¡EN CLASE, SE DISPARÓ EL ARMA!

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¡EN CLASE, SE DISPARÓ EL ARMA!
Martes, 18 de Abril de 2006
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Judicial
Bogotá. Nuevamente las armas de fuego son protagonistas en el interior de los centros
educativos del país. En la mañana de ayer un estudiante del Centro Don Bosco, de Bogotá,
resultó herido luego de que uno de sus compañeros disparara accidentalmente un revólver que
pretendía vender.
Eran aproximadamente las 8:30 de la mañana. Los estudiantes de grado décimo del
Centro Don Bosco, localizado al occidente de la capital colombiana, se encontraban en clase
de inglés, sin imaginar que en contados momentos serían testigos de un terrible hecho.
Faltando unos cuantos minutos para la hora del primer descanso, uno de los alumnos, de
16 años, sacó de su maleta un arma que inexplicablemente logró ingresar al plantel.
Informaciones oficiales señalan que el menor, al parecer, tenía la intención de vender el
revólver entre los demás estudiantes, el mismo que a escondidas sustrajo de su casa antes de
dirigirse al colegio.
La hipótesis inicial apunta a que la incorrecta e irresponsable manipulación del arma de
fuego por parte del alumno hizo que se disparara de manera accidental.
Lo lamentable es que el impacto se alojó en la humanidad del niño que se encontraba a
su lado, dos años menor que él.
Por supuesto, el sonido del balazo causó conmoción entre aprendices, profesores y
directivas de la institución.
Emergencia
El pequeño que resultó lesionado fue trasladado de manera inmediata a la sede de la Cruz
Roja, donde recibió la atención médica correspondiente, para luego ser remitido al Policlínico
Infantil Colsubsidio.
El comandante operativo No. 3 de la Policía, coronel Luis Édgar Martínez Espitia,
quien se hizo presente en el lugar de la tragedia, afirmó a los medios de comunicación que el
estudiante herido recibió el impacto a la altura de la tercera vértebra cervical, por lo que las
valoraciones iniciales hacen pensar que podría quedar con una limitación física.
Por otra parte, se conoció que el menor que llevó el arma, que luego accionó sin
intención alguna, fue puesto a disposición de la autoridad competente. Un juzgado de
menores tomará la determinación sobre su futuro inmediato, una vez que se termine de
adelantar la correspondiente investigación.
El anterior caso vuelve a poner en entredicho la seguridad de algunos planteles
educativos que, a pesar de las medidas preventivas adoptadas, se convierten en escenario de
hechos violentos.
Sobre este particular, el coronel Martínez Espitia manifestó que se están adelantando las
indagaciones pertinentes, tendientes a establecer la manera en la que el joven ingresó el
revólver al colegio.
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Acerca del arma utilizada en este fatídico episodio, el alto oficial manifestó que no tiene
documentación alguna y que al parecer fue sustraída a escondidas por el alumno. Su intención
inicial era la de cambiarla por unos cuantos pesos, aunque su destino fue muy diferente.
Preocupación
Algunos de los padres de los alumnos que se enteraron de la noticia acudieron de manera
inmediata al plantel, localizado exactamente en la Avenida El Dorado con carrera 69.
Con la incertidumbre por la suerte de sus hijos, los acudientes conocieron el caso y
manifestaron su preocupación.
Una madre de familia, quien no quiso revelar su nombre, dijo a El Espacio que "el
Centro Don Bosco siempre se ha caracterizado por ser un colegio muy bueno y seguro, pero
infortunadamente se presentan estos casos aislados que podrían ocurrir en cualquier otra
institución".
No obstante, la mujer dejó entrever su angustia porque, según ella, pudo haber sido su
propio hijo la víctima de esta situación, aunque lamenta profundamente que uno de los
compañeros se encuentre en una situación tan delicada de salud.
El Espacio intentó comunicarse con las directivas del plantel para conocer su versión
acerca de los hechos, pero al cierre de esta edición no se había registrado respuesta alguna.
Seguramente, el Centro Don Bosco incrementará al ciento por ciento sus medidas de
seguridad con el ánimo de impedir que historias como la que dejó herido a uno de sus
estudiantes se repita. A la vez, se espera que el caso se convierta en una señal de alerta para
las demás instituciones educativas del país.