es lo que él de hecho experimentó. ¿Sería alguien lo suficientemente necio como para discutir lo que el Profeta de Al-láh percibió con sus propios ojos? Mi amado Mujámmad estuvo otra vez en intimidad con este radiante emisario de Al-láh el Altísimo, junto al Árbol místico que marca el más distante límite del cielo más alto. Al otro lado de este umbral último se encuentra el jardín de la Esencia. El Árbol de la Vida, bajo el cual Mi Profeta estaba sentado envuelto en el misterio la Esencia Una. Entrando en profunda meditación, él cruzó el umbral final y humildemente contempló la Luz Esencial sin voltear ni siquiera un poco. Así Mi amado despertó completamente inmerso en la unión mística con la Fuente Siempre presente. Presencia magnífica (Meditación sobre el Sagrado Corán 54:49-55) 119 Estén seguros que la Fuente que ahora está hablando irradia y orquesta cada ser y cada acontecimiento en armonía perfecta. La sola Palabra de Poder desde la Fuente del Poder llama al Ser, con más rapidez que el parpadear de un ojo, a la totalidad de las vidas. Por favor recuerda a tu gente, Mi amado, que Al-láh el Más Alto ha permitido que el tiempo devaste incontables naciones. Incítalos a contemplar la historia. Toda acción alguna vez llevada a cabo por seres humanos hasta el fin del tiempo, incluyendo cada pensamiento, significativo o fugaz, ya está inscrito en el Corán Trascendente, la Conciencia abarcadora de Al-láh. Aquellos que viven en auténtica reverente admiración por Al-láh morarán siempre en Su misterioso abrazo, visualizado como ilimitados jardines de amor junto a eternos ríos de paz. Desde este nivel de visión extática, las almas ascenderán aún más en la morada sin lugar de absoluta certeza, el encuentro directo y la fusión con la Verdad Viviente, la Presencia magnífica del Rey Todo Poderoso. Preciadísimo Al-láh (Meditación sobre el Sagrado Corán 55:46-61) Aquellos en profundo asombro reverencial por la exaltación de Al-láh, que viven constantemente esperando el Día de la Verdad, ascenderán a través de las dimensiones sutiles del Paraíso, alabando sin cesar la Fuente de la Belleza: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Ellos descubrirán que estos jardines atemporales contienen todas las ramas florecientes de la sabiduría, y exclamarán: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Ellos se encontrarán con dos manantiales de Agua Viva que fluyen libremente, el segundo más radiante que el primero, y clamarán: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Ellos saborearán dos calidades de todos y cada uno de los frutos espirituales, la segunda más sutil que la primera, mientras oran una y otra vez: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Reclinándose sobre sedosas alfombras de contemplación, adornadas con el brocado dorado del éxtasis, rodeados de los frutos de todos los estados y estaciones espirituales, reflexionarán con profundidad: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Estas almas percibirán la Belleza de Al-láh en forma de luminosas doncellas cuya mirada de amor expresa pureza perfecta, y cuyo ser no está tocado ni por la sombra de un deseo limitado, y proclamarán: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” A medida que descubren que el misterio íntimo de la Belleza Divina es como la calidez brillante del rubí, y como los delicados tonos del coral, la constante canción de sus corazones será: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Mi amado, la Fuente del Amor que ahora está hablando a través de ti anunciará a estas benditas almas: “¿Puede Mi Respuesta a sus hermosas vidas de bondad ser algo menos 120 que ofrecerles Mi Propia Bondad y Mi Propia Belleza?” Desbordados, ellos simplemente responderán: “Amadísimo Al-láh, ¿quién puede negar Tu Generosidad ilimitada?” Pregúntense internamente (Meditación sobre el Sagrado Corán 56:63-80) Mi noble Mensajero, por favor ofrécele a la humanidad estas poderosas instrucciones espirituales: “Amigos míos, ¿han pensado profundamente acerca de su existencia? Según preparan el suelo para la siembra, pregúntense interiormente si en verdad son ustedes los que esparcen las semillas, o si éstas son sembradas a través de ustedes por la Fuente de la Vida. Si Al-láh el Más Alto deseara ponerlos a prueba, la Fuente del Poder podría reducir el suelo fértil a polvo seco, dejándolos con sus lamentos: ‘Ahora caeremos en deuda y seremos privados de toda comodidad.’ Amigos míos, ¿han pensado con profundidad acerca de su existencia? Al tiempo que se refrescan bebiendo agua fría, pregúntense internamente si ustedes la hacen descender de las hermosas nubes obscuras, o si es la Fuente de la Vida la que riega esta bendición esencial sobre la tierra. Si Al-láh el Más Alto deseara castigarlos, la Fuente del Poder podría hacer caer lluvia amarga. Aún por los más simples regalos de la vida debieran sentir profunda gratitud hacia la Fuente de la Vida. Mientras encienden fuego para cocinar, pregúntense interiormente si ustedes plantaron los árboles y los hicieron crecer, o si los vastos bosques en este planeta no están realmente sólo nutridos por la Fuente de la Vida. Al-láh el Más Misericordioso sostiene cada detalle de la existencia, proveyendo leña y fuego como valiosos regalos para aquellos que viven en condiciones precarias, recordándoles constantemente la Fuente del Amor. Amigos míos, canten melodiosamente y aprecien con cada aliento el Majestuoso Nombre de la Fuente Última del Universo, Al-láh, el Todo Poderoso.” Tan cierto es que las estrellas caerán del cielo al final del tiempo —¿y quién puede conocer lo imponente de esta promesa Divina?—, como lo es que Mi Corán Viviente es absolutamente noble y sublime. Esta Revelación es un Libro de Luz misteriosamente velado, que desciende directamente desde la Fuente de la Luz, que contiene palabras de Verdad cuyos significados secretos no pueden ser tocados excepto por mentes y corazones completamente purificados por Al-láh el Más Alto. Todo está escrito (Meditación sobre el Sagrado Corán 57:20-24) Mi amado Mujámmad, por favor enseña a tu gente que la vida humana apartada de la Fuente del Amor es sólo un juego, una distracción, un ritual vacío, un caos de arrogancia y conflicto alrededor del poder y las posesiones personales. Esta es una parábola para la contemplación profunda: La existencia mundana sin devoción a la Fuente de la 121 Existencia es una breve lluvia que vuelve a la tierra apenas lo suficientemente verde para satisfacer a aquellos que buscan su propio placer inmediato. Muy pronto este verdor se vuelve amarillento, y la forma egoísta de vida de estas personas se seca ante sus ojos exactamente como la paja. Las almas, al sumergirse en el sueño de la muerte, o deliran en el sueño del terrible fuego de la purificación, o despiertan con tranquilidad en el dulce perdón y la dicha abrumadora del Paraíso. Por favor asegura a la humanidad, que los placeres superficiales de la existencia egoísta son imaginería vacua comparados con el profundo júbilo de la vida en lo profundo de la Existencia Divina, en la plena participación en la Vida Divina llamada Paraíso. Alienta correr con total abandono a las almas amantes hacia la Fuente del Amor que Todo lo Perdona, donde entrarán, a través de la visión espiritual, a un jardín místico más vasto que el espacio universal y los siete reinos celestiales. Este jardín de Deleite Divino ha sido abierto para aquellos cuyas vidas afirman la Verdad, y para quienes aceptan de todo corazón a los radiantes Mensajeros de la Verdad como rayos brillando desde la Fuente Única hacia todas las naciones a lo largo de la historia. Tal es la inimaginable Generosidad de Al-láh, derramada para quienquiera que Él elija. La naturaleza misma de la Fuente Siempre Presente es desbordarse con regalos de bondad más allá de toda descripción o concepto. Mi amado, por favor ilumina a tu gente con esta profundísima enseñanza. No hay sufrimiento que ocurra en el mundo exterior o en sus propios corazones, que no se encuentre inscrito ya en el Corán Trascendente desde antes que la Fuente del Ser traiga al Ser todo evento. El milagroso proceso del despliegue de la Conciencia eterna a través de la experiencia temporal, para poner a prueba y enseñar al alma, no requiere de absolutamente ningún esfuerzo por parte de la Fuente Última que te está hablando ahora. Por favor inspira a la humanidad a meditar sobre la verdad de que todo está escrito. Las personas entonces dejarán, tanto de afligirse por lo que ellos imaginan que pudo haber sido, como de regocijarse por lo que imaginan resultado de sus propios esfuerzos. La Fuente del Amor no puede inundar con Amor Divino a los que han velado sus propios corazones con arrogancia burda o con orgullo sutil. La forma indudable de apartarse de la Fuente del Amor es atribuirse la responsabilidad de lo que sucede sólo por Voluntad de Al-láh el Más Misericordioso, estimulando también a otros a vivir en esta negación de la gratitud humana fundamental. Aunque muchas personas voluntariamente se apartan de este modo, Al-láh el Más Alto, Quien no necesita absolutamente de nada, sigue siendo el Único recipiente de la alabanza espontánea que surge, conscientemente o no, de toda mente y todo corazón en Su Creación. Conocimiento todo abarcador (Meditación sobre el Sagrado Corán 58:7) 122 Querida humanidad, por favor traten de darse