El proceso de establecimiento de los derechos civiles y políticos de

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EL PROCESO DE RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS
CIVILES Y POLÍTICOS DE LA MUJER EN COLOMBIA.
Daniela Cervantes Ramírez. Estudiante Jurisprudencia U del Rosario.
sectores. Otra norma que favorece a la mujer es la ley 70 de 1930, que
autorizó la constitución a favor de la esposa e hijos de un patrimonio
inembargable denominado “Patrimonio de Familia”.
En la Constitución vigente en Colombia, la de 1991, se consignó en el
artículo 43º: “La mujer y el hombre tiene igualdad de derechos, libertades y
oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ningún tipo de
discriminación…”1 105 años antes, en la Constitución de 1886, la mujer no
fue mencionada, y por tanto, negado su derecho a la ciudadanía. Del
desconocimiento, al reconocimiento de los derechos civiles y políticos a la
mujer colombiana, hubo un largo, difícil y complejo proceso, con no pocos
episodios políticos, jurídicos, económicos y sociales.
Ley 28 del 12 de noviembre de 1932, que terminó con la incapacidad civil de
la mujer, fue un paso fundamental en el reconocimiento de sus derechos
civiles. Ana María Navarrete señala: “A partir de esta ley, la mujer casada
mayor de edad pudo y sigue ejerciendo libremente la administración y
disposición de sus bienes sin necesidad de autorización del juez, cónyuge o
representante legal. Además le brindó, por primera vez la oportunidad de
adquirir el dominio de títulos, puesto que era inconcebible que, siendo las
mujeres parte importante de la industria manufacturera y parte de la fuerza
laboral del país, no pidiera gozar de la autonomía necesaria para administrar
sus bienes.” 7 Palabras que evidencian, cómo la vinculación de la mujer al
mundo laboral incidió en el reconocimiento de sus derechos. Es de registrar,
que esta Ley se aprueba en momentos en que la depresión económica,
producto del Crash de la Bolsa de Nueva York, de 1929, impacta al mundo.
En Colombia, acelerar la vinculación de la mujer al impulso de la economía
para contrarrestar la depresión económica, era otro factor a tomar en cuenta
para reconocerle sus derechos civiles.8
En Colombia, el desconocimiento de los derechos de la mujer tiene origen
jurídico en la ascendencia en nuestras leyes del Derecho Romano, de la
normatividad española y del Código Civil francés de 1804. El artículo 113
de este código establecía2: “Un marido debe ejercer poder absoluto sobre
las acciones de la mujer. La mujer queda subordinada al marido; el marido
debe proteger a la mujer y la mujer obedecer al marido”.3
La Constitución de 1986, en el artículo 15 del Título II, De los habitantes
nacionales y extranjeros, consignaba; “Son ciudadanos los colombianos
varones de veintiún año, que ejerzan profesión, arte y oficio, o tengan
ocupación licita y otro medio legítimo y conocida subsistencia.” Excluía, así,
a la mujer de la ciudadanía y sus derechos, obligaciones,
responsabilidades y beneficios.4 En 1890 se aprobó la Ley 95 de 1890, que
en su artículo 172 establecía el delito de adulterio solamente para la mujer.
Esta Constitución y esta Ley son expedidas en el régimen conservador y
clerical de la Regeneración. Un intento anterior de consagrar los derechos
femeninos, la aprobación del voto de la mujer en 1851 por la legislatura
provincial de Vélez, fue anulado, y no tuvo aplicación.5
En 1922 se aprueba la Ley 8, que establecía que: “La mujer casada tendrá
siempre la administración y el uso libre de los siguientes bienes: 1. Los
determinados en capitulaciones matrimoniales. 2. Los de su exclusivo uso
personal como sus vestidos, ajuares, joyas, e instrumentos de su profesión
o oficio.” Esta Ley, al registrar que la mujer administrará y hará libre uso de
los instrumentos de su profesión y oficio, indicaba el factor determinante
del proceso hacia el reconocimiento de la mujer: su vinculación a la vida
laboral. Lo mismo indica la Ley 124 de 1928, que en el artículo 2º expresa:
“… los depósitos hechos por las mujeres casadas a las Cajas de Ahorro
que funcionan legalmente se tendrán como bienes propios suyos, de que
sólo pueden disponer las propias depositantes.” 6 La mujer ya era un factor
que incidía en la producción y en el flujo del dinero. La vinculación de la
mujer al mercado laboral se había acelerado en la industria textil y otros
En la Constitución de 1991 también se consigna en el artículo 13º: Todas las personas
nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de la autoridades y
gozarán de los derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones
de sexo, raza....”
