TEMA 8.1.- EL IMPERIO DE CARLOS V: CONFLICTOS INTERNOS. COMUNIDADES Y GERMANÍAS. ! Carlos I nace Gante en el año 1500, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, heredó grandes posesiones de sus abuelos: Isabel de Castilla: Corona de Castilla, Navarra, Canarias, plazas norteafricanas y territorios americanos. Fernando de Aragón: Corona de Aragón, Nápoles, Sicilia y Cerdeña. María de Borgoña: Países Bajos, Luxemburgo, Franco Condado y Charolais. Maximiliano I de Austria: Austria, Tirol, Carintia y Estiria (territorios de los Habsburgo) así como los derechos al título imperial. Cuando Carlos llega a España a la muerte de Fernando el Católico, en 1516, ignora la lengua, costumbres, leyes y va acompañado de una corte de extranjeros flamencos que ocuparán los puestos de la administración. A la muerte de Maximiliano convocará Cortes para votar nuevos impuestos que utilizará para su elección al imperio; en 1519 será elegido emperador y abandonará España dejando de regente a Adriano de Utrecht (futuro Papa Adriano VI). Ante esta situación las oligarquías castellanas se rebelarán contra la situación pidiendo a Carlos su vuelta a España, apartar de los cargos de la administración a los extranjeros, un mayor protagonismo de las Cortes y la reducción de impuestos y gastos y de las exportaciones de lana que perjudicaban las manufacturas textiles castellanas. A esta rebelión se la llamó la revuelta de las Comunidades de Castilla, de carácter político, los protagonistas fueron la pequeña nobleza, las capas medias y los sectores populares urbanos a cuyo frente se pusieron Juan Bravo, Francisco Maldonado y Juan de Padilla que se enfrentarán a las autoridades realistas. La revuelta estalló en Toledo y pronto se extendió a otras ciudades (Segovia, Salamanca, Madrid, Ávila, Guadalajara…). Las autoridades reales fueron depuestas y sustituidas por nuevos regidores comuneros. Los Comuneros crearon la Santa Junta en Tordesillas, un gobierno rebelde. Tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar en 1521, por las tropas realistas, todas las ciudades abandonaron el movimiento, excepto Toledo que fue finalmente dominado en 1522 donde la mujer de Juan de Padilla, María de Pacheco resistió. Los dirigentes comuneros Padilla, Bravo y Maldonado fueron ejecutados. La derrota comunera significa el reforzamiento del poder del rey. Al mismo tiempo se produjeron las llamadas Germanías, un levantamiento en Valencia y Mallorca de las hermandades (germanías: hermandades armadas organizadas por los gremios y que defendían las ciudades costeras de los ataques de piratas berberíscos) de artesanos y clases populares contra la nobleza y oligarquía urbana (grandes comerciantes), en defensa de sus derechos frente a los señores que pretendían controlar los órganos municipales. Este levantamiento era de carácter social. La rebelión se inició en Valencia en 1520 aprovechando que la nobleza había huido de la ciudad por una epidemia de peste. Los agermanants atacaron a los moriscos a los que acusaban de ser sumisos a la nobleza y a la Corona. Al final la nobleza y el ejército realista reprimió la rebelión en 1522. ! TEMA 8.2.- LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II: LA UNIDAD IBÉRICA. ! Con Felipe II la idea imperial dio paso a una monarquía restringida al marco hispano. Carlos I cedió el título Imperial y Austria a su hermano Fernando, su hijo Felipe heredó Castilla, Aragón, Navarra, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, plazas norteafricanas y territorios americanos. En adelante, dos ramas de !1 la misma dinastía gobernarán en Madrid y Viena. Felipe II decidió acabar con la corte itinerante y estableció la capital en Madrid. Sin abandonar las líneas generales de su padre en emperador, mantenimiento de la hegemonía de los Austrias en Europa y protección del catolicismo frente a protestantes y el Islam, Felipe II acentuó el carácter hispano de la monarquía, con un carácter marcadamente castellano, de donde salieron líderes, consejeros y recursos. A la vez, aumentó el autoritarismo de la monarquía pero respetó las instituciones y derechos de cada uno de sus territorios. En política interior: la rebelión de los moriscos en las Alpujarras y la traición de su Secretario Antonio Pérez que produjo problemas en Aragón. En política exterior: Contra Francia la victoria de San Quintín, la victoria de Lepanto contra los turcos, y la derrota de la Armada Invencible frente a Inglaterra. Pero lo