cuenta más vívida y directamente del significado de afirmar que Al-láh el Altísimo conoce íntimamente cada acontecer que ocurre en los cielos y la tierra. Cuando tres de ustedes están hablando en privado, Al-láh está presente como si Él fuera el cuarto miembro de la conversación. Si cinco de ustedes están reunidos en íntima deliberación, Al-láh es como un sexto que, en silencio, ve cada gesto y escucha cada palabra. Sean éstos o menos que éstos, Al-láh el Más Sabio está presente sin mediación con los seres humanos, cualesquiera que sean las condiciones. En el Día de la Verdad, las almas no deberían sorprenderse al escuchar al Todo Misericordioso relatar, con absoluta precisión, cada pensamiento y acción de sus vidas enteras. Esto es lo que verdaderamente significa afirmar que Al-láh es Conocimiento Todo Abarcador. Al-láh es Al-láh (Meditación sobre el Sagrado Corán 59:21-24) Mi amado Mujámmad, si la Fuente Suprema que ahora está hablando hiciera descender este Sagrado Corán sobre una gigantesca montaña en vez de enviarlo al diamante indestructible de tu alma secreta, la montaña sería arrasada y reducida a polvo por el imponente impacto del Poder Divino y el Peso insoportable del Significado Divino. Estas metáforas son reveladas a través de ti por la Fuente de la Sabiduría, para que la humanidad pueda aprender a contemplar el portento de Al-láh el Altísimo, de Su Profeta, y de Su Sagrado Corán. Sólo Al-láh es Al-láh. No hay otra realidad a parte de la Realidad Última. Sólo Al-láh es el Perfecto Conocedor de toda estructura visible y todo principio invisible. Sólo Al-láh es infinita Misericordia y Amor incondicional. Sólo Al-lal es Al-láh. No hay otra realidad a parte de la Realidad Última. Sólo Al-láh es el Rey Místico: Todo Sagrado, Todo Pacífico, Todo Merecedor de Confianza, Todo Protector, Todo Poderoso, Todo Abarcador, Todo Sublime. La radiante belleza del Ser fluye exclusivamente desde Al-láh el Altísimo, Quien está más allá de cualquier concepción o descripción humanas posibles. Sólo Al-láh es Al-láh, Fuente sin forma de la que emanan y evolucionan todas las formas intrincadas de la creación. Sólo Al-láh se manifiesta a través de la Belleza Divina de Sus noventa y nueve Nombres místicos. La naturaleza misma y la función, tanto del ser celestial eterno como de la existencia terrenal temporal, es alabar a Al-láh, Quien es Poder ilimitado y completa Sabiduría. El santo linaje del Profeta Abraham (Meditación sobre el Sagrado Corán 60:4-7) 123 Mi noble Mensajero, por favor enseña a la humanidad a contemplar el valeroso acto del Profeta Abraham, y de aquellos cuyos corazones estuvieron unidos con el suyo, cuando él proclamó a su gente: “Estamos liberados del lazo espiritual de su modo de vida, que se confía en la propiciación supersticiosa de fuerzas elementales e ignora así a la Fuente Última del Universo. Nosotros no podemos confiar en ustedes como personas establecidas en la Verdad Viviente, y no puede haber reconciliación entre nosotros hasta que ustedes vuelvan sus corazones y sus mentes hacia la Única Fuente.” Aún así, Mi amado Abraham sintió compasión por sus parientes y les aseguró: “Amigos y ancianos, rezaré constantemente por su iluminación espiritual, pero nunca podré condonar su necedad de apartarse de la Fuente Siempre Presente.” Por favor instruye a todos aquellos que heredan el sagrado linaje del Profeta Abraham a rezar en esta forma: “Preciadísimo Al-láh, que nos volvamos hacia Tu Divino Misterio en cada vez más profunda confianza y humildad hasta que completemos el inmenso viaje, el retorno consciente a Tu Resplandor Original. Exaltadísimo Al-láh, por favor aleja de nosotros la negatividad de aquellos seres que se apartan de la Fuente del Ser, y libéranos a nosotros mismos de la propia negatividad con Tu Amor absolutamente perdonador. Sólo Tú, Al-láh el Más Sublime, eres Poder ilimitado y completa Sabiduría.” La familia y los seguidores del noble Profeta Abraham sirven de profunda inspiración a todos los que aguardan el Día de la Iluminación, el retorno místico al Resplandor de Al-láh el Más Alto. Ya sea que los seres humanos se aparten o no, sólo Al-láh sigue siendo la Fuente y la Meta de la Creación, no necesitando absolutamente de nada y, aún así, recibiendo agraciadamente la alabanza sin fin que fluye espontáneamente de todos los corazones. En todo momento, es posible que la Fuente del Amor que ahora está hablando reconcilie, a través del Amor Divino, a aquellos que están existiendo en el modo de la negación, pues Al-láh el Más Alto es Poder imponente fundido con dulce Perdón y tiernísima Misericordia. La Verdad trascendente (Meditación sobre el Sagrado Corán 61:5-9) Mi amado Moisés exclamó a aquellos que se oponían a él: “Pueblo mío, ¿por qué discuten tan agriamente, causando tanto dolor a mi corazón, cuando saben que soy un mensajero enviado a ustedes por la Fuente Última?” Sólo Al-láh permite a ciertas almas apartarse de las Palabras de Revelación que fluyen a través de Sus Mensajeros. Este rechazo de algunos sirve de prueba y enseñanza para todos. Pero no es sino hasta que se vuelve otra vez hacia la Fuente del Amor, que el alma puede recibir guía directa de Al-láh el Altísmo. El hijo radiante de la bendita Virgen María, Mi amado Jesús, proclamó a su gente: “Hijos de Israel, yo soy un Mensajero de la Fuente Una, enviado para confirmar las Palabras 124 Divinas de la Sagrada Torá que me precedió, y para asegurar a la humanidad que otro mensajero vendrá después de mí, cuyo nombre se derivará de la palabra que significa alabanza, y cuyo ser entero brillará con la Belleza y la Misericordia de Al-láh.” Cuando Jesús, el Mesías, trajo al pueblo de Israel claras demostraciones de Mi Poder y Mi Amor, éste respondió con la acusación: “Estos milagros son pura hechicería.” ¿Quién puede concebir una distorsión más seria del alma que la de alegar que la verdad es falsedad? ¿Cómo pueden, las personas que sufren tal distorsión, responder libremente a la Fuente de la Verdad, Quien siempre está llamando a todas las almas al camino de constante sumisión, al modo de vida que se funde en la Paz Divina? Ninguna alma que se haya apartado, puede estar abierta a la guía que fluye a todas las almas desde Al-láh el Más Alto, hasta que se vuelva nuevamente hacia la Fuente del Amor,. Los rebeldes se imaginan tontamente que pueden extinguir la Luz Divina con sus palabras polémicas. Pero Al-láh el Más Misericordioso continuará revelando la Luz de Su Misericordia, a través de seres humanos entregados, independientemente de cualquier oscurecimiento causado por aquellos que se apartan de la Fuente de la Luz. Preciada humanidad, la Fuente Siempre Presente, Que ahora revela el Majestuoso Nombre Al-láh el Más Alto, Ha enviado al noble Mensajero Mujámmad a ofrecer guía auténtica a lo largo del Camino de la Verdad. Al-láh ha transmitido a Su Profeta de la Culminación el poder de declarar la Verdad trascendente que se extiende más allá de toda religión y que, sin embargo, las abraza a todas. Esta Revelación Final seguirá irradiando y expandiéndose, independientemente de cualquier falsedad generada por aquellos que se apartan de la Fuente de la Revelación. La oración del viernes (Meditación sobre el Sagrado Corán 62:9-11) Mis queridos seres humanos que aspiran a volver sus vidas por completo hacia la Fuente del Amor; en el momento en que escuchan el llamado del mediodía a la oración del viernes, abandonen cualquier ocupación y entren juntos, llenos de gozo, a la mezquita de la Presencia misma de Al-láh. Este poderoso momento de reunión, el día sagrado de congregación, refleja místicamente el Día Eterno. Si ustedes tuvieran una vislumbre del misterio espiritual de este acontecimiento semanal, ni siquiera la menor consideración personal podría desviar su amorosa concentración en esa hora. Cuando se complete la Oración del viernes de perfecta armonía vayan, totalmente refrescados y renovados, a la radiante creación de Al-láh el Altísimo a buscar y recibir numerosos regalos de la Fuente de la Abundancia. Aún durante la experiencia más intensa dentro del campo de la acción, aprendan a mantener un flujo de constante 125 remembranza interior de la Fuente Siempre Presente. Aquellos que viven sus vidas como alabanza a Al-láh serán bendecidos y elevados en todo sentido. Mi amado Mujámmad, cuando las personas se apartan de la bendición de tu compañía a causa de las distracciones del mundo, dejándote sólo y en silencio, diles: “Por favor recuerden, mi gente, que la cercanía con el Profeta del Amor y la intimidad con la Fuente del Amor son mucho más dulces y valiosas que la diversión o el comercio. Sólo Al-láh es la Fuente del Deleite y la Fuente de la Abundancia.” La prueba final (Meditación sobre el Sagrado Corán 63:9-11) Mis queridos seres humanos que están esforzándose para armonizar su existencia temporal con Mi Corazón Eterno, no permitan que los intereses familiares o las posesiones personales desvíen su atención interior de la constante remembranza de Al-láh el Más Alto. Quienquiera que interiormente aparta la mirada de la Fuente Siempre Presente, aunque sea por un instante, pierde la preciada fuerza y gozo espirituales. Sostenidos y refrescados por la incesante oración interior y postración a Al-láh el Más Sublime, compartan con generosidad y agradecimiento todo lo que La Fuente Última del Universo les