PONTIFICIO INSTITUTO "REGINA MUNDI" unido a la PONTIFICIA UNIVERSIDAD GREGORIANA LA DEVOCION AL CORAZON DE JESUS SAGRADO en Santa Vicenta María López y Vicuña Candidata Relator Rossana HUAMAN GUTIERREZ, RMIP. Francisco de Borja de MEDINA, SJ Roma, Noviembre 1993 SIGLAS Y ABREVIATURAS Ap.Ej. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Apuntes de Ejercicios Espirituales, Roma 1986. BCG-RMI Biblioteca de la Curia General de la Religiosas de María Inmaculada en Roma. Cartas d. VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Cartas, Madrid 1976. día DSp Dictionnaire de Spiritualité Ascétique et Mystique HIDALGO Isidro HIDALGO, Vida María..., inédita. m. de la Rvdma. Madre Vicenta meditación n. (nn.) número(s) Oe. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Cartas, tomo IV, pp. 420-472. ORTI María Teresa ORTI Y MUÑOZ, Vida de la Reverenda Madre Vicenta María López y Vicuña..., 2ª ed., Barcelona 1918. Otros escritos, en REDACTA María Herminia de Jesús RODRÍGUEZ DE ARMAS, Santa Vicenta María López y Vicuña redacta las Constituciones de las Religiosas de María Inmaculada..., Roma 1979. t. vol. tomo volumen INDICE SIGLAS Y ABREVIATURAS INDICE II III INTRODUCCIÓN 1 Capitulo I: VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA 4 1. Contexto histórico 4 A. Cascante 5 B. Madrid 6 C. Asociación de la Doctrina Cristiana 8 2. Ambiente religioso y espiritual 9 A. Aspectos de la espiritualidad 10 B. Vida de piedad 12 C. Proyección social de la espiritualidad 16 3. Rasgos biográficos de Santa Vicenta María López y Vicuña 19 A. Nacimiento e infancia (1847-1857) 19 B. Educación en Madrid (1857-1862) 24 C. Compromiso apostólico (1862-1875) 26 D. La fundación y los primeros pasos del Instituto (1876-1890) Capítulo II: LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y VICENTA MARIA 31 36 1. Historia de la devoción al Corazón de Jesús 36 2. El Corazón de Jesús y Vicenta María 42 A. El símbolo 42 B. El Corazón de Jesús compendio de los Ejercicios 47 a. La llaga 47 b. La Cruz 49 c. La llama 51 III 3. Aspectos de la devoción en la espiritualidad de Vicenta María 56 A. La Consagración 56 B. La Reparación 59 Capítulo III: VICENTA MARÍA APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 1. Entre sus religiosas A. Asociaciones 62 62 62 a. Apostolado de la Oración 62 b. Guardia de Honor 65 c. Triple Alianza 67 B. Medios 69 a. Mes del Sagrado Corazón de Jesús 70 b. Moradas para el tiempo de Cuaresma 71 c. Primeros viernes 73 d. Convenios y exhortaciones 76 2. Con las jóvenes 78 A. Guardia de Honor 78 B. Novena 78 C. Premios: estampas, medallas 81 CONCLUSIÓN 83 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA 85 APÉNDICE DOCUMENTAL 89 INTRODUCCION La devoción al Corazón de Jesús, tiene su fundamento bíblico en el texto de Jn. 19,37: "Mirarán al que traspasaron". Nace históricamente, en detrás de ella sigue el siglo XIII con Santa Gertrudis. Y una serie de santos, testigos de la devoción. Pero fue a Santa Margarita María, a quien, según cuenta ella misma, en una visión le muestra Jesús su corazón, iluminando el sentido profundo de la devoción: "Devolverle amor por amor y reparar las injurias que le hacen especialmente en el Sacramento del Altar" En adquiere el siglo (Revelación del 16 de Junio de 1675). XIX, la Devoción al Corazón una prodigiosa difusión: nacen congregaciones religiosas bajo nombre, ediciones de libros su de Jesús asociaciones aumentan y las espirituales con las prácticas de esta devoción. Abundan medallas, estampas, estatuas con la imagen del Sagrado Corazón. Son justamente los libros y devocionarios del tiempo los que mejor ilustran los horizontes e ideales de la devoción al Sagrado Corazón por aquella época. Sus formulaciones literarias pueden extrañar al lector actual, por su lenguaje demasiado romántico, florido o metafórico. Nuestra tarea tiene que ser necesariamente depuradora: debemos filtrar el lenguaje del tiempo, para rescatar toda la riqueza espiritual que nos ha legado esta devoción, que conserva todavía hoy toda su potencia espiritual. No pocos creyentes llegaron a la santidad por medio de 1 esta devoción. También Vicenta María López y Vicuña, la Santa que ocupa este trabajo. El tema de esta investigación lo ha inspirado, por una parte, la curiosidad personal por descubrir el verdadero alcance y significado de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Por otra, las consecuencias personales y apostólicas que esta devoción tuvo en la vida y el apostolado de Santa Vicenta María. El estudio lo realizamos, fundamentalmente, a partir de escritos los de la Santa: Apuntes de Ejercicios Espirituales, Cartas, Prácticas y costumbres, y otros. También biografías: director nos la hemos primera, espiritual, el servido, inédita, P. Isidro como complemento, escrita Hidalgo en SJ. 1904 La de dos por su segunda, escrita por su contemporánea María Teresa Orti y Muñoz, RMI. El trabajo lo dividimos en tres capítulos. El primero tiene carácter introductorio. En él presentamos una síntesis del contexto histórico y religioso-espiritual del siglo XIX español, y, un resumen de la vida de la Santa. Ceñimos nuestra investigación a los escenarios de la vida y misión de Santa Vicenta María. Este motivo nos obliga a tocar un punto, a primera vista marginal, pero que tiene capital importancia en el trabajo apostólico de la Santa. Nos referimos a la Congregación de la Doctrina Cristiana en Madrid. El capítulo segundo, La Devoción al Sagrado Corazón de 1 Jesús y Vicenta María, es la parte central del trabajo. Tratamos de acercarnos al modo cómo la Santa Madre hizo suya una devoción propia de la época. Partiendo del símbolo de la devoción, Vicenta María llega a resumir en esa devoción toda la experiencia de su vida espiritual. Vicenta María hace vida propia las contemplaciones de los misterios de la vida de Jesús. Termina por consagrarse totalmente a El y muere ofreciendo por El, lo que es y lo que tiene. Una vivencia honda de la devoción, lanza a Vicenta María a comunicar a otros el tesoro escondido que ella ha descubierto. En el tercer capítulo, contemplamos a Vicenta María como propagadora de la devoción: tanto con sus religiosas como con las jóvenes a su cuidado. Completamos nuestro trabajo con un apéndice documental, que sin duda completará la lectura de algunos puntos particularmente significativos de la devoción de Vicenta María al Sagrado Corazón de Jesús. Agradezco al P. Francisco de Borja de Medina SJ, su acompañamiento paciente, sus observaciones de exigente maestro y las utilísimas orientaciones en la elaboración del trabajo. Vaya también mi gratitud a mi Superiora General, María Eugenia Vicenti, que ha depositado en mí su confianza y me ha 1 brindado una oportunidad incomparable para un enriquecimiento personal a todos los niveles, que ha ido más allá de mis expectativas. Ojalá otras puedan beneficiarse de ello. CAPITULO I VICENTA MARIA LOPEZ Y VICUÑA 1. CONTEXTO HISTORICO El siglo XIX español, se presenta como una época que cambia el ritmo histórico del país: la actividad política cobra una aceleración pronunciamientos, incontenible: guerras gobiernos, civiles, regímenes constituciones, provisionales y revoluciones se suceden a gran velocidad en un intento de dar a la nación una nueva seguridad al precio de conflictos y desconcierto. La Guerra de la Independencia (1808-1814) iniciada con el 'Levantamiento del Dos de Mayo', el cambio de dinastía, la Constitución de Bayona en 1810, las Cortes de Cádiz y su Constitución de 1812, la restauración de la Dinastía borbónica con la vuelta de Fernando VII en 1814 y la progresiva emancipación de América, cubren las tres primeras décadas, que preceden al reinado de Isabel II (1833-1868). Durante la llamada "etapa moderada" (1843-1852) de este reinado se reanudan las relaciones entre España y la Santa Sede con la firma de un Concordato (16 de Marzo de 1851)1 que restablecía la tradición anterior: la religión católica es la "única de la nación española con exclusión de cualquier otra" (art. 1º). 1 El Concordato de 1851 entre Pío IX e Isabel II Reina de España, fue firmado en Madrid por el Nuncio de S.S., Juan Brunelli y el ministro de Estado, Manuel Bertrán de Lis. Cfr. Raccolta di concordati su materie ecclesiastiche tra la Santa Sede e le autorità civili, edición de Angelo MERCATI, vol. I: 1098-1914, Città del Vaticano 1954, pp. 770-799. 4 La época de Isabel II termina con la revolución de 1868 que, da paso a la primera república (1873). El último cuarto de siglo se abre con la restauración borbónica en Alfonso XII y la Constitución de 1876, marcadamente conservadora2. A. Cascante Se halla situada en la margen izquierda del río Queilez (afluente del Ebro). La vieja ciudad y municipio romano de Cascante obtuvo ciudadanía romana y acuñó su propia moneda bajo el emperador Tiberio (14-37). En la antigüedad fue ciudad de la Vasconia y pertenece actualmente a la provincia de Navarra. Dada su situación geográfica, Cascante quedó envuelta en el siglo XIX, en los conflictos políticos del país, sobre todo en las guerras carlistas de 1833, 1847 y 1872. Sus gentes mantuvieron vivos los valores de la fe cristiana y las expresiones religiosas de la devoción popular. Uno de los mantenedores de dichos valores cristianos en Cascante García fue precisamente Rincón, tío-abuelo el de presbítero santa D. Vicenta Joaquín María Vicente López y Vicuña. D. Joaquín Vicente nace hacia 1775 y fallece el 25 de 2 La primera década del reinado de Isabel II, es en realidad, un período de regencias: del 1833 a 1840 gobierna María Cristina de Borbón, madre de Isabel II, y de 1841 a 1843 gobierna el General Espartero. Cfr. P. AGUADO-C. ALCÁZAR, Manual de historia de España III, Madrid 1964. 4 Noviembre de 1852 en esta ciudad3. Fue hombre sencillo y piadoso que introdujo en Cascante la práctica de varias devociones. Podemos enumerar entre otras: el Mes de María, ejercicio piadoso que duraba todo el mes de mayo. Constaba de algunos cantos marianos y oraciones propias, además de la ofrenda de flores y ramilletes espirituales a la Virgen. La Novena al Sagrado Corazón de Jesús, celebrada anualmente y que él mismo organizaba. B. Madrid Después de la Guerra de la Independencia (1808-1814) se consolida en España una sociedad liberal y burguesa, alterada por los pronunciamientos militares y revueltas populares. La capital española, con la construcción de nuevos palacios y barriadas va cambiando al mismo tiempo la fisonomía externa que había recibido de los Austrias y primeros Borbones. Mientras Cataluña potencia su economía industrial e instala sus primeras industrias modernas, Madrid se mantiene al margen del proceso de industrialización. De todas formas, como sucede en las grandes capitales, Madrid se convierte en foco de inmigración rural. La desamortización civil y eclesiástica y el consiguiente latifundismo del '800, y el analfabetismo 3 Cfr. J.I. FERNÁNDEZ MARCO, Santa Vicenta María y Cascante, Pamplona 1981. Falta un estudio de la personalidad y la acción pastoral de D. Joaquín. 4 creciente por la supresión de las órdenes religiosas que eran agentes de la cultura del pueblo, fueron hechos decisivos del éxodo campesino, una emigración creciente hacia las ciudades en busca de trabajo4. Este fenómeno de la emigración campesina explica la aparición en Madrid de masas de jóvenes muchachas sin recursos económicos, sin profesión y sin cultura básica. Por consiguiente, no pueden aspirar más que a un empleo en el servicio doméstico. ebullición social Deben que permanecer impone clases al bien margen de diferenciadas esa y distantes5. Por lo que se refiere al aspecto religioso, Madrid es el escenario de la persecución sistemática que los gobiernos liberales desencadenan contra la Iglesia. Baste recordar: 1834 la "matanza de los frailes"; la disolución de la Compañía de Jesús en 1834-35, y la supresión de monasterios y exclaustración de sus religiosos. Los compromisos contraídos en el Concordato de 1851 sobre la unidad y libertad religiosa, no bastaron para evitar la hostilidad hacia el clero, ni el ateísmo sectario que conoció el país con la revolución del '68. El pueblo se mantiene en su fe heredada y profunda. Pese 4 Cfr. J. VICENS VIVES, Historia social y económica de España y América, t. IV, Barcelona 1959, pp. 95.246-258. 5 Cfr. J.M. JOVER ZAMORA, Edad contemporánea, en Introducción a la historia de España, Barcelona 1965, p. 524. 4 a todas las contrariedades, la Iglesia sigue escribiendo una historia espiritual propia que traduce en nuevas y concretas formas de testimonio cristiano. C. La "Asociación de la Doctrina Cristiana" en Madrid Entre las múltiples manifestaciones de solidaridad y de caridad surgidas en el Madrid del siglo XIX, destacamos la "Congregación de la Doctrina Cristiana". Esta asociación debe su origen al celo de algunos seglares que en el año 1842 deciden dedicar parte de su tiempo a la instrucción y catequesis de los niños admitidos en el Hospital General de la Corte, para el tratamiento de enfermedades cutáneas. En Mayo de 1843 practicaban sus obras de caridad en el Hospital de S. Juan de Dios adonde habían sido trasladados los niños. Allí aumentó el número de colaboradores. Imitan su ejemplo algunas señoras practicando las mismas obras con las niñas. La obra autorización constituciones se va episcopal, por las perfeccionando después que de y haber "quedaron en 1845 establecido dedicados recibe unas Hermanos y Hermanas, en secciones independientes, a moralizar los pobres en todos los establecimientos de beneficencia, de corrección y análogos"6. 6 Cfr. La Congregación de la Doctrina Cristiana en Madrid. Breve reseña de su origen, fin y resultados desde el año 1842 hasta el presente, Madrid 1852, p. 1s. 4 En la Pascua de 1847 comienza la Congregación a desarrollar sus tareas en el Hospital General. Y allí, a partir de 1848, se formalizó una sección de hermanos y otra de hermanas. La Congregación obtuvo el privilegio de ser agregada a la Archicofradía de la Doctrina Cristiana de Roma en el año de 1851. En ese mismo año extendió sus servicios a las cárceles madrileñas del Saladero (prisión de hombres), a la antigua Galera (cárcel de mujeres) y al correccional de jóvenes. Por la Congregación pasaron los personajes más notables del catolicismo de la época7. De ella formaron parte también, desde sus comienzos, Manuel María Vicuña y su hermana María Eulalia Vicuña de Riega. La Congregación tuvo una enorme vitalidad y dio vida a nuevas y florecientes Congregaciones religiosas: las Adoratrices del Santísimo Sacramento, fundada en 1856 por la Vizcondesa de Jorbalán, confidente de Isabel II, santa María Micaela del Santísimo Sacramento; las Oblatas del Santísimo Redentor fundadas por la Madre María Antonia de Oviedo en 1864 y las Religiosas de María Inmaculada fundadas por santa Vicenta María López y Vicuña en 1876. Por falta de documentación, nos resulta difícil precisar cuándo se extinguió la Congregación de la Doctrina Cristiana de 7 En 1847 formaban parte de la Junta consultiva, José María Laguna, Juan Nepomuceno Lobo, Víctor Esteban, Manuel María Vicuña, Miguel del Rey, Gabriel García, José Sahagún y Ruiz, José María Ferrer, Juan Ignacio Moreno y Maisonave y Vicente Cancio. Cfr. MICAELA MARÍA DEL SANTISIMO SACRAMENTO, Autobiografía, Madrid 1981, p. 239.241 4 Madrid. 2. AMBIENTE RELIGIOSO Y ESPIRITUAL El siglo XIX español queda marcado por situaciones sociales completamente nuevas, causadas fundamentalmente por el fenómeno de la emigración masiva, como hemos apuntado. En un pueblo desarraigado y embebido de nuevas ideas revolucionarias, al que el fenómeno de la exclaustración lleva a una descristianización progresiva, el resquebrajamiento de su religiosidad tradicional era una consecuencia inevitable. El sentimiento religioso español de comienzos del siglo era más vivencial que nocional o ilustrado. La fe cristiana contiene unas manifestaciones religiosas y un estilo de proyección social concretos. A. Aspectos de la espiritualidad De 1800 hasta 1875 aproximadamente, la piedad del cristiano español se distingue claramente de aquélla que brota en el último cuarto del siglo y las primeras décadas del veinte. Es una piedad, intensamente vivida como una dimensión personal reprochar de la búsqueda falta de de la propia sentido salvación. comunitario Se le podrá eclesial. Pero, curiosamente, dicha piedad promueve una constante preocupación 4 caritativa por los otros, manifestada en oración y obras de caridad. Se pide con insistencia por la conversión de los pecadores, de los herejes, de los infieles; se pide por las necesidades de la Iglesia y del Estado, por las almas del purgatorio. Esta época es además tiempo de abundantes prácticas devocionales. Están en auge: - Las Misiones populares, un método de predicación simple y directa para la conversión de las almas por medio de las Verdades Eternas, conducidas al perdón de las ofensas, a la confesión y a la comunión general. - Ejercicios Cuaresmales, Preparación Pascual. - Se suceden sin interrupción "triduos, quinarios, septenarios, en ocasión de la fiesta de la Virgen o de los santos, de los titulares de las Hermandades o Cofradías o de una celebración litúrgica particular. - Los panegíricos en las fiestas de patronos locales van también encaminados a provocar la conversión personal. No resulta, por tanto, exagerado afirmar que el elemento devocional es el pilar fundamental de la espiritualidad de esta época. Y no hay que omitir tampoco el aspecto romántico, en la 4 espiritualidad de la España del '800, una consecuencia del momento cultural. El sentimentalismo informa la literatura y las artes de la época: predomina un estilo poético, afectivo y blando. Se escribe y se predica para conmover, para tocar el corazón, para provocar lágrimas y fervor sensible8. Resumiendo podemos decir, que la espiritualidad española del siglo XIX: - Pretende reconstruir o fundamentar un espíritu mucho más defensivo y polémico contra los ataques a la religión, a la Iglesia, al clero. - Su espontaneidad metódicas y creadora formas se manifiesta institucionales: por vías fundaciones, cuadros parroquiales, agrupaciones devocionales. - La práctica sacramental es más fruto de la devoción que del sentido de misterio tal como hoy lo concebimos. - Es una espiritualidad de tinte individualista en su concepción de la vida espiritual, pero preocupada por el bien espiritual y material del prójimo. Se asiste a un fuerte desarrollo de la dimensión social, sobre todo a partir de 1876 con la creación de Movimientos sociales; Sindicatos y Círculos Católicos de Obreros. 8 Cfr. B. JIMÉNEZ DUQUE, Espiritualidad y apostolado, en Historia de la Iglesia en España, t. V, BAC Maior, Madrid 1979, pp. 412-415. 