2 Sobre antecedentes del desconocimiento de los derechos de la mujer, ver: RUBY CORREA de
Muñoz, Origen de la desigualdad de los derechos de la mujer en Colombia. Universidad Católica
de Colombia, Facultad de Derecho. Bogotá. D.C. Julio de 1977.
3 GOMEZ DE MONROY; Hilda Emma. LA MUJER COLOMBIANA y el Proceso histórico de
sus derechos. Academia Boyacense de Historia. Tunja. 2002. Pág. 25.
4 GÖMEZ GIRALDO, Alicia “Los derechos de la mujer en la legislación colombiana. Academia
Antioqueña de Historia. Repertorio Histórico. Año 1987, Vol. 38- No 250. Págs. 2,3.Texto
particularmente importante por su rigurosa investigación sobre las normas que fueron
consagrando los derechos de la mujer.
5 BUSNELL, David. Colombia un país a pesar de su mismo, Editorial Planeta. Bogotá. 2007. Pág.
163. El autor anota que esta aprobación fue16 años antes de que en el estado de Wyoming, E.U.
se implantara el voto femenino.
6 GIRALDO GÓMEZ, Alicia. Op. Cit. Págs. 8, 9.
Como consecuencia, en buena parte, de que la economía necesitaba mano
de obra femenina calificada, en 1933, mediante el Decreto 227 se autorizó la
concesión del título de bachiller para la mujer, y en 1937 pudo Ingresar a la
universidad. Estas medidas, igual que la Ley 28, fueron tomadas por los
gobiernos de Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, que, con una
ideología liberal, realizaron algunos cambios en el país. Pero no sería el
liberalismo el que instauraría el voto femenino. En parte, por una amplia
oposición, en parte por el temor de los liberales a que la mujer votara
aconsejada por el clero, inminentemente conservador, y por otras razones, la
República Liberal no estableció el voto femenino.9 En la Reforma
Constitucional de 1936 sólo se aprobó, en el artículo 8º, que las mujeres
capacitadas pudieran ser elegidas para desempeñar altos cargos públicos. 10
El voto de la mujer se estableció en el gobierno del general Gustavo Rojas
Pinilla por medio del Acto Legislativo No 3 de 1954 de la Asamblea
Nacional Constituyente, ANAC. En esta decisión confluyeron, entre otros,
los siguientes elementos: Un interés político del general Rojas Pinilla de
ganar el voto de las mujeres para continuar en poder; la presión de un
movimiento “sufragista” de mujeres colombianas, no masivo, pero que
existió y es injustamente desconocido; la influencia de los gobiernos
populistas como el de Domingo Perón en Argentina, con el liderazgo de
Eva Perón; y el cambio de posición de la Iglesia Católica. En 1945 el Papa
Pio XII invitó a la mujer italiana a votar por la Democracia Cristiana contra
el Partido Comunista de Italia, partidos que se disputaban el poder
terminada la Segunda Guerra Mundial.11
1
NAVARRETE FRIAS, Ana María.La mujer rosarista en la sociedad Colombiana, Centro
Editorial Rosarista, Bogotá, 2006. Pág. 19
8 En el sentido de la incidencia de la economía en la constitución de las leyes, ver el texto
de Francisco Carneluti, Cómo nace el derecho. Editorial Tenis. Bogotá, 2008. Capítulo 1º.