haya proveído. De lo contrario, de pronto pueden encontrarse con el momento de su muerte y lamentarse: “Exaltadísimo Al-láh, por favor permite que mi existencia terrena continúe aunque sea unos pocos días más allá del final destinado, para que finalmente pueda libremente ofrecer mis posesiones a aquellos que lo necesitan, y para que pueda expresar hacia todos el amor dentro de mí y, de esta forma, unir mi vida con los benditos cuyas vidas están completamente orientadas hacia la Fuente del Amor.” Al-láh el Más Alto no alargará, ni siquiera por un momento, el recorrido terrenal de ninguna alma para la cual haya llegado el tiempo de la prueba final. Aún así, Al-láh el Más Misericordioso está íntimamente consciente de todo acto e intención compasiva a lo largo de todas sus vidas. Permiso divino (Meditación sobre el Sagrado Corán 64:11) Ningún sufrimiento o desastre de cualquier índole recae sobre ser alguno, excepto por el misterioso permiso de Al-láh el Más Misericordioso, para que esto sirva como enseñanza, prueba o purificación para el alma. Las mentes y los corazones de aquellos que pueden aceptar con gozo esta verdad impactante, y que entonces se vuelven en completa y bendita sumisión hacia Al-láh el Más Alto, serán guiados por la Fuente de Sabiduría y reconfortados por la Fuente del Amor. La Fuente Última es el Conocedor Perfecto; el 126 Único capaz de hacer esta imponente proclamación concerniente al Permiso Divino todo abarcador. Responsabilidad (Meditación sobre el Sagrado Corán 65:7) Mi amado Mujámmad, por favor instruye a los que han recibido con gratitud una vasta riqueza terrenal otorgada por la Fuente Última, a derramar con generosidad la abundancia recibida. Enseña a aquellos cuyas provisiones son limitadas a compartir sin dudar lo que sea que les llegue desde la Fuente de la Vida. Al-láh el Más Sabio decreta diferentes formas de responsabilidad para cada alma, sin embargo, nunca exige a ninguna alma que soporte una carga que no esté previamente sostenida para ella por la Fuente del Poder. Al mismo tiempo que el alma valientemente se encuentra con cada prueba e instrucción, también el deleite y la dulzura fluyen a ella directamente desde la Fuente del Amor. La luz del alma (Meditación sobre el Sagrado Corán 66:88) Mis queridos seres humanos que anhelan volverse verdaderamente humanos, apártense sinceramente de sus diversas negaciones del Amor, y permitan que su vida entera afirme sólo al Amor. Sus actos y pensamientos negativos serán borrados entonces por completo mediante la misteriosa Voluntad de Al-láh, y serán despertados en la plenitud del Amor Divino, que aparecerá ante su visión espiritual como vastos jardines y fluyentes ríos compuestos puramente de luz proveniente de la Fuente de la Luz. En este Día del Despertar, la Fuente Última exaltará a Mi amado Mujámmad y a aquellos que han testificado la verdad de su Naturaleza Profética. La luz del alma de estos compañeros espirituales de Mi noble Profeta los guiará sin error mientras corren en éxtasis hacia las profundidades de la Fuente del Amor. Esta luz de la Fuente de la Luz brillará a través del lado derecho de su ser, indicando profunda pureza de corazón. En tanto que avanzan, ellos estarán inmersos en oración, suplicando interiormente: “Preciadísimo Al-láh, por favor continúa refinando y exaltando la luz de nuestras almas, perdonando todo acto o intención egoísta a lo largo de nuestra vida, pues sólo Tú, la Fuente del Poder, tienes el poder de purificarnos totalmente.” El reino de la Realidad (Meditación sobre el Sagrado Corán 67:1-4) 127 Al-láh el Más Alto es la fuente infinita de bendiciones y Su abrazo de Poder y Amor constituye el Reino entero de la Realidad. La Única Fuente detrás de todos los hechos y seres proyecta este vasto drama de vida y muerte como educación para las almas, quienes aprenden a expresar los bellos Atributos de Al-láh a través de la contemplación y acción dentro del reino de la temporalidad. Al-láh el Más Alto es Poder imponente así como tierna Misericordia y absoluto Perdón. Los planos ascendentes del Ser y los niveles de conciencia, son las reflexiones luminosas del Poder Divino entretejidas en armonía con la Compasión Divina, para crear el ámbito perfecto para el entrenamiento de las almas. Aquellos cuyo ser está orientado por completo hacia la Fuente y Meta del Ser no perciben la menor imperfección o injusticia en el reino ilimitado del Todo Misericordioso. Mira profundamente en esta radiante creación de reinos y planos, Mi amado. ¿Puedes observar en alguna parte la más leve fragmentación o desarmonía? Contempla este Reino de Realidad una y otra vez. La mirada de tu comprensión espiritual, que retornando a ti rendida y encandilada, vendrá después a descansar en la Fuente de la Perfección. La sagrada pluma (Meditación sobre el Sagrado Corán 68:1-6) Mi amado Mujámmad, el instrumento del Intelecto Universal, la Luz Primera que irradia la Fuente de la Luz eternamente, ahora inscribe este Corán Viviente con místicas sílabas sobre las claras páginas de tu conciencia terrenal. Mi noble Mensajero, tú eres la Sagrada Pluma, y no puedes ser usado como canal por ninguna fuerza etérea o astral. Tuyo es el tesoro completo del Conocimiento y el Amor. La Luz de la Revelación que desciende a través de ti es el ilimitado resplandor del Poder y la Sabiduría que fluyen sólo desde la Fuente Última. La humanidad comprenderá tu exaltada estación espiritual con claridad siempre creciente, y aquellos que consideran que has sido engañado, o que estás loco, o incluso poseído, finalmente descubrirán que su propia negación del Amor Divino es la verdadera demencia. La vena central (Meditación sobre el Sagrado Corán 69:38-61) Mi amado, jura a tu gente por todo lo que pueden ver y por las interminables dimensiones que son invisibles a ellos, que este Corán Radiante y Resonante se pronuncia a través de un auténtico Mensajero de Al-láh. Mi Corán Viviente nunca podría ser el discurso elocuente de un poeta —palabras que únicamente expresaran poder y belleza humanos—, aunque las personas de capacidad espiritual reducida creerán que este Libro de Verdad es sólo poesía. Mi Glorioso Corán aún menos podría ser el discurso de un chamán, que manipula fuerzas elementales y etéreas, aunque las personas de visión espiritual limitada 128 no apreciarán esta diferencia. Por favor asegura a la humanidad que el Sagrado Corán desciende directamente como clara Revelación desde la Fuente y Destino Último del Universo. Mis queridos seres humanos, si el bendito y noble Profeta Mujámmad simplemente inventara de su propia mente palabras que después atribuyera a Al-láh el Más Alto, la Fuente del Poder lo agarraría de la mano derecha y abriría la vena central de su cuerpo. Ni siquiera los amantes y compañeros más leales podrían entonces impedir que su valiosa sangre fluyera. Sepan con completa convicción y certeza que el Sagrado Corán es un auténtico recordatorio pronunciado directamente por Al-láh el Más Alto para aquellos que se vuelven con pureza de corazón sólo hacia su propia Fuente Verdadera. Al-láh está totalmente consciente de que ciertos seres humanos rechazarán Su Recordatorio y que aquellos que niegan la Fuente del Amor crearán para sí mismos un intenso sufrimiento. El único interés y la única tarea verdadera para aquellos que aceptan este Recordatorio Divino es vivir vidas de oración y alabar los hermosos Nombres de Al-láh, Quien es Gloria ilimitada y absoluta Trascendencia. Escaleras de luz (Meditación sobre el Sagrado Corán 70:1-7) En el Día de la Verdad, aquellos que han vivido en la negación del Amor se encontrarán con la pavorosa Purificación Divina, sin ninguna vía de evasión. Toda la creación se pregunta cuándo amanecerá el Día místico, y esta pregunta universal asciende, desde incontables mentes y corazones, a través de escaleras de luz hacia la Fuente y el Meta del Ser. Los Ángeles y los Arcángeles, haciendo uso pleno de su poder celestial, pueden subir estas escaleras hacia la Fuente durante un día celestial, que equivale a cincuenta mil años de tiempo terrenal. Mis queridos seres humanos, no se imaginen que podrán saber durante su periodo de vida en la tierra cuándo llegará el Día Final. En cambio, despierten a la profunda paciencia interior que se vuelve por completo hacia la Fuente Siempre Presente y que simplemente espera. El sabor de este regalo de perfecta paciencia desde Al-láh el Más Misericordioso, será tan dulce que ustedes no desearán ninguna experiencia espiritual más allá de esta sola y pura paciencia. La mayoría de los seres humanos percibe el fin del tiempo como algo lejano, pero la Fuente Siempre Presente sabe, por encima del tiempo y la eternidad, que el Día eterno está cerca de toda vida con la más íntima cercanía. Enseñanzas del Profeta Noé (Meditación sobre el Sagrado Corán 71:5-20) 129 Mi amado Noé se volvió hacia la Fuente Última y oró: “Preciadísimo Al-láh, al seguir sólo Tu Guía, le he recordado a mi pueblo día y noche que se dirija hacia la Fuente Siempre Presente con todo su ser; pero el poder de este llamado persistente los ha asustado, y ellos huyen de la Verdad Viviente. Siempre que los invito a aceptar el dulce perdón que fluye desde la Fuente del Amor, ellos cubren sus oídos, cubren sus cabezas con sus túnicas, como si buscaran protección contra la luz del sol, y de manera descuidada se abandonan