4 - Reconoce en la ascesis y la mortificación caminos necesarios que conducen a Dios. B. Vida de piedad En la segunda mitad del siglo XIX se registra una profunda evolución de la piedad popular. Una piedad austera y sobria en demostraciones externas, pasa a multiplicar los ejercicios externos de devoción y a intensificar la frecuencia de los sacramentos. La meta de esta piedad es doble: de una parte, el Jesús paciente, mostrando su corazón que "tanto ha amado a los hombres", y de otra, la Virgen "madre de misericordia". Contemporáneamente renace también la práctica de las peregrinaciones, que habían decaído mucho en el s. XVIII. En España las principales metas de peregrinos son Santiago de Compostela, Montserrat y el Pilar, y las Romerías, por ejemplo en Andalucía a las diversas ermitas y santuarios sobre todo marianos. Diversos factores contribuyeron a esta transformación9. Entre ellos destacamos la divulgación de las obras de grandes maestros espirituales del pasado, por ejemplo, la "Imitación de Cristo"10, "Guía de pecadores" de Fray Luis de Granada11, el 9 Cfr. B. JIMÉNEZ DUQUE, Espiritualidad y apostolado, pp. 415-417. 10 11 Imitación de Cristo atribuída a Tomás de Kempis (1380-1471). Fray Luis de Granada nació en Granada en 1504 y murió en Lisboa en 31 de diciembre de 1588. La primera edición de la "Guía de pecadores" se publicó en Lisboa 4 "Camino Espiritual" y "La historia de la Sagrada Pasión" del P. Luis de la Palma SJ12 y "Diferencia entre lo temporal y lo eterno" del P. Juan Eusebio de Nieremberg SJ13. Para Antonio nuestro María estudio Claret14. tiene Predicó en un interés las especial, principales san iglesias madrileñas. Santa Vicenta María pudo escuchar algunos de sus sermones, durante los años de su estancia en Madrid15. El Padre Claret fue también un conocido escritor espiritual. Entre sus obras más populares podemos mencionar: Camino recto y seguro para llegar al cielo (1843), Sermones de Misión (1857), Colección de pláticas dominicales (1858) y Pláticas doctrinales (1868). Otra obra espiritual muy difundida en los ambientes en 1556. 12 Luis de la Palma había nacido en Toledo en 1560. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1575 y murió en 1653. La primera edición del "Camino espiritual" se publicó en Madrid en 1629 y "La Historia de la Sagrada Pasión" salió en Alcalá en 1624. Ambas fueron ampliamente difundidas a lo largo de todo el siglo XIX. 13 Juan Eusebio de Nieremberg nació en Madrid en 1590, entró en la Compañía de Jesús en 1614 y murió en 1658. La primera edición de su obra salió en Madrid en 1640. 14 Antonio María Claret y Clará nació en Sallent (España) el 23 de diciembre de 1807 y murió en Fontfroide (Francia) 1870. Fue ordenado sacerdote en 1835, se dedicó a misiones populares hasta 1851. Fundó la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María en 1849. Fue arzobispo de Santiago de Cuba de 1851 a 1857 y confesor de Isabel II. Ejerció una gran actividad apostólica de palabra y por medio de funciones piadosas, hojas y libros. El 7 de mayo de 1950 fue canonizado por Pío XII. 15 La Santa hace referencias al P. Claret en algunas de sus cartas, cfr. VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Cartas, Madrid 1976, t. I, nn. 17.2; 18.4; 26.3; 28.3; 83.3; 193.3. (Citaremos: Cartas). 4 católicos del '800 es Ancora del salvación escrita por el jesuita José Mach16 uno de los grandes misioneros populares de la época. Santa Vicenta María la utilizó para sus fines apostólicos. La espiritualidad española de esta época, se basa sobre todo en tres grandes devociones: dos de gran tradición, la Virgen y la Eucaristía, y otra más reciente, el Sagrado Corazón de Jesús. Devoción a la Virgen Tres hechos muy significativos del siglo XIX reforzaron la devoción mariana de la época: en 1830 se aparece en Francia la Virgen María a santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad. De aquí arranca la devoción a la medalla milagrosa, muy propagada desde 1838 por la Archicofradía de Nuestra Señora de las Victorias de París. El 8 de Diciembre de 1854, Pío IX ratifica, con la solemne definición del dogma de la Inmaculada Concepción, lo que era ya fe común en el pueblo cristiano, sobre todo en España que se distinguió por su defensa del misterio. Carlos III había proclamado patrona de España a la Inmaculada. 16 José Mach nació en Barcelona el 3 de mayo de 1810, entró en la Compañía de Jesús el 3 de marzo de 1825 y murió en Zaragoza el 26 de julio de 1885. Santa Vicenta María le conoció y trató personalmente en Zaragoza. Cfr. VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Cartas, t. II, nn. 610; 616. La obra a que nos referimos tuvo su primera edición en Barcelona en 1859. 4 Por último, en Febrero de 1858, la Virgen como queriendo poner su sello al magisterio oficial y a la creencia popular, se aparece como "La Inmaculada Concepción" a Santa Bernardita Soubirous en Lourdes. En la segunda mitad del siglo, las congregaciones marianas y las asociaciones de Hijas de María florecen por todas partes. El Mes de Mayo goza de gran popularidad y concurrencia. El rezo del rosario, se practica bajo innumerables formas: rosario de la aurora, rosario en familia, cultos verpestinos. Surgen las asociaciones del "Rosario viviente" y del "Rosario perpetuo". En torno al tiempo de Navidad crecen nuevas prácticas devocionales: las "Mil Ave Marías", distribuidas en cuarenta Ave Marías diarias durante el ciclo de Adviento y las "Jornadas" de antigua tradición, que se practicaban durante la novena de preparación inmediata a la Navidad17. Devoción al Sagrado Corazón y a la Eucaristía Por cuanto acabamos de decir, el siglo XIX puede ser calificado como un siglo mariano. Pero es al mismo tiempo "el siglo del Sagrado Corazón". Devoción al Corazón de Cristo que tanto en sus prácticas como en su contenido estrechamente ligada a la devoción eucarística. 17 Cfr. B. JIMÉNEZ DUQUE, Espiritualidad y apostolado, pp. 439-440. aparece 4 Durante el pontificado de Pío IX, la devoción al Corazón de Jesús adquiere toda su importancia. La extensión de la fiesta del Sagrado Corazón a toda la Iglesia universal, la beatificación de Margarita María Alacoque y el fuerte impulso que los jesuitas imprimen a la devoción, rompen sus estrechos cauces precedentes, y la devoción reparte en toda la Iglesia asombrosos frutos en piedad, devoción y en obras apostólicas. Acabamos de aludir a la relación entre Eucaristía y Devoción al Sagrado Corazón. Esta vinculación crece gracias al culto especial tributado al Corazón de Jesús en la Eucaristía, a la práctica, cada vez más frecuente, de la comunión en los primeros viernes de mes, y a la costumbre de adornar el Sagrario con la Imagen del Corazón de Cristo. Las prácticas piadosas de esta doble devoción son innumerables, por ejemplo: algunas antiguas como los cultos de las "Cuarenta horas" y la Fiesta del Corpus, otras recientes: la novena Santísimo y fiesta del Sacramento", Sagrado el acto Corazón, de las "Visitas consagración, la al "Hora santa", los "Primeros viernes y la comunión reparadora" y la "Hora de Guardia"18. C. Proyección social de la espiritualidad La piedad española del siglo XIX es activa y práctica. 18 Cfr. B. JIMÉNEZ DUQUE, Espiritualidad y apostolado, pp. 435-439. 4 Su dimensión personal y comunitaria conoce múltiples manifestaciones: se expresa tanto en las tareas educativas como en prácticas penitenciales externas; en apostolados organizados, y en la defensa pública de la fe y la moral; se recurre a la propaganda, etc. Se vive la urgencia de defender por todos los medios, la fe y el patrimonio espiritual cristiano. Por eso el catolicismo español del siglo XIX es un catolicismo militante, activo. Fruto de esta fe expresada y defendida públicamente, son las numerosas obras apostólicas y fundaciones. Entre las Asociaciones de la época podemos señalar: Asociaciones Marianas: - Las Asociaciones de "Hijas de María" que se extienden por toda España. - La "Corte de María", fundada por el H. Ramón García Leal, SJ, en Madrid el año 1857. - La "Academia Mariana", fundación catalana (Lérida 1862), para la promoción de los estudios marianos. Asociaciones Eucarísticas: - La "Congregación del Alumbrado y Vela Perpetua al Santísimo Sacramento", surge ya en 1789 en Madrid, pero florece sobre todo en el siglo XIX. - La "Adoración nocturna", de origen francés, se establece en Madrid en 1877 con siete adoradores. 4 - La "Archicofradía de los Jueves Eucarísticos" nace en Vigo en 1907, y es fruto de una espiritualidad que ya se vivía en las décadas anteriores. Asociaciones en honor del Sagrado Corazón: - La "Real Jesús", Congregación fundada en del el Sacratísimo Real Corazón Monasterio de de la Visitación de Madrid bajo los auspicios de Fernando VII. - El "Apostolado de la Oración", de origen jesuítico francés (1844). Inicia el Movimiento el P. Francisco Gautrelet. Lo propaga el P. Enrique Ramière SJ. En España se extiende gracias a la publicación en lengua española de la revista de la Asociación "El Mensajero del Corazón de Jesús" (1861). En 1883 la Compañía asume en España oficialmente la dirección de la Asociación y de la revista. Para terminar, mencionemos un elemento muy significativo de la vitalidad de la Iglesia Católica española del siglo XIX: el nacimiento de nuevos Institutos Religiosos. Muchos de ellos testimonian con sus mismos nombres una espiritualidad típica de la época. Citemos algunos en relación más o menos directa con santa Vicenta María: - Los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María 4 (Claretianos) fundados en 1849 por san Antonio María Claret. - Las Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad, fundadas en 1856 por la Vizcondesa de Jorbalán, santa María Micaela del Santísimo Sacramento. - Las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, fundadas en 1877 por María Dolores y Rafaela Porras y Ayllón, que tomaron el nombre de María del Pilar y Rafaela María del Sagrado Corazón (santa), respectivamente. - Las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, fundadas en 1896 por la M. María de Jesús (Emilia) Riquelme. 3. RASGOS BIOGRÁFICOS DE SANTA VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA (1847-1890) A. Nacimiento e infancia (1847-1857) Vicenta María nace en Cascante (Navarra) el día 22 de Marzo de 1847. Al día siguiente recibe el sacramento del bautismo en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, y le imponen los nombres de Vicenta María Deogracias. Sus padres, D. José 19 María López y Jiménez19 y Dª María Nicolasa Vicuña y José María López y Jiménez nació en Mataró (Barcelona) en 7 de Enero de 1806. Cuando contaba cinco años de edad, tras la muerte de su padre, la familia se estableció en Cascante. Estudió leyes en Pamplona, siendo admitido a la Academia de Jurisconsultos del Reino de Navarra. Fue nombrado alcalde de Cascante en 1841. Dos 4 García20, son profundamente cristianos, y sabrán impartir a sus hijos una sólida formación humana y religiosa21. Los primeros años de Vicenta María transcurren con toda normalidad. La niña es, naturalmente, el centro de todas las atenciones. Según sus primeros biógrafos crece sana y despierta. Dotada de aguda inteligencia, capta con facilidad el comportamiento de los mayores. Disfruta con fiestas y regalos, goza cuando la llevan a la iglesia y cuenta en casa lo que ha oído en el sermón, sube toda contenta al Santuario del Romero para honrar a nuestra Señora. Según su primer biógrafo, el P. Isidro Hidalgo y Soba SJ22, D. José María, se percata pronto del talento de su hija y decide ocuparse personalmente de su educación humana y años más tarde, el 17 de Febrero de 1843 contrajo matrimonio con Dª María Nicolasa Vicuña y García. A la muerte de su esposa, en 1883 se trasladó a Madrid donde murió el 5 de Agosto de 1888. 20 María Nicolasa Vicuña y García nació en Estella (Navarra) el 16 de Diciembre de 1814. Contrajo matrimonio con José María López y Jiménez, en el Santuario de Nuestra Señora del Puy, el 17 de Febrero de 1843 y estableció su domicilio en Cascante donde falleció el 24 de Noviembre de 1883. 21 La primogénita del matrimonio López y Vicuña, Vicenta María Julita Lutgarda nació en Cascante el 16 de Julio de 1844 y falleció en la misma ciudad el 8 de Marzo de 1847. 22 El P. Isidro Hidalgo y Soba, nació en Revellinos de Campos (Zamora) el 23 de marzo de 1832. Entró ya sacerdote en la Compañía de Jesús, el 19 de Agosto de 1862. En julio de 1875 fue destinado a Madrid como superior de la Residencia jesuítica de Tabernillas, 2. Desde entonces hasta 1890 fue director espiritual de santa Vicenta María, de quien escribió la primera biografía en 1904. Murió en Madrid el 23 de Enero de 1912. 4 cristiana. Su padre fue, pues, su primer maestro23. Ya a partir de los tres años, Vicenta María recibe de él lecciones de lectura y doctrina. A los cuatro años, comenta con satisfacción, que su hija "sabe la cartilla como un lince" y él mismo le ayuda a memorizar el catecismo del P. Astete. Vicenta María tenía un carácter abierto y extrovertido, comunicativo. Desde los 5 o 6 años, solía reunir a otras niñas de su edad y les enseñaba lo que ella misma iba aprendiendo de su padre24. Mientras D. José María, se ocupa de la primera educación intelectual, formación su madre piadosa de Dª la María hija. consejos, sus reflexiones, y Nicolasa se Con exhortaciones, sus encarga de la sus sobre todo con su ejemplo, va guiando a la niña en los primeros pasos de la fe y de la piedad. Camino de la iglesia, le hablaba mucho del amor que debía tener a Jesús Sacramentado. Y una vez en ella, lo primero que hacía era la visita al Señor rezando con la niña la 'Estación al Santísimo'25. En la devoción eucarística de Vicenta María influyeron 23 Cfr. I. HIDALGO, Vida de la Rma. M. Vicenta María López y Vicuña, inédita, Madrid 1904. Copia dactiloescrita en BCG-RMI, p. 8. (Citaremos: HIDALGO). 24 Cfr. M. T. ORTI, Vida de la R.M. Vicenta María López y Vicuña, angelical fundadora de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada para el servicio doméstico, 2ª ed. Barcelona 1918, p. 34-35. (Citaremos: ORTI); HIDALGO, p. 16-17. 25 Cfr. HIDALGO, p. 12. 4 particularmente sus padrinos de bautismo: el presbítero D. Joaquín, tío abuelo, y Dª María Dominica Vicuña tía materna26. A la muerte del tío D. Joaquín, su sobrina Dª María Dominica que le atendía, ingresó en el Primer Monasterio de la Visitación de Nuestra Señora (Salesas Reales) en Madrid, el 28 de Enero de 1853. Probablemente fue D. Joaquín quien más habló a la niña del amor a Jesús Sacramentado. Al anciano sacerdote le gustaban los paseos por la tarde, acompañado de su sobrina-nieta. Estos comenzaban siempre en la iglesia, donde el sacerdote hacía una visita al Santísimo y rezaba el oficio divino. En el corto trayecto desde la casa a la iglesia, le hablaba generalmente del Santísimo Sacramento. Según nos cuenta al P. Hidalgo, decía D. Joaquín: "vamos hija mía, vayamos ante todo a la casa de nuestro Dios, que digno es el Rey de la gloria de que le visitemos y adoremos..."27. Animaba a la niña a hablar con Jesús, a pedirle gracias, a amar mucho en el Sacramento a su Sagrado Corazón. Quería el sacerdote que su sobrina no sólo fuese devota, sino amase hondamente al Corazón de Cristo. Así nos lo refiere el P. Hidalgo, poniendo estas palabras en labios de D. Joaquín: 26 Dª María Dominica Vicuña y García, nació en Estella (Navarra) el 7 de Abril de 1819. Murió en el Segundo Monasterio de la Visitación en Madrid, donde se encontraba la Comunidad del Primer Monasterio, el 1 de Abril de 1874. 27 HIDALGO, p. 44. 4 "Ama mucho al Corazón de Jesús por lo que El te ama, y así corresponderás a su amor. Y si le amas de veras, mira, hija mía, que son muchos los que no le aman y muchos los que le ofenden y desprecian en ese sacramento del amor, por cuya razón has de procurar desagraviarle: que en amar a Jesús por el que El nos ama, y desagraviarle de las injurias que le hacen los pecadores en el Sacramento del Altar consiste la devoción a su Sagrado Corazón."28 Su tío le había enseñado también la práctica de la comunión espiritual frecuente. La niña veía, además, la devoción con que su madre se acercaba a comulgar. Por eso, se despertó en Vicenta María un vivo deseo de hacer la primera comunión antes de la edad acostumbrada29. Pero su padre era enemigo de excepciones para con su hija. Sabía que estaba magníficamente preparada. A pesar de todo, se negó en un primer momento a conceder el permiso. Pero ante los insistentes ruegos de la niña no tuvo más remedio que ceder. Y el 31 de Mayo de 1857, cuando tenía 10 años, Vicenta María recibió por vez primera a Jesús Eucaristía. La tía Dominica, madrina de bautismo, y muy devota de las visitas a Jesús Sacramentado y a María Santísima, fue otra de las personas que más influyeron en la vida de fe de Vicenta María. 28 29 HIDALGO, p. 45. Hasta la reforma de S. Pío X, los niños no recibían normalmente la Primera Comunión antes de los 12 años de edad. 4 Cuando María Dominica estuvo enferma de la vista, se encargaba la sobrina de leerle sus prácticas de devoción, recogidas en un libro de S. Alfonso María de Ligorio30. Estas debieron calar en el corazón de la niña. Cuando Vicenta María hizo la primera comunión, escribió a su tía -ya monja de la Visitación en Madrid- comunicándole el acontecimiento. Sor Dominica contesta a la sobrina haciendo referencia precisamente a aquellas devociones: "Y no sé si te acordarás tú de cuando hacíamos las visitas al Santísimo Sacramento y tú me las leías: tu mamá tiene el librito, y yo me alegraría mucho que tú hicieras diariamente esta devoción por ese método, y es cosa muy propia para ti, ahora que has tenido la grande dicha de empezar a recibir a Jesús en ese incomprensible Sacramento."31 B. Educación en Madrid (1857-1862) Al llegar Vicenta María a su adolescencia, había ya recibido toda la educación que su ciudad natal podía ofrecerle. Sus padres deseaban obviamente dar a la hija una formación más completa. Por eso, deciden enviarla a Madrid. Allí viven otros de los 30 hermanos de su madre: Manuel María y Dª María Se refiere aquí Sor Dominica a las "Visitas al Santísimo Sacramento" de S. Alfonso María de Ligorio, difundidas en el siglo XIX. 31 D. publicadas por vez primera en 1745 y ampliamente M. D. VICUÑA Y GARCÍA, Cartas, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 10, p. 53. A Vicenta María, Cascante. Madrid, 10 de Junio de 1857. 4 Eulalia. D. Manuel María era abogado32. Permaneció soltero y se dedicó desde su juventud a la causa de los pobres. Dª María Eulalia33, estaba casada con D. Manuel de Riega. En 1853 Dª María Eulalia inició una obra de caridad en favor de las jóvenes sirvientas. Desde los comienzos pudo contar con la eficaz colaboración de su hermano. El 24 de Noviembre de 1857 llega Vicenta María a la casa de sus tíos. Le acompaña su padre, y son recibidos con gran alegría34. En Madrid, Vicenta María quedó bajo la responsabilidad de sus tíos. Lo primero que hizo Dª María Eulalia fue ponerla en contacto con los Padres Jesuitas. Entre ellos, Vicenta María misma eligió como confesor al Padre Juan Cabañero SJ35. Dª María Eulalia elabora para Vicenta María un estricto horario de clases: lectura, gramática, francés, piano... No 32 Manuel María Vicuña y García nació en Estella (Navarra) el 6 de Agosto de 1802. Estudió leyes y se estableció en Madrid. Murió en la misma ciudad el 2 de Marzo de 1869. 