más destacado será la unión ibérica, es decir, de España y Portugal. Fue Felipe II quien consiguió cumplir el sueño de los RR.CC. En 1578 moría sin descendencia el rey de Portugal Sebastián I. (Manuel de Portugal se casó con María hija de los RR.CC. y tuvieron dos hijos Juan III de Portugal e Isabel casada con Carlos I de España y madre de Felipe II). Felipe II, tío del fallecido y descendiente directo del rey Manuel I de Portugal por línea directa de su madre Isabel de Portugal, reclamó sus derechos al trono. Por otro lado estaba el hijo natural de un hermano de Sebastián, el prior de Crato que contaba con la ayuda de Inglaterra y Francia. Felipe II contaba con el apoyo de una parte importante de la nobleza y los grandes comerciantes portugueses a quienes favorecía la pretensión española. La unión podía traer importantes beneficios políticos y económicos. Finalmente, Felipe II decidió la ocupación de Portugal, que encargó al Duque de Alba. Las tropas castellanas llegaron a Lisboa sin encontrar resistencia. Las Cortes de Tomar (portuguesas) proclamaron rey a Felipe II en 1581 quién permaneció tres años en la capital portuguesa. La anexión se produjo respetando las leyes e instituciones del país y reservando los principales cargos a portugueses. Se creó un Consejo de Portugal y se suprimieron las aduanas con Castilla. La anexión significó la unión de dos enormes imperios. Las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia pasaron al Imperio de Felipe II. Un imperio “en donde nunca se ponía el sol”. ! ISABEL I Y FERNANDO II Isabel Manuel de Portugal Miguel María Manuel de Portugal Juan III de Portugal Juan Margarita de Austria Isabel Juana Felipe el Hermoso Catalina Enrique VIII Carlos I María Tudor María de Portugal Juan Manuel de Portugal Felipe II María Tudor Isabel de Valois ! Sebastián I de Portugal ! Ana de Austria Felipe III !2 TEMA 8.3.- EL MODELO POLÍTICO DE LOS AUSTRIAS: LA UNIÓN DE REINOS. ! Carlos I y Felipe II gobernarán sobre un conjunto de territorios con una estructura muy compleja y diversa. Al tratarse de una suma de reinos con leyes e instituciones propias los Habsburgo desarrollaron el sistema de Consejos iniciado por los RR.CC. Los Consejos tenían como función elevar informes y consultas al rey y resolver los asuntos de su competencia. Generalmente los formaban juristas y poco a poco se fue apartando a la nobleza de estos puestos. Había dos tipos de Consejos: los territoriales como el de Castilla (que estaba por encima del resto), de Aragón, de Navarra, de Flandes y Borgoña, de Italia y de Portugal. Y los temáticos como el de Estado, de Hacienda, de la Inquisición, de las órdenes militares, de Cruzada, de Guerra y de Cámara. Cada territorio mantendrá sus instituciones muy similares entre ellas: encontramos la figura del Virrey o Gobernador, que sustituye al rey en territorios no castellanos; las Cortes, siendo las de Navarra y las de Aragón de tipo pactista y se resistían al autoritarismo real; y las Chancillerías que eran Tribunales superiores de justicia, la de Valladolid y la de Granada, por debajo las Audiencias. Además el rey contaba con la figura del Secretario, al principio había uno, luego dos y Felipe II tuvo varios (Escobedo, Antonio Pérez…). Eran de la máxima confianza del monarca y hacían de intermediarios entre el Rey y los Consejos. La administración territorial. En Castilla se mantuvo la estructura heredada de los Reyes Católicos: los Corregidores, designados por la corona, tenían el control de las ciudades. En Aragón no eran designados por el rey sino que se seguía el modelo de la insaculación. La alta nobleza siguió jugando un papel muy importante, detentaba los altos cargos del ejército, de la marina y de la diplomacia, pero siempre subordinada a la corona. ! TEMA 8.4.- ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI. ! El siglo XVI fue un periodo de expansión económica y crecimiento demográfico. Sin embargo no hubo cambios en las estructuras económicas y sociales. La base de la economía siguió siendo la agricultura basada en el cereal y la vid. Siguió adquiriendo importancia la ganadería trashumante de ovejas merinas que daban importantes cantidades de lana que en vez de ser manufacturada en la España se enviaba a los Países Bajos desde donde volvía manufacturada; esto perjudicó la balanza comercial peninsular. Las actividades artesanales, debido al incremento de la población y a la apertura del mercado americano, se incrementaron. Pero