a formas de pensar y actuar habituales y mundanas. “Yo me dirijo a ellos abiertamente en lugares públicos y también converso con ellos en secreto en la privacidad de sus hogares. Exaltadísimo Al-láh, esta es la forma en que le transmito la enseñanza a mi gente desde la Fuente de la Sabiduría: ‘Queridos amigos, ustedes sólo necesitan volverse conscientemente hacia la Fuente del Amor para que el absoluto Perdón de Al-láh el Altísimo se derrame en ustedes, y transforme su existencia entera. La Fuente de la Vida derramará luego abundantes bendiciones sobre ustedes, haciendo que sus vidas den fruto en todo sentido. Tendrán lluvias para su tierra, riqueza e hijos para su familia, y su experiencia de gozo y satisfacción eternos será como vivir en verdes jardines al lado de ríos cristalinos. ¿Cómo pueden fallar al reconocer y confiar implícitamente en la bondad de este maravilloso Poder Divino, Que los trae a la existencia desde el vientre de su madre y los guía a través de tantas intrincadas etapas de desarrollo? “‘Por favor traten de apreciar cómo la Fuente del Poder emana las siete esferas celestiales del Ser, cada una contenida y abarcada por otra más sutil, poniendo en el espacio universal, detrás de estos cielos, al sol y la luna como luz para sus ojos físicos. Según Al-láh el Altísimo evoluciona el vehículo para su alma eterna a partir de sustancias de la tierra, así este cuerpo físico se disolverá nuevamente en la tierra, para que el cuerpo espiritual pueda surgir una vez más de la Fuente de la Luz en un plano de manifestación más elevado. Pueblo mío, esta vasta tierra es una rica alfombra de oración que Al-láh el Más Misericordioso ha desplegado para ustedes. Todo valle, sea amplio o estrecho, ha sido moldeado por la Fuente del Poder como un lugar de morada o un camino para los seres conscientes.’” Destino (Meditación sobre el Sagrado Corán 72:25-28) Mi noble Mensajero, cuando te pregunten cuándo llegará el Día de la Verdad, por favor ofrece esta profunda enseñanza espiritual: “Amigos míos, no sé si el Día sin fin y sin tiempo, prometido por mi más preciado Al-láh llegará en unos momentos, o si la Fuente del Poder y el Amor prolongará el curso de la temporalidad por siglos. Como Conciencia abarcadora, sólo Al-láh percibe el invisible e inconcebible destino de todo ser, y el destino de toda la creación. Este conocimiento del destino, que pertenece sólo a la Fuente Siempre Presente, no puede ser revelado a ninguna conciencia limitada. Sólo los 130 mensajeros elegidos a los que Al-láh el Más Misericordioso ha vuelto completamente hacia la Fuente del Amor, y que son el deleite del Corazón Divino, pueden recibir varios grados de esta Conciencia Divina panorámica. Incluso, la Fuente de la Sabiduría envía seres angélicos a cuidar de estos mensajeros, ayudándolos a transmitir con perfecta precisión sus mensajes sutiles provenientes de la Fuente de la Verdad. Sólo la Presencia Divina inspira, guía, y lleva a cabo todo pensamiento y todo movimiento de estos siervos de la Verdad Viviente totalmente entregados. Al-láh el Más Alto ya ha registrado cuidadosamente todo ser y evento que ocurrirán a través del tiempo.” Vigilia (Meditación sobre el Sagrado Corán 73:1-14) Mi amado Mujámmad, por favor instruye a aquellos que experimentan una verdadera añoranza espiritual a cubrir sus cabezas con sus mantos y meditar en vigilia solitaria durante la noche, reservando sólo unas pocas horas para un sueño ligero. Para contrarrestar la somnolencia, Mi Corán Resonante debiera ser cantado con claridad, con intensa conciencia de su significado interior. Cuando esta práctica de meditación se haga con fe, la Fuente de la Luz brillará dentro del alma del contemplativo, a través de las Palabras Divinas de Mi Corán Radiante, como niveles de significado espiritual progresivamente más ricos y sublimes. Esta práctica de despertar para la meditación durante la pacífica hora de la media noche, intensifica tanto la oración en voz alta como la alabanza en silencio. Uno debe volver a dormir durante las horas anteriores al amanecer, ya que las responsabilidades diarias son largas y exigentes. Aún así, durante el día, el contemplativo repite con cada aliento, suavemente o en silencio, los hermosos Nombres de la Fuente Suprema, y dedica conscientemente, con profunda devoción, todo pensamiento y acto sólo a Al-láh. Al-láh el Altísimo siempre la misma Fuente Siempre Presente, ya sea en las regiones más lejanas del Este o del Oeste, pues sólo puede haber una sola Fuente Última. Por lo tanto, alienta a la humanidad a volverse en busca de protección sólo hacia la Fuente del Poder. Y soporta con paciencia cualquier palabra cruel o necia dicha como respuesta a Mi Mensaje, apartándote de esa gente con dignidad y amabilidad. Sólo Al-láh puede purificar a los que, intoxicados por los placeres egoístas, rechazan con vehemencia tu consejo de volver sus vidas hacia la Fuente del Amor. A estas almas, cuyos placeres superficiales pueden continuar por unos pocos años más, les espera al final la imponente Purificación Divina. Al sumergirse en el sueño de la muerte, ellas soñarán con imágenes provenientes de su propia negación del Amor. Su penosísima experiencia de huesos ardientes y comida que se quema, reflejará la negatividad que estas almas infligieron en otros durante su existencia terrenal. Estos sueños terribles de purificación, ordenados por Al-láh el Más Misericordioso, comenzarán en el momento preciso de la muerte física, cuando el paisaje completo de su 131 conciencia se sacuda, mientras estas almas que han vivido en la negación del Amor traten desesperadamente de trepar montañas empinadas que se han convertido en arena movediza. Remembranza constante (Meditación sobre el Sagrado Corán 74:49-56) ¿Qué extraña obsesión asedia a los seres humanos, Mi amado, haciendo que se aparten del claro recordatorio que tú traes, tan asustados que parecen burros salvajes huyendo de un león de montaña? Estos miedosos se disculpan por apartarse, quejándose de que el Sagrado Corán no se manifestó milagrosamente, que no estaba escrito de antemano sobre pergaminos celestiales. Dichos hipócritas de hecho no sienten un genuino respeto por Al-láh el Más Alto, y dejan por completo de percibir la portentosa implicación del Día de la Verdad que se aproxima. No hagas que esta gente te preocupe. Este Glorioso Corán es un recordatorio para aquellos que pueden responder intuitiva y espontáneamente, y ellos serán elevados en continua comunión con su propia Fuente Verdadera. Nadie puede alcanzar la elevada estación espiritual de remembranza constante, a menos que ésta sea conferida como un puro Regalo Divino proveniente de la siempre fluyente fuente de Poder magnífico y tierna Misericordia. Más cerca que cerca (Meditación sobre el Sagrado Corán 75:34-40) El Día eterno de la Fuente Siempre Presente está más cerca del ser humano de lo que cualquiera puede concebir — más cerca que cerca, y aún más cerca que eso—. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Realmente la gente se imagina que las almas están lejos de Al-láh el Altísimo, dejadas por la Misericordia Divina deambulando sin meta alguna? El valioso cuerpo humano emerge cuando una mera gota de potencia es recibida por un fértil receptáculo de sangre. Después, por el misterioso permiso de Al-láh, ésta evoluciona intrincadamente, asumiendo forma masculina o femenina. Los dos géneros y su unión existen para reflejar los Atributos Divinos de Completud y Armonía. Al percibir la maravillosa creación del cuerpo material ¿cómo puede la inteligencia de la humanidad dudar que la Fuente del Poder pueda recrear a los seres humanos después de la muerte en planos de existencia inmateriales? 132 Alcanfor y jengibre (Meditación sobre el Sagrado Corán 76: 2-22 ) La Fuente de la Vida que ahora está hablando, hace que cada ser humano evolucione de una sola gota. Este nacimiento y vida son, desde el principio, una prueba y una enseñanza para el alma. La Fuente del Poder diseña al ser humano para que oiga sensiblemente y perciba con claridad. La Fuente del Amor guía a la humanidad hacia el Camino Directo que retorna a la Única Fuente, sin importar si persona alguna se sienta o no agradecida por esta valiosísima guía. La Fuente de la Sabiduría prepara el sueño de la muerte para aquellos que han vivido en la negación del Amor, para que sean purificados por los terribles sueños del Infierno en los que el Esplendor de Al-láh aparece como un fuego ardiente al que ellos están estrechamente atados. Los amantes del Amor despiertan instantáneamente de la muerte y reconocen la verdadera naturaleza del resplandor Divino; el cual experimentan como el luminoso y siempre fluyente manantial de plenitud, en que los devotos siervos de Al-láh el Altísimo, llenan sus copas de oración de cristal y plata con la bebida del Amor Divino, siendo su delicado sabor tan curativo y suavizante como el alcanfor. Durante sus recorridos terrenales, estos siervos del Amor cumplen sus sagrados votos con valentía, y meditan constantemente sobre el Día Último que se aproxima a ellos. Estos humildes siervos, movidos puramente por amor hacia la Fuente del Amor, dan alimento y otras provisiones a los pobres, a los huérfanos y a los prisioneros. A estos recipientes de la Generosidad de Al-láh, Mis verdaderos siervos les dicen: “Nosotros les traemos estos regalos