33 María Eulalia Vicuña y García nació en Estella (Navarra) el 10 de Diciembre de 1805. Murió en Madrid el 30 de Noviembre de 1877. 34 Vicenta María conocía ya a sus tíos y se había establecido una fuerte relación afectiva con ellos. La niña había viajado anteriormente a Madrid en 1854 con ocasión de la profesión religiosa de su tía Dominica. 35 El P. Juan Cabañero SJ, había nacido en Castilla de García Muñoz (Cuenca) el 8 de Julio de 1814; ingresó en la Compañía de Jesús el 7 de Febrero de 1831. Emitió su profesión solemne el 15 de Agosto de 1853. Murió en Madrid el 7 de Octubre de 1865. 4 falta espacio para la lectura espiritual y las prácticas de piedad: ofrecimiento de obras, Visitas al Santísimo, rezo del Rosario, Vicenta María se somete desde el primer momento al plan de formación trazado por su tía36. Los hermanos Vicuña pertenecían a la Asociación de la Doctrina Cristiana37. A través de dicha asociación descubrió Dª María Eulalia la situación de las jóvenes sirvientas enfermas: salían restablecidas del hospital, y se encontraban en medio de la calle, con sus antiguos puestos de trabajo ocupados por otras. Dª María Eulalia decidió entonces consagrarse a ellas para salvar sus almas y buscarles un trabajo digno38. Vicenta María comenzó muy pronto a tomar contacto con las actividades apostólicas de su tía. Enseñaba el catecismo en los hospitales y sobre todo en la 'casita', es decir, en el primer establecimiento para acoger a jóvenes sirvientas. Sus dimensiones 'casita' 36 37 se eran sumamente encontraba en reducidas, de ahí su nombre. La la calle Lucientes. Sus primeras Cfr. HIDALGO, p. 56. Cfr. M.D. DÍAZ, El amor sigue triunfando, Madrid 1990, p. 10. D. Manuel María Vicuña perteneció desde sus mismos orígenes y Dª María Eulalia desde que en 1843 se estableció la sección de señoras. 38 Acerca de la Obra de las sirvientas, iniciada por Dª María Eulalia Vicuña en 1853 cfr. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Otros escritos (Citaremos: Oe.) nn. 2-4, en Cartas, t. IV, pp. 421-422; ORTI, pp. 41-42. 4 residentes fueron tres muchachas arrepentidas del hospital de San Juan de Dios. Las atendía una señora seglar39. En Mayo de 1859 encontramos a Vicenta María acompañando con el armonio la letanía y letrillas que en honor de la Virgen, cantaban las jóvenes de la casita40. C. Compromiso apostólico (1862-1875) A los 15 años, Vicenta María ha hecho ya vida suya toda la piedad y sensibilidad apostólica que le han transmitido sus padres y tíos. Desde 1862, la obra de las sirvientas le iba absorbiendo cada vez más. Crece su compromiso apostólico y su exigencia de respuesta personal a la gracia. El espíritu de mortificación y penitencia por los propios pecados es, en Vicenta María, cada vez más intenso41. A los 19 años, piensan sus padres en el matrimonio de su única hija Vicenta María corta tajante estos proyectos "Ni con un rey, ni con un santo"42 es su seca respuesta. Su vida será 39 Cfr. Oe. n. 3, p. 423. 40 Cfr. Cartas, n.15, t. I, p. 10. A su padre, Cascante. Madrid, Mayo de 1859. 41 Cfr. ORTI, pp. 96-98. El P. Isidro Hidalgo SJ que dirigió a Vicenta María desde 1875 hasta su muerte, afirma que la Santa no cometió pecado. Las continuas referencias que encontramos en sus notas de Ejercicios Espirituales se refieren más bien a faltas o imperfecciones, que ella, por su delicadeza de conciencia siente como verdaderos pecados. 42 ORTI, p. 105. 4 solamente para Dios, y quiere consagrarse a El. Con la aprobación del P. Victorio Medrano SJ43 (su director espiritual desde 1863), el 30 de Mayo de 186644 hace voto de castidad. Hacia 1864 cuando sólo tenía 17 años, ya había surgido en Vicenta María el convencimiento de la necesidad de que era necesario un Instituto religioso específico que pudiera continuar la obra de las sirvientas cuando faltaran sus tíos45. Vicenta María decidida ya a dedicarse por entero a dicha obra, quiere verlo más claro46. Del 4 al 11 de Marzo de 1868 hace Ejercicios Espirituales, bajo la dirección del P. Luis Pérez SJ en el Primer Monasterio de la Visitación de Madrid47. En la elección de los Ejercicios, la voluntad de Dios se confirma a favor de las sirvientas. 43 El P. Victorio Medrano había nacido en Puente la Reina (Navarra) el 23 de Diciembre de 1811. Entró en la Compañía de Jesús el 8 de Octubre de 1843. Dirigió a santa Vicenta María desde 1863 hasta 1871. Murió en Madrid el 16 de Octubre de 1880. 44 45 Cfr. Oe. n.21, p. 472. Cfr. M.H. RODRÍGUEZ DE ARMAS, Antecedentes históricos de las Constituciones, en ib., Santa Vicenta María redacta las Constituciones de la Religiosas de María Inmaculada, Roma 1979, pp. 1-3 (Citaremos: REDACTA). 46 HIDALGO, p. 96. Aunque Vicenta María había ya decidido su vocación, por expreso deseo del P. Luis Pérez SJ, hizo durante sus Ejercicios la elección entre la vida consagrada en la Visitación o la nueva fundación en favor de la obra de las sirvientas, resolviéndose definitivamente por ésta última. Cfr. Oe. n. 15, p. 460461; ORTI, p. 130. 47 El P. Luis Pérez SJ, nació en Sahagún (León) el 20 de Junio de 1809. Entró en la Compañía el 13 de Marzo de 1863. Murió en el Puerto de Santa María el 22 de Abril de 1879. 4 "Las chicas han triunfado"48. Con estas palabras comunica Vicenta María a su tía Sor Dominica, salesa en el mismo Monasterio de la Visitación, el resultado de aquellos días de oración y discernimiento. Confirmada pues, en su vocación y resuelta a seguirla, Vicenta María tiene ahora que comunicar sus proyectos a los padres, que la esperan ya en Cascante. Pues al terminar los años de su educación, establecieron sus padres y tíos, que Vicenta María pasara los meses de verano en su ciudad natal junto a aquellos y el resto del año en Madrid49. Decidida Vicenta María a quedarse en Madrid, lo comunica así a su padre en carta del 28 de Mayo de 1868: ".. me hallo en el caso de manifestarle que mi estancia en ésta ya no tiene por objeto acompañar a mis tíos, sino seguir mi vocación"50. La resistencia y oposición por parte de sus padres obligaron a Vicenta María regresar a Cascante a finales de junio. Después sufrimiento, enferma. Los de un sucede médicos largo algo período providencial: aciertan que las de fuerte Vicenta aguas lucha María de y cae Cascante perjudican su salud. Entonces D. José María autoriza el regreso de su hija a Madrid y él mismo la acompaña en el mes de Febrero 48 Cfr. ORTI, p. 130. 49 Cfr. ORTI, p. 102. 50 Cartas, n. 116.2, t. I, p. 99. A su padre, Cascante. Madrid, 28 de Mayo de 1868. 4 de 186951. En Madrid Vicenta María, se integra de nuevo en el grupo de señoras colaboradoras en la obra de las sirvientas. Esta vez trae en su corazón el deseo concreto de hacer también vida comunitaria. pequeño grupo Estas aspiraciones apostólico se hacen realidad con un que consta de cuatro personas: Dª María Eulalia Vicuña, y su sobrina Vicenta María, Dª Emerenciana de la Riva52 y Dª Celedonia Palomar53. A ellas se agrega en el mes de junio Dª Juana de la Cruz Orti y Lara54. Esta célula apostólica se regía a partir del 22 de Febrero de 1871, por unas "Reglitas Provisionales" elaboradas por Vicenta María y aprobadas por el P. Victorio Medrano SJ55. 51 52 Cfr. Oe. n. 15, pp. 461-462.; ORTI, pp. 160-161. Dª Emerenciana de la Riva trabajó en la obra de las sirvientas de 1868 a 1876. Debido a su falta de salud no fue admitida en la Congregación. Falleció el 28 de febrero de 1883. Cfr. Cartas 311; 327; 337; 683; Oe. 4.7.10. 53 Dª Celedonia Palomar nació en Madrid el 13 de julio de 1826. Colaboró con Dª María Eulalia Vicuña en la obra de las sirvientas hasta 1874. Tomó el hábito de la Congregación el 15 de agosto de 1878, con el nombre de María Dolores. Dejó el Instituto el 14 de agosto de 1880 sin haber llegado a emitir los votos. Cfr. Cartas 512; 539; 591. 54 Dª Juana de la Cruz Orti y Lara, nació en Marmolejo (Jaén) el 24 de noviembre de 1823. Colaboró en la Obra de las sirvientas de 1871 a 1872. El 15 de abril de 1880 entró en la Congregación. Recibió el hábito el 11 de junio del mismo año y con él el nombre de María Josefa. Emitió su profesión perpetua en Madrid, el 31 de julio de 1890, junto con la Madre Fundadora y otras ocho Hermanas. Murió en Madrid el 21 de noviembre de 1903. Era hermana del publicista y filósofo católico Juan Manuel Orti y Lara y tía de M. María Teresa Orti y Muñoz. Cfr. M.D. DÍAZ, Cartas de las Hermanas contemporáneas de Santa Vicenta María, Madrid 1990, pp. 195-196. 55 Cfr. REDACTA, p. 7; Oe. n. 4, p. 428. 4 Las "Reglitas", pretendían facilitar la obra en favor de las jóvenes sirvientas. El contenido no podía ser más sencillo: distribución del día, algunas recomendaciones espirituales para los actos comunes, el trato mutuo y el apostólico56. A partir de este momento Vicenta María se entrega de cuerpo y alma, por una parte, a la obra apostólica de las jóvenes sirvientas y, por otra, a la elaboración de las Constituciones del futuro Instituto. Durante la elaboración de las constituciones 1871-1875, Vicenta María consulta a algunos padres de la Compañía de Jesús y al Redentorista P. Víctor Loyódice57, a quien había conocido durante una pequeña misión popular en Carabanchel en 1869. No pudo contar con la asistencia del P. Medrano, por haber sido destinado a Santiago de Compostela a finales de 1871. El P. Isidro Hidalgo llegó a Madrid en Julio de 1875 como superior de la residencia de Tabernillas 2, y se hizo cargo de la dirección del grupo de señoras, formado en este momento por Dª María Eulalia, Vicenta María, Dª María del Patrocinio Fernández de Pazos y Dª María Concepción Fernández de los Ríos58. Por entonces las constituciones debían estar muy 56 57 Cfr. REDACTA, pp. 39-48. El P. Victor Loyódice Pennet, C.SS.R., nació en Corato, provincia de Bari, reino de Nápoles el 25 de Julio de 1834. Fue misionero en Colombia de 1859 a 1861. Llegó a Madrid en 1863 permaneció hasta 1884, en que sale para Roma camino de Argentina, de Buenos Aires pasó a Montevideo en 1897 donde murió el 10 de Enero de 1916. 58 Cfr. REDACTA, p. 173. Dª María del Patrocinio Fernández de Pazos y Zarargüeta 4 adelantadas. A él se las entregaron para que su revisión. Una vez Constituciones Toledo59, concluida al Cardenal esta fase, Ignacio se presentaron Moreno, Arzobispo las de el 26 de Noviembre de 1875. La comunidad comienza a observarlas el 8 de Diciembre, todavía sin haber recibido la autorización. Esta llegó el 14 de Enero de 1876. En los primeros meses de 1876 D. Ciriaco María Sancha y Hervás60 es nombrado obispo auxiliar de Toledo y superintendente de las congregaciones religiosas con domicilio en Madrid. Mons. Sancha da a la nueva fundación el impulso definitivo: el 11 de Junio de 1876, Solemnidad de la Santísima Trinidad, Vicenta María, María de la Concepción Fernández de los Ríos y María del Patrocinio Fernández de Pazos reciben de manos del obispo el nació en Candelera (Avila) el 17 de abril de 1844. Colaboró como seglar en la Obra de las sirvientas hasta la fundación del Instituto. Tomó el hábito el 11 de junio de 1876 y salió de la Congregación para ingresar en un monasterio de Bernardas. Cfr. Oe. 4.13; 9.4. Dª María de la Concepción Fernández de los Ríos y Massi nació en Madrid el 21 de octubre de 1835. Tras haber colaborado por un tiempo en la Obra de las sirvientas, tomó el hábito de la Congregación el 11 de junio de 1876. Hizo sus primeros votos el 16 de junio 1878 y salió del Instituto el 15 de diciembre de 1883. Cfr. Oe. 4.11.13; 9.5. 59 Juan de la Cruz Ignacio Moreno y Maisonave nació en Guatemala el 24 de noviembre de 1817. Fue ordenado de Arzobispo de Toledo el 8 Falleció el 28 de agosto VIII, Patavii 1978, pp. sacerdote en Madrid el 1 de julio de 1849 y consagrado de diciembre de 1857. Pío IX le creó Cardenal en 1868. de 1884. Cfr. R. RITZLER-P. SEFRIN, Hierarchia Catholica 431.558.580. Madrid en aquella época pertenecía a la diócesis de Toledo. En 1885 se crea la diócesis de Madrid Alcalá. 60 D. Ciriaco María Sancha y Hervás nació en Quintana del Pidio (Burgos) el 18 de Junio de 1833. Fue ordenado sacerdote en 1858. Presentado para obispo titular de Areópolis y auxiliar de Toledo, fue consagrado el 12 de marzo de 1876. Ocupó sucesivamente las sedes de Avila, Madrid, Valencia y Toledo. Murió en Toledo el 25 de Febrero de 1909. Cfr. R. RITZLER-P. SEFRIN, Hierarchia Catholica VIII, p. 118. 4 hábito religioso. D. La fundación y los primeros pasos del Instituto (1876-1890) El nuevo Instituto se difunde con increíble rapidez. No habían transcurrido seis meses desde la fundación, y ya Vicenta María está abriendo en Zaragoza la segunda casa del Instituto (7 de Diciembre de 1876). En 1877, la Fundadora se traslada a Jerez para inaugurar la tercera casa. Esta durará poco, pues un año más tarde habrá que cerrarla, por no acomodarse al fin principal de la Congregación. Las experiencias negativas de las primeras fundaciones convencen a Vicenta María de la necesidad de formar primero a sus religiosas antes de abrir nuevas casas. Exceso de trabajo, falta de vocaciones, penurias económicas, responsabilidades del cargo, van minando la salud de Vicenta María. A principios de 1879 tiene el primer vómito de sangre, síntoma de una tuberculosis que le conducirá a la muerte. A pesar de todo, su impresionante ritmo de trabajo, la dedicación a las Hermanas, en nada disminuye. La enfermedad le impone temporadas de reposo en el balneario de Panticosa, (1879, 1887, 1888 y 1889). Quedan a Vicenta María 12 años de vida. En ellos abrirá 4 tres importantes casas: Sevilla, donde el P. Celestino Suárez SJ61, ofreció a Vicenta María, en 1879, parte de su patrimonio para llevar a cabo la fundación. A pesar de la insistencia del Padre y de otras personas la casa no se abrirá hasta el 21 de Marzo de 1885 por falta de personal62. En Barcelona, animada por algunos padres de la Compañía de Jesús, entre otros los Padres Juan Bautista Sarret63, Miguel Mir64 y Leonardo de la Rúa65, y con la colaboración de la Sierva de Dios, Dª Dorotea de Chopitea, funda el 15 de Enero de 188766 un Colegio para jóvenes sirvientas. A pesar de todas las instancias, ya desde 1881, la de Burgos, será la última fundación de Vicenta María. La apertura del Colegio para sirvientas no puede hacerla personalmente. Se encargan de ello M. María Teresa Orti y M. María Asunción 61 El P. Celestino Suárez y Suárez nació en Oviedo (Asturias) el 12 de Diciembre de 1843. Entró en la Compañía de Jesús el 12 de Junio de 1878 y murió en Loyola el 8 de Enero de 1906. 62 63 Cfr. Oe. n. 10, pp. 452-454; ORTI, pp. 314-320. El P. Juan Bautista Sarret nació en Manresa (Barcelona) el 26 de Abril de 1848. Entró en la Compañía de Jesús el 7 de Agosto de 1867 y murió en Gerona el 7 de Agosto de 1912. 64 El P. Miguel Mir nació en Palma de Mallorca el 11 de Diciembre de 1841. Entró en la Compañía de Jesús el 14 de Julio de 1857. Murió fuera de la Compañía. 65 El P. Leonardo de la Rúa nació en Salamanca el 19 de Marzo de 1843. Entró en la Compañía de Jesús el 14 de Junio de 1877. Murió en Salamanca el 15 de Septiembre de 1900. 66 Cfr. Oe. n. 18, pp. 467-470; ORTI, pp. 360-363; M.H. RODRÍGUEZ DE ARMAS, Episodios de Ayer, Roma 1987. 4 Carrera, el 6 de Diciembre de 188967. Por supuesto, hubo muchas otras ofertas de fundación de nuevas casas, que hubo que declinar por falta de personal68. El 18 de Abril de 1888, se promulga en Roma el "Decretum Laudis", por el que el Papa León XIII reconoce y aprueba el nuevo Instituto. El Decreto significa para Vicenta María "el más fausto acontecimiento desde que la Congregación existe"69. El ritmo de trabajo es cada vez más intenso. También la tuberculosis sigue, implacable, su camino. En Septiembre de 1889, primer a su regreso Capítulo de General Panticosa, del Vicenta Instituto. María Este se convoca el celebra en Madrid los días 29 y 30 bajo la presidencia de D. Ciriaco María Sancha y Hervás, que había sido nombrado obispo de MadridAlcalá en 1886. Para el 1 de Junio de 1890, Solemnidad de la Santísima Trinidad, queda fijada la profesión de Vicenta María y sus primeras compañeras. Las religiosas quieren prepararse haciendo un mes de Ejercicios Espirituales. Sin embargo, a la Madre Fundadora ya le fallan las fuerzas. Tendrá que conformarse con 67 Cfr. ORTI, pp. 394-396; M.H. RODRÍGUEZ DE ARMAS, Nada nuevo hay bajo el sol, Roma 1989. 68 Vicenta María recibió solicitud de fundaciones que no pudo atender en: Valladolid, Valencia, Vitoria, Bilbao, Buenos Aires, Palma de Mallorca, Ecija. 69 Cfr. Cartas, n. 1175.1, t. III, p. 343. Al P. Isidro Hidalgo SJ, Madrid. Barcelona, 17 de Mayo de 1888. 4 diez días de "medios Ejercicios". El 31 de Julio, fiesta de S. Ignacio de Loyola, Vicenta María pronuncia públicamente sus votos. Con la esperanza de alguna recuperación, viaja a Burgos en el mes de Agosto. El mal, sin embargo es siempre más violento y Vicenta María regresa a Madrid en Septiembre casi sin fuerzas. Ya en la Casa madre, Vicenta María, siempre tan amante de Jesús-Eucaristía, recibe de sus hijas, uno de sus mayores consuelos: El 24 de Septiembre, se inaugura un oratorio cerca de su habitación, para que la Fundadora pueda seguir desde la cama la celebración de la Eucaristía. Bastaba abrir las puertas para dar a la Madre el consuelo de contemplar el sagrario. Una Congregación con cinco casas, poco más de cincuenta religiosas y respeto,70 son Iglesia al y centenares la de jóvenes tratadas con dignidad y herencia mundo, el 26 de de Vicenta María. Diciembre de La cede 1890, a la mientras entrega a Dios todo su ser con la misma naturalidad y heroica sencillez con que dedicó a la juventud necesitada los cuarenta y tres años de su vida. A los sesenta años de su muerte, el 19 de Febrero de 70 La falta de un estudio estadístico no nos permite saber con exactitud el número de jóvenes que se atendían anualmente en cada casa. Sabemos, por algunas hojas de movimiento que se conservan, que en 1875 sólo en Madrid se atendieron 349 jóvenes. Cfr. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Lista de movimiento de chicas, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 61, p. 241. 4 1950, Pío XII proclama Beata a Vicenta María. Y Pablo VI la canoniza en Roma, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, el 25 de Mayo de 1975. CAPITULO II LA DEVOCION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS Y VICENTA MARIA La palabra "devoción" deriva de la palabra latina "devotio" de 'devovere': dedicarse, consagrarse a una persona amada. Con respecto a Dios, la devoción es la consagración total de nuestra vida a El, y la más sublime expresión de nuestro amor71. Por tanto, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es la entrega a la persona misma de Cristo, que nos manifiesta su amor y nos muestra su corazón como símbolo de dicho amor. 1. HISTORIA DE LA DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS Podemos fijar sus inicios en el siglo XIII. Y en él, el punto de referencia es Santa Gertrudis (1256-1302). Desde este momento y hasta el siglo XVI, son varios los santos que testimonian el progreso de esta devoción que alcanzará todo su vigor en el siglo XVII. San Buenaventura (1217-1274) condensa la devoción en la llaga del Costado de Cristo: "Por eso fue herido (tu Corazón), para que por la herida visible, viésemos la herida invisible de amor."72 71 Y santa Catalina de Siena (1337-1380) afirma que "El Cfr. Santo Tomás, II-II, q. 80, a. 1, en C. MARMION, Jesucristo en sus misterios, Barcelona 1959, p. 394. 