con el tiempo el incremento de los precios de las materias primas, la presión fiscal y la competencia de productos extranjeros llevaron a estas actividades al declive. La banca estaba controlada por banqueros alemanes y genoveses (prestamos a la Corona). Los grandes gastos de la monarquía (guerras, etc.) dieron lugar a la creación de un enorme aparato hacendístico para la recaudación de impuestos. Se contaba con dos tipos de ingresos: impuestos directos como obtenidos por los encabezamientos (reparto de un impuesto entre varios núcleos de población en base a las cabezas o individuos de un padrón o censo del que estaban exentos los grupos privilegiados). Las tercias reales (una parte del diezmo que la Iglesia daba al estado); la bula de Cruzada, que era un donativo para la lucha contra el infiel. Los impuestos !3 indirectos: el más conocido, la alcabala, (un diez por ciento de las ventas de mercado) y el servicio de millones, (impuesto sobre el consumo de productos de primera necesidad como el vino, el aceite, etc.) La sociedad seguía siendo estamental con grupos privilegiados y grupos no privilegiados. La nobleza había perdido parte de su poder pero mantenía su poder económico gracias a las posesiones de grandes señoríos jurisdiccionales y a los mayorazgos. Ocupaban además puestos importantes en la administración y el ejército. La nobleza se dividía en varios rangos: grandes de España, títulos, nobleza de linaje y nobles de segunda categoría. La condición nobiliaria se consideró incompatible con el ejercicio de determinadas profesiones calificadas de viles: artesanal y comercial, lo que supuso su desprestigio social y ello evitó el desarrollo de un necesario comercio. El clero, también privilegiados; una burguesía poco desarrollada y la mayoría de la población de campesinos, que soportaban la carga impositiva. ! TEMA 8.5.-CULTURA Y MENTALIDADES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI. LA INQUISICIÓN. ! El siglo XVI es el siglo del Humanismo y del Renacimiento pero también lo es de la Contrarreforma, que en España tendrá una mayor fuerza. A través de los territorios italianos y flamencos llegarán a España las ideas Humanistas dando lugar a grandes personajes como Luis Vives en Filosofía, Francisco de Vitoria en Derecho, Francisco Suárez en Teología o Miguel Servet en Medicina. Unos estarán vinculados al proyecto imperial de Carlos I pero otros acabarán siendo perseguidos por sus ideas. Pero el triunfo de la Reforma en Europa cambiará la actitud ante las corrientes intelectuales. Carlos I y Felipe II se convertirán en los defensores de la ortodoxia católica y pondrán en marcha la Contrarreforma. Junto a ellos y con el fin de recuperar los principios cristianos encontraremos a Santa Teresa de Jesús o a San Juan de la Cruz, carmelitas; pero el que encabezó la defensa del catolicismo fue San Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de Jesús, que prestaron especial interés a la educación, en especial, de las élites gobernantes. En la progresiva intolerancia religiosa que se fue dando tuvo especial actuación la Inquisición. Esta institución nació en el siglo XIII en Alemania como organismo que garantizase la ortodoxia. Serán los RR.CC. quienes lo utilicen como instrumento para luchar contra las falsas conversiones (hay que tener en cuenta que los RR.CC. entendían la unidad territorial y política de España desde la perspectiva de la unidad de fe). El Santo Oficio siguió funcionando especialmente durante la Contrarreforma para mantener la pureza de la fe. Es cierto que se cometieron abusos y excesos pero no tienen nada que ver con las cifras dadas por los defensores de la Leyenda Negra ya que actualmente no son pocos los historiadores que defienden cifras de ejecuciones muy inferiores a las extendidas. Pero no todo es negativo ya que el siglo XVI es uno de los más brillantes en literatura y para la lengua castellana. Antonio de Nebrija publica su “Gramática del castellano”; surgen grandes literatos como Garcilaso de la Vega (“Epístola a Boscán), Fray Luis de León (“La perfecta casada”,”De los nombres de Cristo”), San Juan de la Cruz (“Cántico espiritual” “Noche oscura del Alma”), Santa Teresa de Jesús (“Las Moradas”), Lope de Rueda (“Los engañados”). Y como no citar una de las mayores obras anónimas de la literatura, “El lazarillo de Tormes”. En artes, Juan de Herrera con la construcción de El monasterio de El Escorial; el Greco o la escuela escultórica de Valladolid. !4