espontáneamente, anhelando sólo contemplar el Rostro del Amor. No es necesario que nos ofrezcan algo a cambio, tampoco que se muestren agradecidos con nosotros. Hemos sido inspirados a dar, a través de nuestra constante contemplación de la Misericordia Universal de Al-láh.” A través de esta vida de servicio, la Fuente del Amor purifica a los amantes del Amor, transformándolos en hermosos seres, radiantes y dulces, que nunca necesitarán de las terribles formas de Purificación Divina. Por sus vidas terrenales pacientes y dedicadas, estos devotos siervos son premiados con el completo tesoro del Amor, que experimentan como jardines de paz y Gracia, y como ropajes de seda de Gracia. Reclinados en tronos de incesante contemplación, ellos ya no son quemados por el implacable sol y el frío penetrante de la pasión y depresión terrenales, ellos residen en una frescura tan grata como la sombra en primavera; los frutos de sabiduría sagrada hacen doblar las ramas que los rodean, como si los árboles mismos del Paraíso se inclinaran humildemente ante Al-láh. Estos amantes del Amor, comparten entre ellos todos los niveles de experiencia espiritual bebiendo juntos de variados recipientes místicos —algunos de plata, otros de cristal, y algunos más que combinan en armoniosa medida la plata del Amor Divino y el cristal de la Paz Divina. En el jardín trascendente de la realización, Mis amantes reciben la bebida de la iluminación de la fuente primordial, cuyo nombre místico es Por Siempre Buscando, y 133 cuyo dulce sabor abrasa intensamente como el jengibre. Allí, los Atributos de Al-láh el Más Alto, se manifiestan a Mis amantes como jóvenes eternos tan hermosos que, al ser contemplados, sus formas desaparecen y se convierten en brillantes perlas esparcidas por todas partes. Al contemplar estas luminosas perlas, Mis perfectos amantes son elevados al estado exaltado del Propio Deleite de Al-láh. Aquellos de Mis amantes que alcanzan esta supremamente elevada realización, están vestidos con las túnicas de seda de Mi Presencia constante, que irradia la Luz de la Sabiduría. Estas túnicas de paz color verde obscuro, están bordadas con el brocado dorado del éxtasis. Mis amantes verdaderamente desinteresados, de rostros luminosos, lucen los brillantes brazaletes de incesante oración y, su preciado Al-láh, les ofrece directamente la bebida más sublime de todas, el vino místico de la unión, colocando estas Palabras Divinas dentro de sus corazones: “Contemplen todo esto, que no es otra cosa que Mi amor intenso y Mi completa aceptación de sus intenciones espirituales más elevadas.” El momento de la iluminación (Meditación sobre el Sagrado Corán 77:8-15) Cuando de pronto el tiempo desaparezca, en el momento eterno de la iluminación, el brillo de las órbitas celestiales será extinguido por el claro Esplendor Divino, y el universo será abierto en dos y disuelto en luz transparente. Esta completa revelación de la Fuente de la Luz barrerá —como si fueran partículas de polvo— las montañas primordiales, las estructuras cósmicas sobre las que este plano terrenal descansa con tanta seguridad. Esta experiencia última de trascender el tiempo le llega inevitablemente a cada alma, como lo ha confirmado la Voz de la Verdad a través de Mis nobles Mensajeros. El Día prometido no puede atrasarse. ¿Qué pueden enseñar con profundidad las palabras y conceptos humanos acerca de este Día de Decisión, de este amanecer de completa sumisión consciente, de esta fusión del Ser con la Fuente del Ser? Mi amado Mujámmad, recuérdale a la humanidad, con claridad y compasión, que aquellos que no viven en constante espera del Día místico, viendo esta enseñanza como un mito o un producto de la imaginación, se decepcionarán profundamente cuando el Último Día, de hecho llegue, y ellos no estén preparados espiritualmente. Jardines espirituales (Meditación sobre el Sagrado Corán 78:6-16) 134 ¿La Fuente del Amor que ahora habla, no ha preparado con tierno cuidado la vasta extensión de esta tierra como una morada para los seres vivos? ¿La Fuente del Poder no ha anclado este espacioso y fértil reino con montañas gigantescas? La Fuente de la Vida hace que los seres vivientes evolucionen en pares equilibrados, macho y hembra, para que expresen la Completud Divina. La Fuente de la Sabiduría diseña el sueño refrescante en la obscuridad de la noche, el fresco ropaje para el cuerpo y la mente, así como la acción estimulante durante el brillo del día. De la Fuente del Ser emanan como esferas inmateriales siete planos de existencia por sobre este plano planetario, y ha generado, en el espacio físico debajo de estos reinos celestiales, la resplandeciente lámpara del sol como luz para los ojos externos. Mi amado, pregunta categóricamente a tu gente: “¿Alguna vez la Fuente de la Abundancia falla en enviar al planeta y al alma humana cascadas de lluvia dadora de vida? ¿No es ésta la razón por la que la vasta variedad de granos, frutos y plantas, brotan, y la razón por la que los jardines espirituales de belleza incomparable están floreciendo interiormente?” El llamado a la transformación (Meditación sobre el Sagrado Corán 79:6-14) En el Día misterioso, cuando el tiempo llegue a su fin, todo Ser manifiesto temblará con el primer trueno de la Resonancia Divina que paralizará por completo al mundo. La segunda ola de sonido sagrado que inunde por completo el universo, será el Llamado al Despertar. En ese instante sin tiempo, todo corazón humano que alguna vez haya pulsado con vida volverá a despertar de su sueño espiritual; y todos los ojos humanos que alguna vez hayan contemplado la luz del sol, al contemplar ahora el avasallador Resplandor de Al-láh, se tornarán humildes. Mirando con sorpresa sus cuerpos espirituales luminosos, algunas almas despiertas exclamarán: “Exaltadísimo Al-láh, ¿puede ser verdad que estemos siendo vueltas a la forma humana, a pesar que nuestros huesos mismos se han vuelto polvo viejo?” Sorprendidas y confundidas por esta resurrección espiritual, algunas almas desorientadas clamarán: “Exaltadísimo Al-láh, ¡por favor no me regreses a mi cuerpo humano limitado!” Pero el Llamado a la Transformación es irresistible, y este pavor momentáneo desaparecerá cuando cada alma se dé cuenta que su cuerpo espiritual es perfecto, ilimitado y sagrado. Entonces, el alma habrá despertado verdaderamente al Resplandor de Al-láh el Altísimo. Alimento (Meditación sobre el Sagrado Corán 80:24-32) 135 Mi amado Mujámmad, por favor pide a la humanidad que contemple el modo en que los seres son alimentados con los frutos de la tierra como una parábola viviente de cómo las almas son sostenidas por Al-láh el Altísimo. La Fuente de la Vida derrama abundante lluvia sobre el reino planetario, moldeado y hecho fértil por la Fuente del Poder. Una vasta profusión de crecimiento natural brota de todo tipo de suelo: campos de semillas, viñedos y plantas más tiernas, olivos en las laderas de las montañas, y palmeras de dátiles en el desierto. Como una intensa bendición de la Fuente del Amor, los seres humanos cultivan irrigados jardines poblados de árboles que dan sombra, y huertos de dulces frutos. Por el Poder y Permiso de Al-láh, el oasis de la existencia humana está rodeado de ricas praderas, verdes extensiones donde los animales pastan y el ojo se conforta. Emisario de luz (Meditación sobre el Sagrado Corán 81:22-29) Queridos míos, su amoroso amigo y santo compañero, Mi devoto siervo Mujámmad, no está poseído por un espíritu errante que habla a través de él. Más bien, se encontró con el supremamente exaltado Arcángel de Al-láh, quien se acercó a él con brillante claridad desde el horizonte de la creación. Mi noble Mensajero recibió a través de este emisario de luz la culminación de la Revelación Divina. El Profeta Mujámmad definitivamente no es una persona engañada por la arrogancia que reclama conocimiento personal acerca del destino, el saber sublime que pertenece sólo a Al-láh. Mi querida humanidad, corona de Mi Creación, el Corán Viviente no es un comunicado de un alma que ha partido, o de un ser etéreo en rebelión contra la Fuente del Ser. Por tanto, escuchen con profunda confianza y reverencia estas Palabras de Verdad, y consideren con cuidado dónde los está llevando su modo de vida autocentrado. El Glorioso Corán es un poderoso recordatorio de la Presencia Divina, ofrecido por Al-láh el Más Misericordioso a toda la creación, y en particular, a aquellas almas que anhelan retornar directamente a la Fuente del Amor. Pero tan valiosa añoranza espiritual no puede aflorar en el corazón de persona alguna, excepto a través de la Voluntad de Al-láh el Más Alto, Quien abriga y es sostenedor de todos los mundos. Protectores angélicos (Meditación sobre el Sagrado Corán 82:6-12) Querida humanidad, ¿qué ha velado a los ojos de su entendimiento la generosidad ilimitada de Al-láh el Altísimo? La Fuente del Poder lo emanan eternamente como almas, y los crea temporalmente como criaturas vivientes, evolucionadas de forma sutil para expresar perfecta armonía. La Fuente del Amor compone sus seres como formas puras de 136 Su Propio Amor. Aún así, de algún modo desprecian los regalos sublimes que han recibido, e ignoran también el cercano Día de la Verdad al descartar la advertencia de Mi Sagrado Corán, como si fuera un mito o producto de la imaginación. Ustedes deben saber con absoluta certeza que