72 SAN BUENAVENTURA, Opúsc. X, Vitis Mystica, c. 3, n. 5, Quaracchi 1898, t. VIII, p. 164, en Estudios Teológicos sobre los Sagrados Corazones, Madrid 1958, p. 188. 35 costado de Jesús te muestra el secreto del Corazón; lo que El ha hecho y dado por nosotros, lo ha hecho por su propio y verdadero amor"73. San Bernardino de Siena (1380-1444), -el apóstol del Santo Nombre de Jesús- en sus predicciones por las plazas italianas invitaba a los fieles a "Penetrar en el Corazón de Jesús, Corazón profundo, Corazón secreto, Corazón que no olvida a ninguno, Corazón que sabe todo, Corazón que ama, Corazón que arde en amor por nosotros. La violencia del amor ha abierto la puerta, entremos: amemos como Jesús, penetremos en el secreto divino escondido desde toda la eternidad. La llaga del costado deja ver el templo eterno de la eterna felicidad."74 San Pedro Canisio (1521-1597) invita a refugiarse en todas las tentaciones en el amable Corazón de Jesús. Y ésta es su sugerencia espiritual: cada día, antes de iniciar una acción importante, dirigir una oración al Sagrado corazón75. San Juan Eudes (1601-1680), propaga de manera particular la devoción a los Corazones de Jesús y María, acentuando mucho la doble dimensión, divina y humana, del corazón de Cristo. Pero es una monja de la Visitación del Monasterio de 73 74 A. MORTA, Obras de santa Catalina de Siena. El diálogo, BAC, Madrid 1955, p. 324. Sancti Bernardini Senensis opera, Venetiis, 1591, t. 1, p. 617, cfr. DSp col. 1028. 75 Cfr. J.L. URRUTIA, Teología del Sagrado Corazón, Madrid 1961, p. 65 35 Paray le Monial, contemporánea de San Juan Eudes, quien impulsa de modo decisivo esta devoción. Su nombre, bien conocido a todos, es Santa Margarita María Alacoque (1647-1690). Según su testimonio, a través de cuatro revelaciones le manifiestó el Señor sus planes concretos sobre la devoción. En la última de estas revelaciones, la llamada "gran revelación", del 16 de Junio de 1675, le declara la finalidad de dicha devoción: devolver a Cristo amor por amor, reparar las ofensas del hombre, especialmente las cometidas contra el Sacramento de la Eucaristía: "He ahí este corazón, que ha amado tanto a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles su amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de amor. Pero lo que me es aún mucho más sensible es que son corazones que me están consagrados los que así me tratan. Por esto te pido que sea dedicado el primer viernes después de la octava del Santísimo Sacramento a una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día y reparando su honor por medio de un respetuoso ofrecimiento, a fin de expiar las injurias que ha recibido durante el tiempo que ha estado expuesto en los altares. Te prometo también que mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia las influencias de su divino amor sobre los que le rindan este honor y los que procuren que le sea tributado."76 76 S. MARGARITA MARÍA ALACOQUE, Autobiografía, traducida por el P. A. Sánchez Teruel, Bilbao 1931 , p. 154. 35 Pocas órdenes religiosas han marcado tanto los destinos de la devoción como la Compañía de Jesús77. San Claudio de la Colombière y el P. Juan Croiset fueron directores espirituales de Santa Margarita María. Claudio de la Colombière (1641-1682) llega a Paray le Monial en 1675 jesuítica. Es en un calidad incansable de superior propagador de de la la residencia Devoción al Corazón de Jesús entre sus amistades. Poco antes de morir, redacta Claudio de la Colombière su "Retiro espiritual". La obra, publicada en 1684, contribuye poderosamente a difundir la cuarta aparición del Sagrado Corazón y el acto de consagración al Corazón de Jesús, compuesto por el mismo Padre de la Colombière. Desde 1689, es Juan Croiset SJ (1656-1738) el confidente de Santa Margarita María y, como antes el P. de la Colombière, propagador entusiasta de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Tras la muerte de la Santa publica, el P. Croiset su obra "La dévotion au Sacré-Coeur de Notre-Segnieur Jesús- Christ" (Lyon, año 1691). Los PP. José Francisco Galliffet en Francia y Roma, y Juan de Loyola en España, son en la devoción al Corazón de Jesús los inmediatos sucesores del P. de la Colombière y P. 77 Cfr. J. de GUIBERT, La Spiritualité de la Compagnie de Jésus, Roma 1953, pp. 310439. 35 Croiset. José Francisco Galliffet (1663-1749), ya de estudiante de filosofía en Lyon, estuvo bajo la dirección de san Claudio de la Colombière. De 1723 a 1730 trabaja en Roma como Asistente para Francia del P. General Miguel Ángel Tamburini. Durante su estancia en Roma trabajó incansablemente por conseguir la fiesta universal del Sagrado Corazón. En 1726 publicó allí su obra "De cultu Sacrosanti Cordis Dei ac Domini nostri JesuChristi". Es la primera exposición doctrinal e histórica de la devoción. Por largo tiempo ha sido el mejor fundamento de la devoción. El fruto de este trabajo no pudo ser más excelente: la aprobación en Roma, del culto público al Sagrado Corazón de Jesús, por parte de Clemente XIII, el 26 de enero de 176578. El P. Juan de Loyola (1686-1762) es conocido por tres publicaciones: "Thesoro escondido en el Sacratísimo Corazón de Jesús", Valladolid 1734; "Historia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús descubierto a nuestra España", Salamanca 1738, y "Meditaciones del Sagrado Corazón según el método de los Ejercicios de San Ignacio", Valladolid 1739. No podemos concluir sin mencionar a dos grandes promotores de la devoción al Corazón de Jesús, particularmente en España: P. Bernardo Francisco de Hoyos en el siglo XVIII y el P. Isidro Hidalgo y Soba en el siglo XIX. 78 A. HAMON, Sacré Coeur, en Dsp, tomo III/1, col. 1025. 35 El P. Bernardo Francisco de Hoyos (1711-1735), es considerado como el Primer Apóstol de la devoción al Corazón de Jesús en España. La mencionada obra del P. Galliffet despierta en él el celo por la devoción al Sagrado Corazón. Todavía estudiante de teología en Valladolid, en la fiesta de la Ascensión, (14 de Mayo de 1733) en el momento de la comunión, siente que recibe del mismo Jesús la promesa: "Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes"79. En la "gran promesa" hecha a Santa Margarita María, se pedía una Fiesta de toda la Iglesia en honor al Sagrado Corazón de Jesús. A dicha festividad se llega gradualmente. La primera celebración tiene lugar en Paray-le-Monial en 1687. Diez años más tarde se concede la celebración de la misa de las Cinco Llagas en todas las iglesias del Instituto de la Visitación. El 26 de Enero de 1765, Clemente XIII concede la celebración de la fiesta del Sagrado Corazón en Polonia. Y el 11 de Mayo del mismo año la Sagrada Congregación de Ritos aprueba la misa y el oficio de la fiesta. Casi un siglo después, el 23 de Agosto de 1856, Pío IX la extiende a toda la Iglesia universal.80 En 1899, León XIII consagra el mundo al Sagrado Corazón de Jesús. Su encíclica "Annum Sacrum" es una preparación para este acontecimiento. 79 Cfr. J. L. de URRUTIA, Teología del Sagrado Corazón, Madrid 1961, p. 90. 80 Cfr. A. HAMON, Coeur (Sacré), en DSp, t. III/1, Paris 1937, col. 1035-1039. 35 El P. Isidro Hidalgo y Soba (1832-1912), destinado en Madrid, siente un afán particularmente intenso por propagar la devoción al Sagrado Corazón. Nombrado por el Cardenal Moreno, en 1883, primer Director general de la Archicofradía de la Guardia de Honor, escribe el "Manual completo para la Real Archicofradía Española de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús" La obra tuvo un éxito enorme: ya en 1903 se publica la octava edición. Alianza reparadora", A través de la llamada "Triple promueve la consagración al Corazón de Jesús, sobre todo entre las religiosas, con el fin de reparar las infidelidades cometidas contra los votos. El P. Hidalgo, escribe en sus notas de Ejercicios de 1882: "Miraré al S.C. de Jesús que me dice: "Mírame sin cesar!". Al Padre que le asiste en su muerte, expone su último deseo: "Hábleme del Corazón de Jesús. A El he consagrado mi vida. Sea para El todo". 2. EL CORAZÓN DE JESÚS Y VICENTA MARÍA La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es uno de los rasgos más marcados de la espiritualidad de Vicenta María. La vivencia de esta devoción de la Santa se abre y cierra en dos momentos: el primero se expresa en un dibujo de tres corazones que regala a su tía María Eulalia por su santo en 186781. El 81 Ver Apéndice n. 1. 35 segundo se resume en una frase de su últimos Ejercicios en 1889: el Corazón de Cristo es el "compendio de los Ejercicios". A. El símbolo El 10 de Diciembre de 1867, Vicenta María, felicita por su santo a su tía María Eulalia regalándole el dibujo de que antes se habla: aparecen en él tres corazones: el Corazón de Cristo, el Inmaculado Corazón de María y el corazón de su propia tía. El dibujo es una clara expresión de la vivencia personal de la Santa. El resto de su vida no será más que un continuo introducir la devoción al Corazón de Jesús, hasta los niveles más profundos de su existencia. En su dibujo, recalca Vicenta María los signos propios de la devoción: la llaga, abierta y sangrante; la cruz en medio de una llama de fuego que arde en la parte alta del Corazón, ceñido de espinas. El Corazón de María, lo envuelve, como es costumbre, una corona de rosas y una espada lo traspasa. En vez de una cruz, surgen del fuego tres azucenas. Debajo de los sagrados corazones, y a distancia equidistante queda el corazón de su tía María Eulalia. Aparece taladrado por seis clavos. El número corresponde según Vicenta María a seis sufrimientos que punzan amargamente a Dª María 35 Eulalia. La sobrina los anota cuidadosamente: "Recuerdo de los difuntos. Asilo de Sirvientas. Extraviadas del mismo. Ausencia de la sobrina. S. Juan de Dios. Sufrimientos domésticos." Vicenta María deja traslucir también las propias actitudes internas ante los corazones dolientes de Jesús y María. Al pie del dibujo da su respuesta personal. No es otra que la confianza y abandono completo que expresa con estas palabras: "Convino que Jesús y María padeciesen para entrar en la gloria, y el siervo no ha de ser más que su Señor; pero ¿quién se desalienta, si exclama con S. Pablo: Todo lo puedo en Aquel que me conforta y, más habiendo oído de la boca del mismo Dios: Vuestras tristezas se convertirán en gozo?"82 La llaga, la cruz, la llama y la corona de espinas Como ya hemos visto, Vicenta María representa el Corazón de Cristo con los cuatro elementos significativos de la devoción: la llaga, la cruz, la llama y la corona de espinas. Son los símbolos con que se manifestó el Divino Corazón a Santa Margarita María: "Este divino corazón me fue presentado en un trono de llamas, más brillante que el sol y transparente como cristal con la llaga adorable y rodeado con una corona de espinas que signifi82 Cfr. Apéndice documental n. 1. El dibujo original se conserva en el "Museo Santa Vicenta María" de la Casa Madre del Instituto en Madrid. De él habla M. María Teresa Orti en su biografía de la Madre Fundadora, cfr. ORTI, p. 119s. 35 caba las punzadas que le hacían nuestros pecados, y una cruz encima significaba que desde los primeros instantes de su Encarnación, es decir, desde que este Sagrado Corazón fue formado, la cruz fue plantada en El, y fue colmado, desde los primeros instantes de todas las amarguras que le debían causar las humillaciones, pobreza, dolor y desprecio que la sagrada humanidad debía sufrir durante todo el curso de su vida y en su sagrada pasión".83 Sobre estos símbolos vuelve, Vicenta María una y otra vez en los momentos de mayor intimidad con el Señor. Así por ejemplo, en los Ejercicios de 1868, al contemplar la Pasión, escribe: "Viendo a Jesús azotado, despedazado, coronado de espinas, crucificado, ¿quién querrá regalos y gustos? Vos ultrajado por los sacerdotes, soldados y toda clase de gentes, con todo género de ignominias, ¡y pretenderé yo estimación! ¿Ha de ser el siervo más que su Señor? Preciso es estar dispuesto a sufrir desprecios en vista de los de Jesús; ... Jesús clavado en una cruz, todo hecho una llaga por mí: ¿y yo no me sacrificaré en correspondencia justísima? Renuncie a todos mis gustos y abráceme con la cruz?"84 Al año siguiente se detiene a contemplar en particular al Señor coronado de espinas. "Vos, Señor, despedazado con los azotes, traspasada vuestra cabeza con las espinas: ¿y por quién? Por mis pecados. ¿Y no será esto bastante 83 84 J.L. de URRUTIA, Teología del Sagrado Corazón, Madrid 1961, p. 80. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Apuntes de Ejercicios Espirituales, 1868, d. 8º, m. 2ª, p. 26. (Citaremos: Ap.Ej. año, día, meditación y página). 35 para comprender su gravedad y obligarme a sacrificarme con Vos, siendo yo el culpable?".85 La corona de espinas no vuelve a mencionarla en sus notas espirituales. En Vicenta María la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y amor a Cristo crucificado, son realidades inseparables. De hecho, la Cruz de Cristo es el amor llevado al extremo. La contemplación de Jesús azotado, coronado de espinas, crucificado es la revelación del amor sumo de Jesús hacia ella: "¡Con cuanto amor ha padecido mi Señor su Pasión y muerte por mí!"86. El Cristo despreciado de la Pasión, llagado por su amor de pies a cabeza87, provoca en ella un decidido seguimiento en sacrificio, y desprecio, porque quiere ser discípula de ese Jesús, y no de otro. Desde su experiencia de amor de Jesús brota la exigencia de conformar su vida con la de Cristo: "Jesús tan despreciado, tan desvalido por el abandono hasta de sus discípulos... ¿Cómo haré para imitarle en sus desprecios?...Si he de ser la Esposa de Cristo 85 Ap.Ej. 1869, d. 7º, m. 2ª, p. 47. 86 Ap.Ej. 1870, d. 7º, m. 4º, p. 63. 87 Cfr. Ap.Ej. 1876, d. 7º, m. 2º, p. 137. crucificado, he de 35 conformarme con El"88. La contemplación del Crucificado va modelando, poco a poco, el corazón de Vicenta María. En sus notas de Ejercicios de 1882 escribe: "Yo os contemplo, Señor, crucificado y veo lo que sufrís y las lecciones que me dais"89. En las meditaciones de la Pasión, Vicenta María contempla las mismas virtudes del Jesús de Nazaret: su infinito amor al Padre y a los hombres, la mansedumbre, la obediencia. Y la huella en su espíritu cala más hondo, y es más perfecta su imitación de Cristo pobre, humilde, obediente, casto. En una explicación a sus religiosas, expresa así Vicenta María el ideal de la perfección: "El deseo de una buena religiosa debe ser..., modelar en su corazón el Corazón de Jesús o sea, la imitación de Cristo, que guste de ser pobre con Cristo pobre, humilde con Cristo humilde, obediente con Cristo obediente, casta con Cristo el más puro y más casto de todos los hom- bres..."90. 88 Ap.Ej. 1876, d. 7º, m. 2º, p. 137-138. 89 Ap.Ej. 1882, d. 7º, m. 2º, p. 206. 90 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Xerocopias, vol. 2, p. 255-256. De una explicación a sus hijas, BCG-RMI, 35 Vicenta María no lo anota explícitamente en sus apuntes de Ejercicios, pero sus ojos se clavan en el costado abierto de Jesús, en las contemplaciones del calvario. Allí se esconde toda la ciencia del amor de Cristo y por tanto, la experiencia misma de los Ejercicios, como veremos a continuación. B. El Corazón de Jesús compendio de los Ejercicios En el Costado traspasado de Jesús contempla Vicenta María el amor infinito y misericordioso del Señor. El Corazón de Jesús la atrae con fuerza irresistible, y a el se va acercando progresivamente. Casi al final de su vida, en los Ejercicios de 1889, resume en el Corazón de Jesús toda su vida espiritual: "El Corazón de Jesús compendio de los Ejercicios. En su llaga, el dolor que hemos de tener de nuestros pecados y faltas, la pureza de alma que el Corazón Santísimo pide; la Beata Margarita lo dice en su vida. En la cruz el seguimiento de Cristo, que no es otro que el sufrir y humillarse. En la llama, el amor divino pero no estéril, sino manifestado en obras, y las obras son imitarle en el padecer"91. 91 Ap.Ej. 1889, Compendio de los Ejercicios, p. 283. 35 En este texto de la Santa que acabamos de transcribir, hay tres palabras clave, que encierran, si podemos hablar así, toda la esencia espiritual de Vicenta María. Estas palabras son: Llaga - Cruz - Llama. a. La llaga Vicenta María en la contemplación del Costado abierto, intuye el dolor que nuestros pecados causan al Corazón que allí se esconde. Contempla el Corazón de Jesús, y contemplando en él su propio pecado, no puede por menos que reconocer su condición de pecadora. Se siente abrumada por su pequeñez frente al Amor también aplastante de un Dios, capaz de amor en cruz por amor. De esta experiencia brota la íntima urgencia de una correspondencia en amor, más escrupulosa, más vigilante, la necesidad de un amor más cercano. Vicenta María, aún sin hacer mención directa de la llaga del costado, expresa estos sentimientos ante Cristo crucificado: "Mi Dios y Señor pospuesto a Barrabás, crucificado entre ladrones y, ¿yo querré y estaré contenta de ser estimada? Dios mío no he de querer seguir yo otra suerte que la vuestra,, yo quisiera imprimir en mí y en mis Hermanas el anhelo de imitaros amando los desprecios y poniendo mi gloria en eso."92 92 Ap.Ej. 1876, d. 6º, p. 136. 35 A través de la llaga, Vicenta María se interna en las profundidades de su pecado no para desesperar. Todo lo contrario, para llegar a conformar su propia vida con el modelo que le ofrece Cristo desde la cruz: "Deseos de concebir dolor de mis pecados, causa de los cruelísimos tormentos de mi Señor. Conocimiento de que no puede conformarse con Cristo Crucificado vida tan regalada como la mía. Resignación en los trabajos, mortificación de los sentidos. Vos, Señor, dais la vida por mí: pues yo quiero vivir solo para Vos."93 El amor ha sido la causa de la Pasión de Jesús. El amor de respuesta de Vicenta María provoca en ella un deseo tan intenso de mortificarse por Cristo: "Jesús todo llagado por mi amor y yo que he dado el motivo para que esto suceda ¿cómo querría vivir sin mortificación?."94 En el santo refugio de la llaga ruega Vicenta María ser sumergida en la 'sangre preciosísima' que de allí mana: "Al verme tan necesitada, afectos de esperanza, y peticiones de que algunas gotas de las que destilaban del Sagrado Cuerpo me fortalezcan, me iluminen, me laven y causen en mí todos los efectos que necesito."95 93 Ap.Ej. 1872, d. 7º, m. 2º, p. 91. 94 Ap.Ej. 1876, d. 7º, m. 1º, p. 137. 95 Ap.Ej. 1879, d. 5º, m. 2º, p.168. 