Derecho y economía.
9 BUSNELL; David. Op. cit- Págs. 272, 273.
10 Artículo 8º. La calidad de ciudadano en ejercicio es condición previa para elegir y ser
elegido y para desempeñar empleos públicos que lleven anexa autoridad y jurisdicción”.
“Pero la mujer colombiana mayor de edad puede desempeñar empleos aunque ello lleven
anexo autoridad, jurisdicción en las mismas condiciones que para desempeñarlos exija la
Ley a los ciudadanos”. Tomado de GIRALDO GÓMEZ, Alicia. Op. Cit. Pág. 5.
11 Apartes de las palabras del Papa Pio XII a 1000 mujeres italianas asistentes a una audiencia
en el Vaticano, en octubre de 45, son citadas por Soledad Gómez Garzón en su tesis de
grado, Ciudadanía de la mujer Colombiana. Pontificia Universidad Javeriana. Tipografía
Voto.1946. Bogotá. Pág. 43.
7
2
También hay que destacar la incidencia en el país de declaraciones
internacionales, suscritas por numerosos países del mundo, que
consignaban la igualdad de derechos de la mujer. De destacar entre ellas,
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada
unánimemente en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidos.
12 Los enemigos de los derechos de la mujer temían la influencia
internacional. Muestra de ello son las palabras del ex presidente
conservador, Miguel Abadía Méndez, que en contra del voto femenino
afirmaba en 1933: “el alma femenina colombiana tiene características
inconfundibles, a las que no se puede aplicar teorías extrañas ni
imitaciones perjudiciales”.13
En el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla no se realizarían
elecciones y la mujer colombiana sólo ejercería su derecho al voto en
1957. Ese año sufragaron en la Reforma Constitucional Plebiscitaria que
en aprobó el Frente Nacional. El artículo 1º del este plebiscito decía: “Las
mujeres tendrán los mismos derechos políticos que los varones.”14
Desde 1957, varios son los avances en el reconocimiento de los derechos
femeninos. En 1970, el Decreto 1260 suprime la obligación de la mujer de
llevar el apellido del esposo, y aprueba que pueda llevar el de soltera. Con
la Ley 74 de 1974 de facultades extraordinarias el presidente Alfonso
López Michelsen expidió el Decreto 2820 de 1974, conocido como el
Estatuto de igualdad jurídica de los sexos. Éste consagró un avance
definitivo: eliminó la Potestad marital: los derechos que la ley concedía al
marido por encima de la mujer. De acuerdo a Alicia Giraldo Gómez este
decreto: consagró: la igualdad de los cónyuges entre sí”; la igualdad de
derechos y obligaciones de los padres sobre los hijos; la Igualdad en
derechos y obligaciones de los padres sobre los hijos no emancipados; la
dirección conjunta del hogar; la potestad parental sobre los hijos; la
responsabilidad de la pareja por iguales partes, para el sostenimiento del
hogar, según las capacidades y preparación de cada uno.15
Otro hecho jurídico de importancia es la Ley 1ª de 1976, que estableció el
divorcio para el Matrimonio Civil.La Ley 95 de 1980, De No Discriminación
es otro paso fundamental. El artículo 1º de la norma dice: “Colombia ratifica
la Convención sobre eliminación de toda discriminación contra la mujer,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la
Conferencia Mundial celebrada en Copenhague, Dinamarca, en 1980”.
Finalmente, antes de presentar nuestras conclusiones, es de resaltar la
existencia en el país de expresiones de capacidad intelectual y de
liderazgo de la mujer, desde la época de la independencia. En esta gesta
no sólo participaron Policarpa Salavarrieta y Manuela Beltran, por todo el
territorio nacional hubo importante participación femenina. Ya, a finales del
siglo XIX, la escritora Soledad Acosta de Samper, con una destacada obra
novelística y periodística, es expresión de que la mujer jalonó con su
meritos el reconocimiento de sus derechos. Basta recordar que la escritora
presentó en España, a finales del siglo XIX, una ponencia sobre cómo la
mujer estaba capacitada para ejercer todos los trabajos, y que lideró dos
de las más importantes acciones contra la Separación de Panamá en
1903: redactó una declaración suscrita por 300 mujeres, exigiéndole al
presidente Marroquín hacer respetar los derechos de Colombia en el Istmo,
y encabezó una marcha de protesta de mujeres por las calles de Bogotá.