por sobre su ser consciente, los protectores angélicos contemplan, nobles e imperturbables, como si fuesen estrellas sobre la tierra. En las páginas de luz del libro invisible de sus vidas, que se hará visible en el Día de la Verdad, estos seres celestiales registran todos sus actos y reacciones. Incluso Ellos, incluso perciben y transcriben con perfecta claridad sus motivaciones más secretas. Deshonestidad (Meditación sobre el Sagrado Corán 83:1-6) Cualquier forma de deshonestidad interior o exterior genera una severa distorsión de corazón y mente. Estarán muy apenadas aquellas personas que toman para sí el pago total que se les da, pero retornan menos de lo que sería un pago y servicio honestos a los demás. ¿N o se dan cuenta esos seres humanos, que se defraudan a sí mismos y a los demás de incontables formas, que serán despertados en el imponente Día de los Días, cuando todas las almas están desnudas y transparentes ante la Fuente misma de la Luz y la Verdad? Luna llena (Meditación sobre el Sagrado Corán 84:16-19) Mi amado Mujámmad, la Fuente de la Sabiduría que ahora está hablando a través de ti, promete a las almas que progresarán y ascenderán a través de reinos y niveles de experiencia espiritual, mientras el radiante crepúsculo del conocimiento humano desaparece en la rica y envolvente negrura, la noche del retorno al hogar dentro del Divino Misterio. Entonces la luna llena de la Verdad irrumpirá desde atrás de la montaña mística. La iluminación oculta del Sagrado Corán (Meditación sobre el Sagrado Corán 85:17-22) Mi amado Mujámmad, ¿ la Fuente Última no ha transmitido a través de ti la historia del Faraón y de Zammud, cuyos vastos ejércitos fueron diezmados por Mi Poder Divino? Al pasar por alto estas enseñanzas perfectamente claras, aquellos entre tu gente que niegan la Fuente de la Sabiduría, siguen luchando neciamente contra Mi Glorioso Corán, afirmando que esta culminación y depósito de toda la revelación Divina que ha 137 descendido a través del tiempo, es un mero producto de la imaginación humana. Si estas personas simplemente dieran la vuelta, sabrían que la Fuente del Poder está detrás de ellos, y que los abarca desde toda dirección y dimensión del Ser. Mi noble Mensajero, estas Palabras de Verdad que llevas para toda la humanidad son, de hecho, el Libro de la Luz, el Corán Radiante; pero su iluminación permanece sutilmente oculta y bien resguardada de la visión mundana. Lucero del alba (Meditación sobre el Sagrado Corán 86:1-4) En el espacio universal debajo de los siete cielos, antes de la primera luz del amanecer, brilla el lucero del alba. Para asir el secreto espiritual revelado por esta estrella, por favor consideren su penetrante claridad, que atraviesa todo nivel de la mente y de los sentidos. Así, sobre cada alma en la tierra brilla un ser angélico perfectamente puro, cuya clara luz penetra todos los velos y es designado por Al-láh el Altísimo como testigo de cada pensamiento y cada acto. Lluvia primaveral (Meditación sobre el Sagrado Corán 86:11-14) Este Corán Luminoso y Viviente, tan constante en sus pautas como el movimiento de las constelaciones, es como la abundante lluvia que retorna cada primavera haciendo que en el terreno fértil del corazón humano irrumpa nuevamente el verdor. Estas Palabras de Verdad llevan todo el poder de la Revelación Divina; no son simple juego de la imaginación creativa. Entrenamiento para el alma (Meditación sobre el Sagrado Corán 87:14-19) Después de hacer la ablución con humildad repitiendo el Majestuoso Nombre de Al-láh el Altísimo, la persona que se sumerge de todo corazón en la oración, ciertamente descubrirá el tesoro del Amor. Pero los seres humanos no pueden aceptar con facilidad la sencillez de este camino sagrado, prefiriendo en vez deambular a través de las complejas distracciones y ambiciones de la existencia mundana. La vida terrenal es un período austero de entrenamiento, una valiosa preparación para la experiencia permanente del alma, la Bienaventuranza y Resplandor de Al-láh llamado 138 Paraíso. Este conocimiento fundamental reluce en todas las antiguas escrituras y es revelada con iluminadora claridad en el noble linaje profético de Mi amado Abraham y Mi amado Moisés. El estado despierto (Meditación sobre el Sagrado Corán 88:1-15) Cuando amanece el Día de la Iluminación el alma, expresada como cuerpo luminoso con el rostro de su ser difundido con sereno gozo, despierta en el supremo jardín de la Presencia Divina abrumada por comprender al fin el significado pleno de su propio compromiso espiritual. En este estado perfectamente despierto llamado Paraíso, la sublime Resonancia de Al-láh se experimenta continuamente dentro del alma como una fuente burbujeante, sin el menor distractor sonido del pensamiento o la conversación mundanas. El alma encuentra allí, aguardando, el agraciado cáliz de oración incesante, la suave almohada y la alfombra de seda de la silenciosa meditación, y el majestuoso trono de la unión mística. El empinado ascenso (Meditación sobre el Sagrado Corán 90: 8-17) ¿La Fuente Última no ha diseñado el ser humano como el instrumento más sublime? La Fuente del Poder desarrolla los ojos humanos, para que perciban y aprecien la Belleza Divina reflejada en la creación, y la lengua y los labios humanos para alabar la Fuente de la Creación. La Fuente de la Sabiduría habilita a cada alma para distinguir el camino del olvido del camino de la remembranza constante de Al-láh el Más Alto. Sin embargo, los seres humanos, aún teniendo estos sagrados regalos, rehúsan llevar a cabo el empinado ascenso de la verdadera práctica espiritual, que es la contemplación plena de oración expresada a través de la acción compasiva. ¿Quiénes son aquellos que hacen este ascenso, amado Mío? Ellos son los misericordiosos que liberan quienquiera que esté esclavizado y alimentan a cualquiera que esté hambriento aún cuando ellos mismos no tienten suficiente para comer. Estos son los amantes que se han vuelto verdaderamente hacia la Fuente del Amor, quienes expresando paciencia y ternura en todo momento, animan constantemente a la humanidad a permanecer comprometida con el modo santo de vida. Mi amado Mujámmad, estos son tus compañeros íntimos. Vuelta a casa (Meditación sobre el Sagrado Corán 89:27-30) 139 Estas son las inefablemente dulces Palabras Divinas escuchadas por el alma de Amor, en su retorno al hogar dentro de la Fuente del Amor: “Mi amada alma, habiendo despertado por fin en Mi Paz, puedes ahora retornar completa y conscientemente a tu propia Fuente Original. Así como la vuelta a casa te llena de un gozo inexpresable, también colma de gozo a Al-láh el Más Alto. Por favor, entra ahora, en compañerismo eterno con mis más devotos siervos del Amor, y experimenta la unión perfecta con el Amor, que es Mi más elevado Paraíso.” La armonía del alma (Meditación sobre el Sagrado Corán 91:1-10) Contemplen este drama del Ser manifiesto que irradia desde la Fuente del Ser, como el arrollador brillo del sol. También contemplen la luz sutil de la Revelación como una semejanza los frescos y delicados rayos de luz de luna. El brillo dinámico de la creación es desplegado por Al-láh el Altísimo durante el día del conocimiento humano, pero permanece velado durante la noche luminosa y pacífica del Misterio Divino. Contemplen la gigantesca cúpula de estrellas, y mediten sobre la Fuente del Poder Que moldea el cosmos con tal intrincada belleza. Visualicen el vasto espacio de tierra viva, cuidadosamente preparada por la Fuente de la Vida, para que dé frutos en abundancia. Y sobre todo, contemplen la sublime armonía del alma, iluminada por la Fuente del Amor para que discrimine claramente entre la mera intoxicación sensual o intelectual, y el camino del verdadero éxtasis espiritual. Aquellos que retiren los velos de sus almas con la práctica del modo santo de vida encontrarán el tesoro incomparable del Amor. Pero aquellos que permitan que su conciencia se intoxique con placer limitado y egocéntrico no podrán descubrir el tesoro ilimitado. El tesoro del amor (Meditación sobre el Sagrado Corán 92:14-21) La Fuente de la Sabiduría ha místicamente enseñado a la humanidad, que Resplandor mismo de Al-láh el Altísimo es experimentado por las almas que se han infectado e impregnado de negatividad, como el fuego del Infierno. Aquellos que consideran que las Palabras de Verdad que descienden eternamente a través de Mis nobles Profetas son imaginaciones o incluso mentiras, deben pasar por esta visión del Infierno terriblemente purificadora. Aquellos que rechazan con vehemencia la existencia de la Fuente Última, están dando la espalda a la Fuente del Ser y, por tanto, están negando el Fundamento mismo del propio ser. En cambio, las almas que abrigan un temor reverente hacia Al-láh el Más Alto y hacia Su Revelación, no caerán en el delirio del Fuego del Infierno al entrar en el sueño de la muerte. Ellas ya están purificadas al haber vivido el modo santo de vida 140 con perfecta confianza y cuidado, dando desinteresadamente de su propia riqueza a aquellos en necesidad, y nunca haciendo favores o siendo amables con quien sea motivados por obtener recompensa o ganancia personal. Estas son las almas que buscan sólo volverse hacia la Fuente del Amor y deleitar el Corazón Divino. Ciertamente, estas almas recibirán el completo tesoro de Su Amor. Testigo auténtico (Meditación sobre el Sagrado Corán 93:6-11) Mi amado Mujámmad, por favor lleva este Mensaje Divino en tu ser para el ser mismo de la humanidad: “Mis eternas almas humanas, ¿acaso la Fuente del Amor no las encontró viviendo en el tiempo como huérfanas, separadas del Amor, y las retornó a la comunión con el Amor? ¿Acaso la Fuente de la Sabiduría no las encontró perdidas, en un exilio auto-impuesto, errando lejos de la Verdad Viviente, y les ofreció la claridad de la guía verdadera? ¿Acaso la Fuente de la Vida no las encontró desprovistas, luchando por cubrir necesidades básicas a través del ejercicio de sus propios poderes limitados, derramó Poder y Abundancia ilimitados en sus vidas? “Por tanto, Mis preciados seres humanos que anhelan volverse verdaderamente humanos, abran sus corazones completamente a los huérfanos, y derramen amorosamente su riqueza terrenal y celestial en quienquiera que esté en necesidad material o espiritual. Esta vida de acción compasiva será el auténtico testigo, para que toda la humanidad vea que ustedes han recibido conscientemente esos abundantes regalos de Al-láh el Más Misericordioso.” Dificultad y alivio (Meditación sobre el Sagrado Corán 94:1-8) Mi amado Mujámmad, ¿acaso la Fuente del Amor que ahora está hablando no abrió tu corazón secreto, expandiendo vastamente tu ser consciente y removiendo por completo de ti la carga de sufrimiento humano universal, que sobrecargaba sensible tu conciencia, como si portaras un inmenso peso sobre tus hombros? ¿Acaso la Fuente de Sabiduría no exaltó tu vida consciente en la remembranza constante de Al-láh el Altísimo? Ten por seguro que con las penalidades de la rigurosa lucha espiritual siempre viene la dulzura que fluye desde el Propio Deleite de Al-láh. Con la difícil vida de sacrificio por amor a Al-láh, viene siempre el alivio del arrobamiento trascendente. Amado Mío, siempre que estés libre, aunque sea por un instante, de la responsabilidad externa del liderazgo, continúa trabajando interiormente en oración constante y sumergiendo completamente tu ser en el Amor Divino. Sólo la oración es el propósito último de tu vida. 141 Humanidad (Meditación sobre el Sagrado Corán 95:1-8) Mi noble Mensajero, ofrece a tu gente el santuario perfecto, donde el corazón humano se convierte en la dulce higuera y la mente en el nutriente olivo; donde el alma se vuelve el sagrado monte Sinaí y la esencia secreta del alma la mística e inviolable ciudad de Mecca. La Fuente Única Que ahora habla, creó la humanidad como el más maravilloso de los recipientes espirituales, aunque también Al-láh el Más Alto les da a los seres humanos la libertad de la negación, lo que les permite degenerar en la más baja de todas las criaturas. A aquellos que, con su aliento mismo, afirman la Fuente del Amor y transforman por entero sus vidas diarias en expresiones de Amor, Al-láh el Todo Misericordioso les ofrece el eterno tesoro de Su Amor. ¿Cómo podría cualquier persona sensible a la verdad dejar de experimentar plena confianza y seguridad en el Día del Juicio? ¿Acaso no es Al-láh el Altísimo más compasivo y justo que cualquier juez terrenal imaginable? El comienzo del Corán Árabe (Meditación sobre el Sagrado Corán 96:1-5) Mi amado Mujámmad, así da comienzo el Corán Árabe que fluirá poderosamente, a lo largo del resto de tu vida, desde la Fuente del Amor y la Sabiduría. Ahora debes recitar, y enseñarle a recitar a la humanidad, estas Palabras Divinas primordiales: “Todo pensamiento y acto surgen solamente desde Al-láh el Altísimo. Éste es el Majestuoso Nombre para la Fuente y Meta del Ser, el Creador y Protector de los Mundos, el Poder sin forma que evoluciona toda forma humana a partir de un simple coágulo de sangre.” Mi bienamado, recita también con la intensidad de todo tu ser este mensaje a la humanidad desde la Fuente Última, Quien habla a través de ti: “Al-láh es el Todo Misericordioso Que enseña con la misteriosa Pluma, el Intelecto Universal, el instrumento de la Revelación que inscribe dentro del alma secreta de Mi siervo y Mensajero Corán Viviente, develando a los corazones despiertos lo que permanece oculto a los ojos del entendimiento mundano. La Noche de Poder (Meditación sobre el Sagrado Corán 97:1-5) Mi noble Mensajero, por favor enseña a la humanidad a celebrar con reverencias el primer momento en que la Fuente de la Luz comenzó a irradiar Su Luminoso Corán a través de tu ser terrenal. Este es el momento, durante tu retiro solitario en la montaña, en 142 que te sumergiste en el Misterio Divino de la Noche de Poder, y tu conciencia personal recibió por vez primera las resplandecientes Palabras de Al-láh. Es imposible concebir el verdadero significado de esta Noche de Poder que se manifiesta místicamente cada año; en algún momento del más sagrado mes de Ramadán, en el aniversario oculto de tu despertar al Radiante Corán. Entrar espiritualmente en el brillante reino de esta Noche de Noches es más poderoso que practicar intensa oración por mil meses. Durante esta Noche trascendente, por el permiso de Al-láh, seres angélicos descienden libremente en los corazones humanos en respuesta a todo anhelo lleno de oración. Dentro del insondable misterio de esta Noche, la Propia Luz de Al-láh puede ser recibida directamente por las almas que están inmersas en el éxtasis de la verdadera contemplación. La Paz perfecta de la Fuente eterna desciende completamente a la creación durante la Noche de Poder. Esta milagrosa transformación del universo en Paraíso permanece hasta el primer destello del amanecer. La religión de la Verdad (Meditación sobre el Sagrado Corán 98:1-5) Existen aquellos, incluso entre la bendita gente de la Revelación —tanto judíos como cristianos—, que dudan de la existencia de la Fuente Última que ahora está hablando. Y los practicantes de las tradiciones que adoran variados seres divinos se vuelven ciegos a la Única Fuente y Meta del Ser. Para demostrar a dichas personas de modo inequívoco la Verdad Viviente, la Fuente Siempre Presente envía, como claros signos de Al-láh el Más Alto, mensajeros humanos completamente purificados que transmiten desinteresadamente Mis Palabras Divinas, que se vuelven páginas iluminadoras de los Libros Revelados colmados de enseñanza pura y justa. Pero, después que estas sublimes páginas de Revelación son recibidas a través de Mis nobles Profetas, sus seguidores comienzan a disentir entre sí y se fragmentan en facciones religiosas. Esto es profundamente lamentable, ya que todas las naciones reciben precisamente la misma instrucción espiritual de la Fuente de la Sabiduría: “Vuélvanse directamente sólo hacia Al-láh, y hagan de su vida entera una ofrenda sinceramente dedicada a la Fuente de la Vida.” La Voz de la Verdad, llama a los seres humanos a través de la historia, a volverse por completo hacia su propia Fuente Verdadera, a sumergirse cada día de todo corazón en la oración, y a ofrecer constante ternura y ayuda a aquellos en cualquier tipo de necesidad. Esta es la única Religión de la Verdad natural al alma humana, que trasciende todas las facciones religiosas con su perfecta claridad y rectitud. Madre tierra (Meditación sobre el Sagrado Corán 99:1-8) 143 En el inconcebible Día de la Verdad, la madre tierra será sacudida por terremotos como si fuera la intensa labor de un vasto alumbramiento, y dará a luz a aquellos seres que han estado durmiendo y soñando dentro de ella. La humanidad clamará: “¿Qué le está pasando a nuestra gran madre planetaria?” En ese Día más allá del tiempo, la tierra de luz, totalmente transfigurada, mostrará todos aquellos que han estado durmiendo el sueño de la muerte dentro de ella, realizándolo con el poder otorgado por la Fuente de Poder Que está hablando ahora. En ese Día trascendente y sin tiempo, los seres humanos experimentarán la resurrección en cuerpos compuestos de luz, y les serán claramente mostrados todos los pensamientos y actos de su vida. Aquellos que hayan vivido en armonía con los principios de justicia y compasión, afirmando con su existencia misma la Fuente del Amor, recibirán el fruto espiritual preciso por sus acciones e intenciones, con una exactitud tal que registraría incluso el peso de una sola hormiga. Aquellos que hayan sido arrastrados a las diversas formas de negación del Amor recibirán la experiencia de purificación necesaria para desechar esa negación, medida con la precisión que puede sopesar incluso un átomo. Gratitud verdadera (Meditación sobre el Sagrado Corán 100:6-11) La debilidad espiritual primaria de los seres humanos, es su falta de constante y sincera gratitud dirigida sólo hacia la Fuente y el Destino del Universo. La existencia diaria de la humanidad es testimonia claramente esta ingratitud fundamental. La gente compromete grandes cantidades de energía adquiriendo y disfrutando los abundantes bienes de la vida terrenal, sin hacer ningún esfuerzo real por conocer y alabar conscientemente la Fuente de la Vida. De pronto, al final del tiempo, aquellos dormidos en la muerte despertarán, y los secretos de todo corazón y mente saldrán a la luz, iluminados por la Fuente de la Luz Que conoce con tal intimidad a toda alma. En ese Día infinito, la humanidad reconocerá su propia ingratitud extrema y, al fin, humildemente conocerá la verdadera gratitud. La balanza de la justicia (Meditación sobre el Sagrado Corán 101: 6-11) En el Día de la Verdad, aquellas