35 b. La cruz La contemplación del Cristo crucificado es la fragua del seguimiento de Vicenta María. Allí recibe 'lecciones de vida' que no son otra cosa que sufrimiento y humillación como imitación perfecta de Cristo: "Yo os contemplo, Señor, crucificado y veo lo que sufrís y las lecciones que me dais; no veo por ahora ocasión de imitaros en tan grandes sacrificios, pues todo me es bien fácil, pero os prometo ser fiel en lo propuesto y me ofrezco con vuestra gracia a sufrir lo que Vos quisiéreis, empezando por los trabajos y penas interiores, siempre que con ellas en nada os ofenda, ni desagrade."96 El seguimiento radical a Cristo es en Vicenta María asemejarse a su Señor, identificándose con él, sobre todo en los desprecios que recibió en la cruz: "Jesús tan despreciado, tan desvalido por el abandono hasta de sus discípulos, hecho la burla de aquel pueblo a quien tanto había favorecido, y yo, ¿cómo haré para imitarle en sus desprecios? si es necesaria la buena fama en mí por el bien del Instituto, yo no me pegaré a ella, sino que siempre que la advierta consideraré que Vos lo permitís por ese motivo, y que mi gloria ha de estar en ser sumamente despreciada con Vos. Si he de ser la Esposa de Cristo Crucificado, he de conformarme con El."97 96 Ap.Ej. 1882, d. 7º, m. 2ª, p. 206. 97 Ap.Ej. 1876, d. 7º, m. 2º, p. 138. 35 La santa acomete las cuestas de la mortificación y humillación personal, no desde un ideal ascético abstracto, sino desde el amor al Jesús cubierto de llagas: "Señor mío, aquí me tenéis, quiero hacer lo que Vos queráis y haced lo que queráis de mí. Veo a mi Jesús en la cruz en la mayor pobreza, ... le veo cubierto de llagas y lleno de dolores enseñándome la mortificación, y yo, Dios mío, ¿qué deberé hacer para imitaros y agradaros?"98 La mortificación, la humillación no alargan el rostro de Vicenta María, no lo tensan ni lo oscurecen. Sabe vivir su interna decisión con admirable espontaneidad y alegría: "Algún conocimiento del desamparo en que se halló el Señor con tantas humillaciones por parte de todas las personas y circunstancias que en su Pasión le rodearon; lo que me hizo conocer que nada de extraño tiene que las almas amantes no quieran otra suerte que la de su Salvador, y no estén contentas sino cuando se ven humilladas."99 Hacia el final de su vida, formula lo mismo, pero con más naturalidad si cabe: "¿a qué otra cosa hemos venido aquí sino a sufrir? y en eso debemos tener nuestro gusto."100 Pero estos sufrimientos 98 Ap.Ej. Enero 1878, d. 6º, p. 148. 99 Ap.Ej. 1882, d.7º, m. 4º, p.207. 100 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, llevados por amor tienen su Explicación acerca de la oración, trabajo y sufrimiento en la Vida Religiosa, en Ap.Ej., p.354. 35 modelo precisamente en el Corazón de Jesús: "Al considerar el Corazón amantísimo de Jesús sacrificándose por nuestro amor en todos los instantes, yo deseo no rehusarle los pequeños sacrificios que de mí pide"101 c. La llama En el texto de la Santa citado ya en la página 47, la llama ardiente sobre el corazón divino compendiaba todo el amor de Cristo hacia ella, y viceversa: el amor de la Santa hacia el Señor. Santa Margarita María, como ya hemos visto, recoge en la 'Gran promesa' las revelación del corazón de Cristo que ama y no es correspondido, con estas palabras: "He ahí este corazón, que ha amado tanto a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles su amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de amor."102 Para Vicenta María amar es, en primer lugar, reconocimiento minucioso de dones recibidos y respuesta generosa a ellos. En 1870 concluye sus Ejercicios que todo lo suyo es don 101 Ap.Ej. 1879, día de retiro, 16 de Junio, p. 171. 102 S. MARGARITA MARÍA ALACOQUE, Autobiografía, traducida por el P. A. Sánchez Teruel, Bilbao 1931, p. 154. 35 gratuito de Dios que pide respuesta: "¡Qué cosa más justa, pues, Señor, sino que del todo y sin reserva lo devuelva todo a Vos dedicándome enteramente a vuestro servicio! Aquí me tenéis, Dios mío, porque el amor no se corresponde sino amando y el amor no consiste en palabras sino en obras."103 Y más adelante continúa: "Perdonadme, Dios mío, lo mal que correspondo a la gracia de la comunión: ¡qué don tan excelente! ¡con qué afecto me lo dais, cuántas utilidades me reporta! Ay, Señor, fortalecedme para cumplir mis propósitos; pues, si me dejáis, ¿qué sucederá?"104 Dos consecuencias naturales que brotan de la exigencia en Vicenta María a devolver amor por amor: su devoción al Corazón eucarístico y su empeño en la imitación de Cristo. El Corazón Eucarístico Don de amor es la Eucaristía para Vicenta María. El lugar donde ella misma aprende a ser don para los demás. "El amor se prueba con la comunicación de bienes"105; y desde esta certeza exclama: 103 Ap.Ej. 1870, d. 8º, m. 4ª, p. 64. 104 Ap.Ej. 1870, Conclusión, p. 64. 105 Cfr. Ap.Ej. 1869, d. 8º, m. 4ª, p. 48. 35 "¡Cuánta liberalidad la de mi Señor, cuánto deseo de comunicarme todos sus bienes, dándoseme a Sí mismo en el Santísimo Sacramento!"106 Su reacción personal es inmediata: "Esforzarme a conocer la grandeza del don que nuestro Señor nos dio en la sagrada Eucaristía, y la gracia que a mí me hacer de hacerme participante con tal frecuencia. ¡Ay, Dios mío, cómo debiera yo vivir!"107. No es, pues, de extrañar que enumere entre las señales de tibieza el "comulgar sin fruto"108. La comunión espiritual es medio favorito de la Santa para intensificar la continua presencia de Jesús y para evitar distracciones. En la reforma de sus Ejercicios de 1878 y en un triduo de renovación en 1881 escribe: "Puntualidad en hacer cada hora una comunión espiritual"109. Para Vicenta María el Sagrario fue lugar privilegiado de encuentro personal con Cristo, lugar de confidencia y abandono. Amaba las visitas largas al Santísimo -una devoción que había aprendido desde niña- y se propone, en los Ejercicios de 1888, 106 Ap.Ej. 1869, d. 9º, p. 48. 107 Ap.Ej. 1873, d. 8º, p. 106. 108 Cfr. Ap.Ej. 1888, Triduo del 18-20 de noviembre, p. 273. 109 Ap.Ej. 1878, Reforma, p. 149; Triduo hecho en noviembre de 1881, p. 195. 35 dedicar a ellas algunos ratos extraordinarios: "Propongo cuando tenga tiempo, dedicar un rato extraordinario a algún ejercicio de meditación, lectura o visita más larga al Santísimo, para poder conservarme con algún lastre en el interior y andar recogida y unida a Dios."110 Imitación de Cristo La contemplación del Jesús de la Pasión y del Calvario simplifica enormemente su programa espiritual, puesto que la lleva al amor. Una sola cosa es necesaria:vivir en ese amor como respuesta al amor manifestado por el Señor -"mi Señor"- en la Pasión "¡Con cuánto amor ha padecido mi Señor su Pasión y muerte por mí! Bien decía el apóstol: la caridad de Cristo nos apremia a que vivamos sólo para Aquel que murió por nosotros."111 La muerte y el sufrimiento del Maestro dan sentido a los padecimientos de Vicenta María la llevan a la verdadera contrición y al deseo de reparar sus pecados por el camino trazado por el Maestro: "Deseos de concebir dolor de mis pecados al ver cuán caros costaron a mi benignísimo Salvador; ofrecerme a llevar bien los trabajos y menospre110 Ap.Ej. 1888, Reforma, p. 271. 111 Ap.Ej. 1870, d. 7º, m. 4ª, p. 63. 35 cios que el Señor quiere enviarme, pues, ¿cómo de esperar otra cosa habiéndome trazado este camino mi divino Maestro?"112 Vicenta María descubre la Cruz de Cristo, precisamente allí donde nosotros no logramos descubrirla; en una vida ordinaria sin brillo, en el roce con el contacto y el modo de ser de los demás que de casualidad caen a nuestro lado. La Santa abraza una cruz heroica que son las cruces desconocidas, anónimas de la vida común, pero llevadas cada día con la misma constancia en el amor en la imitación del que nos muestra, en el sufrimiento, su amor: "Al ver al Señor morir con circunstancias tan penosas, deseo imitarle y llevar bien los trabajos que me envíe empezando por aceptar la cruz que me proporcionen los diferentes caracteres de mis Hermanas y todo lo que Vos queráis. ¿Quién no amará a cosa tan amable como nuestro Señor Jesucristo y que tanto nos ama? Ay Dios mío, quiero sacrificarme por vuestro amor." 113 3. ASPECTOS DE LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Nos refiere el P. Hidalgo, que el tío de la Santa, D. Joaquín, inculcaba en Vicenta María aquellos actos que a su juicio daban mayor gloria al Señor: la Consagración 112 Ap.Ej. 1871, d. 7º, m. 1ª, p. 75; cfr. 1873, d. 6º, m. 4ª, p. 104. 113 Ap.Ej. Junio 1878, d. 5º, p. 156. y la 35 Reparación. Así se entiende que la consagración y la reparación, fueron dos aspectos -por otra parte típicos de la espiritualidad de la época- que la Santa personaliza y vive intensamente. A. La Consagración Consagrar etimológicamente equivale a hacer sagrada una persona o una cosa y sagrado es alguien o algo propio de Dios, que pertenece total y enteramente a El114. Consagrarse al Corazón de Jesús lleva, por tanto, a una relación de total pertenencia a él, de donación completa, en un deseo sincero de ser total y perpetuamente suyo. Vicenta María vive esta realidad de la consagración. En los Ejercicios Espirituales de 1868, muestra su convicción de pertenencia exclusiva a Dios: "... soy propiedad suya y a El sólo pertenezco"115. Dos años más tarde lo expresa en clave de amor de correspondencia: "¡Qué cosa más justa, pues, Señor, sino que del todo y sin reserva lo devuelva todo a Vos dedicándome enteramente a vuestro servicio!. Aquí me tenéis, Dios mío, porque el amor no se corresponde sino amando y el amor no consiste en 114 Cfr. Santo Tomás, II-II, q. 91, a. 1, en Estudios teológicos sobre los Sagrados Corazones, Madrid 1958, p. 244. 115 Ap.Ej. 1868, d. 1º, m. 1º, p. 18. 35 palabras sino en obras"116. La entrega de la Santa va más allá del mero cumplimiento de las obras puesto que estas son para ella fruto del amor. Por ello, abarca también todos sus pensamientos, sus palabras, su ser entero: "... Señor mío, yo también me quiero dar toda a Vos, consagrándoos todo mi ser".117 Vicenta María consagra al Sagrado Corazón de Jesús todo lo que ella es y todo lo que de El ha recibido. Y entre los dones más queridos están el naciente Instituto, en particular el noviciado y las jóvenes. Todo ello es objeto de su Consagración en la fiesta del Corazón de Jesús de 1878.118 La Congregación atravesaba entonces por un momento delicado: Unos meses antes había fallecido Dª María Eulalia Vicuña, sobre Vicenta María pesa toda la responsabilidad del Instituto y de la obra apostólica que dirigía su tía. En tales circunstancias la Madre Fundadora se entrega al Corazón de Jesús y se compromete a propagar su culto y su gloria. Vicenta María, que pertenece ya al Señor por la consagración religiosa, se siente 116 Ap.Ej. 1870, d. 8º, m. 4º, p. 64. 117 Ap.Ej. 1873, d. 7º, m. 4º, p. 105. 118 Cfr. Apéndice documental n. 2. ahora impulsada a vivir 35 despojada de todo, oculta, escondida, abandonada por completo y sin reserva en el dulcísimo Corazón de Jesús119. Si el amor es intercambio de dones, no será atrevido decir que también la consagración es o puede llegar a ser, un intercambio de corazones. Al menos, así la quiere vivir Vicenta María, sobre todo cuando siente que es una invitación del mismo Jesús, manifestada en un deseo que ha puesto en su corazón. En ese deseo de respuesta total al Corazón de Jesús, llega Vicenta María a vivir el misterio paulino: "No, Jesús de mi alma, no os disputaré jamás la posesión de cuanto hoy os entrego. Solo Vos viviréis en mí, ocupando el lugar de todo en mi alma, en mi corazón y en mí espíritu. Pueda yo decir algún día con el Apóstol "Vivo yo más no yo, es el Corazón de Jesús el que vive y anima en mí y que esta transformación de mí misma en Vos sea tan completa que desde ahora no sea yo quien os ame, sino que seáis Vos mismo el que os améis en mí."120 Vicenta María ve el Corazón de Jesús tal como se representa en la devoción. Su atención principal recae sobre la corona de espinas: para ella éstas. Para Dios los consuelos que ella, Vicenta María, pueda tener: "Ahora Jesús mío quiero hacer un cambio animada 119 Acto de Consagración y abandono al Sacratísimo Corazón de Jesús, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3, p. 21. 120 Acto de Consagración al Sacratísimo Corazón de Jesús, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3, p. 23. 35 del deseo que me habéis inspirado. Que siempre Corazón amantísimo que sintáis alguna espina de esas que tanto os hieren las arranquéis de vuestro dulcísimo Corazón y la clavéis en el mío; y cuantas veces veáis llegar algún consuelo en mi corazón os ruego lo apartéis para colocarlo en Vos. De este modo serán míos vuestros dolores y vuestros mis consuelos."121 Ese corazón nuevo, contemplado por la Santa, el de las espinas de Cristo, hace que sea ella la que pueda dar gloria al Padre como Cristo con sus sufrimientos en la cruz: "Así seréis Vos el que deis gloria a vuestro Padre y os glorificaréis. Así seréis Vos el que cumpláis lo que me mandáis. Solo así curaré vuestras llagas, arrancando vuestras espinas. Sólo así daré gloria a quien sea dada toda la gloria en el cielo y en la tierra por los siglos de los siglos. Amén."122 B. La Reparación En la revelación de la "gran promesa" hecha a Santa Margarita María, el Señor hace referencia a la ingratitud de los hombres: "He ahí este corazón, que ha amado tanto a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y 121 Acto de Consagración al Sacratísimo Corazón de Jesús, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3, p. 23. 122 Acto de Consagración al Sacratísimo Corazón de Jesús, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3, p. 23. 35 consumirse para demostrarles su amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte si no ingratitud... Pero lo que me es aún mucho más sensible es que son corazones que me están consagrados los que así me tratan"123. Vicenta María, no se siente ajena de esa queja. También ella descubre y reconoce su infidelidad, su frialdad, su ingratitud ante el amor que ha experimentado: "¡Ay, qué mal tan grande es el pecado! ¡Con que facilidad he cometido yo no uno si no acaso muchos graves!"124. Por eso la Santa quiere ahondar en la malicia de su pecado, con la esperanza de que brote un dolor profundo del mismo y expresa su "Deseo de conocer la malicia del pecado y de sentir los que he cometido"125. Y a pesar de palpar su indignidad, se siente en ella serena, contemplando la generosidad del Corazón de Cristo que quiere ganarlo para sí: "Con una gota de Sangre hubiera podido redimirme 123 MARGARITA MARÍA ALACOQUE, Autobiografía, Bilbao 1931, p.154. 124 Ap.Ej. 1870, d. 2º, m. 1º, p. 56. 125 Ap.Ej. 1872, d. 2º, m. 1º, p. 84. 35 y la derramó toda sólo por ganar mi voluntad."126 Esta incalculable generosidad de Cristo, arranca del corazón de Vicenta María deseos de imitar a Cristo en sus sufrimientos con más mortificación, mayor pobreza y humillación. Este es el medio de reparar su falta de respuesta al amor que ha recibido: "Conocimiento de la vida mortificada que pide el considerar a mi Redentor en la Cruz, llagado de pies a cabeza. Propósitos de aprovechar las ocasiones que haya de mortificación y suplir la vida tan regalada que llevo, haciendo cuanto pueda por el bien espiritual del prójimo"127. Vicenta María no sueña con grandes mortificaciones exteriores. Se contenta con ofrecer todo lo que ella es: sus inclinaciones, Señor, y todo sus lo propios que le gustos, ajenos a los gustos del ayude a vivir unida a El: su recogimiento. En una palabra, la verdadera mortificación que la hace ofrecer su propio cuerpo (Rom 12,1-2): "...¿qué sacrificios os ofreceré yo?, el de mis inclinaciones naturales, el de todo lo que me pueda causar algún placer que no sea de vuestro gusto, el de hacer cuanto sea preciso para llevar una vida de recogimiento"128. 126 Ap.Ej. 1868, Reforma, p. 30. 127 Ap.Ej. 1871, d. 6º, m. 5º, p. 75. 128 Ap.Ej. 1876, d. 6º, m. 4º, p. 137. 35 Pero con los sacrificios no quiere sólo reparar sus faltas de amor. Piensa también en las debilidades y faltas de amor de los demás, especialmente de las jóvenes que el Señor le ha confiado deseando que tengan la misma experiencia del amor de Cristo que ella tiene, amor que es redentor: "Conformidad con padecer y ánimo de procurar que se aprovechen de la Redención las personas con que yo pueda hacer algo."129 129 Ap.Ej. 1880, d. 7º, m. 2º, p. 181. CAPITULO III VICENTA MARIA APOSTOL SAGRADO CORAZON DEL En el capítulo segundo nos hemos asomado al conocimiento y práctica de la devoción de Vicenta María al Sagrado Corazón de Jesús. Hemos visto también cómo la Santa recoge y personaliza los aspectos de consagración y reparación. El amor a Jesús, impulsa a Vicenta María a propagar sencillamente lo que ha conocido y experimentado. Por eso, Vicenta María fue apóstol de la devoción al Corazón de Jesús. Y lo testimonian de mil maneras la vida y escritos de la Santa. Vicenta María promueve la Devoción al Corazón de Jesús en dos ambientes diversos entre sus religiosas y entre las jóvenes. 1. ENTRE SUS RELIGIOSAS Vicenta María aprovecha, para propagar la devoción, las asociaciones eclesiales ya existentes y la práctica de medios concretos convenientemente adaptados. En las Asociaciones podemos mencionar: a. El Apostolado de la Oración Como es bien conocido, el movimiento nace en 1844, en el escolasticado de la Compañía de Jesús en Vals (Francia). Su iniciador fue el P. Gautrelet, director espiritual de aquella casa de formación. En la fiesta de S. Francisco Javier, el P. Gautrelet invita a los estudiantes a formar un grupo que quiera 61 colaborar en la evangelización de la Iglesia mediante la oración personal y el sacrificio. El P. Enrique Ramière -por entonces profesor de teología en Vals- da a la intuición de Gautrelet consistencia teológica, y sobre todo se convierte en un entusiasta propagador de la asociación, que dirige desde 1860. En 1861 funda la conocida revista "Le Messager du Sacré Coeur". Esta se difunde con asombrosa rapidez. Los jesuitas toman la dirección del Movimiento en España y en Junio de 1883 comienza a editarse en español "El Mensajero del Sagrado Corazón de Jesús" con sede en Bilbao.130 Vicenta María, gracias a sus estrechos contactos con los jesuitas, conoce Asociación: muy "promover bien el los interés estatutos por la y fines oración de según la los deseos y el ejemplo del Sacratísimo Corazón de Jesús, que vive intercediendo siempre por nosotros"131. El 28 Mayo de 1883, Vicenta María solicita la adhesión del Instituto al movimiento y ofrece "gustosa á (sic) todos los inscritos todas 130 en el nuestras Apostolado de la Oración, participación de oraciones, mortificaciones demás buenas Cfr. M. REVUELTA, La Compañía de Jesús en la España contemporánea, Madrid 1991, t. I, p. 1057; G. TREMBLAY, Apostolato Cattolica, Firenze 1950, p. 1676-1678. 