El reconocimiento de sus derechos civil en 1932, no fue una generosa
NAVARRETE FRÍAS, Ana María. Op. cit. Págs. 27, 28.
HERNANDEZ ROJAS, Tobías; ABADÍA MENDEZ; Miguel. Hace 50 años, la mujer ante el
derecho. Revista de Nuestra Señora del Rosario. Bogotá. Vol 76, no, 524, (Nov- Dic, 1983), Pág 85-88
14 NAVARRETE FRÍAS, Ana María. Op. cit. Pág 20.
15 Giraldo Gómez, Alicia. Op. cit. Pág. 18.
12
13
concesión del legislador. Para ese año ya recorría las ciudades
colombianas María Cano explicando su mensaje socialista y miles de
mujeres eran la base de la industria textil. Para 1954, ya la mujer copaba
parte de la educación superior y había un movimiento por el sufragio
femenino que hacía sentir sus aspiraciones.
Finalmente, analizado el proceso de aprobación como norma constitucional o
como leyes, de los derechos civiles y políticos de la mujer colombiana,
podemos concluir que la vinculación de la mujer al mercado laboral, ya
iniciado el siglo XX, en los años veinte, fue el factor fundamental que produjo
el reconocimiento de sus derechos. Lo jurídico como expresión de la
necesidad de reglamentar en leyes los hechos económicos, planteada por
Carnelutti, se demuestra en el análisis que hemos hecho.
Junto al anterior factor, incidieron en el reconocimiento de los derechos de
la mujer: la influencia de la evolución de la cultura y la ideología en el
mundo, impulsada, también por el avance de la economía y la participación
en ella de la mujer; los factores políticos del momento; los acuerdos
internacionales suscritos por el gobierno, y las acciones de las propias
mujeres. Las leyes, cuando no expresan las necesidades de las
sociedades, son cambiadas para adaptarlas. Los legisladores en Colombia
reconocieron en leyes los procesos económicos, sociales y culturales de la
sociedad, generados con la participación de la mitad de los colombianos:
las mujeres.
BIBLIOGRAFÍA
BUSNELL, David. Colombia un país a pesar de su mismo, Editorial Planeta. Bogotá. 2007.
CARNELUTTI, Francisco. Cómo nace el derecho. Editorial Tenis. Bogotá, 2008.
CORREA DE MUÑOZ, Ruby. Origen de la desigualdad de los derechos en Colombia.
Universidad católica de Colombia, Facultad de Derecho. Bogotá. D.C. Julio de 1977.
GOMEZ DE MONROY; Hilda Emma. LA MUJER COLOMBIANA y el Proceso
histórico de sus derechos. Academia Boyacense de Historia. Tunja. 2002.
GÓMEZ GARZÓN, Soledad. Ciudadanía de la mujer Colombiana. Tesis para
Doctora en Ciencias Jurídicas. Facultad Femenina de Derecho, Pontificia
Universidad Javeriana. Tipografía Voto.1946. Bogotá.
GIRALDO GÓMEZ, Alicia. “Los derechos de la mujer en la legislación colombiana.
Academia Antioqueña de Historia. Repertorio Histórico. Año 1987, Vol. 38- No 250.
HERNANDEZ ROJAS, Tobías; ABADÏA MENDEZ; Miguel. Hace 50 años, la mujer ante el
derecho. Revista de Nuestra Señora del Rosario. Bogotá. Vol 76, No, 524, (Nov-Dic, 1983).
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