almas cuya vida terrenal pese como oro en la balanza de la Justicia Divina recibirán su herencia completa de Dicha Divino. Pero las almas de aquellos cuya vida carezca de sustancia moral y espiritual no tendrán ningún peso significativo. Esas almas deben sumergirse en la purificación final más radical, que hace que el Esplendor de Al-láh sea experimentado como terrible fuego. No hay palabras que 144 expresen la angustia personal a través de la cual la escoria de la arrogancia y la negación debe ser eliminada. Verdadero gozo espiritual (Meditación sobre el Sagrado Corán 102:1-8) Mi preciada humanidad, la constante rivalidad por posesiones y poder personal los puede distraer completamente de la Fuente Siempre Presente y del modo santo de vida y oración revelado por Al-láh el Más Alto. Pero cuando el cuerpo es llevado a la tumba, toda distracción cesa, y el alma debe contemplar directamente a la consumidora Luz de la Verdad. Entonces, cada persona conocerá con perfecta claridad el significado eterno de la existencia humana. Aquellos que vislumbran el significado último de sus pensamientos y actos, cuando aún están en la tierra, llevarán vidas de intenso cuidado y amor. Aquellos que llevan vidas descuidadas y totalmente egoístas que niegan a la Fuente de la Vida deben finalmente encontrarse con el Resplandor Divino, y experimentarlo como el fuego del Infierno. Ciertamente aquí y ahora, esta Verdad revelada es indudablemente la más valiosa la posesión humana. Mi querida humanidad, al amanecer del Día Eterno se les preguntará a las almas si han experimentado sólo placer egocéntrico, o si conocen la naturaleza del verdadero gozo espiritual. Consideren profundamente cuál será su respuesta. El atardecer del mundo (Meditación sobre el Sagrado Corán 103:1-3) Este es el atardecer del mundo, cuya vida ha comenzado a descender como el sol hacia el horizonte final donde el tiempo termina. Los seres humanos son atrapados en este movimiento descendente, excepto aquellos cuyos corazones y mentes afirman constantemente la Fuente del Amor, y cuyos actos diarios expresan claramente Amor. Estos son los amigos íntimos de Al-láh el Más Alto, los que alientan a la humanidad a apreciar la Verdad Viviente, y a permanecer pacientemente dedicados al sagrado camino de incesante oración y alabanza. Apartándose (Meditación sobre el Sagrado Corán 104:1-3) Está apartándose lejos de la Fuente del Amor toda persona que critica con crueldad o dice la menor mentira sobre otra persona. Están apartándose aún más lejos de la Fuente Siempre Presente, aquellos obsesionados con la acumulación egoísta de autoridad y 145 riqueza mundanas. Ellos están atrapados en la básica ilusión de que las riquezas y el poder pueden satisfacer el anhelo natural del alma por la propia Fuente Verdadera. Autoridad mundana (Meditación sobre el Sagrado Corán 105:1-5) Por favor observen cómo, la Fuente del Poder que está hablando ahora, trata a los seres humanos arrogantes que asaltan y saquean la tierra montando elefantes de autoridad mundana. Todas las criaturas de Al-láh el Más Alto dirigen su energía instintivamente en contra de estos traicioneros, y la Fuente del Poder, dramáticamente reduce a nada sus ambiciosos planes de conquista. Ellos finalmente se convierten en meros campos de paja, cuya fecundidad original ha sido absolutamente devastada. La casa de Al-láh (Meditación sobre el Sagrado Corán 106:1-4) Mi amado Mujámmad, por favor recuerda a aquellos, a los que la Fuente del Poder ha otorgado sostén y protección durante los veranos e inviernos de sus vidas, que ofrezcan su ser mismo a la Fuente del Ser, Cuya Presencia Divina está enfocada en la tierra a través de la misteriosa negrura de la Sagrada Ka’bah, la Casa de Al-láh, el corazón secreto de la humanidad que está vacío de imágenes, conceptos y límites. Acción compasiva (Meditación sobre el Sagrado Corán 107:1-7) ¿Cómo se puede reconocer a una persona que secretamente considera que los principios del Islam son pura imaginación y que el Día de la Verdad es un mito vacío? Esta persona que ignora las necesidades de los huérfanos y no está comprometida activamente en alimentar al hambriento con nutrición terrenal y espiritual. Aquellos que hacen despliegue de piedad sin comprometer por entero sus vidas con la acción compasiva, son los que hacen las oraciones diarias como un hábito o una convención, sin verdadero temor reverencial, humildad y añoranza. Ellos son los que se están apartando interiormente de Al-láh el Altísimo. Visto que su religión es una mera pretensión, el recipiente de su ser no ha sido llenado con la activa bondad por la Fuente del Amor. Abundancia (Meditación sobre el Sagrado Corán 108:1-3) 146 Mi amado Mujámmad, la Fuente Siempre Presente ha revelado dentro de ti la fuente, que fluye eternamente, de completa abundancia espiritual. Esta es la razón por la que vives tu vida espontáneamente en oración sólo a Al-láh, ofreciendo cada aliento como alabanza consciente, y cada acto como sacrificio sagrado. Quienquiera que te odie o te rechace sin consideración, Mi amado, se está apartando de Al-láh el Más Sublime y experimentará la amarga ilusión de la desesperanza, que es la separación de la Fuente del Amor. El camino del Islam (Meditación sobre el Sagrado Corán 109:1-6) Mi noble Mensajero, responde a aquellos que decisivamente se han apartado de la Fuente y Meta del Ser: “Ustedes que niegan la Fuente del Ser y, por lo tanto, niegan el Fundamento mismo de su propio ser, no pueden venerar al Uno que yo venero; tampoco puedo yo exaltar lo que ustedes exaltan. No puedo ofrecer mi vida a las metas egocéntricas que ustedes perciben, ni pueden ustedes ofrecer sus vidas a la Meta abarcadora que yo percibo, porque se han apartado de la Fuente de Vida. Suyo es el camino de la inteligencia humana limitada, mío el camino ilimitado del Islam.” Ayuda constante (Meditación sobre el Sagrado Corán 110:1-3) Mis preciados seres humanos, cuando ustedes comienzan a experimentar conscientemente la ayuda constante que fluye desde la Fuente del Poder, se acerca la victoria en su lucha por transformarse en verdaderamente humanos. Percibirán entonces a muchos a su alrededor, entrando agradecidamente al exaltado camino del Islam, que es la renuncia y rendición de la estrecha vida individual a la ilimitada Fuente de la Vida. Este amanecer universal de gratitud, será un signo para que profundicen e intensifiquen su alabanza a la Fuente Última orando intensamente para que toda la humanidad, sin excepción, pueda recibir conscientemente, el dulce perdón que fluye libremente desde la Fuente del Amor. Una y otra vez, Al-láh el Altísimo se vuelve con misericordia hacia los seres humanos, inundando cada mente y corazón en Su Creación, con Presencia Viviente y Luz Divina. El delirio del Infierno (Meditación sobre el Sagrado Corán 111:1-5) 147 El poder personal del hombre despiadado perecerá en el momento de su muerte. Nada de la riqueza o influencia acumuladas en este mundo lo protegerá durante el viaje final de su alma. Su existencia terrenal de constante avaricia egoísta, hará que tal hombre y su esposa —que se entrega con él a la amarga negación del Amor—, se pierdan en el delirio del Infierno cuando caigan en el sueño de la muerte; él ardiendo con las llamas avivadas por sus propios conflictos terrenales; ella cargando con la leña de la ambición devoradora y la cuerda de fibra de palmera de la obsesión rodeándole el cuello. El Único (Meditación sobre el Sagrado Corán 112:1-4) Mi amado Mujámmad, por favor transmite estas únicas Palabras de Verdad como la esencia más pura del Islam: “La Realidad Una, Que se llama a Sí Misma Al-láh el Más Alto, es Unidad pacífica y armoniosa Completud. Esta Unicidad Suprema no ha sido generada por ningún poder más primordial, tampoco ningún ser, alguna vez, ha venido al Ser independiente del Único, Quien está más allá del tiempo y la eternidad, y Quien es la Única Fuente y Meta del Ser. No hay nada que iguale al Uno, y no hay nada aparte del Uno, ya que aparte de la Realidad Una, nada es.” El amanecer del amor (Meditación sobre el Sagrado Corán 113:1-5) Mi amado Mujámmad, por favor instruye e inspira a la humanidad a tomar refugio en Al-láh el Más Alto con esta poderosa oración: “Que me pierda en la Fuente del Amor Que habita en todos los corazones como el eterno amanecer del amor. Que esté protegido por Al-láh el Más Poderoso, de aquellos que se apartan de su propia Fuente Verdadera y de la obscuridad y la confusión que ellos generan. Que esté protegido por Al-láh el Más Poderoso de todas las proyecciones de energía negativa, desde los hechizos dañinos, hasta del odio amargo de aquellos que están consumidos por la envidia.” Verdadero refugio (Meditación sobre el Sagrado Corán 114:1-6) Mi amado Mujámmad, por favor enseña a las almas devotas esta poderosa afirmación espiritual: “Tomo refugio sólo en Al-láh, el Guía Supremo de la humanidad. Tomo refugio sólo en Al-láh, el Misterioso Rey de la humanidad. Tomo refugio sólo en Al-láh, la Verdadera Fuente de la humanidad.” 148 Mi noble Mensajero, presenta la preciosa vía del refugio con estas poderosas Palabras de Verdad: “Del susurro auto-engañoso de la arrogancia que distorsiona las mentes y los corazones de los seres humanos y de los seres que habitan en planos sutiles, sólo la Fuente del Amor puede proveer verdadero refugio.” 149