131 y della Estatutos del Apostolado de la Oración, Roma 1866. Preghiera, en Enciclopedia 61 obras"132. La inscripción del Instituto al Movimiento del Apostolado de Oración no queda en letra muerta. Vicenta María se empeña seriamente en hacer vivir a las Hermanas el espíritu del Apostolado de la Oración. Los Estatutos en el artículo IV recomiendan el ofrecimiento diario "de las oraciones, obras, y dolores del día por las intenciones por las cuales se ofrece a sí mismo Cristo Señor en el Sacrificio del altar" . Vicenta María quiere que las Hermanas comiencen el día con una acción de gracias y con el ofrecimiento de "todas las obras y trabajos ... uniéndolos a los méritos de Nuestro Señor Jesucristo"133. Al comienzo de la meditación propone un acto de unión íntima con el Señor: "... confiada en vuestra divina bondad y en los méritos de Jesucristo vuestro divino Hijo a quien me uno en espíritu para orar como El, con El y por El, me presento delante de Vos: os ofrezco este rato de meditación pidiéndoos humildemente gracia para hacerla como es debida a mayor honra, gloria vuestra y bien de mi alma, 132 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Solicitud de adhesión al Apostolado de la Oración, Madrid 28 de mayo de 1883, en Archivo del Apostolado de la Oración-Roma, Registro de agregaciones, vol. I, n. 37.722. 133 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres para el noviciado de las Religiosas del Servicio Doméstico de la Inmaculada Concepción, Barcelona 1890, p. 6. 61 ..."134. Para Vicenta María sólo existe un camino directo a la santidad, y es el que propone a sus religiosas: hay que perderse en los misterios del Corazón de Cristo. "Se conocerá que adelanta, si va venciendo sus pasiones y si no contentándose con tener dominio sobre sí misma, da un paso más procurando hacerlo todo con perfección y si en este hacer todo con perfección no busca más que a Dios, su amor y su mayor gloria olvidándose completamente de sí misma, de sus inclinaciones, gustos y comodidades, en fin, perdiéndose en la inmensidad del Corazón de Jesús, habrá no solo adelantado sino llegado al colmo de la perfección y si quiere ser despreciada y gusta de ser humillada y abatida teniéndolo por gloria y por más imitar a Jesús crucificado ya es mártir y santa".135 Sólo a través de la identificación con su Corazón se logra unir nuestras obras y trabajos a los méritos del Señor Jesús: "El deseo de una buena Religiosa debe ser ... modelar en su corazón el Corazón de Jesús, o sea la imitación de Cristo, que guste de ser pobre con Cristo pobre, humilde con Cristo humilde, obediente con Cristo obediente, casta con Cristo el más puro y más casto de todos los hombres, pues no basta que quiera y sea todas estas cosas si no llevan el solo deseo de presentarse delante de Jesús Sacramentado pidiéndoselo 134 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres, p. 98. 135 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Xerocopias, vol. 2, p. 255. De una explicación a sus hijas, inédita, 61 humildemente, ..."136 b. La Guardia de Honor Esta asociación surge también en Francia, el 13 de Marzo de 1863, en el Monasterio de la Visitación de Bourg. En España se difunde a partir de 1883. El primer director general de la "Archicofradía Española de la Guardia de Honor del S.C. de Jesús", fue el jesuita P. Hidalgo137. La Archicofradía tuvo su Centro primario en el Primer Monasterio de la Visitación en Madrid138. El cuadro bíblico, que inspira la Asociación es la escena del Calvario (Jn 19,25): Junto a la Cruz del Señor, estaban María, la madre de Jesús, Juan y María Magdalena. La Guardia de Honor quiere honrar al Sagrado Corazón con una hora de guardia cada día. Durante esa hora, santifica y ofrece todas sus obras al Señor. ¿Cómo? No hay que abandonar el puesto del trabajo; tampoco hay que descuidar las propias obligaciones del momento. Basta simplemente trasladarse espiritualmente al Centro del amor.139 136 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, De una explicación a sus hijas, inédita, Xerocopias, vol. 2, p. 256. 137 Cfr. Ap.Ej., p. 129. 138 Historia de la Guardia de Honor, en Pequeño Manual de la Archicofradía de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, Madrid 1956, pp. 5-7. 139 Cfr. I. HIDALGO, Manual completo para la Real Archicofradía Española de la guardia de Honor del Sagrado Corazón, Madrid 1903, p. 59. 61 Vicenta María, practica y propaga con entusiasmo entre sus hijas la Guardia de Honor. El mismo día de su muerte dice a las Hermanas que rodean su lecho: "Esta es mi Hora de Guardia"140 y como última recomendación añade: "Procuren extender mucho la hora de Guardia y la devoción del Sagrado Corazón"141. c. La Triple Alianza El fundador de la "Triple Alianza en el Sagrado Corazón de Jesús" es el P. Isidro y Hidalgo SJ. Formaban parte de ella religiosas de "mucha y sólida virtud y de notoria santidad"142. Su finalidad es unirse a los sentimientos y deseos del Corazón de Jesús, mediante una perfecta observancia de los votos religiosos, reparando así las infidelidades en los votos que hieren hondamente el Corazón de Cristo. El nombre de "Triple Alianza" quiere reflejar la organización externa: Se formaban entre los miembros de la asociación grupos o "coros" de tres religiosas, a cada una de los cuales 140 Cfr. ORTI, p. 485. 141 Palabras de nuestra Rvma. y santa Madre en el día de su muerte, anotadas por M. María Isabel Méndez, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 2, p. 65. 142 Cfr. HIDALGO, p. 313. No existe hasta el presente un estudio sobre la Asociación. La falta de documentación nos impide determinar el tiempo en que nace. Madre María Teresa Orti afirma que es el P. Isidro Hidalgo SJ el fundador, cfr. ORTI, p. 473. Según las noticias que nos transmite el mismo P. Hidalgo SJ en su biografía de Santa Vicenta María, podemos intuir que se estableció en Madrid entre 1875 y 1880. 61 se asignaba la práctica de una virtud concreta. Dicha virtud se convertía para las intentaban hacerla Religiosas vida propia y en programa reparaban espiritual: además por las faltas cometidas contra ella. Las virtudes eran: la presencia de Dios para reparar el olvido de El; agradecimiento al Señor para reparar la ingratitud; santo temor de Dios para reparar la autosuficiencia espiritual. Vicenta María entra en la Asociación hacia 1880. Formaba coro con María Javiera Guillelmí y Araoz, Superiora del Monasterio de la Visitación de Vitoria143 y con Filomena de San Luis Gonzaga de Neira, carmelita descalza, Priora del Convento de Santa Teresa de El Pardo (Madrid)144. A Vicenta María le corresponde el ejercicio de la presencia de Dios. Las notas de los exámenes de conciencia prueban de sobra el empeño que la Santa puso en esta virtud. De ella se examina frecuentemente. Se propone su observancia una y otra 143 María Javiera Guillelmí y Araoz nació en Sevilla el 19 de Diciembre de 1835. Ingresó en el Primer Monasterio de la Visitación Real en Madrid el 2 de Febrero de 1862. A partir de 1875 se puso bajo la dirección espiritual del P. Isidro Hidalgo y Soba SJ. En 1879 fue destinada como Superiora y Maestra de novicias a la fundación del Monasterio de Vitoria donde muere el 30 de Abril de 1894. 144 Filomena María de San Luis Gonzaga de Neira y de la Puente, nació en Montauban (Francia) el 21 de Diciembre de 1841. Entró carmelita en el Monasterio de calle del Barquillo (Madrid) en 1860. Después de la exclaustración de 1869 refugiaron en El Pardo. Años más tarde pasaron a residir en el actual convento la calle Ponzano en Madrid. Allí falleció la Madre Filomena el 30 de Julio 1912. la se de de 61 vez "pensando lo que hago y que lo hago en la presencia de Dios"145, "pensando que Dios me mira"146, "procurar habituarme a hacer las cosas en la presencia de Dios"147, etc. Vicenta María intenta inculcar en sus religiosas esta virtud. Al exponer el modo de hacer oración les invita a "actuarse bien en el acto de fe, penetrándose que Dios está presente y que es con El con quien vamos a hablar"148. Para la Santa, el acto de la presencia de Dios en la oración es algo indispensable, esencial: "No nos pide Dios una meditación profunda, sin distracciones, ni mucho menos fervor y devoción sensibles, basta que sepamos ponernos en su presencia con viva fe y pedirle que nos enseñe a cumplir su voluntad en aquel día y ofrecernos a El de veras."149 La presencia de Dios tiene que inundar luego todas las actividades de la jornada, incluso las más materiales: los trabajos manuales se hagan "en actual presencia de Dios, ya por medio de comuniones espirituales, ya con jaculatorias, ya ocupándose en algún pensamiento bueno que se haya sacado de la 145 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Examen preventivo sobre virtudes y medio de conseguirlas (citaremos: Examen preventivo), n. 2, en Ap.Ej. p. 314. 146 Examen preventivo, n. 2, en Ap.Ej. p. 314. 147 Examen preventivo, n. 3, en Ap.Ej. p. 315. 148 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres, pp. 7-8. 149 Ap.Ej. 1888, d. 1º, p. 267. 61 oración."150 También los actos comunitarios han se estar impregnados de la presencia activa de Jesús. Así: "Cuando la obediencia nos manda al refectorio, Jesús es quien nos dice: venid y comed. Hemos de comer avivando el espíritu de reverencia, de que estamos delante de Jesús. El pan que comemos Jesús nos le da, la ración con que nos sustentamos de mano de Jesús viene, gran consuelo es sustentarse a cuenta de Jesús."151 Como medios concretos para promover la Devoción, Vicenta María empleaba especialmente cuatro: los del Sagrado Corazón, el ejercicio que llama Moradas, los primeros viernes y los convenios. a. Mes del Sagrado Corazón de Jesús Este era uno de los ejercicios característicos del siglo XIX. Tenía por objeto "honrar los treinta y tres años que Jesucristo vivió en el mundo, y que consagró absolutamente a la salvación de los hombres y la gloria de su Padre."152 Vicenta María propone a sus religiosas esta práctica, 150 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres, p. 35. 151 VICENTA MARIA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres, pp. 68-69. 152 M. de NEIRA, Mes del Sagrado Corazón de Jesús, 8ª ed., Madrid 1867, p. XI. 61 insistiendo mucho en el aspecto de reparación153. La Santa reduce el ejercicio a los treinta días del mes de Junio aun cuando los devocionarios lo prolonguen tres días más, para recordar (como veíamos en el texto citado) los 33 años de la vida terrena de Cristo. Vicenta María divide, el mes de Junio en seis turnos de cinco días. Destina cada uno de ellos a reparar un pecado cometido contra el Corazón de Cristo. La Santa se detiene, sobre todo, en aspectos centrales de la vida consagrada, para ayudar a las Hermanas a crecer en amor y fidelidad al Corazón de Jesús. La intención de Vicenta María nos remite al contenido de la cuarta revelación de Santa Margarita María, donde se manifiesta el dolor que causan al Corazón de Jesús las faltas de los consagrados154. El primer punto de desagravio es la "impiedad e indiferencia de todos los cristianos". La reparación que propone Vicenta María es gradual: va desde "actos de contricción de las culpas propias y ajenas" el primer día hasta "unir nuestra intención a la del Corazón Sacratísimo" del quinto día. El segundo turno lo dedica a la "reparación de las blasfemias" mediante el dominio de la lengua. El tercer motivo de la reparación es del "abuso de los 153 Cfr. Apéndice documental n. 3. 154 cfr. más arriba, p. +++. 61 Sacramentos", prestando entonces particular atención a la Eucaristía como sacramento de amor, comunión, misericordia y presencia, y al sacramento de la penitencia. Los tres restantes tocan aspectos más propios de la vida consagrada: "contra la "Reparación unión y de las caridad faltas fraterna" contra los y reparación los escritos votos", "de las inobservancias de las reglas". b. Moradas para el tiempo de Cuaresma Esta Margarita práctica María. La se inspira religiosa se en introduce de Santa espiritualmente, cada día, en el Corazón de Jesús, para recibir allí del divino Maestro lecciones de amor155. Vicenta María conduce con su ejercicio a las Hermanas hasta las llagas del Crucificado. El nombre que la Santa da a su devoción ya nos ilumina también sus objetivos: "Moradas que el servicio santo tiempo servir mejor Salvador"156. 155 las Hijas de María Inmaculada para doméstico deben buscar durante el de cuaresma para conocer, amar y en ellas a nuestro dulce y divino Cfr. J.M. SÁENZ DE TEJADA, Devocionario del Sagrado Corazón de Jesús, 5ª ed., Bilbao 1950, p. 465. 156 Cfr. Apéndice documental n. 4. 61 A un mayor conocimiento, amor y servicio de Jesús se llega, según Vicenta María, a través de las llagas de Cristo herido por nuestro amor. De domingo a jueves va cambiando la "morada": dos entradas en las llagas de las manos; otras dos en los pies, una en el santo costado de Jesús. El viernes se permanece al pie de la Cruz, y el sábado se penetra en el corazón de la Virgen acompañándola en su dolor. Según Vicenta María, la religiosa que más quiera adentrarse en el Corazón de Cristo, tendrá que practicar primero el MÁS ignaciano en las virtudes sólidas y perfectas. Termina la declaración de estos ejercicios de las Moradas con esta palabras: "La que más adelante entrare en el Corazón de Jesús, será la más humilde y menospreciada; la más desnuda de todo lo poseerá más; la más mortificada será la más tiernamente acariciada; la más caritativa será la más amada; la que más disimule las faltas de las demás, le serán más fácilmente perdonadas las suyas; la más silenciosa será la mejor enseñada y la más obediente tendrá más crédito y poder en el Corazón de este Divino Esposo."157 c. Primeros viernes En la 'Gran Promesa', el Señor había dicho a Santa Margarita María: 157 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Moradas para el tiempo de cuaresma, cfr. Apéndice documental n. 3. 61 "Yo te prometo en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; que no morirán en mi desgracia ni sin recibir los Sacramentos (al menos a los que les sean necesarios para recobrar la gracia perdida), sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquella última hora."158 Esta promesa es el origen dentro de la Iglesia del conocidísimo ejercicio de los 'Primeros viernes'. Vicenta María fue particularmente devota de ellos. Nada le preocupaba tanto como un verdadero ambiente de caridad entre las Hermanas. Al cabo de un año de la fundación escribe: "Por hallarnos en los principios y otras circunstancias necesitamos que el Señor nos mire con un amor especial y para merecerle es preciso que tengamos un grande empeño en que llegue a reinar una perfecta caridad entre nosotras. Si nos esforzamos a ello, el Señor con su gracia hará que aquella se consolide y podrá consolidarse y prosperar la Congregación."159 Y uno de los medios más eficaces para obtener esta gracia tan esencial, era la práctica de los primeros viernes: 158 Carta a la M. Saumaise, Mayo 1688; GAUTHEY, Mons., Vie et oeuvres de la Bienheureuse Marguerite Marie Alacoque, v. II, Paris 1915, p. 397., en J. de URRUTIA, Teología del Sagrado Corazón, Madrid 1961, p. 87. 159 Cartas, n. 407.2, t. I, p. 431. A las novicias que entraban en el segundo año de noviciado. Madrid, 14 de Agosto de 1877. La Santa escribió un ejemplar de su carta para cada comunidad, por estar las novicias destinadas en las comunidades de Madrid, Zaragoza y Jerez de la Frontera. Ello explica las variantes entre el texto que ofrecemos y el de la edición de 1976. 61 "La comunión de los primeros viernes de mes, hemos de ofrecerla porque se aumente y se perfeccione más y más entre nosotros la unión y caridad fraternal"160. La Santa da a este devoción eucarística un sentido más amplio que el de obtener la gracia de la perseverancia final tal y como hemos visto que aparece en la 'Gran revelación' a Santa Margarita María. Vicenta María quiere conseguir de la práctica de los primeros viernes la unión y caridad fraternas. El P. Hidalgo intención de no la se manifiesta Santa y se lo muy hizo de acuerdo notar. con Ella esta expone, entonces, las motivaciones que tiene para ello: "Está muy bien dado el aviso sobre lo relativo a la comunión de los primeros viernes, pero creo deber decir a V. que mi ánimo ha estado muy lejos de frustrar los designios del Corazón sacratísimo en las intenciones que quiere se tengan en la comunión de estos días. Primeramente, por la devoción que profesamos a este adorable Corazón, he querido que sea en ese día la petición especial de la perfección de la caridad y unión mutua, porque no creo que pueda haber cosa más propia que buscar esta virtud en esa fuente de caridad y, a lo que yo entiendo, nada que sea más de su gusto ni con que más derechamente se pueda reparar la ingratitud de los hombres. ... y, aunque no sé explicarme, por lo que yo en mis adentros entiendo, no voy descaminada, a lo que me parece, y no he quedado convencida de que eso sea estar en oposición con los deseos del sagrado Corazón."161 160 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Prácticas y costumbres, p. 32. 161 Cartas, n. 1171.2, t. III, pp. 338-339. Al P. Isidro Hidalgo SJ, Madrid. 61 Hasta su muerte, Vicenta María será fiel a estas devociones. En la práctica muere recomendando encarecidamente a las Hermanas la propagación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. No es tampoco casualidad, que el Señor la llamara mientras hacía una novena de primeros viernes. Todos le insistían a que pidiera ella misma la gracia de su salud. Y la Santa cede a esta solicitud con gran docilidad. Pero lo que en el fondo suplica del Corazón de Jesús es una santa muerte. Así se lo comunica al P. Hidalgo: "Ya ve que Dios no ha querido aún ponerme buena; estoy conforme y aun contenta (porque no tengo padecimientos; si los tuviera otra cosa sería), pero sigue la miseria de apurarme cuando creo que no me he de curar: El viernes comulgué con la intención de hacer la novena de los nueve primeros viernes de mes, si los vivo, pidiendo al Sagrado Corazón una santa muerte, cuando me la quiera enviar."162 Cuando le visita la muerte, Vicenta María ya ha depositado todo en el Corazón de Cristo: "¡Todo por Aquel, todo por Aquél!"163, repetía a las Hermanas alrededor de su lecho señalando la imagen del Sagrado Corazón. El Señor había escuchado su petición, le había concedido una santa muerte. Barcelona, 12 de Mayo de 1888. 162 Cartas, n. 1587.1, t. IV, p. 333. Al P. Isidro Hidalgo SJ, Madrid. Burgos, 6 de Septiembre de 1890. 163 Cfr. ORTI, p. 485. 61 d. Convenios y exhortaciones Además de los medios ya expuestos, Vicenta María emplea otros medios para mantener vivo en las Hermanas el amor al Corazón de Jesús. Los 'convenios' son acuerdos que Vicenta María establece con algunas personas, que están lejos físicamente, para mantenerse unidas en el Sagrado Corazón. Conservamos dos de estos convenios. El primero de ellos es de Junio de 1888, y lo establece con María Isabel Méndez Casariego164, primera superiora de la casa de Barcelona. A la joven y recién nombrada superiora la separación de la Madre Fundadora le resultaba muy costosa. Para suavizar el sacrificio, Vicenta María, propone a María Isabel un 'programa' de encuentros diarios de ambas en el Corazón Eucarístico de Cristo, presente en los sagrarios de Madrid y Barcelona, y que ambas conocen. En esos encuentros diarios, las dos religiosas refuerzan sus vínculos de caridad y unión, depositan en el Sagrado Corazón de Jesús todos los actos de la jornada y se unen del 164 M. María Isabel (María de la Soledad) Méndez Casariego nació en Madrid el 20 de Abril de 1853. Hija del pintor de Cámara D. José Méndez y Andrés y de Dª Antonia Méndez, era hermana del Siervo de Dios Francisco de Asís Méndez Casariego, fundador de las Hermanas Trinitarias. Entró en la Congregación el 22 de Junio de 1882. Emitió sus votos perpetuos con la Madre Fundadora y otras ocho Hermanas el 31 de Julio de 1890. Murió en Biarritz, donde estaba refugiada la Curia General durante la guerra civil española, el día 13 de Marzo de 1937. 61 todo a los deseos del Corazón de Cristo165. El segundo de los convenios lo hace Vicenta María con una aspirante al Instituto: Anita Marqués166. En Julio de 1890, Vicenta María, -enferma por entonces en Madrid- propone a Anita Marqués "un trato para empezar a establecer nuestra unión en el Centro que ha de permanecer en el tiempo y en eternidad"167. Anita está viviendo los dolorosos momentos de la separación familiar, antes de ingresar al noviciado. Vicenta María le invita a visitar el sagrario de la capilla de Barcelona para ofrecerse "sin reserva al sacratísimo Corazón", en una unión que vaya más allá de la devoción. Digamos, para concluir que Vicenta María no se cansa de exhortar a sus Hermanas a la confianza, la gratitud, al abandono en el Corazón de Jesús que tanto nos ha amado. Vicenta María suele concluir sus cartas con alusiones devotas al Corazón de Jesús: "Su madre en el Corazón de Jesús", "mucho la ama en el Corazón de Jesús", "la abraza en el Corazón de Jesús". 165 VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Convenio con M. María Isabel mientras esté en Barcelona, en ORTI, p. 428. 166 M. María de la Concepción (Anita) Marqués y Puig nació en Villanueva (Barcelona) el 13 de Diciembre de 1858. Última postulante admitida por la Madre Fundadora, entró en la Congregación el 10 de Octubre de 1890. A la muerte de M. María Teresa Orti (23 de Marzo de 1925) le sucede en el gobierno de la Congregación. Murió en S. Sebastián el 19 de Enero de 1939. 167 Cartas, n. 1555.2, t. IV, p. 307. A Anita Marqués, Villanueva. Madrid, Julio de 1890. 61 2. CON LAS JÓVENES A. Guardia de Honor Vicenta María quiso establecerla entre las jóvenes de sus colegios, y tuvo el consuelo de verla fundada en Barcelona168. En Mayo de 1890, el P. Celestino Matas SJ169 dirige una tanda de Ejercicios espirituales a las jóvenes sirvientas del Colegio de Barcelona. Vicenta María, propone al final de la tanda formar Corazón de un Centro Jesús. Así de las la Guardia jóvenes de Honor podrían al Sagrado perseverar más fácilmente en los propósitos del retiro. B. Novena Vicenta María organiza siempre la novena acomodando el horario a las obligaciones de las chicas. Así, por ejemplo, informaba a su amiga Magdalena Arguedas: "Hemos tenido una novena muy devota al Sagrado Corazón, 168 por la mañana temprano para que ORTI, p. 432. Cfr. Carta de M. María de la Concepción Marqués, desde Barcelona el 31 de mayo de 1890 a M. María Isabel Méndez en Madrid, en M.D. DÍAZ, Cartas de las Hermanas contemporáneas..., p. 281. 169 El P. Celestino Matas nació en Mataró (Barcelona) el 22 de Noviembre de 1843. Ingresó en la Compañía de Jesús el 20 de Julio de 1871. Murió en Barcelona el 21 de Diciembre de 1918. 61 pudieran asistir las muchachas que tenemos sirviendo..."170. Al año siguiente en carta dirigida a D. Jaime Carrarac171, le proporciona detalles sobre la novena: "Tenemos costumbre de hacer la novena del Sagrado Corazón por la mañana muy tempranito, que es la única hora en que las muchachas que están sirviendo pueden venir, y quisiéramos que no faltara una plática; ... Debe empezar el día del Corpus (31 de Mayo) y acabar el 8 de Junio, fiesta del S. Corazón. El orden que se sigue es este: exponer el Smo. a las 5 y 1/2, enseguida la misa rezada, un cántico ligero, y sigue la plática, que vendrá a ser a poco más de las seis, luego se hace la novena y la reserva."172 La novena es, un medio muy eficaz para iniciar a las jóvenes en el conocimiento de Cristo, en la práctica de los sacramentos y acostumbrarlas a sólidos ejercicios de piedad. De ahí la insistencia de la Santa para obtener los servicios pastorales de D. Jaime: "Espero que, como se trata de la gloria del sagrado Corazón y de que le honren estas pobrecitas, que, si así no se les proporciona, no pueden hacerlo, V. hará un esfuercito que ya se necesita en estas horas y días tan 170 Cartas, n. 969.4, t. III, p. 119. A Magdalena Arguedas, Estella. Madrid 18 de Junio de 1887. 171 D. Jaime Carrarac e Ibarra, presbítero y catedrático del seminario de Barcelona. Colaborador con las Hermanas en la pastoral con las sirvientas. 172 Cartas, n. 1366.3, t. IV, p. 99. Al Dr. Carrarac. Barcelona, Mayo de 1888. La carta es del año 1888 y no, como aparece en la edición, de 1889. 61 críticos."173 En la concepción de Vicenta María, la celebración de la novena tiene tres momentos importantes: espacio para la predicación, Misa, confesión y comunión y oración. Ocupan el momento de la predicación, obviamente, las pláticas y los sermones. Es un medio indispensable para la formación cristiana de las jóvenes. Vicenta elemento. Por María eso, concede procura muchísima que no importancia falte ninguna a este joven; y, además, que el predicador sea el mismo durante toda la novena, para garantizar así la unidad y continuidad del tema de la predicación. La liturgia comprende la celebración de la misa y la comunión sacramental de los fieles en el día de la fiesta. Así, durante la novena del Sagrado Corazón de Jesús, tienen también las muchachas posibilidad para acercarse a la confesión. Cuenta desde Barcelona a la superiora de Sevilla, algunos detalles de la novena: "La novena matutina de aquí está buena ... también tenemos mañana todo el día manifiesto; el Sagrado Corazón nos caliente. Las chicas de fuera vendrán a comulgar."174 173 Cartas, n. 1366.3, t. IV, p. 99. Al Dr. Carrarac. Barcelona, Mayo de 1888. Cfr. n. 969.4, t. III, p. 119. 174 Cartas, n. 1370.2, t. IV, p. Barcelona, 27 de Junio de 1889. 105. A M. María Asunción Carrera, Sevilla. 61 La oración durante la novena es esencialmente adoración ante el Santísimo Sacramento. Es también reflexión personal, alimentada por lo escuchado en el sermón. Y es entrega y abandono al Corazón de Jesús mediante el 'acto de consagración' después de la comunión.175 C. Premios: estampas, medallas La distribución de imágenes, estampas, medallas, hojas, devocionarios, etc. ha sido en todas las épocas el medio natural de propagación de una devoción. También Vicenta María lo emplea con las muchachas. Las pide o envía de una ciudad a otra. Así, por ejemplo, desde Zaragoza promete a la superiora de Madrid: "Si hay la suerte de que tengan un ciento o más de estampas de las del S[agrado] C[orazón] iguales a las que nos encargaron, en el correo de mañana las enviaré."176 En la misma carta le pide: "mandar por el correo algunas de las hojas que llevó el P. Sanz, del S[agrado] C[orazón]." En los primeros días del año, Vicenta María acostumbraba 175 Cartas, n. 1371.4, t. IV, p. 107. A Dª Isabel Lanchares, Burgos. Barcelona, 29 de Junio de 1889: "Hemos hecho nuestra novena al Sagrado Corazón a las 5 1/2 de la mañana; las pobres chicas venían con el mayor afán, y el día de la fiesta, después de la Comunión, se hizo la Consagración". 176 Cartas, n. 849.1, t. II, p. 463. A M. María Asunción Carrera, Madrid. Zaragoza, 17 de Octubre de 1885. 61 a repartir premios entre las muchachas, para estimularlas a perseverar en el bien. Es también una ocasión para promover la devoción al Sagrado Corazón. "Los premios ... han sido cuadros con molduras doradas y cruzadas y estampas sobre fondo dorado del S[agrado] C[orazón] ... y estampas; todas han llevado el Corazón de Jesús."177 Especial cuidado pone también la Santa en que las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús sean veneradas en las Capillas y en las Casas de la Congregación. A El todo lo entrega, y de El todo lo espera: "en medio de todos nuestros trabajos espero mucho de la devoción al S[agrado] C[orazón]."178 177 Cartas, n. 868.5, t. III, p. 4. A M. María Teresa Orti, Sevilla. Madrid, 4 de Enero de 1886. 178 Cartas, n. 868.5, t. III, p. 4. A M. María Teresa Orti, Sevilla. Madrid, 4 de Enero de 1886. CONCLUSION El final del trabajo nos confirma en las formulaciones del principio: la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús brinda una norma de vida y un modelo de perfección cristiana. La prueba de nuestra constatación proviene del examen del proceso espiritual de la Santa. Vicenta María cae muy pronto, todavía niña, bajo el influjo de esta devoción. Las primeras manifestaciones son muy sencillas: el símbolo y las prácticas de la devoción. A través de ello cuentan van en la calando vida aquellas despojo virtudes total, que verdaderamente escondimiento, abandono completo y sin reserva en el dulcísimo Corazón de Jesús. Su vida y sus escritos, son los mejores testigos de ese amor a Cristo 'simbolizado en su corazón'. Ya lo hemos visto, para Vicenta María el Corazón de Cristo es "Compendio de la vida espiritual". La llaga, la cruz y la llama, le iluminan el interior de Jesús. Y una vez dentro, Vicenta María no sabe otra cosa que imitar lo que allí descubre: las actitudes y los sentimientos de Jesús (Filp 2,5), modelar su corazón de acuerdo al corazón del Amado. A la Santa Madre le espera luego otra tarea: imprimir en las Hermanas y en las chicas su mismo empeño: vivir en Jesús. Y desde Jesús transformar el propio corazón a imagen del Corazón de Cristo. Personalmente he tenido la suerte de ver la devoción al Corazón de Jesús encarnada en una persona cuya fuerza interior 81 fue potenciada y completamente transformada por esta devoción. El trabajo presente tiene sus límites. Es un estímulo para seguir investigando y para ofrecer fraternalmente a otras estudiantes que sigan profundizando en el mar insondable del Cristo de nuestra fe, y en la fina espiritualidad de Santa Vicenta María. FUENTES Y BIBLIOGRAFIA FUENTES a) Publicadas [ORTI Y MUÑOZ María Teresa], Vida de la Reverenda Madre Vicenta María López y Vicuña, angelical fundadora del Instituto de las Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico, 2ª ed., Barcelona 1918. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Apuntes de Ejercicios Espirituales, edición de María Herminia de Jesús RODRÍGUEZ DE ARMAS - María Digna DÍAZ, Roma 1986. ------- Cartas, 4 tomos, RMI-BAC, Madrid 1976. ------- Prácticas y costumbres para el Noviciado de las Religiosas del servicio doméstico de la Inmaculada Concepción, Barcelona 1890. b) Inéditas HIDALGO Y SOBA Isidro, Vida de la Rvdma. Madre Vicenta María López y Vicuña, Madrid 1904. Inédita. VICENTA MARÍA LÓPEZ Y VICUÑA, Actos de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, inéditos, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3. ------- Explicación a sus religiosas, inédita, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 2. ------- Lista de movimiento de chicas, inédita, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 61. 83 ------- Mes del Sacratísimo Corazón de Jesús, inédito, BCG-RMI, Xerocopias, vol. 2. ------- Moradas que las Has. deben buscar durante el para conocer, amar y nuestro dulce y divino RMI, Xerocopias, vol. 2 VICUÑA Y del Servicio doméstico santo tiempo de Cuaresma servir mejor en ella a Salvador, inéditas, BCG- GARCÍA María Dominica, Cartas, Xerocopias, vol. 10. inéditas, BCG-RMI, BIBLIOGRAFÍA AGUADO BLEYE Pedro - Cayetano ALCÁZAR MOLINA, Historia de España, Madrid 1964. Manual de DÍAZ PÉREZ María Digna, Cartas de las Hermanas contemporáneas de Santa Vicenta María, 1876-1890, Madrid 1890. ------- El amor sigue triunfando, Madrid 1990. 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(El dibujo original se conserva en el "Museo Santa Vicenta María" de la Casa Madre del Instituto en Madrid. De él habla M. María Teresa Orti en su biografía de la Madre Fundadora, cfr. ORTI, pp. 119-120). 2 ACTO DE CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN EL DÍA DE SU FIESTA (BCG-RMI, Xerocopias, vol. 3, p. 16-19). Divino Corazón de Jesús: Aunque indigna de comparecer en vuestra presencia adorable, vengo hoy, día consagrado por la Iglesia nuestra Madre al recuerdo de vuestras bondades y culto de vuestro sacratísimo Corazón a haceros una oblación que quisiera os fuese agradable. Como Superiora de esta pequeña Congregación de Hermanas del servicio doméstico os la ofrezco a vuestro Corazón amante, esperando que, desde hoy, nos miraréis como cosa y posesión vuestra. Os prometo en nombre de todas misma hijas, que hemos de propagar vuestro culto y vuestra gloria, con lo cual nos haremos más acreedoras a llamarnos vuestras siervas y también a recibir vuestros favores y gracias. Soberano Corazón: os consagra muy especialmente este santo Noviciado, para que, siendo Vos su principal Patrono, con vuestra Madre Inmaculada, 88 infundáis en el ánimo de todas los sentimientos de vuestro Divino Corazón, manso y humilde. Formadas en ese horno de amor, podrán esparcirlo después, en sus diversos ministerios, en cuantas almas tuviesen ocasión, para ayudarlas a purificarse y aun a que se abrasen en vuestro santo amor. Yo os ruego, Señor, que nos comuniquéis ese espíritu de mortificación, de caridad y de amor que con tanta abundancia rebosa de ese imán de los corazones. Os ruego, asimismo, por todas nuestras acogidas, para que, consagradas como están a vuestro Divino Corazón, no sólo las libréis de todos los peligros, sino que las colméis de vuestros divinos beneficios, no permitiendo que en ninguna de ellas se malogre vuestra Sangre preciosísima, derramada con tanto amor por salvarlas. Os suplico, finalmente, la gracia de una santa y estricta observancia, para que en este año, primero de nuestra Consagración, crezcamos en virtud, dándoos todo el culto y gloria posibles. Interés vuestro será, Señor, que vengan ya las que Vos llaméis, y que, siendo fieles al divino llamamiento, os tributen homenaje de adoración y gloria, aumentando el número de vuestras Esposas y obreras que trabajen en esta mies tan dilatada que ponéis ante nuestros ojos. Pero, sobre todo, velad, augusto, amable y divino Corazón, para que todas las que ahora estamos seamos fieles a nuestra vocación, teniendo siempre y en todo lugar presentes vuestras misericordias, para que, a ellas agradecidas, sepamos corresponderos fielmente hasta la muerte. Estos son mis deseos, estas mis súplicas; si no las oís por mi indignidad oidlas a lo menos por el amor que os tienen todas mis Hijas; oidlas por el amor de vuestra Madre y nuestra, la Inmaculada Virgen María; ¡oidlas, Corazón Divino, por vuestra infinita misericordia! ¡Santificadnos y aumentad nuestra Congregación! ¡Soberano Corazón de Jesús, santificadnos! Hoy día de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, 28 de Junio de 88 1878. Vicenta María. 3 MES DEL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS (BCG-RMI, Xerocopias, vol. 2, pp. 194-195). Del día 1 al 5 Reparación de la impiedad e indiferencia de todos los cristianos Día 1º Actos de contrición de las culpas propias y ajenas. Día 2º Rectitud de intención en todas las obras. Frecuentes actos de desagravio al Sagrado Corazón. Día 3º Avivar la fe en las visitas al Santísimo. Actos de oferta de todo nuestro ser. Día 4º Renovar los votos en la oración y en otras ocasiones del día. Día 5º Hacer con mucha atención las oraciones vocales. Unir nuestra intención a las del Corazón Sacratísimo en las principales obras del día. Del día 6 al 10 Reparación de las blasfemias Día 6º Guardar el silencio con especial cuidado y actos de alabanza al y de Sacratísimo Corazón. Día 7º No decir palabra alguna que pueda molestar a nadie actos reparación por todos los pecados que se cometen con la lengua. Día 8º No decir nada que pueda redundar en alabanza propia. Actos de adoración al Corazón Sacratísimo. Día 9º Mortificación de la lengua no haciendo preguntas para satisfacer la curiosidad, etc. Actos de unión con el Corazón Sacratísimo. Día 10º Ejercitarse en la dulzura y paciencia. Frecuentes peticiones al S.C. por la conversión de los pecadores. Del día 11 al 15 90 Reparación del abuso de los Sacramentos Día 11º Recibir la Sagrada Comunión con preparación y hacimiento de gracias muy diligentes. Entre día actos de agradecimiento por la institución de la Eucaristía. Día 12º Examinar si en nuestras confesiones hay algún defecto y corregirlo si se hallase. Actos de acción de gracias por la institución de este sacramento de misericordia. Día 13º Hacer cuatro comuniones espirituales y frecuentemente dar gracias al Sagrado Corazón por las muchas veces que le hemos recibido sacramentalmente. Día 14º Oir la santa misa con especial devoción y frecuentemente entre día dar gracias a Dios por tener el Smo. Sacramento en todas nuestras casas. Día 15º Comulgar en desagravio frialdad de muchos, de de las comuniones personas pecadoras sacrílegas empezando y de por la las propias. Actos de unión con el Corazón Sacratísimo. Del día 16 al 20 Reparación de las faltas contra los votos Día 16º Renovar los votos en la misa. Desprendimiento de todas las cosas y actos de dasgravio de las faltas contra el voto de la pobreza. Día 17º Incomparable esmero en todo lo que toca a la obediencia. Actos de desagravio como el día anterior sobre esta virtud. Día 18º Mortificación de la vista y demás sentidos y alguna penitencia con permiso. Actos de desagravio como los días anteriores. Día 19º No buscar directa ni indirectamente que se cumpla nuestra voluntad propia. Actos de conformidad con la divina. Día 20º Examinar si nos hallamos indiferentes para todo lo que quiera hacer de nosotros la reserva alguna. obediencia. Ofrecerse muchas veces al S.C. sin 90 Del día 21 al 25 Reparación de las faltas contra la unión y caridad fraterna Día 21º Mirar que las Hermanas son en sus almas imágenes de Dios y no pararse en lo que se ve exteriormente. Súplicas al Corazón de Jesús pidiendo una unión indisoluble para todos los Institutos religiosos. Día 22º No decir palabra alguna que menoscabe lo más mínimo la buena opinión de nuestras Hermanas. Actos de petición al S.C. por todas las necesidades de las Hermanas. Día 23º Afabilidad con todas sin parcialidad alguna. Peticiones fervorosas al S.C. por aquellas que por cualquier causa nos sean menos simpáticas. Día 24º Reconocer que el mayor favor que nos pueden hacer es avisar de nuestras faltas así que si en algún aviso que se haya dado conjeturamos la persona que ha podido ser, hacer por ella alguna oración particular. Pedir al S.C. por las Superioras y demás Hermanas que tienen parte en el gobierno. Día 25º Comulgar con el fin de pedir a Ntro. Señor que nuestra Congregación se distinga por la perfecta unión de todos los ánimos de nuestras Hermanas y nuestras casas entre sí. Pedir entre día por las Hermanas que tienen cargos que se relacionen directamente con las acogidas. Del día 26 al 30 Reparación de las inobservancias de las reglas Día 26º Propósito de dedicarse con todo empeño a conocer bien nuestras Reglas y Costumbres. Ofertas frecuentes al S.C. de ser singulares 90 en todo lo común. Día 27º Ofrecer la Comunión en desagravio de las inobservancias propias y de todos los religiosos. Actos sobre lo mismo y mortificarse cuanto sea necesario para la más perfecta observancia. Día 28º Grande exactitud hasta en las cosas más pequeñas. Actos de unión de nuestras intenciones con las del S.C. Día 29º Ofrecerse a padecer humillaciones y vencer cuantos respetos humanos se opongan a la observancia. Repetir entre día y con alguna consideración: "Cristo se hizo obediente hasta la muerte de Cruz" (Flp 2,8). Día 30º Ofrecerse en la Comunión a padecer toda clase de trabajos en espíritu de penitencia por nuestros pecados y los de todo el mundo. Actos de amor generoso y pedir con instancia al Corazón Sacratísimo la salvación de todas nuestras chicas. 4 MORADAS QUE LAS HERMANAS DEL SERVICIO DOMÉSTICO DEBEN BUSCAR DURANTE EL SANTO TIEMPO DE CUARESMA PARA CONOCER, AMAR Y SERVIR MEJOR EN ELLA A NUESTRO DULCE Y DIVINO SALVADOR (BCG-RMI, Xerocopias, vol. 2, pp. 177-183). Domingo.- Tu morada será la llaga de la mano derecha de Nuestro Señor, en donde tu alma se mirará de cuando en cuando como en un espejo para descubrir en ella con la comparación de los trabajos, paciencia y perfección de Jesucristo tus imperfecciones, tus impaciencias y la pequeñez de tus trabajos, y así humillada pedirás perdón a este Soberano Juez, diciendo: perdóname, oh Dios mío, y salvad con vuestra bondad a la que podéis condenar con justicia. Protestarás al Señor el dolor de haberle ofendido con repetidos actos de contricción y padecerás con espíritu de expiación todo lo que se le ofrece padecer en este día. Práctica: Diez actos de contricción. Lunes.- Tu morada será la llaga de la mano izquierda del divino Salvador; en ella estarás como en una escuela de caridad, mirando como por amor a las criaturas se dejó atravesar de un duro clavo; aprenderás en ella la verdadera caridad para con tus Hermanas, proponiendo ser dulce y condescendiente con todas y en todas las ocasiones. Este día te ejercitarás especialmente en la dulzura y paciencia, y harás varios actos interiores de amor al prójimo. Práctica: Siete actos interiores de amor a las Hermanas y a nuestra Congregación. Martes.- Hoy te retirarás a la llaga del pie derecho de Nuestro Señor Jesucristo, contemplando cuanto ha corrido por recogerte y volverte al aprisco del Buen Pastor: te esconderás en esta llaga para mantenerte al abrigo del lobo, este es el demonio, y mucho más tu amor propio y tu propia voluntad. Le pedirás que no permita camines por otra senda que la de su amor y le dirás: Mi amado Jesús, desasidme de todo lo 94 criado y de mi misma para que no pueda apartarme de Vos, no quiero yo otros pastos que los que Vos me diéreis. Este día yendo y viniendo a todas partes, pensando que caminas en seguimiento de tu buen Pastor, no pierdas ocasión alguna de humillarte. Práctica: Cinco actos de humildad. Miércoles.- Te entrarás en la llaga del pie izquierdo de Jesús como un soldado para tomar nuevo aliento y esfuerzo; te mirarás destinada a combatir con numerosos enemigos, mas no temas, que si peleas con todo tu valor y fuerza, por muy poco que sea, vencerás, porque Jesús vencerá en ti; este Señor pudiera eximirnos del combate, mas no lo quiere hacer, para que, haciéndonos triunfar por flacos que seamos, se descubra su fortaleza en nuestra debilidad. Dile frecuentemente: Señor, soy vuestra, salvadme; no tengo fortaleza, sino en Vos; no tendré victoria sino por Vos. Este día te ejercitarás en la continua mortificación de tus pasiones. Práctica: Tres actos de paciencia y mortificación tres veces la lengua y la vista. Jueves.- Entrarás en la llaga del Corazón divino como en un horno encendido en amor; allí tu alma no tendrá más libertad que para amar, más poder que el de amar, ni más deseo que el de consumirse en el amor; en este fuego divino desaparecerá como una mísera paja tu amor propio y tu propia voluntad, y abrasada en este amor no podrás menos de amar todo lo que Dios ama y lo mostrarás especialmente en tus Hermanas. Repetirás este día con frecuencia: vivo yo, ya no yo, más Jesús vive en mí y vivo por su amor. Procurarás estudiar este día los movimientos del Corazón Divino donde te has retirado y conformar con El tus intenciones y deseos. Práctica: Diez actos de amor de Dios. Viernes.- Tu morada la pondrás al pie de la Cruz, considerando en ella a Jesús como una amorosa madre que te ha concebido dentro de su Corazón con infinitos dolores. Descansarás en su Corazón y en sus brazos como 94 un niño en los de su madre, donde halla su consuelo y seguridad. Abandónate pues a este divino Corazón, sin inquietudes ni desconfianzas, contentándote con amarle en el instante presente, sin desear otra cosa fuera de este amor. Práctica: Diez actos de abandono en las manos del Señor. Sábado.- En este día acompañarás a la Santísima Virgen en su dolor, mirando cómo tiene en sus brazos a su divino Hijo muerto y desfigurado por tus pecados: le dirás que no olvide en su dolor la voluntad de este Señor en dejarla por Madre tuya, y que así te asista en todos los instantes de tu vida; prometerás honrarla con tu comportamiento, haciéndote digna hija suya. Práctica: Cinco actos de amor a la Santísima Virgen y mortifica cinco veces tu propia voluntad. La que más adelante entrare en el Corazón de Jesús será la más humilde y menospreciada; la más desnuda de todo lo poseerá más; la más mortificada será la más tiernamente acariciada; la más caritativa será la más amada; la que más disimule las faltas de las demás, le serán más facilmente perdonadas las suyas; la más silenciosa será la mejor enseñada y la más obediente tendrá más crédito y poder en el Corazón de este Divino Esposo. 94 EXPOSICIÓN PARA LA DEFENSA DE LA TESINA 13 de diciembre de 1993 LA DEVOCION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS EN SANTA VICENTA MARIA LOPEZ Y VICUÑA En los escritos de Santa Vicenta María, hay una frase que siempre me ha llamado la atención: "El Corazón de Jesús es compendio de los Ejercicios". Esta frase les puede sorprender también a ustedes. Podría uno preguntarse: ¿cómo una práctica devocional que a veces ha sido descuidada, incluso silenciada, Ignacio, cuya pueda eficacia sintetizar espiritual los la Ejercicios mayor parte Espirituales de nosotros de San hemos experimentado?, ¿tanta fuerza espiritual tiene la devoción al Corazón de Cristo, que puede compararse a la de los Ejercicios Espirituales? Estas preguntas, son las que me han impulsado a investigar este tema. La Devoción al Corazón de Jesús en Santa Vicenta María. Santa Vicenta María vivió en primera persona esta devoción. Además la contagió a otras personas, con su ejemplo y con sus exhortaciones y escritos. Por tanto, ya pueden ustedes intuir las dos grandes líneas de estudio que tiene el presente trabajo: por una parte, nos preguntamos ¿cómo vivió la Santa esta devoción?, ¿quiénes se la enseñaron?, ¿cuáles fueron sus prácticas? Estamos, por tanto, investigando la devoción en el plano personal de Vicenta María. Luego pasamos al nivel apostólico. Y aquí nos volvemos a preguntar, ¿cuáles son los medios preferidos de la Santa para contagiar en otras vidas su devoción? Por todo lo que acabo de indicar, pueden ustedes adivinar también fácilmente la orientación del trabajo: el trabajo sigue un método histórico con preferencia por los datos, por los hechos. Si me he decidido por ello, es porque considero que la presentación histórica de los datos posee una importancia que no se puede descuidar. Gracias a ellos, he podido conocer mucho mejor el ambiente espiritual de la 94 época de la Santa. He podido descubrir también el origen, la trayectoria de prácticas devocionales concretas, como veremos más adelante. Hechas estas primeras aclaraciones, vamos a recordar algunos datos elementales sobre la Devoción al Corazón de Jesús. Esta devoción tiene su fundamento bíblico en la cita del Evangelio de San Juan: "Mirarán al que traspasaron" (Jn 19,37). Los fundamentos históricos los situamos entre los siglos XIII y XVII. Basta recordar aquí algunos nombres: Santa Gertrudis, San Buenaventura, Santa Catalina de Siena, San Bernardino, San Pedro Canisio y San Juan Eudes. Fue Santa Margarita María, quien tiene una experiencia espiritual más honda en esta devoción. Ella misma cuenta cómo le muestra Jesús su corazón, iluminando así el sentido profundo de la devoción: DEVOLVERLE AMOR POR AMOR Y REPARAR LAS INJURIAS QUE LE HACEN ESPECIALMENTE EN EL SACRAMENTO DEL ALTAR. "He ahí este corazón, que ha amado tanto a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles su amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de amor." En el siglo XIX, la Devoción al Corazón de Jesús adquiere una prodigiosa difusión: nacen asociaciones y congregaciones religiosas bajo su nombre, aumentan las ediciones de libros espirituales con las prácticas de esta devoción. Abundan medallas, estampas, estatuas con la imagen del Sagrado Corazón. Son justamente los libros y devocionarios del tiempo los que mejor ilustran los horizontes e ideales de la devoción al Sagrado Corazón por aquella época. Sus formulaciones literarias pueden extrañar al lector actual, por su lenguaje romántico, florido o metafórico. Por eso, nuestra tarea ha sido necesariamente depuradora: hemos intentado filtrar el lenguaje del tiempo, para rescatar toda la riqueza espiritual que nos ha legado esta devoción, que conserva todavía hoy toda su potencia espiritual. 94 El trabajo consta de una introducción, tres capítulos, conclusión y un apéndice documental. En el primer capítulo presentamos una síntesis histórica de la espiritualidad del s. XIX, resaltando el ambiente religioso-espiritual. El elemento devocional es un pilar fundamental en la religiosidad de esta época. Su espiritualidad se centra en tres grandes devociones: la devoción a la Virgen, a la Eucaristía y al Sagrado Corazón de Jesús. Esta última aparece estrechamente ligada desde sus orígenes a la devoción eucarística tanto en sus prácticas como en su contenido. Pese a la visión individualista que suele ofrecerse, la espiritualidad del siglo XIX tiene una fuerte proyección social. La piedad del s. XIX es activa y práctica. Prueba de ello es el crecido número de Asociaciones que surgen y el nacimiento de nuevos institutos religiosos. Después de examinar el ambiente general de esta época ofrezco una visión muy rápida de la vida de Santa Vicenta María. Repaso los influjos que recibió en su infancia y educación. Los influjos sobre todo, de sus padres, de sus padrinos de bautismo y, en Madrid, de sus tíos Manuel María y María Eulalia Vicuña. Gracias a estos últimos, Vicenta María conocerá la obra de las sirvientas que más tarde desembocará en un Instituto Religioso. El capítulo segundo: "La devoción al Sagrado Corazón y Vicenta María". Es la parte central del trabajo. En este capítulo, primero presento una síntesis histórica de la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Luego paso a estudiar con más detención esta devoción en Santa Vicenta María. Ya he indicado al comienzo que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es uno de los rasgos más marcados de su espiritualidad. Si yo tuviera que condensar al máximo la vivencia de esta devoción en la historia de la Santa, la explicaría con un dibujo y con una frase. EL DIBUJO ABRE LA HISTORIA DE LA DEVOCIÓN EN LA VIDA DE VICENTA MARÍA. A los 20 años Vicenta María regala a su tía María Eulalia el día de su santo un dibujo con tres corazones: el Corazón de Cristo, el Inmaculado Corazón de 94 María y el corazón de su propia tía. En su dibujo, recalca Vicenta María los signos propios de la devoción. En el Corazón de Jesús aparecen: la llaga, abierta y sangrante; la cruz en medio de una llama de fuego que arde en la parte alta del Corazón, ceñido de espinas. El Corazón de María, lo envuelve, como es costumbre, una corona de rosas y una espada lo traspasa. En vez de una cruz, surgen del fuego tres azucenas. Debajo de los sagrados corazones, y a distancia equidistante queda el corazón de su tía María Eulalia aparece taladrado por seis clavos. LA FRASE DE LA SANTA, ESCRITA EN SUS ÚLTIMOS EJERCICIOS ESPIRITUALES, CULMINA SU EXPERIENCIA PERSONAL DE ESTA DEVOCIÓN: "El Corazón de Jesús [es] compendio de los Ejercicios". Dibujo y frase iluminan la devoción al Corazón de Jesús y la trayectoria de santidad de Vicenta María. En el texto referido hay tres palabras claves: llaga - cruz llama, ¿Qué contempla en estos símbolos Vicenta María?... A estos tres términos ha concedido el trabajo una atención particular. En la llaga, contempla el dolor de nuestros pecados y de su pecado, frente al amor inmenso de Dios. En la cruz, el seguimiento a Cristo crucificado que no es otra cosa que sufrir y humillarse como imitación perfecta de Cristo. Y en la llama Vicenta María compendia el amor que ha recibido de Cristo. De esta llama brota incontenible en Vicenta María la exigencia de devolver amor por amor; en concreto amor a la Eucaristía e imitación de Cristo. Dada la importancia de este texto, me van a permitir que lo lea ahora completo: "El Corazón de Jesús compendio de los Ejercicios. En su llaga, el dolor que hemos de tener de nuestros pecados y faltas, la pureza de alma que el Corazón Santísimo pide; la Beata Margarita lo dice en su vida. En la cruz el seguimiento de Cristo, que no es otro que el sufrir y humillarse. En la llama, el amor divino pero no estéril, sino manifestado en 94 obras, y las obras son imitarle en el padecer" Aparentemente la Santa no se detiene con frecuencia a la contemplación directa de la llaga del costado, sino más bien a la contemplación global del crucifijo. Sin embargo, considero que Vicenta María nunca pudo contemplar la globalidad del crucifijo, sin intentar penetrar en el costado de Cristo. Por eso siempre que la Santa habla del pecado y de los desprecios lo hace desde la llaga del costado. Vicenta María comprendió la importancia que tienen la consagración y la reparación en la devoción al Corazón de Jesús. CONSAGRARSE al Corazón de Jesús significa para Vicenta María ser total y perpetuamente suya. Consagración y donación completa son términos idénticos en la vida de la Santa. En la Gran Promesa, como he indicado, hecha a Santa Margarita María el Corazón de Jesús expresa una queja muy amarga "...y en reconocimiento no recibo de la mayor parte sino ingratitud". También Vicenta María se siente interpelada por esta queja. Ella ha descubierto su infidelidad, su frialdad, su ingratitud ante el amor. Está dispuesta a repararlo con más mortificación, mayor pobreza y humillaciones. Pero no es sólo una reparación en beneficio propio, sino que también lo hace por los demás, especialmente por las jóvenes que el Señor le ha confiado. El tercer capítulo, lo he dedicado al punto de la propagación la devoción. Vicenta María difunde con sencillez de lo que ella misma ha conocido y experimentado. Y lo proclama entre sus religiosas y las jóvenes. ¿Cómo propaga la devoción entre sus religiosas? Vicenta María elige 94 el camino más natural: se sirve de las asociaciones ya existentes, y de las prácticas concretas de la época convenientemente adaptadas. Las asociaciones más conocidas, solamente las vamos a mencionar: el Apostolado de la Oración y la Guardia de Honor. La Triple Alianza es, sin embargo, una asociación menos conocida: tenía como finalidad unirse a los sentimientos y deseos del Corazón de Jesús, mediante una perfecta observancia de los votos religiosos, con la práctica de tres virtudes: la presencia de Dios, el agradecimiento y el santo temor de Dios. Por lo que a las prácticas se refiere, ya hemos dicho que Vicenta María adaptó de modo personal algunas. Así por ejemplo, en el mes del Sagrado Corazón de Jesús, Vicenta María insistía mucho en el aspecto reparador. En los Primeros Viernes, pedía la Santa el aumento de caridad en la Congregación. Y sus exhortaciones siempre eran de confianza, gratitud, abandono en el Corazón de Jesús. Otra práctica preferida de la Santa, eran las moradas. Se hacían durante el tiempo de cuaresma, y servían para intensificar el conocimiento, el amor y el servicio del Señor meditando las llagas de Cristo. Vicenta María fue también muy activa en la propagación de la Devoción entre las jóvenes. El medio más eficaz para transmitirles esta devoción, fue la Novena. En ella no podían faltar los tres momentos fundamentales: - El momento de la predicación, indispensable para la formación cristiana de las jóvenes. 94 - El momento de la celebración de la Misa, la confesión y comunión. - El momento de la oración durante la novena. Oración de profundo recogimiento ante el Santísimo, tiempo de entrega al Sagrado Corazón mediante el acto de consagración. Y por último, Vicenta María no descuidaba la distribución entre las jóvenes de estampas, medallas, imágenes, etc. Este es, a grandes rasgos, el contenido del presente trabajo. A lo largo de la exposición pueden haber surgido algunos interrogantes. Creo preciso formular aquí, una cuestión importante: ¿Qué consecuencias tuve la devoción al Corazón de Jesús en la vida de la Santa? La respuesta a esta pregunta es la mejor conclusión para todas estas reflexiones. Gracias a la devoción al Corazón de Cristo van calando en ella, las actitudes y los sentimientos de Jesús: despojo total, escondimiento, abandono completo y sin reserva. Su vida y sus escritos, son los mejores testigos de ese amor a Cristo 'simbolizado en su corazón'. Ya lo hemos visto: para Vicenta María el Corazón de Cristo es 'Compendio de toda la vida espiritual'. La llaga, la cruz y la llama, iluminan y conducen a Vicenta María al interior de Jesús. Y una vez dentro, Vicenta María no sabe otra cosa que imitar lo que allí descubre: las actitudes y los sentimientos de Jesús (Filp 2,5), modelando su corazón de acuerdo al corazón del Amado. 94 A la Santa le espera luego otra tarea: imprimir en las hermanas y en las chicas su misma obsesión: vivir en Cristo. Y desde Cristo transformar el corazón de sus religiosas y de sus jóvenes según la norma del Corazón de Cristo. Yo también me he beneficiado de la riqueza espiritual de Vicenta María. Personalmente he tenido la suerte de ver la devoción al Corazón de Jesús encarnada en una persona completamente transformada por esta devoción. El trabajo presente tiene sus limitaciones que otras personas se encargarán de señalar. Estas limitaciones son una invitación y un estímulo para que otras sigan investigando y sobre todo sigan profundizando en el mar insondable del Cristo de nuestra fe, y en la fina espiritualidad de Santa Vicenta María. 94 Termino manifestando mi agradeciendo al P. Francisco de Borja de MEDINA, por su acompañamiento y orientaciones en la elaboración de este trabajo. Al P. Federico RUIZ, por su disponibilidad en aceptar ser el correlator. A Sor Stefania CANTORE, préside del Instituto Regina Mundi. Mi gratitud va también a mi Superiora General, Madre María Eugenia VICENTI y a mis hermanas de comunidad. Gracias académico. a todos los presentes por acompañarme en este acto